JFK

“To sin by silence when we should protest makes cowards of men”
Ella Wheeler Wilcox

Costa-Gravas decía parafraseando una conocida frase que siempre aparece en las películas:
“Cualquier semejanza con personas o lugares realmente existentes, no es coincidencia: es intencional”
Desde esta mirada, el cineasta pasa en esta circunstancia de artista, con el que todos relacionamos su labor, a historiador.
Así, la interpretación / denuncia que nos ofrece, busca siempre situarnos no como espectadores, situación que ocurre con otras películas, sino como testigos de un hecho crucial, impidiéndonos tras todo lo visto dejar que éste caiga en el olvido y la mentira.
El asesinato de John F. Kennedy (1917 - 1963), trigésimo quinto Presidente de los Estados Unidos, tuvo lugar el viernes 22 de noviembre de 1963, en Dallas, Texas, Estados Unidos a las 12:30. Tiempo Central Estándar (18:30UTC).
Kennedy fue el cuarto presidente de EEUU asesinado junto con Abraham Lincoln, James Abram Garfield y William McKinley, y fue el octavo que murió en ejercicio de sus funciones.
Curiosamente, los presidentes de EEUU elegidos en intervalos de 20 años y comenzando en 1840 con William Henry Harrison han muerto desempeñando el cargo:
Harrison en 1840, Lincoln en 1860, Garfield en 1880, McKinley en 1900, Harding en 1920, Roosevelt en 1945.
El asesinato de John F. Kennedy continuó este patrón.
El intento de asesinar a Ronald Reagan quien, elegido en 1980, sobrevivió a un disparo en marzo de 1981, es la excepción.
Este patrón de muertes presidenciales es conocido como “La Maldición de Tecumseh”
Sin embargo, después del asesinato de JFK, se han creado muchas falsas similitudes con el de Abraham Lincoln
Kennedy fue mortalmente herido por disparos mientras circulaba en el coche presidencial en la Plaza Dealey, en Dallas.
El primer disparo es desviado por un árbol y rebota en el cemento, llegando a herir al testigo James Tague.
3,5 segundos después se produce el segundo disparo que llega a Kennedy por detrás y sale por su garganta, hiriendo también al gobernador de Texas, John Connally.
La herida de Connally ocurrió casi a la vez que el primer disparo impactó sobre Kennedy, teóricamente como resultado de la misma bala, que ha dado pie a la llamada “Teoría de la Bala Mágica”
Momentos después, el presidente deja de saludar al público y su esposa tira de él para recostarlo sobre el asiento.
El tercer disparo ocurre 8,4 segundos después del primer disparo, justo cuando el auto pasa al frente de la pérgola de hormigón de John Neely Bryan.
Cuando el tercer disparo impacta de lleno en el occipital derecho de la cabeza de Kennedy, Jackie Kennedy, se abalanza a la parte trasera del auto, donde recoge una sección del cráneo del presidente.
Un ciudadano de nombre Abraham Zapruder, que filmaba la comitiva presidencial, logró captar en su película el momento en que Kennedy es alcanzado por los disparos.
Esta película es parte del material que la Comisión Warren utilizó en su investigación del asesinato, y probablemente, se haya convertido en la película doméstica más examinada y vista de la Historia.
Abraham Zapruder hizo tres copias de esa película.
La primera la retiró el Servicio Secreto.
La segunda la vendió inicialmente por $50.000 a Life-Time que, tras visionarla, amplió la compra hasta $150,000 dólares para hacerse con todos los derechos de explotación, iniciando la publicación de fotos individuales a la vez que impidió que la totalidad de la película fuera vista completamente durante años.
Posteriormente, tras el fallecimiento de Zapruder en 1970, Time-Life cedió todos los derechos de la película a su familia por el precio simbólico de $1.
Cabe destacar que de acuerdo al Sr. Zapruder la posición del asesino estaba detrás de él.
A las 13.00 CST (19:00 UTC), el equipo médico del Parkland Hospital declara oficialmente la muerte del presidente Kennedy, con paro cardiaco y habiéndosele suministrado la extremaunción.
"No tuvimos nunca una esperanza de salvar su vida", declararon los médicos.
La muerte de Kennedy fue oficialmente anunciada más tarde, a la 13.38 CST (19.38 UTC)
El gobernador Connally fue operado dos veces de urgencia ese día.
Después del aterrizaje del Air Force One en la Base Aérea de Andrews, a las afueras de Washington DC, el cuerpo de Kennedy fue trasladado al Hospital Naval de Bethesda para su autopsia.
La autopsia fue realizada por tres médicos de la Armada con treinta oficiales militares como testigos.
Dos agentes retirados del FBI que estaban presentes declararon que Kennedy tenía una gran herida en el lado derecho de la cabeza, otra herida de aproximadamente 14cm debajo del cuello de su chaqueta por encima del lado derecho de la columna, y una tercera herida en la cara anterior de su garganta en el borde inferior de la manzana de Adán; La Comisión Warren realizó esta misma información.
