V For Vendetta
“Vi veri universum vivus vici”
Resulta que la difunta Reina de Inglaterra, Elizabeth I, había mostrado una especial ojeriza contra los católicos leales al Papa, a quienes prohibió ir a misa y obligó a asistir a los oficios de la Iglesia de Inglaterra.
Elizabeth, excomulgada por el Papa en 1570, se había encargado de ejecutar en 1587, un año antes de la desventura de la Gran Armada, a la Reina de Escocia, Mary I, no confundir con Mary I Tudor, alias “Bloody Mary”, hermanastra mayor de Elizabeth I y antecesora de ésta en el trono de Inglaterra, para alejar la posibilidad de un Golpe de Estado de los seguidores de la Iglesia de Roma.
Cuando le sucedió James I, casado con la Reina Católica Anne de Dinamarca, se pensó que se suavizarían las leyes anticatólicas, pero ocurrió todo lo contrario, se endurecieron.
No obstante, la aplicación de tales normas se hizo más laxa.
El 26 de marzo de 1604, Robert Catesby, Thomas Winter y John Wright se reunieron secretamente para intentar acabar con la represión anglicana.
Unas semanas después, Catesby invitó a un quinto conjurado, Guy Fawkes, a entrevistarse con el condestable de Castilla, Juan de Velasco, que se hallaba en Londres para negociar un tratado de paz con Inglaterra, después de 20 años de guerra entre las dos naciones, que sería firmado en el tratado de Somerset ese mismo año.
Fawkes tenía una larga experiencia en las artes de la guerra, habiendo luchado en los Países Bajos en un regimiento de exiliados católicos ingleses bajo estandarte español.
El plan consistía en colocar unas cargas de pólvora en los sótanos del Parlamento para hacerlas estallar en la próxima ceremonia de apertura.
Al año siguiente se unieron al proyecto otros cinco personajes:
Thomas Bates, John Grant, Robert Keyes, Robert Wintour y Christopher Wright.
Los conspiradores alquilaron una dependencia en los sótanos del Parlamento, donde poco a poco fueron almacenando 36 barriles de pólvora, aguardando a que el Rey abriese oficialmente las puertas del Parlamento a principios de octubre de 1605 para hacerlos estallar.
Pero una epidemia de peste obligó a aplazar la ceremonia hasta el 5 de noviembre.
“The Gunpowder Plot” fue un complot organizado entre 1604 y 1605, por un grupo de provinciales católicos ingleses (Catesby, Fawkes) para matar al Rey James VI de Escocia y I de Inglaterra, a su familia y a la mayor parte de la aristocracia protestante volando las Casas del Parlamento durante la Apertura de Estado el 5 de noviembre de 1605.
Los conspiradores habían planeado secuestrar a los infantes reales, no presentes en el Parlamento, e incitar una rebelión en las Midlands.
Esta medida pretendía ser la señal para un gran levantamiento de los católicos romanos ingleses, descontentos por las severas medidas penales adoptadas contra ellos, que finalizaría con la instalación de un rey obediente al Papa en el trono inglés.
Realizados los preparativos, el Gobierno descubrió la conjura, que acabó con la ejecución de la mayor parte de los conspiradores y sirvió de pretexto para un endurecimiento de las medidas anti romanas.
Algunos de los conspiradores fueron capturados y ejecutados en el acto.
Sometidos a juicio, entre ellos Guy Fawkes, fueron ejecutados “en el mismo lugar que habían planeado demoler”, frente a Westminster, siguiendo la costumbre con los traidores:
“Colgándoles del cuello sin dejarles morir, seccionándoles los genitales, echándolos al fuego ante sus propios ojos y, hallándose aún vivos, destripándoles y arrancándoles el corazón antes de decapitarles y despedazarles.
Luego se expondrían ante el público las cabezas clavadas en picas y serían arrojados los restantes trozos a los pájaros para su alimento”
Para asistir a las ejecuciones hubo que pagar entradas como a cualquier otro espectáculo de masas.
Las únicas consecuencias del atentado fueron, aparte de la ejecución de los conspiradores y la represión contra los católicos, la celebración del episodio encendiendo hogueras y quemando efigies de Guy Fawkes todos los años para dar gracias a Dios por impedir el acto criminal y proteger a su pueblo elegido, los protestantes, de la conspiración católico-romana.
El 5 de noviembre fue declarado “fiesta perpetua para dar gracias a Dios por librarnos de los papistas y como muestra de nuestro odio hacia ellos”
“El Complot de La Pólvora” fue uno de una serie de tentativas de asesinato fracasadas contra James I, que siguieron al Complot Principal y al Complot ¡Adiós! de 1603.
Muchos creen que “La Conspiración de La Pólvora” fue parte integral de la llamada Contrarreforma Católica.
Como fuere el caso, el 5 de noviembre de cada año, en el Reino Unido, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Terranova, Canadá, San Cristóbal y Nieves, algunas partes de Estados Unidos y antiguamente en Australia, se celebra el fracaso del complot.
Allí se conoce como “La Noche de Guy Fawkes”, “La Noche de la Hoguera” y “La Noche de los Fuegos Artificiales”
El descubrimiento a tiempo de la conspiración el 5 de noviembre de 1605, impidió el derrocamiento de la dinastía protestante de La Casa Stuart, personificada en James VI de Escocia y I de Inglaterra, y la entronización de un monarca católico, previsiblemente su hijo el príncipe Charles, debidamente instruido en los dogmas católicos.
Aunque el sótano donde se almacenó la pólvora desapareció en el incendio de 1834, desde aquel 5 de noviembre de 1605 La Guardia del Parlamento ha seguido registrando el edificio todos los años como preámbulo a la ceremonia de apertura por el monarca, actualmente, la Reina Elizabeth II, más por conservar la tradición que como precaución, existiendo métodos más modernos para contrarrestar cualquier tipo de atentado.
Por otra parte, el conspirador Guy Fawkes ha inspirado el personaje "V" de la historieta “V For Vendetta” de Alan Moore y David Lloyd, y la posterior película.
Tras el estreno de la película V For Vendetta, muchos de los que festejaban la muerte de Guy Fawkes, pasaron a conmemorar tal día como el día del asesinato de un héroe, no un traidor.
El fenómeno de Internet “Anonymous”, que lucha contra la censura en internet y en favor de la transparencia política, utiliza la imagen popularizada por el comic "V For Vendetta" como un símbolo de identidad.
“We are told to remember the idea, not the man, because a man can fail.
He can be caught.
He can be killed and forgotten.
