Hoop Dreams

“My mother, God bless her, she's always said in America you can make something of your life”

¿Dónde se han quedado los sueños?
Tenemos el alma desnuda después de romper el cascarón, y sólo eso nos quedó…
Hemos aprendido de lo bueno y de lo malo en la vida, nos hemos elevado por el cielo, y nos hemos arrastrado por el barro…
“El Sueño Americano” es una de las ideas que guían a la cultura y a la sociedad de Estados Unidos a nivel nacional; más concretamente suele referirse a los ideales que garantizan la oportunidad de prosperar y tener éxito para lograr una movilidad social hacia arriba.
Estos “ideales” suelen ser:
La democracia, los derechos civiles, la libertad, la igualdad y la oportunidad.
El historiador James Truslow Adams, definió “El Sueño Americano” en 1931 de esta manera:
“La vida debería ser mejor; más rica y llena para todas las personas, con una oportunidad para todo el mundo según su habilidad o su trabajo, independientemente de su clase social o las circunstancias en las que nace”
¿Utopía?
El baloncesto es un deporte que consiste en meter un balón a través de un aro…
Y es uno de los deportes más populares de EEUU, con La National Basketball Association (NBA); que es una liga privada de baloncesto profesional que se disputa en Estados Unidos desde 1946, añadiéndose posteriormente Canadá en los años 1990.
Para 1984, Michael Jordan empezó a jugar en La NBA, provocando un mayor interés en La Liga; y en los espectadores, sobre todo masculinos que quería ser como él y amasar fortuna por el deporte.
En 1989, el número de equipos de La NBA se elevaba ya a 27, siguiendo el proceso de expansión, y durante la década de los 90, Jordan, ganaría 6 anillos con Los Chicago Bulls.
En Los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, se vio al mejor equipo de la historia del baloncesto, el popular “Dream Team” de Estados Unidos, que contaba por primera vez con jugadores NBA, con estrellas como:
Jordan, Bird, Magic Johnson, Scottie Pippen, Charles Barkley o John Stockton.
Para entonces, muchos jóvenes de EEUU soñaban con entrar a La NBA, pero debían aprobar un proceso “arduo” de selección…
El llamado “draft”, corresponde al procedimiento por el cual, a finales del mes de junio de cada año, las franquicias que forman parte de esta liga de baloncesto estadounidense, incorporan a sus equipos jugadores menores de 23 años, procedentes de las universidades norteamericanas, o de las ligas de otros países.
Todos los jugadores seleccionables, han de tener 19 años de edad en el año natural en el que se celebra el “draft”, y si no son “internacionales”, debe haber transcurrido al menos 1 año desde que se graduara su curso de instituto; por lo que pueden formar parte del “draft”, bien declarándose “elegibles”, o bien de manera automática, sin necesidad de declararse, si cumplen ciertas condiciones.
Esas condiciones son:
Haber cumplido los 4 años de formación universitaria, que hayan pasado 4 años desde la graduación de su curso de instituto, o que el jugador haya jugado al baloncesto con un contrato profesional en cualquier otra competición del mundo.
Para muchos, sobre todo los de bajos recursos económicos o intelectuales, ese “draft” es inalcanzable… aun teniendo todo el talento como deportistas.
Y es que todos estamos conscientes de que “El Sueño Norteamericano” existe, pero no para todos; y se nos pinta “un país de oportunidades” pero también la realidad cuenta de que hay una crisis que afecta a millones de personas.
Tanto que han evolucionado hasta ser la única potencia mundial, y han vencido esquemas de racismo como no ha podido hacer otro país; sin embargo, sigue siendo un país con altibajos, sobre todo desde el punto de vista económico y social, en especial, racial.
“Y'know, four years ago, that's all I used to dream about was playing in the NBA.
I don't really dream about it like that anymore.
Y'know, even though I love playing basketball, but I want to do other things with my life, too.
If I had to stop playing basketball right now, I think I'd still be happy”
Hoop Dreams es un documental del año 1994, dirigido por  Steve James y Simon Schumann.
Protagonizado por William Gates, Arthur Agee, Emma Gates, Curtis Gates, Sheila Agee, Arthur “Bo” Agee, Earl Smith, Gene Pingatore, Isiah Thomas, Marlyn Hopewell, Bill Gleason, Patricia Weir, Marjorie Heard, Luther Bedford, Aretha Mitchell, entre otros.
El guión es de Steve James y Frederick Marx; y documenta los 4 años de colegio de 2 estudiantes afroestadounidenses, mientras persiguen su sueño de convertirse en jugadores profesionales de baloncesto; pero han sido afectados cada uno a su manera por la sociedad en la que han crecido.
Aunque originalmente Hoop Dreams fue planeado como un cortometraje de 30 minutos para el Public Broadcasting Service (PBS), los cineastas filmaron más de 250 horas, que al ser editadas se convirtieron en un documental de 171 minutos.
