Ratatouille

“He's dying to become a chef”

La culinaria o arte culinario es una forma creativa de preparar los alimentos y depende mucho de la cultura, en términos de conocimientos respecto a los alimentos, su forma de prepararlos, así como de los rituales sociales establecidos alrededor de la comida.
Sin embargo, una gran mayoría de esas recetas y sus variaciones tienen sus orígenes en las cocinas tradicionales desarrolladas con rituales de preparación transmitidos a lo largo de muchas generaciones.
La cocina tradicional es un arte fundamentalmente social, con caracteres locales y tradicionales, pero la sociedad moderna ha conseguido facilitar su elaboración, apoyado por la fácil adquisición de materias primas que se cultivan, a veces, a miles de kilómetros de distancia y es importante, en la cocina moderna, esta base de distintos orígenes étnicos y culturales.
¿Para qué sirve el arte culinario?
Para favorecer la digestión, ya que se cuece.
Para intentar garantizar la salud de los consumidores, se transforman y asocian alimentos variados.
Para suministrar contenidos y elementos variables según las necesidades de cada individuo.
Para poder proponer regímenes nutricionales específicos en función de cada enfermedad.
La ratatouille es una especialidad regional francesa elaborada con diferentes hortalizas y originaria de la ciudad de Niza y más en general de la región de Provenza, sureste de Francia.
Su nombre completo es ratatouille niçoise, en español “ratatouille nizarda”, y proviene del occitano ratatohla.
Se trata de un plato vegetariano resultante de guisar en aceite de oliva unas hortalizas que se pueden cocinar todas juntas o por separado, los puristas del plato dicen que deben prepararse por separado y luego cocinarlas todas juntas en su fase final.
Existen recetas en las que se determinan secuencias concretas de preparación de las hortalizas.
Por regla general se incluye siempre: Tomates, ajo, pimientos (poivrons), cebollas, calabacín (courgettes) y berenjenas (aubergine) en proporciones variables.
Además, se puede añadir el bulbo del hinojo (fenouil) cortado, lo que aromatiza más al plato.
Como aromatizador se suelen emplear además diversas mezclas de hierbas como tomillo, romero, albahaca, orégano, entre otros, las llamadas hierbas provenzales.
Como muchos platos de verduras en salsa, suele adquirir mejor sabor si se deja reposar algún tiempo o si se recalienta.
El plato puede quedar en el refrigerador durante varios días.
La ratatouille es un plato frecuente en los meses calurosos del verano en Francia.
Se sirve solo, acompañado de pan, a veces croûtons, arroz, cuscús o patatas o muy frecuentemente como guarnición de algún plato de carne o pescado.
Se puede servir frío o caliente, al gusto del comensal.
A veces se emplea la ratatouille como relleno o acompañamiento de la tortilla francesa.
“This is me.
I think it's apparent that I need to rethink my life a little bit.
What's my problem?
First of all, I'm a rat.
Which means, life is hard.
Second, I have a highly developed sense of taste and smell”
Ratatouille es una película de animación por computadora producida por Pixar y distribuida por Walt Disney Pictures en 2007.
Ratatouille es la octava película producida por Pixar y fue dirigida por Brad Bird, quien se hizo cargo de la dirección tras la salida de Jan Pinkava, en 2005.
El guión es de Brad Bird sobre una historia de Jan Pinkava, Jim Capobianco y el mismo Brad Bird.
El guión de Ratatouille, como en todas las películas de Pixar, rebosa de grandes ideas, de humanidad, de veracidad, de bondad, de libertad y valentía contra los estereotipos.
Todos tenemos derecho a que nos guste lo bueno, y podemos aspirar a ser artistas, soñar con aquello que nos conmueve a pesar de lo que piensen los demás.
Pixar ha hecho muy suya la filosofía de que una película para niños que se conforme con ser sólo para ellos, no es ni siquiera exclusiva para niños.
El secreto del éxito es un enfoque de comedia seria y adulta, sin por eso pasarse al terreno propio de las "películas para adultos" con violencia y sexo, típicamente, aunque últimamente haya dejado por fuera los números musicales y las cancioncillas.