El informe del FBI sobre la autopsia fue realizado por los agentes especiales Sibert y O'Neill; pero lo más llamativo fue el hecho de encargar a los Servicios Secretos que limpiaran y reparasen el Ford Lincoln en el que viajaban JFK y Connally a los diez minutos de haber llegado al Hospital Parkland.
De esta forma, fueron eliminadas innumerables y valiosísimas pruebas para las investigaciones posteriores.
Como las manchas de sangre, que podían haber determinado la trayectoria de los disparos.
Además, el traje manchado de sangre del gobernador Connally fue enviado de inmediato a la tintorería.
¿Para qué limpiar un traje manchado de sangre y cosido a balazos que puede ser una prueba importante del asesinato del presidente del entonces “país más poderoso del mundo”?
Varias fotos y radiografías fueron realizadas durante la autopsia, varias de ellas desaparecieron de los informes oficiales.
Por otra parte, Lee Harvey Oswald fue detenido ochenta minutos después del asesinato por haber matado al oficial de policía de Dallas J. D. Tippit.
Fue acusado de la muerte de Tippit y de Kennedy a última hora de la tarde del día 22 de noviembre.
Oswald negó siempre haber disparado contra el presidente.
El caso de Oswald nunca fue juzgado porque dos días más tarde, mientras era trasladado y custodiado por la policía, Jack “Ruby” Rubenstein le dispara y lo mata.
“Why?
Why was Kennedy killed?
Who benefited?
Who has the power to cover it up?
Who?”
El FBI fue la primera autoridad en completar una investigación oficial.
El 9 de diciembre de 1963, sólo 17 días después del asesinato, el informe del FBI fue entregado a La Comisión Warren.
El informe estableció que sólo tres disparos fueron realizados:
El primero impactó sobre el presidente Kennedy, el segundo en el gobernador Connally, y el tercero en la cabeza del presidente, matándolo.
El FBI estableció que Lee Harvey Oswald hizo los tres disparos.
La primera investigación oficial del asesinato fue establecida por el presidente Lyndon B. Johnson el 29 de noviembre de 1963, una semana después del asesinato.
Fue presidida por Earl Warren Jefe de la Corte Suprema de los Estados Unidos, conocida universalmente, pero no oficialmente, como “La Comisión Warren”
El informe final de la comisión fue publicado en septiembre de 1964, después de 10 meses de investigación.
El informe concluyó que no podía encontrar evidencias persuasivas de una conspiración interna o exterior que implicara a otras personas, grupos o países, y que Lee Harvey Oswald actuó solo.
Sin embargo mucha evidencia se ha acumulado en torno a la posibilidad de una conspiración.
El mismo hecho de que Lee Harvey Oswald fuera un agente de la CIA se ha estudiado en varias oportunidades.
Se inició con Victor Marchetti, quien en su libro “Cult Of Intelligence” donde describió los programas de agentes dobles en los que se habría encuadrado Oswald.
John Fitzgerald Kennedy se oponía a una intervención directa de Estados Unidos en la Guerra de Vietnam, donde hasta entonces había intervenido de una forma encubierta, apoyando al gobierno títere.
Tras el asesinato de Kennedy, su sucesor, Lyndon B Johnson realizó una declaración formal de guerra al Vietcong de Hồ Chí Minh.
Con esta medida, el complejo militar armamentístico, las grandes empresas de telecomunicaciones y las petroleras estadounidenses, entre otras, resultaron enormemente beneficiadas, al ingresar ingentes cantidades de dinero de las arcas estatales, gracias a los contratos multimillonarios que el gobierno firmó con ellas.
“That's important, it's historic”
Earling Carothers “Jim” Garrison (1921 - 1992), cambió su primer nombre en los 60, fue fiscal de distrito en Nueva Orleans desde 1962 a 1973; es conocido por sus investigaciones sobre el asesinato del presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy, desarrolladas en los años 1966-1968.
Sus pesquisas llegaron a la conclusión de que la teoría oficial, defendida por La Comisión Warren, acerca de la autoría en solitario del asesinato por parte de Lee Harvey Oswald, no se fundamentaba en las pruebas.
Uno de los puntos en los que hizo más hincapié fue que el elevado número de heridas producidas por el atentado no podían haberse producido por únicamente tres disparos.
Este hecho era fundamental para la “Teoría del Asesino Solitario”, ya que en el tiempo en que se escuchan los disparos, un tirador de élite, y según los informes sobre Oswald, éste no lo era, sólo habría podido ejecutar como máximo 3.
Para ello, era necesario que una de las balas disparadas por Oswald hubiera realizado más de una decena de heridas, serpenteando desde el cuerpo de Kennedy primero hasta el del senador Connally después, rebotando numerosas veces y realizando bruscos y vertiginosos cambios de trayectoria:
Es la llamada «Teoría de Una Sola Bala» conocida popularmente como «Teoría de la Bala Mágica» o «Bala Zigzagueante»
Garrison argumentaba que esta misma teoría era un absurdo, y en ello se fundamentó para afirmar que tenía que haber al menos un cuarto disparos, y por tanto, un segundo tirador, probablemente desde una valla en una colina cercana, e incluso, en un triple tiro cruzado, tres tiradores al menos, por tanto, que tendría como centro al presidente.
