The Odessa File

“No one wants to read about Jews”

ODESSA del alemán “Organisation der ehemaligen SS-Angehörigen” u “Organización de Antiguos Miembros de la SS” es el nombre creado por el novelista Frederick Forsyth en su obra, basada en hechos reales, "The Odessa File" de 1972, a la red de colaboración secreta desarrollada por grupos nazis para ayudar a escapar a miembros de la SS desde Alemania a otros países donde estuviesen a salvo, particularmente de Sudamérica.
Por otro lado, el mayor investigador, perseguidor y encargado de informar sobre la existencia y misión de esta organización fue Simon Wiesenthal, un judío austríaco sobreviviente del Holocausto, quien se dedicó a localizar ex-nazis para llevarlos a juicio.
Según Simon Wiesenthal, ODESSA se fundó en 1946 para ayudar a nazis prófugos de la justicia internacional.
Otras fuentes, tales como las entrevistas realizadas por el canal de televisión alemán ZDF a ex-miembros de las SS, sugieren que ODESSA no era la única organización secreta mundial que Wiesenthal describía.
En lugar de ello, existieron varias organizaciones, tanto abiertas como encubiertas, incluyendo la CIA, varios gobiernos latinoamericanos y una red de clérigos católicos con base en Italia, que ayudaron a los ex-miembros de las SS a huir de Alemania.
Esta organización secreta ayudó a ex líderes nazis refugiados, en Argentina, Brasil, Chile, México, y Paraguay mayoritariamente, tras la Segunda Guerra Mundial.
La mayor parte de sus integrantes residía en Francia, España, neutral durante la II Guerra Mundial, e Italia.
No se tiene constancia de la organización en la actualidad, lo más probable es que dada la edad de los supervivientes, ésta ya no exista.
Sin embargo, más de 10 000 ex-militares alemanes lograron escapar a Sudamérica a través de rutas de escape creadas por ODESSA y la Deutsche Hilfsverein.
Mientras que ODESSA en sí misma fue incidental, la continua existencia de la organización era un hecho mucho mayor y más amenazante.
Nada de esto ha sido convincentemente probado.
En diciembre de 2002, el gobierno argentino en Buenos Aires rechazó los pedidos del Centro Simon Wiesenthal para la publicación de 58 archivos referentes al escape de nazis a Argentina; sin embargo, dos de los archivos se abrieron en julio de 2003 y, desde entonces, el gobierno argentino ha cooperado con las investigaciones.
“They were germans!”
The Odessa File es una película dramática de 1974, coproducción británico-germana, dirigida por Ronald Neame.
Protagonizada por Jon Voight, Maximilian Schell, Maria Schell, Mary Tamm, Derek Jacobi, Peter Jeffrey, Klaus Löwitsch, entre otros.
The Odessa File está basada en la novela homónima de Frederick Forsyth, bien protagonizada por Jon Voight y brillante también la interpretación de Maximilian Schell.
Lástima que The Odessa File no incida más, como la novela, en el origen de esta persecución, en cómo se inicia todo y como se prepara la operación.
Sin embargo, dicen que el autor de la novela hubo de llevar protección durante cierto tiempo por las amenazas de los antiguos SS.
The Odessa File arranca el 23 de septiembre de 1963.
Comienza con una secuencia en Israel donde unos militares cuentan que Egipto tiene bases de cohetes cargadas con peste bubónica y Estroncio 90 apuntando a su Nación, solo les falta un sistema para teledirigirlos, este elemento se está fabricando en Alemania por una organización nazi, Odessa, la trama da un salto al 22 de noviembre en Hamburgo, fecha del magnicidio de Kennedy, a un periodista, Peter Miller (Jon Voight), un periodista independiente, quien posteriormente leerá el diario personal de Salomon Tauber, un judío que acaba de suicidarse dejando abierto el gas de su vivienda.
En el relato se recoge todo el trauma de su cautiverio en un campo de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial, y las atrocidades cometidas por el comandante de la planta, el Capitán de la SS Eduard Roschmann (Maximilian Schell), llamado “El Carnicero de Riga”
Según el testimonio de Tauber, el militar aún vive en Alemania, bajo identidad falsa.
Miller se propone descubrir y capturar al capitán Roschmann.
Las pistas que consigue a medida que tira del hilo son reveladoras, ya que parece ser que Roschmann vive como un señor en alguna parte de Alemania, gracias a una organización llamada Odessa, que presta ayuda a antiguos miembros nazis para escapar de Europa, o colocarlos en Alemania con una nueva identidad.
Además, éstos poseen mucha riqueza y poder, puesto que con la dictadura de antaño algunos dirigentes se hicieron del oro, y al tener contactos e influencias muy importantes dentro del sistema de la Alemania occidental, ya sean policías, jueces, industriales, banqueros, políticos, y demás fauna.
Está claro que los ganadores siempre tienen a gente que les admira y los apoya.
Sin embargo, el periodista tampoco está solo, sino que colabora con el famoso caza nazi Simon Wiesenthal, además de recibir ayuda por parte de los agentes de Israel.
Eventualmente, Miller se va involucrando en la organización constituida por ex miembros de las SS, llamada ODESSA, y también con los servicios de inteligencia de Israel.
Profundizando en su investigación comienza a arriesgar su vida y a descubrir los lazos existentes entre su propia familia y Roschmann.
En el giro final de The Odessa File queda claro que Miller no es un caza nazis más, no persigue a un cruel genocida, realmente le dan igual las miles de personas que ha matado sin compasión, solo quiere vengarse pues él fue quien mató a su padre, es algo personal que se quiere mezclar con el Holocausto
El valor real de The Odessa File es su poder de transmisión de sentimientos a través de los recuerdos de los personajes, la decepción por una sociedad destinada a olvidar sin castigar y el abandono que sufrieron las víctimas.
El conjunto está acompañado por una notable ambientación y localización de escenarios, mezcla de la tradición y desarrollo de la Alemania de los años 60, lo cual, ya de por sí, es un documento histórico.
The Odessa File se puede encuadrar en una corriente que comenzó en los setenta donde se contaban historias de nazis escondidos y que seguían haciendo de las suyas.
Su giro final rebela la ambigüedad moral del protagonista, aunque en la última escena nos quieran decir otra cosa, las motivaciones de Miller están muy claras:
“Los pueblos no son malos, los individuos lo son”

“They were German Jews”



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