Racing Extinction

“Winning is the only option”

Ha habido 5 eventos de extinción masiva a lo largo de la historia de La Tierra:
1. La primera gran extinción masiva, tuvo lugar al final del Ordovícico-Silúrico, hace 444 millones de años, cuando, según el registro fósil, el 60% de todos los géneros de vida, tanto terrestres como marinos, fueron exterminados.
La teoría más aceptada, explica que la primera parte de la extinción, fue causada al inicio de una larga Edad de Hielo, que provocó la formación de grandes glaciares en el supercontinente Gondwana, y por consecuente, la bajada del nivel del mar.
2. La segunda, en cambio, surgió tras la finalización de La Edad de Hielo, el hundimiento de los glaciares, y el posterior aumento del nivel del mar; hace 360 millones de años, la cual produjo la extinción masiva del Devónico, en la transición entre los períodos Devónico y Carbonífero, en el cual, el 70% de las especies desaparecieron; y duró unos 3 millones de años, siendo considerada “La Edad de Los Peces”
Las causas de esta gran extinción, se atribuyen a unos impactos de meteoritos, a la disminución de la temperatura global, reducción del dióxido de carbono, y a la ausencia de oxígeno.
De las 70 familias de peces que había, solo 17 sobrevivieron.
3. La extinción masiva del Pérmico-Triásico, tuvo hace 251 millones de años, y es la más grande jamás suscitada, siendo llamada:
“La Gran Mortandad”, y revela una pérdida de vida pasmosa:
El 80-95% de todas las especies marinas, se extinguieron, los arrecifes, no reaparecieron hasta unos 10 millones de años después; el mayor paréntesis en la generación de arrecifes de toda la historia de La Tierra.
Las causas de esta gran hecatombe, son variables; se baraja entre un vulcanismo extremo, un impacto de un asteroide de gran tamaño, la explosión de una supernova cercana, o la liberación de grandes cantidades de gases de invernadero.
Los científicos opinan, que lo más seguro es que no fuese una única causa, ya que para ser el evento de extinción y destrucción más devastador que La Tierra haya conocido jamás, esta tuvo que ser atacada desde varias fuentes.
Los estudios han sugerido, que los volcanes liberaron 3 billones de toneladas de carbono, suficientes para desencadenar un cambio climático masivo.
Las erupciones, también causaron lluvia ácida, y emitieron suficientes halógenos como para crear un agujero en la capa de ozono; la ceniza tóxica, sobre todo, pudo haber sido el golpe final.
4. La extinción masiva del Triásico-Jurásico, ocurrida hace 210 millones de años, estima que se llevó en torno a la mitad de todos los invertebrados marinos; y un 80% de todos los cuadrúpedos terrestres, también se extinguieron.
La causa fue, probablemente volcánica; y gracias a esta 4ª extinción masiva, animales como los dinosaurios, pudieron extenderse en La Tierra.
Las causas precisas del evento catastrófico, todavía se desconocen.
Ni los cambios climáticos graduales, ni los cambios en el nivel del mar, ni el posible impacto de un asteroide, ni la posibilidad de erupciones volcánicas masivas, explican este suceso ocurrido.
5. La extinción masiva del Cretácico-Terciario, hace 65 millones de años, se asocia popularmente con la desaparición de los dinosaurios.
Prácticamente, ningún animal grande terrestre, sobrevivió.
Las plantas fueron también enormemente afectadas, mientras que la vida marina tropical, fue diezmada.
Las temperaturas globales, eran 6 a 14°C más cálidas que las actuales, con el nivel del mar, unos 300 metros más elevado que el nivel actual.
En esta época, los océanos inundaron hasta el 40% de los continentes.
Se desconoce la duración de este evento, pero se puede cuadrar a finales del período Cretácico.
La desaparición de los grandes reptiles en esta extinción en masa, dio paso al Cenozoico.
Existen diferentes teorías, al igual que en los otros acontecimientos, pero la más aceptada apunta al impacto de un cometa de grandes dimensiones en la península de Yucatán, como posible detonante, debido a la gran explosión generada en su impacto, levantaría grandes cantidades de polvo al aire, impidiendo que la luz solar llegara hasta las plantas, reduciéndolas en cantidad, generando con ello, un desequilibrio en las cadenas tróficas.
No obstante, también podría estar involucrada una gran erupción volcánica en el territorio de la actual India.