El financiamiento para ello tuvo diversas fuentes, incluyendo:
El National Endowment for the Arts, PBS, y la cadena de Minnesota afiliada a PBS, Twin Cities Public Television (KTCA)
Kartemquin Films aparece en los créditos como la compañía productora junto a KTCA.
La película se presentó como un ejemplo para defender el nivel de financiamiento del gobierno de EEUU de PBS, que se redujo en los años siguientes; y fue estrenada en El Festival de Cine de Sundance de 1994, en donde ganó El Premio del Público en la categoría de Documental; y después de su estreno, fue aclamada por la crítica, y recaudó $11.8 millones a nivel mundial, de un presupuesto de $700.000
Roger Ebert, en la crítica en su programa de televisión, consideró a Hoop Dreams como “uno de los mejores filmes sobre vida estadounidense que he visto”, y posteriormente lo listó como “el mejor filme de la década”; mientras que The New York Times la incluyó en su lista de “las mejores 1000 películas de todos los tiempos”
Aunque fue nominada al Oscar al Mejor Montaje, Hoop Dreams no estuvo nominada en la categoría de Documental largo…
Esto causó revuelo, lo que llevó a que La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas revisara el proceso de nominación para esta categoría.
De acuerdo con Roger Ebert, El Comité de Selección tenía un método en el cual, cada uno de los miembros llevaba una linterna eléctrica, y cuando no le gustaba un documental, la encendía y apuntaba a la pantalla; cuando la mayoría de las linternas estaban encendidas, se detenía la proyección.
Hoop Dreams duró poco más de 15 minutos…
El documental narra la historia de William Gates y Arthur Agee, 2 adolescentes afroestadounidenses que son reclutados por un cazatalentos para que jueguen baloncesto en St. Joseph High School, en Westchester, Illinois; una escuela con estudiantes predominantemente blancos, y con un programa reconocido de baloncesto, entre cuyos graduados está el jugador de La NBA:
Isiah Thomas; que en esos años estaba en su mejor momento con los Bad Boys de Detroit, y será una presencia casi ominosa que sobrevuela todo el film.
Su foto estática en la vitrina del colegio, con la camiseta número 11 de los Chargers, recuerda constantemente ese objetivo tan deseado como difícil de alcanzar; pues todos hablan de él, lo recuerdan, lo comparan…
Isiah Lord Thomas III, llamado “Zeke” y “The Baby-faced Assassin”, es un exjugador de baloncesto estadounidense que destacó profesionalmente en la década de los años 1980, y a principios de los años 1990; desarrollando toda su carrera en los Detroit Pistons desde 1981, hasta su retirada en 1994.
Fue después de una exitosa trayectoria en el instituto, donde fue nombrado “el mejor base del país”, comenzó sus estudios superiores en La Universidad de Indiana; y durante su 2º año allí, consiguió ser elegido entre el 5º mejor del país, y llevó a su universidad a la final de La National Collegiate Athletic Association (NCAA), que ganaron a los Tar Heels de North Carolina, siendo nombrado “mejor jugador del torneo”
Tras 2 años, y con unas estadísticas de 15,4 puntos por partido y 5,7 asistencias, dio el salto anticipado a La NBA.
Como prometió a su madre cuando anticipó su entrada en el “draft”:
“Volvió a la universidad varios años después, para terminar su carrera de justicia criminal”
En La NBA, Thomas fue seleccionado por Detroit Pistons, de donde ya no se movería, en la 2ª elección de la primera ronda del “draft” de La NBA de 1981; y se retiró en 1994, tras promediar durante toda su carrera 19,2 puntos, 9,3 asistencias, siendo el 4º mejor de la historia; y 3,6 rebotes.
Su camiseta con el #11, fue retirada como homenaje por Detroit, y está considerado “el mejor Pistons de la historia”
Hoy tiene 57 años.
“He visto al que quizás sea el próximo Isiah Thomas”, dice un periodista por televisión al ver a uno de los muchachos... y es que el omnipresente Thomas, que funciona como un involuntario anzuelo del “American Dream”, es la discreta anomalía que les hace creer a todos que pueden llegar y ser como él.
Por su parte, Agee y Gates viven en vecindarios afroestadounidenses pobres en Chicago:
Gates reside en el proyecto Cabrini–Green; y Agee en West Garfield Park; y ambos viajan todos los días, 90 minutos hasta su nueva escuela, por lo que tienen que soportar entrenamientos largos y difíciles, además de aclimatarse a un ambiente social diferente del que provienen.
Mientras William parece el que tiene más cabeza, necesita dinero para poder seguir en el instituto y jugar al baloncesto; lo hace gracias a que lo apadrina una pareja adinerada del barrio.
Arthur es más una cabeza loca:
Se dedica a estudiar bajo la ley del mínimo esfuerzo, y con los problemas monetarios de los padres, pasa tiempo fuera del instituto, donde se debería dedicar a jugar al baloncesto.
