Fight Club
“Mischief.
Mayhem.
Soap”
¿Cuán inteligente puede ser un demente con capacidad para razonar todo lo que lo rodea?
El trastorno de identidad disociativo es un diagnóstico controvertido descrito como la existencia de dos o más identidades o personalidades en un individuo, cada una con su propio patrón de percibir y actuar con el ambiente.
Al menos dos de estas personalidades deben tomar control del comportamiento del individuo de forma rutinaria, y están asociadas también con un grado de pérdida de memoria más allá de la falta de memoria normal.
A esta pérdida de memoria se le conoce con frecuencia como tiempo perdido o amnésico.
Para ser diagnosticado, los síntomas deben ocurrir independientemente del abuso de substancias o una condición médica general a manera de inducción.
La mayoría de las personas sufre síntomas de depresión, ansiedad, o alguna dificultad para respirar, pulso acelerado, palpitaciones, fobias, ataques de pánico, alteraciones del apetito, estrés postraumático y síntomas que simulan los de las enfermedades físicas.
Pueden estar preocupadas por el suicidio y son frecuentes los intentos, así como los episodios de automutilación.
Muchas personas con trastorno de identidad disociativo abusan del alcohol o de las drogas en algún momento de su vida.
El cambio de personalidades y la ausencia de consciencia del propio comportamiento en las otras personalidades hacen a menudo caótica la vida de una persona con este trastorno.
Como las personalidades con frecuencia interactúan entre ellas, la persona dice oír conversaciones internas y las voces de otras personalidades.
Esto es un tipo de alucinaciones.
Estas personas están muy preocupadas por temas de control, tanto el autocontrol como el control de los demás.
Puede que el paciente no recuerde este comportamiento o que lo haya experimentado más como un observador que como un sujeto activo, como si la experiencia fuera como un sueño o irreal.
Pueden hacer cosas y no reconocerlas, porque ellos no eran los que lo hacían o simplemente no saben porque lo hacen.
“People are always asking me if I know Tyler Durden”
En cine, se conoce como «vuelta de tuerca» a aquel giro en el argumento de una historia literaria o cinematográfica en el que se presenta un vuelco abrupto e inesperado en la situación descrita.
Se presenta con más frecuencia cerca del final de la obra, pero también puede encontrarse hacia la mitad.
Estos giros cambian dramáticamente el objetivo de los personajes.
A través de esta técnica, el protagonista descubre que su némesis es él mismo:
Su álter ego.
“I look like you wanna look, I fuck like you wanna fuck, I am smart, capable, and most importantly, I'm free in all the ways that you are not”
Fight Club fue dirigida por David Fincher en 1999 y protagonizada por Brad Pitt, Edward Norton, Helena Bonham Carter, Meat Loaf, Jared Leto, Van Quattro, Markus Redmond, Michael Girardin, Rachel Singer, Eion Bailey, entre otros.
El guión es de Jim Uhls basado en la novela homónima de Chuck Palahniuk.
Fight Club (1996) es la primera novela publicada por Chuck Palahniuk.
Palahniuk presenta al mundo un personaje icono:
Tyler Durden
De hecho muchos internautas lo han tomado como ídolo y como su nombre de identificación en la red.
Fight Club habla de soledad, de la búsqueda de sacar el malestar interior; y sobretodo de la violencia inherente en el macho humano para liberar tensiones; y aun más en quien no esté realizado.
Fight Club promulga que la salida al modelo dañino psicológicamente de la sociedad capitalista y estandarizada se mejora con la violencia, la redención y el amor.
Fight Club carga contra algunos de los valores de esta sociedad, afirmando que el sistema provoca neurosis, y metafóricamente, en la gente más sensible, esquizofrenia.
Fight Club lleva detrás una fascinación por el macho violento atractivo y semental.
En una lectura subyacente Fight Club es una película gay, como el escritor de la novela de donde parte.
Fight Club es un canto a la pelea masculina, y más aún si es entre luchadores ilegales, a la maduración personal, a la rebeldía ante valores que no lo son.
Fight Club posee un fuerte impacto psicológico profundo, no solo de entretenimiento, tanto que se convierte en un film generacional y de culto.
La trama de Fight Club gira en torno a un protagonista sin nombre, conocido como The Narrator, que lucha contra su creciente molestia hacia el consumismo y los cambios del estado de la masculinidad en la cultura estadounidense.
En un intento por superarla, crea un club de boxeo clandestino como nueva forma de terapia.
Para pertenecer al club de la pelea se deben seguir 8 reglas:
La 1ª regla del Club de la Pelea es:
Nadie habla sobre el Club de la Pelea: Eso significa a nadie.
