The Conjuring: The Devil Made Me Do It

Terminando de ver “The Conjuring: The Devil Made Me Do It” (2021) de Michael Chaves con Vera Farmiga, Patrick Wilson, Ruairi O'Connor, Sarah Catherine Hook, Julian Hilliard, John Noble, Eugenie Bondurant, Shannon Kook, Ronnie Gene Blevins, Keith Arthur Bolden, Steve Coulter, Vince Pisani, Ingrid Bisu, entre otros. 

Película de terror sobrenatural, tercera entrega de la saga “Conjuring” iniciada en 2013 y seguida del filme de 2016, es la 8° entrega de la franquicia “The Conjuring Universe”; esta vez sobre un caso que se convierte en el 1° juicio por asesinato en Estados Unidos en el que se alega la posesión demoníaca como defensa y negación de responsabilidad por el crimen.  

El caso fue conocido como “El Juicio de Arne Cheyenne Johnson” o “El Diablo me hizo hacerlo”; además, cabe resalta que el filme se basa además en “The Devil in Connecticut” (1983) un libro sobre el juicio escrito por Gerald Brittle; siendo esta la 2° película sobre el asesinato de Brookfield que ocurrió en 1981, después de “The Demon Murder Case” (1983) 

Y como es lo usual en estos filmes de terror “basados en hechos reales” se tomaron libertades para incrementar el tono dramático y se agregaron algunas otras historias de los archivos de casos de Los Warren; por ejemplo: 

Lorraine no estuvo involucrada con la policía mientras trabajaba en este caso, a pesar de que sí les ayudó en algunos casos de personas desaparecidas...  

Pero los productores lo enhebraron y agregaron la parte de investigación policial en la película.  

En segundo lugar, cuando Arne cometió el asesinato, había muchas personas presentes en la escena, lo que se omitió a propósito, ya que también había menores bebiendo y habría complicado aún más el caso. 

En tercer lugar, el nombre del propietario de la perrera, se cambió de Bruno a Bono en la película; y en el momento del evento real, Bruno estaba involucrado en un comportamiento particularmente “no decente” 

La critica más severa al filme es que no hubo mucho efecto CGI de espantos y personajes hiper maquillados que con solo verlos crean el susto aburrido y esperado, esta 3° entrega va más allá y la hace, digamos más real y cercana y eso señores da más miedo y eso la hace la más aterradora de la saga sobrenatural hasta la fecha.  

Eso no quiere decir que las casi 2 horas de metraje estén desprovistas de tensión y de sustos bien calculados, pero el caos y la malevolencia que se muestran desde el principio, no tienen parangón. 

Este filme es más sombrío y meditativo; y la menos agresiva de la saga “Conjuring” pues la trama sacude un poco las cosas de las 2 películas anteriores con cultos satánicos y más, dando un enfoque de estilo detectivesco al estilo Fox/Mulder de “The X-Files" 

Además, esta es la 2° película de la serie que presenta prácticas ritualistas de brujas y magia negra, y presenta a un villano humano... que por cierto, no existió en el caso real, por lo que el personaje de Isla y su conexión con Arne parece sacado de la mente de los guionistas. 

Entonces, esta película, a diferencia de las anteriores de la serie, explora la psique de Lorraine Warren; sus visiones se exploran de una manera nunca antes vista, y su poder de clarividencia se utiliza en múltiples ocasiones para introducir giros en la trama de la película, que hacen que el espectador intente vivir en primera persona los hechos que narra; todo ello a través de la capacidad para proyectarse astralmente.  

Así, experimentamos a través de Lorraine, una presencia negativa que drena la energía de alguien profundamente involucrado con objetos o personas que tienen un aura negativa sobre sí mismos.  

Y a lo largo de la película, en varias ocasiones, Lorraine que es sensible a tal energía, se ve afectada por tal energía; incluso le sugiere a Ed, que no toque ningún objeto en un estudio subterráneo, porque los objetos alojados allí están llenos de energía negativa.  

Esto es fiel a la ficción que los Warren han mantenido a lo largo de su muy bien documentada e histórica carrera. 

Sin olvidar que el filme está dedicado a cómo se amaban ambos... y es que el amor todo lo puede.

Del reparto, Vera Farmiga está totalmente entregada como Lorraine Warren, en los anteriores filmes se le notaba dudosa y aquí está muy convincente, así como Patrick Wilson como Ed Warren, que ahora se le presenta con problemas de salud que lo llevarían a su muerte...  

Curiosamente, aquí la estrella es Lorraine, tanto en la ficción como en la vida real, ella era la de “los poderes”, no Ed, y eso se nota mucho en el guión, y se agradece ese punto de realidad. 