Ahora bien, en cuanto a la que muchos llaman “La 6ta Extinción en Masa”, que se extiende desde el Holoceno, hace 13 mil o 9 mil años hasta la actualidad, en la que el Homo Sapiens ya figuraba en los peldaños más altos de la cadena alimentaria, gracias a la creación de herramientas rudimentarias de piedra y otros materiales, hoy en día, se ha comprobado que el hombre moderno, ha sido el principal responsable de alterar los ecosistemas marinos y terrestres, por lo que el mundo ha experimentado un gran cambio climático, y por ende, muchas especies se han extinto.
Cuando la extinción, como término, fue descrita en una lectura realizada por Georges Cuvier, en 1796, la idea parecía amenazante a quienes creían en la cadena de los seres o “scala naturae”, una posición que establecía la conexión de los seres vivos con Dios, y que no permitía la desaparición de ningún “eslabón” en esta conexión.
En consecuencia, la idea no fue ampliamente aceptada antes del siglo XIX.
Esto también se sustentaba, ya debido a que en ese entonces, todavía el mundo no estaba completamente explorado y cartografiado, por lo que los científicos no podían descartar, que las especies que se encontraban solamente en el registro fósil, estuvieran “escondidas” en otras partes inexploradas del planeta.
Posteriormente, con la irrupción de Las Teorías de La Evolución, a la extinción no se la consideraba problemática, porque únicamente terminaba con los animales torpes, estúpidos, y mal adaptados, así se llegó a calificar al Dodo...
Sería en el siglo XX, cuando la extinción comenzó a considerarse un problema para todo el medio ambiente, incluido el ser humano, al fomentar la proliferación de plagas, reducir la variedad genética, y perder organismos de un gran valor intrínseco, por sus cualidades o comportamientos.
En biología y ecología, “extinción” es la desaparición de todos los miembros de una especie, o un grupo de taxones.
Se considera extinta a una especie, a partir del instante en que muere el último individuo de esta.
Debido a que su rango de distribución potencial puede ser muy grande, determinar ese momento, puede ser dificultoso, por lo que usualmente se hace en retrospectiva.
En el caso de especies que se reproducen sexualmente, la extinción es generalmente inevitable, cuando sólo queda un individuo de la especie, o únicamente, individuos del mismo sexo.
Normalmente, una especie se extingue dentro de los primeros 10 millones de años posteriores a su primera aparición, aunque algunas especies, denominadas “fósiles vivientes”, sobreviven prácticamente sin cambios, durante cientos de millones de años.
La extinción es histórica, y usualmente un fenómeno natural.
Se estima que cerca de un 99,9% de todas las especies que alguna vez existieron, están actualmente extintas.
Antes de la dispersión de los humanos, a través del planeta, la extinción generalmente ocurría en continuo bajo índice, y las extinciones masivas eran eventos relativamente raros.
Pero aproximadamente 100 mil años atrás, y en coincidencia con el aumento de la población, y la distribución geográfica de los humanos, las extinciones se han incrementado a niveles no vistos antes desde la extinción masiva del Cretácico-Terciario.
A esto se le conoce como “La Extinción Masiva del Holoceno”, y se estima que para el año 2100, la cantidad de especies extintas, podría alcanzar altas cotas, incluso la mitad de todas las especies que existen actualmente.
La Extinción Masiva del Holoceno, es un nombre dado a la extinción sostenida y generalizada de especies, que ocurre en el último período geológico, El Holoceno.
La extinción abarca desde el mamut hasta el dodo, incluyendo incontables especies que continúan desapareciendo cada año; y comprende la notoria desaparición de mamíferos grandes, conocidos como “mega fauna”, cerca del final de la última glaciación, entre 9000 y 13 000 años atrás.
Tales desapariciones, se han considerado como consecuencia del cambio climático, como resultado de la diseminación y proliferación del humano moderno.
Animales y plantas, están amenazados por la alteración de los espacios naturales, que se emplean para construir viviendas, carreteras, etc.
Las perturbaciones causadas por nuestras actividades, disminuyen el área de distribución de las especies, y reducen a las poblaciones, poco a poco.
Cuando las poblaciones son pequeñas, su riesgo a la extinción aumenta debido a diversos factores:
Las poblaciones pequeñas, son más susceptibles a desaparecer por fenómenos naturales como incendios, ciclones, sequías, etc.; son más susceptibles a la pérdida de variabilidad genética, ya que cada vez están más emparentados.
Al ir perdiendo poblaciones de una especie, el tamaño de la población disminuye, y se va perdiendo su variabilidad genética.
La caza deportiva o comercial, y el tráfico ilegal de especies, son causas que también hacen peligrar a la fauna y a la flora.