But four hundred years later an idea can still change the world”
V For Vendetta fue dirigida por el australiano James McTeiguey producida por Joel Silver y los hermanos Larry y Andy Wachowski, quienes además se encargaron de escribir el guion de la novela gráfica “V For Vendetta”, escrita por Alan Moore e ilustrada por David Lloyd.
V For Vendetta está protagonizada por Natalie Portman, Hugo Weaving, Stephen Rea, John Hurt, Stephen Fry, Rupert Graves, Tim Pigott-Smith, Roger Allam, Ben Miles, Sinead Cusack, Natasha Wightman, Eddie Marsan, Billie Cook, entre otros.
V For Vendetta es una crítica dura a un sistema de gobierno que debe su poder gracias a la manipulación mediática, religiosa y nacionalista, con tintes xenofóbicos, que basan los fundamentos de su fuerza en una simple y sencilla pero además terrible palabra:
Miedo.
V For Vendetta es una equilibrada combinación entre amor y venganza, entre dolor y esperanza, entre justicia e injusticia, un clamor profundo contra el miedo y la mentira como arma del poder, contra la opresión y contra la manipulación:
“Los hombres mueren pero los ideales permanecen, al final somos quienes decidimos y todos seremos los culpables de lo que suceda”
V For Vendetta toma como punto de partida “La Conspiración de La Pólvora”, ocurrida en 1605 y en la que un grupo de católicos fueron detenidos y ejecutados por intentar destruir el Parlamento del Reino Unido con el objetivo de matar al Rey James I, y acabar así con las persecuciones religiosas.
La trama tiene lugar en un futuro ficticio y muestra a V, un combatiente por la libertad que se oculta bajo una máscara de Guy Fawkes y que persigue la destrucción de un estado fascista ubicado en Inglaterra.
El escritor de la novela gráfica, Alan Moore, no estuvo de acuerdo con algunos aspectos del guion y finalmente exigió que su nombre se retirara de los créditos de V For Vendetta; por otro lado, el ilustrador David Lloyd sí apoyó la adaptación y aparece acreditado.
Aunque la diferencia mayor con el libro, es sin duda el mensaje que da V For Vendetta, en que el mismo V es un terrorista inconformista con ansías de derrotar al gobierno.
Para empezar, hay que dejar en claro que la historia del cómic fue muy suavizada en su traspaso a la pantalla grande.
Evey en realidad era una prostituta de 16 años, lo cual representaba lo bajo a lo que había llegado la población de Gran Bretaña en 1997 tras una Tercera Guerra Mundial, convirtiéndose Inglaterra en un estado fascista.
En V For Vendetta no sabemos exactamente cómo fue que el país llego a convertirse en lo que es ahora, solo que es un gobierno corrupto y cruel, mientras que Evey es una asistente de veintitantos años del canal de televisión más controlado por el gobierno.
El resto de la historia se mantiene a grandes rasgos, pero en lo que el cómic era un potente mensaje revolucionario debido al malestar generado por la actuación de Margaret Thatcher como Primer Ministro de Inglaterra, en V For Vendetta no pasa más allá de ser una historia de un vengador con una misión más bien débil en el aspecto de la rebelión.
V For Vendetta inserta algunos paralelismos con la novela “El Conde de Montecristo”, del escritor francés Alejandro Dumas, mediante comparaciones entre el protagonista de ésta, Edmond Dantès, y V:
Ambos personajes escapan de un encierro injusto y traumático en la cárcel, preparando durante décadas y bajo una nueva identidad su venganza hacia sus opresores.
Muchos críticos y comentaristas han notado también ciertos elementos comunes entre la historia y la obra de Gastón Leroux, “El Fantasma de La Ópera”
Tanto V como El Fantasma usan máscaras para esconder sus rostros desfigurados, se identifican con rosas, controlan a otras personas a través del poder de su imaginación, poseen pasados trágicos y están motivados por el deseo de venganza.
La relación de V con Evey también crea un paralelo con muchos factores románticos de “El Fantasma de La Ópera”, en donde El Fantasma enmascarado lleva a Christine Daaé a su guarida subterránea para reeducarla.
Siendo V For Vendetta una película que se centra en la lucha entre la libertad y el estado, la misma toma elementos visuales de diversos íconos de regímenes totalitarios, tanto reales como ficticios.
Estos incluyen elementos del nazismo y de la novela de George Orwell “1984”
El personaje de Valerie fue enviado a un centro de detención por ser lesbiana y allí le fueron practicados experimentos médicos, de manera similar al trato recibido por los homosexuales durante el Holocausto Nazi en Alemania.
El partido Fuego Nórdico reemplazó la Cruz de San Jorge por la Cruz de Lorena como su símbolo nacional nórdico.
El mismo fue utilizado por las fuerzas "Francia Libre" durante la Segunda Guerra Mundial como símbolo del patriotismo francés como respuesta a la esvástica nazi.
Los medios de comunicación se presentan en V For Vendetta como entes serviles al manejo propagandístico del gobierno, una característica general de los regímenes totalitarios.
Sin embargo, V For Vendetta es una película básicamente romántica, en el sentido de que propone una idea de revolución casi nostálgica, más influenciada por aquel visionario libro de Orwell que por la observación filosa y verdaderamente comprometida de los mecanismos actuales de dominación y opresión.
V For Vendetta es valiente hasta el suicidio y lúcida hasta la nausea.
Un autentico monumento al libre pensamiento y una patada en la entrepierna de ese fascismo de nuevo cuño que se embosca tras venenosas promesas de "paz y seguridad" y bajo el hábito inquisitorial de lo "políticamente correcto"
Un ejercicio de libertad destinado a recordarnos qué es la libertad y hasta qué punto estamos cerca de perderla.
V For Vendetta se permite la bendita desfachatez de escoger como su héroe a un terrorista enmascarado empeñado en desenmascarar a los verdaderos terroristas:
Los del coche oficial, los de los pies puestos sobre la mesa del despacho oval; que osa describirnos un mundo supuestamente distópico y futurista pero insoportablemente familiar, poblado por gentes que se hacen nuestras mismas preguntas mientras fingen creerse las mentiras que vomitan los informativos televisivos.
Porque…
¿Y si todo lo que vemos fuese una gran mentira destinada a paralizarnos a través del terror?
¿Y si hubiésemos sido víctimas de un Golpe de Estado perpetrado desde despachos y redacciones de periódicos?
Y, una pregunta mucho más terrible:
¿Si el responsable de mayor atentado terrorista de la historia fuese nuestro propio gobierno, querríamos realmente saberlo?
“Remember, remember, The fifth of November.
The gunpowder treason and plot.
