The Boy Who Learned to Fly

“Before he was the fastest man alive, Usain Bolt was the boy who learned to fly”

El atletismo, es considerado el deporte organizado más antiguo; abarca numerosas disciplinas agrupadas en carreras, saltos, lanzamientos, pruebas combinadas, y marcha; es el arte de superar el rendimiento de los adversarios en velocidad o en resistencia, llamado también “fondo”, en distancia, o en mayor altura.
El número de pruebas, y los tipos ya sean individuales o en grupos, ha variado con el tiempo; siendo uno de los pocos deportes practicados universalmente, ya sea entre aficionados o en competiciones de todos los niveles.
La simplicidad y los pocos medios necesarios para su práctica, explican este éxito.
Y es que de todas las actividades deportivas, las carreras de velocidad son las más practicadas, y en Los Juegos Olímpicos, fueron incluidas desde su comienzo, las cuales consisten en recorrer un corto espacio, desde 100m hasta 400m, en el menor tiempo posible.
La principal competición de atletismo, se celebra cada 4 años durante Los Juegos Olímpicos; y es considerado “El Deporte Rey de Los Juegos Olímpicos”
Hoy, precisamente llega a los 30 años, Usain St. Leo Bolt, el mayor exponente del atletismo actual.
Bolt es un atleta jamaiquino, especialista en pruebas de velocidad, que ostenta 11 Títulos Mundiales y 9 Olímpicos, y posee además, Los Récords Mundiales de los 100m y 200m lisos, y la carrera de relevos 4×100 con el equipo de su país; siendo uno de los 7 atletas que en la historia han ganado títulos en las categorías:
Juvenil, Junior y Absoluta.
No es casual, que Usain Bolt se le conozca como “Lightning Bolt” o “Relámpago”, por ser el único ser humano que ha conseguido El Triplete Olímpico en 100m y 200m, y el relevo 4x100 lisos, en 3 Juegos Olímpicos consecutivamente.
Como génesis de este milagro humano, muy curiosamente, los jamaiquinos entrenan sobre hierba y descalzos, practicando la velocidad; por lo que se han buscado las razones genéticas para explicar:
¿Por qué Jamaica es “la isla de los esprínteres”?
Un estudio de La Universidad de Las Indias Occidentales, publicado en abril de 2008, apunta a la genética:
La población presenta inusuales cantidades de actinen A, una sustancia que contrae las fibras musculares de contracción rápida.
Otros hablan de tradición, porque la población desciende de esclavos de África Occidental, con un pie muy ancho, adaptado para cruzar la sabana…
Sólo los más fuertes sobrevivían al viaje, cuya primera parada era:
¡Jamaica!
Alto, con 1,96cm, y fibroso con 86kg, la constitución de Usain Bolt no se correspondía con la musculatura de los últimos grandes velocistas, siendo tan alto, su salida de los tacos era lenta; pero Bolt, afortunadamente para el atletismo, no le hizo caso.
“El Relámpago” nació en el seno de una familia pudiente, si se compara con la pobreza que asola a la isla caribeña; y de niño, su crecimiento fue espectacular, lo que unido a una alimentación desequilibrada, le provocó una escoliosis, una desviación de la columna; pero aun así, corría como un “relámpago”
Lo suyo era correr lo más rápido posible…
Su ídolo, aparte de Asafa Powell, era una leyenda jamaiquina, Don Quarrie, porque era un experto en la curva de los 200 metros.
También lo era Michael Johnson, pero éste era estadounidense, y ostentaba un récord que parecía inaccesible.
En El Campeonato Mundial Junior de 2002, obtuvo una Medalla de Oro en los 200m lisos, que le convirtió en el ganador más joven de la historia del evento para ese tiempo.
Pese a que la experiencia le provocó nerviosismo, hasta el colmo de calzarse las zapatillas en los pies equivocados, al fin y al cabo le resultó provechoso, ya que él mismo se propuso que “nunca más sería afectado por la ansiedad antes de una carrera”
El 2004, en Los Juegos de La Asociación de Libre Comercio del Caribe (CARIFTA), Usain Bolt fue el primer velocista en la categoría junior, en correr por debajo de los 20 segundos en los 200m, con marca de 19,93s, sobrepasando el anterior récord de la categoría, ostentado por Roy Martin por 2 décimas de segundo.
Mientras tanto, el joven crecía en popularidad en su país, y el mismo Howard Hamilton, Procurador General de Jamaica, pidió a La Asociación Administrativa de Atletas de Jamaica (JAAA) que fortaleciera su salud, y evitara fatigarle.
