Night Of The Living Dead


“They keep coming back in a bloodthirsty lust for human flesh!”

El final de los años 60 en Estados Unidos, estuvieron marcados por La Guerra de Vietnam, La Crisis de Los Misiles, La Guerra Fría, los movimientos sociales, y todos ellos terminan, en mayor o menor medida, su paralelismo en la pantalla grande.
Específicamente, en los 60, el terror era bastante acartonado.
Las bases del género la dio la Universal, con su panteón de monstruos clásicos en los años 40, y 2 décadas más tarde, la productora Hammer, hacía exactamente lo mismo, sólo que con mas color, desnudos, y sangre.
Hablar de horror, era hablar de escenarios góticos, casi como teatro filmado, y realmente, se hacía muy poco para cambiar esa tendencia.
Sin embargo, había gente que estaba empezando a probar otros caminos.
El primer paso lo dio Alfred Hitchcock con “Psycho” (1960), filme que creó el término “slasher” y puso de moda a los asesinos seriales.
El otro, que estaba haciendo cosas nuevas, o distintas, era Herschell Gordon Lewis, “El Maestro del Gore” con “Two Thousand Maniacs!” (1964)
A lo largo de la historia del cine, el cine de terror se ha especializado en ciertos tópicos, que han demostrado ser populares e interesantes.
De esta manera, se podría hablar de:
Cine de vampiros, de monstruos gigantes, invasiones extraterrestres y muchos más.
El tópico “zombie” tiene un requisito que debe observar, a saber:
Debe haber uno o más de un zombie, o muerto que camina.
Pero:
¿Qué es un zombie?
Hay varias explicaciones para este interrogante; probablemente la más completa, tendría que hacer alusión, a la que su estado no es el de un vivo, ni tampoco el de un muerto.
Un zombie es originalmente, una figura legendaria propia de las regiones donde se practica el culto vudú.
Se trata de un muerto resucitado por medios mágicos por un hechicero, para convertirlo en su esclavo.
De acuerdo con la creencia, un “houngan”, “bokor” o hechicero vudú, sería capaz, mediante un ritual, de resucitar a un muerto, que quedaría sin embargo, sometido en adelante, a la voluntad de la persona que le devuelve a la vida.
Coloquialmente y en sentido figurado, “zombie” se usa para designar a quien hace las cosas mecánicamente, como si estuviera privado de voluntad.
Dentro de la tradición vudú, y la tradición oral haitiana, el concepto del “zombie” ha sido de gran importancia, cuando se considera la forma en la que tal concepto participa en la representación del cuerpo, del alma, y de la otredad en el imaginario haitiano.
Etnólogos e historiadores, han llegado a la conclusión de que el “zombie haitiano”, en su génesis, está íntimamente relacionado con la esclavitud y la opresión dentro de Haití.
También, en el siglo XIX, el visitador y ministro residente en Haití, Spenser St. John, contaba a sus amistades británicas, cuentos de canibalismo y vudú, que incluían la ingesta de infantes, y la exhumación de cadáveres, como parte de ciertos rituales.
La relación entre el esclavo y la figura del “zombie”, ha sido anotada por varios estudiosos del tema; generalmente se comparan características como los hábitos de comida, la ropa rasgada, la transición hacia la esclavitud, marcada por el bautismo, o la asignación de un nuevo nombre, la pérdida de toda relación con el ser que se era antes de la esclavitud, la muerte social, ausencia de un rito funeral, luego de la muerte, y su estatus sociológico como objeto.
Es importante mencionar también, que el concepto de “zombie” en Haití, está fuertemente anclado a la creencia del alma dual, y esta forma de concebir el alma, ya estaba presente, con diversos matices, dentro de algunas religiones africanas en Benín, Camerún, Ghana, Nigeria, Togo, Tanzania, y Zaire, por ejemplo.
Por tanto es importante, a la hora de discutir los orígenes del concepto de “zombie”, tener en cuenta la significativa relación que guarda la religión vudú, con algunas de las religiones africanas.
A través de la literatura, y los diarios de viajero, la figura del “zombie” pasó a ser parte de la cultura popular mundial, pero se puede decir que, desde sus primeras apariciones en la literatura, la palabra “zombie” ya estaba relacionada con el luto, la muerte, y la esclavitud.
“Don't you know what's goin' on out there?
This is no Sunday School picnic!”
El cine de zombies, es un subgénero del cine de terror, a menudo encuadrado dentro de la Clase B, pero que cuenta con una amplia representación de películas a lo largo de la historia.
Como género independiente, cuenta con sus propias convenciones, de las cuales, la única fundamental, es la presencia de los “no muertos”
Pero, a diferencia de los vampiros, los muertos vivientes tienen un problema grave, como protagonistas de una ficción, no hacen ni pueden hacer nada como personajes, simplemente van por ahí, caminando como zombies que son, nunca mejor dicho, comiéndose lo que pillan, y no precisamente con buenos modales.
Así las cosas, el cine de zombies surgió en los años 1930, como reflejo del folclore, y las leyendas haitianas asociadas a la magia negra y el vudú.
Dicho folclore, llegó al público americano, de la mano de William Buehler Seabrook, que en su libro “The Magic Island” relataba sus experiencias en Haití.
Entre los ritos recogidos por Seabrook, se encontraba uno mediante el cual, un hechicero podía, supuestamente, revivir a los muertos, y privarlos de voluntad para hacerlos trabajar a su servicio.
De inicio, el 10 de febrero de 1932, se estrenó en Broadway, una obra de Kenneth Webb titulada “Zombie”, que estaba libremente basada en la novela de Seabrook.
No obstante, la obra de Webb fue retirada de cartel, después de tan sólo 21 representaciones.
Sin embargo, 2 hermanos, Víctor y Edward Halperin, que en la década anterior habían fundado una productora de cine, repararon en ella.
El guionista Garnett Weston, fue el encargado de recoger las premisas de la obra de Webb en un guion cinematográfico.
Webb trató de paralizar la película, que consideraba un plagio, pero no tuvo éxito en su empeño.
Así nació, la que sería la primera película de zombies de la historia:
“White Zombie” (1932), la cual ya recogía, casi todos los tópicos que definirían el cine de zombies durante más de 30 años:
Un villano posee una legión de zombies que trabajan para él, y que son el instrumento para sus siniestras intenciones.
Sin embargo, hay que decir, que dicho argumento no era del todo original, pues recuerda claramente a “Das Kabinet des Dr. Caligari” (1920) de Robert Wiene.
Y es que, a pesar de contar con el protagonismo de Béla Lugosi, “White Zombie” cosechó malas críticas, entre otras cosas, porque tan sólo el 15% del metraje, era sonoro.
Sin embargo, el público la apoyó con entusiasmo, y la convirtió en una película muy rentable para su distribuidora United Artists.