Muchas de nuestras mascotas o plantas, son fruto de este comercio que, según El Fondo Mundial para la Conservación de La Naturaleza (WWF), produce más de 300 mil euros anuales de beneficio.
Y es que mientras más escaso sea un recurso, sea inerte o vivo, más valioso es; no solo para quienes buscan restaurarlo, sino para los que quieren hacer un negocio de la necesidad.
WWF asegura, que este negocio ilegal, es una de las causas principales de pérdida de biodiversidad en el planeta.
Además, afirma, que en la actualidad, unas 700 especies se encuentran en peligro de captura, con un objetivo comercial, en sus medios naturales.
Un estudio realizado junto a Traffic, organización que se encarga del seguimiento del comercio internacional de especies, pone de manifiesto el peso de La Unión Europea en este negocio.
La extinción de ciertas especies animales, no sólo se debe al daño que el hombre le ha hecho a la naturaleza, a partir de la contaminación o la explotación de sus hábitats naturales, el tráfico de especies, la caza furtiva, y la misma explotación de la fauna con fines lucrativos, ha hecho que muchísimas especies pasen de estar simplemente vulnerables, a pasar a una amenaza mayor.
Si representáramos toda la historia del planeta Tierra en sólo un día, la humanidad se encontraría en apenas los últimos segundos de esas 24 horas.
Así de relativa es nuestra llegada a la vida, así de ínfima es nuestra ubicación en una línea de tiempo.
Sin embargo, pese a aquel aspecto relativo e ínfimo, en sólo esos pocos segundos, hemos estado provocando el daño más impactante y negativo sobre el ambiente que nos rodea.
¿Cómo es posible, encontrar un negocio allí donde se pone en peligro la supervivencia de toda una especie?
¿Cómo es posible ser parte de esa problemática, como consumidor?
¿Cómo es posible, que no seamos capaces de cuidar el único hábitat que tenemos para vivir?
¿Cómo es que así como un asteroide extinguió a los dinosaurios, nosotros, sí la propia humanidad, seamos el asteroide de la nueva extinción?
Es importante señalar, que en la actualidad, la tasa de extinción de especies se estima de 100 a 1000 veces mayor que la tasa de extinción de “base” o nivel medio de la evolución del planeta y, además, la tasa actual de extinción es, por tanto, de 10 a 100 veces mayor que en cualquiera de las extinciones en masa de la historia de La Tierra.
Por otro lado, concierne a una gran cantidad de plantas, lo que la diferencia de las extinciones anteriores.
La tasa de extinción está minimizada, en la imaginación popular, por la supervivencia de las poblaciones de animales en cautividad, pero que han “desaparecido en la naturaleza” como el ciervo del Padre David, etc., por la supervivencia marginal de la mega fauna, de la que se hace una gran publicidad en los medios de comunicación, pero que están “ecológicamente extintas” como el panda gigante, el rinoceronte de Sumatra, el tejón de pies negros de América del Norte, etc., y por la ignorancia total que se tiene de las extinciones de artrópodos.
Algunos ejemplos notables de la extinción de mamíferos modernos “carismáticos”, son:
El bisonte en Europa, el tarpan en Europa, el tilacino, un lobo marsupial, o tigre de Tasmania, Thylacinus cynocephalus; el otario de Japón, el quagga, un primo de la cebra, en Sudáfrica; la vaca marina de Steller, una especie de dugongo o manatí; el tigre de Tasmania, una mezcla de perro y tigre, extinto por la caza de estos seres, y por la destrucción de sus hábitats; el delfín de China, ha sido declarado extinto en 2006, etc.
Muchas aves se extinguieron, debido a la actividad humana, especialmente las aves endémicas de las islas, incluyendo muchas aves que no volaban.
Entre las especies de aves desaparecidas notables, se incluyen:
El dodo, una paloma gigante que no volaba, en las islas Mauricio, y del océano Índico; el alca gigante de las islas del Atlántico Norte; la paloma migradora de América del Norte; varias especies de moas, aves gigantes que no vuelan, en Nueva Zelanda; la cotorra de Carolina del sudeste de EEUU; el Cuco de Delalande en las islas del Pacífico.
Y el más cercano a mí, el Bufo periglenes de Costa Rica, extinguido desde 1989, atribuida al Cambio Climático.
La mayoría de los biólogos creen, que estamos en el comienzo de una extinción en masa antropogénica, que se está acelerando de manera aterradora.