Además, le denominó como “el mejor velocista que la isla haya engendrado”
Empero, la fama y las atracciones de la ciudad capital, Kingston, empezaron a convertirse en un contratiempo para el bisoño deportista.
Por lo que Bolt llegó a despreocuparse de su carrera, debido a que prefería alimentarse de comida rápida, jugar baloncesto, e irse de juerga en los clubes de la ciudad.
Por la ausencia de una rutina ordenada, empezó a confiarse de su talento natural para derrotar a sus competidores; pero la vida, y esos duros entrenamientos de esos años parecían afectarle, ya que había padecido de escoliosis, y su pierna derecha se hizo más corta.
Pese a todo, instituciones colegiales de los Estados Unidos, le ofrecieron becas para atletas sobre la base de su notable desempeño, pero el joven de la parroquia de Trelawny las rechazó todas, alegando que se encontraba satisfecho de permanecer en su natal Jamaica.
Por el contrario, escogió los alrededores de La Universidad Tecnológica como su campo de entrenamiento, a pesar del anticuado gimnasio, y la gastada pista de atletismo que había utilizado desde sus años de amateur.
El año 2005, Bolt comenzó a trabajar con su nuevo entrenador Glen Mills, a lo que sumaría un cambio de actitud con respecto al atletismo.
Mills sabía del potencial del atleta, y se propuso modificar cualquier tipo de comportamiento alejado de su profesión, además, le llevó a consulta con el médico alemán, Muller-Wolhlfahrt, para el tratamiento de la escoliosis, y desde entonces comenzó a fortalecer esa debilidad en su cuerpo.
Para colmo de males, se vio involucrado en un accidente de tránsito en el mes de noviembre, y aunque apenas sufrió rasguños en su cara, su calendario de entrenamiento debió alterarse.
El 2006, se propuso nuevas metas, así como ganar más experiencia.
Las medallas logradas en El Campeonato Mundial de Atletismo de 2007, en Osaka, Japón; motivaron a Bolt; y desde entonces tomó más en serio su carrera profesional; siendo sin duda, una de las estrellas que más brillaron en Los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, pues estableció una marca mundial, ganando una Medalla Dorada, que se convirtió en la primera para Jamaica en los Juegos.
Y en efecto, consiguió 2 Medallas de Oro más, y otras tantas plusmarcas mundiales en las 3 pruebas en las que participó:
100m, 200m y 4x100m; convirtiéndose en El Hombre Más Rápido de La Historia.
Pero lo más increíble estaba por llegar:
Usain Bolt, batió el récord que ostentaba Michael Johnson desde Los Juegos Olímpicos de Atlanta, en 1996.
Johnson había hecho en los 200 metros, una marca de 19,32 segundos, que los expertos consideraron avanzada en un siglo…
Como referencia, a los 16 años, y sin apenas entrenamiento, Usain Bolt corrió una sola vez los 400 metros en un tiempo de 45,35 segundos, no muy lejos del récord que en 2008 aún ostentaba Michael Johnson:
43,19 segundos.
Con esos 2 Oros en velocidad pura, Usain Bolt igualaba a Jesse Owens en los años 1936 y 1940; y a Carl Lewis en su gesta de Los Ángeles '84.
Era además, el único que ostentaba los 2 récords de 100 y 200 metros, y el primero en conseguir ese doblete olímpico con sendas plusmarcas, desde que en 1960, se instaurara el cronometraje electrónico.
Para hacerse una idea de su hazaña, cabe recordar que el anterior récord superado por Johnson en 1996, estaba en poder del italiano Pietro Mennea, desde 1979; y que el crono de Mennea, de 19,72 segundos, había permanecido inalterado durante 17 años.
No era que esperar, que Bolt celebrara todos sus triunfos dando saltos y golpeándose el pecho, mirando a la grada, y desentendiéndose de sus rivales.
Sin embargo, El Presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, criticó esa actitud, y la calificó de “falta de deportividad”; y de inmediato le llovieron las críticas.
Su representante, Ricky Simms, replicó:
“A un atleta que acaba de ganar el Oro con récord incluido, no puede exigírsele que reaccione con esa deportividad.
Bolt no es irrespetuoso, sino un niño grande, que ha luchado mucho por conseguir tamaños éxitos.
Lo único que intenta es hacer vibrar a la gente”
Hay que comprender bien este fenómeno:
La caída de velocidad no es voluntaria.
Es inevitable desde el punto de vista fisiológico.
Es entrenable, por supuesto, pero incluso el atleta más resistente y entrenado, pierde velocidad tras haber alcanzado su punta máxima:
20 metros a tope, y después, caída de la curva.