La 2ª regla del Club de la Pelea es:
Nadie habla sobre el Club de la Pelea, por si no lo entendieron.
La 3ª regla es:
La pelea termina cuando uno de los contendientes grita "alto", pierde la vertical o hace una señal, si alguien se quiere salir, solo sale, sin despedirse ni pedir permiso.
4ª regla:
Solo dos personas por pelea, eso quiere decir ustedes y su oponente.
5ª regla:
Solo una pelea a la vez, enfoque su fuerza en vencer a su oponente.
6ª regla:
Se pelea sin camisa y sin zapatos, aquí esto quiere decir luchar sin apariencias, sin superficialidad.
7ª regla:
Cada pelea durará lo que tenga que durar, la batalla no se gana de un día para el otro.
Y la 8ª y última regla es:
Si esta es tu primera noche en El Club de la Pelea... entonces... debes que pelear.
Partiendo desde la autodestrucción física a base de golpes, imprescindible para la renovación personal, seguido de un proceso de autodesarrollo individual, masturbación, sublevación, disciplina, etc. creen firmemente poder desafiar un orden establecido durante generaciones.
Fight Club indaga con una premisa deleitante la mente humana, los indicios de la personalidad truncada, el agobio del ser humano ante situaciones salidas del alcance; exprime en un contexto más profundo el dominio e influencia de alguien ante los demás, la necesidad de un líder, los anhelos de libertad frente la rutina y monotonía, pensamientos de cambio y transcendencia en hechos culposos e indeseables.
Los monólogos de The Narrator (Edward Norton) expresan con solicitud y veracidad lo que el personaje vive:
Sus preocupaciones, su insomnio, su pesimista trabajo, sus ganas de florecer, sus enojos, su entorno.
Fincher intentó que la violencia de Fight Club sirviese como metáfora del conflicto entre las generaciones jóvenes y el sistema de valores de la publicidad.
El director copió los matices homoeróticos de la novela de Palahniuk para hacerla incómoda al público y evitar que anticipasen el dramático giro del final.
Fincher nos hunde en la mísera psique del protagonista para que como él, necesitemos la violencia que le sigue para desahogarnos y; también como él, lleguemos a ver cuando las cosas llegan demasiado lejos y se hace demasiado tarde para detenerlas.
Si hablo desde la estética, no hay con qué objetarle a un Fincher especialista en video clips, le sobra calidad desde la fotografía.
La misma es oscura, densa, sórdida en combinación con el tenor repulsivo que retrata la trama.
También desde lo técnico Fight Club fue nominada al Oscar por la edición de sonido, y si de premios hablamos, no ha sido reconocida de la manera que quizás para el sentir de mucha gente, entre las que me incluyo, le hubiere correspondido.
Fight Club se convirtió en una de las películas más controvertidas y de las que más se hablaba en 1999.
La acción es narrada en primera persona por su protagonista en un absorbente proceso de catarsis, nihilismo y masoquismo escapista que conduce su vida hasta la autodestrucción y la alucinación.
La continua y confesional voz en off nos acerca de forma íntima a sus reflexiones.
Fight Club es una compleja abstracción violenta de lucha contra un sistema de etiquetas y rutina inane de consumo y apariencia.
Los diálogos son afilados, las interpretaciones notables y visualmente posee estilo sin sacrificar la narración.
Norton interpreta al protagonista, un "hombre común", cuyo nombre no se revela, que está aburrido con su profesión liberal en la sociedad estadounidense, sin amigos ni familiares, enfermo psicológicamente y saturado de consumismo, padece insomnio.
La única manera de combatirlo es asistir primero a reuniones de autoayuda, para encontrar posteriormente su solución a base de violencia sadomasoquista.
Todo ello gracias a su nuevo colega opuesto a él, Tyler Durden (Brad Pitt), un tipo atractivo, narcisista y gran ego.
Entre los dos fundan un club secreto donde los hombres pueden pelear para liberar sus frustraciones y otorgarles sentido a sus vidas.
En su periplo, The Narrator encuentra a Marla Singer (Helena Bonham Carter) una tarada psicológica como él, adicta a los grupos de ayuda, que se convierte en la amante de Tyler.
Pero Tyler no existe, The Narrator lo ha configurado en su mente.
Tyler y The Narrator son la misma persona.
Una vez que se ha dado cuenta de todo ello, y de la mano de Marla, contempla como propiciado por el mismo se destruyen algunos de los edificios bancarios de su ciudad.
Al principio, el protagonista es un tipo solitario, insomne, con problemas psicológicos del que se cura gracias a ser violento; la relación con una muchacha le ayuda a ello.
En la "revelación" y gran giro del film, el protagonista ha crecido lo suficiente como para darse cuenta de su enfermedad y es capaz de curarse.