Ambos chicos son exitosos dentro de su propio mundo, y representan la motivación, el carisma y la realidad social que todos deberíamos considerar cuando nos encontramos sin esperanzas, encerrados en una crisis emocional, que al fin y al cabo no es tan importante como las vidas de otros.
Poco a poco, sus vidas irán cambiando, y nosotros con ellos.
Los 2 luchan por mejorar sus capacidades para sobresalir en un mercado con mucha competencia, mientras sus familias celebran sus éxitos, y se apoyan durante las dificultades económicas causadas por el cambio de escuela.
A lo largo de todo este maravilloso reportaje, que está dividido por el año escolar estadounidense; vamos sintiendo que los sueños se rompen como las olas en la orilla, compartiendo el dolor y la impotencia de ambos protagonistas, al ver que cumplir un sueño, no depende únicamente de la ilusión y el empeño que se ponga en perseguirlo, ni tan siquiera de que seas extraordinariamente bueno en aquello a lo que sueñas dedicarte.
Este documental de 3 horas, que se te pasa en un suspiro, casi quedas con ganas de más; plantea una serie de cuestiones relacionadas con la raza, la clase social, la división económica, la educación, y los valores en los Estados Unidos contemporáneos; y no sólo cuenta los progresos de los chicos, sino que se involucra en su vida familiar; por lo que la cámara se hace eco de la condición social en la que se encuentran.
Mientras su talento es el reflejo de un suspiro de esperanza, un suspiro por librar de la pobreza a su familia.
Las ganas por sobresalir y dejar la miseria es evidente en los rostros de todos.
“It became more of a job than a sport to play”
Originalmente, los cineastas Peter Gilbert, Steve James y Frederick Marx, planeaban realizar un cortometraje de 30 minutos, filmado en 3 semanas para PBS, enfocándose en un cancha pública de baloncesto y los jóvenes que allí jugaban.
En la cancha, conocieron a Arthur Agee, y le propusieron filmarlo, a lo cual él y su familia aceptaron.
Los cineastas acompañaron a Agee a un campamento en St. Joseph High School, en donde el entrenador, Gene Pingatore, les comentó que había reclutado a un joven muy talentoso:
William Gates, quien también aceptó ser parte del filme.
Después del campamento, los cineastas decidieron realizar un largometraje en lugar un corto, y cubrir los 4 años de preparatoria de Agee y Gates.
Pero debido a la falta de fondos, el equipo solo filmó 5 días del verano, previo a la entrada de los estudiantes a la preparatoria; 7 días del primer año, y 10 días del segundo; y con esto, prepararon una cinta de demo con la cual obtuvieron financiamiento adicional, gracias a la Corporation for Public Broadcasting que otorgó $70.000, KTCA otros $60.000, y la John D. and Catherine T. MacArthur Foundation donó $250.000.
Con estos fondos, el equipo filmó 40 días del tercer año de preparatoria, 100 días entre el verano siguiente; y el final de la preparatoria.
Así las cosas, Hoop Dreams fragmenta en años el relato, y per/sigue a las promesas hasta su llegada a la universidad, pero mientras tanto, no ha mostrado ni ha narrado hechos puramente baloncestísticos, sino que a base de entrevistas con los familiares, uno puede darse cuenta de las penumbras en las que pueden vivir, y es que el baloncesto es un elemento importante, es el motor sobre el que todo gira, y a la vez, una excusa para realizar una feroz crítica a la feliz sociedad estadounidense.
Y quizás, el talento y la presión siempre van unidas, y las metas marcadas por uno o por los demás son un duro rival contra el que luchar.
Seguramente el que más… y este documental sigue a 2 jóvenes afroamericanos mientras siguen sus sueños de convertirse en superestrellas del baloncesto, a lo largo de sus años de escuela secundaria, a medida que perfeccionan sus habilidades en el baloncesto, con la esperanza de obtener una beca universitaria, y eventualmente jugar en La NBA.
William Gates, es un chico que viene de una casa dividida por un padre ausente, y la crisis de oportunidades perdidas.
Su vida es el baloncesto; y no sirve para otra cosa…
En los estudios, sufre de la misma manera que sufre el sector afroamericano, el cual se ha posicionado fervorosamente en el gueto, y por preferencia social, decide quedarse en lo mismo; por lo que corre peligro como todo el mundo.
Su motivación es su hermano mayor, un prospecto de La NBA que por razones tontas no llegó a ser más… y su madre está arraigada a la rabia de no tener una vida más justa.
En ese sentido, las caras lo demuestran.
Mientras Agee es el segundo hijo, y el primer hijo de Arthur “Bo” Agee Sr., y Sheila Agee. 
Su vida es profundamente más caótica:
Su padre es drogadicto y abusivo; y su madre vive para sus hijos, y sufre.
Agee también vive para el baloncesto, y sus oportunidades son menores a las de Gates.
