Concierto de Aranjuez

“El nombre de Joaquín Rodrigo se inserta ya entre los de los clásicos de la música española, al lado de Falla, Granados o Albéniz; y valora muy especialmente la definitiva aportación del Maestro a la dignificación e internacionalización de la guitarra como instrumento de concierto”

Con ocasión de la celebración del XX aniversario su fallecimiento en 2019; les comparto El Concierto de Aranjuez, una composición musical para guitarra y orquesta, del compositor español Joaquín Rodrigo Vidre, I Marqués de Los Jardines de Aranjuez; y fue un compositor español de música culta; que según él, la pérdida parcial de la vista, lo puso en el camino de la música.
Y es que Rodrigo, casi ciego desde los 3 años, era pianista; y no tocó la guitarra, pero aun así logró capturar y proyectar el papel de ese instrumento en la música española.
Sus obras de juventud, se caracterizan por un delicado lirismo personal, colores orquestales, a veces muy atrevidos, y un vocabulario armónico que recuerda a Ravel y Granados, entre otros.
Estas características, y otras más, se confirmarían y desarrollarían a lo largo de los años de estudio con Paul Dukas.
En 1927, siguiendo el ejemplo de sus antecesores:
Isaac Albéniz, Manuel de Falla, Enrique Granados y Joaquín Turina; Rodrigo se traslada a París, para inscribirse en La École Normale de Musique, donde estudió durante 5 años con Paul Dukas.
Allí entabla amistad con Maurice Ravel, Darius Milhaud, Arthur Honegger, Ígor Stravinski y Manuel de Falla; y en la primavera de 1938, Rodrigo fue invitado a impartir clases durante el verano en La Universidad de Santander, que acababa de abrir sus puertas.
Casado entonces, el matrimonio, pudo retomar contacto con la vida cultural española, a pesar de las dificultades derivadas de La Guerra Civil; y entre los nuevos compañeros del compositor, se encontraban los escritores, Gerardo Diego y Dámaso Alonso y el crítico Eugenio d'Ors.
Y tuvo lugar un encuentro muy significativo durante el viaje de vuelta a París, cuando, en un almuerzo con el guitarrista Regino Sainz de La Maza, y El Marqués de Bolarque, que Joaquín aceptó con entusiasmo la idea de escribir un concierto para guitarra.
Esta obra sería El Concierto de Aranjuez.
Escrito en 1939 para reflejar a los jardines del Palacio Real de Aranjuez, la residencia primaveral del Rey Felipe II de España, llamado “El Prudente”, en la segunda mitad del siglo XVI; y posteriormente reconstruido a mediados del siglo XVIII por Fernando VI de España, llamado “El Justo”; el concierto era un ejemplo definitivo de su personalidad musical, y una obra que le traería fama universal.
La obra intenta transportar al oyente, los sonidos de la naturaleza de otro lugar y otro tiempo; y revela la notable influencia que tuvo el Al-Ándalus en la cultura y arte españolas, es decir, el territorio de La Península Ibérica y de La Septimania bajo poder musulmán durante La Edad Media, entre los años 711 y 1492.
Y para los autores árabes medievales, el término “Al-Ándalus” designa la totalidad de las zonas conquistadas, siquiera temporalmente por tropas árabe-musulmanas en territorios actualmente pertenecientes a Portugal, España, Francia, Andorra y el territorio británico de ultramar de Gibraltar.
De esa manera, El Concierto de Aranjuez, es el trabajo más conocido de Joaquín Rodrigo, y su éxito establece la reputación de dicho compositor como uno de los principales de la posguerra española.
Su “adagio” es singularmente popular, habiendo sido cantado por múltiples figuras de la ópera y la canción melódica.
Así, para 1939, La Guerra Civil Española acababa de terminar, comenzando o continuando, según la parte de España; El Estado Español del General Francisco Franco.
Y esta obra estrenada en España, en este ambiente tan cargado, tenía que celebrar, pretender celebrar, o permitir la interpretación que celebraba la situación política actual.
La celebración de un Palacio y jardines de un Rey de Los Habsburg del siglo XVI, no representaron una amenaza ideológica para El Estado Franquista, y estaba en armonía con su política emergente, de celebrar la historia española, interpretada de forma conservadora.
El concierto escrito en París, lejos del ambiente tenso de España por las últimas etapas de La Guerra Civil, y cerca de la agitación europea antes de La Segunda Guerra Mundial; se trata de la primera obra escrita por Rodrigo para guitarra y orquesta.
Y es que la orquestación es única:
Rara vez el sonido de la guitarra se confronta a toda una orquesta; y sin embargo, la guitarra nunca queda diluida, sino que el solo del instrumento destaca en todo momento.
Recordaba así El Maestro:
“Perduran en mi memoria los largos paseos junto a Vicky, recién casados, por la ribera del Tajo.
Era 1933, y era tiempo de felicidad.
