Free Solo

“Live Beyond Fear”

Gracias a La Revolución Científica y al cambio radical de paradigma respecto de su posición en El Universo, a fines del siglo XVIII, el hombre dejó de estar subordinado a dioses antiguos, tradiciones y opresión milenaria; y comenzaba a ser dueño de su propio destino, crecientemente libre de sacerdotes y reyes.
No es casual que sea en ese momento histórico, que considera a las montañas un lugar a conquistar, porque sí, y porque puede ver las cosas desde un lugar distinto, nunca antes alcanzado.
“La escalada en solo integral”, también conocido simplemente como “solo”, es una forma de escalada en libre, donde el escalador, el solista integral, renuncia a cuerdas, arneses y otros equipos de protección durante el ascenso, y se basa únicamente en su físico, la fuerza y la capacidad de trepar.
La escalada en solo integral, no debe confundirse con la escalada libre en general, en la que el material se utiliza normalmente para la seguridad en caso de una caída, pero no para ayudar a la subida.
Las razones o motivos para los solos integrales, dadas por escaladores de alto perfil, incluyen la simplicidad y la rapidez con la que se puede subir una ruta que normalmente exige varios días; otras razones esgrimidas son:
La intensa concentración requerida y, para algunos, la descarga de adrenalina.
La práctica se limita principalmente a las rutas conocidas para el escalador, cuya dificultad radica dentro de sus capacidades; sin embargo, los riesgos inherentes, tales como rocas sueltas o cambio repentino en el clima, están siempre presentes. Porque practicar una escalada de este tipo es bastante sencillo de simplificar:
“Si te caes… te matas”
De hecho, algunos escaladores de alto perfil han muerto, mientras realizaban solos integrales, como:
Dan Osman, John Bachar, Derek Hersey, Vik Hendrickson, Robert Steele, Tony Abbott, Dwight Bishop, Jimmy Ray Forrester, Jimmy Jewell, Tony Wilmott, y John Taylor; muy recientemente, Ueli Steck, un alpinista suizo de renombre mundial y escalador en solitario, que murió luego de caer unos 1,000 metros mientras intentaba escalar El Muro Nuptse, el 30 de abril de 2017.
Y 2 meses después, en 2 horas y 50 minutos de ascenso, su amigo Alex Honnold, escaló con éxito, y en solo integral, la cara noroeste regular del Half Dome 678m, en El Parque nacional de Yosemite.
El Parque Nacional de Yosemite, se ubica a aproximadamente 320km al este de San Francisco, en California, Estados Unidos; y cubre un área de 3,081km² y se extiende a través de las laderas orientales de la cadena montañosa de Sierra Nevada.
El parque es visitado por más de 4 millones de personas cada año, y la gran mayoría solo recorre la parte del Valle.
El parque fue nombrado Patrimonio Mundial de La Humanidad por La UNESCO en 1984, y es reconocido internacionalmente por sus acantilados de granito, saltos de agua, ríos cristalinos, bosques de secuoyas gigantes, y la gran diversidad biológica, tanto que cerca del 95% del área del parque, está denominada “zona salvaje”
Por otra parte, la formación geológica del área, es de rocas de granito y remanentes de rocas más antiguas.
“El Capitan” es un prominente acantilado de granito, que se vislumbra sobre el valle, siendo uno de los destinos más populares del mundo entre los que practican escalada en roca, debido a sus diferentes grados de dificultad, y numerosas rutas de ascenso establecidas; además de ser accesible durante todo el año.
El Capitan es una formación rocosa vertical de unos 2,307msnm, ~900 metros; ubicada en la zona septentrional del Valle de Yosemite, cerca de su extremo occidental, en el Estado de California, EEUU; y se trata de un monolito granítico, que es uno de los desafíos favoritos de los escaladores del mundo.
Está compuesto casi por completo por un granito claro, de grano grueso creado hace aproximadamente 100 millones de años; además, este granito forma la mayor parte de los rasgos rocosos de las porciones occidentales del Valle de Yosemite; y junto con la mayoría de otras formaciones rocosas del Valle, El Capitan fue tallado por la acción glaciar.
Varios períodos de glaciación han ocurrido en Sierra Nevada, pero La Glaciación Sherwin, que duró aproximadamente desde hace 1,3 a 1 millón de años, está considerada responsable de la mayoría del esculpido.
El granito El Capitan, está relativamente libre de diaclasas, y como resultado, el hielo glaciar no erosionó la cara de roca como otras rocas cercanas, con más diaclasa; habiendo dicho eso, como con la mayor parte de la formación rocosa del Yosemite, el granito de El Capitan está bajo una enorme tensión interna que le lleva la compresión que experimentaba antes de la erosión que lo sacó a la superficie.