Otro elemento descorazonador es el del innumerable listado de testigos directos o indirectos del magnicidio desaparecidos en extrañas circunstancias:
Asesinatos, suicidios, accidentes inexplicables o siniestros, enfermedades no detectadas, etc.
¿Por qué no dispararon al presidente en la calle Houston?
Era un disparo frontal en espacio abierto, mucho más sencillo.
Y en caso se error y respuesta de la comitiva, permitía un segundo intento muy factible.
Es en este punto donde Garrison defiende que la elección de ejecutar a Kennedy en la calle Elm se debe a la posibilidad de preparar en ella un fuego cruzado triangular:
Un primer tirador desde el depósito de libros.
Un segundo, en el edificio Dal-Tex, que hace esquina en Houston con Elm.
Y un tercero, desde detrás la valla de madera del parking del ferrocarril.
Un disparo frontal y de trayectoria baja.
Una trampa mortal de la que el presidente no tenía escapatoria.
También Garrison se basaba en el hecho de que las medidas de seguridad fueron mínimas, entre ellas el hecho de viajar en una limusina descubierta, o que el coche tuviera que reducir drásticamente la velocidad por el giro en la calle Elm.
Todos estos indicios, aparte de la propia chapuza de investigación realizada por el gobierno de los Estados Unidos, testigos que se obviaron, o cuyas declaraciones se modificaron, detalles pasados por alto..., y el hecho de que Oswald probablemente perteneció a la CIA, apuntarían, según Garrison, a una conspiración a nivel de los servicios secretos norteamericanos, implicando a la CIA, el FBI, el ejército, y, aceptando a posteriori los hechos, al mismo Lyndon B. Johnson, que habría matado a Kennedy para evitar su política de desmilitarización, progresiva disminución de tropas en la Guerra de Vietnam, todo ello suponía la pérdida de una gran fuente de ingresos para empresas asociadas al ejército, y en definitiva, la pérdida de poder de los servicios secretos y el Ejército, que durante la época de Eisenhower habían sido los verdaderos definidores de la política nacional.
De esta teoría no sólo se han hecho eco los habituales fans de la Teoría de la Conspiración.
De hecho, ya ha habido algún prestigioso periodista norteamericano que ha defendido la tesis acerca de que la guerra ha sido, durante muchos años, uno de los grandes motores económicos de EEUU, siendo la presencia de un Kennedy que planeaba incluso la salida de Vietnam un factor que ponía en peligro esa política de contiendas iniciada en la Segunda Guerra Mundial, y que persistiría a lo largo de la Guerra Fría, Vietnam, Corea, Nicaragua o incluso Irak.
En una encuesta celebrada en los años 90, más de la mitad de los norteamericanos no creían que el asesinato de JFK hubiera sido llevado a cabo por una sola persona, sino mediante una trama conspirativa.
Garrison llegó incluso a llevar a juicio a uno de los supuestos implicados en el caso; a Clay Shaw, alias Clay Bertrand, pero éste fue absuelto, aunque años más tarde se admitiría, en contra de lo que se afirmó en su día, que el acusado había trabajado para la CIA.
De todas maneras, gracias a la investigación de Garrison, sin duda la más importante hasta la fecha, hemos sabido muchas cosas que no conoceríamos merced al informe de La Comisión Warren, como la conexión de Oswald y Banister en el 544 de Camp Street en Nueva Orleans, algo que ni siquiera fue investigado por la Comisión.
También Garrison fue el primero en exhibir públicamente el film de Zapruder y hacer notar el hecho de que la cabeza de Kennedy se desplaza hacia atrás y a la izquierda después del tiro a la cabeza, etc.
¿Quién asesinó a Kennedy?
O mejor aún:
¿Quién dio la orden de hacerlo, y por qué?
“I can't believe they killed him because he wanted to change things.
In our time.
In Our country”
JFK es una película dramática estadounidense dirigida por Oliver Stone.
Con un extenso y ENORME reparto encabezado por:
Kevin Costner, Tommy Lee Jones, Sissy Spacek, Michael Rooker, Gary Oldman, Vincent D'Onofrio, Donald Sutherland, Joe Pesci, Kevin Bacon, John Candy, Walter Matthau, Jack Lemmon, Wayne Knight, Laurie Metcalf, Pruitt Taylor Vince, Edward Asner, Jay O. Sanders, Tomas Milian, Bob Gunton, entre muchos otros.
Curiosamente, el verdadero Jim Garrison tuvo un pequeño papel interpretando, irónicamente, a Earl Warren, el presidente de La Comisión Warren.
JFK fue adaptada por Stone y Zachary Sklar de los Libros: “On The Trail Of The Assassins” de Jim Garrison, y “Crossfire: The Plot That Killed Kennedy” de Jim Marrs.
