The Help

“You is kind.
You is smart.
You is important”

Una sirvienta, muchacha, doméstica, mucama, fámula, criada, o como se le llame dependiendo de su situación geográfica, es una mujer empleada para el trabajo doméstico.
Antiguamente, formaba parte de una estructura jerárquica dentro de las mansiones, aunque actualmente sólo es una trabajadora doméstica para familias de clase alta e incluso de clase media.
Las sirvientas realizan tareas domésticas tales como cocinar, planchado y lavado de la ropa, limpieza de la casa, comprar la comida, pasear al perro, servir mesa, cumplir mandados y cuidar a los niños.
En algunos casos, las sirvientas asumen el rol de enfermera para cuidar a las personas mayores o con discapacidades físicas.
Muchas sirvientas deben portar un uniforme, según los deseos de su patrón, algunas viven en casa del empleador y deben portar el uniforme durante todo el día y toda la noche, hasta que van a dormir, se denominan internas o de planta; y sirven todos los días, excepto en sus tardes libres, más bien escasas.
Normalmente son una o dos a la semana, el resto de la semana atiende a sus patrones.
El uniforme puede ser un traje de sirvienta o una bata y un delantal.
Por otra parte, una niñera es una persona que se ocupa de cuidar ocasionalmente y, por tanto, no a tiempo completo los niños de otra persona la cual no se puede ocupar de ellos porque mantiene una actividad laboral.
La mujer que hace este trabajo a tiempo completo suele llamarse nana.
Históricamente el trabajo doméstico está vinculado a la esclavitud, el colonialismo y otras formas de servidumbre, inclusive la servidumbre por deudas.
En la actualidad es un fenómeno mundial que perpetúa las jerarquías basadas en la raza, el origen étnico, la pertenencia a un grupo autóctono, la casta y la nacionalidad.
“You will get a disease from those toilets!”
Las leyes de Jim Crow fueron unas leyes estatales y locales en los Estados Unidos promulgadas entre 1876 y 1965, que asignaban la segregación racial en todas las instalaciones públicas por mandato de “iure” bajo el lema "separados pero iguales" y se aplicaban a los estadounidenses negros y a otros grupos étnicos no blancos en ese país.
Como nota, Las leyes de Jim Crow fueron en muchos aspectos un modelo para las Leyes de Nürnberg, de la legislación alemana contra los judíos, que se adoptaron en el Congreso del Partido Nazi en 1935.
El origen de la palabra "Jim Crow" a menudo se ha atribuido al número de espectáculo musical caricaturesco "Jump Jim Crow", que era interpretado por el actor blanco Thomas D. Rice, pintando su cara de negro lo que hacía referencia a un afroamericano, estrenado por primera vez en 1832 y se utilizó para satirizar las políticas populistas del entonces presidente Andrew Jackson.
Como resultado de la fama del personaje de Rice, ya en 1838 "Jim Crow" se había convertido en una expresión peyorativa que significaba "afroamericano", y de a poco las leyes de la segregación racial comenzaron a ser conocidas como las leyes de Jim Crow.
En realidad, esto llevó a que el tratamiento y los alojamientos fueran por lo general inferiores a aquellos asegurados para los blancos estadounidenses, sistematizando un número de desventajas económicas, educativas y sociales.
La segregación de “iure” se aplicó principalmente en el sur de los Estados Unidos.
Ya en el norte, la segregación fue por lo general factor dominantemente hacia los negros que vivían en guetos urbanos.
Algunos ejemplos de las Leyes de Jim Crow fueron la segregación en las escuelas públicas, lugares públicos, transporte público y la segregación de baños y restaurantes, también existían fuentes de agua potable para los blancos y para los negros.
El ejército estadounidense también fue segregado.
Las Leyes de Jim Crow fueron derivadas de los códigos negros (1800-1866), que también habían limitado los derechos civiles y las libertades civiles de los afroamericanos.
La segregación escolar apoyada por el Estado fue declarada inconstitucional por la Corte Suprema en 1954 con base en el caso de Brown v. Board of Education.