Así, la pareja de actores sigue teniendo una gran química real en la pantalla, que los convierte en una de las parejas más adorables en los medios de terror en mucho tiempo. 

Sin olvidarme del papel de Sterling Jerins como Judy, la hija de Los Warren, que lamentablemente no fue desarrollada, y si lo fuera, el filme sería de más de 2 horas... y Ruairi O'Connor como Arne Cheyenne Johnson está soberbia, su gestualidad y vulnerabilidad ante “lo desconocido” se nota y traspasa la pantalla, tanto que genera empatía y hace que el espectador se preocupe por él; y Sarah Catherine Hook como Debbie Glatzel, otra que lamentablemente no tiene mucho desarrollo, sobre todo en su relación de, cómo conoció a Arne... tendríamos más de 4 horas de metraje. 

Del resto, Julian Hilliard como David Glatzel no es el tipo de niño insoportable; y fue un gusto ver a John Noble como Kastner, nuevamente, lástima que no sabemos más de él... y serían más de 6 horas de metraje, 8 si consideramos al personaje de Eugenie Bondurant como “la ocultista” que es el punto más bajo del reparto, al mostrarla exactamente como lo que es, un ser malvado, como si la gente normal y “de buen ver” jamás puede ser mala... 

Honestamente, el filme es más una película de suspense de acción, que una película de terror; y eso no está mal, es un aire fresco para abandonar el cliché de los filmes anteriores y crear desarrollar una historia y un personaje que es la razón por la que nos preocupamos, por lo que está en juego; y de ahí proviene el drama, la tensión y el verdadero horror.  

Porque si todo fuera “miedo” y falta de historia, les garantizo que todos se habrían sentido aún más decepcionados... y es que Los Warren tienen tantas historias con tantos enfoques, que bueno, ya hay un “universo” al estilo MARVEL, así que tómense el jugo de arándanos para que no les baje la regla...  

Y aunque el filme no es original en la narración, podemos ver que rinde homenaje a la obra maestra de terror, “The Exorcist” (1973) en muchas escenas, sobre todo la llegada del padre exorcista a la casa de los Glatzel y cuando Ed está en el hospital, puedes escuchar llamar al Doctor Merrin, como un guiño al padre Merrin del filme de William Friedkin. 

Además, el surgimiento de una presencia de otro mundo desde la cama de agua, al inicio del caso secundario, es un homenaje claro a Freddy Krueger. 

Del “terror”, es bastante aburrido, sobre todo en los efectos, en esa música que dirige al espectador a que algo horroroso va a suceder está muy gastado, así como ese crujido de una distorsión corporal mientras se está poseído... sabemos que un anfitrión nunca podría sobrevivir una vez que el demonio se haya ido, así que ese efecto, ya está deslucido. 

Entonces tenemos que esta película se inclina más por el horror “a la vieja escuela”, y se nota en la fotografía, que es más teatral y opta más por algo rustico y no urbano, tales como fobias con ratas, bosques embrujados, sectas satánicas que agregan ese efecto humano y no demoniaco; también en su fotografía, optan por jugar con luces y sombras, creando una atmosfera rica en mitología, y nos traslada a pasajes de otro mundo; al tiempo que el maquillaje se encuentra más presente que el CGI a la hora de crear sustos; sin olvidar de los esperados “golpes de efecto” con la intención de asustar al espectador por medio de un cambio visual repentino en la escena actual. 

Así, ese aire fresco es muy bienvenido, sin embargo no queda claro el objetivo que quieran justificar, el cual era: 

¿Cómo probar ante La Corte una posesión demoniaca? 

Y si la película presenta procedimientos judiciales en solo 2 breves escenas, donde la escena de la invitación de la defensa hubiera sido de muerte, si me lo permiten, y en última instancia es un punto fundamental de la trama; la película no se centra mucho en el caso judicial en sí; lo que es una gran lástima y un gran fallo en el caso hecho película, porque me hubiera encantado ver más un enfoque en el lado judicial del caso, y la reacción de la declaración de los acusados; eso hubiera sido una dirección realmente refrescante para esta película, sobre todo porque es uno de los raros casos en que se presentó una declaración de inocencia por “posesión demoniaca” 

Y como es usual en este tipo de filmes, al final, durante los créditos hay una entrevista de noticias con los verdaderos Ed y Lorraine Warren durante el juicio, junto con fotos de escenas reales del caso y el diálogo de una grabación de audio del exorcismo de David Glatzel. 

“Color me your color, darling 

I know who you are 

Come up off your color chart 

I know where you're coming from 

Call me!” 

RECOMENDADA. 





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