Nunca aparecen juntos en un mismo plano Norton y Pitt hablando con otras personas.
Con ello se pretende indicar que a Tyler sólo lo puede ver The Narrator.
De hecho, durante Fight Club, el personaje de Tyler Durden (Pitt) aparece una serie de veces cuando aún no ha sido presentado.
Son pequeños fotogramas en los cuales se ve al personaje “ridiculizando” la escena.
Esto es una secuencia que dura menos de medio segundo, así que no es nada fácil de observar.
Se puede observar a Tyler en la oficina, en el hospital cuando The Narrator (Norton) acude al doctor y en el grupo de apoyo entre otros.
Hay que recordar cuando Tyler le explica a The Narrator que él de manera ocasional introduce fotogramas pornográficos en los rollos de las películas que proyecta, con el fin de generar una incomodidad inconsciente dentro del espectador.
Pues bien, eso pasa el final de Fight Club.
Justo cuando los edificios están cayendo y Marla (Bonham Carter) y The Narrator se encuentran observando, la imagen "vibra" y por una fracción de segundo se muestra la imagen de un pene ocupando toda la pantalla.
Inclusive, cuando The Narrator ve la explosión de su departamento se ve una mesa de ying y yang lo que representaría su lucha interna con Tyler Durden.
Fight Club presenta unas frases lapidarias como:
“No son especiales, son la mierda cantante y danzante del mundo”
Es decir: Nadie es superior a nadie.
“No son sus pantalones, su coche o su cartera”
Es decir: Una persona no vale por lo que tiene sino por lo que es.
“Lo que poses acabara poseyéndote”
Es decir: Las posesiones materiales solo dan infelicidad, critica al consumismo y al capitalismo.
“Porque he de llevar el nombre de un tipo en mi ropa interior”
Es decir: Critica a la moda.
“No hemos sufrido una gran guerra, nuestra guerra es con nosotros mismos”
Es decir: Es difícil encontrar la felicidad personal… y así todo un elenco sin desperdicios.
“When you have insomnia, you're never really asleep... and you're never really awake”
Qué decir de tamañas actuaciones de Edward Norton y Brad Pitt, lo mejor de Fight Club, mezclado por allí con el mensaje de fondo que se transmite.
Muy convincentes en sus respectivos roles, dignos de mención especial por sus interpretaciones tanto a nivel físico como en cuanto a registros dramáticos se refiera.
Los tres personajes poseen algo en común:
Tienen vidas muy pobres; son vidas con falta de cariño y falta de buenos valores, donde pasan a primer plano las malas acciones, movimientos y vicios.
El protagonista o The Narrator es un treintañero, a quien se llama por muchos nombres pero nunca se revela el suyo, de neurótico social se convierte en esquizofrénico, cambio que se produce por su soledad, además de la química que le produce la desidia de comprar en determinados lugares, y de llevar ciertas marcas de ropa; propaganda, a la vez, para esas marcas, se las critica pero se les hace propaganda; ejemplo de sociedad distópica actual.
Su esquizofrenia se cura gracias al amor y a la destrucción de los cimientos de la sociedad capitalista: Los edificios de las compañías de tarjetas de crédito.
The Narrator no ha tenido un buen padre y ha sido educado por mujeres, hasta que no saca su parte viril y violenta no mejora.
Tyler Durden es un ser libre que hace lo que le da la gana, y lo ha creado The Narrator, un ser encorsetado psicológicamente.
Durden es desmedido, contundente, astuto y travieso, canalla y gamberro.
Pertenece al arquetipo del rebelde.
Tyler es máximo ego, el macho sexual e incansable, el Gurú de secta, es el Mesías-Apóstol de la violencia para los hombres perdidos mentalmente, Hijo de Puta, tierno, chulo con las chicas y el chupete para los Gays.
Es amoral y moral.
Luchador contra el sistema consumista, impulsa el sadomasoquismo, como gurú es alguien que habla y habla, y dice o hace lo contrario, o parece que sea lo contrario.
Enfermizo mentalmente y a la vez lo alabas, no lo entiendes, no se entiende es sectario.
Convierte a sus seguidores en autómatas, en seres condicionados que repiten sus normas.
Durden es Narciso, es Ares es Dionisio, es el superhombre de Nietzsche.
Tyler cree en la autodestrucción de tu parte débil, “es lo malo”, para quedarse con “lo bueno” de uno mismo.
El aliciente más efectivo de Fight Club, es el contraste entre los personajes de Norton y Pitt que fluyen de la misma persona; el uno hastiado, aburrido y casi acabado en su recóndita humanidad y el otro liberal, pendenciero, alocado y con don de mando.