Las vivencias perduran a lo largo del tiempo, y se enriquecen mucho antes de que les demos forma, expresión…
Así, años después, brotó mi concierto”
Rodrigo seguiría siendo fiel a una estética que él mismo gustaba denominar “neocasticismo”, practicando la tradición tonal, el gusto por las formas clásicas e incorporando elementos cultos, como forma de unión entre la tradición española y el presente, creando ese estilo reconocible de inmediato.
El estreno mundial del Concierto de Aranjuez se produjo el 9 de noviembre de 1940, en El Palacio de La Música Catalana de Barcelona, con un programa que incluía obras de Dvorak, Rodrigo, Bach, Sor, Tárrega y Cassella.
El solista fue el guitarrista Regino Sáinz de La Maza, acompañado por La Orquesta Filarmónica de Barcelona, dirigida por César Mendoza Lasalle.
El concierto tiene la particularidad de ser “el primer concierto para guitarra y orquesta de la historia de la música española del siglo XX”
Y Rodrigo dedicó El Concierto de Aranjuez, al guitarrista, Regino Sáinz de La Maza.
El concierto está dividido en 3 Movimientos:
Allegro con spirito, Adagio y Allegro gentile.
Los primeros y últimos Movimientos son en Re mayor, mientras que el famoso Movimiento del medio, es en Si menor.
Junto con la guitarra solista, se califica para una orquesta que consta de 2 flautas, una doblando “en piccolo”; 2 oboes, una doblando “en cor anglais”; 2 clarinetes en B, 2 fagots, 2 cuernos en F, 2 trompetas en C , y cuerdas.
El Concierto se inicia con unos arpegios, notas que se tocan de forma sucesiva y rápidamente de la guitarra, sobre los que se eleva la voz doliente y nostálgica del corno inglés, oboe de altura más grave con un sonido dulce y melancólico; interpretando el tema al que responde la guitarra, repitiendo la misma melodía..
Luego toda la orquesta y la guitarra se intercalan en sus apariciones; y la segunda aparición del tema es interpretado solamente por la guitarra.
Viene una “larga cadenza”, un pasaje de un concierto donde el instrumento solista demuestra sus cualidades de virtuoso; entre la orquesta y la guitarra, donde ésta demuestra su virtuosismo; y luego regresa la aparición del tema, esta vez interpretado por toda la orquesta, terminando el tiempo en un pianísimo, muy suave de orquesta y guitarra.
El II Movimiento, el más conocido de los 3, es marcado por su paso lento y melodía reservada, introducidos por el corno inglés, con un acompañamiento suave de la guitarra y las secuencias.
Una sensación del pesar reservado impregna la pieza.
La ornamentación se agrega gradualmente a la melodía en el principio.
Un “trill” del apagado-tónico en la guitarra, crea las primeras semillas de la tensión; crecen y se arraigan, pero se relajan de nuevo periódicamente a la melodía.
Eventualmente el comienzo culminante de una acumulación; esto se rompe nuevamente dentro de la melodía principal, “appassionato del molto”, expresado por las secuencias con el acompañamiento de los instrumentos de viento-madera.
La pieza finalmente resuelve a un arpegio tranquilo de la guitarra, aunque son las secuencias en el fondo más bien que la nota final de la guitarra la que la resuelven.
El III Movimiento es mixto, en el sentido de que mezcla ritmos de 2/4 y ¾
Las notas melancólicas del I y II Movimientos hacen que recuerde, según algunos escritores y poetas, la última vez en la que Boabdil vio a su amada Alhambra antes de irse a Marruecos.
Otros autores hacen referencia a las tristes y hermosas notas como recordatorio a los trágicos sucesos de La Guerra Civil Española; etc.
Según el compositor, “el I Movimiento está animado por un espíritu rítmico y un vigor sin ninguno de los 2 temas... interrumpiendo su implacable ritmo.
El II Movimiento representa un diálogo entre la guitarra y los instrumentos de solo:
Corno inglés, fagot, oboe, trompa; mientras que el último Movimiento recuerda un baile formal, en el que la combinación de un ritmo doble y triple mantiene un tempo tenso próximo a la barra próxima”
Él describe El Concierto como “la captura de la fragancia de magnolias, el canto de los pájaros y el chorro de las fuentes de los jardines de Aranjuez”
Y por lo que contó su autor, el origen de la obra fue el siguiente:
Él y su esposa, desde 1933, la pianista turca Victoria Kamhi, pasaron su Luna de Miel en Aranjuez, y de ahí el nombre del concierto.
Un tiempo después se fueron a Alemania; y allí esperaban tener a su primer hijo.
El niño nació muerto, y su mujer estuvo a punto de morir…
Es por ello que en el II Movimiento, Joaquín cuestiona a Dios por el aborto espontáneo que ha tenido su mujer, perdiendo a su hijo, y pidiendo que su mujer se mantenga viva.
Esto se expresa mediante el pulso de la guitarra, al comienzo del II Movimiento; que representa un corazón latiendo.
