The Haunting

“You may not believe in ghosts, but you cannot deny terror”

Desde el comienzo de la civilización, la historias de fantasmas y espíritus han existido en muchas culturas a nivel mundial, pues la fascinación con la muerte y lo que viene después, está enraizada profundamente en nuestra naturaleza; y esa fascinación se refleja mucho en el género narrativo del horror, volviéndose elemento clave de la literatura gótica y romántica del siglo XVIII; pues siendo expresión del antiguo miedo a lo desconocido, era natural que fuera inspiración a muchos tipos de historias pesadillescas.
Por supuesto, las historias de fantasmas harían la transición al cine, donde pronto se volverían inspiración clásica de películas macabras.
“The Haunting of Hill House” es una novela de terror gótica de 1959, de la autora estadounidense Shirley Jackson, considerada “una de las mejores historias de fantasmas literarias publicadas durante el siglo XX”
Shirley Hardie Jackson, fue una escritora conocida principalmente por sus obras de terror y misterio; y a lo largo de su carrera, que abarcó más de 2 décadas, compuso 6 novelas, 2 memorias y más de 200 cuentos; e influyó grandemente en autores como Stephen King.
De niña, Jackson se veía a menudo incapaz de encajar con otros niños, y pasaba mucho tiempo escribiendo, para angustia de su madre; y cuando era adolescente, vio mellada su seguridad y confianza debido a no encajar en los cánones de belleza que se le exigían como mujer; y se cuenta que cuando era una adolescente, su peso fluctuaba, resultando en una falta de confianza con la que lucharía durante toda su vida.
La autora decidió escribir “una historia de fantasmas” después de leer acerca de un grupo de investigadores psíquicos del siglo XIX, que estudiaron una casa, e informaron sus supuestos hallazgos sombríos a La Sociedad de Investigación Psíquica.
Emocionada por la perspectiva de crear “su propia casa encantada” y los personajes para explorarla, Shirley empezó a investigar más a fondo sobre el tema; y más tarde afirmó que había encontrado una foto de una casa de California que, en su opinión, tenía el aspecto adecuado para su historia; de hecho, le pidió a su madre, que vivía en California, que la ayudara a encontrar información sobre la vivienda.
Jackson también leyó una gran cantidad de material sobre historias de fantasmas tradicionales, mientras se preparaba para escribir la suya; y afirmó:
“Nadie puede meterse en una novela sobre una casa embrujada, sin tocar el tema de la realidad; aunque crea o no en fantasmas”
De hecho, Jackson dibujó planos de las plantas de abajo y arriba del Hill House, y una representación del exterior; siendo esta su 5ª novela, que se basa en el terror en lugar del horror para provocar la emoción en el lector, utilizando relaciones complejas entre los eventos misteriosos en la casa y la psique de los personajes.
La obra representa muy bien el estilo de su autora:
Nunca estridente ni sensacionalista, su voz narrativa es serena, hasta fría emocionalmente, pero exquisitamente precisa en su imaginería y en la elección de vocablos.
Hill House, es una mansión en un lugar que nunca se especifica, construida por el difunto Hugh Crain...
En la historia aparecen 4 personajes principales:
El doctor John Montague, un investigador de lo sobrenatural; Eleanor Vance, una joven tímida que se resiente de haber vivido como una reclusa que cuida a su madre inválida y exigente; Theodora, una extravagante artista bohemia; y Luke Sanderson, el joven heredero de Hill House.
Al encontrarse en la casa, cada uno de sus habitantes empezará a experimentar extraños sucesos sobrenaturales que desencadenarán trágicas circunstancias.
En definitiva, Shirley Jackson presenta su material con gran habilidad y sutileza; donde el horror inherente a la novela, no recae en Hill House, por monstruosa que sea; o en los eventos que tienen lugar en su interior; sino en los recovecos inexplorados de las mentes de sus personajes y de sus lectores.
Tal vez por eso, esta novela sigue siendo la historia definitiva sobre casas encantadas, tanto que se han hecho 2 películas, una obra de teatro, y es la base de una serie de NETFLIX; siendo la versión de 1963, relativamente fiel a la historia original, y bien recibida por la crítica.
“Is this another one of your crazy hallucinations?”
The Haunting es una película de terror, del año 1963, dirigida por Robert Wise.
Protagonizada por Julie Harris, Claire Bloom, Richard Johnson, Russ Tamblyn, Fay Compton, Rosalie Crutchley, Lois Maxwell, Valentine Dyall, entre otros.
El guión es de Nelson Gidding, basado en la novela “The Haunting of Hill House” (1959) de Shirley Jackson.
El director Robert Wise, estaba casi finalizando “West Side Story” (1961) cuando leyó un reportaje sobre la novela de Jackson; y decidió leer el libro, que le encantó y le encargó el guión a Nelson Gidding, por lo que los 2 viajaron a Bennington, Vermont para entrevistarse con la autora Shirley Jackson.
Así, Wise tentó a United Artists con el proyecto, pero lo rechazaron, y su agente le sugirió que lo llevase a la Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), que aceptó el guión, pero a condición de que el presupuesto no superase $1 millón; descontento, Wise se fue a Inglaterra para aprovechar el Eady Levy que promovía la industria del cine y los rodajes en ese país.