El escritor T. S. Eliot, dijo una vez:
“Así es como termina el mundo, no con una explosión, sino con un lamento”
La próxima extinción masiva está por venir, está por llegar, y está aquí.
Pero todavía hay esperanza, argumentan algunos, que la humanidad eventualmente puede ralentizar el proceso de extinción, por una gestión ambiental adecuada.
Otros argumentan, que las tendencias socio-políticas, y la sobrepoblación, indican que esta idea, es demasiado optimista.
Muchas esperanzas se basan en el desarrollo sostenible, y El Movimiento de Conservación.
Actualmente hay al menos, 189 países que han firmado acuerdos como el de Río, y se comprometieron a preparar un plan de acción para la biodiversidad, un primer paso en la identificación de especies y hábitats amenazados, país por país.
“The time to act is now”
Racing Extinction es un documental del año 2015, dirigido por Louie Psihoyos.
Protagonizado por Elon Musk, Joel Sartore, Jane Goodall, Elizabeth Kolbert, Stuart Pimm, Christopher W. Clark, Leilani Munter, Shawn Heinrichs, entre otros.
El guión es de Mark Monroe; y obtuvo una nominación al Premio Oscar en la categoría de mejor canción original:
“Manta Ray” con música de J. Ralph, y letra de Antony Hegarty; cantada por Anohni, el nombre artístico de Antony Hegarty.
Fue hace 6 años, que el fotógrafo, ambientalista, y director de cine, Louie Psihoyos, decidió reunir a un grupo de científicos, activistas, y fotógrafos medio ambientales, para mostrarle al mundo lo que ellos vienen viendo por años:
La extinción del planeta; y trabajó por 2 décadas, tomando fotos para la revista National Geograhic, y escribió un libro sobre la extinción de los dinosaurios…
Psihoyos no podía quedarse tranquilo con la idea de que una sola especie, y supuestamente, la más inteligente, estuviera causando la 6ª extinción masiva de La Tierra; y encima, nadie hablara de ello.
“Estamos en el momento crítico, a un paso de la grandeza, o a un paso del desastre.
Racing Extinction es un llamado a la acción masiva, a vivir a la altura de la grandeza a la cual todos podemos lograr.
A vivir a la altura de nuestro nombre, los Homo sapiens, y hacer del Antropoceno, “La Edad del Hombre”, algo que nos orgullezca, en vez de algo que nos avergüence”
Por lo que Racing Extinction busca despertar el interés, y movilizar a la gente a nivel global, en 4 áreas específicas:
La lucha contra el tráfico de vida silvestre, la reducción de las emisiones de carbono utilizando energías alternativas y transporte sustentable, el respaldo a las causas ecológicas, y la reducción del consumo de carne.
“Si un meteorito acabó con los últimos dinosaurios, esta vez, la humanidad se ha convertido en el meteorito.
A este ritmo, 30 mil especies se extinguen cada año, el hombre puede estar creando la mayor catástrofe del planeta, desde hace 65 millones de años”, afirmó el director.
Al año, más de 100 millones de tiburones son asesinados por su carne y aletas, las matarrayas están a punto de desaparecer debido a su uso en medicinas populares, no científicas, la contaminación, la destrucción del hábitat, y el consumismo excesivo, están impulsando a miles de especies al borde de la extinción, año con año, por todos los rincones del planeta.
Así pues, Racing Extinction, realizada por el Oceanic Preservation Society (OPS), organización dirigida por Psihoyos, cuenta con imágenes de los mejores fotógrafos medio ambientales del momento, y audios del mayor archivo sonoro animal, de La Universidad de Cornell; y un equipo de artistas y activistas reunidos en una nueva operación secreta, que tiene como objetivo, enseñar al mundo el tráfico de especies protegidas, y la lucha para prevenir las extinciones masivas de especies.
Son 2 mundos los que conducen a la extinción a través del globo, dando como resultado, la pérdida de la mitad de todas las especies:
El primero de ellos, es el comercio internacional de vida salvaje; y el segundo, trata del mundo que las compañías de petróleo y gas, que no quieren que veamos.
Usando tácticas encubiertas, y tecnología de última generación, el equipo de Racing Extinction, expone estos 2 mundos, en una afirmación inspiradora para preservar la vida tal y como la conocemos.
Recorriendo el planeta, para infiltrarse en los mercados negros más peligrosos, y recurriendo a las nuevas tecnologías para documentar y obtener pruebas de la relación directa entre las emisiones de CO2, y las extinciones, con impresionantes imágenes inéditas, que cambiarán nuestra manera de ver el mundo.