I know of no reason why the gunpowder treason should ever be forgot”
V For Vendetta se desarrolla en Inglaterra, en un futuro cercano, donde una catástrofe biológica funcionó como catalizador para el establecimiento de un gobierno fascista, cuya abolición de las libertades individuales y erradicación de grupos sociales y étnicos "indeseables" busca el supuesto bienestar de la población general.
V For Vendetta comienza el 4 de noviembre en el que Inglaterra es gobernada por un régimen dictatorial ultraconservador y fascista llamado Fuego Nórdico, al frente del cual se encuentra el líder Adam Sutler (John Hurt)
Evey Hammond (Natalie Portman ) es una mujer que trabaja para la British Television Network (BTN), la cadena gubernamental de televisión, es atacada por tres miembros de la policía secreta que la acusaban de violar el toque de queda.
Sin embargo, acaba siendo salvada por un extraño individuo enmascarado que se hace llamar V (Hugo Weaving) y que la lleva a un tejado para presenciar la destrucción del edificio Old Bailey, organizada por él.
A la mañana siguiente, el régimen informa que el incidente fue una demolición planeada con anterioridad, pero V toma la cadena BTN y desde allí envía un mensaje en el que se otorga la autoría del atentado y le pide a la población que le acompañen el 5 de noviembre del siguiente año, fecha en la que promete destruir el Parlamento del Reino Unido.
Evey ayuda a escapar a V del edificio de la BTN, poniéndose ella misma en peligro al hacerlo.
De nuevo, V la salva y la lleva a su guarida subterránea, donde permanece contra su voluntad para evitar que la capture la policía; no obstante, tiempo después, Evey descubre que V está asesinando a los funcionarios de gobierno y, aterrorizada, aprovecha una oportunidad para escapar y refugiarse en casa de su amigo y superior dentro de BTN, Gordon Deitrich (Stephen Fry)
Una noche, la policía irrumpe en la casa de Gordon debido a una sátira que su programa de televisión realiza para burlarse del líder del régimen, Sutler.
Evey es capturada al intentar escapar y es encarcelada.
En donde le rasuran la cabeza completamente.
Durante las torturas a las que es sometida con el fin de revelar el paradero de V, su único consuelo es la lectura de una carta que encuentra en su celda y en la que Valerie, una mujer lesbiana, cuenta su vida antes de prisión.
Finalmente, al no acceder a declarar, es liberada y descubre que en realidad su captor era V y que todo lo que le habían hecho era un engaño, a excepción de la carta de Valerie, quien realmente existió, la cual había sido encontrada por V durante su estadía en prisión.
Es entonces cuando la joven se da cuenta que, al haberse enfrentado a su propia muerte, ya puede vivir sin miedo a nada y deja a V con la promesa de que regresará antes del 5 de noviembre.
Al mismo tiempo, Eric Finch (Stephen Rea), un inspector de la policía que había estado siguiendo el caso de V, comienza a encontrar relaciones entre el enmascarado y los asesinatos de los funcionarios del gobierno.
Un día recibe un mensaje donde alguien le cita para hablar y, al acudir, un extraño mendigo le cuenta cómo veinte años atrás el actual gobierno organizó unos atentados bacteriológicos para obtener el poder mediante la generación del miedo en la población.
V fue uno de los prisioneros que el gobierno encerró en el centro de detención de Larkhill, donde se llevaban a cabo experimentos con humanos.
Su nombre “V” deriva del número de celda en la que estuvo encerrado, el número cinco en números romanos.
De todos los sujetos de pruebas, sólo él sobrevivió a los experimentos, adquiriendo una mayor habilidad física y psíquica, lo que le llevó a destruir el centro y a escapar, sufriendo terribles quemaduras a causa de las explosiones.
A partir de esta revelación, el inspector Finch se da cuenta de lo que ocurrirá y mientras explica el plan de V a su compañero, comienzan a formarse numerosas revueltas en Londres, iniciadas a causa del asesinato por parte de un miembro de la policía secreta a una niña que llevaba una máscara de Guy Fawkes.
Llegado el 4 de noviembre, Evey visita a V y este le muestra un tren cargado de explosivos con el que destruirá el Parlamento a través de una vía abandonada del metro de Londres.
Creyendo que una decisión como ésa ya no le pertenece, V le delega la destrucción del Parlamento a Evey y se marcha para enfrentarse a Peter Creedy, jefe de la policía secreta británica.
Éste, como parte de un acuerdo que había realizado con V anteriormente, secuestró al líder Sutler a cambio de que él se entregaría.
A pesar del asesinato del líder a manos del jefe de la policía secreta, V se niega a entregarse y, tras recibir numerosos disparos, la mayoría de los cuales detiene gracias a una armadura escondida, mata a Creedy y a sus hombres antes de que puedan recargar las armas.
Mortalmente herido, regresa junto a Evey y finalmente, tras confesarle su amor hacia ella, muere.
Ella deposita su cuerpo en el tren junto a los explosivos, pero cuando se encuentra a punto de accionar la palanca que lo pone en funcionamiento, el inspector Finch la descubre e intenta detenerla.
Al haber descubierto la corrupción del régimen de Fuego Nórdico, el inspector acaba permitiendo que Evey culmine el plan de V.
Mientras tanto, muchas personas salen a las calles de Londres y, utilizando las máscaras de Guy Fawkes que V había enviado al pueblo, marchan hacia el Parlamento, donde las fuerzas militares bajan la guardia ante la acción rebelde de los civiles.
Finalmente, llegada la medianoche, mientras suena “La Obertura 1812” de Tchaikovsky por los altavoces de la ciudad, el edificio es destruido por los explosivos que transportaba el tren.
“Freedom!
Forever!”
El australiano Hugo Weaving interpreta a V, este misterioso personaje es reconocido por su máscara de “Guy Fawkes”, un conspirador británico arrestado en 1605 por intentar hacer explotar el Parlamento del Reino Unido con el fin de acabar con las persecuciones religiosas.
Al igual que en la novela gráfica, las referencias a la letra “V” y al número cinco se repiten a lo largo de toda V For Vendetta:
“V” es, en numeración romana, el número 5.
Durante su detención en Larkhill, V fue encerrado en una celda con el número V (cinco)
Antes de que se produzca la explosión que destruye el Old Bailey, la campana que se oye repicar suena cinco veces, y durante ese hecho y también durante la explosión del Parlamento del Reino Unido, los fuegos artificiales forman una “V” en el cielo.