Stone describió su película de ficción como un "contra mito" al "mito ficticio" de La Comisión Warren.
JFK vino a ganar dos premios Óscar como Mejor Fotografía y Al Mejor Montaje, y fue nominada para otros 6, incluido mejor película, director, actor de reparto (Tommy Lee Jones), guion adaptado, banda sonora y sonido.
Cabe señalar que el guión seguido en el asesinato de Kennedy es muy similar al de otras operaciones encubiertas que han tenido los mismos objetivos, es decir, la perpetuación del Estado de Guerra.
Por eso, JFK es fundamental para comprender la tragedia del 9/11, el M11 y otras siniestras operaciones del Imperio destinadas a justificar su dominación.
El acercamiento de Stone al magnicidio se aproxima al que se realizaría en una autopsia, mostrando, con ese amor por el detalle que tiene toda JFK, la conspiración en torno a este hecho en el que el autor fija una frontera que quiebra al país, comenzaría después la pesadilla de Vietnam, en la que Stone participa.
Esa conspiración ayuda a Stone a fijar la intriga que contiene JFK y que logra atraparnos desde el primer fotograma acompañado por los sones de un John Williams más inspirado que nunca.
Pero es en JFK donde Stone muestra toda su genialidad, pues en su intención de querer hacernos testigos, el director opta por romper los códigos de este género y acercarse con un brío enorme, el montaje es frenético, abundan los planos de cámara en mano como si estuvieran recogidos “en vivo”, el paso del color al b/n, etc., a las orillas del documental haciendo un drama que con tintes biográficos, muestra la odisea de Garrison, el único fiscal que presentó cargos por este asesinato, y JFK se convierte así en un incómodo documento histórico.
JFK es en la mezcolanza de estos dos registros:
El puramente documental con la utilización de archivos históricos por un lado, y la reconstrucción especulativa que realiza en base a las investigaciones de Garrison, por otro, donde JFK alcanza su cenit.
La media hora final, donde Costner muestra o “demuestra” su teoría es realmente magistral.
Todo está a esta altura.
JFK es un apasionante y complejo thriller político de la historia del cine, al mismo tiempo documento y aventura, denuncia y parábola del hundimiento social y moral de un país, que en la década de los sesenta comenzó la labor de desguace político y económico en que ahora se ve inmerso.
JFK es una cruzada, además, de un hombre bueno y valiente, capaz de enfrentarse al fascismo y la escalofriante indiferencia con que los gobiernos tratan a los gobernados; y teniendo en cuenta el momento en que estamos, parece más necesaria que nunca.
JFK es una fenomenal intriga sobre el magnicidio por excelencia del siglo XX, el asesinato en Dallas del presidente Kennedy.
JFK es una película compleja, arriesgada, innovadora, absorbente, repleta de personajes excelentemente diseñados, interpretada maravillosamente por un reparto envidiable, tanto por su número como por su calidad, y en la que destaca la magistral labor de dirección de Stone, especialmente en cuanto al manejo de documentación y materiales, tanto de información como audiovisuales, y, sobre todo, en la labor de montaje.
Pero lo mejor de JFK es su capacidad para presentar de manera fácil, accesible y lógica una catarata de acontecimientos que siempre han quedado sumergidos bajo el discurso habitual de contenido político, es decir, los eslóganes vacíos, el patrioterismo barato, la propaganda y la mentira.
En esa épica seremos testigos del ilimitado coraje de un fiscal, de cómo casi pierde a su familia, de la manera en que el gobierno intenta desacreditarle y emponzoñarle, a un fiscal de Nueva Orleans…, de cómo se zambulle en una espiral de mentiras e intereses económicos, de cómo asiste estupefacto a otros asesinatos, como los de Robert Kennedy o Martin Luther King Jr.
En definitiva, de cómo se derrumba un país, la mayor potencia económica del mundo, de cómo lo venden, lo exprimen, lo usan y lo tiran.
El film inicia con un prólogo que mezcla, como en numerosas partes de JFK, imágenes documentales con ficticias, color y blanco y negro, escuchando el discurso de despedida del presidente Dwight D. Eisenhower, y dando paso a las palabras de su sucesor, John F. Kennedy.
Ya en estos discursos si prestamos atención, está la semilla del futuro devenir de Estados Unidos, de las razones fundamentales del asesinato de Kennedy, y el espíritu de una época de cambio que, en lugar de ir a mejor, como se esperaba, fue de la peor manera imaginable.
JFK da una explicación sobre el panorama económico, político y social del mundo, especialmente de los Estados Unidos, durante la primera mitad de los sesentas.
Stone sienta las bases ideológicas de los culpables de la conspiración contra el presidente de los Estados Unidos.
A continuación, vemos al protagonista de la historia, Jim Garrison (Kevin Costner), el fiscal de distrito en Nueva Orleans, reaccionar junto con la nación ante los eventos del 22 de Noviembre de 1963.
También vemos que no todas las manifestaciones son de tristeza.
Evidentemente las políticas de Kennedy no eran bien vistas por todos, y a más de uno le alegra el trágico suceso.