Se cuenta que Wise disfrutó durante el rodaje en Ettington Park, ahora el Ettington Park Hotel, en el pueblo de Ettington, en el condado de Warwickshire; que además tenía fama de estar encantado... sin embargo, los interiores se construyeron en los estudios de la MGM en Hertfordshire; y según el actor Russ Tamblyn, Wise se acercó a una sociedad que hacía un seguimiento de las casas embrujadas británicas, y le dieron una lista de esos lugares; no es casual que la película este referenciada “como una de los más aterradoras que jamás se hayan realizado y una de las más inquietantes”, a pesar de la falta de escenas de violencia; aunque los espectadores de la época, la encontraron terrorífica; porque el tema del que trata la película, es el de la locura; y sigue a un pequeño grupo de personas que son invitados por El Dr. John Markway (Richard Johnson), un investigador paranormal, a permanecer en una casa embrujada que toma vida propia.
Su objetivo es comprobar si siguen produciéndose en el lugar fenómenos extraños...
En el grupo lo forman:
El Dr. Markway; una psíquica llamada Theodora “Theo” (Claire Bloom), quien fue puesta a prueba por investigadores de una prominente universidad, y demostró formidables poderes de percepción extrasensorial.
Luke Sanderson (Russ Tamblyn), el heredero de Hill House, cuyo único interés parece ser el efecto negativo que la investigación del doctor pudiera tener en el valor de la mansión; y Eleanor “Nell” Lance (Julie Harris), que cuando niña, su casa sufrió una inexplicable lluvia de rocas durante 3 días; además de tener indicios de que ella puede poseer poderes psicoquinéticos latentes; pero ella es una joven insegura, cuyas habilidades psíquicas le hacen sospechar que de algún modo está conectada con los espíritus que todavía habitan la vieja mansión.
Además de ellos, también está la ama de llaves, Mrs. Dudley (Rosalie Crutchley)
Cosas curiosas comienzan a suceder casi inmediatamente… las puertas se cierran sin razón aparente a espaldas de los ocupantes, y la teoría del Dr. Markway acerca del centro de gravedad de las mismas desplazado, parece inadecuada como explicación; y pareciera ser que Hill House alterara su disposición geográfica para confundirlos.
Además, las figuras de una gigantesca escultura neoclásica en el invernadero, parecen cambiar sus poses mientras nadie mira.
Incluso hay zonas de aire frío por toda la casa, en las que ninguna corriente podría llegar; pero no es sino hasta el anochecer, que lo verdaderamente sobrenatural comienza a suceder.
Cualquier cosa que sea lo que viva en Hill House, se manifiesta casi siempre por sonido:
El golpeteo en las paredes, voces en la noche, los sutiles sonidos de movimiento a nuestras espaldas, e incluso en televisión, esta película es asombrosa y agresivamente ruidosa.
La naturaleza precisa y mortal del ataque de histeria final es, sin embargo, un poco más difícil de predecir, aunque ciertamente se enlaza de excelente manera con algunos de los detalles más oscuros de la historia de la casa.
En The Haunting también se usa diálogo para atraer a la audiencia, llenando las escenas en las que Markway cuenta el origen de la mansión, enfatizando la prosa llena de palabras escabrosas de Jackson, y para los frecuentes monólogos interiores en los que Eleanor revela, cómo trabaja su mente enferma.
Pero sobre todo, se destacaba el estilo visual de la película, donde Wise demuestra un hábil uso de ángulos no convencionales, y movimientos de cámara rápidos y elaborados para crear una atmósfera de desorientación pesadillesca, incluso los diseños de la escenografía sirven para tal efecto; y parece que la razón más grande por la que otras películas han fallado en recrear el terror de lo invisible, es que sus creadores ven a The Haunting como su modelo a seguir, sin darse cuenta de que esta película deriva su éxito de sustituir los impactos visuales por auditivos, al mismo tiempo que usa pequeños detalles visuales para crear una atmósfera en que dichos impactos pueden hacer mayor daño.
No obstante, al filme se le criticó algunos aspectos del guión, como la motivación de los personajes; y valga decir que aquí no encontramos los típicos divertimentos de feria, en que generalmente se convierten las películas de casas encantadas, sino que estamos más bien ante una película de miedo en toda regla, que juega con la sugestión en vez de lo explícito, y que tiene más que merecido su puesto entre las fundadoras de una mitología, y una estética que ha terminado usándose mil veces, eso sí, pocas veces de forma tan recomendable.
Y como no podía ser de otra forma, The Haunting tuvo un remake dirigido por Jan de Bont en 1999, y protagonizado por Liam Neeson, Catherine Zeta-Jones, Owen Wilson y Lili Taylor, que fue duramente criticado en comparación con el original.
“An evil old house, the kind some people call haunted, is like an undiscovered country waiting to be explored.
Hill House had stood for 90 years and might stand for 90 more.
Silence lay steadily against the wood and stone of Hill House, and whatever walked there, walked alone”
Las casas encantadas han sido las protagonistas de innumerables cintas de terror, y cuando no eran el tema central, valían como perfecto escenario a historias para no dormir, adornando con su lóbrega presencia muchas de estas historias a lo largo y ancho de la historia del cine.
Uno de los ejemplos más característicos, es The Haunting, sin duda alguna, uno de los más grandiosos y gloriosos logros de la vieja escuela; que encima del argumento, un experimento científico sobre la naturaleza del miedo llevado a cabo en medio de “una casa embrujada”, era relativamente novedoso para la época, por lo que la aproximación seria al fenómeno de los fantasmas, caló profundamente en el público.