Después de graduarse de la escuela de gramática en 1987, Agee fue descubierto por un explorador de talentos no oficial a tiempo parcial, Earl Smith; y convenció a los Agee para que enviaran a Arthur a St. Joseph's High School, una escuela privada suburbana, predominantemente blanca.
Por su parte, Gates es un joven de los proyectos de vivienda de Cabrini-Green; y ambos muestran un gran potencial en el deporte, por lo que son reclutados activamente para ingresar a la misma escuela secundaria de élite que su ídolo, la ex superestrella de los Detroit Piston, Isiah Thomas; pero, al no poder pagar una factura inesperada por los costos de matrícula, Arthur tiene que retirarse, e ir a la escuela secundaria pública local.
De esa manera, solo uno sobrevive el primer año.
En el otoño de 1987, ellos comenzaron en St. Joseph High School, que estaba a una hora y media de sus hogares.
Arthur, por ejemplo, se despertaba a las 5:30 am todos los días, y tomaba el transporte público para llegar a su destino.
Al principio de su carrera en la escuela secundaria, cuando sus padres no podían mantenerse al día con los pagos de matrícula de la escuela, Agee tuvo que abandonarla, y en cambio, asistió a la escuela secundaria John Marshall, una escuela del centro de la ciudad.
Arthur no parece tan bueno en la cancha como prometía y, cuando su padre se pierde en la droga y abandona la casa; la familia ya no puede pagar la cuota.
Es por ello que lo echan, y tiene que volver al colegio del barrio, pero para que lo acepten, debe presentar las equivalencias.
Posteriormente, el padre “redimido” y de regreso al hogar, van a St. Joseph High School a tratar de regularizar la situación; se reúnen con el director de finanzas del colegio para ver cómo pueden pagar los casi $2 mil que adeudan; y cuando entran a la oficina, la cámara se queda con un plano de la puerta, que tiene pegadas calcomanías de Visa y MasterCard…
Corte y plano detalle de una mano haciendo cuentas en una calculadora… donde todo gira alrededor del dinero.
Sin embargo, en la escuela pública, Arthur sobresale, y en su último año, ayudó a los Comandos Marshall a ganar El Campeonato de La Liga Pública de 1991; y terminar 3º para El Campeonato del Estado.
La escuela secundaria de Agee, fue derrotada por la escuela secundaria dirigida por el futuro jugador de La NBA, Howard Nathan.
Por otro lado, William está entre los mejores jugadores juveniles del país, y lo invitan a mostrar sus habilidades junto a otros 100 estudiantes en el Nike All-American Camp:
“Mi madre, Dios la bendiga, está ya en El Cielo.
Ella siempre decía:
“Esto es EEUU; puedes hacer algo de provecho con tu vida”, arenga como un predicador, el periodista Dick Vitale.
“Nos preguntamos:
¿En caso de guerra, querría a ese jugador conmigo?”, dice en tono militarista un reclutador, uno de los tantos que fue “a la caza” de la próxima estrella.
Y durante la escuela secundaria, William trabajó arduamente para mejorar sus habilidades de baloncesto y sus académicos lo mejor que pudo, aunque inicialmente tuvo dificultades con un bajo nivel de lectura.
En su último año en la secundaria, en un cruce de 2ª ronda de los playoff, William falla una bandeja cerca del final, y pierde su última oportunidad de llegar al campeonato estatal; y es que había empezado el partido en el banco como castigo por llegar tarde:
“Quizás deba aprender algo de todo esto”, dice su severo entrenador, luego de la derrota.
Y es que un par de años antes, el “coach” se había abierto de gambas cuando William intentaba regresar luego de una compleja lesión en la rodilla; y le había preguntado si quería volver a jugar ese año, o tomaba la decisión “más fácil”, y esperaba hasta el siguiente…
William luchó por obtener la puntuación requerida de 18 en el examen ACT necesario para obtener una beca en La Universidad de Marquette, y finalmente logró una puntuación global de 17.5, que se redondea a 18.
Pero en St. Joseph, sufrió una lesión en la rodilla, que limitó su ofertas de juego y de reclutamiento.
Con todo, jugó 3 temporadas para Marquette, desde 1991-1995.
Apareció en 80 juegos, hizo 29 aperturas y anotó 399 puntos; y se graduó de Marquette con un Título en Comunicaciones.
En algún momento del filme, los chicos coinciden y se abrazan, apoyados en la esperanza de poder ser más que otro que muera en la calle, producto de guerras de drogas, o cualquier otra causa; pero el perfil de ambos también es diferente...
Las oportunidades difieren por circunstancias de la vida, y a ambos se les hace difícil el proceso de maduración inmediata.
Aunque el documental sea deportivo, y en ocasiones haya suspenso, sabemos que la consecuencia de todo esto es gris y poco digna de un sueño; y en el camino, hay mucha tragedia, algo de alegría, una gran cantidad de información sobre la vida de la ciudad, y el suspenso de no saber qué ocurrirá a continuación…
Por ejemplo, cuando Arthur cumple 18 años, su madre celebra que esté vivo...