La firma del personaje, al estilo de “El Zorro”, es una letra “V”, y en un pasaje de V For Vendetta se revela que su frase personal es:
“Por el poder de la verdad, yo, mientras viva, he conquistado el universo”, la cual se traduce al latín, de acuerdo con V For Vendetta, formando una frase de cinco palabras que empiezan por “V”:
“Vi veri universum vivus vici”
Cuando el personaje V enfrenta a Creedy en su domicilio, utiliza “La 5ª Sinfonía” del compositor Ludwig van Beethoven, cuyas primeras notas poseen un esquema de ritmo similar al usado para la letra “V” en código morse.
Más tarde, en la lucha contra Creedy y sus hombres en la estación de metro, V forma la letra “V” con sus dagas antes de lanzárselas a sus oponentes, y durante su trayectoria por el aire, estas forman la misma letra cinco veces antes de alcanzar sus objetivos, quienes además se encuentran situados en forma de “V”
Tras la contienda, V es mortalmente herido y dibuja con su sangre la letra en una pared.
En estas escenas, también aparece un reloj que forma con sus manecillas la letra al marcar las 11:05, otra referencia a Guy Fawkes siendo noviembre el undécimo mes, y el cinco el quinto día de aquella fecha.
El título de V For Vendetta es, en sí mismo, una referencia a “V de Victoria o Venganza”
La actriz Natalie Portman, fue la encargada de interpretar a Evey Hammond, una empleada de la cadena gubernamental British Television Network (BTN), a la que V salva al comienzo de la película y se verá sometida a un doloroso proceso de concienciación.
Stephen Rea interpreta al inspector Eric Finch, quien lidera la investigación de V y durante la cual descubre un crimen masivo perpetrado por el gobierno.
John Hurt es el encargado de dar vida al líder Adam Sutler, fundador del partido fascista Fuego Nórdico y dictador de facto de Gran Bretaña.
Hurt le interpretó de una forma diametralmente opuesta a otro de sus personajes, “Winston Smith”, de la película “1984” basada en la novela homónima de George Orwell.
Stephen Fry interpreta a Gordon Deitrich, el presentador de un programa televisivo que esconde su homosexualidad por temor a las restricciones y la persecución que el régimen gubernamental realiza hacia la comunidad homosexual.
En el papel de Anthony James Lilliman, un obispo pedófilo y corrupto de la abadía de Westminster, está John Standing.
Valerie Page, una lesbiana apresada por el gobierno y es interpretada por Natasha Wightman de adulta y por Imogen Poots de joven.
Roger Allam es Lewis Prothero, el personaje más público del gobierno de Fuego Nórdico, ex comandante en Larkhill y presentador de televisión en la BTN.
El resto del reparto está formado por:
Clive Ashborn como Guy Fawkes, cuya historia se narra al comienzo de la película; Sinead Cusack como la doctora Delia Surridge, cabeza del centro de detención de Larkhill; Tim Pigott-Smith como Peter Creedy, miembro del gabinete de Fuego Nórdico y jefe del servicio secreto de la policía de Gran Bretaña, entre otros.
“Beneath this mask there is more than flesh.
Beneath this mask there is an idea, Mr. Creedy, and ideas are bulletproof”
El argumento de V For Vendetta se sostiene en un lema que podría expresarse así:
"Los cuerpos sangran, mueren, se desvanecen.
Las ideas, en cambio, no se pueden asesinar como a los hombres, los trascienden”
Un cuerpo totalmente quemado, furioso, con un rostro enmascarado, el de V, el protagonista, es portador de una gran idea, la de la revolución, la de la libertad de expresión y pensamiento, y enfrentará todos los escollos posibles para hacerla triunfar, por más que tenga que entregar su sangre por ello.
Más allá de este móvil, de su deseo de cambio y purificación social, lo de “de Vendetta”, incluye otro factor que motoriza la lucha de V.
Ese factor es, obviamente, la venganza, la revancha personal contra todos aquellos que formaron parte de su transformación en una especie de monstruo.
Como planteara “1984”, el famoso y mítico libro de George Orwell, que sirvió además de principal estímulo para la creación de “The Big Brother”, el famoso reality de TV, es en el seno mismo de un sistema totalitario donde pueden hallarse las herramientas más precisas para rebelarse a él.
La idea de un sistema político todopoderoso y verticalista no podría sostenerse sin una permanente tensión con la idea de una revolución a ese sistema.
Sin la presencia latente de grupos, reales o imaginarios, para construirlos el Estado cuenta con un infinito sistema de medios de difusión, dispuestos a luchar por cambiar el orden establecido, ese orden pierde el espacio vital donde materializar y ejercer su fortaleza, por hacer sentir su rigor e infundir terror.
En definitiva, pierde aquello que necesita para mantenerse y reproducirse.
Esta paradójica situación también se vive en la industria cinematográfica de estos tiempos, dominada por las grandes productoras multinacionales, como en este caso Warner Bros, que a medida que más alcance y poder obtienen son también encargadas de ofrecer la posibilidad de que existan películas como las estrenadas hace unos años “Matrix” o “The Fight Club”, o de servir, como ahora, de viaducto para el nacimiento V For Vendetta.
Es muy fácil imaginar paralelos entre V For Vendetta y el mundo actual:
La eliminación de la libertad individual en aras de la "seguridad"; el miedo como perfecto medio de control; la corrupción del poder...
Sin embargo, creo que es válido decir que todos estos vicios tienen raíces en los más remotos rincones de la Historia.
Del mismo modo, el mensaje de V For Vendetta es mucho más profundo de lo que podría parecer, y creo que sería un error suponer que busca criticar a un país o a un gobernante en particular.
Y si bien la anarquía se ha malinterpretado frecuentemente como "desorden" o "caos", hay que tener en cuenta que su significado original es "sin gobernantes"
Esta subversiva actitud no propone soluciones mágicas para la prosperidad del pueblo, sino que pone tal responsabilidad en el individuo mismo, negándose a delegar atributos a entidades políticas corruptas e imperfectas.
En ese aspecto, V For Vendetta preserva y respeta la actitud de la novela gráfica; en palabras del mismo Alan Moore:
"No quiero que los lectores piensen que estoy bien o mal...
Sólo quiero que piensen"
La posibilidad de la revolución, según el escalofriante final de la novela de Orwell, era más que una utopía.
Para estas producciones cinematográficas realizadas por las grandes productoras es un asunto posible.
El cine, para Hollywood principalmente, tiene que ser el espacio donde los sueños y la esperanza deben materializarse.
En el cine, el espectador tiene que encontrar una llave que le permita creer que todo es posible.
No vaya a ser cosa que pretenda buscar eso en la realidad que lo espera al salir de la sala.
“I wish I believed that was possible.