Otras películas destacables de esta primera etapa son:
“The Walking Dead” (1936), dirigida por Michael Curtiz, y que tiene la peculiaridad, de que el zombie es el “bueno de la película”
Cabe mencionar también, aunque por motivos muy diferentes, “Plan 9 From Outer Space” (1959), dirigida por Ed Wood, y que tiene el penoso honor, de ser citada a menudo, como “La Peor Película de La Historia”
La primera película europea, por su parte, en tratar el tema, fue en el péplum:
“Roma contro Roma” (1964)
En 1966, vio la luz una de las últimas películas de zombies clásicos, creados y dominados por un villano, de manos de la Hammer.
Se trató de “The Plague Of The Zombies” de John Gilling.
El año 1968, marcó el comienzo de la nueva etapa, con la aparición de la clásica, y muy notable, “Night Of The Living Dead” de George A. Romero.
“They won't stay dead”
Night Of The Living Dead es una película de terror, del año 1968, dirigida por George A. Romero.
Protagonizada por Judith O'Dea, Duane Jones, Marilyn Eastman, Karl Hardman, Judith Ridley, Keith Wayne, Kyra Schon, Russell Streiner, S. William Hinzman, George Kosana, George A. Romero, entre otros.
La asfixiante banda sonora, corre a cargo de Scott Vladimir Licina.
Night Of The Living Dead es un buen ejemplo del cine que no requiere grandes efectos especiales, y que consigue sumergirnos en una atmósfera verdaderamente aterradora, gracias a la interpretación de los protagonistas, al reducido espacio del escenario, a la banda sonora, y a la claridad de la narración.
Es LA película que hay que ver, para ingresar al mundo zombie, no solo porque plantea lo que luego sería la marca distintiva de todo el subgénero, además Night Of The Living Dead es una película de terror entretenida de ver, y una vez vista, se pueden deleitar con cientos de curiosidades, sobre sus múltiples lecturas.
Me atrevo a decir sin temor a equivocarme, que Night Of The Living Dead creó escuela.
No obstante, Night Of The Living Dead fue controversial, ya que se estrenó con escenas censuradas en:
Australia, Canadá, Finlandia, Francia, Noruega, Suecia, USA, en donde posteriormente clasificada como “X”, en Suiza, Inglaterra, y Alemania.
Financiada por más de 30 inversores de distinta índole, que iban agregándose a la producción conforme Night Of The Living Dead iba siendo montada, la convirtió en el paradigma de la película de horror independiente, hecha por aficionados, sin estudios de cine, ni apoyada por ningún estudio.
De hecho, los primeros 10 inversionistas, para tener más peso en Night Of The Living Dead, fueron a su vez el equipo de producción, duplicando sus labores; por ejemplo:
Los actores, Karl Harman y Marilyn Eastman, los Cooper, se encargaron de los maquillajes, la selección de la música de archivo, y los efectos de sonido, entre otras labores.
El director era también el montador, el maquillador...
La actriz principal era una secretaria, que jamás había trabajado en cine, ni en teatro, y que no volvió a hacerlo.
La gente, amigos y familiares del director y del productor, rodaban en los fines de semana.
El productor también era uno de los actores.
Esta condición, deja su huella en Night Of The Living Dead, cuya factura es tosca, y llena de errores técnicos de principiante.
Sin embargo, su argumento novedoso, y su fuerza conceptual, la elevan por encima de su sólo correcta factura técnica.
Tras su estreno, Night Of The Living Dead fue criticada por su violencia gráfica, pero con los años, fue influyendo en el género de las películas de terror, y el subgénero del cine de zombies, o en la TV actual con “The Walking Dead”, la serie desarrollada por Frank Darabont, o en la música, como el famoso video musical “Thriller” de Michael Jackson, que incluye zombies bailarines.
Vale señalar otro ejemplo, el cual resulta equivocado decir, que toda la saga “Resident Evil” pertenece al género zombie, puesto que en las últimas entregas, el “virus-T” es perfeccionado, y no sólo revive a los muertos, sino que altera a seres vivos, mejorando su estructura interna, y haciéndolos más inteligentes y fuertes, creando nuevos virus, como el “Virus-T Veronica” o las “Plagas”, esto último es en el caso de los videojuegos, y en las últimas películas, pero solo en el primer film, se habla de zombies, inclusive en “Resident Evil 1, 2 y 3”
Así también, las películas basadas en la novela de ciencia ficción “I am Legend” que Richard Matherson publicó en 1954, que trata sobre el último hombre vivo en la ciudad de Nueva York, EEUU, tras una epidemia que ha transformado a todos los seres humanos en vampiros, se les suele confundir con muertos vivientes.
Sin apartarme del film que nos ocupa, el guion de Night Of The Living Dead fue escrito por Romero y John Russo, quienes se basaron en la idea central de la novela “I Am Legend” de Richard Matheson.
Como nota diferente al libro, George Romero optó por no usar vampiros, ya que Matheson lo había hecho en su novela.
Según el director, nunca pensó en ellos como zombies, ya que en aquel tiempo, aún eran identificados como un mito de las regiones caribeñas:
“Debido a que Night Of The Living Dead se remonta a la primera noche, nadie sabe cómo llamarlos todavía...
Nunca se les llama zombies.
Son “ghouls”, demonios necrófagos, y devoradores de carne”
El director optó además, por mostrar el colapso de la sociedad, en vez de comenzar la trama, cuando tal hecho ya está consumado.
Algunos aspectos de la historia, contradicen ciertos elementos de las películas posteriores de Romero, como la velocidad del zombie que ataca a Barbra y su hermano en el cementerio.
Según sus palabras, esto se debió a que no se preocupó de crear reglas, ya que mientras hacía Night Of The Living Dead, no pensó en ella, como la primera de una serie.
Sobre la naturaleza de los zombies, Romero sostuvo en una entrevista de 2007:
“No me importa lo que son.
No me importa de dónde vinieron.
Pueden ser cualquier desastre.
Podrían ser un terremoto, un huracán, lo que sea.
En mi mente, no representan nada para mí, salvo un cambio global de algún tipo.
Y las historias son acerca de cómo la gente responde, o no responde a esto, y eso es realmente todo lo que han representado para mí.
Eso es lo que pensé en el libro de Richard Matheson, en el libro original, esto es lo que pensé que trataba el libro.
El terror es mayormente psicológico.
La angustia de saberse perseguido.
La ignorancia de la amenaza existente.
Los conflictos con tus pares”
En películas posteriores, quizás por el mayor presupuesto, se empezó a incorporar elementos de cine de horror:
Sangre, descuartizamientos, vísceras desparramadas.
Pero, el uso de la iluminación en Night Of The Living Dead, le permite a Romero, crear momentos de una extraña cualidad fantasmagórica, como el matricidio, de evocación expresionista.
Las carencias cinematográficas que contiene Night Of The Living Dead, como cualquier obra amateur que se precie, quedan compensadas totalmente por el inteligente uso de la cámara, y sus varios contrapicados, así como un uso de la luz, que consigue momentos de una sorprendente belleza tenebrosa.
El grano casual, la utilización de desconocidos actores, y el gore directo y sin sutilezas, sin olvidar otra de las guindas de esta moderna obra maestra, el pesimismo latente durante todo el argumento, estallando en ese antológico e inolvidable final, realzan todas esas carencias, convirtiéndolas en un acierto más, que dotan a Night Of The Living Dead de ese aire a “Cinéma vérité” del que tanto se ha hablado; así como una sensación de angustia, inteligentemente creada por el predominio del negro y la oscuridad; durante muchos momentos, el contraplano de la oscuridad, empequeñece la luz, debilitando así, toda esperanza de tranquilidad y paz.
