Sausage Party

“For the love of shit, RUN!”

La “corrección política” o “lo políticamente correcto”, es un concepto utilizado para describir lenguaje, ideas políticas o comportamientos, con los que se procura minimizar la posibilidad de ofensa hacia grupos étnicos, culturales o religiosos.
El término se aplica también, en un sentido más amplio, para describir la afiliación con la ortodoxia política o cultural; en forma similar, describe aquello que podría causar ofensa, o ser rechazado por la ortodoxia política o cultural de un determinado grupo.
La locución y su uso, es altamente polémico; suelen utilizarlo en sentido peyorativo o irónico, quienes manifiestan su preocupación de que el discurso público, la ciencia o los ámbitos académicos puedan estar dominados por puntos de vista excesivamente acríticos con determinados postulados.
Allí entra la animación para adultos, como una categoría de dibujos animados reservados a un público adulto; pues presentan contenidos políticamente incorrectos, muchas veces sexuales, de forma explícita o no; es decir, hay programas que contienen varias situaciones como uso de lenguaje obsceno, caso de “South Park”; y otros programas que contienen violencia extrema como “Happy Tree Friends”, otros que simplemente tienen un humor crudo como:
“The Simpson”, “Family Guy” o “American Dad”
También, series con contenido satírico y humor negro como “Robot Chicken”
Generalmente, estos programas se transmiten en horas avanzadas de la noche, en especial por los canales de televisión por cable/satélite, que ofrecen al público una programación en la cual vienen incorporadas varias series para adultos.
Los programas de animación para adultos, tienen así, un cierto grado de control en lo que se refiere al uso de hábitos.
En algunos países de América del Sur, por ejemplo, los canales locales suelen poner programas para adultos por la mañana con la intención de ganar audiencia.
Muchas veces, lo políticamente incorrecto, pasa mucho mejor la censura, si son presentados como dibujos animados para adultos, que en producciones de acción real, que suelen ofender más directamente, al ponerle cara los que se expresa en pantalla.
“Look at these big ol' buns, waiting to get filled with my meat”
Sausage Party es una película de animación, del año 2016, dirigida por Greg Tiernan y Conrad Vernon.
Protagonizada por James Franco, Kristen Wiig, Salma Hayek, Jonah Hill, Paul Rudd, Edward Norton, Seth Rogen, Michael Cera, Bill Hader, David Krumholtz, Danny McBride, Nick Kroll, Craig Robinson, Conrad Vernon, Lauren Miller, entre otros.
El guión es de Evan Goldberg, Kyle Hunter, Seth Rogen, y Ariel Shaffir.
Desde el año 2010, Evan Goldberg, también el productor de Sausage Party, había mantenido la expectación de la prensa cinematográfica con su nuevo “proyecto secreto”
Y en el 2013 se anunció, que Sony Pictures Entertainment y Annapurna Pictures, serían socios, y financiarían la producción.
Ahora, tras años de espera, Sausage Party llega a la gran pantalla, con fecha de estreno en EEUU, el 12 de agosto, donde los más adultos podrán disfrutar como niños, con estos nuevos dibujos animados; siendo ésta, la primera película de animación escrita por Seth Rogen; así que se puede esperar de todo, o casi todo, especialmente en lo relacionado a lo imprevisible, lo cachondo y claro está, lo políticamente incorrecto.
Sausage Party está intencionada para ser una burla de las películas de producción Disney, Pixar, y DreamWorks; y de todas aquellas películas animadas orientadas al público infantil en general; en las que cada minuto de este metraje, estará lleno de chistes y situaciones tremendamente inadecuados, llenos de acción, terror, instinto de supervivencia, algo de “el amor más fuerte que el odio”, mucho contenido sexual… parodia, comedia, lo tiene todo.
Así, Sausage Party tiene la encantadora idea de, al igual que en las películas de Disney, Pixar y Dreamworks; el dotar de vida y sentimientos humanos, a elementos que no lo son, y en este caso, es a la comida; cuyos protagonista son nada menos que una salchicha y un panecillo para hot dogs.