La formación recibió el nombre de “El Capitan”, por El Batallón Mariposa cuando exploraron El Valle en el año 1851; y fue considerada una traducción al español aproximada del nombre local de los nativos americanos para el acantilado, trascrito de diversas formas como “To-to-kon oo-lah” o “To-tock-ah-noo-lah”
No queda claro si el nombre de los nativos americanos se refería a un jefe tribal específico, o simplemente significaba “El Jefe” o “Roca Jefe”
En tiempos modernos, el nombre de la formación a menudo se contrae como “El Cap”, especialmente entre escaladores.
A simple vista, resulta absolutamente imposible subir por esas murallas, mucho menos sin ningún tipo de equipamiento; y es seguramente esa imposibilidad la que ha hecho que el hombre, algunos… quisieran hacerlo.
El desafío, además, tiene otra gracia:
La de ser perfectamente inútil; una empresa difícil, riesgosísima y sin beneficios:
¿Quién puede resistirse a semejante reto?
Para los escaladores, el desafío es ascender la desnuda cara de granito; hay docenas de vías de ascenso con nombre, todas ellas largas y difíciles; y considerado en el pasado como “imposible de ascender”, El Capitan es ahora el estándar para el ascenso por grandes paredes.
El Cap tiene 2 caras principales:
La sudoeste, a la izquierda cuando se mira directamente a la pared; y la sudeste.
Entre las 2 caras sobresale una marcada proa.
Mientras hoy en día hay numerosas rutas establecidas en ambas caras, la ruta más popular e históricamente famosa es “The Nose” o “La Nariz”, que sigue la maciza proa.
The Nose fue escalada por vez primera en 1958, por Warren Harding, Wayne Merry y George Whitmore, en 47 días usando tácticas “de asedio”, es decir, ascendiendo en un estilo de expedición usando cuerdas fijas a lo largo de la ruta, uniendo campamentos establecidos a lo largo del camino.
El 2º ascenso a The Nose fue en 1960, por Royal Robbins, Joe Fitschen, Chuck Pratt y Tom Frost, quienes emplearon 7 días en la primera escalada continua de la ruta, sin tácticas de asedio.
El primer ascenso en solitario a The Nose, lo hizo Tom Bauman en 1969.
El primer ascenso a The Nose en 1 día, se logró en 1975, por John Long, Jim Bridwell y Billy Westbay.
Hoy, The Nose atrae a escaladores de varios niveles de habilidad y experiencia, con un porcentaje de éxito del 60%, donde típicamente requiere a los escaladores en forma, 4 o 5 días de escalada completa.
Los esfuerzos durante los 60 y 70, exploraron las otras caras del Cap, y muchas de las primeras rutas aún son populares hoy.
Actualmente hay más de 70 rutas en El Cap de diferentes niveles de dificultad y peligro; de hecho, siguen abriéndose nuevas rutas, normalmente consistentes en adiciones a otras anteriores, o uniones entre ellas.
Conforme se vio claro que cualquier cara puede ser conquistada con suficiente perseverancia y perforaciones de agujeros para clavos, algunos escaladores comenzaron a investigar rutas del Capitan que pudieran ascenderse bien en escalada libre, o con mínima ayuda.
La ruta de La Cara Oeste, fue escalada en libre en 1979 por Ray Jardine y Bill Price; pero a pesar de los numerosos esfuerzos por Jardine y otros, The Nose resistió los intentos en libre durante otros 14 años.
El primer ascenso en libre de la principal ruta de El Cap, sin embargo, no era The Nose, sino Salathé Wall.
Todd Skinner y Paul Piana, hicieron el primer ascenso en libre a lo largo de 9 días en 1988, después de 30 días de trabajar la ruta, graduada 5.13b por el sistema decimal de Yosemite.
De hecho, The Nose fue la 2ª ruta principal en ser ascendida en libre.
En 1993, Lynn Hill, después de 4 días de ascenso, alcanzó la cumbre, siendo la primera persona de ascender en libre The Nose.
Un año más tarde, Hill regresó para ascender en libre The Nose en 1 día, esta vez llegando a la cumbre justo a las 23 horas, y estableciendo un nuevo estándar para la escalada libre en El Cap.
El 14 de octubre de 2005, Tommy Caldwell y Beth Rodden, se convirtieron en la 3ª y la 4ª persona que ascendieron en libre The Nose.
La escalada rápida en El Cap es también popular; y el récord en The Nose ha cambiado varias veces de mano, pasando los años…
El 22 de junio de 2010, Alex Honnold estableció un récord en solitario con cuerda en The Nose, estableciendo un tiempo de 5:49, por no mencionar que la cuerda en solo en la Regular Route on Half Dome antes esa mañana, también en el tiempo récord de 2:09
Alex Honnold es un célebre escalador, nació en Sacramento, California, y comenzó a escalar en un gimnasio de escalada a la edad de 5 años.