El Movimiento tiene pena, rabia y desesperanza.
Al final, en el clímax de la guitarra y orquesta, “el autor oye a Dios”, y por fin se produce la aceptación del hecho, y la paz del autor.
El manuscrito del Concierto de Aranjuez, como todos los manuscritos originales de Joaquín Rodrigo, está escrito en el sistema de lectura y escritura táctil, Braille, creado para los afectados de ceguera, y llamado “Braille” en honor a su inventor, el francés Louis Braille.
Este sistema se publicó en 1829 y 1837, también adaptado a la notación musical.
A partir de su propio manuscrito en braille, el compositor dictaba su obra a continuación a un copista:
Nota por nota, instrumento por instrumento, y alteración por alteración, y éste plasmaba sus partituras en lenguaje musical.
Después, el autor procedía a la corrección final en colaboración con su esposa.
Por tanto, los únicos manuscritos autógrafos de Joaquín Rodrigo, están escritos en braille.
Y antes del estreno del Concierto de Aranjuez, Joaquín Rodrigo facilitó a Regino Sainz de La Maza, una copia manuscrita de copista, que el guitarrista utilizó para el estreno de la obra.
Este documento terminaría en La Biblioteca Nacional de España, donde se custodia en la actualidad.
Curiosamente, en 2014 ocurrió algo inesperado:
Salió a la venta en una subasta en París, otro manuscrito del mismo copista que el anterior, procedente del archivo de la gran guitarrista francesa, Ida Presti.
Es de suponer que, estando todavía inédito El Concierto, el compositor facilitó otra copia manuscrita a la guitarrista para su estreno en París.
Ese manuscrito ha sido adquirido por La Fundación Victoria y Joaquín Rodrigo.
No existen más copias manuscritas.
Joaquín Rodrigo falleció en Madrid, el 6 de julio de 1999, 2 años después del fallecimiento de su esposa.
Victoria Kamhi había sido su compañera inseparable y la colaboradora más importante en todos los aspectos de su trabajo como compositor.
Ambos descansan en El Panteón familiar del cementerio de Aranjuez, junto a una guitarra cubista, en homenaje a Joaquín Rodrigo, del escultor Pablo Serrano.
Posteriormente, un gran número de músicos ha reinterpretado la obra, incluyendo a Miles Davis, la leyenda del jazz, en compañía del adaptador Gil Evans.
En el álbum “Sketches of Spain”, Davis testifica:
“Esa melodía es tan fuerte, que cuanto más suave se toque, más fuerte se vuelve; y cuanto más fuerte se toque, más débil se vuelve”
En 1991, El Rey Juan Carlos creó y dio al compositor, el título de Marqués de Los Jardines de Aranjuez, “por su contribución a la música española y su impulso para su proyección universal; para sí y sus sucesores, de acuerdo con la legislación nobiliaria española”
Y se debe advertir que la denominación del Marquesado, es específica de Los Jardines de Aranjuez; y no de la localidad de Aranjuez; pues al ser Aranjuez un Real Sitio, y por tanto, con tratamiento de “Real”, resulta incompatible con la concesión de dignidad nobiliaria alguna ajena a La Casa Real.
Por su parte, el famoso guitarrista español, Paco de Lucía, interpretó El Concierto de Aranjuez en 1991, con motivo del 90 cumpleaños de Rodrigo.
Paco de Lucía estaba considerado como “el guitarrista flamenco de mayor prestigio internacional”; maestro del mejor flamenco, pionero en su evolución, y su apertura a la fusión con otras músicas, y otros estilos; y hubo un tiempo en que sus constantes aportaciones, convirtieron a Paco en un revolucionario del género, y su influencia ha sido de tal calado, que puede inferirse que ha cambiado la concepción del toque en más de una ocasión, durante las últimas 3 décadas.
Esa inquietud innovadora, no siempre fue bien entendida por los defensores a ultranza de la ortodoxia del género, como el mismo Rodrigo, que al principio llegaron a causarle cierto desasosiego; si bien, pronto entendió que él no podría traicionar jamás la esencia del flamenco, porque lo lleva en sus genes, y haga lo que haga, sonará a flamenco.
A partir de ese momento, Paco de Lucía empezó a tocar con mayor espontaneidad, y a permitirse libertades inusitadas, que a la postre resultaron siempre enriquecedoras.
Pero rechazar el tradicionalismo inmovilista de los puristas, no quita un ápice a su natural empeño de preservar las raíces del flamenco.
Como Maestro de Maestros, pionero en su apertura a la fusión, con otras músicas como el jazz y la bossa nova, Paco de Lucía era un revolucionario del flamenco, que ha influido, decisivamente, en la evolución de la guitarra flamenca durante las últimas décadas.
“Lo importante ha sido seguir mi propio camino”
Concierto de Aranjuez es un cortometraje musical del año 1991, dirigido por Edmon Colomer.
