L.A. Confidential


“Everything is suspect... everyone is for sale... and nothing is what it seems”

Bienvenidos a Los Angeles, donde el sol brilla, las playas son grandes y apetecibles, los campos de naranjo abundan, no falta trabajo y donde todo se puede conseguir, incluso Las Estrellas.
La ciudad de Los Angeles, que durante varias décadas, ha tenido el honor de figurar entre las ciudades más corruptas de Norteamérica, es la ciudad donde todo se compra y se vende, hasta el agua.
Su policía es temida por su brutalidad, y despreciada por su baja moral.
¿Cómo puede haber crimen organizado, en la ciudad con el mejor cuerpo de policía del mundo?
El Departamento de Policía de Los Angeles (LAPD) es uno de los departamentos de policía metropolitanos más grandes del mundo.
Las historias del LAPD se deslizan, como un péndulo entre la realidad de un cuerpo de Policía corrupto, al servicio de los blancos, en una ciudad progresivamente multirracial, y los sucesivos intentos de sus responsables de profesionalizarlo, y ampliar su capacidad de investigación más allá del hábil interrogatorio policial.
“Proteger y Servir” es su lema desde 1955, todo un sarcasmo cuando salían a relucir denuncias de corrupción y brutalidad.
La organización intentaba depurarse cíclicamente, para apagar las protestas, y después continuaba con su estilo de vida tradicional.
El apaño, agravado por crónicos problemas de financiación, funcionó hasta que a los policías se les fue la mano con Rodney King en 1992 o, con otras palabras, hasta que a alguien se le ocurrió grabar la paliza en vídeo.
Se pusieron en marcha reformas, y se nombró al primer jefe de policía negro del Departamento, pero las viejas costumbres terminaron por volver a la superficie.
Seis años después, se desencadenó otro escándalo, esta vez con una de las unidades de élite, encargadas de hacer frente a la creciente amenaza de las bandas juveniles.
Le llamaban “CRASH” e hizo honor a su nombre.
Sus agentes se caracterizaban por su agresividad, y alto número de detenciones, y también, por fabricar pruebas, robar la droga incautada y, en última instancia, “proteger y servir” a algunos delincuentes.
Recientemente, hace unos años, el escándalo de corrupción y brutalidad de Los Angeles, el más grave de la larga y problemática historia del LAPD, comenzó en la División de Rampart, uno de los barrios más peligrosos de Norteamérica.
Desde entonces, los policías de Los Angeles viven una existencia menos turbulenta, aunque nunca ha desaparecido el temor a que ese pasado vuelva a resurgir con sangre nueva en los titulares de los periódicos.
Si en otros departamentos policiales de EEUU, los casos de corrupción son presentados como las típicas manzanas podridas, que existen en todas las organizaciones, en Los Angeles más parece, la pesadilla que nunca desaparece del todo.
Se supone que los jefes policiales mantienen la guardia alta, y son conscientes de que la reputación es una virtud tan importante, como el parte diario de detenciones.
Las relaciones con la comunidad son siempre una prioridad, y allí significa mantener buena vecindad con millonarios y gente que vive de la caridad pública, con blancos y negros, con latinos y coreanos, con cristianos renacidos y activistas gays, todo ello, en unos barrios en los que puede ser complicado entenderse en inglés.
Hollywood es el colectivo que más rendimientos ha sacado, de exponer a la luz pública, los rincones oscuros del LAPD.
Bienvenidos a Los Angeles, La Nueva Babilonia.
“Off the record, on the QT, and very hush-hush...”
L.A. Confidential es una película de suspense estadounidense de 1997, dirigida por Curtis Hanson.
Protagonizada por Guy Pearce, Russell Crowe, Kevin Spacey, Kim Basinger, Danny DeVito, James Cromwell, David Strathairn, Ron Rifkin, Amber Smith, John Mahon, Graham Beckel, Simon Baker, Tomas Arana, Jim Metzler, Paolo Seganti, Jeremiah Birkett, Paul Guilfoyle, Matt McCoy, Salim Grant, Marisol Padilla Sanchez, Brenda Bakke, Darrell Sandeen, Jack Conley, Gene Wolande, Michael McCleery, entre otros.
L.A. Confidential fue escrita por Curtis Hanson y Brian Helgeland, basándose en la novela homónima de James Ellroy.
Curiosamente, el primer extrañado al enterarse de que se pensaba llevar a cabo una adaptación de L.A. Confidential, fue el propio James Ellroy, su autor, el cual pensaba que algunas de sus otras obras, como “The Black Dahlia”, serían un objetivo más asequible para una versión cinematográfica, al ser L.A. Confidential una densa novela, que abarca diversas tramas y subtramas, y que cuenta con múltiples personajes.