Concienciada la población del problema, Racing Extinction quiere ser el catalizador de una ambiciosa campaña que pretende mover a los espectadores a actuar.
Bajo el hashtag #StartWith1Thing, “Empieza por una cosa”, los espectadores podrán comprobar, cómo cada grano de arena, puede ser un gran paso.
En última instancia, Racing Extinction aspira a generar un movimiento social, que recorra el planeta hasta alcanzar a gobernantes y políticos.
“Estrenamos Racing Extinction el 2 de diciembre, porque los líderes de 170 países están reunidos en La XXI Conferencia sobre El Cambio Climático en París.
No están haciendo lo suficiente”, concluyó Psihoyos.
“Un vegano que conduzca un Hummer, utiliza menos energía que una persona que coma carne y vaya en bicicleta”, afirmó Louie Psihoyos.
Y añadió:
“Si todos los estadounidenses dejaran de comer carne, huevos y aves de corral, un día a la semana, sería igual que quitar 7,6 millones de coches de la carretera”, acotó.
“Hey!
That's not right, they shouldn't be selling endangered species as a delicacy!”
Discovery Channel organizó un evento televisivo global sin precedentes:
Estrenó de forma encadenada, en sus 220 territorios, el documental Racing Extinction, desde Nueva Zelanda hasta EEUU.
La cadena pretende lanzar un mensaje urgente a todo el planeta, en “Prime Time”:
Estamos causando la mayor extinción de seres vivos desde la desaparición de los dinosaurios.
“Es un evento televisivo importante para Discovery, porque combina la destacada e icónica programación natural que caracteriza al canal, con la cuestión sumamente relevante, de lograr un impacto significativo en todo el planeta”, señaló Rich Ross, Presidente de Discovery/Estados Unidos.
“Todos deben ver Racing Extinction, porque muestra con crudeza, las terribles amenazas que está enfrentado nuestro maravilloso planeta.
Nos enseña que, si cada uno de nosotros inicia una pequeña acción para mejorar el medio ambiente, juntos lograremos dejar a las futuras generaciones, un mundo mucho más saludable”, señaló John Hoffman, Vicepresidente Ejecutivo de Documentales y Especiales de Programación para Discovery.
“Gracias a Discovery, podemos crear un punto de inflexión, que desencadene el cambio que necesitamos para preservar el planeta, procurando la vida para todas las especies”, explicó Louie Psihoyos, director del documental.
“Nunca ha habido un momento más importante, que el que estamos viviendo; las decisiones que tomemos en los próximos años, impactarán en La Tierra y en las especies animales, durante millones de años”, completó.
Haciendo uso de los recursos propios del género documental, la narrativa de Racing Extinction, se compone de una profunda investigación periodística, que incluye entrevistas con los científicos y profesionales más reconocidos del rubro ambiental y la conservación, como la misma Jane Goodall, hasta cámaras ocultas, para mostrar el comercio ilegal de una especie tan indispensable como el tiburón.
La calidad se mantiene desde el recurso técnico, a lo largo de sus 90 minutos de proyección.
Un primer plano a los ojos de uno de los últimos ejemplares de una especie…
Un gran plano general de cientos y cientos de aletas de tiburón, que se consumen de uno y otro lado del planeta…
Las imágenes hablan por sí solas.
Los testimonios son igual de impactantes, con fotografías que uno puede representarse en la mente, y lo estremecen de igual manera.
¿Cómo se hace para no emocionarse, e indignarse a la vez, al escuchar a un fotógrafo que vio a un tiburón sin aletas, intentando aún nadar para seguir con su vida?
Para contarlo, Psihoyos y el equipo de su ópera prima, “The Cove” (2009), se embarcan en una nueva operación secreta, a lo “Ocean's Eleven”, según comenta el director, utilizando las tecnologías más avanzadas, para exponer el tráfico de especies protegidas, y obtener pruebas de la relación entre las emisiones de dióxido de carbono, y la extinción masiva de especies.
“No parece un documental, es más un “thriller”, como una película de James Bond”, indicó el director.
“Nos infiltramos en muchos mercados ilegales de animales.
Existían riesgos, pero no lo pensamos demasiado, mientras lo estábamos haciendo; da más miedo después, cuando recuerdas aquella locura.
Conseguimos atrapar a varias bandas, vendiendo tiburones, y cerrar 6 operaciones ilegales en China.
Además, pillamos a varios restaurantes que vendían carne de ballena en EEUU, y Corea”, enumeró Psihoyos.