Protagonizado por Paco de Lucía, que interpretó la obra en 1991 en El Teatro Bulevar en Torrelodones, junto a La Orquesta de Cadaqués, bajo la dirección del Maestro Edmon Colomer; y la asesoría musical de José María Gallardo Del Rey, con El Maestro Joaquín Rodrigo presente, el cual dijo unos días antes:
“Estoy realmente encantado de que mi concierto se interprete el mayor número de veces posible, y me parece muy bien que se aborde en esta ocasión, con un tratamiento tan distinto del clásico como es el del flamenco”
Y es que esta es una obra de un músico español, sobre una ciudad también española, Aranjuez.
Esta ciudad, 42km al sur de Madrid, junto al río Tajo, tiene un elegante Palacio y cuidadosos jardines, siendo residencia de verano de Los Reyes de España, tanto de Los Austrias como de Los Borbones.
Así, el concierto se inspiró en la belleza de dichos jardines, y es un canto a los sonidos y olores de la naturaleza.
Por su parte, El Maestro Rodrigo utiliza el instrumento nacional para componer una delicada melodía neoclásica, de inspiración folclórica española con rasgos andaluces; y representa el sueño de una España embrujadora, dulce y evocadora.
El propio Rodrigo reconocía que el II Movimiento tiene un especial aire melancólico, influido por los sentimientos del compositor ante la pérdida de su primer hijo; pero también transmite el contraste de otro sentimiento más temperamental y apasionado.
La grabación de este Concierto de Aranjuez, fue realizado en directo, entre los días 25 y 26 de abril de 1991, en sendos conciertos organizados por la discográfica PolyGram, y contando con el patrocinio de La Sociedad Estatal V Centenario, creada para la programación y organización de los actos conmemorativos a efectuar con motivo de los 5 siglos del Descubrimiento de América.
Así se pudo reunir a La Orquestra de Cadaqués, bajo la batuta de Edmon Colomer, y hacer realidad el proyecto de ofrecer la versión del guitarrista flamenco, entonces de 43 años, interpretando El Concierto de Rodrigo en condiciones óptimas.
La producción discográfica fue dirigida por el propio Paco de Lucía, y tuvo lugar en El Teatro Bulevar, o Casa de Cultura de la madrileña localidad de Torrelodones.
El programa se abrió con La Sinfonía Clásica de Serguéi Prokófiev, pieza no incluida en el disco; para dar paso al Concierto de Aranjuez.
En la segunda parte intervino primero Paco de Lucía, solo, para posteriormente interpretar junto a José María Bandera y Juan Manuel Cañizares, el arreglo para 3 guitarras de este último, sobre 3 piezas de La Suite Iberia, del compositor Isaac Albéniz.
Las mezclas del concierto para guitarra, están firmadas por John Kurlander; por otro lado, “Triana”, “Albaicín” y Puerto” se grabarían y mezclarían en Cinearte, por Miguel Ángel de la Vega.
El resultado del Concierto de Aranjuez fue absolutamente demoledor, y es una de las versiones más conocidas y reconocidas de la magistral obra del Maestro Rodrigo.
Y su compromiso es claro, “ofrecer desde el más profundo respeto, una nueva perspectiva del repertorio clásico español, a lo flamenco”, dijo de Lucía.
El consabido e incomprensible divorcio entre la música clásica española y el flamenco, tiene aquí una de sus más importantes apuestas, con resultado revelador.
y es que uno de los sueños de todo guitarrista, sea clásico o flamenco, es interpretar la obra más popular de la música española, “El Concierto para guitarra y orquesta” que Joaquín Rodrigo escribió bajo el título de “Concierto de Aranjuez”
La duración del concierto, no completa un disco, así que Paco dispuso grabar aquellas 3 piezas, arregladas por Juan Manuel Cañizares, extraídas de la obra cumbre de la literatura pianística universal, La Suite Iberia de Isaac Albéniz.
Son en general, 12 piezas dedicadas en su mayoría a Andalucía, y de las que extrajeron las 3 que, en opinión de los guitarristas, mejor se adaptaban al “melos flamenco”
Como refleja la portada del disco, el autor se sienta a la vera del intérprete, y éste lleva la música a un estado nuevo, que no se escucha en las demás versiones.
La pulsación de la guitarra flamenca, el toque seguro e inconfundible de Paco de Lucía, ofrece una nueva cara.
Para gustos hay versiones, pero sin duda, esta es una de las más originales y conseguidas, sobre todo en lo que a la dinámica y la articulación se refiere.
Porque las versiones que hace Paco, otorgan a la música un carácter rítmico totalmente renovado y necesario, aunque a algunos le pese.
La prueba está más que superada, ojalá la música clásica española se interpretase más en esta perspectiva flamenca, seguramente buena parte del repertorio ganaría con el experimento; tanto que sus propias palabras resumen la idea:
“Yo toco El Concierto tal como viene en la partitura, pero nunca lo oí tocado a ritmo, y ahí es donde quería hacer mi interpretación”
El Concierto de Aranjuez es la obra más importante de los clásicos españoles de todos los tiempos, su magnífico desarrollo a lo largo de sus 3 tiempos, es una de esas escuchas que nunca pasan, y que cada vez gusta más.
