Love, Rosie

“The choice is yours”

Las personas, damos vueltas en círculos...
Como esferas resultantes, varían de tamaño, y son como esos paranoicos círculos sobre la plantación de maíz vistos desde un plano cenital.
Estas circunferencias, las trazamos para evadir una responsabilidad, o en este caso, una relación sentimental, simplemente porque pensamos que no es el momento…
Películas sobre este tema hay muchas, que tratan del amor nunca confeso entre 2 enamorados, siempre amigos, por supuesto, como enorme barrera a romper y saltar, que se mantiene puro y casto en el tiempo, a pesar de los avatares, inconvenientes y dificultades que la vida ponga por medio, hay varias para elegir por doquier, con más festividad en su recorrido, alegría en sus notas, picardía en sus escenas, inteligencia en sus diálogos, “sex appeal” en sus parejas, carisma en el relato... pero todas ellas se dejan querer; más si se trata desde la etapa de la adolescencia, cuando aún son “inocentes”, poco exigentes, de inicio a la dura y cruel pubertad, que aún son vírgenes de espíritu, apenas demandan algo más que ñoñería, nimiedad, suavidad remilgada, y carencia de toda osadía o tenacidad que lleva a seguir la aventura de ser “eternos amigos”, por mucha longitud, distancia y personas que hayan o surjan entre medias.
Es un hecho que el amor, cuando está en el aire, hay que decirlo, expresarlo, porque es irreemplazable, y por tanto, hay hasta que pelear por él.
“Let love in”
Love, Rosie es una comedia del año 2014, dirigida por Christian Ditter.
Protagonizada por Lily Collins, Sam Claflin, Tamsin Egerton, Jaime Winstone, Christian Cooke, Suki Waterhouse, Lily Laight, Jake Manley, Norma Sheahan, Nick Lee, David Walsh, Aris Athanasopoulos, Kris Edlund, entre otros.
El guión es de Juliette Towhidi, basada en la novela “Where Rainbows End” (2004) de Cecelia Ahern; sobre adolescentes enamorados con negación del amor, pero la producción aquí es complicada, realista, rompiendo con todos los estereotipos de chicas virginales, del sexo perfecto, de la moral intacta, y hasta graciosas experiencias.
Filmada en Dublín, Irlanda, y también en La Universidad de Toronto, en Canadá; la historia gira en torno a Rosie Dunne (Beau Rose/Lara McDonnell/Lily Collins) y Alex Stewart (Tighe Wardell/Tom John Kelly/Sam Claflin)
Ellos son los mejores amigos del mundo, y viven en Dublín.
Desde su infancia, habían confiado el uno en el otro, y se habían contado sus secretos y confidencias.
En su época del instituto, los 2 hicieron planes para ir juntos a la universidad, pero Rosie, en una noche de pasión junto a uno de los chicos más populares del instituto; se queda embarazada…
Y justo cuando se lo va a contar a Alex, éste le dice que le han admitido en Harvard, en la facultad de medicina.
Las intenciones de ambos cambian radicalmente desde aquella noche, sin embargo, su amistad permanecerá por el resto de sus vidas, traspasando los límites que alguna vez pensaron.
Como se puede entrever en el argumento, Love, Rosie estudia la relación entre 2 mejores amigos, y cómo las situaciones y sentimientos más fuertes que la amistad, se interponen en lo que alguna vez fue una sana relación; y la trama se convierte en una enseñanza sobre la lucha del verdadero amor.
Acerca de cómo debe ser perseguido, apremiado, encontrado, y protegido.
A ello dedican todas sus fuerzas los 2 protagonistas, pero sin expresarlo; pues el miedo al rechazo, de que “la amistad es primero”, les impide ser valientes para contarse lo que sienten el uno por el otro; y esto les hiere profundamente para el resto de sus vidas.
Love, Rosie es interesante, porque de entrada te hace ver que tienes que tener mucho cuidado al tener relaciones sexuales; y por otra parte, también enseña a las personas a luchar por tu verdadero amor, y que haciendo esto, conseguirás lo que de verdad quieres.
“Tied up...”