Luego, saltando varios años en el futuro, vemos a Garrison examinando casi obsesivamente el Reporte Warren, producto de la supuestamente exhaustiva investigación que se realizó sobre el magnicidio.
Garrison encuentra numerosas inconsistencias, errores y francas muestras de ineptitud que sugieren algo sospechoso en el tratamiento que se dio a la investigación.
Así, haciendo acopio de valor, el fiscal decide reabrir el caso y basándose en pistas con años de antigüedad, vuelve a investigar los hechos para llevar a la justicia al culpable o culpables reales.
Lo que Garrison no consideró fue el tremendo revuelo que su causa ocasionaría y el peligro que correrían él y sus asistentes al inmiscuirse en asuntos que entidades poderosas, posiblemente gubernamentales, prefieren mantener en la obscuridad.
Eventualmente las pesquisas los llevan a dos extraños hombres:
David Ferrie (Joe Pesci) y Clay Shaw / Clay Bertrand (Tommy Lee Jones), quienes comparten conexiones muy sospechosas con la CIA, la mafia, exiliados cubanos, Lee Harvey Oswald (Gary Oldman) y su asesino Jack Ruby (Brian Doyle-Murray), en fin, con todos los posibles sospechosos con la capacidad de implementar un golpe como el asesinato de un presidente.
El juicio contra Clay Shaw, alejándose un poco de la realidad para beneficio del dramatismo, funciona como motivo para exhibir las pruebas en contra de la clásica “Teoría del Asesino Solitario”, es decir, Lee Harvey Oswald, y para ilustrar al juzgado, al público en realidad, sobre la evidencia de una conspiración que alcanza niveles elevadísimos del gobierno estadounidense.
El discurso final es un notable ejemplo de retórica forense, uno de los mejores que se haya podido ver en el cine.
Un inspirado Kevin Costner, pronunciando un discurso de enorme trascendencia, que provoca un inmenso sentimiento de admiración, alguien que no se rinde jamás en la búsqueda de la verdad y la justicia.
Después de haber expuesto una serie de argumentos que sostienen su teoría de la conspiración, el fiscal Jim Garrison, se dirige a los miembros del jurado para pronunciar uno de los más estremecedores alegatos contra la manipulación y el engaño por parte de las autoridades, y un grito de enérgica imprecación, a favor del derecho del pueblo a saber la verdad por encima de todo, y que ésta se imponga más allá de los oscuros intereses de un gobierno que con su poder intenta corroer el sistema de justicia del país.
Un epílogo inconmensurable, indeleble, y pleno de emociones, como solo el buen cine es capaz de mostrar, un momento para la eternidad en la historia del Séptimo Arte.
JFK es, sin duda, una de las películas más provocativas de nuestro tiempo.
Además de su espectacular éxito, las buenas críticas que recibió y los premios de la Academia que obtuvo, JFK representó un papel esencial durante el debate nacional, que condujo a la aprobación de la “Ley de Revelación de Materiales sobre Asesinatos” de 1992.
Se citan aquí varios actores portentosos, y es un grupo de intérpretes que firma, quizá, el mejor trabajo de sus vidas.
Por encima de todos ellos, posiblemente, el gran Tommy Lee Jones, en un papel complejísimo y muy desagradecido, que debió darle el Oscar.
Pero también Joe Pesci, el fallecido John Candy, que borda un papel abyecto, Kevin Costner en uno de los mejores papeles de su carrera, la maravillosa Sissy Spacek, un Gary Oldman alucinante que se hizo famoso por su papel de mártir, Michael Rooker, Laurie Metcalf, un sensacional Kevin Bacon, un imperial Donald Sutherland, Vincent D’Onofrio, las apariciones estelares de Jack Lemmon que está increíble o un ENORME Walter Matthau, lucido en poco metraje...
Pero... una de las taras principales de JFK es lo poco creíble que resulta la relación entre Garrison y su mujer.
Quizás creíble no sea la palabra.
La impresión que tiene uno es que esas escenas entre el fiscal y su esposa resultan poco consistentes, demasiado desdibujadas, e incluso innecesarias.
Sin embargo, Stone narra a lo grande, a lo Welles, a lo Huston, a lo Ford, mezcla estilos visuales y genéricos: documental, suspense, thriller, melodrama, inspira y seduce en tres horas de interrogatorios y juicios, es capaz de crear una vida absolutamente veraz como:
La mujer que saluda y canta con Garrison a la entrada del restaurante, los flirteos del homosexual de Bacon, la camaradería de los ayudantes del fiscal…
Stone nos arroja un rayo de luz, de esperanza y de conocimiento, mientras certifica las tinieblas que se han apoderado de un país ya enfermo, y ahora muerto y enterrado.
Desde luego, como la historia misma dicta, los resultados del juicio son deprimentes y tal vez erróneos.
Pero el propósito de Stone no era hacer una cinta en la que el héroe triunfa sobre la adversidad.
