思い出のマーニー (When Marnie Was There)

“外側にファイン”
(Bien en el exterior)

Se cumplen 30 años de la creación de un estudio que ha sido no sólo una referencia en el cine de animación, sino una auténtica factoría de obras maestras:
El Studio Ghibli, elevó la animación japonesa a los cielos, y ha logrado una inusitada popularidad en todo el mundo, especialmente gracias a las películas de su líder, Hayao Miyazaki, que se ha ganado un puesto privilegiado en la historia del cine.
Ghibli nace en 1985, de la mano de Miyazaki e Isao Takahata; y hasta la fecha, ha producido 22 largos animados, mayoritariamente de los 2 fundadores; que catapultaron al estudio, como la más influyente factoría de animación, aparte de Disney y Pixar.
Ghibli ha conseguido, al menos, 4 o 5 obras maestras del género, abrir el primero de octubre de 2001, un museo en el bosque de Mitaka, con unos cortometrajes que sólo se pueden ver allí, una manera de trabajar totalmente original, y poner de los nervios a Disney, e incluso, mejorar sus producciones; y ha establecido una manera de producción excepcional dentro de la animación.
En vez de contratar temporalmente como mínimo, 70 profesionales, para un largometraje concreto, el estudio ha logrado mantener en plantilla, de forma permanente, entre 200 y 300 empleados.
Las relaciones con su más directa competidora, Disney, han sido siempre de un intenso amor-odio…
Para la compañía del ratón, Japón es una espina clavada en su manzana roja:
El único país del mundo, en que sus películas no son #1 en taquilla, siempre está las de Ghibli delante, y eso no se olvida fácilmente, con el fichaje de Kôji Hoshino, como Director General de Ghibli desde febrero de 2008, ex-presidente de Walt Disney Japón.
Frente al éxito que han aportado unos títulos extremadamente reflexionados, una infinita meticulosidad en los detalles de cada historia, una promoción basada en crear de manera constante, la expectativa sobre el Studio Ghibli, y una fe sin límites en historias nada comunes, hoy se enfrenta a un gravísimo problema.
Centrado en 2 personalidades muy potentes:
Isao Takahata de 78 años, y Miyazaki, que ya anunció su retirada, El Studio no ha cultivado el terreno para la necesaria sucesión artística.
En el año 2010, Hiromasa Yonebayashi, asume la máxima responsabilidad.
Pero cuando El Studio Ghibli, anunció allá por agosto de 2014 que cesaba la producción de películas, todos los amantes de la factoría japonesa, se echaron las manos a la cabeza.
Una vez asumida la noticia, la reacción inmediata fue girar la vista hacia la que sería su última película…
“私は毎日普通の生活がしたいです”
(Me gustará tener una vida normal todos los días)
思い出のマーニー (When Marnie Was There) es una película de animación japonesa, del año 2014, dirigida por Hiromasa Yonebayashi.
Protagonizada por Kasumi Arimura, Sara Takatsuki, Hana Sugisaki, Hitomi Kuroki, Ryoko Moriyama, Nanako Matsushima, Susumu Terajima, Toshie Negishi, Kazuko Yoshiyuki, Ken Yasuda, entre otros.
El guión es Niwa Keiko y Ando Masahi, basados en la novela homónima, escrita en 1967, para adolescentes, de la escritora británica Joan G. Robinson; autora e ilustradora célebre por las historias de Teddy Robinson, una prolongada serie sobre un osito de peluche.
Otro cuento, también famoso es “When Marnie Was There” (1967)
Una curiosidad sobre Robinson, es que antes de publicar sus libros, solía compartirlos con sus familiares para que le dieran el visto bueno.
Como recompensa, ella solía incluir personajes explícitamente inspirados en sus seres queridos; y publicó más de una treintena de trabajos, en muchos de los cuales, colaboró estrechamente con su marido.
La misma, fue además ilustradora de libros para niños, publicando su primer ejemplar en 1939.
A su vez, y precisamente a partir de la ya citada obra, comenzó con una serie de novelas para adolescentes.