Por su parte, Robert Wise estaba en la postproducción de “West Side Story” (1961) cuando leyó una reseña en la revista Time de la novela de la autora Shirley Jackson, “The Haunting of Hill House”; y tras leer el libro, lo encontró aterrador; y se lo pasó al guionista y amigo, Nelson Gidding, con quien había trabajado en la película “I Want to Live!” (1958)
Gidding hizo un tratamiento de historia completa para Wise, antes de proceder a trabajar en la adaptación; y éste llegó a creer, que la novela no era una historia de fantasmas, sino una recopilación de los locos pensamientos del personaje principal, Eleanor Vance.
Él teorizó que Vance estaba sufriendo un colapso nervioso, imaginando un escenario en el que Hill House es el hospital donde se encuentra; que Markway es su psiquiatra; el resfriado son los golpes; y la violencia son los resultados del tratamiento de choque; y la apertura y cierre de las puertas, reflejaban la apertura y cierre de las puertas del hospital.
Wise y Gidding viajaron a Bennington, Vermont para encontrarse con la autora, Shirley Jackson, quien les dijo que era una buena idea, pero que la novela era definitivamente sobre lo sobrenatural.
No obstante, algunos elementos del concepto de locura permanecieron en el guión, de modo que la audiencia se quedó preguntándose, si los eventos sobrenaturales en la película estaban en la mente de Eleanor, o si eran reales.
También fue durante su visita a Jackson, que Wise y Gidding eligieron el título para la película; y como no querían conservar el título del libro, le preguntaron a Jackson si ella había considerado un título alternativo; y ella sugirió “The Haunting” que Wise y Gidding adoptaron de inmediato.
Wise hizo esta película como una dedicación a la memoria de su mentor, Val Lewton, que había muerto 12 años antes; siendo el productor y escritor bajo el cual Wise había dirigido su primera película, la película de horror sobrenatural, “Curse of The Cat People”
Wise dice que la teoría del horror de Lewton, era que las personas temían más a lo desconocido, que a lo que podían ver; y la decisión de mostrar poco de lo sobrenatural, se tomó muy temprano en la preproducción de la película.
Escribir el guión tardó unos 6 meses; y durante este período, Gidding trabajó solo, y aunque le pasó parte de su trabajo a Wise para mostrarle que el trabajo en el guión estaba progresando bien, él y Wise no colaboraron en el guión.
El guión hizo otros cambios a la historia; como la cantidad de personajes se redujo, la historia de fondo se redujo significativamente, la mayoría de los eventos sobrenaturales descritos en la novela, se mantuvieron fuera de la pantalla; y la mayor parte de la acción se realizó dentro de la casa, para aumentar la sensación de claustrofobia del público.
El papel de Eleanor como una marginada, también fue enfatizado.
Al personaje de Theodora se le dio un sentido del humor más agudo y un poco más cruel para convertirla en una ilusión para Eleanor, pero también para realzar el estatus de persona ajena a Eleanor.
El papel de Luke se hizo más frívolo, y El Dr. Markway/Montague en la novela, se convirtió en un personaje más seguro.
El guión se terminó justo después de que Wise completara el trabajo en “West Side Story” (1961)
La acción sigue al Dr. John Markway, que narra la historia de Hill House, de 90 años de edad, que fue construida en Massachusetts por Hugh Crain (Howard Lang), como hogar para su esposa (Pamela Buckley)
Pero ella murió cuando su carruaje se estrelló contra un árbol, cuando se acercó a la casa por primera vez.
Crain se volvió a casar, pero su 2ª esposa (Freda Knorr) murió en la casa de una caída por las escaleras…
La hija de Crain, Abigail (Janet Mansell/Amy Dalby), vivió en la casa por el resto de su vida, sin mudarse nunca de la guardería; pero murió llamando a su enfermera/compañera (Rosemary Dorken)
La enfermera/compañera heredó la casa, pero luego se colgó de una escalera de caracol en la biblioteca.
La casa de la colina, finalmente fue heredada por La Sra. Sanderson (Fay Compton), aunque ha estado vacía por algún tiempo…
El Dr. Markway desea estudiar la actividad paranormal reportada en Hill House; y obtiene un contrato de arrendamiento de La Sra. Sanderson para ocupar la mansión durante la duración de su investigación.
Condicional a su aceptación, es que se lleve a Luke Sanderson, su heredero, con él.
Markway ha elegido a 2 personas para que lo acompañen:
Una psíquica, Theodora, también conocida como “Theo”; y la dócil Eleanor Lance, que experimentó la actividad de poltergeist cuando era niña.
Y es que Eleanor pasó su vida adulta cuidando a su madre inválida, cuya reciente muerte ha dejado a Eleanor con una severa culpa.
Como dato, las grandes paredes de la mansión en forma de laberinto, fueron construidas con ángulos ligeramente torcidos, lo que dio como resultado perspectivas descentradas, y puertas que se abren y se cierran por sí mismas.
Las paredes de la habitación de Eleanor, tienen un diseño floral en azulejos de yeso blanco; una que es rígida y algo tensa.
Las paredes de la habitación de Theo, están cubiertas de papel tapiz con un diseño de hojas que es bohemio, y con un carácter oculto, que refleja su personalidad...
El papel tapiz del Dr. Markway, tiene un diseño alternativo de hojas retorcidas en un panel, y jarrones en el otro, lo que refleja su mentalidad científica; de tomar el desorden y ponerlo en orden.
La inmensa biblioteca, contiene la destartalada escalera de caracol, de la que se colgó la anterior dueña; y el gran conservatorio está adornado con estatuas misteriosas.