Según él mismo cuenta; “la escalaba muchas veces a la semana”, a la edad de 10 años.
Él participó en muchos campeonatos juveniles nacionales e internacionales de escalada como adolescente; y a la edad de 18 años, abandonó La Universidad de California en Berkeley, donde fue un estudiante de ingeniería, y dedicó todo su tiempo a la escalada.
Entre cada subida, corre o hace caminatas para mantenerse en forma; vive en una camioneta, por lo que gasta menos de $1,000 por mes, lo que le permite hacer ascensiones todo el tiempo.
Honnold dice que está inspirado por escaladores tan conocidos como:
Peter Croft , John Bachar y Tommy Caldwell, y más aún por la simplicidad y la belleza de El Capitan.
“Nunca fui, como, un mal escalador cuando era niño, pero tampoco había sido un gran escalador…
Había muchos otros escaladores que eran mucho, mucho más fuertes que yo, que empezaron siendo niños y que eran, al igual que, increíblemente fuertes, como si tuvieran un don natural.
Y ese nunca fui yo.
Me encantó escalar, y he estado escalando todo el tiempo desde entonces, así que naturalmente he mejorado en eso, pero nunca he sido dotado”
En la mente del mundo de la escalada, Alex Honnold emergió de la nada, pero completamente formado.
Para el año 2006, nadie había oído hablar de él; en 2007, haciendo solos en solitario el Astroman y el Rostrum de Yosemite en 1 día, coincidiendo con la legendaria hazaña de Peter Croft de 1987; de repente Honnold fue bastante conocido; y 1 año más tarde, escaló en solitario la grieta de 1.200 pies y 5.12d dedos que divide el contrafuerte Moonlight de Zion.
El ascenso se informó el 1 de abril.
Durante días, la gente pensó que la noticia era una broma; y 5 meses después, Honnold dio el paso sin precedentes, en solos en la cara noroeste regular de Half Dome, de 2.000 pies y con excavación glacial.
Peter Croft llamó a esta escalada, “el ascenso más impresionante sin cables jamás realizado”
Sin embargo, en 2014, Clif Bar anunció que ya no patrocinarían a Honnold, junto con otros 4 escaladores, en su mayoría solistas gratuitos:
“Llegamos a la conclusión de que estas formas del deporte son empujar los límites, y llevar el elemento de riesgo a un lugar donde nosotros, como compañía, ya no estamos dispuestos a ir”
Alexander J. Honnold, hoy de 33 años, aún vive y viaja en su camioneta durante la mayor parte del año; es vegetariano, y no toma alcohol ni cafeína, ni usa drogas:
“Básicamente, soy mormón , a excepción de la cosa de Dios”, bromea.
Es un ávido lector con intereses en la literatura clásica, el ecologismo y la economía, y se describe a sí mismo como “ateo militante y feminista”
Entre subidas, Alex corre o camina para mantenerse en forma.
En 2012, comenzó La Fundación Honnold, que “busca formas simples y sostenibles de mejorar la vida en todo el mundo”, y actualmente se centra en promover la energía solar en el mundo en desarrollo .
En escalda, Alex ha roto varios récords de velocidad, el más notable entre ellos, es el triple ascenso logrado en solitario con un tiempo de 18 horas y 50 minutos de los montes Watkins, The Nose/El Capitan; y la cara noroeste del Half Dome.
Él y Hans Florine, poseían los registros más cortos en la pared The Nose con un tiempo de 2:23:51, pero Brad Gobright y Jim Reynolds batieron el récord de The Nose: 2h19’44”2
No obstante, Alex Honnold es la primera y única persona en hacer “Free Solo” en El Capitan del Parque Nacional de Yosemite; y dice que le gustan las rutas largas y que intenta hacerlas rápidamente.
También él es el autor de “Regular Northwest Face, Higbee variation”; y con David Roberts, de las memorias “Alone on The Wall”, que fue el tema de un célebre documental galardonado con El Premio Oscar al Mejor Documental, llamado “Free Solo” (2018)
La hazaña, descrita como “una de las grandes hazañas atléticas de cualquier tipo” fue documentada por el escalador y fotógrafo, Jimmy Chin; y el documentalista, E. Chai Vasarhelyi.
Sin embargo, hay otra película sobre Honnold, disponible en NETFLIX que utiliza sus imágenes escalando.
Se trata de “Mountain”, una exposición algo solemne de imágenes de montañas, acompañadas de música instrumental, y un texto leído por el actor Willem Dafoe, que dice:
“Hace sólo 3 siglos, salir a escalar una montaña hubiera sido considerado un acto de locura”
Efectivamente, el montañismo no existe desde siempre, sino a partir de un determinado momento; y más allá de casos aislados y de conquistas militares, el hombre evitaba a las montañas, a las que consideraba un lugar peligroso, y más allá de sus posibilidades.