Por su intensidad y precisión rítmica, destaca la interpretación y grabación que hizo Paco de Lucía en 1991, que el propio Rodrigo calificó como “la más brillante que había escuchado nunca”
“¡Hombre, eso está hecho!”
El Concierto de Aranjuez, representa también un caso único, pues ofrece al oyente la transmisión de una experiencia sensorial muy específica en los jardines del Palacio Real de Aranjuez, en la que el canto de los pájaros, el olor de las flores o el frescor de las fuentes, se antepone a la experiencia visual o el disfrute arquitectónico que suele inspirar composiciones de esta naturaleza.
Nacido como Francisco Sánchez Gómez, Paco de Lucía está considerado como uno de los mejores maestros de la guitarra; aunque casi toda su obra se desarrolla en el flamenco, ha grabado algunos trabajos en otros estilos, como la música clásica, la fusión de flamenco con el jazz, y otros estilos musicales.
Tanto su madre, Lucía Gomes “La Portuguesa”, como su padre, Antonio Sánchez, influyeron mucho en su vocación.
De su padre y de su hermano Ramón, recibió las primeras clases de guitarra.
Su padre hacía que Paco practicase muchas horas de guitarra diarias durante su niñez; y el nombre “de Lucía” quedó ligado a él durante su niñez, ya que, como él mismo cuenta, en su barrio había muchos Pepes, Pacos, etc., y entonces se los identificaba por el nombre de la madre, por lo que él era conocido como “Paco, el de Lucía” en su barrio de Algeciras.
Paco de Lucía, es hermano de artistas flamencos:
De Pepe de Lucía, cantaor profesional ya de niño, y del fallecido Ramón de Algeciras, guitarrista también profesional; y a finales de los años 60, Paco conoce a Camarón de La Isla, con quien crea una mítica unión musical, fruto de la cual, son los primeros discos de ambos; y se muestran como excelentes intérpretes del flamenco más ortodoxo; grabando 10 discos entre 1968 y 1977.
Después, juntos y por separado, fueron precursores de un flamenco más popular y mestizo, entrando en el terreno del pop, el rock y el jazz; pero la mejor contribución de Paco de Lucía al flamenco, es la de haber conseguido popularizarlo e internacionalizarlo, aunque ello haya supuesto, muchas veces, una merma de la pureza en el toque.
Y es que de Lucía está considerado como un espléndido intérprete, por su virtuosismo y su personalísimo estilo, que se puede definir como vigoroso y rítmico.
Este estilo se manifiesta en la calidad de numerosas obras del artista; y es meritorio además, el esfuerzo que ha realizado este artista, por dar a conocer el flamenco al público de fuera de España, y el haberse atrevido a “darle otro aire” mezclándolo con otros estilos, que, aunque de estructuras melódicas y rítmicas diferentes, pueden congeniar bien con él.
Al tiempo que ha abierto el camino para este tipo de experimentaciones y fusiones del flamenco con diversas músicas, lo cual es sin duda encomiable.
Otro aporte de Lucía al arte Flamenco contemporáneo, ha sido la inclusión del cajón.
Este instrumento de la música afroperuana, es conocido por Paco de Lucía en Perú, a fines de los años 70, de manos de Carlos “Caitro” Soto de la Colina, cajonero y compositor peruano; y él intuye y entiende, al conocer este instrumento peruano, que puede ser una solución a la permanente necesidad de percusión que requiere el flamenco, y lo añade, en complicidad con Rubem Dantas, a los elementos percusivos utilizados en su sexteto de entonces, convirtiéndose el cajón desde ese momento, y con el paso del tiempo, en un instrumento imprescindible del arte flamenco contemporáneo y, luego, de otras corrientes musicales internacionales.
Paco también se ha acercado a la música clásica de raíz española:
Manuel de Falla, Joaquín Rodrigo e Isaac Albéniz, o la unión con otros ritmos, como:
El bossa nova de Tom Jobim, el tango de Astor Piazzolla, el “country”, la salsa, la música árabe; y ha colaborado además, con eximios guitarristas de otros géneros, como:
El rock, el jazz, el blues, como Pedro Iturralde, Chick Corea, Larry Coryell o sus famosos tríos con John McLaughlin y Al Di Meola, con quienes firmó, en 1980, el inolvidable “Friday Night In San Francisco”, un disco que vendió más de un millón de ejemplares.
No es casual que el portavoz del Jurado que falló El Príncipe de Asturias de las Artes de 2004, afirmó con justicia al anunciar el nombre de Paco de Lucía, que “todo cuanto puede expresarse con las 6 cuerdas de la guitarra, está en sus manos”
Y en 1991, por primera vez en España, Paco de Lucía interpretó El Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo, los días 25 y 26 de abril en El Teatro Bulevar de Torrelodones en Madrid; donde el guitarrista ofreció 2 actuaciones con La Orquesta de Cadaqués, dirigida por Edmon Colomer, que fueron grabadas en disco y en vídeo.