Muy consciente de ello, Bolt no se relaja como muestra de superioridad o parte de su show, sino porque corriendo de forma relajada, logra que la caída de velocidad sea levemente menos pronunciada.
Pero eso no fue todo:
Las marcas conseguidas en Pekín, levantaron sospechas infundadas, sobre todo de los medios estadounidenses, porque Jamaica había arrebatado a los Estados Unidos la hegemonía en velocidad, incluso en la categoría femenina.
Lo cierto es que Bolt pasó 11 controles antidopaje sin problemas.
Su progenitor aseguró, que el secreto de su hijo, de quien dijo que era “muy perezoso para entrenar”, estaba en el ñame, una planta que forma parte de su dieta habitual.
De regreso a su país, Usain Bolt fue recibido por las máximas autoridades y por miles de aficionados que lo elevaron al altar de “ídolo jamaiquino por excelencia”
En una encuesta entre la población, el mismo Bolt superaba ya con creces al que había sido el mayor referente de esa isla de apenas 2,7 millones de habitantes:
Bob Marley.
Pero su altruismo puedo más que la celebridad, ya que después de su exitosa participación, donó $50 mil a los niños de la provincia de Sichuan, China, que había sido víctimas del terremoto del 2008.
Los Juegos Olímpicos de Londres en 2012, representaron su primera carrera en Europa.
Con una 2ª Medalla de Oro en los 100 metros lisos, el jamaiquino igualaba el récord de Carl Lewis, único atleta de la historia que había conseguido 2 Oros:
En Los Ángeles 1984, y Seúl 1988, en la máxima velocidad.
De hecho, la final de los 100m de Londres, en la que Bolt participó, ha sido considerada posiblemente como “La Mejor de Todos Los Tiempos”
Ya que la carrera involucró a los 4 velocistas que hasta ese momento ostentaban las mejores marcas de la prueba:
Justin Gatlin, Asafa Powell, Yohan Blake, y el mismo Bolt; además, 7 de los finalistas, habían tenido tiempos por debajo de los 10 segundos en las semifinales.
Posteriormente, Usain Bolt se hizo con El Oro en los 200 metros lisos, en una prueba que pareció para él un paseo…
Y es que nunca antes, un atleta había ganado en ediciones sucesivas, las 2 carreras de la máxima velocidad.
Ese día, en el podio sólo se vieron banderas de Jamaica; puesto que Yohan Blake y Warren Weir, llegaron en 2ª y 3ª posición respectivamente.
Con estas victorias, Usain Bolt acumulaba ya, en los mundiales de atletismo, un total de 11 Medallas de Oro, que lo acreditaban como “El Mejor Atleta de La Historia de esta Competición”
Bolt, es el más grande, y seguirá venciendo si el cuerpo no le juega ninguna nueva jugarreta, pero necesita curar totalmente la espalda si quiere volver a volar.
Él es hombre de Mundiales y Juegos Olímpicos, y lo que quiere es ser la mayor leyenda de este deporte, y va camino de serlo.
Sus esfuerzos están dirigidos a ganar en los grandes días, no a batir récords en mítines para recolectar dólares, entre otras razones, porque ya gana tanto dinero que no le hace falta.
En realidad, Usain Bolt es un campeón calculador de esfuerzos.
Se reserva, sí, pero no donde y para lo que afirman los tópicos:
Se reserva para ganar las grandes citas y, si la espalda se lo permite, batir nuevamente sus récords, y lograr un triplete olímpico inédito en Las Olimpiadas de Río de Janeiro en 2016.
“Usain, you gonna be late!!”
The Boy Who Learned to Fly es un cortometraje del año 2016, escrito y dirigido Limbert Fabian & Jacob Wyatt.
Protagonizado por Kevoy Burton, Aston Cooke, David Crossgill, Camille Davis, Anthony Hendriks, Romain Roach y Sekai Smart-MacAulay.
Con la producción ejecutiva del mismísimo Usain Bolt, The Boy Who Learned to Fly fue creada por TBWA, Chiat, y Day Los Angeles; y se asociaron con el oscarizado taller de animación Moonbot Studios, célebre por el cortometraje “The Fantastic Flying Books Of Mr. Morris Lessmore” (2012), que ganó el Premio Oscar al Mejor Cortometraje Animado; y a los directores Limbert Fabian y Jacob Wyatt, para entregar esta hermosa obra el día previsto para el estreno:
19 de julio de 2016.
Y es que a semanas del inicio de Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, varias marcas le han dado una visión deportiva a sus anuncios publicitarios y campañas, con atractivas propuestas creativas que luchan por robarse el protagonismo en ese encuentro mundial.