También hay un ascenso ficticio del Capitan, en la película “Star Trek V: The Final Frontier”, en la que El Capitán James T. Kirk, hace un Free Solo en la cara rocosa por la que él llamó la razón más importante para subir una montaña:
“Porque está ahí”
“Let's hope for a low-gravity day”
Free Solo es un documental del año 2018, dirigido por Jimmy Chin & Elizabeth Chai Vasarhelyi.
Protagonizado por Alex Honnold, Sanni McCandless, Jimmy Chin, Tommy Caldwell, entre otros.
La película fue realizada por National Geographic Partners, que es propiedad mayoritaria de 21st Century Fox, y el resto es propiedad de National Geographic Society; es un documental fascinante y mareante, y es tan absorbente, porque intenta capturar el equilibrio que existe entre el amor y la necesidad; por lo que es un interesante estudio del equilibrio perfecto entre pasión y personalidad, que sigue el proceso y la hazaña de Alex Honnold, de 33 años, al escalar sin ningún tipo de ayuda, la formación rocosa vertical llamada “El Capitan” con una altura de unos 900 metros, ubicada dentro del Parque Nacional Yosemite, en Mariposa County, Estados Unidos; siendo el primer escalador en lograrlo en junio de 2017.
Pero también se ve el entrenamiento en “Moonlight Buttress” en El Parque Nacional Zion, en 2008; y los casi escarpados acantilados de piedra caliza en Taghia, Marruecos.
Así, Free Solo rinde tributo a una hazaña extraordinaria y disparatada, la de escalar los 900 metros verticales de la formación rocosa El Capitan, con la sola ayuda de la propia fuerza, sin ningún elemento extra como sogas, arneses, clavijas o elementos de protección.
Esa forma de escalar, es la que se conoce como “Free Solo”
El autor de la hazaña, es un personaje excéntrico, que parece estar al borde de sufrir de algún tipo de sociopatía, aparentemente sólo peligrosa para sí mismo; y para describir el nivel de la hazaña de Honnold, un escalador dice en la película:
“Es como ganar La Medalla de Oro en Los Juegos Olímpicos, sólo que si no la ganas, te mueres”
La película sirve también como una biografía del escalador, pues llegamos a conocer su infancia y adolescencia, y así la película nos ayuda a crear una imagen de su personalidad y su mentalidad aventurera de alto riesgo.
Al tiempo que el filme pone en evidencia la importancia de la salud física, el vegetarianismo, la amistad, la familia y el amor.
Con la escalada al Cap, Alex es consciente de que pueden suceder 2 cosas:
O bien, gracias a su forma física, consigue superar el desafío; o se embarcará a una muerte segura.
De esa manera, Free Solo describe las hazañas atléticas que muchos espectadores encontrarán más allá de la razón, y fundamentan los intentos en pasiones que son casi universales; aunque es por definición de género, una narración tomada de la realidad, más bien parece una película de acción, exhaustiva, tensa y vibrante; y sin lugar a dudas, no solo retrata la parte deportiva, sino que también logra mostrarte la parte humana y emotiva de Alex, haciendo que te sientas identificado aunque no seas escalador; y es una gran forma de darse cuenta todo lo que implica dedicarse a un proyecto, llámese deportivo, laboral o sentimental.
Por ello, Free Solo no es solo una historia acerca de un escalador y un hecho histórico; es una historia de pasión, dedicación y sacrificio, que te hará sudar las manos y mantenerte al filo de tu asiento.
Pero consigue despertar una zozobra, pese a los logros de este hombre carismático, aterra que inspire a otros a intentar lo mismo...
Porque este es un retrato detallado y transfigurado de un héroe, pero al menos se deja ver de entrada, comunicando a aquellos ansiosos aspirantes, que muy pocas personas están construidas como él.
Para los que les guste la emoción y la adrenalina de los documentales de aventuras, Free Solo será una experiencia difícil de superar; y no cabe dudas de que esta sea seguramente la gesta más suicida que existe.
Y es que se me ocurren muchas cosas peligrosas, donde puedo más o menos entender la adrenalina que supone exponerse al riesgo, pero esto es una absoluta locura, pues la muerte está casi asegurada; y si bien sabes el final antes de que comience, sigue siendo una de las películas con más suspenso que he visto:
Vibrante y angustioso por momentos, deja una sensación extraña que mezcla el estupor, la admiración y desasosiego de saber que cualquier día, Alex Honnold nos dejará para siempre…
Como dato, esa misma historia está contada en otra película, en este caso disponible en NETFLIX, llamada “Valley Uprising”, un muy entretenido documental que sirve como prólogo perfecto para Free Solo; pues desde la década del 50, y casi como en un movimiento contracultural, bandadas de marginales, primero beatniks, luego hippies, y finalmente excéntricos, fueron ocupando festivamente el parque nacional para intentar, con diversos métodos, escalar las impresionantes paredes de sus formaciones rocosas, y según se narra en esta película, la forma de escalar era tan importante, como el hecho de llegar hasta la cima sin matarse, y la ética de la escalada determinaba su estética.