“Pits the dead against the living in a struggle for survival!”
La acción inicia con un prologo, añadido en la versión de 30 Aniversario, la cual es la que estoy analizando, y que luego da comienzo la trama; cuando Barbra (Judith O’Dea) y su hermano Johnny (Russell Streiner) se acercan a un cementerio para depositar un ramo de flores en la tumba de su madre.
Allí son atacados por un extraño individuo (Bill Hinzman) que en estado letárgico, mata a Johnny.
Barbra huye hacia una granja cercana, y es auxiliada por Ben (Duane Jones), mientras afuera, los muertos resucitan de sus tumbas, y empiezan a atacar a toda la población.
Pero los 2 supervivientes, se darán cuenta de que no están solos en esa casa…
A medida que transcurre el metraje, los finos lazos que los unen, basados sobre todo, en una concepción egoísta de la supervivencia del más apto, se debilitan cada vez más, y para cuando llega el impresionante clímax de la historia, nos enfrentamos al que es quizás, el mayor horror de la civilización occidental:
La caída del sistema, el caos más absoluto.
Se podría dividir, Night Of The Living Dead, en 3 actos:
Los primeros 20 minutos, donde se plantea la situación, Night Of The Living Dead podría ser muda, y enterarnos fácilmente de lo que pasa.
Un segundo acto plantea el conflicto principal de la acción, que básicamente es la discusión entre Ben y Harry Cooper (Karl Hardman) sobre si el sitio más seguro es la casa o el sótano, mientras llega la información del exterior, que aumenta más la sensación de encerramiento, sin posibilidades de salida.
Finalmente, un tercer acto, donde la resolución de las situaciones, termina con la entrada de los muertos en la casa.
Si uno se atiene a los detalles, Night Of The Living Dead no es un filme que asuste demasiado.
Ya que la primera hora es muy hablada, y funciona más como un drama de cabina, gente atrapada en un ambiente cerrado, y esperando una resolución inminente del drama, que se cierne sobre sus vidas, en donde la existencia de los zombies está reducida a cameos.
Tampoco es que haya una exploración profunda de los personajes, pero lo que hay, es una serie de viñetas efectivas.
Un dato curioso, es que estos caracteres se salen de lo esperado para sus estereotipos:
El héroe está equivocado, la chica rubia, de turno, vive catatónica, en vez de tener un romance con el protagonista, o de gritar como una histérica frente a cada irrupción en pantalla de la amenaza, y el cobarde del grupo, está en lo cierto.
El resto es carne de cañón, en el sentido más literal de la palabra.
Además, en su desarrollo como relato de suspense y horror, Romero impregna a su narración de una ambigua metáfora:
¿Quiénes son esos zombies, que quieren devorar a los hombres?
¿La propia sociedad?
Como dato curioso y de segundas lecturas, el ordinario “Sheriff” sobrevive; los insensibles de la televisión sobreviven; los burócratas de Washington sobreviven; y la familia, el héroe, y los valores de individualismo tradicionales norteamericanos se destruyen.
Porque lo que más horroriza del zombie, es precisamente el hecho de que es uno de los nuestros, irreconocible tras la muerte, desposeído por completo de memoria, afectos, o intenciones, guiado solamente, por la más elemental de las necesidades y pecados capitales:
El Hambre/La Gula.
Night Of The Living Dead no muestra cuando el hombre se convierte en el peor enemigo de sí mismo.
Y es que lo que asusta realmente, ya no es su increíble atmósfera, la fuerza brutal de la fotografía en blanco y negro, o los propios zombies.
Para empezar, Night Of The Living Dead cuenta con una de las escenas de apertura más impresionantes del cine, y es que a diferencia de sus antecesores, Night Of The Living Dead te lleva inmediatamente al tema principal de la trama.
Hasta ahora, normalmente, hemos visto como en cada película, tratan primero de explicar la razón detrás del por qué es que los muertos se han levantado de sus tumbas, pero esto no sucede aquí, inmediatamente vemos como es que los personajes principales tratan de escapar de lo que parece ser una plaga que ha infestado la ciudad.
También, Night Of The Living Dead es la primera película, en que los zombies devoran a sus víctimas, no sabemos por qué, pero lo hacen, y muestra imágenes que para la época en que se estrenó, eran demasiado grotescas.
De hecho, un mes después de su estreno, se estableció El Sistema de Clasificación de Las Películas en Estados Unidos, pero no es seguro, que haya una relación entre el estreno de Night Of The Living Dead y este hecho; lo que sí es seguro, es que fue la primera y última película de horror, que mostraba abiertamente la sangre y los asesinatos, y que todo el mundo pudo ver en el cine, sin ningún tipo de restricciones.
También Night Of The Living Dead fue la primera película en establecer, que la única forma de detener a los zombies es matándolos con un golpe contundente, o disparándoles en la cabeza, o quemándolos.
También, es la primera película, en la que se establece que la condición del zombie es contagiosa, y que una vez muerto, te convertirás en uno de ellos.
Night Of The Living Dead marcó no sólo el género de los zombies, sino el género del horror, como hemos mencionado, ya que es la primera película que mostró escenas con sangre, desmembramientos, tripas, y todo tipo de escenas, que ahora son un lugar común en el cine, pero que en ese entonces, fueron exageradamente perturbadoras.
Algo que vale la pena destacar es que, a pesar de que ya se había inventado el color, Night Of The Living Dead fue filmada en blanco y negro.
Hay varias razones detrás de esto:
La primera es que Night Of The Living Dead es un filme independiente, con bajo presupuesto.
No obstante, el que no sea una película en color, le añade un toque de mucho más misterio y horror a la condición de los personajes, como si verdaderamente estuviéramos viendo un filme que documentó ese hecho.
Como dato curioso, cabe señalar que existe un segundo final, que si bien no llegó a filmarse, sí existía en el guión original, el cual era:
Muerto Ben, el personaje de la niña, Karen Cooper (Kyra Schon) convertida en zombie, lograba escapar de la patrulla de cazadores, logrando así 2 efectos:
Primero, acrecentar la sensación de falta de esperanza, al sugerir que la horda no sería exterminada jamás.
Y segundo, dar pie a una secuela directa.
Finalmente, optaron por la conclusión que todos conocemos, y que deja al espectador sumido en la incredulidad y la impotencia.
La desolación no podría ser mayor.
Los actores que participaron en Night Of The Living Dead no tenían mayor experiencia en el cine, siendo el debut de varios en el medio.
Los que representaban a los zombies, eran amigos del equipo de producción y habitantes de Evans City.
Cabe señalar que los efectos especiales estuvieron limitados por el presupuesto; la sangre falsa, por ejemplo, consistió en sirope de chocolate.
Se utilizaron además, entrañas de oveja en las escenas donde los zombies comen carne humana.