Con esta estrategia, el director quiere implicar a los espectadores, en la aventura que puede ser salvar el mundo:
“La gente no cambia su comportamiento, en base a lo que piensa; cambian según lo que sienten.
Por eso, era importante hacer una película emocional, pero también esperanzadora”, defendió optimista el director.
John Hoffman, Vicepresidente Ejecutivo de Documentales y Especiales de Discovery, y responsable de la compra del documental tras su estreno en el Festival de Sundance, explicó de este modo:
“Discovery tiene el potencial para alcanzar a 2.400 millones de personas en todo el mundo.
Racing Extinction señala las cosas más importantes que podemos hacer, pero “Start With 1 Thing” quiere animar a la gente, a proponer sus ideas que, con suerte, se viralizarán por todo el mundo”
Él ha cambiado su dieta, mientras que Psihoyos utiliza placas solares, y ha vendido su coche, que por cierto, ya era eléctrico.
Otro dato, es que Racing Extinction expone datos impactantes, no sólo sobre la extinción de animales, sino sobre la forma en la que las industrias y la gente actúan en desconocimiento de los problemas que se viven, y el resultado que estas acciones, tendrán en generaciones futuras; así implica a la sobrepoblación, la globalización y la ganadería, como principales causas de la extinción.
Además, trata el comercio ilegal de vida silvestre:
Como la exposición de un restaurante de carne de ballena en los EEUU, las investigaciones encubiertas secretas de aleta de tiburón y mantarraya, en Hong Kong y China continental, como uso de medicina tradicional; o los esfuerzos exitosos, para incluir a las mantarrayas, en la lista del Apéndice II de la CITES de especies protegidas, deteniendo así a un pueblo en Indonesia, de matarlas para abastecer la demanda en China.
Los ejemplos más específicos, incluyen las extinciones inminentes del gorrión saltamontes de Florida, el “Ammodramus savannarum floridanus”; y el sapo “Ecnomiohyla rabborum”, último individuo, el cual, Joel Sartore tomó la última fotografía.
Por otro lado, Racing Extinction toma nota del calentamiento global antropogénico de emisiones de gases de efecto invernadero, que se identifica como una de las principales causas de extinción, de cómo los organismos no pueden adaptarse a los cambios sin precedentes en no sólo la temperatura, sino por el tiempo, la química del océano, y la composición atmosférica.
Y se centra en la cantidad de metano producido por el ganado, en particular los bovinos; y del metano atrapado, al escapar de los depósitos congelados en El Ártico, son los últimos trazos paralelos al efecto invernadero fuera de control, que pudo haber causado la extinción masiva del Pérmico, que acabó con el 95% de las especies.
La visualización del dióxido de carbono y metano de las emisiones del transporte, visibles al ojo humano, por primera vez, con la ayuda de un FLIR de alta definición, especialmente diseñado, un infrarrojo de barrido frontal, en la cámara, con un filtro de color especial.
Así como la acidificación del océano, y la posterior degradación de los corales y organismos marinos, basados en carbonato de calcio, se revelan con los experimentos de laboratorio, y la comparación de fotografías archivadas, en los mismos arrecifes en la década de 2010.
La degradación de los ecosistemas marinos, y las implicaciones de viviendas costeras, etc.
Todo ello a través del lente, de 3 fotógrafos que protagonizan el documental:
Psihoyos, Paul Hilton, y Shawn Heinrichs, literalmente lloran tras ver y mostrar las matanzas masivas de animales, la destrucción de las barreras de coral, y de la vida acuática por la acidificación del océano, y el aumento de gases como CO2 y metano, que caracterizan el escenario previo a una extinción masiva.
Racing Extinction, denominada un “eco-thriller”, busca entonces entretener por medio de la adrenalina; y el equipo realiza peligrosas filmaciones en mercados ilegales en China, usando cámaras ocultas; mostrando espectaculares proyecciones utilizando un auto eléctrico Tesla, y otros gadgets.
Por lo que los realizadores, recibieron la ayuda de Tesla Motors, que diseño un Tesla Model S, equipado con un sistema de proyección de 15.000 lúmenes, diseñado por Obscura Digital, de imágenes de especies en peligro de extinción, para ser proyectados en los edificios públicos.
El auto fue manejado por la piloto de carreras y ecologista, Leilani Munter, y detenido en las fábricas de Shell, Wall Street, la sede de la Naciones Unidas, el Empire State Building, y El Vaticano.