Durante su primera noche en la casa, Eleanor y Theo están aterrorizadas por los acontecimientos sobrenaturales en la puerta de la habitación de Theo.
Se oyen golpes ensordecedores contra la puerta, y se oye la voz de una niña haciendo eco de la risa.
A pesar de la turbulencia, Eleanor siente una afinidad tentativa con Hill House…
El equipo explora la casa al día siguiente, descubriendo un punto frío fuera del vivero, y encontrando otros fenómenos sobrenaturales.
Markway revela más sobre las apariciones que supuestamente han ocurrido; y después de otra noche de ruidosos disturbios, el equipo descubre las palabras:
“Ayuden a Eleanor a llegar a casa” en una pared, lo que causa angustia severa en Eleanor.
Esa noche, Theo se muda a la habitación de Eleanor, y se duermen en la misma cama, pero Eleanor se despierta con los sonidos de un hombre que habla indistintamente, y una mujer que se ríe.
Temerosa, Eleanor le pide a Theo que tome su mano, y ella siente que está siendo aplastada.
Cuando Eleanor oye el llanto de una niña llorando, grita a quienquiera que le esté causando dolor…
Theo se despierta con un sobresalto, y enciende la luz.
Luego, Eleanor ve que se ha movido de la cama al sofá, y se da cuenta de que Theo no era la que sentía al tomar la mano…
Al día siguiente, la esposa del Dr. Markway, Grace (Lois Maxwell), llega a Hill House para advertir a su esposo que un reportero se ha enterado de la investigación de Markway sobre Hill House.
Él está preocupado cuando Grace anuncia que planea unirse al grupo mientras dure la investigación; y ella exige una cama en el vivero, a pesar de que su esposo le advierte que probablemente sea el centro de los disturbios.
Esa noche, el grupo experimenta fuertes golpes y una fuerza invisible que intenta abrirse paso a través de la sala de estar en la que se encuentran.
Luego, los golpes continúan avanzando hacia la guardería, donde se escuchan los sonidos que destruyen la habitación.
Esto lleva a Eleanor a correr hacia la fuente; sin embargo, la gracia no está en ningún lado… y su desaparición se confirma a la mañana siguiente:
La inestabilidad mental de Eleanor empeora a medida que cae más bajo el hechizo de Hill House; y mientras ella entra en la biblioteca y sube la escalera de caracol en mal estado; una vez que llega a la cima, Grace aparece inesperadamente en una trampilla, y la asustada Eleanor casi muere.
Pero Markway la rescata, y simplemente pierde la oportunidad de ver a Grace, quien desapareció en la casa.
Markway está alarmado ante la obsesión de Eleanor con Hill House, a pesar de los peligros que representa para ella; y a pesar de las peticiones de Eleanor para quedarse, Markway insiste en que se vaya inmediatamente, y le pide a Luke que la acompañe a su casa.
Antes de que él pueda unirse a ella en el auto, Eleanor se aleja, y avanza a gran velocidad, y sin control por la carretera hacia las puertas delanteras.
Ella pronto siente que el volante se mueve solo, y el auto avanza erráticamente.
Al principio, ella lucha por recuperar el control, pero luego se rinde ante la fuerza invisible; y de repente, Grace aparece desde detrás de un árbol, y se para delante del coche.
Eleanor se estrella contra el árbol, y muere.
Luke observa que parecía que Eleanor apuntaba deliberadamente el carro hacia el árbol, pero Markway afirma que algo estaba en el carro con ella…
Señala que el árbol que reclamó la vida de Eleanor, es el mismo que mató a la primera Sra. Crain.
The Haunting, es el perfecto ejemplo de ese cine de horror que definió todo tan solo con ser auténtico; y puedo imaginar que en su momento representó un despliegue exorbitante de efectos; porque esta es una película que se apoya por completo en la reacción de sus personajes, y no en la maldad de quienes le acechan.
Por medio de esta premisa, el director Robert Wise logra nuestra atención de forma rápida:
Él filmó la película en blanco y negro, porque le encantó la profundidad y la rica calidad atmosférica del blanco y negro, y pensó que sería perfecto para mejorar la calidad psicológica de la historia.
Con la mayor parte de la acción de la película dentro de la casa, Robert Wise se tomó el tiempo de crear suspenso lenta y deliberadamente, prestando especial atención a cada escena.
Al mantener al elenco pequeño en las distintas habitaciones de la casa, Wise enfatizó la naturaleza claustrofóbica de la historia, lo que ayudó a aumentar la tensión dramática.
Los decorados interiores fueron hechos de Elliot Scott, acreditado por Wise como instrumental en la realización de The Haunting; y fueron diseñados para ser brillantemente iluminados, sin esquinas oscuras ni huecos, y decorados en un estilo rococó.
Todas las habitaciones tenían techos para crear un efecto claustrofóbico en la película; algo inusual, ya que la mayoría de los conjuntos de películas renuncian a los techos para agregar iluminación y filmación.
Numerosos dispositivos y trucos, fueron utilizados en la filmación:
Wise utilizó un 30mm anamórfico, objetivo gran angular de una cámara Panavision, que no estaba técnicamente lista para usar, y causó distorsiones.
Pero se la entregó a Wise, a condición de que firmara un memorando en el que reconociera que la lente era imperfecta...
El sabio y director de fotografía, Davis Boulton, planificó secuencias que mantuvieron la cámara en movimiento, utilizando tomas de ángulo bajo, e incorporando tomas inusuales y tomas de rastreo, como en los pasillos para que se vieran más largos y oscuros.