Naturalmente, ni uno ni el otro disimulan en su diseño el parecido fálico, o a los genitales femeninos...
De hecho, en una entrevista a Seth Rogen, confirmaba que Sausage Party sería una película “de clasificación R”, es decir, no apta para menores de 17 años; pero al estilo de Pixar, solo que más sucia, lo que la convertiría en la primera película de animación CG, producida con la clasificación “R”
La historia trata básicamente, sobre una salchicha que lidera un grupo de productos en el supermercado llamado “Shopwell's”, en una búsqueda para descubrir la verdad sobre su existencia, y lo que realmente sucede cuando son escogidos para abandonar la tienda de comestibles.
Allí todos viven alegremente, rodeados de todos sus compañeros, a la espera que llegue “el gran día”, al que llaman “The Great Beyond”, o “el gran más allá”; en el que un cliente, al que creen son los “dioses”, les comprará para llevarlos a casa, y allí, encontrarse con un paraíso de placeres sin límite...
O al menos, eso es lo que ellos creen, porque cuando suceda un hecho determinante, descubrirán la cruda realidad:
Solo son comida para humanos.
Entre los personajes principales, nos encontramos con una salchicha llamada Frank (Seth Rogen), que tiene sueños de vivir en “el más allá” con su novia Brenda Bunson (Kristen Wiig), un pan de perro caliente; también en el supermercado tenemos a:
Un lavash, es decir, un crujiente pan plano de medio oriente, llamado Kareem Abdul Lavash (David Krumholtz); un panecillo llamado Sammy Bagel Jr. (Edward Norton); y una ducha íntima agresiva, llamada Douche (Nick Kroll), que cayó de la cesta de la compra; por lo que la boquilla de la ducha vaginal está mal doblada, y por ello culpa a Frank.
Después, Darren (Paul Rudd), el gerente de la tienda, descarta a Douche, y éste jura vengarse de Frank…
Así tenemos la trama, en un mundo ideal, que se tuerce cuando las salchichas protagonistas, se darán cuenta de que su final está en el estómago de quien los compra, y más el 4 de julio, la gran fiesta en Estados Unidos…
En Sausage Party tenemos alimentos, metafísica, y un montón de acción gamberra, que se suman en un resultado sorprendentemente hilarante:
Las risas no paran después de la primera escena, de hecho, Sausage Party es una película que prueba que es más que una historia que rompe con las convenciones, pero también cuenta con uno de los argumentos más graciosos sobre la inexistencia de un Dios, en algún tiempo; porque no hay nada más disfrutable que una sátira que triunfa en tiempos de corrección política, y sin miedo a ofender.
“The Great Beyond is bullshit!”
Es un hecho que el cine de animación está muy saturado, y las productoras están buscando alternativas.
En este caso, tirando hacia un contenido para adultos.
Si “Toy Story” (1995), proponía juguetes con sentimientos; “Finding Nemo” (2003) retrataba la personalidad de los peces en la inmensidad anónima del océano; “Inside Out” (2015) sugería que los sentimientos también tienen sentimientos...
Pero:
¿Qué pasa con las salchichas?
Estos alimentos son tan populares, como misteriosos, pues nadie sabe muy bien de qué están hechas; y forman parte de la vida de todos los seres humanos; aunque nunca son consideradas “alta cocina”
De hecho, a las salchichas se les considera como que son la clase más baja de la escala social alimenticia...
Afortunadamente, una película se ha propuesto responder a estas preguntas que nunca nos hemos hecho, y lo más sorprendente, es una verdadera joya.
Tanto que ningún país ha vapuleado a Sausage Party.
Todavía no… pero una comedia llena de groserías en un medio asociado especialmente con Disney, hace que Sausage Party sea un estreno atrevido para cualquier estudio, y más aún, para uno que se tambaleó por la película anterior del dúo de Seth Rogen y Evan Goldberg:
“The Interview” (2014), que desató un ciberataque contra Sony Pictures, y una crisis sin precedentes en Hollywood, pero la experiencia no logró amansarlos; y Sony los sigue apoyando.
