Kalifornia


“I remember once going on a school trip to the top of the Empire State Building.
When I looked down at the crowds of people on the street they looked like ants.
I pulled out a penny and some of us started talking about what would happen if I dropped it from up there and it landed on someone's head.
Of course I never crossed that line and actually dropped the penny.
I don't think Early Grayce even knew there was a line to cross”

La línea que separa una película de terror de un thriller, es a menudo delgada, como queda demostrado en cientos de películas, que mezclan ambos ingredientes no siempre en su justa medida.
Idos definitivamente los gloriosos, escarmenados y “reaganescos” ‘80s, llegaron los individualistas y “grungoides” ‘90s, en los cuales, los personajes individualistas, alienados, y con personalidades torturadas y auto flagelantes se pusieron de moda.
Y como uno de los prototipos canónicos de esto, son los asesinos seriales, éstos tuvieron nuevas lecturas, en particular después de los senderos abiertos por la dupla Demme/Hopkins en “The Silence Of The Lambs”
El psycho-killer dejó de ser entonces, un fantoche a lo Jason Vorhees o Freddy Krueger, para transformarse en un individuo con una personalidad psicótica y/o alucinada, o una persona común con una turbia personalidad, pero que podía ser cualquiera, inclusive alguien de al lado.
Así las cosas, el cine de psycho-killers entregó un puñado de filmes.
El tema de los asesinos seriales tomó tal fuerza en tiempos recientes, que ya bordea en la parodia, y sólo pasan semanas, o meses, entre películas que buscan encontrar un nuevo ángulo, en la ya trillada historia del malévolo individuo que se divierte matando a sus semejantes.
Abundan las razones del asesino:
Su motivación, métodos, y destino final, están convirtiéndose en meros aderezos que cambian ligeramente el sabor de la obra, pero sin alterar la receta fundamental.
¿Por qué, a qué quid esencial se debe que, un ser humano se convierta en un asesino potencial, y otro no?
Los asesinos en serie son personas que matan, por lo menos en 3 ocasiones con un intervalo entre cada asesinato.
Los crímenes cometidos son resultado de una compulsión, que puede tener sus orígenes en la juventud, o en desajustes psicopatológicos del asesino.
El término “asesino en serie” o “serial killer” fue acuñado en los años 70.
La expresión “asesino en serie” entró al lenguaje popular, en gran parte debido a la publicidad que se le dio, a los crímenes de Ted Bundy y David Berkowitz conocido como “El hijo de Sam”
Los asesinos en serie están específicamente motivados por una multiplicidad de impulsos psicológicos, sobre todo, por ansias de poder y compulsión sexual.
El conocimiento de sus acciones, aterroriza a comunidades enteras, y con frecuencia, confunden a la policía, consecuencias que son incentivo de su sensación de poder.
Los asesinos en serie, frecuentemente tienen impulsos extremadamente sádicos, y gozan llamando la atención, cuando están con sus potenciales víctimas, o cuando la policía los persigue.
Estos anulan la capacidad de sentir empatía por el sufrimiento de otros, de esta manera, son frecuentemente llamados “psicópatas” o “sociópatas”, términos que han sido renombrados por psicólogos como “trastorno de personalidad antisocial”
“You know, I didn't know this about you, I didn't know you were so prejudice”
Kalifornia es una película del género terror psicológico, rodada en 1993, y dirigida por Dominic Sena.
Protagonizada por David Duchovny, Michelle Forbes, Brad Pitt, Juliette Lewis, Sierra Pecheur, Gregory Mars Martin, entre otros.
El guión es de Tim Metcalfe.
Originalmente, Kalifornia iba a llamarse “California” y fue escrita por Tim Metcalfe y Stephen Levy, en 1987; y en 1990, fue adquirida por Propaganda Films, a petición del director Dominic Sena.
La productora y el director, solicitaron reescribir el guión, con algunos cambios, y después de varias versiones posteriores, Metcalfe comenzó a discrepar por el rumbo que estaba tomando el guión, hasta que fue despedido.