Los deseos que guarda el subconsciente de Norton solo salen a relucir cuando este duerme, y es allí donde actúa el personaje de Pitt, haciendo todo lo contrario a lo que realmente desea.
El personaje de Marla Singer representa la superación del miedo a la autodestrucción que persiguen Tyler y "Jack" (The Narrator)
Marla ya no tiene miedo.
Espera la muerte queriendo abortar el fruto de su pasión por ella misma.
Pasión que corre el riesgo de convertirse en amor cuando la propia Marla desde el autobús que debe llevarle lejos de él, se declara definitivamente a "Jack" afirmando que es "lo peor que le ha pasado nunca"
Marla amaba negar su propia vida.
"Jack" le ayudaba a hacerlo.
¿Es Fight Club una fantasía?
¿Es acaso un sueño?
Como el mismo Norton dice:
“Ya no sabes ni cuando estás despierto”
¿Y el enfrentamiento cuerpo a cuerpo?
¿Las peleas?
¿Transmiten algo?
Vale cualquier interpretación, aunque de por sí ninguna puede estar en lo cierto dentro de la filosofía de Fight Club, pero con todo yo lo veo como un método sugerente de libertad, donde se desea expresar y sacar a flote el ahogo que muchos sienten por dentro, una metáfora a las dobles vidas que muchos llevan, donde afuera son unos y dentro del Club son otros, atraídos por la firme filosofía de uno mayor que sirve de guía y los impulsa a rechazar lo que la sociedad “dice” o “piensa” de ellos.
Dichas escenas, cargadas de fuerte violencia aúnan con mayor énfasis la mencionada liberación deseada.
Fight Club es una revolución, o al menos el comienzo de una.
Curiosa la escena final, la caída de las 2 torres…
¿9/11?
“I'm wondering if another woman is really the answer we need”
¿Hasta qué punto puede justificarse la violencia?
¿Y asociarla con el concepto de diversión?
Fight Club es un canto a la imperfección humana, la libertad verdadera a la que aspiramos, y la "utopía del cambio"
Lo primero que debo decir es que David Fincher me agrada mucho en el estilo visual en que basa sus propuestas, pero aquí va mucho más profundo en una suerte de filosofía y teoría a la vez sobre el nihilismo y el desbarajuste que el ser humano es capaz de engendrar.
Para ello se basa en una suerte de salvajismo enfermizo crudo, con escenas demasiado violentas que por allí llegan a eclipsar el contenido metafórico de fondo:
El materialismo, la falta de moral y la corrompida sociedad de consumo establecida en occidente.
Fight Club plantea el fracaso de los intentos de los grupos de autoayuda y las iglesias para paliar el dolor y el sufrimiento.
Propone que hay que alimentarse del sufrimiento, vivir del dolor.
Esta tendencia autodestructiva está representada en el protagonista por su otro yo, Tyler Durden.
Así del inconsciente aparecerá el mal con apariencia de bien.
Esta exaltación del sufrimiento es la marca del fanatismo.
En la sociedad del consumo y del hedonismo surge como un mensaje revolucionario la búsqueda del dolor.
Es una iluminación para los miembros del “Club de la Lucha”
Nadie sabe lo que han visto pero lo han visto
La doctrina se extiende como una iniciación histérica que plantea una guerra espiritual a los valores sociales del mundo de la economía.
Así pues tras la crítica a la sociedad del consumo y a la tesis de la violencia se esconde un sarcasmo que agravado por la ausencia de propuesta desemboca en el absurdo.
El hecho de que el “Club de la Lucha” tenga algunos rasgos de pseudo iglesia contiene una crítica al fanatismo religioso.
Pero en última instancia Fight Club postula una crítica a Dios mismo:
Somos los hijos no deseados de Dios.
El origen de la realidad no se sostiene en la gratuidad original sino en un error de Dios.
Llegados a este punto, se propone prescindir de Dios.
Romper con la belleza, con la bondad y con la vida que tienen su fuente en Él.
El que en el último momento Marla y The Narrator se den la mano forma parte de un naufragio como si el mundo se hundiera a sus pies.
Más que esperanza queda ironía.
Será que The Narrator mató su ego, o era The Narrator el “alter ego” de Durden y este tomó su cuerpo…
Fight Club reflexiona sobre el consumismo, la búsqueda de una imagen, la forma de vivir moderna, todo el sistema en que se basa nuestra vida, pero sin dejar de ser la historia de una persona normal que se ve anclada en ese tipo de vida consumista.
Creo que también tiene una pequeña moraleja, y es que aunque nosotros mismos aceptemos que somos en parte productos y busquemos una imagen, no dejamos de tener una faceta más sentimental y solidaria.
“When you wake up in a different place at a different time, can you wake up as a different person?”