Así, Rogen y Goldberg, coguionistas y coproductores, han trabajado desde hace casi una década en Sausage Party, siendo su versión de una cinta de Disney, Pixar, y Dreamworks, con todo y una canción del oscarizado compositor, Alan Menken.
Por su parte, Seth Rogen presenta diálogos brillantes en su rol de guionista, apoyado con la buena dirección de los debutantes Conrad Vernon y Greg Tiernan; en una parodia gamberra de los tópicos de Pixar, como:
La razón de existir, la decepción, la vuelta a casa…
Explotando la calificación “R”, no apta para menores de 17 años, con palabrotas, muchas insinuaciones sexuales, la más obvia, se utiliza el chiste de la salchicha entrando en el panecillo más de lo que podemos imaginar… hasta las denuncias de racismo y clasismo entre los alimentos, e incluso cuestiones político-religiosas, como un pan de pita árabe, que se pelea con un bagel judío, para ocupar una estantería vacía en el supermercado…
No hay lugar donde Sausage Party no entre, literalmente; por lo que contiene humor ácido en dosis extremadamente altas, con conversaciones llenas de sexo, adornado con insultos e intimidación, con algunos chispazos de racismos, estereotipos y misoginia en general.
Pero también tiene algo del existencialismo de la comedia apocalíptica “This Is The End” (2013), marca de la casa, e incluso, ciertos toques de sátira política como en “The Interview” (2014)
No podían faltar una gran cantidad de dobles sentidos, como la salchicha para hot dog, que sueña desesperadamente con unirse al bollito con apariencia virginal/vaginal, así como una larga escena de orgía, e incluso a una malvada ducha vaginal...
“El verdadero problema para hacerla, no era la ducha vaginal hablando, o la parte sexual gráfica”, dijo Goldberg.
“El verdadero problema, es que Sausage Party es una película animada de clasificación R, para mayores de 17 años, esa era la frase que detenía a los estudios, no hay un modelo igual”, concluye.
Así vemos desde el principio, que detrás de las puertas del supermercado “Shopwell’s”, hay un romance algo extraño entre Brenda Bunson y Frank, quienes quieren irse al “más allá, donde viven los dioses’’, para allí consumar su amor...
Pues su rutina diaria consiste en cantar una canción de apertura diaria matutina, donde el objetivo es el de llegar a los carritos de compra, los cuales los llevarían al mencionado “más allá”
Esto los mantiene centrados, y a todos con la esperanza bien alta:
Salchichas, bollos, panecillos, guacamole, pan de pita…
Todos los alimentos viven felices en los estantes de un supermercado, soñando con el instante en que serán elegidos; pero entre ellos hay mucha tensión, hasta tensión sexual, y el doble sentido es la norma, sin duda parcial; ya que los productos están en neta competencia de manera individual y colectiva, para que ellos sean los próximos que irían a la cesta de los que compran.
El infierno se desata, cuando a un pequeño grupo le llega el momento, y son comprados por una señora un carrito lleno de comida, que toma un giro peligroso, y muchos de los productos en ella, se ven envueltos en una situación no muy alentadora...
Caen al piso, unos se abren, se revientan, se esparcen, que para la naturaleza de los productos, significa la muerte, el desecho, la basura, y no lograr ir “al más allá”
Es en este momento, donde un grupo de los sobrevivientes se unen en el camino de regreso a su estante, sin contar que Frank, La Salchicha, quiere más que solo volver a su estante…
Pero en el camino, Frank descubre que la verdad “del más allá” está contada a medias… y se da a la búsqueda de la verdad; y descubrirán que no van a llegar a “La Tierra Prometida”, y que lo que les espera es una realidad mucho más cruel y diferente a lo que habían imaginado.