En especial ésta, una historia sobre un fantasma evocador, con verdades que contar sobre la amistad, las relaciones familiares, y la soledad; y se trata del 2º largometraje que dirige Yonebayashi, y es también el 2º filme con la productora japonesa, Studio Ghibli; que es también, el 22° largometraje producido por el estudio, y “su última película”, después del anuncio del cese temporal de producciones de largometrajes.
Y es que tras la salida de Miyazaki, el estudio colapsó hasta tal punto que 思い出のマーニー (When Marnie Was There), va a suponer la última película de Ghibli por un tiempo indefinido.
Se anunció un “descanso” en forma de reestructura, “no un cierre”, ya que tras la salida de su peso pesado, han gastado demasiado dinero en contrataciones fijas, por lo que van a esperar a la terminación de contratos, para volver a las contrataciones “freelance”, como hacían en antaño.
思い出のマーニー (When Marnie Was There) obtuvo una nominación al Oscar como mejor largometraje de animación, y sin embargo, sufrió un relativo fracaso en su estreno en Japón.
Todo esto se debió, según el presidente actual, por una mala campaña de “marketing”, más enfocada al público juvenil, cuando el cine de Ghibli está más enfocado para los adultos, aunque puedan gozar los pequeños de su arte también.
“El anuncio de televisión, estaba enfocado demasiado en chicos de instituto.
Y los anuncios en los periódicos, que deberían haber cubierto a la audiencia de mediana y mayor edad, también se destinaron a ese grupo.
Puede que se haya enfocado la publicidad a una audiencia equivocada”, dijo Toshio Suzuki, es el actual presidente de Studio Ghibli, productor y habitual del estudio durante años a lo que añadió entre risas:
“Parece que no me tienen mucho respeto”
Por otra parte, y como ya comentamos, está previsto que Studio Ghibli paralice de forma momentánea la producción de películas, estando prevista una reestructuración del estudio, y la disolución del equipo de producción.
Así las cosas, la acción de 思い出のマーニー (When Marnie Was There) sigue Anna Sasaki (Sara Takatsuki), una chica que no se relaciona con sus compañeros de instituto.
Tiene una fría relación con su madre adoptiva, y sufre de asma, por lo que cambia de aires junto a La Familia Oiwa.
En aquel hermoso paraje campestre, Anna observa una inmensa casa que le trae recuerdos, aunque no sabe bien el por qué…
Será cuando conozca a Marnie (Kasumi Arimura), una chica con la que entablará una inmensa y misteriosa amistad...
El mensaje que nos quiere dar 思い出のマーニー (When Marnie Was There), es sobre el perdón, la familia, el seguir siempre adelante, y lo confuso que es ser un adolescente.
“世界に目に見えない円の目があります”
(Hay un círculo invisible al ojo en este mundo)
思い出のマーニー (When Marnie Was There) es el 2º largometraje de Hiromasa Yonebayashi, un director asociado por ahora al estudio Ghibli, en el que lleva trabajando como animador desde “もののけ姫/La Princesa Mononoke” (1997)
Desde esta mítica película, obra maestra de Hayao Miyazaki, Yonebayashi ha participado en los principales títulos del estudio, que va más lejos de un simple animador, ya que asume toda la responsabilidad de las escenas que tiene asignadas.
En el año 2010, Yonebayashi asume la máxima responsabilidad, e inicia, bajo el amparo del estudio, su carrera como director; y con思い出のマーニー (When Marnie Was There) muestra una película costumbrista, de un corte clásico, y una estética entre, nuevamente, 2 mundos.
Quizás, de Hayao Miyazaki haya reminiscencias en un estilo estético, propio de principios de siglo, como a él le gustaba hacer en sus películas.
Animada con la tradicional artesanía del estudio, y creando a un par de personajes principales memorables, es todo un placer encontrarse algo así en una pantalla grande, tan hermoso y sensorial a todos los niveles.
Hay que avisar, que es una historia muy japonesa, es decir, pausada en el ritmo, algo contemplativa, llena de valores y pulcritud, y con su fondo de melodrama con el que, según te pille, puedes llorar a moco tendido si estás un poco sensible…
Y nos sorprende con una protagonista que quizás no es feliz, pero que intenta por todos los medios, alcanzar un estado de paz.