En general, el resto de las Leyes de Jim Crow se anularon por la Ley de Derechos Civiles de 1964 y la Ley de derecho de voto de 1965.
Así, el 2 de julio de 1964, el Presidente Lyndon B. Johnson firmó el decreto histórico: La Civil Rights Act of 1964.
Que invocó la cláusula de comercio para prohibir todo tipo de discriminación en los locales públicos: restaurantes, hoteles y tiendas de propiedad privada, y en las escuelas, los lugares de trabajo privados, invalidando las Leyes de Jim Crow en el sur de EEUU y se hizo ilegal obligar la segregación de las razas en las escuelas, la vivienda, o en contratación de empleados.
“My mama was a maid.
My grandmama was a house slave”
El Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos fue una lucha larga, y principalmente no-violenta, para extender el acceso pleno a los derechos civiles y la igualdad ante la ley a los grupos que no los tienen, sobre todo a los ciudadanos negros.
Ha habido numerosos movimientos a favor de otros grupos en EEUU a través del tiempo, pero generalmente se usa el término para referirse a las luchas que tomaron lugar entre 1955 y 1968, para terminar la discriminación contra los afroamericanos, y terminar con la segregación racial, especialmente en el sur de Estados Unidos.
El racismo en todas sus formas ha sido clave de la demanda histórica del cine; la reclusión de minorías, el genocidio y la esclavitud, son temas que llegan en lo más profundo de la sensibilidad y la empatía del espectador, pues aunque crudas y kafkianas imágenes, esta realidad nos dejan en claro, que como seres humanos aún tenemos deudas pendientes en cuanto a la igualdad y el respeto entre nosotros, pues puede que ahora en el año 2011 uno crea que no hay muchas diferencias por las cuales luchar, no obstante en 1960 hubo un gran grupo de personas que pensaba lo mismo.
Fueron tiempos difíciles, lo sé y hubo gente de mierda pero:
¿Qué tan diferentes son a los tiempos de ahora?
Muchas veces llegan a nuestra cartelera filmes que vienen respaldados por ambiciosa propaganda y que hacen su entrada por la puerta principal, casi con un desfile de bombo y platillo que anuncian su llegada, estas grandes películas muchas veces le roban espacio a pequeñas películas, que sin esperar una entrada tan espectacular, se conforman entrando por la puerta pequeña y cautivar al público con una pequeña, pero encantadora historia, claro que entre tanto cine de efectos especiales, la gente quiere ver historias de seres humanos, historias con las que identificarse e historias que no se maquillen con espectaculares efectos especiales para llegar al espectador, sino que se muestren tal y como son, y le hablen no a los ojos del público, sino a su corazón.
Porqué es muy fácil provocar el asombro del espectador con una impresionante secuencia de acción, pero es difícil sacarle una lágrima y que ni siquiera se haya dado cuenta de su aparición hasta que esta haya recorrido media mejilla.
“Courage sometimes skips a generation.
Thank you for bringing it back to our family”
The Help es una ENORME película dramática escrita y dirigida por Tate Taylor.
Protagonizada por un ENORME reparto encabezado por Emma Stone, INSUPERABLE Viola Davis, Bryce Dallas Howard, Sissy Spacek, TITANICA Octavia Spencer, ENORME Jessica Chastain, Ahna O'Reilly, Allison Janney, Anna Camp, Eleanor Henry, Emma Henry, Chris Lowell, Cicely Tyson, Mike Vogel y Brian Kerwin.
The Help está basada en la novela de Kathryn Stockett, de título homónimo.
El éxito de esta producción no sorprenderá a quienes conocen la fama que precede a la novela de Kathryn Stockett, un libro encantador, que fue rechazado por sesenta agentes literarios antes de que lograse la hazaña que ya figura en su solapa: vender 5 millones de copias y permanecer 100 semanas en la lista de best-sellers de The New York Times.