“Otros chicos no pudieron llegar a su edad.
Es para estar orgullosa”, dice, una frase puede sonar tremendista.
Aunque no lo explicita, la película deja sutilmente en claro, que la frontera entre la vida y la muerte se puede desvanecer en cualquier esquina de esos suburbios pobres de Chicago.
Y hechos posteriores al estreno, confirmaron que la madre no exageraba…
La película sigue a estos 2 muchachos a través de sus 4 años de escuela secundaria, por separado, y sus pruebas y tribulaciones; lesiones, depresiones y la batalla sin fin para mantener sus calificaciones.
A través de todo esto, terminando casi 5 años después, a medida que comienzan la universidad, observamos, cómo los chicos se convierten en hombres, y aún conservan sus “Sueños de Aro” en la traducción del título de la película.
Se sugiere también, cierta crueldad intrínseca al modo en que el baloncesto se practica en Estados Unidos.
Es como el fútbol, un deporte colectivo, pero su lógica interna, 5 contra 5, posesiones breves que generan un ida y vuelta constante; hace que las individualidades tengan mayor relevancia.
Los estadounidenses exacerban esta particularidad al paroxismo, la apelación permanente al uno contra uno, la prohibición que regía entonces sobre la marca en zona; lo que llevó a algunos a calificar de “perdedor” a un gran pívot como Patrick Ewing, sobre todo luego de que errara en los últimos segundos del partido decisivo contra Indiana por las semifinales de La Conferencia Este de 1995.
Y a diferencia del baloncesto europeo, el estadounidense se rige por unas estrictas normas de conducta que recogen calificaciones escolares, entre otras cosas.
Por ello, el instituto puede privar a cualquiera de jugar al baloncesto, si sus notas no son aptas; por tanto, los que tengan aptitudes, deberán esforzarse por no tirar todo su talento.
De hecho, ahora ya no está prohibida la entrada sin pisar la universidad de jóvenes jugadores a La NBA, y muchos de ellos prefieren pasar por alto su formación universitaria, debido a las penurias económicas de sus familias, y así poder ayudarles.
Una acción totalmente comprensible, a pesar de que sus estudios se dejen de lado.
La historia, a la par que simple, es aterradora:
Seguir a 2 promesas del baloncesto de 13 años durante sus años de instituto; y ver sus sueños de jugar en La NBA, emular a Isiah Thomas, yendo al mismo instituto del que él salió, St. Joseph de Chicago; y ver a sus familias cómo proyectan ellos sus sueños, en los pobres muchachos; ver sus lesiones, sus partidos ganados y perdidos, titulares en prensa, TV, entorno complicado, amistades peligrosas, hijos prematuros, cantos de sirena de Universidades...
Es impresionante ver, cómo la realidad de este documental supera las miles de ficciones en las que hemos visto este tipo de historia de juguetes rotos antes de tiempo.
Porque al principio pensamos que puede existir justicia para estos chicos, y pueden llegar a estudiar en una buena universidad, disfrutar sus becas, y ser excelentes jugadores de baloncesto…
Al final, todo es diferente:
Nos conformamos con haber visto una muestra de 2 vidas que siempre fueron destinadas a algo mejor, y que por tema de sociedad/economía, simplemente no pudieron llegar al puesto donde siempre debieron estar.
Si bien hay instituciones que ejercen presión para que ambos chicos lleguen a un punto deseado, no podemos evitar sentirnos identificados con su etapa, y lo imposible de visualizar las cosas desde un punto mediático.
Sin manipular, ni esconder nada, Hoop Dreams es un documental que respira autenticidad en cada uno de sus planos; y logra un ritmo narrativo y un suspenso que envidiarían unas cuantas ficciones deportivas.
Porque Hoop Dreams no es estrictamente “cinéma-vérité”; cada tanto, después de alguna elipsis, aparece una voz “en off” que actualiza información sobra la situación de los chicos y sus familias, al igual que discretas leyendas ubican geográficamente la acción, o presentan a los personajes que aparecen frente a cámara; pero comparte con aquel subgénero documental, la forma sutil en la que opina, desde el montaje, sin explicitar la mirada a través de la palabra.
El entorno de este documental, es el baloncesto, pero puede exportarse a cualquier deporte, y a cualquier país.
¿Qué pasa en Latinoamérica con los miles de niños que sueñan con el fútbol; o qué pasa en China o Rusia, con los millones de niños que explotan en cualquier deporte para hacer que el país tenga un puñado más de medallas en las próximas olimpiadas; qué pasa con esos niños que nada más nacer, le ponen una raqueta o un palo de golf en la mano, antes de que casi sepan andar?
Este documental deberían verlo todos esos entrenadores de categorías inferiores que quieren ganar por encima de formar a sus jugadores como personas; y deberían verlo todos esos padres que se sientan en la grada a vivir sus sueños a través de sus hijos, forzándoles más de lo que se debe; porque muy pocos niños están preparados para soportar ese tipo de presión, y para uno que llega, miles se quedan en el camino con una sensación de abandono.