Para desarrollar la historia, el cineasta japonés, decide realizar una mezcolanza espacio-temporal, en la que se reúnen tantos elementos, que comienza a ser difícil distinguir el verdadero motivo de la relación entre ambas jóvenes.
En cualquier caso, la fascinación o la reverencia que tienen muchos creadores japoneses por el mundo rural japonés, el huir de la tecnología, y los convencionalismos modernos, para adentrarse en el último reducto de la tranquilidad, la tradición, y del amor por la naturaleza, es digno de reflexión.
思い出のマーニー (When Marnie Was There) es un viaje mágico hacia una cotidianidad mundana de carácter increíble.
Un parque japonés, sirve de umbral para entrar a ese mundo, donde Anna, la joven adolescente protagonista, sopesa con orgullo, plantar cara a una realidad que le disgusta, para ser un poco más libre, dejando volar su imaginación y su talento.
Sin embargo, a modo de chispa que enciende una poderosa mecha, una tragedia de corte natural, dentro de sí, sobrevuela aquel parque; y Anna debe moverse, viajar, tomar un tren, y despedirse de esa realidad dura y fría, para trasladarse a un cálido sur, que en época de verano, contempla lluvias y días de inusitado bochorno.
Allí, es posible que se encuentre a sí misma, pero también encontrará partes de un mundo arrasado por la tragedia de las relaciones humanas que, sin duda, formarán parte de un inmenso puzle de, finalmente, sonrisas.
Japón deja, en préstamo, algunos de sus paisajes más bonitos, más entrañables, más acogedores:
Rincones comunes como una hermosa casa, una habitación, una escalera, una torre, el bosque, el campo, o el mar; que con un adecuado enfoque, son parte de la maravilla de un mundo soñado.
Un marco idóneo para mostrar, como siempre, elementos culturales de un Japón muy real, pero muy escondido a veces, con sus festividades, su arte, su mitología, o su arquitectura característica.
O simplemente, una imagen real de un pueblo japonés.
También, un arte de verdad, de ese de caballete, lápiz y pincel, realizado por unos personajes que saben ver esos rincones con su mirada aguda, y que ven algo especial en ellos.
Y思い出のマーニー (When Marnie Was There) sigue por supuesto, una línea continua de la estética y personajes del Studio Ghibli, con su característica animación, sus personajes costumbristas y mágicos, y la estructura argumental.
En este caso, obtenemos una composición que nuevamente nos presenta a un protagonista joven, una chica, pero con unos problemas en su vida, que la hacen resentir del mundo que la rodea, ofreciéndonos gota a gota, algunas pistas de por qué se comporta así, huyendo de todo, y de todos, sin ánimo de fiestas ni compartir un solo comentario con nadie.
Nuevamente, tenemos presente una enfermedad, donde acude a un paraje más sano, alejado de la ciudad, para estar tranquila y descansar; y nuevamente, la paleta de colores y los contrastes de acuarela, están presentes, marca de la casa, para aliviar su dolencia.
En el desarrollo, aparecerá Marnie, y dudaremos sobre su presencia... y no es la primera vez, que la ilusión se apodera de la protagonista.
Claro está que, además, tiene los toques mágicos inesperados, propios de La Casa de Totoro; así como podemos apreciar reminiscencias a películas que comienzan con un mundo inserto en la realidad, en la “industrialidad” del tiempo y del espacio, y que luego acaba por agrietarse para dejar pasar, en cantidades suficientemente leves, como para seguir siendo algo excepcional, con algunos elementos mágicos.
La magia, no deja ni un instante una película con un complejo arco argumental, que se presenta como inesperado, y que entrelaza un mundo real y otro mágico:
Son 2 realidades, en definitiva, que juntas desarrollan lazos de tierno amor, algún conflicto, magia, nostalgia, pasión, tristeza, felicidad, y paz.
思い出のマーニー (When Marnie Was There) tiene diferentes mensajes, y depende quién lo vea, puede percibir uno u otro mensaje, pero los mensajes más claros son:
La importancia de la amistad, e incluso, que el mayor remedio para una enfermedad, es estar en contacto con la naturaleza.
