Bridget Jones's Diary
“Uninhibited.
Uncensored.
Unmarried”
Las películas de comedia romántica son un subgénero de las películas de comedia así como de las películas románticas.
El argumento básico de una comedia romántica es que dos personas se conocen, bromean entre ellas, pero a pesar de la atracción obvia para la audiencia no se ven románticamente involucrados por algún tipo de factor interno, exteriormente ellos no se gustan mutuamente, o por una barrera externa, uno de ellos tiene una relación amorosa con otra persona, por ejemplo.
En algún momento, después de diversas escenas cómicas, ellos se separan por alguna razón.
Uno u otro entonces se da cuenta de que ellos son perfectos el uno para el otro, y normalmente después de un espectacular esfuerzo o una increíble coincidencia, ellos se encuentran de nuevo, declarándose amor eterno el uno para el otro, y viven felices para siempre.
Por supuesto, hay numerosas variaciones en está básica línea argumental.
No es ni siquiera esencial que los dos personajes principales acaben cada uno en los brazos del otro.
De hecho el formato básico de una comedia romántica es muy anterior al cine, por ejemplo, muchas de las obras de teatro de William Shakespeare, como “Much Ado About Nothing” y “A Midsummer Night's Dream” se sitúan de lleno dentro del género de la comedia romántica.
“It's Monday morning, Bridget has woken up with a headache, a hangover and her boss”
Bridget Jones's Diary es una película británica del 2001, dirigida por Sharon Maguire y basada en la novela del mismo nombre escrita por Helen Fielding.
Protagonizada por Renée Zellweger, Hugh Grant, Colin Firth, Jim Broadbent, Gemma Jones, Sally Phillips, Shirley Henderson, James Callis, Embeth Davidtz, Celia Imrie, Honor Blackman, Charmian May, Donald Douglas, Patrick Barlow, Salman Rushdie y Jeffrey Archer.
Bridget Jones's Diary estuvo nominada al Oscar como mejor actriz para Renée Zellweger.
Hartos de las acicaladas princesitas que se enamoran del súbdito más guapetón del reino, hartos del eterno galán carismático que conquista al patito feo que se convierte en cisne...
Bridget Jones's Diary es la mayor resurrección de la comedia romántica en toda la década de los 90.
Bridget Jones's Diary procura obtener la complicidad del espectador por medio de la creación de un personaje patético al que, en el fondo, se le niegan todos sus objetivos por un cúmulo de encadenadas e "inesperadas" desgracias.
Así las cosas, nos encotramos con Bridget Jones (Zellweger), una treinteañera londinense que ha decidido perder peso y escribir su día a día en un diario.
Pasa las noches en el sofá, viendo la tele, bebiendo y fumando.
Lo que no imagina es, después de una cita con Mark Darcy (Firth), su jefe Daniel Cleaver (Grant) va a tener un affaire con ella.
De la noche a la mañana, Bridget va a tener que decidir entre dos hombres completamente distintos.
Pocas veces el éxito de una novela o de una pieza teatral tiene su prolongación perfecta cuando se realiza la adaptación a la gran pantalla.
El principal factor en su contra es que el director encargado de este propósito no logre acertar a la hora de poner en marcha las imágenes, las escenas, personajes y descripciones que el autor literario, gracias al inmenso poder evocador de la palabra escrita, ha plasmado en su novela.
Esto ha dado lugar a clamorosos desastres que han derivado en polémicas entre los partidarios del director y los del creador del original.
Bridget Jones's Diary recrea, sin descuidar su primigenia condición de diario escrito con saltos constantes de espacio y tiempo, un año en la vida de esta joven que se propone acabar de una vez por todas con sus problemas con los hombres, el sexo, el alcohol, el tabaco y la maldita báscula que le recuerda gramo a gramo que su peso aumenta.
Su directora, Sharon Maguire, hace gala de un toque “british” que contagia el relato de un humor sutil, basado en el poder de las palabras.
Bridget Jones's Diary como adaptación del homónimo popular best seller de la escritora Helen Fielding, fue todo un merecido éxito de taquilla, cuya principal estimación se aposenta en la estupenda valía interpretativa de la tejana Renée Zellweger.