Mayhem.
Soap”
¿Cuán inteligente puede ser un demente con capacidad para razonar todo lo que lo rodea?
El trastorno de identidad disociativo es un diagnóstico controvertido descrito como la existencia de dos o más identidades o personalidades en un individuo, cada una con su propio patrón de percibir y actuar con el ambiente.
Al menos dos de estas personalidades deben tomar control del comportamiento del individuo de forma rutinaria, y están asociadas también con un grado de pérdida de memoria más allá de la falta de memoria normal.
A esta pérdida de memoria se le conoce con frecuencia como tiempo perdido o amnésico.
Para ser diagnosticado, los síntomas deben ocurrir independientemente del abuso de substancias o una condición médica general a manera de inducción.
La mayoría de las personas sufre síntomas de depresión, ansiedad, o alguna dificultad para respirar, pulso acelerado, palpitaciones, fobias, ataques de pánico, alteraciones del apetito, estrés postraumático y síntomas que simulan los de las enfermedades físicas.
Pueden estar preocupadas por el suicidio y son frecuentes los intentos, así como los episodios de automutilación.
Muchas personas con trastorno de identidad disociativo abusan del alcohol o de las drogas en algún momento de su vida.
El cambio de personalidades y la ausencia de consciencia del propio comportamiento en las otras personalidades hacen a menudo caótica la vida de una persona con este trastorno.
Como las personalidades con frecuencia interactúan entre ellas, la persona dice oír conversaciones internas y las voces de otras personalidades.
Esto es un tipo de alucinaciones.
Estas personas están muy preocupadas por temas de control, tanto el autocontrol como el control de los demás.
Puede que el paciente no recuerde este comportamiento o que lo haya experimentado más como un observador que como un sujeto activo, como si la experiencia fuera como un sueño o irreal.
Pueden hacer cosas y no reconocerlas, porque ellos no eran los que lo hacían o simplemente no saben porque lo hacen.
“People are always asking me if I know Tyler Durden”
En cine, se conoce como «vuelta de tuerca» a aquel giro en el argumento de una historia literaria o cinematográfica en el que se presenta un vuelco abrupto e inesperado en la situación descrita.
Se presenta con más frecuencia cerca del final de la obra, pero también puede encontrarse hacia la mitad.
Estos giros cambian dramáticamente el objetivo de los personajes.
A través de esta técnica, el protagonista descubre que su némesis es él mismo:
Su álter ego.
“I look like you wanna look, I fuck like you wanna fuck, I am smart, capable, and most importantly, I'm free in all the ways that you are not”
Fight Club fue dirigida por David Fincher en 1999 y protagonizada por Brad Pitt, Edward Norton, Helena Bonham Carter, Meat Loaf, Jared Leto, Van Quattro, Markus Redmond, Michael Girardin, Rachel Singer, Eion Bailey, entre otros.
El guión es de Jim Uhls basado en la novela homónima de Chuck Palahniuk.
Fight Club (1996) es la primera novela publicada por Chuck Palahniuk.
Palahniuk presenta al mundo un personaje icono:
Tyler Durden
De hecho muchos internautas lo han tomado como ídolo y como su nombre de identificación en la red.
Fight Club habla de soledad, de la búsqueda de sacar el malestar interior; y sobretodo de la violencia inherente en el macho humano para liberar tensiones; y aun más en quien no esté realizado.
Fight Club promulga que la salida al modelo dañino psicológicamente de la sociedad capitalista y estandarizada se mejora con la violencia, la redención y el amor.
Fight Club carga contra algunos de los valores de esta sociedad, afirmando que el sistema provoca neurosis, y metafóricamente, en la gente más sensible, esquizofrenia.
Fight Club lleva detrás una fascinación por el macho violento atractivo y semental.
En una lectura subyacente Fight Club es una película gay, como el escritor de la novela de donde parte.
Fight Club es un canto a la pelea masculina, y más aún si es entre luchadores ilegales, a la maduración personal, a la rebeldía ante valores que no lo son.
Fight Club posee un fuerte impacto psicológico profundo, no solo de entretenimiento, tanto que se convierte en un film generacional y de culto.
La trama de Fight Club gira en torno a un protagonista sin nombre, conocido como The Narrator, que lucha contra su creciente molestia hacia el consumismo y los cambios del estado de la masculinidad en la cultura estadounidense.
En un intento por superarla, crea un club de boxeo clandestino como nueva forma de terapia.
Para pertenecer al club de la pelea se deben seguir 8 reglas:
La 1ª regla del Club de la Pelea es:
Nadie habla sobre el Club de la Pelea: Eso significa a nadie.
La 2ª regla del Club de la Pelea es:
Nadie habla sobre el Club de la Pelea, por si no lo entendieron.