Gatorade, propiedad de Pepsico, es lamentablemente otra marca que a pesar de no asistir oficialmente a Rio 2016, cuenta con destacados embajadores.
Uno de ellos, llamado a ser uno de los más grandes ganadores en estos juegos:
Usain Bolt.
Por eso, en su campaña participa en varios anuncios, entre los que destaca el cortometraje The Boy Who Learned to Fly, como parte de su campaña de nombre:
“For The Love Of Sports”
Basado en eventos reales, el cortometraje cuenta desde cómo el atleta Usain Bolt (Kevoy Burton) corría para ganar su almuerzo en la escuela siendo un niño, hasta cómo superó sus miedos, como paso previo a convertirse en el deportista más popular de su generación.
Así empieza, con una imagen del corredor entrando a un estadio que grita su nombre; pero de inmediato aparece Bolt de niño (Sekai Smart-MacAulay), saliendo de su casa con consejos que le dio su mamá Jennifer Bolt (Camille Davis); y nos muestra a un Usain Bolt muy pequeño, que busca desarrollar su velocidad, pasando por diferentes consejos como el entrenador Domino Player (Aston Cooke); hasta terminar con sus logros en El Campeonato Mundial Junior de Atletismo de 2002, el cual se desarrolló en Kingston, Jamaica, y que le dio la oportunidad a Usain Bolt de mostrar sus atributos ante la mirada internacional.
Para entonces tenía 15 años, y una altura aproximada de 1,94 m, por lo que sobresalía entre sus mismos compañeros de equipo.
En dicho certamen, ganó la prueba de los 200m con un tiempo de 20,61s; 3 centésimas más lento que su marca personal de 20,58s; que había impuesto en la primera ronda.
Pero la victoria lo consagró como el más joven en alcanzar una Medalla de Oro en categoría junior en la historia, hasta ese momento.
Pese a que la experiencia le provocó nerviosismo, hasta el colmo de calzarse las zapatillas en los pies equivocados; al fin y al cabo le resultó provechosa, ya que él mismo se propuso que nunca más sería afectado por la ansiedad antes de una carrera; corriendo como un rayo.
Si bien, el video The Boy Who Learned to Fly está en inglés, se puede entender claramente toda la trama, desde su niñez, hasta convertirse en Campeón Mundial Junior.
“Not gonna be late”
Realizado con las técnicas de animación 2D y 3D, por Moonbot Studios, especializados en animación, con sede en Louisiana, los realizadores y Gatorade, nos cuentan la historia de Usain Bolt, “El Rayo Jamaiquino”
Así es como una de las marcas patrocinadoras del corredor caribeño, nos cuenta su historia, en versión animada, y con 7 minutos de duración en la siguiente campaña, formato cortometraje, de la empresa fabricante de bebidas isotónicas, como parte del esfuerzo “For The Love Of Sports”
The Boy Who Learned to Fly, narra los orígenes del hombre que batió el record de velocidad de todos los tiempos:
Los 9.58 segundos que ocupó Usain Bolt para finalizar los 100 metros lisos; cómo llegó a convertirse en el corredor más pertinaz de todos los tiempos; y cómo, a pesar de un origen humilde, los sueños están ahí para ser alcanzados.
La historia, que se inicia con la infancia de Bolt en Jamaica, cuando era un joven estudiante, corriendo su camino de aquí para allá; ni siquiera dejando que un irritante estómago se interponga en su camino de derrotar a un corredor más capacitado, de más edad, en una improvisada carrera.
La historia se mueve a sus días como un competidor menor, destacando en un momento cuando es picado por “un ataque de mariposas”, y la ansiedad que viene con la representación de su país.
Pero todos se escandalizan, cuando su madre le recuerda:
“Siempre se puede ir más rápido cuando se mantenga la luz”
Es entonces cuando vemos al Bolt que conocemos hoy en día, un atleta que siempre parece proyectar una alegría despreocupada, cuando él está en el calor de la competencia.
Una lectura del cortometraje, nos dice la importancia de la madre, en toda la vida del corredor, tanto que antes de salir a competir, su voz repica en su cabeza, llevándolo a recordar su niñez, donde era olvidadizo de su almuerzo cuando iba a la escuela; y su perseverancia a nunca llegar tarde del único modo que podía hacerlo:
¡Corriendo!
Resulta curioso cómo se utiliza el olvido del almuerzo para hacer notar la mala calidad de alimentación que tenía el corredor.
Así como vemos la muy característica manera de celebrar sus ganes, al momento de derrotar al contendiente, y ganarse el almuerzo… una bella metáfora.