Su elección como protagonista obtuvo una contestación negativa en Inglaterra por parte de los amantes del libro, que deseaban una muchacha británica para el papel.
Al final, no pudo ser más acertada, pues es la rubia Renée la que aporta consistencia a Bridget Jones's Diary.
Hugh Grant, con sus habituales tics y sonrisas compone un muy aceptable personaje de rasgos altamente seductores, lo que le aleja de sus típicos caracteres románticos y melosos.
Y Colin Firth, que con las características psicológicas de su papel, está muy bien en su actuación.
Ellos son los dos protagonistas masculinos que acompañan a Renée en esta fresca comedia romántica que estima el valor de la complacencia con uno mismo, sea como sea.
Bridget Jones's Diary no hubiera sido el mismo sin su magnífica directora debutante Sharon Maguire, la cual no sólo demostró tener la capacidad de organizar y dirigir a sus actores, sino de tener más talento que otros directores de Hollywood.
En la vida hay miles de situaciones para las que uno no está preparado, hay miles de razones para sentirse mal con uno mismo.
Cabe la posibilidad de preocuparse, o aprender de Bridget, y reírse de uno mismo.
¿Qué tiene Bridget Jones que la hace tan especial?
Pues que ella solita reúne todos los vicios y complejos que existen en este mundo.
¿Quién no ha contado alguna vez los kilos que han engordado, las copas que ha bebido o los cigarrillos del día?
¿Quién no se ha planteado en algún momento su anormal soltería o la última vez que tuvo sexo?
¿Quién no ha tenido que elegir entre un tanga sexy o una faja esconde-tripa para ir a una cita?
Sin embargo, en Bridget Jones's Diary, la víctima de los chistes es la protagonista.
No resulta nada agradable comprobar que en los escasos momentos en que el espectador esboza una sonrisa se debe a que está pensando:
"¡Qué estúpida!"
De Bridget Jones, cuyo diario escuchamos “en off”, deberíamos saberlo todo, a no ser que también se oculte cosas a sí misma allí, y sólo sabemos que trabaja en una oficina, que quiere adelgazar, dejar de beber, liarse con su jefe aunque no le convenga y encontrar al hombre que le conviene.
Y todos estos puntos se ponen en escena procediendo a las diferentes maneras de ridiculizar a la protagonista:
Con unas bragas altas, disfrazándola, o haciéndola quedar como un florero al que no se puede confiar ninguna labor, por ejemplo:
La escena de la presentación del libro a la que acude Salman Rushdie.
Lo distinto de Bridget Jones's Diary es que a pesar de ser un filme romántico por naturaleza, no trabaja los mecanismos estereotipados tan comunes en las cintas de Hollywood en este género.
Me refiero a que se muestra a la protagonista de una forma que es poco común y entonces se le realzan los puntos negativos:
Poco femenina, está excedida de peso, tiene malos modales y hasta ciertas características de varón.
Todo esto es para trabajar psicológicamente el filme y dar pautas sobre cómo debería ser el estereotipo de mujer atractiva.
Por lo tanto el personaje principal que desarrolla magistralmente Zellweger, nos dará una clase sobre cómo no es una mujer visualmente atractiva para a partir de allí criticar abiertamente a la sociedad actual que donde la imagen y el comportamiento visible es todo.
Bridget Jones es la abanderada de la mujer del montón y del corriente, de la mujer media que nada tiene que ver con las súper mujeres que siempre nos restriegan en las revistas, en los anuncios y en muchas películas.
Bridget viene a reivindicar que no existen esas mujeres prácticamente impecables que, como los parásitos intestinales, se instalan en nuestro subconsciente y crean complejos y traumas, porque muchas nunca podrán ser como ellas.
Pues bien, Bridget es una chica de treinta y dos años, soltera, sin novio, patosa, no sabe cocinar, como ama de casa no se ganaría la vida, aficionada a beber un poco más de la cuenta, fumadora empedernida y que siempre se las arregla para meter la pata hasta el fondo en cualquier situación.
Junto a todo eso, padece de verborrea y dice lo primero que le viene a la cabeza.
Es sincera, honesta, divertida y tierna.
Aceptémonos a como somos, y el amor llegará solito, también recuerden eso de:
No es la más bella la que triunfa, sino la más rápida
“All women keep score...