Su propósito era abrir los ojos del espectadores e invitarlo a considerar alternativas poco difundidas y hasta ridiculizadas por los medios masivos, ese es su trabajo desde luego, pero válidas por explorar un ángulo más siniestro, con mejor evidencia y credibilidad, pero tradicionalmente denigrado por el establecimiento.
Así las cosas, la segunda mitad de JFK me parece uno de los mejores momentos que pudimos ver en los cines en la última década del siglo XX.
Repito, mención aparte al discurso final de un inspirado Costner, en especial cuando observa directamente al público pronunciando ese ya inmortal:
“It’s up to you”
Porque esa es la clave, Stone nos da una oportunidad de replantearnos la historia.
La escena en la que aparece Donald Sutherland como “Mr. X” es de visionado obligatorio para todo aquel que le guste el cine.
Absolutamente brutal.
“Treason doth never prosper, wrote an English poet, what's the reason?
For if it prosper, none dare call it treason”
JFK se vio envuelta en controversia incluso antes de que finalizara la filmación, después de que el corresponsal de seguridad nacional de The Washington Post, George Lardner, se presentó en el set.
Basado en el primer boceto del guion, escribió un mordaz artículo donde atacaba el film.
Luego del lanzamiento de JFK, muchos importantes periódicos hicieron circular editoriales en las que acusaban a Stone de tomar libertades con hechos históricos, incluso la presentación en JFK de que el presidente Lyndon B. Johnson fue parte de un Golpe de Estado para asesinar a Kennedy.
Luego de JFK, muchos han calificado a Oliver Stone de paranoico y antipatriota, pero cualquier somero análisis sobre la investigación del asesinato de Kennedy arroja coincidencias y hechos tan bizarros que lo que finalmente se muestra en la pantalla es una versión mucho más sobria y sutil de los supuestos sucesos alrededor del trágico evento.
“Politics is power, nothing more!”
Existen varias teorías sobre el asesinato del Presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy.
Estas teorías se generaron poco tiempo después de la muerte de Kennedy, y han continuado surgiendo desde entonces.
Muchas de estas teorías proponen una conspiración la cual envolvería a organizaciones tales como el Sistema de Reserva Federal, la Agencia Central de Inteligencia(CIA), la KGB, la Mafia, al director de la Oficina Federal de Investigación (FBI) J. Edgar Hoover, al Vice-presidente Lyndon B. Johnson y Richard Nixon incluyendo intereses del ejército y del gobierno de los Estados Unidos así como también la organización masónica.
Y ya puestos a especular, podíamos añadir la vertiente esotérica, la famosa maldición de los Kennedy, aquella que les echó un amigo y compañero de Joseph Kennedy, al patriarca, antes de suicidarse cuando se vio traicionado y abandonado por su socio:
“Durante siete generaciones la desgracia os acampanará estéis donde estéis”
Por otra parte, se sabe que James Earl Files, nacido el 24 de enero de 1942, se declaró como el autor de los disparos que, desde detrás de un montículo de hierba en la plaza Dealey, Dallas, se realizaron contra el Presidente de los Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, la mañana de su asesinato.
La confesión apareció en el vídeo “The Murder Of JFK: Confession Of An Assassin” (1996)
Por lo que queda como el único autor confeso del crimen ya que Lee Harvey Oswald negó hasta su asesinato haberlo hecho.
Confesó que cuando a Files se le ofreció ser el tirador de respaldo, se le dieron las siguientes directrices específicas:
Que no dispararía a menos que fuera absolutamente necesario.
Que no heriría, ni menos asesinaría, a Jacqueline Kennedy.
Que se necesitaba un disparo directo a la cabeza, y se abriría fuego graneado si éste no se obtenía.
A raíz de estas directrices, Files optó por utilizar un prototipo de 1962 de la pistola de cerrojo Remington XP-100 "Fireball" que le consiguió el agente CIA, David Atlee Phillips.
El lugar que escogió para cubrir era la infame "loma cubierta de hierba"
Afirma que él llevaba una chaqueta "reversible" para verse como un trabajador ferroviario, y que mantuvo la Remington XP-100 "Fireball", así como la munición especial en una pequeña maleta.
Files afirma que él había cargado la pistola Remington XP-100 "Fireball" con munición especial llena con mercurio y sellada con cera, y esperó en el patio de ferrocarril por el Presidente Kennedy.
Cuando el Presidente Kennedy entró en su ángulo de tiro, él afirma que tenía al Presidente Kennedy en el campo visual de su ojo derecho cuando empezó a bajar por Elm St. cuando comenzaron los disparos, que comenzó a contar con los golpes.
Cuando se dio cuenta que el disparo en la cabeza no se había logrado entendió que debía disparar y que su disparo fue la bala mortal que tuvo el Presidente Kennedy visto en el fotograma 313 de la película de Zapruder.
Posteriormente, Files guardó la pistola en la maleta, dejándola apoyada en la valla y se alejó.
Los archivos se han grabado en dos entrevistas:
En 1994 en entrevista con Bob Vernon.
Y en 2003 en entrevista con Jim Marrs & Wim Dankbaar.