Lo que no debió de sorprender a Ellroy, fue que Hollywood llamase a su puerta, habida cuenta de la tradicional vinculación del género “hard boiled” o “crimen de ficción”, del que es uno de sus más reconocidos representantes hoy en día, con el mundo del cine, reforzándose esta vinculación con la ambientación angelina de L.A. Confidential, ciudad tan asociada con dicha industria.
Por otro lado, vale decir que el género del cine negro, estaba muerto a final del siglo XX, cuando L.A. Confidential lo revivió a lo grande, con su gran historia turbia, intensa, y muy bien narrada.
Lo malo fue que L.A. Confidential se estrenó el mismo año de “TITANIC”, un rival demasiado duro en los Oscar. Los cuales no refrendaron una obra maestra.
L.A. Confidential obtuvo 2 Oscar:
Mejor Actriz Secundaria (Kim Basinger) y Mejor Guión Adaptado; obtuvo nominaciones como:
Mejor película, director, fotografía, montaje, sonido, banda sonora y dirección artística.
L.A. Confidential fue muy aplaudida en su tiempo, por mezclar exitosamente, varios elementos del género, y por tener una trama muy bien diseñada, llena de subtramas que se entretejen para dar lugar a la principal, sin perder el toque de suspenso, acción, y drama.
En L.A. Confidential, vemos como la corrupción, arropa hasta a los más serios dentro del cuerpo del orden, los medios, y la alta sociedad, y entendemos aún más, de lo que son capaces los culpables, con tal de no ser puestos en evidencia.
Una historia que mete el dedo en la yaga, sobre lo desconfiables que resultan las instituciones gubernamentales, entre las cuales, la policía.
L.A. Confidential muestra verazmente, como interactúa la justicia, la imagen de una institución, y la desajustada ética.
L.A. Confidential es una película, que para comprenderla en su totalidad, se merece más de una visión.
Los personajes no son idealizados, como suele ocurrir en el cine estadounidense, sino que son mostrados de forma cínica, como lo que son, gente sin escrúpulos, y carente de virtudes.
La trama es oscura, y no se ven siempre, las cosas claras.
La fotografía, de Dante Spinotti, crea composiciones nocturnas oscuras, contraluces inquietantes, sombras densas, en espacios interiores y sótanos malolientes y terroríficos.
La cámara muestra detalles, como los signos identificativos de la rapidez, y la crueldad con la que actúan los asesinos.
L.A. Confidential se rueda en escenarios reales de L.A. y Hollywood, y en los platós de Warner Studios, en Burbank, California.
L.A. Confidential nos sitúa en los años 50, en el momento en el que Hollywood eterniza a las actrices más de moda, y la mafia se carga a otras mafias.
Viviremos una mezcla de tramas que acabarán unidas, entre policías corruptos, duros, y novatos; y fulanas operadas para parecerse a grandes divas del momento.
En la sede de la policía de Los Angeles, el agente Ed Exley (Pearce) es un hombre que cree ciegamente en la justicia, y no le importa arruinar la vida de los otros policías, si es que hicieron algo incorrecto.
Esto le gana el odio de la mayoría del Departamento.
Por otra parte, Bud White (Crowe) es una bestia, en lo que al trabajo se refiere, y tiene una obsesión con salvar mujeres; y por último, vemos a Jack Vincennes (Spacey) quien es “estrella” en un programa de chismes, liderado por Sid Hudgens (DeVito) hasta que es suspendido, y trasladado a Narcóticos.
El clímax es cuando los empleados y clientes de un café, “Nite Owl” son asesinados a sangre fría, y los 3 detectives se ponen a investigar.
Lo que al principio se mostró como un simple robo que se complicó, se revela como una red de engaños y traiciones, dentro de la misma fuerza policiaca.
Mientras se investiga el caso, entran a colación una prostituta, Lynn Bracken (Basinger), un policía expulsado de la Fuerza, y unos criminales.
L.A. Confidential desarrolla un relato de corrupción policial, crimen, misterio, y suspense, que compone un trabajo que evoca el mejor cine negro americano clásico.
La historia es tensa, emocionante, absorbente, y divertida.
Introduce al público en un mundo complejo, enmarañado, laberíntico, y claustrofóbico.
La acción se desarrolla a un ritmo intenso, que desconoce las pausas.
Las consecuencias, que avanzan en varias direcciones al mismo tiempo, no dejan un momento de respiro.