Porque no es lo mismo subir por la ladera más fácil, que por la más riesgosa; no es lo mismo preparar el camino con una serie de clavijas que quedan clavadas en la roca, que hacerlo minimizando los objetos utilizados.
Le paso en falso, sale muy, pero muy caro.
“I've done a lot of thinking about fear”
La curiosidad aniquila el miedo a lo desconocido... y esa curiosidad fue la que llevó a un grupo de visionarios, hace 130 años, a constituir National Geographic, una sociedad dedicada a explorar los rincones más alejados del mundo, acercándolos al público general, en la idea democrática de que El Conocimiento es Patrimonio de todos; sin embargo, el propio concepto de exploración ha ido evolucionando a lo largo de todo este tiempo…
Si en sus orígenes, el objetivo de NATGEO era poner por primera vez el pie donde nadie hubiera llegado, para así rellenar las zonas ocultas de los mapas, actualmente, esa necesidad de explorar, responde más bien a la urgencia por comprender un mundo que enfrenta una encrucijada sin precedentes; y la historia de Alex Honnold, forma parte de esos 130 años de National Geographic, la exposición de una de las instituciones sin ánimo de lucro con mayor reconocimiento mundial:
La National Geographic Society; como una referencia en investigación, educación y conservación de la naturaleza.
“Creo que Yosemite es el lugar más inspirador del mundo.
He ido cada primavera y cada verano en los últimos 10 años”, dice el escalador Alex Honnold.
“Por eso, El Cap significó tanto para mí”
Y se refiere a su escalada en solo integral, durante la que batió un récord en la pared rocosa más intimidante del Parque Nacional:
El Capitan.
Los directores, Elizabeth Chai Vasarhelyi y Jimmy Chin, consiguen armar un gran drama sobre la tenacidad del espíritu y los límites de la fortaleza humana, mezclados con periodismo especializado, en el que muestran, además de los tensos momentos de esta y otras escaladas previas, cómo es en realidad un deportista con este altísimo nivel de preparación.
En especial, se empeñan en presentar un retrato del joven Alex, cuáles son su carácter y sus motivaciones para retar al peligro con una temeridad suicida, durante el ascenso escenificado en el 2017.
Allí, la cámara “encimosa”, que se mete a la vida íntima del muchacho, lo presenta como un hombre taciturno, introspectivo y tímido... raro.
Las personas que lo conocen, saben que vive exclusivamente para ascender laderas inaccesibles; y si deja de moverse, languidece.
El súper atleta ríe muy poco; y lo que lo hace feliz y lo conduce al buen humor, es preparar cada proyecto y ejecutarlo con maestría.
Sin embargo, este moverá sus emociones hasta el extremo.
La historia de Free Solo se va adentrando en el universo de Alex, mostrándolo como el tipo de apariencia ordinaria que es, aunque acostumbrado a los reflectores y la atención; donde la posibilidad del resbalón fatal, está siempre presente; por lo que se recuerdan los casos dramáticos de colegas que forzaron los límites, hasta que la desgracia los alcanzó…
Los integrantes del equipo que lo acompaña en esta aventura, saben que su amigo se encuentra en el mismo camino, pero no se puede renunciar a un propósito tan intensamente anhelado, y largamente planeado.
El desenlace es trepidante… esos últimos 20 minutos, son de una tensión insoportable, que si el vértigo fuera real, más de uno ya se hubiera lanzado...
Pues el escalador enfrenta a un enemigo descomunal, sigiloso y quieto; y la losa por la que tiene que trepar, parece una trampa letal.
Pero no solo debe superar la barrera natural, sino su propia inseguridad, y la presión inesperada de ser minuciosamente observado por un equipo de grabación, que puede robarle la concentración en un movimiento crucial.
Como en todo documental que registra un hecho fuera de lo común, la pregunta de rigor es:
¿Dónde está la cámara, quién la maneja, cómo afecta el comportamiento de quienes están siendo filmados?
Todas esas preguntas son expuestas y contestadas en la película; y definitivamente, Free Solo será una experiencia de angustia y estrés para aquellos que tengan pavor a las alturas, o que sufran de vértigo; porque es un documental que los dejará sin aliento, con las palmas de las manos sudadas, y posiblemente sujetados fuertemente a la butaca.
Especialmente cuando Honnold recorre los estrechos pasajes de El Capitan, valiéndose únicamente de sus pies y manos, o mejor dicho, ¡dedos! en la búsqueda por conquistar la cima de dicha formación rocosa.