Así se lograron ver organismos bioluminiscentes, con sonidos de los animales en peligro de extinción, los cuales son proyectos del Programa de Investigación Bioacústica.
Esta campaña de proyección, tuvo como objetivo, dar a conocer y animar a la gente, a cambiar los hábitos para asegurar la supervivencia de las especies para las generaciones futuras, resaltada con la Campaña “Start With 1 Thing”
En especial, con 443 metros de altura, el Empire State fue el edificio más alto del mundo durante 4 décadas, y desde sus inicios, en los años 30, es un ícono arquitectónico desde donde se puede ver la ciudad desde un mirador en el piso 102.
En los ’60, llamó la atención de todo el mundo, al incorporar un sistema de luces nocturno, que conmemoran fiestas nacionales, y eventos culturales o deportivos, que son observados desde diversos puntos de New York.
Sin embargo, el último evento marcó todo un precedente en la historia de este símbolo de la ciudad, porque nunca se habían proyectado imágenes en vivo sobre los muros.
La iniciativa “Projecting Change: The Empire State Building”, corresponde a Racing Extinction, una campaña que a través de 3 líneas de acción, busca generar conciencia sobre la relación del hombre con el medioambiente, y su impacto.
La intervención lumínica, consistió en mostrar una serie de 8 minutos, con imágenes con 160 especies que están en peligro de extinción, como ballenas, leones, y tigres.
Ésta se realizó durante 3 horas, y fue posible a la utilización de 40 proyectores, por lo que las imágenes se podían ver hasta a 20 cuadras de distancia del edificio ubicado en Manhattan.
La actividad, es parte de una iniciativa llamada “Save the Animals” que conforma la campaña Racing Extinction, y que tiene como objetivo, generar conciencia no solo en los habitantes de New York, sino que en la población mundial, sobre cómo la acción del hombre afecta el entorno de los animales.
El concepto de la instalación, fue desarrollado por el grupo Oceanic Preservation Society, que contó con el cineasta y fotógrafo Louie Psihoyos, junto con el experto en grandes proyecciones, Travis Threlkel.
Si bien, esta es la línea de acción más visible de la campaña Racing Extinction, las otras 2 invitan a los habitantes de todo el mundo, a adoptar un estilo de vida más sostenible.
Por esto, una es “Challenge Yourself”, en la que entregan consejo sobre cómo consumir energía de manera responsable, y preferir medios de transporte sostenible, como la bicicleta.
La otra, “Challenge Your City”, cuenta con un mapa de Estados Unidos, que reconoce cuáles son las iniciativas amigables por el medioambiente que se están desarrollando en las ciudades, como El Plan de Bicicletas de Portland hasta 2030, y El Plan de Austin para ser carbono neutral en 2020.
A pesar de que Racing Extinction muestra la complejidad del problema ecológico en que se encuentra el planeta, intentando a veces abarcar demasiado, sus creadores no quieren que el público se deprima.
Lo que buscan es, crear conciencia de que aún hay tiempo para revertir la situación.
“Si esta generación no resuelve este problema, no hay esperanza para las generaciones que vienen”, dijo Psihoyos.
“Es muy tarde para algunas especies, pero todavía hay mucho por lo que podemos luchar”, concluyó.
Quedan para la memoria, las mantarrayas, las ballenas y los tiburones, se pasearon frente a la cámara, casi sabiendo que se tienen que conmover.
Vimos el último macho, pájaro de origen hawaiano, que le canta a una hembra que nunca va a llegar… porque ya no queda ni una.
Y la última rana de árbol de Rabb, levanta el mentón para la foto, por la cual las generaciones venideras van a conocer su especie...
Imposible no emocionarse hasta las lágrimas.
Por último, la banda sonora, que por cierto, una de las canciones está nominada al Oscar, generó controversia recientemente, pues la cantante no fue invitada a cantar su canción en la ceremonia:
Antony, que por lo visto ahora es Anohni, no va a los Premios Oscar, molesto con el desprecio que le han hecho.
Llegó al aeropuerto, y cuando estaba a punto de subir al avión a Los Angeles, se dio la vuelta:
“No fui invitada a actuar, porque soy bastante desconocida en EEUU, y cantar una canción sobre el “ecocidio”, posiblemente no venda mucho.
Si sigues la pista, la verdad más profunda de todo esto, es imposible de ignorar.
Como el calentamiento global, no se trata de un evento aislado, sino de una serie de acontecimientos que ocurren a lo largo de los años, y crean un sistema que ha buscado desautorizarme, primero por ser afeminada de pequeña, y después como mujer transgénero andrógina.