Con esos antecedentes, es lógico que Chris Columbus, Michael Barnathan y Mark Radcliffe se decidieran a realizar esta adaptación bajo el sello 1492 Productions. Para ser fieles al espíritu de la obra de Stockett, compraron el guión a un amigo de infancia de la novelista, el propio realizador, Tate Taylor, que además fue el primero en pujar por los derechos de la obra y también fue uno de sus mejores promotores.
The Help está nominada a 4 premios Oscar: mejor película, mejor actriz (Davis) y mejores actrices de reparto (Chastain y Spencer).
The Help se rodó íntegramente en el estado de Mississippi, Estados Unidos, concretamente en las localidades de Jackson, Greenwood y Clarksdale.
The Help relata la relación y las diferencias de las clases sociales, que toma como eje el racismo en el estado de Mississippi, Estados Unidos de la década del sesenta, un hervidero de desequilibrios raciales en el que bullía la intolerancia y seguían manteniéndose los vestigios del antiguo sistema de castas en el que el hombre blanco imponía su supremacía cultural y social sobre el ciudadano de color, relegando a este a un estrato humano inferior.
The Help, históricamente, retrata un país instalado en las reformas y la modernización de la era Kennedy, el ambiente desfasado y totalmente anacrónico de ciertas regiones sureñas conformaba un insólito panorama que no era sino la constatación de que la mentalidad estadounidense seguía anclada en un conservadurismo pernicioso.
Al mismo tiempo las minorías negras comenzaban a reivindicar sus derechos civiles y el activismo tomaba forma alrededor de la figura de Martin Luther King, Jr., pero todos esos impulsos sociales parecían quedar muy lejos del Sur más profundo.
The Help enfatiza en las relaciones entre las familias adineradas y sus criadas, y todos los matices, abusos y excesos de esa época, grandes interpretaciones, sobre todo de Viola Davis, Octavia Spencer y Emma Stone, cada vez mejores papeles y con un futuro muy prometedor,
The Help es un contundente alegato contra el racismo, quizás un tanto maniqueo en su afán de convertir en villanos a los personajes de individuos "blancos" que aparecen, pero aún así no deja de ser una película sumamente interesante que invita en todo momento a la reflexión y que provoca inevitablemente la empatía del espectador gracias a la sensibilidad de la historia.
Y el retrato no solo es acertado en lo que se refiere a las tensiones raciales, sino también a su capacidad para situar a la mujer como motor de todo ese cambio.
El tono que el director imprime en The Help es manifiestamente satírico cuando quiere presentar una mentalidad trasnochada y patética, y entrañable cuando mira a la otra cara de la moneda que, por sensata y humana, es más luminosa.
De esta manera, se forma una especie de díptico un tanto maniqueo para resaltar lo absurdo de una sociedad carcomida por la falsedad o el miedo, de un mundo en que hay historias negras que es preciso sacar a la luz y ambientes enrarecidos que ventilar.
Son historias negras no porque sus protagonistas sean antiguos esclavos ahora convertidos en criados, sino porque dejan ver una realidad vergonzosa e intolerable de unas almas de apariencia blanca.
La dualidad blanco-negro se corresponde con la de señora-criada, pero es inversamente proporcional a la de humanidad-mezquindad y en ella queda patente lo empobrecedor de una ociosidad que se pierde jugando al bridge frente a la labor del hogar que realizan las verdaderas mamás.
De esta forma, la luz de la fotografía de Stephen Goldblatt no sirve sólo para iluminar el colorido pastel de una época retratada como hueca, sino también para sacar a escena la oscuridad de unas mujeres adocenadas y “realizadas en serie” que, sin ser ellas mismas, tranquilizan su conciencia con una pátina de solidaridad al tiempo que mantienen un interior que huele a podrido.
Sin embargo, en ese mundo aparente encontramos dos excepciones, dos mirlos blancos que, en su bondad e inocencia, saben reconocer la bondad y están dispuestos a dar voz a los arrinconados.
Son Skeeter y Celia, quienes en su inteligencia y valentía, o en su ordinariez y simpleza, pero sin prejuicios, pondrán a cada uno en su sitio en una lucha por la verdad y los derechos civiles.