But everytime I've seen this world change, it's always been for the worse”
Resulta que la difunta Reina de Inglaterra, Elizabeth I, había mostrado una especial ojeriza contra los católicos leales al Papa, a quienes prohibió ir a misa y obligó a asistir a los oficios de la Iglesia de Inglaterra.
Elizabeth, excomulgada por el Papa en 1570, se había encargado de ejecutar en 1587, un año antes de la desventura de la Gran Armada, a la Reina de Escocia, Mary I, no confundir con Mary I Tudor, alias “Bloody Mary”, hermanastra mayor de Elizabeth I y antecesora de ésta en el trono de Inglaterra, para alejar la posibilidad de un Golpe de Estado de los seguidores de la Iglesia de Roma.
Cuando le sucedió James I, casado con la Reina Católica Anne de Dinamarca, se pensó que se suavizarían las leyes anticatólicas, pero ocurrió todo lo contrario, se endurecieron.
No obstante, la aplicación de tales normas se hizo más laxa.
El 26 de marzo de 1604, Robert Catesby, Thomas Winter y John Wright se reunieron secretamente para intentar acabar con la represión anglicana.
Unas semanas después, Catesby invitó a un quinto conjurado, Guy Fawkes, a entrevistarse con el condestable de Castilla, Juan de Velasco, que se hallaba en Londres para negociar un tratado de paz con Inglaterra, después de 20 años de guerra entre las dos naciones, que sería firmado en el tratado de Somerset ese mismo año.
Fawkes tenía una larga experiencia en las artes de la guerra, habiendo luchado en los Países Bajos en un regimiento de exiliados católicos ingleses bajo estandarte español.
El plan consistía en colocar unas cargas de pólvora en los sótanos del Parlamento para hacerlas estallar en la próxima ceremonia de apertura.
Al año siguiente se unieron al proyecto otros cinco personajes:
Thomas Bates, John Grant, Robert Keyes, Robert Wintour y Christopher Wright.
Los conspiradores alquilaron una dependencia en los sótanos del Parlamento, donde poco a poco fueron almacenando 36 barriles de pólvora, aguardando a que el Rey abriese oficialmente las puertas del Parlamento a principios de octubre de 1605 para hacerlos estallar.
Pero una epidemia de peste obligó a aplazar la ceremonia hasta el 5 de noviembre.
“The Gunpowder Plot” fue un complot organizado entre 1604 y 1605, por un grupo de provinciales católicos ingleses (Catesby, Fawkes) para matar al Rey James VI de Escocia y I de Inglaterra, a su familia y a la mayor parte de la aristocracia protestante volando las Casas del Parlamento durante la Apertura de Estado el 5 de noviembre de 1605.
Los conspiradores habían planeado secuestrar a los infantes reales, no presentes en el Parlamento, e incitar una rebelión en las Midlands.
Esta medida pretendía ser la señal para un gran levantamiento de los católicos romanos ingleses, descontentos por las severas medidas penales adoptadas contra ellos, que finalizaría con la instalación de un rey obediente al Papa en el trono inglés.
Realizados los preparativos, el Gobierno descubrió la conjura, que acabó con la ejecución de la mayor parte de los conspiradores y sirvió de pretexto para un endurecimiento de las medidas anti romanas.
Algunos de los conspiradores fueron capturados y ejecutados en el acto.
Sometidos a juicio, entre ellos Guy Fawkes, fueron ejecutados “en el mismo lugar que habían planeado demoler”, frente a Westminster, siguiendo la costumbre con los traidores:
“Colgándoles del cuello sin dejarles morir, seccionándoles los genitales, echándolos al fuego ante sus propios ojos y, hallándose aún vivos, destripándoles y arrancándoles el corazón antes de decapitarles y despedazarles.
Luego se expondrían ante el público las cabezas clavadas en picas y serían arrojados los restantes trozos a los pájaros para su alimento”
Para asistir a las ejecuciones hubo que pagar entradas como a cualquier otro espectáculo de masas.
Las únicas consecuencias del atentado fueron, aparte de la ejecución de los conspiradores y la represión contra los católicos, la celebración del episodio encendiendo hogueras y quemando efigies de Guy Fawkes todos los años para dar gracias a Dios por impedir el acto criminal y proteger a su pueblo elegido, los protestantes, de la conspiración católico-romana.
El 5 de noviembre fue declarado “fiesta perpetua para dar gracias a Dios por librarnos de los papistas y como muestra de nuestro odio hacia ellos”
“El Complot de La Pólvora” fue uno de una serie de tentativas de asesinato fracasadas contra James I, que siguieron al Complot Principal y al Complot ¡Adiós! de 1603.
Muchos creen que “La Conspiración de La Pólvora” fue parte integral de la llamada Contrarreforma Católica.
Como fuere el caso, el 5 de noviembre de cada año, en el Reino Unido, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Terranova, Canadá, San Cristóbal y Nieves, algunas partes de Estados Unidos y antiguamente en Australia, se celebra el fracaso del complot.
Allí se conoce como “La Noche de Guy Fawkes”, “La Noche de la Hoguera” y “La Noche de los Fuegos Artificiales”
El descubrimiento a tiempo de la conspiración el 5 de noviembre de 1605, impidió el derrocamiento de la dinastía protestante de La Casa Stuart, personificada en James VI de Escocia y I de Inglaterra, y la entronización de un monarca católico, previsiblemente su hijo el príncipe Charles, debidamente instruido en los dogmas católicos.
Aunque el sótano donde se almacenó la pólvora desapareció en el incendio de 1834, desde aquel 5 de noviembre de 1605 La Guardia del Parlamento ha seguido registrando el edificio todos los años como preámbulo a la ceremonia de apertura por el monarca, actualmente, la Reina Elizabeth II, más por conservar la tradición que como precaución, existiendo métodos más modernos para contrarrestar cualquier tipo de atentado.
Por otra parte, el conspirador Guy Fawkes ha inspirado el personaje "V" de la historieta “V For Vendetta” de Alan Moore y David Lloyd, y la posterior película.
Tras el estreno de la película V For Vendetta, muchos de los que festejaban la muerte de Guy Fawkes, pasaron a conmemorar tal día como el día del asesinato de un héroe, no un traidor.
El fenómeno de Internet “Anonymous”, que lucha contra la censura en internet y en favor de la transparencia política, utiliza la imagen popularizada por el comic "V For Vendetta" como un símbolo de identidad.
“We are told to remember the idea, not the man, because a man can fail.
He can be caught.
He can be killed and forgotten.