Only the great ones put it in writing”
Uncensored.
Unmarried”
Las películas de comedia romántica son un subgénero de las películas de comedia así como de las películas románticas.
El argumento básico de una comedia romántica es que dos personas se conocen, bromean entre ellas, pero a pesar de la atracción obvia para la audiencia no se ven románticamente involucrados por algún tipo de factor interno, exteriormente ellos no se gustan mutuamente, o por una barrera externa, uno de ellos tiene una relación amorosa con otra persona, por ejemplo.
En algún momento, después de diversas escenas cómicas, ellos se separan por alguna razón.
Uno u otro entonces se da cuenta de que ellos son perfectos el uno para el otro, y normalmente después de un espectacular esfuerzo o una increíble coincidencia, ellos se encuentran de nuevo, declarándose amor eterno el uno para el otro, y viven felices para siempre.
Por supuesto, hay numerosas variaciones en está básica línea argumental.
No es ni siquiera esencial que los dos personajes principales acaben cada uno en los brazos del otro.
De hecho el formato básico de una comedia romántica es muy anterior al cine, por ejemplo, muchas de las obras de teatro de William Shakespeare, como “Much Ado About Nothing” y “A Midsummer Night's Dream” se sitúan de lleno dentro del género de la comedia romántica.
“It's Monday morning, Bridget has woken up with a headache, a hangover and her boss”
Bridget Jones's Diary es una película británica del 2001, dirigida por Sharon Maguire y basada en la novela del mismo nombre escrita por Helen Fielding.
Protagonizada por Renée Zellweger, Hugh Grant, Colin Firth, Jim Broadbent, Gemma Jones, Sally Phillips, Shirley Henderson, James Callis, Embeth Davidtz, Celia Imrie, Honor Blackman, Charmian May, Donald Douglas, Patrick Barlow, Salman Rushdie y Jeffrey Archer.
Bridget Jones's Diary estuvo nominada al Oscar como mejor actriz para Renée Zellweger.
Hartos de las acicaladas princesitas que se enamoran del súbdito más guapetón del reino, hartos del eterno galán carismático que conquista al patito feo que se convierte en cisne...
Bridget Jones's Diary es la mayor resurrección de la comedia romántica en toda la década de los 90.
Bridget Jones's Diary procura obtener la complicidad del espectador por medio de la creación de un personaje patético al que, en el fondo, se le niegan todos sus objetivos por un cúmulo de encadenadas e "inesperadas" desgracias.
Así las cosas, nos encotramos con Bridget Jones (Zellweger), una treinteañera londinense que ha decidido perder peso y escribir su día a día en un diario.
Pasa las noches en el sofá, viendo la tele, bebiendo y fumando.
Lo que no imagina es, después de una cita con Mark Darcy (Firth), su jefe Daniel Cleaver (Grant) va a tener un affaire con ella.
De la noche a la mañana, Bridget va a tener que decidir entre dos hombres completamente distintos.
Pocas veces el éxito de una novela o de una pieza teatral tiene su prolongación perfecta cuando se realiza la adaptación a la gran pantalla.
El principal factor en su contra es que el director encargado de este propósito no logre acertar a la hora de poner en marcha las imágenes, las escenas, personajes y descripciones que el autor literario, gracias al inmenso poder evocador de la palabra escrita, ha plasmado en su novela.
Esto ha dado lugar a clamorosos desastres que han derivado en polémicas entre los partidarios del director y los del creador del original.
Bridget Jones's Diary recrea, sin descuidar su primigenia condición de diario escrito con saltos constantes de espacio y tiempo, un año en la vida de esta joven que se propone acabar de una vez por todas con sus problemas con los hombres, el sexo, el alcohol, el tabaco y la maldita báscula que le recuerda gramo a gramo que su peso aumenta.
Su directora, Sharon Maguire, hace gala de un toque “british” que contagia el relato de un humor sutil, basado en el poder de las palabras.
Bridget Jones's Diary como adaptación del homónimo popular best seller de la escritora Helen Fielding, fue todo un merecido éxito de taquilla, cuya principal estimación se aposenta en la estupenda valía interpretativa de la tejana Renée Zellweger.
Su elección como protagonista obtuvo una contestación negativa en Inglaterra por parte de los amantes del libro, que deseaban una muchacha británica para el papel.