Las intenciones del cineasta Christian Ditter, fueron más comerciales que pertenecientes al cine “indie”, que tan bien funciona en esta temática sobre relaciones amorosas; así, partiendo de la premisa misma, Love, Rosie es predecible.
Admito que en algunas cosas no lo es, pero las cosas más importantes se ven a leguas:
La historia de Rosie y Alex, es la historia de toda una vida, y a pesar de algunos cambios respecto a la novela; plasma perfectamente la esencia de la misma:
Ese transcurso de los años con muchas zancadillas por el camino.
Cuando piensas que las cosas les van a salir por fin bien a los protagonistas, llega otro revés que lo desbarata todo, y alarga la necesidad de expresar su amor.
Eso les ocurre a Rosie Dunne y Alex Stewart, amigos inseparables desde que tienen uso de razón, hasta que una noche, todo cambia para ellos.
Tienen que ir al baile de debutantes, pero no juntos:
Alex, en el último momento no va con Rosie a petición de ella; y finalmente, ella va con otro chico.
Ese momento, es el punto de partida de la historia, cuando todo empieza a complicarse.
Y es que Rosie es una muchacha que llega al mundo a amar, a esperar ser querida, a no estar sola.
Toda su actividad, se dirige hacia allí.
A abandonar la inquietud que le produce el aislamiento.
A unirse, para siempre, con quien más quiere.
Pero aquel no es otro que su mejor amigo, Alex, quien maravillosamente siente lo mismo por ella, pero ninguno se atreve a decírselo al otro.
Por ello, Alex acude al baile con Bethany Williams (Suki Waterhouse)
Lo que ocurre la noche del baile, hace que se vayan distanciando, sin poder evitarlo, y sus vidas tomen rumbos completamente diferentes.
Desde ahí, Alex termina con la chica que ella detesta; pero lo de ella sigue sin explicación:
Que quede embarazada cuando pierde la virginidad por un accidente con Greg (Christian Cooke), otro chico que a él tampoco le agrada…
No quedó muy convincente ese “despecho”
El resultado es que todos los planes se desmoronan desde ahí:
Ella no le cuenta a Alex que espera un hijo; y él se va a Boston a estudiar.
Ella se queda en Dublín, a trabajar como lo hizo su padre, en un hotel.
En el transcurrir del tiempo, veremos sus vidas infelices, o que se tornan más experimentadas en la realidad de la vida:
La familia, el trabajo, el éxito, vivir lejos de la persona que quieres, inclusive de la pérdida…
Y desde el punto de vista de Rosie, una hija que crece; que posteriormente ella se casa con el padre de su hija; pero si las cosas no empezaron bien, definitivamente iban a terminar bien.
Además, se muere el padre de Rosie, que había pensado en mandarla a estudiar hotelería para que ella se compre un hotel, y no llegue a tener la vida de su padre…
Por cierto, viendo la casa y el residencial de un botones de hotel en Dublín, no le va tan mal…
Sin embargo, en el transcurrir de la historia, según los lectores de la novela, se omitieron personajes, y fueron muy rápido con la trama, de un libro que constaba de 187 páginas; bien pudieron haberlo hecho un poco más completo; por lo que los lectores se cuestionan:
¿Dónde está la comprensiva y romántica hermana Steph, que vive en Paris?
¿Y el incomprendido adolescente Fred?
¿El consejero hermano de Alex?
¿Ruby, farmacéutica?
¿Que el bebé de Sally, no era de Alex...?
Sea como fuere, en el libro, la historia concluye con Rosie y Alex, teniendo casi 60 años de edad… al menos eso sí, quedan juntos.
Por otra parte, un error de producción indica que gran parte de la historia se desarrolla en Dublín, vemos que hay un par de escenas que transcurren en calles céntricas, en las que se reconoce perfectamente la ciudad; además de tener un momento en que se ve uno de los característicos autobuses urbanos azules y amarillos de 2 plantas que circulan por la capital irlandesa…
Por si aún había alguna duda del país en que se encuentran los protagonistas, en la entrada del hotel donde celebran el baile, al comienzo, hasta ondea una bandera de La República de Irlanda…
Ahora bien, cuando en las escenas que transcurren en EEUU llaman “británicos” a los protagonistas, estos ni se inmutan… lo cual resulta extraño conociendo a los irlandeses; y en cierto momento, Rosie dice querer volver a casa diciendo:
“Y con eso me refiero a Inglaterra”, especifica.