Es un sistema de opresión y disminución de oportunidades para los “trans”, que el capitalismo en Estados Unidos ha usado para aplastar nuestros sueños.
Ahí estaba, sintiendo cómo me picaba la vergüenza que me recordaba de aquellas afirmaciones de EEUU, sobre mí, por ser inadecuada, por ser transgénero.
Me di la vuelta, y me fui a casa”
¿Entonces, cómo estamos?
Desconozco algún comunicado de la producción al respecto, y de parte de La Academia, que sólo hace controversia por motivos raciales, y no de géneros.
“Remember, when the buying stops, the killing can too”
Racing Extinction, es un documental que, a partir de una realización audiovisual impecable, coloca a la humanidad como la principal culpable de lo que puede llegar a ser, la próxima gran extinción del planeta.
Pero que también, invita a reflexionar al espectador, sobre la posibilidad y responsabilidad que tiene de revertir esta situación.
Información, emoción, reflexión, e impacto; con un enfoque especial, puesto en la importancia de los océanos ante el cambio climático, y su vitalidad para el planeta; una película puede ser el arma más poderosa en el mundo, un arma de construcción masiva.
Mediante la creación de una película convincente, y una campaña de acción innovadora, creando un movimiento que inspire a las masas a cambiar su papel dentro del mundo.
Una película que reúne a un equipo de artistas y activistas decididos a abrir los ojos de la humanidad, para lograr un verdadero cambio, para detener nuestra carrera hacia la extinción, hacia la muerte provocada por la propia humanidad.
Actualmente vemos que algunas tecnologías que provocan un mínimo, o ningún efecto nocivo probado al Homo sapiens, pueden ser devastadores para la vida silvestre, por ejemplo, el DDT.
Algunos gobiernos, ven en ocasiones a la pérdida de especies nativas, como un daño a su ecoturismo, por lo que promulgan leyes que sancionan el comercio o la caza de estas especies, en un esfuerzo por prevenir la extinción en estado silvestre.
También, se crean reservas naturales, con el objeto de proveer un hábitat continuo y estable a las especies amenazadas por la expansión humana.
El Convenio sobre La Diversidad Biológica de 1992, resultó en varios planes internacionales de acción, que intentan entregar directrices para la conservación de la biodiversidad de parte de los distintos gobiernos.
Grupos como La Alianza por Cero Extinciones, trabajan para educar al público, y presionar a las administraciones, para que tomen medidas frente a la amenaza de distintas especies.
Hoy, la extinción es un importante tópico de investigación en los campos de la zoología y la biología en general, y también se ha convertido en tema de preocupación, fuera de la comunidad científica.
Organizaciones como El Fondo Mundial para La Naturaleza, fueron creadas con el objeto de preservar a las especies de la extinción.
Algunos países, también han intentado evitar la destrucción de hábitats, la sobreexplotación de los suelos, y la polución, mediante la promulgación de leyes y decretos.
Los recientes avances tecnológicos, entonces han alentado la hipótesis de que usando el ADN de una especie extinta, esta última se podría traer “de vuelta a la vida” mediante el proceso de la clonación.
Algunos objetivos propuestos para la clonación, incluyen al mamut, el tilacino, el quagga, y el dodo.
El concepto, popularizado por la novela, y posterior película “Jurassic Park”, fue puesto a prueba, cuando en 2009 nació la primera cabra bucardo clonada, una subespecie de cabra del pirineo oscense, después de que se extinguiera el año 2000.
El ejemplar, falleció unos 7 minutos después, debido a problemas pulmonares congénitos.
Pero lejos de quedarse únicamente en la denuncia, Racing Extinction es una invitación a empezar a participar, a ser parte del cambio, a actuar, y a transformar ese impacto, en uno más armónico y positivo para todos los animales, incluso nosotros, que habitamos el planeta.
Vivimos en la era que fue denominada como “El Antropocéntrico”, es decir, “La Era del Hombre”
Hagamos que este tiempo histórico, signifique un antes y un después, no por haber sido los responsables de extinguir a más de la mitad de las hermosas criaturas del planeta, sino por haber sido quienes logramos salvar a esos animales, que buscan en nosotros, un último legado de confianza y respecto.
Sólo así lograremos salvar a La Tierra, y a nosotros mismos.
Comparto una de las reflexiones del documental:
“La gente cree que no puede marcar la diferencia.
Lo cierto es que el planeta depende de nosotros”

“TODAY, not tomorrow!!!”



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