Esto llevó a algunos de los movimientos de cámara más activos en la carrera cinematográfica de Wise.
Y para acentuar la sensación de que la casa estaba viva, se filmaron tomas desde el exterior, para que las ventanas parecieran ojos.
Para mejorar las actuaciones de los actores durante escenas en las que reaccionan a voces o sonidos fuera del escenario, Wise y sus editores de sonido, crearon una banda sonora “pre-hecha” de voces y ruidos.
Estos se reprodujeron durante el rodaje, y Wise dice que mejoraron en gran medida las actuaciones.
Aunque algunos sonidos fueron reemplazados durante la post-producción, los sonidos “pre-hechos” se dejaron en la banda sonora, justo cuando los actores los escucharon.
Los editores de sonido recolectaron y crearon sonidos en una casa solariega vacía durante una semana, para crear la banda sonora previa; y algunos de los sonidos son muy bajos en el rango, lo que puede causar sensaciones físicas a un volumen alto.
Casi no existen efectos especiales, pues Wise crea sus horrores jugando con el miedo más antiguo de todos:
El miedo a lo no visto; pero la película contiene una serie de efectos especiales , muchos de los cuales se lograron de maneras que no son obvias para el espectador:
En una escena, por ejemplo, una fuerza sobrenatural empuja contra la puerta de un salón grande, doblándola hacia adentro repetidamente.
Aunque a algunos espectadores les parece que la puerta estaba hecha de látex, en realidad estaba hecha de madera laminada; el extraño pandeo fue simplemente el resultado de un miembro de la tripulación fuerte, que empuja con fuerza un trozo de madera contra él.
El famoso contraste nítido de la casa contra el cielo oscuro y las nubes, fue creado por el uso de películas infrarrojas.
Se utilizaron 2 efectos físicos para hacer que la escalera de caracol de la biblioteca pareciera aterradora:
En una escena, la cámara parece subir la escalera a una velocidad rápida.
Wise logró este efecto al usar la barandilla de la escalera como una pista de la muñeca improvisada; así se conectó una cámara a la barandilla, y luego se dejó que se deslizara hacia abajo, todo el tiempo se controla mediante un cable para poder controlar su caída.
La secuencia se invirtió, y se ejecutó a alta velocidad, lo que le dio al corte final una sensación extraña.
En otra escena, la escalera parece volverse inestable y ceder cuando Luke Sanderson la asciende.
Más tarde, Eleanor sube las escaleras en un estado de trance, y es rescatada por El Dr. Markway, incluso cuando la escalera parece lista para colapsar.
El efecto de la escalera colapsada, fue diseñado por un trabajador metalúrgico en los estudios Borehamwood.
El efecto se creó al atar partes de los escalones y la barandilla a un cable que corría dentro de la columna de soporte central de la escalera.
Cuando se aflojó el cable, los elementos de la escalera se aflojaron, y se movieron libremente.
A la inversa, cuando se apretó el cable, la escalera parecía sólida y estable.
El efecto perturbó tanto al elenco, que Robert Wise tuvo que subir la escalera mientras temblaba para demostrar que era seguro.
Otros efectos también se basaban en simples trucos de cine:
Al comienzo de la película, el público ve a Abigail Crain acostada en la cama, envejeciendo de una niña pequeña a una anciana.
Se fijó una cámara sobre la cama, y4 actrices diferentes, cada una con una edad diferente, posaron en la cama debajo de la cámara.
Las disoluciones se usaron para ilustrar el proceso de envejecimiento.
En otra escena, los personajes se encuentran con un “punto frío” en la mansión encantada.
Inicialmente, Wise quería que los actores simplemente presentaran “la calidad de sentir frío en la secuencia”, pero reconoció rápidamente que se necesitaba un efecto visual adicional para enfatizar más claramente la caída de temperatura.
Para superar el problema único de tener que “fotografiar nada”, Wise dio instrucciones al departamento de maquillaje, para aplicar un maquillaje especial a los actores.
Este maquillaje contenía un compuesto que generalmente era invisible a simple vista, pero que aparecía bajo ciertos filtros.
Cuando llegó el momento de filmar, los actores caminaron hacia la parte del conjunto que se suponía representaba el punto frío, y estos filtros se dibujaron gradualmente sobre las luces del conjunto.
Esto dio la impresión visual, de que los personajes se habían puesto pálidos debido a una caída en la temperatura.
El trabajo de la cámara y la edición, trabajan juntos para aumentar aún más las cualidades aterradoras de la película:
Eleanor se ve a menudo desde arriba, y en una escena, la cámara se cierra con tanta fuerza que se ve obligada a retroceder sobre una barandilla.
El punto de vista de Eleanor, a menudo se yuxtapone con vistas misteriosas de la casa, como si ambos puntos de vista fueran iguales.
Muchas de las opciones de edición en la película, también se usaron para aumentar la incomodidad de la audiencia.
Hay una serie de cortes rápidos en la película, que eliminan el sentido de la orientación espacial del espectador, y los ángulos holandeses se utilizan para dar a entender que la realidad está descentrada.
Igualmente, el corte en la acción, a menudo se viola a los personajes que salen de una habitación a la derecha, solo para mostrarles que ingresan a la siguiente habitación desde la izquierda, por lo que el espectador no puede tener una idea clara de qué habitaciones y pasillos están conectados entre sí.
La película también carece de pistas temporales, y hay pocas tomas en las que el público puede ver por una ventana para determinar si es de noche o de día.