Aquí somos testigos de sus fallas, sus logros, son inesperados e impactantes.
Especialmente cuando la madre de Agee se gradúa de enfermera, notamos una montaña de emoción por haber logrado algo inesperado y muy buscado.
Pero también vemos las secuelas de la pobreza en su dentadura, por la falta de servicio médico, o será por los golpes del esposo, o la droga…
Al tiempo que vemos que el sexo es primordial, y no hay conciencia de la planificación desde el hogar…
Por ello, cuando Arthur se gradúa en una escuela de verano, su motivación es baja:
Es un chico que ha visto la realidad, y la misma es un sueño por jugar baloncesto, no por estudiar.
Mientras que William tuvo familia, aun estando en el colegio, donde ahora debe priorizar…
Como dato, tenemos un cameo del director Spike Lee, que intenta prevenirlos diciéndoles:
“Tienes que darte cuenta que a nadie le importas.
Eres negro, eres un hombre joven.
Todo lo que se supone que debes hacer, es vender drogas y asaltar mujeres.
La única razón por la que estás aquí, puede hacer que su equipo gane.
Si su equipo gana, estas escuelas reciben mucho dinero.
Todo esto está girando en torno al dinero”
Si bien ha dicho una gran verdad, no aporta nada esperanzador.
Para los muchachos, “El Sueño Americano” es la voluntad de tener éxito en ese entorno; que en principio era tener lo suficiente para vivir tranquilo y seguro, se haya convertido en un sueño de ascender en la escala de una sociedad que valora el ascenso, y reconoce que las diferencias en el ingreso y la riqueza son permanentes, o se pueden agravar.
De aquí que “El Sueño Americano” signifique estar arriba en una sociedad desigual, y no estar satisfecho en una sociedad igualitaria.
Esto explica, por qué alguien como Donald Trump es admirado, especialmente por personas blancas con poca educación, para quienes él es un ejemplo que despierta esperanza, y que se debe imitar...
Por tanto, “El Sueño Americano” ha implicado la exclusión de otros.
El carácter estadounidense, ha sobrevalorado el éxito económico, y ha validado la inferioridad de algunos grupos sociales como los afroamericanos.
De hecho, la sociedad estadounidense ha tenido una clase de habitantes inferiores o “de segunda”, que garantiza los servicios necesarios para que el resto compita por “El Sueño Americano”
Los esclavos y luego los afroamericanos libres y otras etnias “inferiores” han jugado ese papel.
En décadas recientes, algunos grupos han sido incorporados a los beneficiarios del “Sueño Americano” con una proporción importante de los afroamericanos y de algunos inmigrantes, especialmente asiáticos, latinoamericanos y europeos con vocación empresarial y/o con altos niveles de educación.
Pero el caldero social estadounidense no ha logrado mezclar todos sus componentes para producir una crema en la que todos sus componentes se diluyan, y a la gente no se la juzgue “por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter” como soñaba Martin Luther King Jr.
En los últimos años, Estados Unidos ha padecido una epidemia de muertes por sobredosis y de adicción a los opiáceos; y no es una coincidencia que en los grupos empobrecidos por la desindustrialización, la prevalencia de la adicción y las sobredosis, sea mucho más alta; donde la pérdida de estatus social, acompañada por la pérdida de ingreso y la incapacidad de recuperarse, ha sido devastadora para ellos; y para alguien con poca educación, que haya vivido en un entorno que legitima la segregación étnica y racial, es devastador aceptar su condición.
Por otro lado, regresando al “baluarte” del racismo, Spike Lee, es evidente la influencia que Hoop Dreams tuvo en su filme “He Got Game” (1998), aunque la película de Lee es mucho más que la ficcionalización del documental; por ejemplo, el momento en que padre e hijo ponen en juego su relación en, uno contra uno, es casi idéntico en ambos films.
Además, William y Arthur aparecen brevemente, y fuera de créditos en el comienzo de la película de Lee.
Por su parte, St. Joseph High School presentó una demanda para evitar que la película fuera estrenada en cines...
Afirmaron que les dijeron que la película solo se emitiría en PBS, y acusaron a los cineastas de tergiversar y difamar a la escuela.
Sin embargo, las 2 partes llegaron a un acuerdo, y los cineastas crearon un fondo académico en la escuela, El Fondo Hoop Dreams; por lo que al final se agradece a:
La comunidad de St. Joseph High School, y al entrenador Gene Pingatore, que aceptaron participar en una película educativa de Kartemquin, sin fines de lucro, que cuenta las historias de William y Arthur.
Hoy en día, St. Joseph, con una inscripción de minorías del 39%, sigue comprometido con el sueño de una vida mejor para todos, al otorgar ayuda financiera basada en la necesidad al 40% de sus estudiantes.