L.A. Confidential muestra un mundo oscuro y turbio, que se alimenta de silencios cerrados, confidencias a media voz, complicidades ocultas, traiciones, y deslealtades, al servicio de personas poderosas, que ocultan su identidad tras muros impenetrables de complicidades, y encubrimientos.
Se cruzan operaciones de tráfico de drogas, luchas entre bandas rivales, prostitución, asesinatos en serie, y masacres inexplicables, envueltas en un halo de misterio, que contamina el aire, y desmoraliza a los agentes de servicio.
Aparecen todos los tipos de policía:
El bueno, el malo, el duro y el mediático, que se ven implicados en diferentes casos, y van uniendo piezas de manera acertada.
La historia, rica en incidencias, se entiende bien por parte de quienes.
En L.A. Confidential no falta la figura capital, de la mujer fatal, atractiva, seductora, rubia, y hermosa, acompañada de chulo millonario presuntuoso, altivo, y patoso.
El humor se hace presente a lo largo del metraje, con incidentes tan chocantes, como el protagonizado por la actriz que encarna a Lana Turner.
Sin duda, uno de los aspectos que más me gustan de L.A. Confidential, son los personajes, que no son planos, sino que cada uno es un mundo, pudiendo realizarse una historia diferente sobre cada uno.
Otro aspecto que me gusta de ellos, es que los 3 principales, te caen mal en un principio, pero esta opinión va cambiando poco a poco, mientras avanza la historia.
Aunque todo esto quedaría en nada, si no fuera por las brillantes interpretaciones del reparto.
En L.A. Confidential, Hanson aborda de manera elegante y profunda, la corrupción en las comisarias de Los Angeles, a través de 3 policías, que representan 3 visiones diferentes de los valores en una sociedad corrupta, donde lo importante es:
Hacerse famoso, rico e influyente, a veces con la colaboración de la prensa amarilla para lograrlo.
Me parece totalmente actual, ya que dejando de lado la violencia, corrupción, engaños, y chanchullos, siguen muy presentes.
En el papel de Pearce, encontramos a un hombre, queriendo ser detective, y sin embargo, usando toda la justicia y la verdad conjunta a la ley.
Mientras tanto, otro hombre, Crowe, es la cara opuesta de la moneda, ya que sus modales y sus formas no solo son rudas, también son violentas, muchas veces hasta el extremo de la muerte.
Entre ellos estallará una lucha interna.
Y por medio, tenemos a Spacey, otro policía que usa a la prensa, y algunos sobornos, para destacar y convertirse en el policía de Hollywood.
En detalle:
Edmund Jennings “Ed” Exley (Guy Pearce):
Es “el chico de oro” del departamento, es el hijo de una gloria del LAPD, que murió en acto de servicio, y su meta es llegar a alcanzar todo lo que consiguió este, y hará lo que sea, con tal de conseguirlo salvo venderse.
Tras las navidades sangrientas, es el único voluntario para declarar contra sus propios compañeros, consiguiendo su ascenso a Teniente Detective.
Ed resolverá la trama del Nite Owl, y será galardonado por ello, pero cierto acontecimiento, le hará darse cuenta, que algo falla en este caso, y este no parará hasta encontrar a los verdaderos culpables, sin importarle las consecuencias.
Wendell “Bud” White (Russell Crowe):
Es un agente que no duda en usar la fuerza bruta, para aplicar lo que es para él, la justicia, y que castiga con gran dureza, a aquellos que maltratan a las mujeres.
A él le encargan los trabajos más detestados, como el maltratar a un sospechoso para que arranque una confesión, aportar pruebas falsas...
Pero hay algo en Bud, que empieza a cambiar, tras conocer a Lynn Bracken.
A Bud le empieza desagradar su tarea como policía, ni siquiera sabe si lo que hace esta bien, y está harto de que sólo le consideren como un montón de músculos, por lo que intentará demostrar, que también tiene cerebro.
Bud será el primero en darse cuenta, que algo no cuadra en el caso del Nite Owl, y decidirá investigar por su cuenta.
Jack Vincennes (Kevin Spacey):
Es el asesor técnico de la serie “Placa de Honor”, la enseña a su protagonista, Brett Chase (Matt McCoy) a comportarse como un policía de verdad.
Es un agente corrupto por la fama.
Se encuentra asociado con el periodista de prensa amarilla, Sid Hudgens (Danny DeVito), entre los 2 planean arrestos, de lo que sacan un beneficio mutuo, la 1° fama y dinero; y el 2° un mayor número de ventas de su revista.