Por ello, la película ofrece un interesante vistazo en la vida del joven protagonista, como un aventurero perfeccionista, independiente y amante del peligro que se preparara para lo que muchos consideran “una misión suicida”
Incluso se cuestiona si hay algo diferente en su mente, para que éste únicamente encuentre satisfacción a través de situaciones de alto riesgo y adrenalina; y a pesar de ser una importante personalidad en el mundo del montañismo, Alex lleva una vida sencilla, alejado de los reflectores, durmiendo en su propio automóvil y aportando dinero al apoyo de diversas causas sociales.
Asimismo, Free Solo explora el dilema moral de los realizadores del filme, quienes son amigos cercanos del protagonista:
Por un lado está la emoción de poder capturar esta gran hazaña humana y compartirla con el resto del mundo; por el otro se encuentra la enorme probabilidad de que cualquier error, por más pequeño que éste sea, podría quitarle la vida a alguien que quieren y aprecian.
Es entonces cuando deben enfrentarse a tal conflicto:
Completar el documental, retirarse del mismo, o respetar la decisión de Alex.
Sin duda, es algo muy interesante, ya que el rumbo de la cinta pudiera haber cambiado en cualquier momento... de manera muy trágica.
Algo que definitivamente no pasa con las películas de ficción y con la mayoría de los documentales.
Por su parte, Jimmy Chin, uno de sus responsables, es escalador y aparece constantemente en el rodaje; las cámaras, en el ascenso final, cuelgan solitarias a una altura insólita; mientras otras esperan en la cumbre, y una desde la base, con un potente “zoom” y un camarógrafo que sufre tanto como los espectadores, y prefiere mirar para otro lado...
La presencia de un equipo de filmación, y de una novia que intenta “domesticarlo”, apuntan en la dirección contraria al espíritu individualista y solitario que lleva adelante el escalador; y de esa tensión surgen algunos de los momentos más interesantes de la película, no relacionados directamente con la altura y el peligro; pues quienes rodean a Alex, sea equipo de filmación, escaladores o novia, lo admiran incondicionalmente.
Antes incluso de verlo escalar, sabemos a través de las reacciones de esa gente, que se trata de un atleta extraordinario, fuera de lo común.
Y es que Honnold no es un loco impulsivo, sino más bien todo lo contrario:
Una vez elegido el objetivo, su preparación es minuciosa.
El camino hacia la cumbre, impulsado por la yema de los dedos y el empuje de sus piernas, está calculado metro a metro.
Honnold estudia el camino mediante ascensos con cuerdas, lo anota y lo memoriza en su diario donde expresa todas las emociones y datos de escalada.
Eso quiere decir que cuando sube y expone su vida irremediablemente ante el menor error, tiene en la mente más de mil movimientos:
De pequeña hendidura a rugosidad, del mínimo lugar donde apoyar la zapatilla a la pequeña protuberancia desde donde se cuelga con la última falange, etc.
En su indescriptible hazaña, se mezclan el arte, el deporte, la ciencia y el espíritu de los videojuegos, con su iterativo aprendizaje de caminos, pero sin la posibilidad de gastar vidas, pues es solo un intento.
De esa manera, Free Solo es una experiencia intensa, que los tendrá con el corazón colgando de un hilo; un documental que es capaz de provocar admiración y una extraña fascinación hacia su protagonista; con una historia sobre cómo algunos individuos son capaces de poner su vida en peligro, con tal de alcanzar sus metas y dedicarse a lo que más les apasiona.
Así como hay lecciones detrás de la perseverancia de Alex, también hay mucho que aprender sobre cómo ordenar las prioridades en la vida.
En lo personal, la familia, la pareja y los amigos, vienen antes que el trabajo y la fama, por lo que observar a alguien que elige lo contrario, siempre me parece algo intrigante y fascinante.
Y cumpliendo su tarea como documental, Free Solo va más allá de una “simple escalada”, pues no intenta demostrar la inseguridad de Alex Honnold, ya de por sí difícil por el tipo de personalidad y las características neurológicas reveladas; y que sería muy fácil seguir ese hilo narrativo, sino que profundiza en la importancia de la perseverancia que se aleja de las motivaciones mundanas, como lo demuestra con los ideales de su pareja; pero que también equilibra el mensaje con “una pequeña aportación humanista”
Además explora los distintos tropiezos que pueden llegar a alterar el camino metafórico hacia el inicio de su meta, como lo son problemas familiares y físicos como fracturas vertebrales, donde nuestras pequeñas limitaciones parecen fútiles ante hechos que no permitirían cumplir el sueño y el fin de una vida, recordándonos que debemos alejarnos de aquel “pozo infinito de autodesprecio”
Técnicamente, el documental es asombroso, pues al principio, la idea era mostrar la escalada con cámaras y drones a la par… pero todo lo planeado se vino abajo, pues en realidad, molestaba en la concentración, y no aplicaba en aquello del “estilo libre y solo” del título.