St. Joseph, con recursos limitados, continúa manteniendo su excelencia académica, y se ha establecido El Fondo Hoop Dreams para proporcionar becas académicas.
Y a Marshall High School, y al entrenador Luther Bedford.
Esta escuela secundaria de Chicago Public, está dedicada a la excelencia académica para todos sus estudiantes.
El Fondo Hoop Dreams se utilizará para ayudar a los graduados de Marshall a asistir a la universidad.
Por otro lado, muchos de los lugares utilizados en la película, han desaparecido o están sustancialmente diferentes:
El vecindario que rodea el proyecto de vivienda Cabrini-Green, donde vivía uno de los jugadores, sufrió “gentrificación” poco después de que la película terminara, habiéndose convertido previamente en un refugio para los narcotraficantes y las pandillas y la violencia que los acompaña.
El campo de béisbol, ha sido reemplazado por condominios de lujo y un complejo comercial.
El último edificio de apartamentos de Cabrini-Green, fue demolido en mayo de 2011.
Durante la filmación, como se muestra en la película, la electricidad se apagó en la casa de Agee; por lo que los cineastas la pagaron para poder rodar.
Entre los jugadores en el campamento de verano de Nike, a los que asistió William Gates, se puede ver a:
Jalen Rose, Chris Webber y Juwan Howard de la famosa clase “Fab Five”
En una entrevista de 2010, con Bill Simmons, Steve James afirmó que solo tenía 2 pequeños arrepentimientos sobre el documental:
“Primero, habría filmado más imágenes de Arthur en la escuela, para mostrar sus problemas académicos.
En segundo lugar, habría incluido imágenes de Arthur en audición como Isiah Thomas para el filme “A Mother's Courage: The Mary Thomas Story” (1989)”
Si a Hoop Dreams se le puede achacar algo, es que tanto los protagonistas como sus familias, siguen creyendo en “El Sueño Americano” tras los diferentes problemas que van surgiendo; y al final, es que nos entrega un retrato social preciso y estremecedor de la vida negra de los guetos y, a la vez, una visión épica de ese “sueño” en su estado más desesperante, puro y duro.
Para bien o para mal, “El Sueño Americano” aquí se ha desmitificado, y ha tocado fondo.
Se agradece que también se ponga en duda moral el papel de los cazatalentos, pues “sirven todo en bandeja de plata” y luego los abandonan.
Para finalizar, la banda sonora está a cargo de Ben Sidran, que hace un gran trabajo para emparejar las imágenes, los sentimientos con la música.
“Four years ago that's all I used to dream about was playing in the NBA.
I don't really dream about it like that anymore.
You know, even through I love playing basketball, you know I want to do other things with my life too”
La historia de Hoop Dreams no terminó incluso después de que se estrenara la película…
El canal de televisión por cable, TNT, planeó una nueva versión de la historia como una película ficticia para la televisión….
Un libro basado en las transcripciones de todas las entrevistas realizadas, se publicó en la primavera de 1996.
Y para seguir siendo elegibles para el baloncesto universitario, de acuerdo con las reglas de La NCAA; la familia de ninguno de los jugadores recibió dinero por la venta de los beneficios de la película mientras estaba en la escuela.
Agee y Gates, se convirtieron posteriormente en socios plenos, y recibieron acciones iguales a las de los productores.
Los productores le dieron a Gates y Agee, casi $200.000 en regalías de la película:
Agee pudo comprar una casa con el dinero, mientras que Gates se enfrentó a tiempos difíciles, y lo perdió todo.
Arthur Agee entró al baloncesto profesional después de que se estrenara la película; fue elegido como el pick N° 1 en la nueva United States Basketball League (USBL) por los Florida Sharks en 1995; y fue liberado por el equipo, siendo rápidamente recogido por el Long Island Surf.
Finalmente, terminó en Canadá, jugando en Winnipeg con un equipo llamado The Cyclones.
La familia Agee, pronto se mudó del vecindario visto en la película mucho después de que la película fuera estrenada, a una zona suburbana de Illinois.
Arthur recuerda que muchos de sus amigos que se habían asociado, o estaban personalmente cerca de él, al menos 10 habían muerto, y se habían comprometido a irse, especialmente después de que le robaran a punta de pistola, como se muestra en la película antes de irse a Arkansas.
Mientas que William Gates regresó a Marquette después de un breve período de desesperación personal en su vida.
Cuando la película se estrenó en el otoño de 1994, durante su último año, Gates recibió una gran ovación cuando Marquette jugaba en El Madison Square Garden durante El Torneo Nacional de Invitación (NIT), luego de que su rostro apareciera en el marcador; fue visto en la televisión con aspecto abrumado y llorando por un momento.
Aunque ninguno de los 2 fue elegido para jugar en La NBA, Agee y Gates jugaron baloncesto en universidades de División I de La NCAA.
Agee estuvo 2 años en el Mineral Area College, y posteriormente se transfirió a la Arkansas State University, pero no terminó sus estudios.