Ratatouille significó un desafío para los cineastas, sobretodo la creación de animaciones generadas por computadora de alimentos con un aspecto delicioso.
Los chefs gourmet en los Estados Unidos y Francia fueron consultados y los animadores asistieron a clases de cocina en diferentes escuelas de San Francisco del área de cocina para comprender el funcionamiento de una cocina comercial.
El administrador de sets y diseño, Michael Warch, un chef quien tuvo una formación culinaria antes de trabajar con Pixar, ayudó a los animadores en este aspecto.
También preparó platos utilizando la tecnología de arte, sombra/pintura y efectos en el departamento de modelado de sets.
Inclusive el reconocido chef Thomas Keller le permitió el productor Brad Lewis internarse en su cocina en el restaurante French Laundry.
Para el clímax de Ratatouille, Keller elaboró un fantástico diseño del plato principal que prepara la rata Remy, el «confit byaldi» en honor al plato original turco.
Para un mayor realismo expresivo, Brad Bird y todo su equipo técnico vieron un gran número de películas clásicas francesas con las que poder animar a los personajes lo «más francés posible», sobre todo para los movimientos de la boca al hablar.
Aunque su tratamiento tiene mucho de antropomórfico, los roedores no tienen forma humana ni son Mickey Mouse:
Se comportan como roedores, ven el mundo como roedores, y tienen la anatomía propia de los roedores.
Por cierto, no se comunican con los seres humanos.
Sin embargo, parte importante de la trama deriva de los problemas que hay entre Remy y su humano mascota para comunicarse:
Aunque nosotros escuchamos a los roedores hablar, desde la perspectiva de los humanos en Ratatouille se limitan a chillar, como esbozan un par de escenas sueltas por ahí.
A la larga, ayuda mucho a la película que las ratas se vean tan naturales y limpias.
Una cosa que me llamó la atención es que casi todos los personajes tienen acento "francés", excepto Linguini, “el protagonista” y... las ratas, tal vez por el mensaje subliminal de que son estadounidenses.
La forma como la historia se desarrolla es muy Disney, algunas malas personas, muchos seres muy buenos, algunas complicaciones de por medio y un final feliz.
Ratatouille narra la historia de Remy, una rata que sueña con convertirse en chef y tras alcanzar su objetivo, hace una alianza con el hijo de uno de los cocineros más prestigiosos de París.
Ratatouille es uno de los éxitos más grandes de la productora Pixar, recibió críticas y aclamaciones favorables y ganó el premio Óscar a la Mejor Película De Animación y estuvo nominada como guion original, banda sonora, edición de sonido y sonido; entre otros privilegios.
Ratatouille plantea una barrera imposible, la de una rata mirando a los ojos a un ser humano, para destruirla.
Alejada de la más pura fantasía, los humanos son humanos, las ratas son ratas.
Solo que Remy es una que desea ser Chef, y el destino de Remy esta dictado desde ese momento en que escuchó al cocinero Gusteau decir:
"Cualquiera puede cocinar"
Así encontró su lugar en el mundo, lo que ama.
Esa es la declaración absoluta de PIXAR, hay que hacer lo que uno ama, aún cuando la adversidad parezca tan grande, aunque suene a imposible.
La recreación los personajes, sus gestos faciales, esos fondos foto realistas, el pelaje de las ratas, la forma en que las gotas o el agua reaccionan sobre éste, la recreación del mar, los efectos de luz y de partículas, la cámara realizando ángulos son dignos del mejor cineasta.
El enfrentamiento con la critica a través del genial personaje de Anton Ego, voz a cargo de Peter O' Toole, una historia de amor, el destino del restaurant de Gusteau, el capitalista Chef rival de apariencia árabe, son solo algunas de las circunstancias con las que tendrá que lidiar Remy para encontrar su lugar en el mundo.
Remy es una rata que viven en las afueras de la espectacular Ciudad de París, comparte con su familia las costumbres y tradiciones de siempre, comer, andar entre basura, en cuatro patas; sin embargo Remy tiene la fascinación por la comida, su sueño es ser un gran cocinero, disfrutar la comida haciéndola un arte, inspirado en gran parte por el Chef Gusteau quien con su lema “Tomo mundo puede cocinar” abona al sueño de la rata de estar haciendo lo que más le gusta.