Sena y 2 productores serían los encargados de reescribir el guión, y para evitar confusiones con el texto original, la cinta fue renombrada como “Kalifornia”
Aunque podemos deducir también que la “K” hace referencia a “Killer” sobre todo en un estado como California, lugar donde “los sueños de muchos se hacen realidad”
En Kalifornia vemos muy bien tratado el tema en el que se mezclan mentes asesinas, mentes inocentes, amistad, amor, machismo, dominación, creatividad, atracción, utilización...
Es un film ágil y muy digerible.
A la vez, hace llegar al espectador cierta angustia, y una especie de lección aprendida.
Los personajes están muy bien interpretados, y resultan totalmente creíbles.
Kalifornia es un thriller impactante, que mantiene el suspenso y la garra sin dar tregua, es un violento y dinámico retrato del comportamiento de un “serial killer”, ambientado con sórdida fotografía, y sugestivos escenarios desérticos.
Así vemos a una “road movie” sobre asesinos en serie, que a partir de una premisa bastante tonta, como lo es un viaje por carretera hasta California, “hogar de los sueños”, con paradas en escenarios de masacres famosas, compartido entre 2 parejas de desconocidos, pretende indagar en la fascinación que provoca el “serial killer” sobre el adocenado ciudadano medio, en este caso, un aspirante a escritor burgués, pedante, y supuestamente vivido, encarnado por un periodista llamado Brian Kessler (David Duchovny) quien se decide a recorrer los lugares donde los más prestigiosos asesinos en serie vivieron, o asesinaron, pues iba a escribir un libro sobre ellos.
El viaje lo realiza con su novia Carrie Laughlin (Michelle Forbes) aunque ponen en un tablón de anuncios, una proposición para realizar el viaje acompañados, y pagar gasolina, y comida a medias.
Solo pudo ser respondido por un asesino en libertad condicional, Early Grayce (Brad Pitt) quien se decide a realizar ese viaje, y llevarse a su pareja, Adele Corners (Juliette Lewis) para escapar del estado, y de su agente de la condicional, y acepta la proposición, lo que trae numerosos problemas a la pareja Brian/Carrie.
Kalifornia bucea de manera excelente, en el hecho de que este personaje, Early, no sienta en absoluto remordimientos al asesinar y, contraponiendo su mundo, al perfectamente racionalizado y ordenado del hombre que le estudia.
Sena entrega una genial y agobiante intriga, empacada en una “road movie” de paisajes desérticos y decadentes, emplazados en la clásica “América Profunda”
El argumento es bastante interesante, aunque forzado y tirado de las mechas, sólo ver a unos estirados de la alta intelectual, faltos de dinero, hasta el punto de tener que buscar compañero al azar para el viaje hacia California.
Pero la idea de hacer un recorrido por los santuarios de los asesinos seriales, con uno de ellos a bordo, da bastante jugo de sí.
Esta “road movie” cumple entonces, por ese expediente, con ser lo que se supone es el género, o sea, la carretera como metáfora del autodescubrimiento interior, y la desolación del paisaje como un espejo del vacío interior del protagonista.
El final de Kalifornia es soberbio.
La manera en que Brian mata a Early sin dudarlo un momento, es “maravilloso”, puesto que muestra el cambio que ha experimentado, y como ha cambiado su manera de pensar.
Al principio, Brian se oponía a la silla eléctrica, y defendía la teoría de que, los asesinos deben ser tratados como enfermos por médicos especializados pero, tras sufrir en sus carnes a uno de los peores y más sádicos asesinos, cambia totalmente de parecer; y decide tomarse la justicia por la mano, dicho sea.
Por tanto, la ironía del escritor, que busca material sobre asesinos seriales, y que sin saberlo, invita a uno en el viaje, concluye no con una satisfactoria victoria, sino con el conocimiento de que el mal no obedece necesariamente a un sistema de normas, sino a la impredecible naturaleza humana.