De hecho, el film mismo no iba a llamarse originalmente Night Of The Living Dead, durante la producción, algunos de los títulos pensados fueron:
“Night Of Anubis” y “Night Of The Flesh Eaters”
La casa utilizada, fue prestada a los productores por el dueño, quien tenía pensado demolerla de todos modos, por ello, les permitió hacer con ella lo que quisieran.
“Look, there comes one of them now!”
Como dato curioso, Night Of The Living Dead fue liberada al dominio público, debido a la negligencia del distribuidor original, la Walter Reade Organization, al no incluir un aviso de derecho de autor apropiado, en las impresiones que distribuyó.
En ese tiempo, La Ley de Derecho de Autor de Estados Unidos, exigía que las obras tuvieran un aviso apropiado, para mantener el derecho de autor.
La compañía Image Ten, de hecho, había puesto tal declaración en los créditos originales, cuando se titulaba “Night Of The Flesh Eaters”, pero Reade eliminó la declaración, cuando cambiaron el título a Night Of The Living Dead; que fallo.
Debido a eso, es que está en el dominio público, existen numerosas versiones en formato casero; además, puede ser vista y descargada de forma gratuita en sitios web como Youtube.
Como ya se conoce, George A. Romero ha dirigido otras 5 películas que ahondan en estos temas:
“Dawn Of The Dead” (1978) es la más popular y fue incluida en 2003, en la lista de mejores películas de culto, por la revista Entertainment Weekly.
Después siguieron:
“Day Of The Dead” (1985), “Land Of The Dead” (2005), “Diary Of The Dead” (2008) y “Survival Of The Dead” (2009)
En 1999, se lanzó al mercado “Night Of The Living Dead: 30th Anniversary Edition”, en donde se incluyeron nuevas escenas, algunas de ellas por falta de presupuesto que no se rodaron en su día, rodadas en 1998 por John A. Russo, y el director de fotografía S. William Hinzman, quien es el primer zombie que aparece en el film.
También, existe una versión re-doblada, que la convierte en humorística, llamada:
“Laugh Track: Night Of The Living Dead”
Y por increíble que pueda parecer, Night Of The Living Dead también fue rodada en color.
La aparición del film Night Of The Living Dead en Hollywood, supuso el pistoletazo de salida para otras películas similares; aunque no tan taquillera como otras grandes claves del horror moderno, si fue mucho más influyente y rompedora, pese a ser cinematográficamente muy inferior.
Night Of The Living Dead ha sido identificada como la responsable de establecer las bases del arquetipo zombi en la cultura popular.
Antes de 1968, este tipo de criaturas, correspondían a seres legendarios del folclor de Haití, los cuales eran representados como muertos reanimados a través de vudú.
Tal concepción, también fue adoptada por el cine, ya que las películas anteriores a la de Romero, tenían lugar generalmente en países del Caribe y los zombies eran en su mayoría de raza negra.
Night Of The Living Dead modificó la idea que se tenía sobre los zombies cinematográficos, que pasaron de seres serviles, a caníbales incontrolables.
Según Almar Haflidason, de la BBC:
“Night Of The Living Dead representó un nuevo amanecer en el rodaje de las películas de terror”
Se sabe que fue estrenada el 01 de octubre de 1968, en Estados Unidos, dado que la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos no fue creada sino tiempo después, Night Of The Living Dead no fue clasificada por edades, lo cual permitió que cualquier persona pudiera verla.
Según el crítico de cine, recientemente fallecido, Roger Ebert, esto afectó especialmente a los espectadores más jóvenes:
Es por ello que los niños de la audiencia en ese entonces, se quedaron atónitos.
Se hizo un silencio casi total.
Night Of The Living Dead había dejado de ser maravillosamente asustadiza hacia la mitad, y se había convertido en algo inesperadamente terrorífico...
No creo que los niños más pequeños, supieran realmente qué los golpeó.
Ellos estaban acostumbrados a ir al cine, seguramente, y habían visto algunas películas de terror, seguramente, pero Night Of The Living Dead era algo más.
Su violencia gráfica fue criticada por varios medios, incluidos la revista Variety, y Vincent Cansby del periódico The New York Times.
Sin embargo, otros críticos de cine, destacaron el resultado final, y reconocieron su mérito.
“How long have guys you been down there?
I could have used some help up here!”
Una de las cosas más interesantes de Night Of The Living Dead, es que la premisa es tan rica, que permite una enorme cantidad de lecturas.
Y en ella, tenemos la primera historia sobre la terrible infección y sus consecuencias.
Durante el desarrollo de la acción, Romero administra gotas de su particular visión de la especie humana, intentando no dibujar sus personajes de una forma plana:
Demoníaca en el personaje de Cooper, quien sólo busca la seguridad para su familia: Helen (Marilyn Eastman) y su hija Karen, pese a transmitir antipatía al espectador.
Se aplica lo mismo para el supuesto héroe de la función; Ben, un joven negro y elegante, que se autoerige líder, creando una tensión con su antagonista Cooper, en la que en ningún momento se nos pone de parte de ninguno de los 2.
En realidad, el personaje que despierta más simpatías, no ha dejado de ser arrogante y fiero durante todo el metraje, incluso matando sin dudar a su enemigo, de una forma no muy honrosa.
El director pone la guinda final a este conflicto, dándole la razón a Cooper:
El lugar más seguro era el sótano.
Algunos críticos de cine vieron en Night Of The Living Dead, un mensaje contra el racismo, debido principalmente al protagonista de la historia, que era de raza negra.
Mark Deming se refirió al asunto escribiendo:
“El triste final de Duane Jones, la única figura heroica, y único afroamericano de Night Of The Living Dead, añadió resonancia con los asesinatos de Martin Luther King, Jr. y Malcolm X, frescos en las mentes de la mayor parte de estadounidenses”
Sin embargo, según Romero esto no fue premeditado, y el hecho de utilizar a un afroamericano como protagonista, fue debido a que Duane Jones, era “el mejor actor entre nuestros amigos”
La situación con respecto a la raza, aumentó cuando el director viajaba hacia Nueva York, con el fin de reunirse con un posible distribuidor:
“Esa noche en el automóvil, nos enteramos que Martin Luther King, Jr. había sido asesinado.
Así, el impacto de Night Of The Living Dead nos afectó de inmediato”
Sin embargo, el trato hacia las mujeres es mucho menos generoso.
Por una parte, el personaje de Barbra, fue criticado por ciertos sectores feministas.
Según el autor Gregory Waller:
“La mujer, parece apoyar ciertas suposiciones sexistas, acerca de la pasividad, irracionalidad, y vulnerabilidad emocional femeninas”
Por su parte, el personaje de Judy (Judith Ridley) divulga la noción de mujeres histéricas, conduciendo a su propia muerte, y a la vez, la de su novio, Tom (Keith Wayne)
El personaje de Helen Cooper, aunque inicialmente se mantiene con una fuerte voluntad, también llega a ser histérica en la parte final, y muere como resultado de ello.
Su marido, Harry Cooper, también parece exhibir actitudes sexistas y racistas; sin embargo, debido a que su personaje se diseñó para ser juzgado negativamente, esto es quizás más insignificante.