Por eso, deciden que deben avisar a los demás acerca del verdadero sentido de su existencia, y juntos luchan por escapar de su destino.
Tras pasar muchos peligros, todos logran vencer a los humanos; y terminan en una larga orgía sexual entre productos.
Al final, descubren que son dibujos animados, creados por personas en otra dimensión… por lo que una goma de mascar (Scott Underwood), al “estilo de Stephen Hawking”, logra crear un portal para ir al mundo real, y vengarse de sus creadores y actores de voz:
Seth Rogen, Edward Norton, Michael Cera, entre otros…
Por lo que se espera que Sausage Party tenga una secuela.
Sausage Party, aunque en clave de humor, nos cuenta la dura vida que sufren los alimentos que degustamos a diario; pero al llegar a casa, la realidad es otra.
Ahí es cuando una patata que anteriormente lo celebra desde el carro diciendo:
“¡Sí!
Somos los elegidos”; y en la cocina exclama:
“Soy el primer elegido para alcanzar la eternidad”, acaba gritando cuando le quitan la piel a tiras…
El resto de miembros de la compra, que estaban viendo la escena desde la despensa, empiezan a gritar aterrorizados, al ver lo que les espera en esa cocina.
Además de reflejar el consumismo exacerbado, Sausage Party es una inteligente descripción especialmente de la sociedad estadounidense; su diversidad en un solo producto, sus temores ante la muerte, el destino, lo desconocido, lo que es diferente, acá, otros productos; las mismas fobias y preconceptos, así como la sub conceptualización de grupos humanos enteros.
Y resulta interesante, la forma inteligente en que se presentan con comida, temas tan fundamentales como:
Una revolución socio-sexual, o como representar temas tabúes, como “Nazis vs Judíos”; o simplemente ver el origen de la historia de EEUU a través de los ojos de un indio nativo que le gusta fumar hierba y otros polvos...
Además, Sausage Party posee un cuestionamiento sobre la existencia de Dios, lo que la convierte en un filme sobre la manipulación del individuo.
Todo a través de alimentos que cobran vida a través de la animación, y en la forma de comedia irreverente.
Y es que en Sausage Party nadie se escapa, ninguna raza étnica, sobre todo la comunidad negra, china y latino/mexicana; ninguna preferencia sexual, con un judío y un árabe que terminan siendo homosexuales, y una tortilla lesbiana; ninguna raza árabe muy bien representada, o la rusa; ninguna secta como la judía y la musulmana; ninguna creencia como los indios nativos, etc.
Por tanto, si no tienes la mente abierta, estoy seguro que la vas a pasar mal, ya que los chistes y muchas de las situaciones podrían resultar algo incómodos para personas que sean muy apegadas a sus costumbres.
Y podríamos decir, que Sausage Party es el resumen de todas las conversaciones “prohibidas” en una sociedad como la de EEUU, donde ofenderse es moda, y tomarse cualquier situación a tono personal, es la norma.
Deberíamos emular la forma en que nuestros alimentos ven aquí “la vida”, limitada y sin estar deseando ir al “más allá”, pues tal vez no es lo que esperan...
Del reparto, destaca Salma Hayek, como Teresa del Taco, una tortilla lesbiana; y varios actores que representan al mismo tiempo a varios personajes, como Bill Hader; los sospechosos habituales en la mayoría de los proyectos en los que Seth Rogen se ve envuelto.
Como dato:
“La llamada más divertida fue para Meat Loaf”, dijo Rogen, quien para usar una canción suya, necesitaba el permiso del cantante, cuyo nombre en inglés se refiere a “un pastel de carne”
Pero no todo ha sido un camino de rosas:
Durante una ronda de preguntas y respuestas con los realizadores; una periodista fue abucheada, tras acusar a Rogen de racista, por el tratamiento que hace de Teresa, un taco doblado por Salma Hayek.
“Este incidente resume muy bien que Sausage Party funciona, y que debe ser tomada como una sátira sobre los estereotipos, no como una comedia social”, señaló el productor.