Del fondo, es fundamental la sensibilidad del director y guionista, explorar los aspectos sicológicos de Anna, en su vínculo con la madre adoptiva, a la que llama “Tía”
Devela la tristeza de la niña por los recuerdos que tiene sobre discusiones de adultos, y su pesar por sentirse ajena, incluso en su propio hogar; pero el personaje más enigmático es, sin duda alguna, Marnie, puesto que se trata de un personaje que da nombre al título, pero que al final, ni siquiera vive en la misma época que la protagonista, pese a que en la trama, Anna se ve acompañada de ella en muchas ocasiones.
La historia de Marnie, es que no vivía con sus padres, sino con mucamas en la casa del pantano, y cuando la visitaban, organizaban fiestas, mas no le brindaban atención…
Eso muestra una realidad extraña, en la que Anna está conectada con alguien con el cual vive una profunda historia de amistad, pero alguien con un pasado cruel, triste, y trágico, como ningún otro caso, que resulta ser su misma abuela…
Con ella, vemos uno de esos elementos recurrentes en las historia de Ghibli, aquellos mundos de magia, que en este caso, a veces se dejan ver hasta con algunos tintes de misterio, a veces terror, como las secuencias en que Marnie está en la vieja torre en medio de un temporal.
Son sus 30 impecables minutos finales, los que se disparan magistralmente, dejándonos una historia triste, trágica pero hermosa a su vez, sobre todo para los no conocedores de la obra de Robinson; y que logran que veamos思い出のマーニー (When Marnie Was There) de otra forma a lo que estábamos “catando” en su primera mitad, la cual divaga poco a poco, entre Anna y la nueva relación con Marnie.
Porque tiene segundas lecturas que van desde marginación al estilo “bullying”, pasando por una muy clara relación lésbica entra Anna y Marnie, con claras muestras de abuso sexual y físico por parte de las mucamas, hasta la imagen fálica de ese silo que genera miedo, y llegar al evidente cambio de niña a mujer…
El final, es muy agradable, porque pone en práctica las palabras de Marnie:
“Quisiera que mis padres fueran adoptivos, porque ello indicaría que me aman de verdad”
Anna supera el dolor, y se reintegra con su madre adoptiva, a quien comienza a llamar “madre”, y antes de regresar a Sapporo, se despide de sus amigos en el pueblo.
Por lo formal, la animación resulta impecable:
La magia del Studio Ghibli, vuelve de nuevo a aparecer a través, no solo de sus deslumbrantes paisajes, sino en cada uno de los escenarios donde se desenvuelven sus protagonistas.
Pero lo más importante, diría incluso, vital para la historia de la animación universal, es la obsesión de la pareja Takahata y Miyazaki, por superar un problema que planteaban las películas de Disney.
En ellas, los dibujantes hacen moverse siempre a los personajes, de derecha a izquierda, de izquierda a derecha, pero nunca de adelante hacia atrás, o al revés, porque en animación tradicional, es extremadamente difícil crear una imagen realista de esos movimientos, con unos personajes planos, es decir, dibujados en 2 dimensiones; y aquí se logra romper el esquema.
Por otro lado, la banda sonora alcanza un nivel más que óptimo, logrando convertirse en un perfecto acompañamiento de cada una de las escenas.
Sin embargo, actúa sobre las mismas de un modo mimético, sin restarles protagonismo, algo que hace que no se pueda rescatar ninguna canción por su sobresaliente papel.
Particularmente, también molesta que el tema principal que aparece en los créditos finales, esté cantado en inglés, una nimiedad en cualquier caso, de cara a la comercialización más internacional.
“あなたは私の秘密だ知りませんでした”
(¿No lo sabes, eres mi secreto?)
Según se comenta, tras el estreno de 思い出のマーニー (When Marnie Was There) en cines japoneses, será la última película de anime que produzca Studio Ghibli.
El Estudio, que recaudó más de 30.400 millones de yenes con “千と千尋の神隠し/El Viaje de Chihiro” (2001); 19.600 millones de yenes con “ハウルの動く城/El Castillo Ambulante de Howl” (2004); o 19.200 millones de yenes con “もののけ姫/La Princesa Mononoke” (1997); no pasa por su mejor momento, y es por ello que se ha tomado esta difícil decisión.