Todos y cada uno de ellos, juntos o por separado, representan un microcosmos.
Principiando por Ben, un héroe de raza negra, que a contracorriente impone sus decisiones, cara opuesta del pusilánime jovenzuelo Johnny.
La lucha por el poder se establece de inmediato entre Ben y Harry, un posesivo marido despreciado hasta por su propia esposa.
Es tan cobarde, que lo único a lo que atina es a esconderse, tal y como esconde la podredumbre que existe en su matrimonio.
La falsa apariencia que da hacia el exterior, sobajando a la esposa, que como buena mujer y esposa americana sabe guardar las apariencias, desaparece al quedarse a solas con ella en el sótano.
Las luchas internas entre los personajes dentro de la casa, las decisiones a tomar, el desconocimiento de lo que espera fuera...
Todo conforma un argumento que se torna en coral, donde conocemos perfectamente a los personajes, lo que pretenden y sus debilidades...
¿A quién debo tener más miedo?
¿A los zombies que cercan la casa, o a un hombre que está conmigo dentro, y es capaz de cualquier cosa, con tal de salvarse él?
La actuación del elemento terrorífico; y la seriedad con que se tomaron el trabajo los zombies es apremiante.
Esos seres muertos que sufren, los pobres, el rigor mortis de forma crónica, y que les impide moverse con soltura; que además, les ataca la lepra, o la mixomatosis, o lo que sea, que se les cae la carne a trozos, y les hace perder fuerza vital, y esa bulimia nerviosa que padecen, que les trastorna el gusto, de forma que ni siquiera se cocinan su comida, o que llegan incluso, a merendarse a su propia madre.
Eso es originalidad.
El terror y la claustrofobia se respiran a cada minuto.
La desesperación y la codependencia de la pareja de jóvenes novios, se hace más que evidente.
Ella no puede estar sin él, y prefiere morir a su lado.
El sueño de libertad juvenil impuesto en ese mítico 68, queda dinamitada, al igual que la camioneta en que ambos viajan.
En tanto que las generaciones más pequeñas, representadas por Karen, engullen literalmente, a las viejas normas y frustraciones.
Los demonios interiores de los padres, son pecados que a los hijos no deben, ni tienen por qué afectarlos, y que de hecho, ni siquiera les importan.
El último golpe bajo que nos asesta Romero, viene justo por el lado que menos se espera.
Ben se ha salvado de los muertos hambrientos, para caer en manos de los hambrientos vivos.
La mórbida fascinación del ser humano por convertir todo en juego, buscando sacar el mayor provecho de las distintas situaciones, nos lleva a observar a un grupo de “valientes” practicando un nuevo deporte:
La cacería de zombies, engendros que para este momento, ya no causan terror, sino lástima.
Nuevamente, el ser humano se convierte en el máximo depredador, y único monstruo sobre la faz de la tierra.
Ben caerá abatido de certero disparo en la cabeza, por uno de estos nuevos héroes americanos, y será incinerado en una pila, junto con los zombies que tanto se empeñó en evitar.
Sus esfuerzos no condujeron a nada.
No hay esperanza, no hay valor en las acciones, no hay remedio.
El fin está aquí.
Cabe señalar que Night Of The Living Dead no cae en los matices actuales del género zombie:
No existe por ejemplo, el amor o romance que nace entre el miedo, ni la risa, o comicidad con la que nos defendemos del terror, y sobre todo, no aparece el típico héroe pistola en mano, de inacabables balas, y puntería sorprendente.
Tiene un ritmo, quizás lento para algunos, dada la época, pero que no decae ni se hace pesada, al revés, es constante y ascendente.
Otro de los temas o segundas lecturas, fue La Guerra de Vietnam.
Elliott Stein del periódico The Village Voice, destacó que la trama tiene lugar en Pensilvania, en vez de un lugar exótico, y sostuvo que los zombies parecían un eco grotesco del conflicto, que entonces azotaba a Vietnam
Stein además sostuvo, que se muestra una desilusión con el gobierno, y con la familia nuclear patriarcal.
Así las cosas, el fenómeno zombie ya no es algo local, sino una plaga imparable de proporciones bíblicas.
Nadie controla a los zombies, que no son sino muertos que han vuelto a la vida.
La única motivación de los zombies, es alimentarse con la carne de humanos vivos.
Su capacidad de raciocinio es muy limitada, si bien utilizan rudimentarios instrumentos, como cuando el primer zombie trata de romper el cristal de un coche con una piedra; su peligro no reside en su inteligencia ni en su velocidad, sino en su número y en su voracidad.
El motivo de esta resurrección masiva de los muertos, no es importante, y ha variado de una película a otra, siendo a veces, la radiación de un arma nuclear, o la fuga de una sustancia química de uso militar, algún virus, o simplemente la llegada de El Juicio Final.
Entre las muchas cosas, que hay que agradecer a Night Of The Living Dead el hecho de que fue la que levanto el tabú del canibalismo en el cine.
En lo que respecta al terror, significó una ruptura, presentando un monstruo “nuevo” frente a los clásicos “Dracula” o “Frankenstein”, el zombie no era ni un ser fantástico, ni atentaba contra nuestras creencias.
En una época donde el capitalismo y el materialismo se imponían, estos seres son hijos de su tiempo.
Con respecto a cómo es dable el mecanismo de la reanimación, y el por qué de su afán por la carne humana, podríamos inclinarnos por los motivos teológicos, y decir que es un castigo para los seres humanos.
O bien, siendo más científicos, decir que un virus extraterrestre es el causante; los efectos del mismo se extienden con rapidez por todo el globo terrestre, hay ataques de seres reanimados en distintas partes del mundo, lo que nos inclinaría a aceptar la teoría, de que la plaga pudo haberse diseminado a través de la atmósfera, o el agua, en vez de pensar en un portador de la enfermedad, tal como La Peste Negra.
Este virus, ataca de manera que la estructura celular del individuo enfermo, en este caso un cadáver, no sufre el deterioro de la descomposición, prescindiendo de los requerimientos normales de agua, aire, y energía de los seres humanos.
La fuerza que anima el cuerpo entero, proviene del cerebro, que continúa ejerciendo sus funciones motoras, de una manera casi normal, aunque hay fuertes evidencias que indican dificultades en la coordinación y movilidad de los músculos.
En cuanto a la pregunta, acerca de por qué los zombies atacan, y devoran seres humanos, hay que tener en cuenta para responderla, que ellos probablemente ataquen a toda criatura viviente, incluidos animales domésticos, aunque esto jamás es mostrado en ninguno de los filmes que tratan el tema zombie.
Quizás por su abundancia, habiendo atacado zonas urbanas, los seres humanos parece ser más abundantes, y presas fáciles para los zombies.
Aunque este punto está abierto a discusiones, ya que no está del todo claro.
Otra virtud palpable, es que en Night Of The Living Dead, ningún elemento sobrenatural, ni mitológico, justifica el surgimiento de la monstruosidad.
La magia negra y los brebajes vudú, se hacen de lado.
No se trata de robar la conciencia a un ser humano para convertirlo en esclavo.
El levantamiento de los muertos, se da por medio de radioactividad proveniente de una sonda enviada a Venus.