En otra toma, podemos ver que la misma Rosie tiene pasaporte británico, en vez de irlandés…
Pese a ello, en el fondo, a lo largo de la historia de Love, Rosie, se revela que no importan las dificultades, si el sentimiento es sincero.
Nada puede parar el brío entrañable, el afecto cariñoso que lleva a sus protagonistas a encontrarse, a separarse, y a hallarse de nuevo.
Del reparto, tenemos una adorable química entre Lily Collins y Sam Claflin:
Lily Collins, como protagonista absoluta, muestra una vez más sus defectos como actriz:
Su demasiado bello aspecto, no es elemento suficiente para elevar la condición interpretativa de un papel que requiere sentimiento, pero que rara vez es transmitido con credibilidad.
Sus limitaciones son notables en el aspecto dramático, donde su registro es siempre modesto y escaso.
Resulta muy malo el maquillaje, pues después de tantos años, tanto ella, como él, no envejecen como deberían…
Mientras que Sam Claflin queda un poco más relegado por momentos, debido a que el avance de la historia y los acontecimientos, lo pone Lily Collins.
Sin embargo, Claflin hace una buena réplica.
A ambos, durante todo el metraje, dan ganas de agarrarlos y ponerlos de frente, a que sinceren sus sentimientos; pero si sucediera de inicio, no habría película.
O tal vez sí:
Se dicen “Te Amo” pero cada uno parte a sus rumbos.
La distancia deja huella, provocando “tortas de 9 meses”; enfrentamientos por matrimonios por conveniencia, muertes de por medio, muy melodramático todo, como debería ser el género.
Inevitablemente, podemos achacarle entonces, que Love, Rosie cae en los clichés acostumbrados, pero su metraje no se hace cansino, y la conclusión es satisfactoria.
“How do I go about seducing a woman who is apparently out of my league?”
En definitiva, una de las sensaciones más hermosas de la vida, es que la persona que amamos, nos confiese su enamoramiento.
En ese momento, podemos “tocar el cielo con las manos” y sentimos cómo abrazan nuestro corazón.
Sin embargo, un estudio demuestra que la mayoría de las personas, se limita a decir “Te Amo” en situaciones románticas.
En algunas culturas, el amor se comunica mejor con expresiones no verbales, como gestos, regalos, o a través del contacto físico.
No importa el modo en que lo digas, lo importante es hacerlo.
Cierto es que las mujeres tienen como “buena” característica, poder expresar con sencillez sus sentimientos, pero esto no es una ley universal.
Existen personas a quienes hacerlo, les resulta bastante complicado, pero en específico:
¿Por qué les cuesta decir “Te Amo”?
Comenzando con la desmitificación, de acuerdo con Joshua Ackerman, profesor asistente del MIT Sloan School of Management, muchos hombres pronuncian primero el “Te Amo” dentro de una relación, y además, se sienten más felices si esto sucede, antes de tener sexo por primera vez.
Pero al parecer, hay muchos otros a quienes decir “Te Amo” no les sale para nada, y aunque quizás en menos proporción, ellas tampoco lo hacen siempre.
De ahí la importancia también del beso, acompañado con un “te quiero” es una acción muy íntima, y si la relación ya está consolidada, es necesario que tu pareja sienta que le amas.
Siempre es buen momento para expresar el amor; por tanto, para expresarlo, no seas tan complicado.
Nunca te quedes con las ganas de decir lo que sientas, porque después será muy tarde, pues el amor acaba por las faltas de las demostraciones de afecto y cariño.
Por tanto, el momento perfecto para decir “Te Amo” es:
¡AHORA!

“There aren't many sure things in life, but one thing I know for sure is that you have to deal with the consequences of your actions.
You have to follow through on some things”



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