Durante estas dos entrevistas, Files ha hecho las siguientes declaraciones:
Su verdadero nombre es James Sutton, que él cambió a James Files en 1963.
Había sido empleado como un agente de la CIA después de su aprobación de la gestión de los militares.
Conoció a Lee Harvey Oswald antes del asesinato.
Lee Harvey Oswald no disparó ningún fusil durante el asesinato.
El otro tirador fue Charles Nicoletti, que estaba disparando desde el edificio Dal-Tex.
Jack Ruby se encontraba en la Plaza Dealey durante el asesinato.
Johnny Roselli voló a Dallas como parte de un “abort team” de la CIA para cancelar el asesinato.
En la mañana del asesinato se reunió con Johnny Roselli y Charles Nicoletti.
Lee Harvey Oswald no asesinó al Oficial J.D. Tippit.
Mordió el casquillo de la bala que mató a John Fitzgerald Kennedy y lo dejó en la loma cubierta de hierba tras el disparo mortal.
Su disparo y el de Nicoletti golpearon la cabeza del Presidente Kennedy una fracción uno detrás del otro.
Su disparo fue hecho con munición especial, con bala hueca rellena de mercurio y sellada con cera.
Él y Oswald pasaron unos días juntos antes del asesinato.
Nunca confesó su participación hasta 1994, y nunca dio, voluntariamente, su historia, hasta que el FBI lo abandonó.
Recientemente, Howard Hunt, miembro importante de la CIA, confesó en su lecho de muerte, de acuerdo con su hijo, la supuesta auténtica trama que envuelve este magnicidio.
Según Hunt, el trigésimo sexto presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson, habría sido el autor intelectual del asesinato, ansioso de conseguir el poder tras dos años como vicepresidente y viendo cómo las posibilidades de suceder a Kennedy se desvanecían.
La viuda del presidente de Estados Unidos, Jackie Kennedy, llegó a insinuar que el asesinato de su marido fue encargado por el sucesor y entonces vicepresidente, Lyndon B. Johnson, para evitar las cuatro investigaciones criminales a las que estaba sometido:
Violación de contratos gubernamentales, prevaricación, lavado de dinero y soborno.
Investigaciones que fueron cerradas precisamente cuando ascendió a la Presidencia.
Así pues, director de cine Oliver Stone no se quedó atrás.
Cuando presentó su película «JFK», aseguró que el magnicidio fue obra de la CIA y los servicios secretos militares, que utilizaron en la conspiración a la mafia y a Lee Harvey Oswald como chivo expiatorio.
«Desde entonces, no podemos creer en nuestros líderes», aseguró.
Las teorías conspiratorias salpican incluso a Israel, defendiendo que el Gobierno de Tel Aviv no estaba contento con las presiones que ejercía Kennedy contra su programa nuclear secreto o, según otros, que los israelíes estaban molestos debido a las simpatías del presidente estadounidense hacia los árabes.
"Mister X", era en realidad el coronel Fletcher Prouty, Jefe de Servicios Especiales en aquella época y el principal servicio de enlace entre la CIA y el Pentágono.
Su superior, el General Z, es en verdad el general Edward G. Lansdale, comandante de Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
El "Max Taylor" que aparece citado en un flashback es Maxwell D. Taylor, quien en la época de Kennedy, fue el General de los Estados Unidos que investigaba el fracaso de la invasión de la Bahía de Cochinos en Cuba.
McNamara, es Robert McNamara, Secretario de Defensa de los Estados Unidos en la época de Kennedy, e informador de éste sobre las actividades militares en el sudeste asiático.
Guy Banister trabajaba como agente del FBI en sus destacamentos de inteligencia y fue expulsado por Kennedy de los servicios secretos.
También hizo dimitir a Richard Bissell, oficial de Inteligencia que trabajó estrechamente con la Oficina de Servicios Estratégicos y más tarde con la predecesora de ésta, la CIA, a Charles Cabell, General de los Estados Unidos y agente de la CIA en misiones especiales en el extranjero; y a Allen Dulles, director de la CIA durante la época de Eisenhower y en la de Kennedy.
La escena es ficticia, puesto que Garrison y Prouty no se reunieron hasta varios años después de los hechos acontecidos en JFK.
Pero toda la información revelada en la escena es verídica.
Y parece dejar bastante claro que la CIA tenía motivos, y medios, más que suficientes para llevar a cabo el magnicidio.
Las medidas de seguridad en este tipo de eventos no permiten que un lunático pueda llevar a cabo su propósito.
Y menos "trabajando" solo.
Sin embargo, en esta ocasión se dieron todas las facilidades en una ciudad que era un bastión republicano hostil a Kennedy, recuperar votos fue lo que movió a JFK a viajar a Texas.
El asesinato habría sido planificado por ciertos agentes de la CIA que estaban en contra de Kennedy, como el propio Hunt o Cord Meyer, cuya esposa tenía un amorío con el entonces presidente.
El francotirador habría sido un asesino a sueldo de la CIA proveniente de la mafia corsa apellidado Lucien Sartí.