But four hundred years later an idea can still change the world”
V For Vendetta fue dirigida por el australiano James McTeiguey producida por Joel Silver y los hermanos Larry y Andy Wachowski, quienes además se encargaron de escribir el guion de la novela gráfica “V For Vendetta”, escrita por Alan Moore e ilustrada por David Lloyd.
V For Vendetta está protagonizada por Natalie Portman, Hugo Weaving, Stephen Rea, John Hurt, Stephen Fry, Rupert Graves, Tim Pigott-Smith, Roger Allam, Ben Miles, Sinead Cusack, Natasha Wightman, Eddie Marsan, Billie Cook, entre otros.
V For Vendetta es una crítica dura a un sistema de gobierno que debe su poder gracias a la manipulación mediática, religiosa y nacionalista, con tintes xenofóbicos, que basan los fundamentos de su fuerza en una simple y sencilla pero además terrible palabra:
Miedo.
V For Vendetta es una equilibrada combinación entre amor y venganza, entre dolor y esperanza, entre justicia e injusticia, un clamor profundo contra el miedo y la mentira como arma del poder, contra la opresión y contra la manipulación:
“Los hombres mueren pero los ideales permanecen, al final somos quienes decidimos y todos seremos los culpables de lo que suceda”
V For Vendetta toma como punto de partida “La Conspiración de La Pólvora”, ocurrida en 1605 y en la que un grupo de católicos fueron detenidos y ejecutados por intentar destruir el Parlamento del Reino Unido con el objetivo de matar al Rey James I, y acabar así con las persecuciones religiosas.
La trama tiene lugar en un futuro ficticio y muestra a V, un combatiente por la libertad que se oculta bajo una máscara de Guy Fawkes y que persigue la destrucción de un estado fascista ubicado en Inglaterra.
El escritor de la novela gráfica, Alan Moore, no estuvo de acuerdo con algunos aspectos del guion y finalmente exigió que su nombre se retirara de los créditos de V For Vendetta; por otro lado, el ilustrador David Lloyd sí apoyó la adaptación y aparece acreditado.
Aunque la diferencia mayor con el libro, es sin duda el mensaje que da V For Vendetta, en que el mismo V es un terrorista inconformista con ansías de derrotar al gobierno.
Para empezar, hay que dejar en claro que la historia del cómic fue muy suavizada en su traspaso a la pantalla grande.
Evey en realidad era una prostituta de 16 años, lo cual representaba lo bajo a lo que había llegado la población de Gran Bretaña en 1997 tras una Tercera Guerra Mundial, convirtiéndose Inglaterra en un estado fascista.
En V For Vendetta no sabemos exactamente cómo fue que el país llego a convertirse en lo que es ahora, solo que es un gobierno corrupto y cruel, mientras que Evey es una asistente de veintitantos años del canal de televisión más controlado por el gobierno.
El resto de la historia se mantiene a grandes rasgos, pero en lo que el cómic era un potente mensaje revolucionario debido al malestar generado por la actuación de Margaret Thatcher como Primer Ministro de Inglaterra, en V For Vendetta no pasa más allá de ser una historia de un vengador con una misión más bien débil en el aspecto de la rebelión.
V For Vendetta inserta algunos paralelismos con la novela “El Conde de Montecristo”, del escritor francés Alejandro Dumas, mediante comparaciones entre el protagonista de ésta, Edmond Dantès, y V:
Ambos personajes escapan de un encierro injusto y traumático en la cárcel, preparando durante décadas y bajo una nueva identidad su venganza hacia sus opresores.
Muchos críticos y comentaristas han notado también ciertos elementos comunes entre la historia y la obra de Gastón Leroux, “El Fantasma de La Ópera”
Tanto V como El Fantasma usan máscaras para esconder sus rostros desfigurados, se identifican con rosas, controlan a otras personas a través del poder de su imaginación, poseen pasados trágicos y están motivados por el deseo de venganza.
La relación de V con Evey también crea un paralelo con muchos factores románticos de “El Fantasma de La Ópera”, en donde El Fantasma enmascarado lleva a Christine Daaé a su guarida subterránea para reeducarla.
Siendo V For Vendetta una película que se centra en la lucha entre la libertad y el estado, la misma toma elementos visuales de diversos íconos de regímenes totalitarios, tanto reales como ficticios.
Estos incluyen elementos del nazismo y de la novela de George Orwell “1984”
El personaje de Valerie fue enviado a un centro de detención por ser lesbiana y allí le fueron practicados experimentos médicos, de manera similar al trato recibido por los homosexuales durante el Holocausto Nazi en Alemania.
El partido Fuego Nórdico reemplazó la Cruz de San Jorge por la Cruz de Lorena como su símbolo nacional nórdico.
El mismo fue utilizado por las fuerzas "Francia Libre" durante la Segunda Guerra Mundial como símbolo del patriotismo francés como respuesta a la esvástica nazi.
Los medios de comunicación se presentan en V For Vendetta como entes serviles al manejo propagandístico del gobierno, una característica general de los regímenes totalitarios.
Sin embargo, V For Vendetta es una película básicamente romántica, en el sentido de que propone una idea de revolución casi nostálgica, más influenciada por aquel visionario libro de Orwell que por la observación filosa y verdaderamente comprometida de los mecanismos actuales de dominación y opresión.
V For Vendetta es valiente hasta el suicidio y lúcida hasta la nausea.
Un autentico monumento al libre pensamiento y una patada en la entrepierna de ese fascismo de nuevo cuño que se embosca tras venenosas promesas de "paz y seguridad" y bajo el hábito inquisitorial de lo "políticamente correcto"
Un ejercicio de libertad destinado a recordarnos qué es la libertad y hasta qué punto estamos cerca de perderla.
V For Vendetta se permite la bendita desfachatez de escoger como su héroe a un terrorista enmascarado empeñado en desenmascarar a los verdaderos terroristas:
Los del coche oficial, los de los pies puestos sobre la mesa del despacho oval; que osa describirnos un mundo supuestamente distópico y futurista pero insoportablemente familiar, poblado por gentes que se hacen nuestras mismas preguntas mientras fingen creerse las mentiras que vomitan los informativos televisivos.
Porque…
¿Y si todo lo que vemos fuese una gran mentira destinada a paralizarnos a través del terror?
¿Y si hubiésemos sido víctimas de un Golpe de Estado perpetrado desde despachos y redacciones de periódicos?
Y, una pregunta mucho más terrible:
¿Si el responsable de mayor atentado terrorista de la historia fuese nuestro propio gobierno, querríamos realmente saberlo?
“Remember, remember, The fifth of November.
The gunpowder treason and plot.