En otros casos, las ventanas son visibles, pero hacen poco para establecer la temporalidad, por ejemplo:
Cuando El Dr. Markway rescata a Eleanor en la inestable escalera de caracol, algunas de las ventanas cercanas muestran una fuerte luz solar, mientras que otras muestran la oscuridad afuera.
Todo en lo que De Bont fracasó con su intento de poner la historia en un contexto actual en el “remake”, Wise acierta de lleno.
Con elementos mínimos y un gran poder de sugestión, Wise logra poner el corazón del espectador en un puño, consiguiendo una película con una atmósfera a ratos extraña, a ratos enfermiza, y siempre inquietante.
El público, deseoso siempre de respuestas, espera en todo momento una solución lógica y clara a los sucesos que sufren los 4 personajes centrales, y sin embargo, dicha solución queda a la imaginación del espectador, aunque bañada de pequeños y sutiles apuntes argumentales, que tienen que ver con la historia de la casa, mostrada brevemente en el prólogo, pero sugerida mucho más acertadamente a lo largo de la película.
Esos gritos de niños maltratados, suponen un excelente ejemplo de cómo dar información en la historia, además de llevar al espectador al terreno del terror puro y duro, sin concesiones ni efectismos.
En realidad, The Haunting es la historia de una casa y una mujer mentalmente perturbada; una historia de atracción totalmente inusual y atractiva, en la que un lugar maldito atrae con su poder a una mujer susceptible de caer en sus redes.
Pero en The Haunting no hay fantasmas ni espíritus malignos visibles...
Está claro que la casa donde tiene lugar todo, está maldita, encantada, poseída o lo que sea, pero a partir de dicho momento, The Haunting se centra únicamente en la lucha interna del personaje de Julie Harris, dando la sensación de que todo está en su cabeza.
Esto hace que la película de Wise se resienta en 2 puntos:
Uno, no es necesario el prólogo en el que se nos explica la historia de la casa en cuestión, y mucho menos, ese cambio de punto de vista; y 2, los 3 personajes centrales restantes se resienten en su tratamiento:
El doctor Markway inunda el film de diálogos a veces demasiado sobrecargados, y Luke Anderson es prácticamente innecesario.
Como dato, The Haunting es notable por su carácter lésbico en Theodora, aunque el lesbianismo del personaje se menciona sutilmente en la novela, la película lo hace explícito; y es también una de las pocas películas de Hollywood que representan a una lesbiana como femenina, y no depredadora.
El lesbianismo de Theodora, ayuda a crear conflicto:
Si Theodora hubiera sido heterosexual, la creciente atracción de Eleanor por Markway, no la habría amenazado.
Pero con Theodora, una clara lesbiana, Markway se convierte en una amenaza que causa conflicto entre el psíquico y el investigador.
Originalmente, el guión de Gidding contenía una escena al principio de la película, en la que Theodora se muestra en su apartamento en la ciudad.
En el contexto, queda claro que ella acaba de romper con su amante femenino:
“Te odio”, está escrita en el espejo con un lápiz de labios...
Teodora le está gritando maldiciones por la ventana y más; sin embargo, Wise decidió cortar la escena, creyendo que era demasiado explícito para una película que trabajó duro para hacer las cosas implícitas.
Según Harris, los censores cinematográficos exigían que nunca se mostrara a Theo tocar a Eleanor, para mantener el lesbianismo menos obvio; sin embargo, ambas se tocan varias veces, incluso cuando Theo está sentada en su cama.
El tema se refuerza cuando Eleanor llama a Theo “un error de la naturaleza”
En este poético film, lleno de simbolismo, también se juega con la represión de una mujer; en este caso Eleanor, interpretada de maravilla por Julie Harris:
Ella es una chica que apenas ha salido jamás de su casa, y de repente encuentra en el ambiente enrarecido de la mansión, una especie de nuevo hogar que la acepta como es.
Sus dudas a lo largo de todo el metraje, contrastan con la seguridad en sí mismos del resto de habitantes de la casa, especialmente la de Theodora, presentada sin demasiada ambigüedad como una lesbiana orgullosa de serlo, elemento bastante curioso para la época en que se rodó el film.
Las idas y venidas de Eleonor, su encuentro con los entes que habitan la casa, ¿o son producto de la sugestión por las leyendas de la casa?; son de una inquietud genialmente mostrada.
Peor la esencia de The Haunting es ver cómo un alma humana, la de Eleanor, es engullida por un ente inanimado, la mansión.
Ella es una joven atormentada por no haber logrado salvar a su madre enferma a tiempo años atrás, absolutamente incómoda en el entorno en que vive, junto a su hermano y la esposa de este; y que interiormente encuentra en esta oferta, una forma de huida de su mediocridad existencial, aunque muy pronto descubrirá interiormente, y los monólogos interiores junto a las sensaciones expresadas por la interpretación de la Harris nos lo harán ver; que aquello es fundamentalmente una llamada de atracción hacia la misma, en la que nunca sabremos establecer la frontera entre lo que supone un deseo mental de ella, o del posible hechizo sobrenatural.
Al lado de este eje central, y con elementos de gran interés, los demás capítulos temáticos de The Haunting no dejan de ser un complemento de este eje central.
Desde la clara tendencia lésbica de Theodora, las inquietudes investigadoras de Markway, el deseo de Eleanor de consumar una relación sentimental con este, que se frustra con la llegada de la esposa... a la insatisfacción vital de Eleanor, malograda por los largos años de atención a su enferma madre, es el motor de su percepción extrasensorial.