Es ahí cuando el entrenador le dice que “debe tomarse más seria la carrera” para ser un profesional, pues le ve su potencial; por lo que lo entrena; y es ahí cuando vemos un salto temporal, notorio en la edad:
Ahora en un adolescente de 15 años.
Allí lo vemos ganar una y otra vez, cargando medallas y trofeos; y la presión hace que se preocupe…
Vemos cómo la multitud, a través de las manos, que lo vitorea e intentan tocarlo.
Intentan tocar al mismo Dios Olímpico e Imbatible.
Esos hechos lo sumergen en una gran preocupación y estrés; pero entre su soledad y oscuridad, una puerta se abre:
Su madre, la consejera, le ayuda a volver a la perspectiva, y a no dejar sus sueños; y lo impulsa a no olvidar quien es.
Nada de preocupaciones.
Así sale a la pista, a competir… y ganar El Campeonato Mundial Junior de Atletismo de 2002, convirtiéndose en “El Más Grande de La Historia del Deporte”, naturalmente, corriendo “como un relámpago”, elevándolo hacia El Olimpo.
El resto es historia…
Técnicamente, The Boy Who Learned to Fly está bien hecho, mostrando diferentes perspectivas de la historia, y puntos de vista angulares; con una muy cuidada captura de movimientos.
El color es hermoso, y para el dibujo es para nada pretencioso.
Así las cosas, en 25 días, el mundo sabrá si el jamaiquino consigue revalidar su título como “El Hombre Más Rápido del Mundo”, o si alguno de sus rivales como:
Justin Gatlin, Trayvon Bromell, o Akani Simbine, le quitan el podio.
Para Río 2016, el cortometraje animado The Boy Who Learned to Fly, presentará la vida de Usain Bolt, y empezará a preparar el ambiente en la mejor categoría deportiva individual de los juegos.
“Right on time, no worries”
Usain Bolt, ha estado empujando los límites, y atreviéndose a ir más lejos durante toda su carrera; y en Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, antes de presentarse, durante una conferencia de prensa, el día lunes 8 de agosto del 2016, la estrella del atletismo mundial declaró, que dicho evento representaría su última participación:
“Éstos serán mis últimos Juegos Olímpicos.
Sé que mucha gente no estará feliz, pero serán los últimos, estoy seguro.
Lo he pensado mucho tiempo, y creo es el momento de hacerlo”
Así, el 19 de agosto de 2016, Usain Bolt se retiró de Los Juegos Olímpicos, logrando lo que nunca antes nadie había logrado en la historia de una Olimpiada:
Un Triple-Triple Dorado Consecutivo, inédito e inmaculado; ya que suma un total de 9 victorias consecutivas en 3 Juegos Olímpicos, en los 100m, 200m, y 4x100m.
¡INSUPERABLE!
Y aún hubo un momento mágico esa noche...
Fue su momento íntimo, aunque lo hizo a ojos de todos los curiosos:
Se encaminó a la meta; se arrodilló y besó el suelo de la línea 4.
Tanto así, que entre los expertos creen que el atletismo debería llamarla para siempre:
“La Línea Bolt”
Así se santiguó, y miró al cielo.
Un poco más abajo, pero no mucho, ya se había elevado su leyenda.
Este 9º Oro, deja a Bolt a la altura del finlandés Paavo Nurmi, quien dominó las pruebas de distancia a comienzos del siglo XX; y el velocista y especialista en salto largo, Carl Lewis, como los atletas de pista más exitosos de La Historia Olímpica.
En lo personal, Usain Bolt es un aficionado al baile, y su personalidad es usualmente descrita como “desenfadada”; pero su altruismo brilla con la intensidad de su celebridad.
Como ejemplo reciente, en 2016, Usain Bolt donó $1.3 millones a su colegio de la infancia para salvarle de la quiebra, y que así pudieran seguir siendo un importante pilar de la comunidad, en donde otros niños como él, puedan comenzar con sus primeras experiencias atléticas, con las habituales competiciones escolares típicas de su país.
Así las cosas, con su altruismo, humilde personalidad, extraordinaria velocidad, y la aparente facilidad con que consiguió Medallas de Oro y Récords Mundiales en atletismo; que impresionaron al mundo entero; lo consagraron como el velocista más completo de la historia; siendo calificado:
“Leyenda Viva de La Historia del Deporte”
Su historial parece sentenciar el debate:
Sus récords del mundo de los 100m y los 200m, se suponen ahora inalcanzables, ya vendrán extraterrestres…
Porque sus medallas son demasiadas.
“No te puedes poner ningún límite, no hay nada imposible”
Usain Bolt.

“You can always go fast when you keep it light”



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