I know of no reason why the gunpowder treason should ever be forgot”
V For Vendetta se desarrolla en Inglaterra, en un futuro cercano, donde una catástrofe biológica funcionó como catalizador para el establecimiento de un gobierno fascista, cuya abolición de las libertades individuales y erradicación de grupos sociales y étnicos "indeseables" busca el supuesto bienestar de la población general.
V For Vendetta comienza el 4 de noviembre en el que Inglaterra es gobernada por un régimen dictatorial ultraconservador y fascista llamado Fuego Nórdico, al frente del cual se encuentra el líder Adam Sutler (John Hurt)
Evey Hammond (Natalie Portman ) es una mujer que trabaja para la British Television Network (BTN), la cadena gubernamental de televisión, es atacada por tres miembros de la policía secreta que la acusaban de violar el toque de queda.
Sin embargo, acaba siendo salvada por un extraño individuo enmascarado que se hace llamar V (Hugo Weaving) y que la lleva a un tejado para presenciar la destrucción del edificio Old Bailey, organizada por él.
A la mañana siguiente, el régimen informa que el incidente fue una demolición planeada con anterioridad, pero V toma la cadena BTN y desde allí envía un mensaje en el que se otorga la autoría del atentado y le pide a la población que le acompañen el 5 de noviembre del siguiente año, fecha en la que promete destruir el Parlamento del Reino Unido.
Evey ayuda a escapar a V del edificio de la BTN, poniéndose ella misma en peligro al hacerlo.
De nuevo, V la salva y la lleva a su guarida subterránea, donde permanece contra su voluntad para evitar que la capture la policía; no obstante, tiempo después, Evey descubre que V está asesinando a los funcionarios de gobierno y, aterrorizada, aprovecha una oportunidad para escapar y refugiarse en casa de su amigo y superior dentro de BTN, Gordon Deitrich (Stephen Fry)
Una noche, la policía irrumpe en la casa de Gordon debido a una sátira que su programa de televisión realiza para burlarse del líder del régimen, Sutler.
Evey es capturada al intentar escapar y es encarcelada.
En donde le rasuran la cabeza completamente.
Durante las torturas a las que es sometida con el fin de revelar el paradero de V, su único consuelo es la lectura de una carta que encuentra en su celda y en la que Valerie, una mujer lesbiana, cuenta su vida antes de prisión.
Finalmente, al no acceder a declarar, es liberada y descubre que en realidad su captor era V y que todo lo que le habían hecho era un engaño, a excepción de la carta de Valerie, quien realmente existió, la cual había sido encontrada por V durante su estadía en prisión.
Es entonces cuando la joven se da cuenta que, al haberse enfrentado a su propia muerte, ya puede vivir sin miedo a nada y deja a V con la promesa de que regresará antes del 5 de noviembre.
Al mismo tiempo, Eric Finch (Stephen Rea), un inspector de la policía que había estado siguiendo el caso de V, comienza a encontrar relaciones entre el enmascarado y los asesinatos de los funcionarios del gobierno.
Un día recibe un mensaje donde alguien le cita para hablar y, al acudir, un extraño mendigo le cuenta cómo veinte años atrás el actual gobierno organizó unos atentados bacteriológicos para obtener el poder mediante la generación del miedo en la población.
V fue uno de los prisioneros que el gobierno encerró en el centro de detención de Larkhill, donde se llevaban a cabo experimentos con humanos.
Su nombre “V” deriva del número de celda en la que estuvo encerrado, el número cinco en números romanos.
De todos los sujetos de pruebas, sólo él sobrevivió a los experimentos, adquiriendo una mayor habilidad física y psíquica, lo que le llevó a destruir el centro y a escapar, sufriendo terribles quemaduras a causa de las explosiones.
A partir de esta revelación, el inspector Finch se da cuenta de lo que ocurrirá y mientras explica el plan de V a su compañero, comienzan a formarse numerosas revueltas en Londres, iniciadas a causa del asesinato por parte de un miembro de la policía secreta a una niña que llevaba una máscara de Guy Fawkes.
Llegado el 4 de noviembre, Evey visita a V y este le muestra un tren cargado de explosivos con el que destruirá el Parlamento a través de una vía abandonada del metro de Londres.
Creyendo que una decisión como ésa ya no le pertenece, V le delega la destrucción del Parlamento a Evey y se marcha para enfrentarse a Peter Creedy, jefe de la policía secreta británica.
Éste, como parte de un acuerdo que había realizado con V anteriormente, secuestró al líder Sutler a cambio de que él se entregaría.
A pesar del asesinato del líder a manos del jefe de la policía secreta, V se niega a entregarse y, tras recibir numerosos disparos, la mayoría de los cuales detiene gracias a una armadura escondida, mata a Creedy y a sus hombres antes de que puedan recargar las armas.
Mortalmente herido, regresa junto a Evey y finalmente, tras confesarle su amor hacia ella, muere.
Ella deposita su cuerpo en el tren junto a los explosivos, pero cuando se encuentra a punto de accionar la palanca que lo pone en funcionamiento, el inspector Finch la descubre e intenta detenerla.
Al haber descubierto la corrupción del régimen de Fuego Nórdico, el inspector acaba permitiendo que Evey culmine el plan de V.
Mientras tanto, muchas personas salen a las calles de Londres y, utilizando las máscaras de Guy Fawkes que V había enviado al pueblo, marchan hacia el Parlamento, donde las fuerzas militares bajan la guardia ante la acción rebelde de los civiles.
Finalmente, llegada la medianoche, mientras suena “La Obertura 1812” de Tchaikovsky por los altavoces de la ciudad, el edificio es destruido por los explosivos que transportaba el tren.
“Freedom!
Forever!”
El australiano Hugo Weaving interpreta a V, este misterioso personaje es reconocido por su máscara de “Guy Fawkes”, un conspirador británico arrestado en 1605 por intentar hacer explotar el Parlamento del Reino Unido con el fin de acabar con las persecuciones religiosas.
Al igual que en la novela gráfica, las referencias a la letra “V” y al número cinco se repiten a lo largo de toda V For Vendetta:
“V” es, en numeración romana, el número 5.
Durante su detención en Larkhill, V fue encerrado en una celda con el número V (cinco)
Antes de que se produzca la explosión que destruye el Old Bailey, la campana que se oye repicar suena cinco veces, y durante ese hecho y también durante la explosión del Parlamento del Reino Unido, los fuegos artificiales forman una “V” en el cielo.