Y son también unas actrices que saben no salirse de su papel, quienes logran transmitir tanto la risa tonta y superficial como la abnegación paciente y bondadosa.
Buen trabajo de Emma Stone, pero mejor los da Jessica Chastain y Viola Davis en unos roles más extremos y difíciles, inclusive la ENORME Olivia Spencer.
También con un montaje que acierta a contar algunas historias con insertos visuales en flashback y que, en otros casos, opta por la palabra escrita.
Algún personaje resulta inverosímil en su evolución y casi ninguno adquiere gran hondura psicológica ni social, los hombres están ausentes, aunque poco importa, pero la galería de todos ellos funciona a nivel emocional y el espectador participa de las crónicas de este pueblo sudista, donde vivían criadas que eran señoras y señoras que eran criadas.
“Every day you're not dead in the ground, when you wake up in the morning, you're gonna have to make some decisions.
Got to ask yourself this question:
Am I gonna believe all them bad things them fools say about me today?
You hear me today?
Am I gonna believe all them bad things them fools say about me today?
You hear me today?
All right?
As for your mama, she didn't pick her life.
It picked her.
But you, you're gonna do something big with yours.
You wait and see”
The Help gravita principalmente en torno a dos personajes:
Eugenia “Skeeter” Phelan (Emma Stone) y Aibileen Clark (Viola Davis)
La primera simboliza la necesidad liberadora de la mujer de la época; ha estudiado en la Universidad y, a diferencia de sus amigas de infancia, no sueña no casarse y tener hijos, sino que su mayor aspiración es valerse por sí misma a través de su trabajo.
Por su parte, Aibileen ha servido toda su vida en diferentes familias y, tras la muerte de su hijo, siente que ya no puede más.
Ambas serán el motor de The Help, el libro que Skeeter publicará con los testimonios de un buen puñado de mujeres de color a las que nunca se les había dado voz para expresar sus sentimientos, sus frustraciones y necesidades.
“The Help” es una de las mejores metáforas que incluye el film, de qué forma la literatura puede ser un medio expresivo liberador, como en efecto lo fue para algunos autores afroamericanos que comenzaron a escribir durante esa década y puede ser el reflejo de situaciones oficialmente silenciadas.
The Help es una buenísima manera para que llegue a todo el mundo la necesidad de exigir igualdad en todos los ámbitos.
The Help nos muestra a Skeeter, una mujer blanca que consigue un trabajo de escritora y que se propone entrevistar a la mayor cantidad posible de criadas negras para que den anónimamente sus testimonios acerca de los "gajes" del oficio.
De esta manera, Skeeter irá reporteando a todas las mujeres negras que se animen a contar las vejaciones y los sinsabores que han debido soportar por el solo hecho de ser gente de color.
Así las criadas irán canalizando y desahogando sus angustias con sus relatos, los que no hacen más que testimoniar la crueldad y la irracionalidad de la discriminación racial de épocas anteriores en las sociedades estadounidenses.
En el camino, se forjan desafortunadas relaciones y surge una nueva hermandad, pero no antes de que todos en el pueblo tengan una o dos cosas que decir cuando inconscientemente, y sin querer hacerlo, son arrastrados por tiempos de cambio.
Lo llamativo del asunto es que, para narrarnos estas historias, no se cae en el habitual y lógico dramatismo de este tipo de producciones, sino que se emplea un discurso en el que principalmente prima la bondad de los seres humanos sobre sus comportamientos más crueles.
No es de extrañar, pues, que The Help opte por referirse al segregacionismo sólo desde el punto de vista de unas personas muy concretas y que apenas ahonde en la situación social y política de la época.
Lo importante aquí son los individuos y sus vivencias, algunas de ellas presentadas con unos sorprendentes toques de humor que vuelven realmente ameno el visionado.
De todas formas, sí existe una descripción del miedo que sienten estas mujeres negras por el hecho de saltarse unas normas a todas luces injustas, aunque no se nos muestran de forma directa las severas consecuencias que su comportamiento les puede acarrear.