Ella necesita vivir, sentir la realidad circundante, y su sed de experiencias se materializa en su poder de sugestión.
Pero Eleanor no llega a experimentar verdaderos encuentros con lo oculto, sino que requiere de ellos para poder darse una segunda oportunidad en la vida.
Este matiz, claramente psicológico, se resuelve, al igual que el suspense, mediante la ambigüedad.
Sin embargo y por encima de todas estas impresiones, hay un detalle que me gustaría destacar especialmente, ya que ha sido poco destacado a la hora de abordar algún análisis del film, y que hablan del cuidado en la puesta en escena ofrecida por Wise en esta producción que, evidentemente se tomó con un especial interés, y al que su planificación en formato ancho, le permite efectuar.
Se trata de encuadrar a Eleanor, sobre todo en sus primeros pasajes a la llegada a la mansión, junto a estatuas y elementos humanos pétreos, que parece otorgarle una siniestra bienvenida a la que, más tarde lo descubriremos, será una de las futuras definitivas inquilinas de la misma, sea “muerta” o como “paciente”
Del reparto, Susan Hayward fue barajada para el papel de Eleanor, pero Wise prefirió a Julie Harris, porque daba una mayor sensación de fragilidad e inocencia.
Harris aceptó el papel, encantada, ya que era muy aficionada a la parapsicología, aunque durante la producción sufrió de depresión, y tuvo una relación incómoda con sus compañeros de reparto.
Harris creyó que sus compañeros de reparto no se tomaron la película tan en serio como lo hizo ella.
A veces, ella lloraba en su silla de maquillaje antes de la sesión del día; y Bloom no habló con Harris mientras continuaba la filmación, lo que empeoró su depresión.
Después, Bloom le dijo a Harris, que la falta de interacción la había ayudado a construir su propia actuación, y las 2 mujeres se reconciliaron.
Harris incorporó su propia depresión en su actuación.
Al tiempo que Wise acentuó la sensación de conflicto de caracteres, al hacer que los personajes “pisaran las líneas del otro”, permitiendo que un personaje comience a hablar antes de que el otro haya terminado, tanto que en ocasiones, los personajes simplemente hablan al mismo tiempo.
Aunque se ha criticado a su interpretación de Harris como excesivamente dramática e irritante, realmente dado su carácter, es natural que su personaje se desarrolle de esta manera.
La británica Claire Bloom, fue elegida como Theo, y para dar a su personaje un aspecto “beatnik”, se contrató a la diseñadora Mary Quant para hacer su vestuario.
Wise contrató a Richard Johnson, tras verlo actuar en el Royal Shakespeare Company; más tarde, Johnson dijo que recibió consejos invaluables de la actuación de Wise; que le dijo que mantuviera la vista fija, que parpadeara menos, y que tratara de no cronometrar su actuación.
Wise dijo que se encargaría de eso en la sala de edición; y Johnson también le dio crédito a Wise por ayudarlo a crear un desempeño actoral mucho más natural.
Por su parte, Russ Tamblyn no quería interpretar a Luke, porque le parecía “un cretino”, pero el estudio le obligó a hacerlo, amenazándolo con suspenderlo.
Tamblyn dijo en 1995, que al leer el guión por segunda vez, se dio cuenta de que el personaje era mucho más interesante:
“Esta es la parte irónica, resultó ser una de mis películas favoritas en las que he estado”
Y mientras filmaba escenas nocturnas en exteriores en la casa real, Russ Tamblyn compartió la historia de haber elegido pasear por un cementerio en la parte trasera de la propiedad, y haber tenido una experiencia casi tan aterradora como la propia película.
Como dato, Russ Tamblyn tiene un cameo no acreditado, como el psiquiatra de Nell, en la adaptación de la serie de televisión de 2018, “The Haunting of Hill House” (2018)
La especialista de riesgo, Connie Tilton, hizo las escenas peligrosas, como la caída por la escalera; y aparece 2 veces en la película:
Ella retrata la muerte de la 2ª Sra. Crain, arrojándose hacia atrás por un tramo de escaleras.
Mientras que la actriz no acreditada, Freda Knorr, es vista en momentos antes y después de la caída.
Tilton también aparece cuando la enfermera/compañera de Abigail Crain, se cuelga en la parte superior de la escalera de caracol en la biblioteca.
Aunque a la actriz no acreditada, Rosemary Dorken se la ve subiendo las escaleras y pasando por la cámara, es el cuerpo de Tilton el que de repente aparece de nuevo en un disparo cuando la enfermera/compañera se cuelga.
A modo de curiosidad, llama la atención que la esposa de Markway esté interpretada por Lois Maxwell, que sería la Monypenny en la saga 007 durante muchos años.
Todos los miembros del reparto, disfrutaron trabajando con Robert Wise, quien tenía una reputación de larga data, como un director fuerte, con grandes instintos y sin ego.
Julie Harris lo recordó como “un caballero tranquilo que nunca se molestó por nada”, y Claire Bloom encontró que trabajar con él “era maravilloso”
Como dato, los nombres en la pizarra en la oficina del Dr. Markway, son todos amigos o familiares del escritor Nelson Gidding:
Albert Trepuk era su padrastro, Charles Stern, Ruth Murray, Rufus Matthewson y Paul Kirschner eran sus amigos, y Joshua Walden era su hijo de 14 años.
En 1990, el magnate de los medios de comunicación, Ted Turner, anunció que comenzaría a colorear muchos filmes clásicos para hacerlas más agradables para el público que mira su red de cable TCM.