El mal irrumpe en un día como cualquier otro, simplemente para desestabilizar la vida cotidiana de una pareja de hermanos.
Cabe destacar, que Romero no pretendía  dar justificación alguna a la zombificación de la humanidad, simplemente sucedía y ya.
Sin embargo, al final, no confió en que el público aceptara esa falta de información.
En palabras del coguionista John Russo:
“En ese tiempo, cada filme que quisimos ver en ese género, tuvo una explicación, parecía ser que las masas no podían vivir, sin una clase de explicación.
Así que se las dimos”
Se nos habla de un rechazo del clásico “exotisme dans le temps” o “dans l’espace” para ofrecer, en cambio, una ambientación contemporánea entre paisajes de desolada banalidad, y anónimos personajes cotidianos.
Es decir, cuando se le arranca todo el elemento exótico, al sortilegio que hace surgir el mal, llámese lobo, vampiro o momia, por extensión se elimina la posibilidad mágica de enfrentarlo, cruces, balas de plata, etc.; y derrotarlo a la manera de los filmes clásicos.
De hecho, no hay en ninguna de las 3 partes que conforman la pieza de Night Of The Living Dead, una “cura” a la zombificación, ni algún remedio para que la plaga no domine al mundo.
Sobre las diversas interpretaciones, el propio director se ha encargado de declarar, que jamás tuvo la intención premeditada de incluir algún tipo de mensaje político, o social, en su modesta producción de terror.
Se ha hablado de la influencia del movimiento social contestatario de mayo del 68 en Francia, que retrata fielmente una sociedad en decadencia.
También de una crítica a las muertes inútiles de La Guerra de Vietnam, al ver banderas americanas sobre unas tumbas en el inicio y, por si fuera poco, se deja en claro, que para Romero, las relaciones al seno de la familia están podridas en todos sus niveles, desde la pareja de novios, hasta la de esposos, y la relación de éstos con su hija.
No hay esperanza para la humanidad.
La más característica de estas convenciones, es el hecho argumental de que el mayor enemigo de los protagonistas no son los zombies, sino otras personas antagonistas, que tienen su propia idea, sobre cómo sobrevivir, o bien, ambicionan los recursos de los protagonistas.
La monstruosidad ya no es más una cuestión de alteridad mitológica, sino que penetra en la vida cotidiana, se encarna en nosotros mismos, y en nuestros vecinos de casa.
Romero acepta haber tomado, uno de los elementos básicos para la estructura de su cinta:
La claustrofobia.
Al haber creado un ambiente encerrado, logra sumergir al espectador, en la misma angustia en que se encuentran los protagonistas, quienes únicamente se enteran de lo que sucede en el exterior, por medio de la radio y la televisión que encuentran en su refugio, de ahí que, ese mismo terror, también lo sufre el público.
Otra de las interpretaciones más ácidas, afirma que esos muertos mugrientos, conforman una masa anónima, popular, e incontrolada, que sólo mata para saciar su voracidad caníbal, sin atender a clases ni grupos económicos, más o menos pudientes.
¿La rebelión del Tercer Mundo?
En Night Of The Living Dead desaparecen las grandes mansiones destartaladas, y el escenario es el mundo corriente:
Pequeñas poblaciones, urbanizaciones de clase media; en donde de la noche a la mañana, los vecinos se convierten en antropófagos; el muerto viviente está ahí mismo.
Night Of The Living Dead, que ya de por sí tocaba un tema delicado, se convirtió en una verdadera obra transgresora, al incidir en detalles que, para la sociedad de la época, podrían catalogarse de hirientes.
Se habló mucho de la violencia gráfica, pero el quid de la cuestión, no era la sangre, sino el cómo se explotaba el tabú de la muerte, no como concepto, sino como aspecto material.
Stephen King decía en su novela “Pet Sematary”:
“La muerte es un misterio, y el entierro, un secreto”
Bueno, hasta que llegó Romero, los muertos se respetan si no se levantan.
¿Y qué hay, si el que se despierta es un familiar?
Uno de los momentos más impactantes, llegaba cerca del final, cuando el hermano de la heroína reaparecía con la cara pálida, desencajada, muerta.
La institución familiar se resquebrajaba con la presencia de una niña, mordida por un zombi, que acababa atacando violentamente a sus progenitores.
¿Puede ser Night Of The Living Dead, una apología al sexo?
De primera mano, vemos que el primer zombie que ataca a la pareja de hermanos, una vez caído el masculino, se dedica a acosar al femenino, recordemos que el muerto era un violador, y que después de que la mujer huye hacia la casa, es seguida por una horda de zombies masculinos, probablemente atraídos por las feromonas sexuales naturales de una mujer en menstruación, que al igual que las 3 mujeres en el subterráneo, llaman la atención de más y más zombies masculinos.
Por otro lado, la mujer rubia, como símbolo despectivo del “stupid blondie” no hace nada, queda en shock, al punto que luego de ver al espécimen masculino, negro dominante de la acción, cae en sus brazos desmayada, al mejor estilo porno, y que da una pequeña impresión, muy sutil, cuando Ben procede a abrir el abrigo para que la mujer respire.
Por otro lado, el enfrentamiento de los machos, uno blanco y otro negro, y como un tercero, joven, y que ve en el negro lo diferente en cuanto a lo establecido generacionalmente antes por la situación, es decir el liderazgo de Cooper, acepta seguir a Ben.
Otro punto interesante, es la pareja de jóvenes que mueren en el camión, siguiendo la idea de la juventud “border” probablemente inicio del hippie, y por defecto, asiduos a las drogas y demás cosas nuevas, que ven en Ben, el paradigma de lo nuevo, rompedor y diferente.
Por otro lado, la niña, sexualmente en desarrollo, y que podríamos ver el síndrome de Elektra, matricidio, y de cómo ella mata a su padre, causante probablemente de la desgracia de su estado.
Por último, cabe preguntarse entonces, por la atracción de las zombies femeninas, pues podría rezar diciendo que también son atraídas por las conductas heroicas masculinas de los que se encuentran atrapados, de ahí que no sea evidente, una “atracción hacia sus pares muertos”
Recordemos que todos los zombies quieren no solo matar a los refugiados en la casa, sino comérselos, y eso tiene también una lectura sexual gráfica y literal.
Otros pequeños detalles, complementan la dura mirada de Romero hacia la realidad del mundo, y la estupidez de los hombres:
La crítica a los medios de comunicación, la explicación a lo que ocurre dada por el gobierno parece más una forma de salir del paso, o intento de ocultar algo grave.
Night Of The Living Dead aborda la enorme importancia que juegan los medios de comunicación en ese escenario principal que es la casa; la radio y la televisión son considerados como 2 personajes más, que reportan una información fundamental al grupo, y hace conectar el exterior con el interior.
Pero en donde Night Of The Living Dead se luce de manera excepcional, es en su última media hora.
El clímax extendido es brillante e impactante, y debe ser uno de los mejores finales de la historia del cine.