Luego de un alborotado hecho, Remy para en el famoso restaurante del Chef Gusteau, presentándosele una inmejorable oportunidad para demostrar sus habilidades; sin embargo enfrentará situaciones desconcertantes como el prejuicio y el desagrado que significa que una rata esté en una cocina o que peor aún, meta sus patas en algún caldo para sazonarlo.
Frente a esta situación adversa se desarrolla la historia del pequeño chef, y alrededor de él personajes que ayudarán, complicarán y transmitirán un mensaje significativo, universal y retador para ellos y para nosotros mismos como espectadores.
Ratatouille simboliza la encrucijada de Remy por medio de las dos vías en que se divide la cloaca:
El camino de la derecha es el de las obligaciones sociales y familiares, y el camino de la izquierda es el del corazón, que es el que termina eligiendo y provocando la separación de su familia, pero aquello lo libera para subir de la cloaca de la indignidad y la depresión, hacia el mundo rutilante de la superficie, y en particular, del restaurant de alta cocina parisino, que representa sus máximas aspiraciones.
El concepto de familia plasmado en Ratatouille es genial, de ésas que muchas veces renegamos y no estamos de acuerdo con su forma de actuar, pero que al fin son familia y están con nosotros en cualquier momento.
El desarrollo de cada uno de los personajes, rondando lo genial.
El inhumano y rígido crítico Anton Ego que es el desencadenante, desde mi punto de vista, de lo que Ratatouille quiere proyectar.
Partiendo de una idea básica, explicada con sencillez, elegancia y ternura, con unos personajes definidos y carismáticos, Pixar consigue de nuevo que disfrutemos cada segundo.
Sus personajes son:
Remy:
Es una rata audaz e inconformista con los sentidos del gusto de la colonia de ratas en la que convive.
Tiene desarrollados los sentidos del olfato y el gusto, lo cual le da aspiraciones para ser chef.
Puede dar la impresión que sobre ella pesa la ideología norteamericana del “American Dream”
Alfredo Linguini:
Es un joven tímido y torpe que trabaja de conserje en el «Restaurante de Gusteau»
Su relación con Remy le ayudará a convertirse en un chef de éxito.
Es el hijo desconocido de Gusteau.
Anton Ego:
Es un crítico gastronómico severo, elitista y extremadamente exigente, que con una sola mala reseña en el periódico puede llevar un restaurante a la bancarrota.
La imagen del prestigioso crítico gastronómico, entre Nosferatu y un personaje de Tim Burton, no tiene desperdicio aunque nos gustaría pensar que esta representación corresponde más a la toda poderosa crítica gastronómica norteamericana.
Colette Tatou:
Es la cocinera de carne y de pavo.
Es la única chica en la cocina del restaurante que se encarga de adiestrar y guiar a Linguini y sobre ella recae la trama romántica de Ratatouille.
Skinner:
Es el chef principal del «Restaurante de Gusteau»
Es de baja estatura, de aspecto siniestro y de actitud repelente, hace pensar en que es un árabe de costumbres ortodoxas.
Django:
Es el padre de Remy y el líder del clan de las ratas.
No simpatiza con los humanos y trata de persuadir a su hijo para que deshaga su relación con Linguini.
Émile:
Es el hermano de Remy, a quien no comprende, pero le respeta y le permite expresarse a gusto.
Se lanza a comerse cualquier cosa sin saber qué es, es lo opuesto.
Auguste Gusteau:
Es el padre de Alfredo Linguini e inspiración culinaria de Remy.
No aparece físicamente en Ratatouille ya que había fallecido, pero acompaña a Remy como amigo imaginario; o como “hada madrina”, tópico usado en muchas de las películas de la Casa del Ratón.
Horst:
Es el sub-cocinero jefe o “sous-chef”, de actitud seria y discreta.
Larousse:
El cocinero de ensaladas y aperitivos, el único integrante de la cocina de raza negra.