Las fuentes cercanas apuntan, a que el motivo de esta debacle, se debe a la baja recaudación de “かぐや姫の物語/El Cuento de La Princesa Kaguya” (2013), el anterior filme del estudio, que recaudó únicamente 5.100 millones de yenes; y que según dice la fuente, fue considerado un “fracaso” en Ghibli.
Fue entonces cuando, según dicen, se tomó la decisión de abandonar la industria como productora de anime, y hacer思い出のマーニー (When Marnie Was There), la última película.
Sin embargo, para no hacer saltar las alarmas, y evitar que fuese publicitada como “La Última Película de Ghibli”, se decidió no dar la noticia antes de su estreno.
Según se apunta además, Ghibli cerrará sus puertas como estudio de producción de anime, y se quedará únicamente como empresa poseedora de sus marcas registradas para gestionarlas.
Esta decisión, viene motivada por el hecho de que el estudio ya no es capaz de afrontar producciones multimillonarias, pues, por poner un ejemplo, con “風立ちぬ/El Viento Se Levanta” (2013), Ghibli recaudó 11.600 millones de yenes, pero son necesarios unos 2.000 millones de yenes al año, para mantener a todo su personal en plantilla, y ese año sufrieron unos gastos que ascendían a los 10.000 millones de yenes, quedándose al final, en número rojos.
Esta noticia no es algo inesperada, según se confirma, puesto que desde la retirada de Hayao Miyazaki, tras la producción “風立ちぬ/El Viento Se Levanta” (2013), dentro de Ghibli ya había rumores, de que esta situación podría desembocar en el principio del fin.
Así, tras el fracaso de “かぐや姫の物語/El Cuento de La Princesa Kaguya” (2013), Toshio Suzuki, productor de la compañía, tomó la decisión de que Ghibli cerraría sus puertas, noticia que se comunicó a sus trabajadores, pero no se hizo pública en pos de esperar a estrenar思い出のマーニー (When Marnie Was There), y encontrar, según ellos, el mejor momento para dar la triste noticia.
Por supuesto, de momento, Ghibli no ha dado ningún anuncio al respecto, y sólo podemos tachar esta noticia de “rumor”, a falta de una confirmación oficial.
Pero aun así, no es la primera vez que ha suspendido su actividad, para volver a retomarla con mayor vitalidad, energía, y creatividad.
Tras el estreno veraniego habitual de “千と千尋の神隠し/El Viaje de Chihiro”, el 20 de julio de 2001, Ghibli cerró sus puertas durante 6 meses, desde el 1° de agosto.
Todos podían trabajar en lo que deseasen durante este paro técnico, y recibieron 2/3 de su sueldo; pero algunos no volvieron…
Y es que mantener actualmente a los trabajadores como fijos, y con contratos de larga duración, les sale muy caro a Ghibli, un problema que también ha afectado, y afectará a otros estudios de animación japoneses.
El Studio Ghibli, es una empresa que genera altos costes; y se admite también, que la retirada de Miyazaki como director de cintas de animación, ha supuesto un problema.
Las especulaciones sobre el fin del estudio, dejan paso al asombro y al temor por su posible desaparición.
¿Se acabarán convirtiendo en realidad, o por otro lado, permanecerá, como se muestra en sus películas, y como ha ocurrido varias veces con el propio Miyazaki, sorteando como un sueño mágico, los obstáculos de la realidad?
Quien sabe que nos traerá la nueva Ghibli tras su reestructuración, y su hiatus, espero que sigan produciendo maravillosas películas.
Por lo pronto, El Museo Ghibli, ubicado en Mitaka, Japón, seguirá funcionando con las exhibiciones de animé, dedicada a los trabajos del estudio.

“もちろん、私はあなたを許すと、私はあなたマーニーが大好きです。
私はあなたに今まで決して忘れないでしょう!”
(¡Por supuesto que te perdono!
Te amo, Marnie.
¡Nunca te olvidaré, nunca!)



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