Al final, no pudo ser más acertada, pues es la rubia Renée la que aporta consistencia a Bridget Jones's Diary.
Hugh Grant, con sus habituales tics y sonrisas compone un muy aceptable personaje de rasgos altamente seductores, lo que le aleja de sus típicos caracteres románticos y melosos.
Y Colin Firth, que con las características psicológicas de su papel, está muy bien en su actuación.
Ellos son los dos protagonistas masculinos que acompañan a Renée en esta fresca comedia romántica que estima el valor de la complacencia con uno mismo, sea como sea.
Bridget Jones's Diary no hubiera sido el mismo sin su magnífica directora debutante Sharon Maguire, la cual no sólo demostró tener la capacidad de organizar y dirigir a sus actores, sino de tener más talento que otros directores de Hollywood.
En la vida hay miles de situaciones para las que uno no está preparado, hay miles de razones para sentirse mal con uno mismo.
Cabe la posibilidad de preocuparse, o aprender de Bridget, y reírse de uno mismo.
¿Qué tiene Bridget Jones que la hace tan especial?
Pues que ella solita reúne todos los vicios y complejos que existen en este mundo.
¿Quién no ha contado alguna vez los kilos que han engordado, las copas que ha bebido o los cigarrillos del día?
¿Quién no se ha planteado en algún momento su anormal soltería o la última vez que tuvo sexo?
¿Quién no ha tenido que elegir entre un tanga sexy o una faja esconde-tripa para ir a una cita?
Sin embargo, en Bridget Jones's Diary, la víctima de los chistes es la protagonista.
No resulta nada agradable comprobar que en los escasos momentos en que el espectador esboza una sonrisa se debe a que está pensando:
"¡Qué estúpida!"
De Bridget Jones, cuyo diario escuchamos “en off”, deberíamos saberlo todo, a no ser que también se oculte cosas a sí misma allí, y sólo sabemos que trabaja en una oficina, que quiere adelgazar, dejar de beber, liarse con su jefe aunque no le convenga y encontrar al hombre que le conviene.
Y todos estos puntos se ponen en escena procediendo a las diferentes maneras de ridiculizar a la protagonista:
Con unas bragas altas, disfrazándola, o haciéndola quedar como un florero al que no se puede confiar ninguna labor, por ejemplo:
La escena de la presentación del libro a la que acude Salman Rushdie.
Lo distinto de Bridget Jones's Diary es que a pesar de ser un filme romántico por naturaleza, no trabaja los mecanismos estereotipados tan comunes en las cintas de Hollywood en este género.
Me refiero a que se muestra a la protagonista de una forma que es poco común y entonces se le realzan los puntos negativos:
Poco femenina, está excedida de peso, tiene malos modales y hasta ciertas características de varón.
Todo esto es para trabajar psicológicamente el filme y dar pautas sobre cómo debería ser el estereotipo de mujer atractiva.
Por lo tanto el personaje principal que desarrolla magistralmente Zellweger, nos dará una clase sobre cómo no es una mujer visualmente atractiva para a partir de allí criticar abiertamente a la sociedad actual que donde la imagen y el comportamiento visible es todo.
Bridget Jones es la abanderada de la mujer del montón y del corriente, de la mujer media que nada tiene que ver con las súper mujeres que siempre nos restriegan en las revistas, en los anuncios y en muchas películas.
Bridget viene a reivindicar que no existen esas mujeres prácticamente impecables que, como los parásitos intestinales, se instalan en nuestro subconsciente y crean complejos y traumas, porque muchas nunca podrán ser como ellas.
Pues bien, Bridget es una chica de treinta y dos años, soltera, sin novio, patosa, no sabe cocinar, como ama de casa no se ganaría la vida, aficionada a beber un poco más de la cuenta, fumadora empedernida y que siempre se las arregla para meter la pata hasta el fondo en cualquier situación.
Junto a todo eso, padece de verborrea y dice lo primero que le viene a la cabeza.
Es sincera, honesta, divertida y tierna.
Aceptémonos a como somos, y el amor llegará solito, también recuerden eso de:
No es la más bella la que triunfa, sino la más rápida
“All women keep score...
Only the great ones put it in writing”
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