No sólo por el ataque imparable de la horda, sino por las revelaciones de último momento, la aparición del hermano de la chica entre la masa de zombies atacantes; la conversión de la niña herida del sótano en un monstruo que devora el cadáver de su padre; y por supuesto la amarga ironía del último fotograma, en donde el héroe es confundido con un zombie, y es aniquilado sin miramientos.
Uno podría traducir, que el protagonista quedó condenado desde el momento en que se transformó en un ser violento, golpeando, y disparando al resto de los ocupantes de la casa, y que al final, recibe el castigo que merece por dichas acciones, en ese sentido, el final es extremadamente conservador y moralista.
La otra interpretación viene por el tema racial:
Ben es negro, y no es considerado un humano válido, por lo cual es eliminado.
El final te deja con una impotencia.
El pobre protagonista sobrevive a los zombies, para morir como uno de ellos.
Night Of The Living Dead echa al traste los “happy end” con que nos tenía acostumbrados Hollywood hasta ese momento.
El resultado:
“El hombre es un lobo para el hombre”
“And I'm telling you they turned over our car!
We were damn lucky to get away at all!
Now you're telling me these things can't get through a lousy pile of wood?”
El trasfondo literario de un apocalipsis zombie, es usualmente, que la civilización es inherentemente frágil, al toparse con amenazas realmente sin precedentes, y que la mayoría de las personas, dejan de lado el "bien común" cuando lo que está en juego es su propia supervivencia.
La narración de un apocalipsis zombie, contiene fuertes conexiones con el turbulento panorama social de Estados Unidos en los años 60, cuando la película precursora del género, Night Of The Living Dead, fue estrenada.
Muchas personas creen, que el género de zombies permite a la gente enfrentarse a su propia ansiedad sobre el fin del mundo.
De hecho, el colapso de la sociedad como resultado de una infestación de zombies, ha sido presentado en un sinnúmero de productos relacionados con ellos:
Películas, revistas, comic, videojuegos, series de TV.
Se sostiene que más que cualquier otro monstruo, los zombies son total y completamente apocalípticos; son la señal del fin del mundo, tal y como lo conocemos.
Resulta que en 1937, la folclorista estadounidense, Zora Neale Hurston, conoció en Haití, el caso de Felicia Félix-Mentor, fallecida y enterrada en 1907, y a quien, sin embargo, muchos lugareños aseguraban haber visto viva 30 años después, convertida en zombie
Hurston se interesó, por rumores que afirmaban que los zombies existían realmente, aunque no eran muertos vivientes, sino personas sometidas a drogas psicoactivas, que les privaban de voluntad.
Sin embargo, no pudo encontrar datos que fueran más allá del mero rumor.
Varias décadas más tarde, en 1982, el antropólogo y etnobotánico canadiense, Wade Davis, viajó a Haití para estudiar lo que pudiera haber de verdad en la leyenda de los zombies, y llegó a la conclusión, publicada en 2 libros:
“The Serpent And The Rainbow” (1985) y “Passage Of Darkness: The Ethnobiology Of The Haitian Zombie” (1988)
De que se podía convertir a alguien en zombie, mediante el uso de 2 sustancias en polvo.
Con la primera, llamada “coup de poudre” literalmente, “golpe de polvo”, un juego de palabras con “coup de foudre”, que significa “golpe de rayo”, y también “flechazo” amoroso, se induciría a la víctima a un estado de muerte aparente.
Sus parientes y amigos la darían por muerta, y la enterrarían, y poco después, sería desenterrada y revivida por el hechicero.
En ese momento, entrarían en acción los segundos polvos, una sustancia psicoactiva, capaz de anular la voluntad de la víctima.
El ingrediente principal de la primera sustancia, “el coup de poudre”, sería la tetrodotoxina (TTX), una toxina que se encuentra en el pez globo, que habita las costas del Japón y el Mar Caribe.
La TTX, administrada en una dosis semiletal (LD50 de 1 mg), es capaz de crear un estado de muerte aparente, durante varios días, en los cuales, el sujeto sigue consciente a pesar de todo.
Otras fuentes hablan del uso del estramonio, o datura, que en Haití se llama “concombre zombie”, esto es, “pepino zombie”
Según la creencia popular, la ingestión de sal, liberaría al zombie de los efectos de la droga.
Las publicaciones del antropólogo Wade Davis, atrajeron la atención de los estudiosos del tema, debido a la amplia difusión de su libro “The Serpent And The Rainbow” que fue además, base para la película homónima de Wes Craven en 1988; sin embargo, sus teorías han sido ampliamente refutadas por varios investigadores:
Se afirma por ejemplo, que los efectos, que son supuestamente provocados por la zombificación, pueden explicarse completamente a partir de la amnesia, la esquizofrenia, y otros desordenes mentales.
Aquí entra en juego, El Síndrome de Cotard, también llamado delirio de negación, o delirio nihilista, y es una enfermedad mental, relacionada con la hipocondría.
El afectado por El Síndrome de Cotard cree estar muerto, figurada como literalmente, estar sufriendo la putrefacción de los órganos, o simplemente no existir.
En algunos casos, el paciente se cree incapaz de morir.
El síndrome recibe su nombre de Jules Cotard, neurólogo francés, descubridor de este síndrome, al que denominó “le délire de négation” o “delirio de negación”, en una conferencia en París, en el año 1880.
En dicha conferencia, Cotard describió el caso de una paciente, a la que dio el apodo de “Mademoiselle X”, que negaba la existencia de Dios y el diablo, así como de diversas partes de su cuerpo, y de la necesidad de nutrirse.
Más adelante, creía que estaba eternamente condenada, y que ya no podría morir de una muerte natural.
Los pacientes llegan a creer, que sus órganos internos han paralizado toda función, que sus intestinos no funcionan, que su corazón no late, e incluso que se están pudriendo, llegando a presentar algunas alucinaciones olfativas, que confirman su delirio:
Olores desagradables, como a carne en putrefacción.
En sus formas más complejas, el paciente llega a defender la idea, de que en realidad, él mismo está muerto, e incluso que han fallecido personas allegadas a él.
Junto con esta creencia de muerte, el paciente mantiene una idea de inmortalidad, como si se hubiera convertido en un “alma en pena”
Aunque es un delirio típico de las depresiones más graves, psicóticas o delirantes, se puede ver en otras enfermedades mentales severas, como la demencia con síntomas psicóticos, esquizofrenia, psicosis debidas a enfermedades médicas, o a tóxicos.
El síndrome puede aparecer en el contexto de una enfermedad neurológica o mental, y se asocia particularmente con la depresión y la desrealización, alteración de la percepción, o de la experiencia del mundo exterior del individuo, de forma que aquel se presenta como extraño o irreal.
Aunque todavía no se ha descrito muy ampliamente su afectación neurofisiológica, por suerte para los afectados, los tratamientos aplicados, aunque pueden resultar un poco bruscos, desde luego, no se ha encontrado un eufemismo mejor para la terapia Electroconvulsiva, pues resultan ser bastante satisfactorios, y puede recuperarse al paciente, e incluso tratarlo para que recupere una vida normal.
¿Sueños?
Soñar con la muerte, o con los muertos, o fallecidos, la interpretación de este sueño es bastante común como extensa, porque depende del contenido emocional.