El anuncio generó una gran controversia; y como miembro del Gremio de Directores, Wise se enteró de que Turner estaba coloreando The Haunting… y pudo evitar la colorización, al señalar su contrato que establecía que la película solo podía ser en blanco y negro.
Sin embargo, el corte original de la película tiene varias diferencias con respecto a la versión de lanzamiento general:
La apertura alternativa con voz “en off” por el personaje de la Sra. Sanderson en lugar del monólogo de Markway.
Los títulos anteriores a esta escena, son ligeramente diferentes.
La escena de “la historia de la casa de la colina”, continúa en la reunión con la Sra. Sanderson y Markway, pero en una versión, es Sanderson quien más habla.
Falta la siguiente escena de la impresión de la versión general de Markway, que enumera sus temas en una pizarra... y en su lugar, hay una escena en la que Theo arroja a su amante a su apartamento y, junto a una foto de su amante, escribe “¡Te odio!” en un espejo con lápiz de labios, mira su reflejo y murmura:
“Yo también te odio...”
Luego recibe su invitación de Markway.
Esto le es entregado por su casera, y cómo requiere que se pague el franqueo en exceso; Theo ya sabe que esto debe pagarse, y hay un intercambio de humor sobre su ESP o su “regalo”
Hay varias escenas extendidas que involucran los pensamientos internos de Eleanor, la mayoría de los cuales se relacionan con sus pensamientos sobre su posible relación con Markway.
La escena que muestra su viaje a la casa, se amplía con más material de monólogo interno, que incluye un par de fotos de su giro hacia la ruta 238, y comentando “el final del viaje en una reunión de amantes...”
La escena Morning/Harp es más larga, y contiene más diálogos de Eleanor y Markway.
Esta impresión tenía una tarjeta de título antes del logotipo de MGM que decía:
“Esta impresión es un préstamo del National Film and Television Archive”
Como errores de producción:
Debido a que la historia fue filmada en Inglaterra, pero ambientada en los Estados Unidos, Eleanor pasa una casa con un cartel que dice “To Let” en lugar de “For Rent”
Y para un científico como El Dr. Markway, exhibe una sorprendente falta de curiosidad científica con respecto a la escritura de “Help Eleanor Come Home”, en la pared que descubren.
Él le dice a Luke, que lo limpie de la pared, sin siquiera tomar fotografías de la escritura, o muestras de la sustancia similar a la tiza usada para escribirla.
Cerca del final, El Dr. Markway señala un punto, el daño en un árbol causado por el carro de Hugh Crain.
Pero los árboles crecen continuamente nuevas capas de madera cada año, y no hay forma de que ningún daño sea visible 90 años después de que el carro se estrellara.
Si The Haunting tiene algún defecto, es quizás el hecho de que sufre de un ritmo algo lento mientras la historia se desenvuelve; sin embargo, este ritmo es esencial para el desarrollo de los eventos que llevan al gran final.
Con una maravilla de estilo y técnica, The Haunting demuestra el gran talento de Robert Wise como un narrador visual.
En  definitiva, como sociedad vamos hacia adelante…
El “shock” de antes, ya es inexistente; pero las raíces siempre son importantes por alguna razón.
Siempre, si no tomen en cuenta la escena en la que 2 chicas son asustadas por sonidos misteriosos...
Esa es una escena tan terrorífica como alguna moderna.
Un sentimiento como el que ese momento genera en el espectador, queda para siempre.
“It was an evil house from the beginning, a house that was born bad”
Esas historias de fantasmas minimalistas, esos asesinos de imposibilidad física, y esa presencia indescriptible del “monstruo en la oscuridad”…. todo se manejaba de forma limitada, porque los recursos no eran ilimitados.
Pero me gusta pensar que antes, los cineastas utilizaban al cine como método, y no necesariamente como un medio.
La consideración del film The Haunting ha crecido con el tiempo, y ahora se lo considera una obra de culto; tanto que el director Martin Scorsese la coloca primera en su lista de “las mejores películas de terror”
Y su director, Robert Wise, cuenta que Steven Spielberg la considera una gran influencia; de hecho, Wise llamó a The Haunting, uno de sus filmes favoritos entre las películas que hizo, y comentó que era su experiencia cinematográfica favorita.
Por su parte, el célebre escritor, Stephen King, en su libro “Danse Macabre” (1981) se refiere a “The Haunting of Hill House”, como una de las mejores novelas de terror de finales del siglo XX, y ofrece una extensa reseña; y también mencionó la novela como fuente de inspiración al momento de escribir su novela de vampiros “Salem's Lot”
Como dato, un “remake” de esta película, The Haunting, fue intentado a principios de la década de 1990 por el notorio autor del horror; y lanzó el proyecto bajo el nombre de “Rose Red” a Steven Spielberg.
El proyecto tuvo un giro, y se escribió un guión completo, pero Spielberg exigió más emociones y secuencias de acción, mientras que King quería más horror.
King y Spielberg acordaron mutuamente archivar el proyecto después de varios años de trabajo, y King volvió a comprar los derechos del guión.
King regresó al proyecto en 1999, completó un guión revisado, y lanzó con éxito el guión al productor Mark Carliner.
El guión revisado de King, se emitió como una miniserie titulada “Rose Red” en 2002, pero solo tiene un parecido superficial con The Haunting.
En 2018, 2 de los 13 escritores encuestados por The New York Times, identificaron al libro de Shirley Jackson como “el más aterrador que jamás hayan leído”

“I'm not crazy!”



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