Sin embargo, La National Collegiate Athletic Association (NCAA), informó que ellos y sus familias que no podían aceptar el dinero generado por la película, sin perder su condición de aficionado, lo que les haría perder sus becas universitarias y los haría “no elegibles” para participar en las actividades atléticas intercolegiadas de mediación de La NCAA.
Sin embargo, Arthur inició una fundación para ayudar a jóvenes, y creó una línea de prendas deportivas bajo el nombre de “Hoop Dreams” con el eslogan “Control Your Destiny”
Mientras Gates se graduó de comunicaciones de la Universidad Marquette, y se convirtió en Pastor Evangélico del Centro Comunitario Living Faith en Cabrini–Green.
A William Gates se le ofrecieron oportunidades para trabajar en redes deportivas como Fox Sports, ABC y otras, que ahora lamenta no haber aceptado, porque sentía que todavía podía jugar en La NBA…
William Gates y su esposa, Catherine, se mudaron a San Antonio, Texas, junto con sus hijos, porque ambos se habían cansado de Chicago, ya que ambos habían vivido allí toda su vida, y querían que sus hijos jugaran baloncesto, solo si querían y no los obligaban a hacerlo.
Su hijo mayor, William Gates Jr., siguió los pasos de baloncesto de su padre, con un promedio de 23.5 puntos por partido en su último año en La Escuela Secundaria Samuel Clemens, en Schertz, Texas, y recibió una beca para la Universidad Furman, en Carolina del Sur.
Por otro lado, tanto Agee como Gates, han perdido miembros de su familia de manera violenta después del lanzamiento de la película:
El hermano mayor de Gates, Curtis, también visto en la película, murió en septiembre de 2001, después de ser baleado en Chicago Lawn, al ser atrapado en un triángulo amoroso...
Y el padre de Agee, fue asesinado en 2004 mientras intentaba huir de al menos un ladrón.
Un hombre de Chicago, fue posteriormente acusado por la policía de Berwyn, pero finalmente fue absuelto de haber matado a Arthur Agee Sr.
En lo personal, el 19 de noviembre de 2017, Arthur Agee fue arrestado y retenido bajo una fianza de $30.000, luego de ser acusado de agresión agravada por golpear a una mujer en el parque forestal de los suburbios del oeste...
Arthur y su padre, Bo antes de su prematuro fallecimiento en 2004, habían iniciado una gira motivacional de oratoria, basada en la película, como una inspiración para los jóvenes de todo el país.
William fue elegido por el miembro del Salón de La Fama de La NBA; y Michael Jordan, para jugar como parte de un grupo de antiguos y actuales jugadores pro-NBA cuando regresaba con los Washington Wizards en el 2001.
Gates, que había aumentado de peso, tenía 260 libras, logró bajar 50 libras, porque sentía que era el momento adecuado para un regreso al sueño de jugar en La NBA, gracias al aliento de su esposa, Catherine.
Desafortunadamente, un pie roto, y el trágico asesinato de su hermano Curtis, quien lo estaba ayudando, sucedió antes de que estuviera listo para presentarse para jugar con Jordan; y decidió retirarse del baloncesto de forma permanente.
Posteriormente, Arthur fue elegido por La American Basketball Asociation (ABA), como una selección del “draft” #1 por los Harlem Globetrotters, después de que la película fuera estrenada por mucho tiempo.
Y en 2007, Arthur realizó su propio seguimiento personal de Hoop Dreams, llamado “Hoop Reality”, donde explora lo que sucedió durante la década posterior a Hoop Dreams, y se basó en el jugador actual de La NBA, Patrick Beverly, que juega para Los Angeles Clippers, apareciendo como una posible estrella en la preparatoria John Marshall Metropolitan High School, siendo asesorado por Agee y el entrenador de baloncesto, Lamont Bryant.
Como una posdata de “Hoop Reality”, Beverly fue elegido para el “draft” de La NBA de 2009 y, a partir de 2017, está con Los Angeles Clippers.
Para octubre y noviembre de 2009, se organizó una serie de eventos en Chicago, para conmemorar el 15° aniversario de Hoop Dreams; por lo que los directores de esta película, estaban orgullosos.
Total, se confirma que el destino de muchos no siempre es el que se quiere, sino el que se puede…
Soñar no cuesta nada, y así lo demuestran Gates y Agee, pero hoy, cuando son emblemáticos en su causa, y trabajan todavía por salvar lo poco que queda del gueto, admiramos que la causa haya venido catalizada por una película, la cual no deja de ser emocionante, y en ocasiones gritamos por la victoria, o lloramos por las derrotas… que son muchas.
Arthur “Man/Tuss” Agee Jr., y William Gates; hoy tienen 46 años de edad.

“That's why when somebody say:
“When you get to the NBA, don't forget about me”, and that stuff.
Well, I should've said to them:
“If I don't make it, don't you forget about me”



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