Así vemos toda la trastienda de la preparación, las lesiones provocadas por los intentos, “los fallos y el error” en Las Leyendas del Alpinismo que intentaron la escalada “Free Solo” pero que fallaron y murieron, muchos de los cuales, la película homenajea y rinde tributo al dedicársela a ellos.
Así como también vemos imágenes asombrosas, de vértigo, inquietantes que ayudan a que la proeza de este meta-humano logre con éxito una hazaña sin precedentes, literalmente, con habilidades no adquiridas por cualquiera, sino por aquellos que tienen una preparación mental, física, de salud y emocional, pues también conocemos el amor y las decisiones que toma ante retos que no son precisamente alpinistas.
En lo personal, Alex Honnold se nos muestra ido… casi como si “estuviera en otro planeta”, no es casual que sea una persona excepcional, reservada y decidida, con dudas y temores, pero con una determinación inquebrantable que es digna de elogio, pues no hay obstáculo ni temor, cuando la voluntad es más grande.
Pero no todo es suspenso, hay momentos de comedia, como el camarógrafo que no puede mirar las escaladas porque le da terror, o románticos como la relación que tiene Alex con su novia; como verán, la película es muy completa, para todos los gustos, y está narrada de manera convencional, pero muy amena y fluida, siendo un filme familiar, de esos “de vencimiento a la adversidad” algo que gusta mucho en los EEUU; al tiempo que está fotografiado con brillantez por Chin, Clair Popkin y Mikey Schaefer, desde ángulos y posiciones que parecen imposibles.
Porque Free Solo no escapa de los elementos típicos de los documentales de NATGEO, y es muy pertinente señalar a la pareja de directores:
Elizabeth Chai Vasarhelyi y Jimmy Chin, pero sobre todo este último destaca en su papel como director de fotografía, logrando imágenes sublimes de paisajes naturales, como de las primeras tomas con el protagonista de frente ante la inmensidad rocosa; además de lo arriesgado de cada movimiento corporal junto a un drama de pareja.
Cada toma es una gota de sudor derramada por las manos, como la expresión de angustia y necesidad de ver más…
Asimismo, existe una perfecta edición con el aparente y perturbador fin del documental que demuestra, con gran atino, la desesperación por un fracaso.
Sin embargo, el director Jimmy Chin y su equipo, tuvieron problemas con la cámara para filmar y no afectar la subida de Honnold.
Según la directora Elizabeth Chai Vasarhelyi, “la clave para resolver este problema estaba en la preparación extendida”
Una de las mayores dificultades fue, obtener el sonido de Honnold, quien a menudo estaba demasiado lejos de la cámara para usar micrófonos inalámbricos; mientras tanto, el cableado del micrófono no podría interferir con su escalada, y cualquier grabador de su cuerpo, tendría que soportar los rigores de la escalada.
Para resolver el problema, recurrieron al grabador de sonido de producción, con Jim Hurst, quien también era escalador.
Se utilizó así una grabadora que podía transmitir una señal a la cámara, pero también grabarse para sí misma cuando la cámara estaba fuera de alcance.
Como dato, la exploración cerebral de Alex en la película, se conoce como “resonancia magnética”
Esta modalidad de imagen se usa comúnmente en atletas que necesitan que el radiólogo visualice la extensión del daño tisular.
Alex fue estudiado con “fMRI” o MRI Funcional, que sigue el flujo sanguíneo localizado en el rango de segundos que aumenta con el aumento de la actividad neural.
La interpretación presentada en la película, sugiere que Alex tuvo una respuesta disminuida a los estímulos temerosos, como imágenes de barcos que se hunden, cuchillos, etc.; ya que no parece haber una mayor actividad en la amígdala en comparación con otros sujetos considerados “normales”
“Hacer “Free Solo” es escalar una ruta solo utilizando zapatos de escalar y magnesia.
Sin utilizar cuerda ni accesorios para anclarse a los “bolts”, o equipo de seguridad.
Solo eso.
Es simple el concepto, pero hay cero margen de error”, comenta Adrián Haro, un escalador y fotógrafo de La Ciudad de México; pues esto parecería una locura para cualquier persona, aunque Santiago Rodríguez, uno de los principales desarrolladores de Mineral del Chico como zona de escalada, piensa lo contrario; ya que él dice que el nivel de seguridad y confianza que tiene que tener el escalador en sí mismo, hace que esté 100% seguro de cada movimiento.
Y es que cada récord, cada primera vez, o cada vez que alguien se atreve a hacer algo diferente, queda una marca; y en este caso, “Alex Honnold hizo algo que nadie se atrevió siquiera a pensar, que fue escalar una ruta, sin cuerda, en El Capitan, la pared más emblemática de Yosemite”, dice Diego Estévez, al considerar el suceso como algo histórico.