Mustafa:
El camarero principal, de aspecto simplón y actitud tímida.
Talon Labarthe:
El abogado de Skinner.
Así con ellos, Ratatouille tiene todo lo necesario para ser disfrutada a plenitud:
Una animación impagable, unos efectos que rozan la perfección, una historia que cala y un personaje principal que enternece.
Genial la escena de la regresión a la infancia cuando Anton Ego, nuestro crítico, prueba la famosa ratatouille, que a pesar de tener una presentación y una factura "moderna", se cocinó en capas en un sauté recubierta con papel sulfurizado, le recuerda la ratatouille de su madre o de su abuela.
Impactantes el flash-back y el zoom atrás que lo acompaña.
¿Que mejor explicación de lo que llamamos la cocina de la memoria, recurso a veces utilizado con demasiada frecuencias en nuestras cocinas de hoy?
Linguini descubre el valor de la amistad, teniendo presente que mas importante que los aspectos físicos del ser, lo más importante es lo que se transmite desde adentro.
La rata Remy es un ser despreciado por todos, por su condición de Rata, pero vemos en él más humanidad que mucho de los humanos representados en Ratatouille.
Ratatouille representa la lucha por el reconocimiento de nuestros propios talentos, especialmente cuando son despreciados por los demás y por nuestra propia mente crítica.
Cuántas veces renunciamos a nuestras cualidades porque familia y el entorno social estima que no sirve de nada, o nos conducen al camino de "morirnos de hambre"
Lo despreciado socialmente está simbolizado por la rata.
Sin embargo, si nos esforzamos en seguir confiando en nuestro talento, sin importar la soledad, el desprecio o el tiempo que nos insume, seremos reconocidos.
Y entonces, el enjuiciamiento social representado por el viejo crítico de alta cocina que vive en una casa con una sala en forma de ataúd, de pronto es desmantelado por el regreso a la inocencia de la infancia, que es la creatividad del aporte artístico del héroe.
Sin duda es asqueroso que una rata sea el ser que nos prepare los alimentos que irán a nuestra boca, pensar sólo en eso me da escalofríos.
Claro que con esta fórmula preconcebida de:
Rata = Suciedad, Suciedad = Enfermedad, Enfermedad = Muerte, aplicamos muchos conceptos cotidianos como son:
Pobre = Ladrón, SIDA = Futuro Contagio, Negro = Pandillero, etc.
El valor de Ratatouille es el permitirnos pensar en no juzgar a alguien por su apariencia y darle el chance de ser y realizarse como persona o rata.
En otras palabras, lo innovador es siempre traído a la vida humana por medio de la fidelidad al instinto y a la creatividad infantil, todos somos creativos en el jardín de infantes, hasta que llegamos a la escuela y nos aplasta el juicio.
Si el arquetipo del niño supera la castración de la crítica del viejo nocivo, si resiste la censura de la vejez conservadora de la crítica, el verdadero arte finalmente lo transforma todo.
Ratatouille es una bellísima historia sobre el aprendizaje de la tolerancia, sobre la superación de los obstáculos que nos impiden ser nosotros mismos, sobre el valor del amor y de la amistad que consiguen que nuestras vidas sean mejores y que nos hacen dar lo mejor que tenemos.
Ratatouille es una tierna, divertida y poética historia sobre la ruptura de los prejuicios que condenan injustamente, sobre la aceptación de lo novedoso y el abandono de las actitudes cerradas que juzgan erróneamente a alguien simplemente porque tenga un determinado aspecto y porque sus orígenes sean de dudosa reputación.
Una sabia frase que me llena de placer es que cualquiera puede cocinar, no porque todo el mundo tenga un talento natural, sino porque el talento puede surgir en cualquier parte, sin importar cuál sea la procedencia.
En esta gran cocina que es la sociedad, nunca se deberían despreciar las aptitudes de la gente solamente porque no hayan nacido en las condiciones más favorecedoras.
Unos pueden estar más dotados que otros, o haber desarrollado más ciertas habilidades, pero la procedencia de cada cual no tiene por qué determinar el talento ni condenarlo como indigno de ser reconocido.

“Anyone can cook”


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