Si se despierta con una terrible sensación real, puede ser que ha sentido el fallecimiento de alguien.
Esto ocurre a las personas sensibles.
Si este sueño es recurrente, puede ser síntoma de un trastorno al que los expertos señalan se le debe prestar atención.
En las personas mayores, este sueño les ayuda a prepararse para su propia muerte.
Sin embargo, si el sueño de produce sin sentir miedo, o preocupación, representa una liberación de las preocupaciones actuales, y significa lo opuesto a morir, una curación, o un renacimiento está a punto de ocurrir en su vida.
“We may not enjoy living together, but dying together isn't going to solve anything”
Y es que a veces, la realidad supera con creces a la ficción.
Porque los zombies existen, aunque puedan ser solo unos pocos en el mundo, y no precisamente fruto de un malvado experimento biológico, o de una mutación insana.
No, en ocasiones la culpa hay que echársela a este cerebro nuestro, tan complejo y único, que es capaz de condenarnos para siempre, o de encontrar la solución a un problema de tamaña envergadura.
Me pregunto yo:
¿Qué clase de historias habrán inspirado, a lo largo de los siglos, estos incomprendidos, todavía, por la ciencia?
Por suerte, ahí están mentes como la de Cotard, o la de muchos doctores modernos, luchando por convertir a unos pobres monstruos de ultratumba, si se me permite la fea analogía, en gente de nuevo sana y feliz.
La idea de una resurrección masiva de muertos vivientes, en la totalidad del planeta, causa risa en la humanidad.
Se considera poco probable, que unos caníbales sobrenaturales, en una sorpresiva noche dantesca, repentinamente quieran devorarse millones de cerebros sin usar.
Y el argumento es contundente, para un cerebro sin usar.
Es por eso, que siempre ha sido despreciado, cualquier intento de crear un Protocolo Oficial de Emergencia para un Apocalipsis Zombie.
La realidad es que el Apocalipsis Zombie ya empezó.
Hace varios años empezó.
Basta percatarse cómo el milagroso jugo Noni, el Botox, y la televisión se han engullido, a diario, una infinidad de cerebros.
Y pronto, muy pronto, el pandemónium se extenderá más allá de la silicona, y los foros de discusión por redes sociales, contagiando a todo aquel que no conozca este plan de salvamento, que puede ser el siguiente:
1) Nunca hables con un zombie:
Es inútil; no sólo no entienden cualquier tipo de argumentación lógica, sino que ellos no te van a responder.
Lo único que pretenden, es morderte para que cambies tu manera de pensar, y te unas a deambular torpemente con el resto de muertos vivientes.
2) Ármate hasta los dientes:
No los subestimes, son descerebrados, pero son muchos.
A través de decisiones mayoritarias, escogieron políticos populistas, y se apoderaron de cientos de emisoras para programar reggaetón.
Por lo tanto, ve a la armería del barrio, si vives en Estados Unidos; o al mercado negro para el resto del mundo, para que puedas hacer realidad tu álter ego de los videojuegos, llevándote un lanzallamas.
3) Reúne un equipo:
Los zombies atacan en grupo, por lo que debes defenderte en equipo.
Busca un fortachón con más músculo que cerebro, busca un taxista, porque este no temerá atropellar al que se le atraviese en la fuga.
Busca un gordo, de esos que eligen de último en clase de Educación Física, dado que será indispensable para dejarlo rezagado, cuando toque sacrificar a alguien.
Y busca una supermodelo, que será inútil en toda la lucha por la supervivencia, será indispensable para repoblar La Tierra; para que no salgan como “Laura en América”
4) Sé el líder de ese equipo, pero no un héroe:
Un héroe de la humanidad es inmortalizado con estatuas adornadas por grafiteros.
En el mejor de los casos, es homenajeado por un estudiante, que le prestará más atención al teléfono móvil, que al libro de historia.
Nadie recuerda el nombre del “Buen Samaritano” bíblico, ya que solo serviría para persignarse sin ningún resultado.
Por eso, siempre, ¡Siempre!, corre sin mirar atrás, aunque aferrándote a las riendas del grupo, porque en toda película, al último que matan, es al líder de la resistencia.
5) Atrinchérate en un cementerio:
Muchos pensarán que un centro comercial, por su fácil acceso a múltiples provisiones, es la fortaleza ideal.
Sin embargo:
¿No es este uno de los más grandes generadores de zombies?
En cambio, el cementerio es un sitio olvidado al poco tiempo de enterrados los difuntos, y que a su vez, fue abandonado por estos últimos, la noche de su resurrección.
Allí, sólo tienes que permanecer sin llamar la atención, porque el déficit de atención que sufren los muertos vivientes, se hará cargo de ellos, mientras se desgastan de recorrer la ciudad cojeando.
Todo ha comenzado poco a poco, pero el gobierno humano lo excusa como hechos aislados.
Por cada evidencia, hay una explicación “razonable”:
El caníbal de Miami, fue culpa de una nueva droga alucinógena.
El actor porno caníbal de Montreal, fue culpa de filmes sadomasoquistas, de los que dicen se inspiró.
La oreja que Mike Tyson le arrebató de un mordisco a Evander Holyfield, fue culpa de su impotencia en el cuadrilátero.
Empero, más temprano que tarde, se pedirá calma, linternas, comida no perecedera, y agua embotellada, mientras el presidente escapa en su avión…
Cuando eso ocurra, sólo se salvará quien siga las recomendaciones mencionadas con anterioridad, y además, dispare su lanzallamas, al punto más débil de todo muerto vivo-viviente:
La cabeza.
“Mass hysteria?
What do they think, we're imagining all this?”
La visión de los muertos como nuestro reflejo, o reflejo de nuestros actos, y sobre todo, la transformación de la vieja sociedad en una nueva, que devora a la anterior, puede ser desde luego, aplicada a muchas de los problemas de la sociedad.
Desde los soldados muertos en guerra, a la inmigración, o la pobreza.
Night Of The Living Dead fue ganando popularidad, hasta llegar a convertirse en un icono de la cultura pop, con un culto inusual en todo el mundo, y llevándola a ser incluida en El Museo de Arte Contemporáneo de Nueva York.
Su influencia sigue vigente, en muchos de los títulos de terror que siguen, llegando a nuestras pantallas, y es que no sólo modeló el subgénero zombie, tal y como lo conocemos, sino que ha ido influyendo decisivamente, en cineastas tan importantes para el fantástico como Cronenberg o Carpenter en sus primeras obras.
También, Night Of The Living Dead ha sido un referente en el cine de personajes encerrados, frente a amenaza exterior, fórmula que continúa sus pautas, en recientes películas.
Pero el director no es menos cruel con el ser humano.
Si el zombie nos da miedo, es porque es una versión de nosotros mismos, que ha dejado de serlo, el ser humano es capaz de cualquier atrocidad con sus semejantes.
Confinado en el interior de una cabaña, una suerte de caverna platónica, a la luz del miedo, sale a relucir lo que somos realmente:
Cobardes, avariciosos, violentos y descerebrados sin corazón.

“They’re coming to get you”



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