La 3ª regla es:
La pelea termina cuando uno de los contendientes grita "alto", pierde la vertical o hace una señal, si alguien se quiere salir, solo sale, sin despedirse ni pedir permiso.
4ª regla:
Solo dos personas por pelea, eso quiere decir ustedes y su oponente.
5ª regla:
Solo una pelea a la vez, enfoque su fuerza en vencer a su oponente.
6ª regla:
Se pelea sin camisa y sin zapatos, aquí esto quiere decir luchar sin apariencias, sin superficialidad.
7ª regla:
Cada pelea durará lo que tenga que durar, la batalla no se gana de un día para el otro.
Y la 8ª y última regla es:
Si esta es tu primera noche en El Club de la Pelea... entonces... debes que pelear.
Partiendo desde la autodestrucción física a base de golpes, imprescindible para la renovación personal, seguido de un proceso de autodesarrollo individual, masturbación, sublevación, disciplina, etc. creen firmemente poder desafiar un orden establecido durante generaciones.
Fight Club indaga con una premisa deleitante la mente humana, los indicios de la personalidad truncada, el agobio del ser humano ante situaciones salidas del alcance; exprime en un contexto más profundo el dominio e influencia de alguien ante los demás, la necesidad de un líder, los anhelos de libertad frente la rutina y monotonía, pensamientos de cambio y transcendencia en hechos culposos e indeseables.
Los monólogos de The Narrator (Edward Norton) expresan con solicitud y veracidad lo que el personaje vive:
Sus preocupaciones, su insomnio, su pesimista trabajo, sus ganas de florecer, sus enojos, su entorno.
Fincher intentó que la violencia de Fight Club sirviese como metáfora del conflicto entre las generaciones jóvenes y el sistema de valores de la publicidad.
El director copió los matices homoeróticos de la novela de Palahniuk para hacerla incómoda al público y evitar que anticipasen el dramático giro del final.
Fincher nos hunde en la mísera psique del protagonista para que como él, necesitemos la violencia que le sigue para desahogarnos y; también como él, lleguemos a ver cuando las cosas llegan demasiado lejos y se hace demasiado tarde para detenerlas.
Si hablo desde la estética, no hay con qué objetarle a un Fincher especialista en video clips, le sobra calidad desde la fotografía.
La misma es oscura, densa, sórdida en combinación con el tenor repulsivo que retrata la trama.
También desde lo técnico Fight Club fue nominada al Oscar por la edición de sonido, y si de premios hablamos, no ha sido reconocida de la manera que quizás para el sentir de mucha gente, entre las que me incluyo, le hubiere correspondido.
Fight Club se convirtió en una de las películas más controvertidas y de las que más se hablaba en 1999.
La acción es narrada en primera persona por su protagonista en un absorbente proceso de catarsis, nihilismo y masoquismo escapista que conduce su vida hasta la autodestrucción y la alucinación.
La continua y confesional voz en off nos acerca de forma íntima a sus reflexiones.
Fight Club es una compleja abstracción violenta de lucha contra un sistema de etiquetas y rutina inane de consumo y apariencia.
Los diálogos son afilados, las interpretaciones notables y visualmente posee estilo sin sacrificar la narración.
Norton interpreta al protagonista, un "hombre común", cuyo nombre no se revela, que está aburrido con su profesión liberal en la sociedad estadounidense, sin amigos ni familiares, enfermo psicológicamente y saturado de consumismo, padece insomnio.
La única manera de combatirlo es asistir primero a reuniones de autoayuda, para encontrar posteriormente su solución a base de violencia sadomasoquista.
Todo ello gracias a su nuevo colega opuesto a él, Tyler Durden (Brad Pitt), un tipo atractivo, narcisista y gran ego.
Entre los dos fundan un club secreto donde los hombres pueden pelear para liberar sus frustraciones y otorgarles sentido a sus vidas.
En su periplo, The Narrator encuentra a Marla Singer (Helena Bonham Carter) una tarada psicológica como él, adicta a los grupos de ayuda, que se convierte en la amante de Tyler.
Pero Tyler no existe, The Narrator lo ha configurado en su mente.
Tyler y The Narrator son la misma persona.
Una vez que se ha dado cuenta de todo ello, y de la mano de Marla, contempla como propiciado por el mismo se destruyen algunos de los edificios bancarios de su ciudad.
Al principio, el protagonista es un tipo solitario, insomne, con problemas psicológicos del que se cura gracias a ser violento; la relación con una muchacha le ayuda a ello.
En la "revelación" y gran giro del film, el protagonista ha crecido lo suficiente como para darse cuenta de su enfermedad y es capaz de curarse.