“Tocaré El Concierto de Aranjuez bajo mi perspectiva.
Me gustaría que El Maestro Rodrigo escuchara mi versión”, dijo Paco.
“No estoy mentalizado para tocar clásico.
Yo soy yo”, afirmó.
“Se han hecho muchas versiones, y casi todas suenan iguales en cuanto a la expresión.
Desde el flamenco se puede tocar más rítmico, sobre todo el I y III Movimiento.
Queda más vivo”
Para esta interpretación del Concierto de Aranjuez por Paco de Lucía, se realizó sin entradas a la venta, únicamente 800 invitados asistieron a los recitales que, organizados por La Sociedad Estatal V Centenario y PolyGram, la compañía discográfica del músico, plantearon para la grabación de un disco y un vídeo en directo, que se comercializó en todo el mundo; y TVE lo transmitió como “un programa especial”
“Al principio se intentó que El Concierto se realizase en El Teatro Monumental de Madrid, con entradas a la venta, pero no pudo ser”, afirma Paco de Lucía, que no conocía a La Orquesta de Cadaqués ni a su director, Edmon Colomer.
“Me han hablado muy bien de la orquesta y del director” dice el guitarrista.
“La idea era realizar un disco en directo con el concierto, y creo que en el teatro elegido se puede hacer una buena grabación”
Pero parece que de Lucía y Rodrigo no tenían relación cordial…
Y el concierto fue una “reconciliación”, que quiere decir que se había establecido una discrepancia “contra natura” a propósito de la ortodoxia y la naturaleza de la guitarra española.
Como si fuera un instrumento distinto, cuando estaba en las manos de Sabicas o cuando lo poseía Andrés Segovia; y las diferencias concernían a la personalidad de los intérpretes a la técnica, a la cultura, a la tradición y al aprendizaje, pero resultaba artificial recrearse en la oposición de “tocaores” y guitarristas de academia, y estos últimos, orgullosos del conservatorio y de saber leer, del mismo modo que los flamencos, aun ágrafos, tanto reivindicaban sus espacios de improvisación como abjuraban de la solemnidad y etiqueta de un concierto al uso.
Por lo que Paco de Lucía se propuso remediar el malentendido; y lo hizo a finales de los años 60, encontrándose con Lorca y con Falla, pero es cierto que el desafío absoluto sobrevino en 1991, cuando decidió tocar y grabar El Concierto de Aranjuez en presencia del viejo Rodrigo; y lo hizo memorizándolo; mejor aún, lo hizo interiorizándolo, de forma que su versión, menos escrupulosa y aséptica de las conocidas hasta la fecha, impresionó a Joaquín Rodrigo como quien escucha la obra por primera vez, de tan espontánea, sentida y profunda que sonaba el concierto.
Y sucedió en Torrelodones, con las huestes de La Joven Orquesta Nacional de España, y la batuta de Edmon Colomer, a quien impresionó sobremanera la modestia y la curiosidad con que Paco de Lucía emprendía la alternativa de guitarrista clásico.
Incorporando además, 3 pasajes de “La Suite Iberia” de Albéniz, que le arregló para la ocasión el colega Juan Manuel Cañizares.
Así, Paco de Lucía asumió que iba a exponerse al reproche de los críticos fundamentalistas, incapaces de percibir y de reconocer la influencia de la música popular y el flamenco no sólo en El Concierto de Aranjuez, sino en la literatura de la guitarra.
Porque de Lucía era uno de ellos en su inconformismo, creatividad e incontinencia.
Y le resultaba frustrante ponerse límites, resignarse a que El Concierto de Aranjuez tuviera que interpretarse con guantes de seda.
Esa es una buena definición de la guitarra telúrica y magmática de Paco de Lucía, modesto e intimidado como un monaguillo en presencia del Papa, cuando Joaquín Rodrigo se levantó de la silla para abrazarlo en el nombre de la reconciliación.
Como refleja la portada del disco, al término de la interpretación de su obra, el nonagenario compositor Joaquín Rodrigo subió al escenario, donde escuchó, sentado a la vera del guitarrista, el II Movimiento, “Adagio”, que fue ofrecido como propina.
En la sala se podía ver, asimismo, figuras de la guitarra flamenca como:
Serranito, Tomatito, Pepe Habichuela o el clásico Ignacio Rodes.
En el cuadernillo de notas ofrecido a la entrada del teatro, Andrés Ruiz Tarazona señala que “adentrarse en esta obra, dominarla, ha sido el sueño de los guitarristas desde hace medio siglo.