Y para dimensionar un poco la hazaña de Honnold, Santiago la compara como “la llegada a La Luna” del deporte, es por eso que el trabajo de producción de este documental no fue menor, ya que como mencionan durante la película, “todos los miembros que formaron parte del equipo de cámara, son escaladores del más alto nivel”
Esto por 2 motivos:
La dificultad para grabar en las condiciones verticales que la pared demanda, es altísima.
Pero la segunda y más importante, es que cualquier error es ponía en riesgo tanto la vida de Honnold, como la del operador de cámara.
Para Adrián Haro, “esta es la producción más grande en la historia de la escalada hasta ahora, y esto acerca a las personas al deporte o al menos a saber de él para la gente que no lo conocía.
Más gente escalando, y eso es bueno, pero tenemos la tarea de hacer que los nuevos escaladores conozcan de lo importante que es cuidar la roca y las zonas naturales”, agrega el escalador.
Aparte de un estiramiento lento alrededor de la hora, los cineastas mantienen las cosas animadas, con la gran ayuda de la banda sonora en el pulso de Marco Beltrami; muy opuesto al sencillo de créditos finales de Tim McGraw, llamado “Gravity”
“In a real sense, I performed the hard work of that free only during the days leading up to it”
La escalada de Alex Honnold fue probablemente el mayor hito que logró el año pasado, pero está lejos de ser su única aventura…
Antes de ser nombrado “Aventurero del Año de National Geographic”, Honnold también completó con éxito una ambiciosa expedición de escalada en La Antártida.
Ambas experiencias son solo 2 de los varios logros impresionantes en su carrera de escalador en roca; y cuando hablamos, él siempre está entre el gimnasio y el aeropuerto; y además de sus compromisos y su entrenamiento, Honnold gestiona su ONG que financia iniciativas de energía limpia en todo el mundo; por lo que decir que Honnold lleva una vida productiva, es decir poco, pero pese a todos sus logros, tiene un gran sentido de humildad y gratitud por haber sido capaz de ganarse la vida haciendo lo que más ama.
Como dato, entre 1905 y 2018, se registraron más de 30 muertes durante la escalada en El Capitan, incluidos escaladores experimentados.
Los críticos culpan al reciente aumento de muertes, 5 muertes de 2013 a 2018, en parte por el aumento de la competencia en ascensos cronometrados, la fama de las redes sociales y la competencia por acuerdos con fabricantes de equipos o anunciantes.
Además, El Capitan tiene una historia controvertida en relación con salto BASE, y El Servicio de Parques Nacionales ha prohibido efectivamente la práctica.
“BASE” son las siglas de “Building” o Edificio; “Antenna” o Antena/chimeneas/torres de tendido eléctrico; “Span” o Viaducto; y “Earth” o Tierra/risco/acantilado; y son saltos hechos usando paracaídas rectangulares, cuya técnica de tracción o deriva en caída libre, definieron de hecho el salto BASE moderno.
El salto BASE en la actualidad, es considerado por muchos, como el más arriesgado de entre los deportes extremos; y es que el riesgo es considerable, y sin embargo es muy calculado y controlado; porque los practicantes de este deporte, estudian cada salto antes de realizarlo, y solo si las condiciones son las adecuadas para hacer el salto, se realiza.
Michael Pelkey y Brian Schubert, hicieron el primer salto BASE desde El Capitan, el 24 de julio de 1966; pero ambos hombres acabaron con huesos rotos por el salto.
Durante los años 60, y con equipamiento y entrenamiento mejor, muchos saltadores BASE hicieron saltos exitosos y seguros desde El Capitan.
En 1980, El Servicio de Parques Nacionales experimentó con la emisión de permisos para hacer salto BASE; y en estos saltos legales, no hubo grandes lesiones o muertes; sin embargo, otros saltadores mostraron significativo desprecio por las normas del parque y el medio ambiente.
Después de un experimento que sólo duró unos meses, El Servicio de Parques Nacionales dejó de emitir permisos, y cerró efectivamente todo tipo de salto BASE en El Capitan.
El 23 de octubre de 1999, la saltadora BASE y extra, Jan Davis, murió mientras hacía un salto ilegal de protesta, en apoyo al alzamiento de la prohibición.
Con todo, los saltadores BASE siguen combatiendo contra El Servicio de Parques Nacionales en juicio para tener acceso a El Capitan.
Por su parte, Alex Honnold pretende seguir escalando el resto de su vida, conquistando nuevas cimas, más allá de su zona de confort.
 “La definición de aventura es el resultado incierto, para mí es intentar algo y no saber cómo va a salir.
Es sencillamente salir ahí fuera”, dijo; por ello, “Free Solo” es un film para todos aquellos que sueñan con lo imposible.

“I think it's the best thing in life to be able to take the one thing you love the most and have it, like, work out that you can make a living that way”



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