La firma del personaje, al estilo de “El Zorro”, es una letra “V”, y en un pasaje de V For Vendetta se revela que su frase personal es:
“Por el poder de la verdad, yo, mientras viva, he conquistado el universo”, la cual se traduce al latín, de acuerdo con V For Vendetta, formando una frase de cinco palabras que empiezan por “V”:
“Vi veri universum vivus vici”
Cuando el personaje V enfrenta a Creedy en su domicilio, utiliza “La 5ª Sinfonía” del compositor Ludwig van Beethoven, cuyas primeras notas poseen un esquema de ritmo similar al usado para la letra “V” en código morse.
Más tarde, en la lucha contra Creedy y sus hombres en la estación de metro, V forma la letra “V” con sus dagas antes de lanzárselas a sus oponentes, y durante su trayectoria por el aire, estas forman la misma letra cinco veces antes de alcanzar sus objetivos, quienes además se encuentran situados en forma de “V”
Tras la contienda, V es mortalmente herido y dibuja con su sangre la letra en una pared.
En estas escenas, también aparece un reloj que forma con sus manecillas la letra al marcar las 11:05, otra referencia a Guy Fawkes siendo noviembre el undécimo mes, y el cinco el quinto día de aquella fecha.
El título de V For Vendetta es, en sí mismo, una referencia a “V de Victoria o Venganza”
La actriz Natalie Portman, fue la encargada de interpretar a Evey Hammond, una empleada de la cadena gubernamental British Television Network (BTN), a la que V salva al comienzo de la película y se verá sometida a un doloroso proceso de concienciación.
Stephen Rea interpreta al inspector Eric Finch, quien lidera la investigación de V y durante la cual descubre un crimen masivo perpetrado por el gobierno.
John Hurt es el encargado de dar vida al líder Adam Sutler, fundador del partido fascista Fuego Nórdico y dictador de facto de Gran Bretaña.
Hurt le interpretó de una forma diametralmente opuesta a otro de sus personajes, “Winston Smith”, de la película “1984” basada en la novela homónima de George Orwell.
Stephen Fry interpreta a Gordon Deitrich, el presentador de un programa televisivo que esconde su homosexualidad por temor a las restricciones y la persecución que el régimen gubernamental realiza hacia la comunidad homosexual.
En el papel de Anthony James Lilliman, un obispo pedófilo y corrupto de la abadía de Westminster, está John Standing.
Valerie Page, una lesbiana apresada por el gobierno y es interpretada por Natasha Wightman de adulta y por Imogen Poots de joven.
Roger Allam es Lewis Prothero, el personaje más público del gobierno de Fuego Nórdico, ex comandante en Larkhill y presentador de televisión en la BTN.
El resto del reparto está formado por:
Clive Ashborn como Guy Fawkes, cuya historia se narra al comienzo de la película; Sinead Cusack como la doctora Delia Surridge, cabeza del centro de detención de Larkhill; Tim Pigott-Smith como Peter Creedy, miembro del gabinete de Fuego Nórdico y jefe del servicio secreto de la policía de Gran Bretaña, entre otros.
“Beneath this mask there is more than flesh.
Beneath this mask there is an idea, Mr. Creedy, and ideas are bulletproof”
El argumento de V For Vendetta se sostiene en un lema que podría expresarse así:
"Los cuerpos sangran, mueren, se desvanecen.
Las ideas, en cambio, no se pueden asesinar como a los hombres, los trascienden”
Un cuerpo totalmente quemado, furioso, con un rostro enmascarado, el de V, el protagonista, es portador de una gran idea, la de la revolución, la de la libertad de expresión y pensamiento, y enfrentará todos los escollos posibles para hacerla triunfar, por más que tenga que entregar su sangre por ello.
Más allá de este móvil, de su deseo de cambio y purificación social, lo de “de Vendetta”, incluye otro factor que motoriza la lucha de V.
Ese factor es, obviamente, la venganza, la revancha personal contra todos aquellos que formaron parte de su transformación en una especie de monstruo.
Como planteara “1984”, el famoso y mítico libro de George Orwell, que sirvió además de principal estímulo para la creación de “The Big Brother”, el famoso reality de TV, es en el seno mismo de un sistema totalitario donde pueden hallarse las herramientas más precisas para rebelarse a él.
La idea de un sistema político todopoderoso y verticalista no podría sostenerse sin una permanente tensión con la idea de una revolución a ese sistema.
Sin la presencia latente de grupos, reales o imaginarios, para construirlos el Estado cuenta con un infinito sistema de medios de difusión, dispuestos a luchar por cambiar el orden establecido, ese orden pierde el espacio vital donde materializar y ejercer su fortaleza, por hacer sentir su rigor e infundir terror.
En definitiva, pierde aquello que necesita para mantenerse y reproducirse.
Esta paradójica situación también se vive en la industria cinematográfica de estos tiempos, dominada por las grandes productoras multinacionales, como en este caso Warner Bros, que a medida que más alcance y poder obtienen son también encargadas de ofrecer la posibilidad de que existan películas como las estrenadas hace unos años “Matrix” o “The Fight Club”, o de servir, como ahora, de viaducto para el nacimiento V For Vendetta.
Es muy fácil imaginar paralelos entre V For Vendetta y el mundo actual:
La eliminación de la libertad individual en aras de la "seguridad"; el miedo como perfecto medio de control; la corrupción del poder...
Sin embargo, creo que es válido decir que todos estos vicios tienen raíces en los más remotos rincones de la Historia.
Del mismo modo, el mensaje de V For Vendetta es mucho más profundo de lo que podría parecer, y creo que sería un error suponer que busca criticar a un país o a un gobernante en particular.
Y si bien la anarquía se ha malinterpretado frecuentemente como "desorden" o "caos", hay que tener en cuenta que su significado original es "sin gobernantes"
Esta subversiva actitud no propone soluciones mágicas para la prosperidad del pueblo, sino que pone tal responsabilidad en el individuo mismo, negándose a delegar atributos a entidades políticas corruptas e imperfectas.
En ese aspecto, V For Vendetta preserva y respeta la actitud de la novela gráfica; en palabras del mismo Alan Moore:
"No quiero que los lectores piensen que estoy bien o mal...
Sólo quiero que piensen"
La posibilidad de la revolución, según el escalofriante final de la novela de Orwell, era más que una utopía.
Para estas producciones cinematográficas realizadas por las grandes productoras es un asunto posible.
El cine, para Hollywood principalmente, tiene que ser el espacio donde los sueños y la esperanza deben materializarse.
En el cine, el espectador tiene que encontrar una llave que le permita creer que todo es posible.
No vaya a ser cosa que pretenda buscar eso en la realidad que lo espera al salir de la sala.
“I wish I believed that was possible.
But everytime I've seen this world change, it's always been for the worse”
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