Nunca aparecen juntos en un mismo plano Norton y Pitt hablando con otras personas.
Con ello se pretende indicar que a Tyler sólo lo puede ver The Narrator.
De hecho, durante Fight Club, el personaje de Tyler Durden (Pitt) aparece una serie de veces cuando aún no ha sido presentado.
Son pequeños fotogramas en los cuales se ve al personaje “ridiculizando” la escena.
Esto es una secuencia que dura menos de medio segundo, así que no es nada fácil de observar.
Se puede observar a Tyler en la oficina, en el hospital cuando The Narrator (Norton) acude al doctor y en el grupo de apoyo entre otros.
Hay que recordar cuando Tyler le explica a The Narrator que él de manera ocasional introduce fotogramas pornográficos en los rollos de las películas que proyecta, con el fin de generar una incomodidad inconsciente dentro del espectador.
Pues bien, eso pasa el final de Fight Club.
Justo cuando los edificios están cayendo y Marla (Bonham Carter) y The Narrator se encuentran observando, la imagen "vibra" y por una fracción de segundo se muestra la imagen de un pene ocupando toda la pantalla.
Inclusive, cuando The Narrator ve la explosión de su departamento se ve una mesa de ying y yang lo que representaría su lucha interna con Tyler Durden.
Fight Club presenta unas frases lapidarias como:
“No son especiales, son la mierda cantante y danzante del mundo”
Es decir: Nadie es superior a nadie.
“No son sus pantalones, su coche o su cartera”
Es decir: Una persona no vale por lo que tiene sino por lo que es.
“Lo que poses acabara poseyéndote”
Es decir: Las posesiones materiales solo dan infelicidad, critica al consumismo y al capitalismo.
“Porque he de llevar el nombre de un tipo en mi ropa interior”
Es decir: Critica a la moda.
“No hemos sufrido una gran guerra, nuestra guerra es con nosotros mismos”
Es decir: Es difícil encontrar la felicidad personal… y así todo un elenco sin desperdicios.
“When you have insomnia, you're never really asleep... and you're never really awake”
Qué decir de tamañas actuaciones de Edward Norton y Brad Pitt, lo mejor de Fight Club, mezclado por allí con el mensaje de fondo que se transmite.
Muy convincentes en sus respectivos roles, dignos de mención especial por sus interpretaciones tanto a nivel físico como en cuanto a registros dramáticos se refiera.
Los tres personajes poseen algo en común:
Tienen vidas muy pobres; son vidas con falta de cariño y falta de buenos valores, donde pasan a primer plano las malas acciones, movimientos y vicios.
El protagonista o The Narrator es un treintañero, a quien se llama por muchos nombres pero nunca se revela el suyo, de neurótico social se convierte en esquizofrénico, cambio que se produce por su soledad, además de la química que le produce la desidia de comprar en determinados lugares, y de llevar ciertas marcas de ropa; propaganda, a la vez, para esas marcas, se las critica pero se les hace propaganda; ejemplo de sociedad distópica actual.
Su esquizofrenia se cura gracias al amor y a la destrucción de los cimientos de la sociedad capitalista: Los edificios de las compañías de tarjetas de crédito.
The Narrator no ha tenido un buen padre y ha sido educado por mujeres, hasta que no saca su parte viril y violenta no mejora.
Tyler Durden es un ser libre que hace lo que le da la gana, y lo ha creado The Narrator, un ser encorsetado psicológicamente.
Durden es desmedido, contundente, astuto y travieso, canalla y gamberro.
Pertenece al arquetipo del rebelde.
Tyler es máximo ego, el macho sexual e incansable, el Gurú de secta, es el Mesías-Apóstol de la violencia para los hombres perdidos mentalmente, Hijo de Puta, tierno, chulo con las chicas y el chupete para los Gays.
Es amoral y moral.
Luchador contra el sistema consumista, impulsa el sadomasoquismo, como gurú es alguien que habla y habla, y dice o hace lo contrario, o parece que sea lo contrario.
Enfermizo mentalmente y a la vez lo alabas, no lo entiendes, no se entiende es sectario.
Convierte a sus seguidores en autómatas, en seres condicionados que repiten sus normas.
Durden es Narciso, es Ares es Dionisio, es el superhombre de Nietzsche.
Tyler cree en la autodestrucción de tu parte débil, “es lo malo”, para quedarse con “lo bueno” de uno mismo.
El aliciente más efectivo de Fight Club, es el contraste entre los personajes de Norton y Pitt que fluyen de la misma persona; el uno hastiado, aburrido y casi acabado en su recóndita humanidad y el otro liberal, pendenciero, alocado y con don de mando.