Lo que más me gusta, es que Dominic Sena mantiene el pulso narrativo, y la intensidad en todo momento.
El dinamismo de Kalifornia, logra grandes dosis de inquietud, gracias al contraste de locura y paranoia, frente a cierto marco de cordura que se propone como contrapeso.
Hay claramente 2 bandos bien divididos:
Los personajes “trastornados” y los que se obsesionan desde la lógica con los “trastornados”
Por ende, tenemos una cinta de tenor insano, con buenas dosis de violencia, y en donde lo macabro se hace presente, muy frecuentemente en el desarrollo.
Kalifornia nos habla de la mente propia de un asesino serial, de sus motivaciones, de sus formas de relacionarse, y pasar desapercibido en una sociedad.
También, tenemos a quienes quieren comprender este tipo de comportamiento, estudiando, y siguiendo los patrones de conducta.
Además de su sombrío mensaje, Kalifornia ofrece una extraordinaria manufactura y elenco.
El director Dominic Sena, encontró el punto preciso, entre estilo y realismo.
La espectacular cinematografía, y los evocativos paisajes, contrastan duramente con los crudos crímenes de Early, y la puerilidad de Carrie y Brian.
La violencia no está glamurizada, y los asesinatos son mostrados fríamente, como producto de una mente perturbada, y no como sangrientas y estilizadas coreografías.
La principal baza a favor del terror en Kalifornia, es la presencia de un desaliñado asesino en serie, Early, y su agobiante compañía a bordo de un coche, junto a su novia, y un par de desconocidos rumbo a California.
Las tensiones, de toda índole, sobre todo sexual, surgirán a lo largo del metraje entre todos los protagonistas.
Las actuaciones, sin ser descollantes, ni el súmmum de la técnica Actor's Studio, están bastante bien.
ENORME Brad Pitt, se luce como asesino serial, en aquellos años, en los cuales todavía se esforzaba por ser un buen actor, y no hacía el ridículo más supino gritando metrosexualmente.
Es especialmente destacado en Kalifornia, el hecho de que el personaje de Pitt, sea un psicópata perfectamente creíble, nada de exquisitos locos a lo “Hannibal Lecter” y nada de delirantes amantes de la masacre, el gore, o del sadismo al estilo de esos “serial killers” tópicos con manías excéntricas, y habitualmente sangrientas.
Aunque podemos decir que también comparte cierta deficiencia mental, probablemente provocada.
El loco de esta función, no deja de ser un cateto de pueblo posesivo y machista, impulsivo y pendenciero; un liante borracho, de quien nos apartaríamos casi al instante, pero que al fin y al cabo, no podríamos identificar como lo que realmente es.
Juliette Lewis por su parte, hace el mismo papel de oligofrénica, mentalmente involucionada, que era su marca de fábrica en aquellos años, repitiendo así el rol que interpretara en otros films, y que curiosamente, le sale muy bien, natural podría decir.
Brad Pitt y Juliette Lewis están sensacionales:
Pitt sigue estando sexy aún haciendo de sucio y malvado.
Me encantan los pequeños detalles, como que él se lave continuamente los dientes, y que a ella le gusten los cactus.
Early es el asesino en serie, como monstruo inexplicable e irracional, como brote de mal puro.
Es por tanto, el hombre liberal, comprensivo y tolerante, quien debe hacer frente a la hipocresía e impostura de su propia vida, afrontando aquello a lo que admira, cuestión derivada del puro desconocimiento, o su observación lejana, cómoda, y segura.
En este sentido, la reducción al absurdo del personaje de Duchovny, desliza también un juicio bastante reaccionario, en cuanto a la interpretación jurídica de la reacción ante el asesino.
David Duchovny es de lejos, el más débil de todos, aunque éste debe ser uno de sus papeles más normales de su época “Pre Fox Mulder”
Y por último, Michelle Forbes compone un muy buen papel de chusma pseudo intelectual, además de mostrar una interesante academia, paseándose en ropa interior durante la mitad de sus escenas.
Llama poderosamente la atención, los guiños cinematográficos a otras películas como:
Las zapatillas rojas de Dorothy de “The Wizard Of Oz”, que Brian llame a Carrie “Sleeping Beauty” y Early a Adele “Cinderella”; así como la muerte del hombre del Mercedes-Benz en el baño de la gasolinera, que lo deja en forma de crucifixión, o el gancho como mano del oficial que tiene a cargo el caso de Early en alusión al Capitán Hook de Peter Pan, siendo Early “un infante mental”, etc.
Sin embargo, logré ver un fallo en la continuidad, cuando Brian y Early salen por unas cervezas, de pronto está lloviendo, luego no se ve la lluvia, todo durante una misma escena…
Otra nota curiosa, es la dupla de protagonistas:
Una es burguesa y la otra no, unos esconden su dobla moral, los otros son unos descarados, etc.
Que Early haya transformado a Adele en una versión de Carrie no es gratuito, ya que Carrie es la nueva presa/compañera adulta de Early, en sustitución de una aniñada y torpe Adele, la cual según cuenta ella misma durante el metraje, que su torpeza pudo ser provocada, como producto de una violación grupal que vivió durante su adolescencia.
Por otro lado, se insinúa que el problema de Early, su psicopatía, probablemente fue provocada por el abuso en la niñez.
¿Cómo se esto?
Se intuye en una de las últimas escenas, cuando ha huido con Carrie, y se encuentra en una casa con maniquíes, en donde Early coloca al adulto desnudo encima de un maniquí menor, en plan de relación sexual, la mirada de Early ante eso, habla por sí sola.
“Tell me, big shot, how you gonna write a book about something you know nothing about?”
Kalifornia supone una interesante pulla a la mediatización de la violencia, y su encumbramiento como banal objeto iconográfico contracultural, en el que los personajes de Pitt y Lewis, auténtica “white trash” de vida trágica, reproducen en su concepción, los paradigmas de pareja de asesinos en serie estadounidenses, como el popular dúo Charles Starkweather y Caril Ann Fugate como referencia fundamental.
Y es que Kalifornia es mucho más valiosa por su estilo e ideas, que por sus incipientes estrellas, aunque eso la hace innegablemente más atractiva.
Los que estén hartos del cine actual de asesinos seriales, harán bien en ver esta obra, que realmente innovaba cuando el género apenas tomaba fuerza.
Y los detractores, también podrán disfrutar de una película que no se conforma con seguir el cliché, sino que expresa opiniones y cuestionamientos con voz propia.
Pero sea como sea, no debemos esperar una genérica cinta de acción, sino un interesante estudio de personalidades, que no busca dar respuestas fáciles, sino plantear preguntas difíciles, sobre la naturaleza humana.
Cualquier ser humano es capaz de matar a otro ser humano, por muy bueno, santo, e inofensivo que parezca; pero hay una diferencia fundamental, entre el que se convierte en asesino en serie, y quien no, y esa diferencia es que “nosotros, los no asesinos potenciales”, tenemos remordimientos, sentimientos de culpa, pesar, o sensación de “mala conciencia”, mientras que los asesinos múltiples, los malvados por excelencia, no tienen nada de eso.

“I'll never know why Early Grayce became a killer.
I don't know why any of them did.
When I looked into his eyes I felt nothing, nothing.
That day I learned that any one of us is capable of taking another human life.
But I also learned there is a difference between us and them:
It's feeling remorse.
Dealing with guilt.
Confronting a conscience.
Early never did”



Comentarios

  1. Me ha gustado mucho tu Blog, y este post en particular, es un gusto visitarte.
    Te invito a visitarme en:
    http://el-cine-que-viene.blogspot.com/

    Un gran saludo, Oz.

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  2. Muchas Gracias amigo Oz por tu mensaje y muestra de apoyo.
    Como muestra de solidaridad, ya ingresé a su blog y me hice seguidor, de hecho, en mi lista de blog amigos, ya quedó usted debidamente registrado. Un abrazo.
    Saludos !!!!!

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