Los personajes, todos ellos perfectamente definidos, y no por más arquetípicos, son menos eficaces.
Emma Stone demuestra que es capaz de moverse con la misma soltura en el drama que con la que lo hace en la comedia.
Viola Davis y Octavia Spencer…
ENORMES
Davis, mesurada y enternecedora.
Spencer, expresiva y temperamental.
Ambas representan la imagen de la resistencia.
Una desde sus silencios acusadores que no dejan indiferentes a nadie y la otra con su incontinencia verbal que le supone numerosos golpes que no la derrotan sino que la reafirman en su actitud beligerante.
Por otra parte, Jessica Chastain, la que recordaremos por “The Tree Of Life” y que aquí hace un papel completamente diferente pero a la vez, supremo.
Está perfecta y su cambio de registro es tan brutal entre una película y otra que merece la nominación.
Y junto a todas ellas, está la guapa Bryce Dallas Howard, que he de decir que hace un papel increíble de mujer pécora.
Y no podemos olvidar a una irreconocible Sissy Spacek que hace un papel brutal a la par que gracioso y que le da una nota de humor francamente necesaria a The Help, que está rodeado de cierta pena por el momento en el que se vive.
Destacando la estupenda banda sonora compuesta por Thomas Newman que también sabe mezclar temas clásicos de gente como Johnny Cash, con alguno más reciente como el precioso “The Living Proof” compuesto especialmente para The Help.
Si tuviese que rescatar una escena, escogería una muy pequeña que me encantó, cuando el personaje de Emma Stone le pregunta al de Viola Davis si desde pequeña sabía que iba a ser criada, y ella con un una mirada llena de tristeza y de tantas emociones dice que si lo sabía…
Y como no todas las escenas de la dupla Davis/Spencer.
“All you do is scare and lie to try and get what you want”
El color de piel diferencia a las mujeres en The Help, y ése es el motivo por el cual surgirán rencores, desprecios, prejuicios sociales, que sólo sirven para demostrar una vez más la imbecilidad de la existencia humana.
The Help se posiciona en forma crítica para contar la historia, y en verdad que deja muy mal parado a los sectores de personas blancas que buscaban cualquier pretexto para maltratar y abusar de otras personas con un solo "pecado": el haber nacido con otro color de piel.
The Help defiende en todo momento la igualdad de oportunidades entre blancos y negros, y para ello no duda en contarnos acerca del maltrato y las situaciones indignantes a las que estaban sometidas las personas de color.
Se nos cuenta así el maltrato físico y verbal ejecutado por parte de la gente blanca para con los de color: despreciaban, intimidaban, se burlaban, humillaban, difamaban, discriminaban, atemorizaban, dejaban sin trabajo sin causas justas, se creían dueños, sentían asco, amenazaban, trataban como animales, asesinaban, y violaban los derechos civiles.
Como vemos, The Help intenta presentar a las personas blancas como demonios, pero también los muestra como seres inútiles que no sabrían sobrevivir sin la indispensable, aunque desprestigiada, ayuda de los criados de color.
Así se nos cuenta en qué consistía la labor del sirviente: cocinaban, criaban los hijos de los blancos, lavaban, planchaban, cuidaban enfermos, atendían bares, cortaban el césped, limpiaban casas y hasta se los utilizaba de "ventiladores humanos" para mejorar la calidad de vida del hombre blanco.
The Help es uno de los filmes más humanos que he visto en mi vida, y con humanos me refiero a que está lejos de ser perfecta, al igual que el ser humano, pero es capaz de cautivarte, alégrate, conmoverte y sumergirte en un cóctel de emociones que nos hace recordar que el cine es un arte para emocionar y contar algo, y vaya que trata un tema bastante serio, pero lo hace sin la intención de hacer sufrir al espectador, sino contándotela de forma amena y divertida, pero sin dejar de conmoverte.
The Help es para reflexionar sobre lo mal que tratamos a otros tan solo por ser diferentes a uno.

“If you can love your enemy, you already have victory”


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