Los deseos que guarda el subconsciente de Norton solo salen a relucir cuando este duerme, y es allí donde actúa el personaje de Pitt, haciendo todo lo contrario a lo que realmente desea.
El personaje de Marla Singer representa la superación del miedo a la autodestrucción que persiguen Tyler y "Jack" (The Narrator)
Marla ya no tiene miedo.
Espera la muerte queriendo abortar el fruto de su pasión por ella misma.
Pasión que corre el riesgo de convertirse en amor cuando la propia Marla desde el autobús que debe llevarle lejos de él, se declara definitivamente a "Jack" afirmando que es "lo peor que le ha pasado nunca"
Marla amaba negar su propia vida.
"Jack" le ayudaba a hacerlo.
¿Es Fight Club una fantasía?
¿Es acaso un sueño?
Como el mismo Norton dice:
“Ya no sabes ni cuando estás despierto”
¿Y el enfrentamiento cuerpo a cuerpo?
¿Las peleas?
¿Transmiten algo?
Vale cualquier interpretación, aunque de por sí ninguna puede estar en lo cierto dentro de la filosofía de Fight Club, pero con todo yo lo veo como un método sugerente de libertad, donde se desea expresar y sacar a flote el ahogo que muchos sienten por dentro, una metáfora a las dobles vidas que muchos llevan, donde afuera son unos y dentro del Club son otros, atraídos por la firme filosofía de uno mayor que sirve de guía y los impulsa a rechazar lo que la sociedad “dice” o “piensa” de ellos.
Dichas escenas, cargadas de fuerte violencia aúnan con mayor énfasis la mencionada liberación deseada.
Fight Club es una revolución, o al menos el comienzo de una.
Curiosa la escena final, la caída de las 2 torres…
¿9/11?
“I'm wondering if another woman is really the answer we need”
¿Hasta qué punto puede justificarse la violencia?
¿Y asociarla con el concepto de diversión?
Fight Club es un canto a la imperfección humana, la libertad verdadera a la que aspiramos, y la "utopía del cambio"
Lo primero que debo decir es que David Fincher me agrada mucho en el estilo visual en que basa sus propuestas, pero aquí va mucho más profundo en una suerte de filosofía y teoría a la vez sobre el nihilismo y el desbarajuste que el ser humano es capaz de engendrar.
Para ello se basa en una suerte de salvajismo enfermizo crudo, con escenas demasiado violentas que por allí llegan a eclipsar el contenido metafórico de fondo:
El materialismo, la falta de moral y la corrompida sociedad de consumo establecida en occidente.
Fight Club plantea el fracaso de los intentos de los grupos de autoayuda y las iglesias para paliar el dolor y el sufrimiento.
Propone que hay que alimentarse del sufrimiento, vivir del dolor.
Esta tendencia autodestructiva está representada en el protagonista por su otro yo, Tyler Durden.
Así del inconsciente aparecerá el mal con apariencia de bien.
Esta exaltación del sufrimiento es la marca del fanatismo.
En la sociedad del consumo y del hedonismo surge como un mensaje revolucionario la búsqueda del dolor.
Es una iluminación para los miembros del “Club de la Lucha”
Nadie sabe lo que han visto pero lo han visto
La doctrina se extiende como una iniciación histérica que plantea una guerra espiritual a los valores sociales del mundo de la economía.
Así pues tras la crítica a la sociedad del consumo y a la tesis de la violencia se esconde un sarcasmo que agravado por la ausencia de propuesta desemboca en el absurdo.
El hecho de que el “Club de la Lucha” tenga algunos rasgos de pseudo iglesia contiene una crítica al fanatismo religioso.
Pero en última instancia Fight Club postula una crítica a Dios mismo:
Somos los hijos no deseados de Dios.
El origen de la realidad no se sostiene en la gratuidad original sino en un error de Dios.
Llegados a este punto, se propone prescindir de Dios.
Romper con la belleza, con la bondad y con la vida que tienen su fuente en Él.
El que en el último momento Marla y The Narrator se den la mano forma parte de un naufragio como si el mundo se hundiera a sus pies.
Más que esperanza queda ironía.
Será que The Narrator mató su ego, o era The Narrator el “alter ego” de Durden y este tomó su cuerpo…
Fight Club reflexiona sobre el consumismo, la búsqueda de una imagen, la forma de vivir moderna, todo el sistema en que se basa nuestra vida, pero sin dejar de ser la historia de una persona normal que se ve anclada en ese tipo de vida consumista.
Creo que también tiene una pequeña moraleja, y es que aunque nosotros mismos aceptemos que somos en parte productos y busquemos una imagen, no dejamos de tener una faceta más sentimental y solidaria.
“When you wake up in a different place at a different time, can you wake up as a different person?”
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