No es por ello, nada extraño, que otro gran intuitivo de la música y deslumbrante guitarrista, Paco de Lucía, a quien hemos admirado siempre por su capacidad improvisatoria y su imaginación sonora, haya querido recrear El Concierto de Aranjuez, bajo la dirección artística del también guitarrista José María Gallardo Del Rey, desde su personal estilo.
Paco de Lucía nos ofrece una dimensión nueva e insospechada del Concierto de Aranjuez”
Y se suele señalar que esta versión es una de las más originales y conseguidas, sobre todo en lo que a la dinámica y la articulación se refiere, con un carácter rítmico renovado.
De esa manera El Concierto de Aranjuez se dividió en sus III Movimientos:
I. Allegro con spirito – 5:49
II. Adagio – 11:35
III. Allegro gentile – 5:29
Y “La Suite Iberia” selección de Isaac Albéniz, con arreglo de Juan Manuel Cañizares:
I. Triana – 5:02
II. Albaicín – 7:30
III. Puerto – 3:44
Los intérpretes fueron:
Paco de Lucía - guitarra flamenca; José María Bandera y Juan Manuel Cañizares - guitarra flamenca en “Iberia”
Todos ellos con La Orquestra de Cadaqués bajo la dirección de Edmon Colomer, que fue muy aclamada, como una interpretación sensible y atmosférica que el mismo compositor Rodrigo elogió, describiéndola como:
“Bonita, exótica, inspirada... podría agregar que Paco toca con mucho sentimiento, lejos más de lo que normalmente se escucha.
Y eso va para la orquesta que lo respalda”
“La celebridad de una partitura, nunca se puede prever”, comentaba el compositor.
“Cuando la escribí, sólo pensaba en que me saliera lo mejor posible, que se tocara mucho, y que gustara al público.
También suponía una especie de reto, escribir un concierto para guitarra rodeada de orquesta, y lograr el equilibrio deseado.
El caso de este concierto es muy insólito, ya que se ha hecho muy popular, y eso no ocurre con las obras sinfónicas, por muy buenas que sean”
En lo que respecta a la producción visual, la cámara está exclusivamente sobre los instrumentistas, sobre Paco y Colomer.
Aunque abusa de los planos y los cambios de planos muy rápidamente, la grabación tiene una excelente imagen y un muy buen sonido.
“La extraordinaria contribución de Don Joaquín Rodrigo Vidré a la música española, a la que durante una larga y fructífera vida artística, ha aportado nuevos impulsos para una proyección universal, merece ser destacada de manera especial, por lo que, queriendo demostrarle Mi Real aprecio”
Son las palabras del Rey de España pero:
¿Sabían que El Concierto de Aranjuez es una de las melodías clásicas más populares de todos los tiempos?
Esto se debe a la belleza del II Movimiento, “Adagio”, que ha sido adaptado a casi todos los instrumentos, incluyendo armónica, violín, piano y sintetizador; y a muy distintos estilos, como las versiones en jazz que hicieron Miles Davis, por un lado, y Chick Corea por otro.
El II Movimiento ha servido de inspiración para el pop y el rock, ha sido banda sonora de películas, y fondo musical en acontecimientos deportivos.
Así, la música de Joaquín Rodrigo representa un homenaje a las distintas culturas de España; y ningún otro compositor español se ha valido, como fuente de inspiración, de tan variadas manifestaciones del alma de su país, desde la historia de La España Romana hasta los textos de los poetas contemporáneos.
Su música es refinada, luminosa, fundamentalmente optimista, con evidente predominio melódico, y con armonía original.
De hecho, sus primeras obras acusan la influencia de compositores de su tiempo, como Ravel y Stravinski, pero muy pronto surge la voz personal que llegará a crear un singular capítulo de la cultura española del siglo XX, donde la originalidad de su inspiración musical, va unida siempre a una devoción por los valores fundamentales de su tradición.
La fecunda y variada creación musical de Joaquín Rodrigo, incluye 11 conciertos para distintos instrumentos, más de 60 canciones, obras corales e instrumentales, y música para escena y cine.
Algunos de los más destacados instrumentistas de nuestro tiempo, le han encargado obras, entre ellos:
Gaspar Cassadó, Andrés Segovia, Nicanor Zabaleta, James Galway, Julian Lloyd Webber, y el Cuarteto Romero.
Sus escritos sobre música son numerosos, y demuestran su profundo conocimiento de las artes, ya que tratan temas tan variados, como la polifonía española del siglo XVI, Los Poemas Sinfónicos de Richard Strauss, y la dirección de orquesta, entre otros.
Pero el “Adagio” del Concierto de Aranjuez ha sido versionado por el clarinetista y compositor Jean-Christian Michel en el álbum “Aranjuez”; que ha conocido una distribución mundial con una tirada de 1,500.000 ejemplares; tanto que Michel considera a este Concierto, como una de las cumbres de la segunda mitad del siglo XX, y de la música contemporánea.