A medida que la historia avanza, Jack se dará cuenta, que hay cosas más importantes que la fama, y su conciencia le arrastrará a colaborar con Exley, en el caso de Nite Owl, algo que tendrá severas consecuencias en él.
Lynn Bracken (Kim Basinger):
Es una prostituta de lujo, a la que han modificado para que se parezca a Veronica Lake, trabaja para el millonario Pierce Morehouse Patchett (David Strathairn), y durante la historia, se enamora de Bud White, ya que será la única persona, que no la verá como la doble de Veronica Lake, sino como Lynn Margaret Bracken.
A reseñar, el resurgimiento de Kim Basinger en L.A. Confidential, como una actriz madura, pero más guapa que nunca, interpretando el papel de Lynn Bracken, una prostituta hermosa y misteriosa.
El jefe de la policía de L.A. es Dudley Liam Smith (James Cromwell), poderoso y reservado.
Sid Hudgens (DeVito) es el redactor de una nueva revista de chismes “Hush-Hush” y compra y vende, informaciones reservadas y comprometedoras.
La ambientación en 1953 y 1954, se consigue con un vestuario bien diseñado por Ruth Myers, coches de época relucientes, temas musicales de moda en 1953 y 1954, cintas de homenaje al cine del momento como:
“When Worlds Collide” (1951), “The Bad And The Beautiful” (1952) y “Roman Holiday” (1953), hacen referencias al cine anterior; “The Beauty And The Beast” (1946), incidentes con personajes del momento, como el sufrido por Lana Turner (Brenda Bakke) y John Stompanato (Paolo Seganti), imágenes documentales de Frank Sinatra y Jane Russell, etc.
La banda sonora, de Jerry Goldsmith, a cargo de una orquesta de viento, percusión, y piano, ofrece cortes magníficos, que tienden a generar sentimientos de opresión, tensión, e inquietud, y aportan descripciones personales cautivadoras, como la de Lynn Bracken.
Las melodías se oyen ampliadas, con resonancias que les confieren aires de grandeza y trascendencia.
Como música añadida, aporta cortes de temas del momento como:
“Wheel Of Fortune” (1952) y de moda prolongada y duradera “Looking At You”, de Cole Porter, Chat Baker, entre otros.
“You know, I'm talking about the gas chamber, and you haven't even asked me what this is about.
You've got a big “Guilty” sign around your neck”
El azufre y el fuego no llegaron a L.A. de la manera que lo hizo en “Sodoma y Gomorra”
Se presentó la misma fórmula, pero con distinta presentación y nombre.
Nadie es perfecto en esta amalgama de personajes, casi ninguno de los mortales, podría identificarse con algunos de estos hombres, aunque todos compartan esa ambigüedad, ambición, y egocentrismo, que identifica a cualquier ser humano.
El hombre honesto, se muestra incorruptible, mientras no se trate de su ascenso, o de su reconocimiento social; el más vehemente, se siente confundido por la dulzura y la sensibilidad; la sensual belleza de una prostituta de lujo, se ve marchitada por el desencanto de lo superficial, de lo puramente material, mientras se inicia en el desenfreno voluptuoso provocado por el amor.
Todo se enlaza perfectamente, en L.A. Confidential, que logra el renacimiento de un género, defenestrado por horteradas chapuceras multimillonarias, inmediatamente anteriores.
Ha pasado mucho tiempo desde su estreno, para hacer una crítica más completa.
Está casi todo dicho.
Pero aún, se puede añadir algún comentario, sobre cómo nos abre los ojos a la corrupción policial.
El viaje a la corrupción policial, termina de forma equívoca.
Quiero creer, que la pretensión sea más mostrarnos que se pueden aprovechar sus resquicios para actuar justamente que decir:
¿A dónde vamos actuando limpiamente, cuando la propia ley nos impide que la justicia triunfe?
No se trata de una falsa polémica, entre lo políticamente correcto o incorrecto.
En la vida corriente, de cada uno, pasamos por estas situaciones de puntillas y, en general, dejándonos llevar por la corriente, lo queramos reconocer o no.
Lo extraordinario es, enfrentarse a la corriente, no con un silencio cómplice, sino asumiendo el rol de asocial, que los demás nos otorgarían.

“You want an autograph?
Write to MGM”



Comentarios

  1. El vivo ejemplo de que los políticos y los pañales deben cambiarse contínuamente. Dinosaurios en el poder que creen que representan al pueblo y hacen lo que les da la gana, el sistema se los permite, los amigos también. Me recordó a un expresidente reelegido de un partido atricarcal en un país cercano. Me gustó, lástima que compitió con el Titanic.

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