Seth Rogen además, bromeó sobre la férrea censura de Hollywood, con la que él asegura haber sorteado, porque “no pasa nada por enseñar sexo en una película, siempre y cuando esté protagonizado por comida”
Y actualmente, Sausage Party está rompiendo en la taquilla estadounidense, pero el detrás de escena recién empieza…
Resulta que los animadores están demandando a Nitrogen Studios, por la gran presión bajo la que tuvieron que trabajar, y la falta de pago de horas extras...
De acuerdo con una carta enviada en diciembre, que recién salió a la luz:
“Hubo presión injusta sobre el equipo, intimidación para que trabajen fuera de horario, y amenazas con despidos”
Al mismo tiempo, hablan de “presión extra”, que no permitía al equipo de animadores concentrarse con facilidad, e “incontables horas de trabajo no pago”
Desde el estudio, habló uno de los jefes creativos, especificando que la producción siguió al pie de la letra todas las regulaciones respecto a los horarios extra, y las obligaciones contractuales con los empleados.
Pero los artistas están furiosos:
“Miren ese elenco de voces:
Seth Rogen, James Franco, Salma Hayek... el presupuesto de la película no fue para los animadores”, comentó uno de los dibujantes basados en el estudio de Vancouver.
Por ahora, el tema está pasando por una ida y vuelta de cartas documento…
¿Habrá secuela... si se bajan los ánimos?
Por último, la banda sonora es producto del compositor, Alan Menken, que se ha encargado de las canciones.
Menken, ganador de 8 Premios Oscar, es una leyenda de la animación gracias a sus composiciones para Disney.
La primera de las canciones, es una exaltada tonada sobre “la salvación eterna en el más allá”; y la segunda canción, está interpretada por rockero Meat Loaf, dando voz inevitablemente a un filete de ternera, cantando su éxito:
“I'd Do Anything for Love (But I Won't Do That)”
En resumidas cuentas, analizar un film es como intentar hacerle un “striptease”
Desde luego, el verdadero “striptease” tiene, generalmente, un desenlace feliz.
El “striptease” de una película, nos revela casi siempre, que el hábito era más importante que el monje.
Que el cine hoy se llene de desnudos, no quiere decir que, al fin, la realidad se muestra como es…
Mientras más ropas se les quitan a los actores, más disfraces se les ponen a los personajes.
La actual perspectiva de “la cultura artística”, no es más la posibilidad de que todos tengan el gusto de unos cuantos; sino la de que todos puedan ser “creadores de cultura artística”
El arte, siempre ha sido una necesidad de todos.
Lo que no ha sido una posibilidad de todos en condiciones de igualdad...
Simultáneamente al “arte culto”, ha venido existiendo “el arte popular”
El arte popular, no tiene nada que ver con el llamado arte de masas.
El arte popular necesita, y por tanto tiende a desarrollar, el gusto personal, individual, del pueblo.
El arte de masas, o para las masas, por el contrario, necesita que el pueblo no tenga gusto.
El arte de masas será en realidad tal, cuando verdaderamente lo hagan las masas.
Arte de masas, hoy en día, es el arte que hacen unos pocos para las masas.
El director de teatro polaco, Jerzy Grotowski decía que “el teatro de hoy, debe ser de minorías, porque es el cine quien puede hacer un arte de masas”
No es cierto.
Posiblemente no exista un arte más minoritario hoy, que el cine.
El cine hoy, en todas partes, lo hace una minoría para las masas.
Posiblemente sea el cine, el arte que demore más en llegar al poder de las masas.
Arte de masas es, pues, el arte popular, el que hacen las masas.
Arte para las masas es, como bien dice el historiador de arte húngaro Arnold Hauser, “la producción desarrollada por una minoría, para satisfacer la demanda de una masa reducida al único papel de espectadora y consumidora”

“Once you see that shit, it'll fuck you up for life.
Good luck!
Have fun!”



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