El 9 de junio de 2018, en Madrid, durante la gira de Queen + Adam Lambert por España, el mítico guitarrista, Brian May, toca una versión acortada del Concierto de Aranjuez, haciéndole un guiño a sus fanáticos madrileños, sirviéndole además la obra como introducción a la canción “Love Of My Life”, uno de los momentos culminantes del concierto.
Y es que el “Adagio” es la parte más famosa, y la más reconocible de la obra, y ha sido utilizado en películas, reportajes de televisión y anuncios; y muchos oyentes y músicos dan por supuesto que, ese fragmento musical es mucho más antiguo de lo que realmente es, lo que se convierte en un problema para Rodrigo, puesto que los intérpretes no supieron que debían pagarle derechos, porque suponían que estaba fuera de “copyright”, según lo sucedido con Davis/Evans “Sketches of Spain” de la versión de España, por ejemplo.
Un arreglo de tipo “chanson” del II Movimiento, con letra de Guy Bontempelli y titulado “Aranjuez, Mon Amour”, alcanzó enorme difusión en la voz de Richard Anthony en 1967, y de hecho, se considera el mayor éxito del cantante.
Posteriormente, Richard Anthony grabó una versión con letra en español y un ritmo de sintetizador que recuerda al del éxito de Jennifer Rush, “The Power of Love”
Después de la adaptación pop de Richard Anthony, han sido numerosos los cantantes melódicos y de ópera, que han interpretado con diferentes letras e idiomas el “Adagio”, y se puede citar a:
Plácido Domingo, José Carreras, Montserrat Caballé, Lola Flores, en clave de rumba, con la guitarra de su marido El Pescaílla; Nana Moskouri, Cusco, Paloma San Basilio, Dyango, Demis Roussos como “Follow Me”; y Dalida como “Aranjuez La Tua Voce”; Massimo Ranieri; “La Reina del Fado”, Amália Rodrigues, Dulce Pontes , Sarah Brightman y el cuarteto de ópera-pop, Il Divo.
Este cuarteto, compuesto por 4 cantantes masculinos:
El suizo Urs Bühler, el español Carlos Marín, el estadounidense David Miller, y el francés Sébastien Izambard, versionaron a 4 voces melódicas el tema, incluido en su álbum “Ancora” de 2005.
La cantante libanesa, Fairuz, dio a conocer, hacia 1990, una insólita adaptación del “Adagio”, como “Li Beirut”, alusiva a dicha ciudad.
También, el guitarrista Carlos Santana ha tocado el “Adagio” en clave de jazz.
Como curiosidad, según un estudio publicado por La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) en julio de 2005, El Concierto de Aranjuez es la pieza musical española que más gusta en Japón…
Por otro lado, algunos cantores judíos, específicamente de la tendencia sefardí, han adoptado la melodía principal del “Adagio” para el Kadish, una de las partes más importantes de la liturgia judía.
Esto se puede ver especialmente en las congregaciones sefarditas de América Latina, en México y Argentina; así como en Israel.
El expresar de los versos del Kadish, corresponde casi perfectamente a la expresión del “adagio”, dando por resultado un efecto religioso, y un tono color que sorprenden.
Finalmente cabe decir que Joaquín Rodrigo y su esposa Victoria, están enterrados en El Cementerio de Aranjuez, en un mausoleo presidido por una guitarra cubista, obra del escultor Pablo Serrano.
En esta localidad, también existe un monumento que conmemora el II Movimiento del Concierto y a su autor, que reproduce en el pavimento, un pentagrama con notas.
De hecho, el guitarrista montenegrino, Milos Karadaglic, nueva estrella de la Deutsche Grammophon, y músico de conservatorio, reconocía que le impresionaba la versión de Paco de Lucía del Concierto, porque “la tocaba como si no fuera a haber un mañana”
Lamentablemente, el gran Paco de Lucía falleció a los 66 años de edad, a consecuencia de un infarto cardíaco, el martes 25 de febrero de 2014, en la ciudad mexicana de Playa del Carmen, en el estado de Quintana Roo, donde fue trasladado desde Tulum, lugar en que residía prácticamente todo el año.
Según diversas fuentes, jugaba en la playa con sus hijos, cuando empezó a sentirse mal.
El artista falleció en el área de urgencias del Hospital Hospiten, al que llegó con un fuerte dolor de tórax.
Paco había dejado de fumar 2 semanas antes de su deceso; y tras su muerte, 1 año después, el martes 25 de marzo de 2015, El Metro de Madrid inauguró una estación con el nombre “Paco de Lucía”
Tras conocerse la noticia de su muerte, se sucedieron los mensajes de pésame a la familia y de alabanza al guitarrista.
También se le rindió homenaje en El LV Festival Internacional de La Canción de Viña del Mar 2014, con un poema leído por Rafael Araneda, a través de una carta enviada por la familia del músico.

“Yo no necesito nada, estaría todo el día echado.
Soy el más indolente del mundo.
Lo que pasa es que entro en la rutina y tengo compromisos, hago giras, más que ir yo, me llevan”



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