La mafia de la Cosa Nostra ha estado siempre muy ligada a los Kennedy desde el patriarca Joseph J. Kennedy, quien mantuvo relaciones con ellos durante La Ley Seca, introduciéndose en el mercado negro de licores.
Posteriormente, se cree que ayudaron a John Fitzgerald Kennedy a ganar las elecciones desde el control de los sindicatos y hay quien relaciona a ambos, los Kennedy y la Cosa Nostra, con la muerte de Marilyn Monroe.
Lo que no entiendo es por qué el hermano de JFK, Robert F. Kennedy, al ser nombrado Fiscal General de los Estados Unidos, emprendió esa cruzada antimafia que lo único que hizo es avivar el resquemor y el sentimiento de traición de la Cosa Nostra hacia el Gobierno de Kennedy, que ya arrastraba desde el tema "Cuba"
¿Pudo J. Edgar Hoover, sabiendo todo el plan de asesinato, evitar este hecho?
¿Qué cuota o porcentaje en el magnicidio tiene J. Edgar?
Lo que sí sabemos es que, a muchos kilómetros del país de las barras y las estrellas, más de un millón y medios de vietnamitas murieron como consecuencia de la bárbara agresión estadounidense, y otros tantos resultaron mutilados de por vida.
Además, debido al uso de agentes químicos altamente tóxicos como el Napalm o el Agente Naranja, decenas de miles de vietnamitas, que ni siquiera conocieron la guerra, están sufriendo las consecuencias de la misma hasta nuestros días.
Paranoica o no, escandalosa y amarillista o valiente y honesta, JFK es una película única, que merece respeto por sus logros técnicos; y para quien tenga la mente abierta, es un paraíso de especulación fundamentada, que por lo menos nos pondrá a pensar sobre la validez de lo que consideramos "cierto" y de los propósitos ocultos de aquellos que nos gobiernan.
“All these documents are yours.
The people's property, you pay for it!
But because the government considers you children who might be too disturbed or distressed to face this reality, or because you might possibly lynch those involved, you cannot see these documents for another seventy-five years.
I'm in my early forties, so I'll have shuffled off this mortal coil by then, but I'm already telling my eight-year-old son to keep himself physically fit, so that one glorious September morning, in the year 2038, he can walk into the National Archives, and find out what the CIA and the FBI knew!
They might even push it back then, hell it may become a generational affair, with questions passed down from father to son, mother to daughter, but someday, somewhere, somebody will find out the damn truth”
Es fácil deducir que John Kennedy fue asesinado porque los sectores poderosos de los aparatos económicos, militares y políticos de los EEUU, que son la misma cosa, así lo decidieron y toleraron.
El motivo:
Los errores y poca agresividad de JFK en Cuba y su voluntad de retirar las tropas de Vietnam, decreto que firmó días antes de morir, que nunca se llevó a cabo y que se ha mantenido en secreto hasta ahora.
En este asesinato se entrecruzaron, como mínimo, la connivencia del vicepresidente Johnson a nivel político, la CIA, el FBI y la Comunidad de Inteligencia, incluyendo el Secret Service, así como la judicatura como juez supremo Earl Warren.
Los fallos de seguridad son imperdonables y si no hubiese habido una conspiración aquel día incluso alguien con una pistola podía haber matado al presidente fácilmente.
La autopsia fue una autopsia militar, falseada, y todos los datos y conclusiones de La Comisión Warren están escandalosamente manipulados para la causa común de la “Teoría del Asesino Solitario”
Ese chivo expiatorio llamado Oswald, que en realidad trabajó para la CIA y murió siéndolo, cuando la CIA abra sus archivos sobre él lo sabremos; un FBI que ocultó y manipuló pruebas, que perdió otras tantas por el camino, en la investigación más chapucera, manipulada y falsa de la historia de los EEUU.
Un complejo de inteligencia, formado por la CIA y otras agencias, en especial el FBI de John Edgard Hoover y en el que colaboró la comunidad exiliada cubana y los sectores anticomunistas con el objetivo de derribar a Castro, de donde salieron los asesinos, una emboscada militar a todos los efectos.
Dos grupos mínimo de asesinos participaron en el operativo, aunque probablemente fueron tres:
Desde el depósito de libros, desde el edificio Dal-Tex y desde el montículo.
Cada grupo al menos con un tirador y un observador con radio.
Además, seguramente más gente intervino:
Miembros disfrazados de policía o agentes secretos que en el montículos despejaron a la gente antes y después del atentado; los supuestos vagabundos; el hombre del paraguas y su acompañante brazo en alto; la mujer del pañuelo que grabó todo el atentado corriendo junto a la limusina y que no se ha encontrado dicho video, la cual tuvo una actitud extraña antes y después del atentado…
Lo importante era no permitir que Kennedy saliera vivo del parque.
Solo en el año 2039 tendremos acceso a los miles de informes de la CIA, FBI, autopsias oficiales, etc.
Solo entonces, quizá, sabremos realmente la verdad.
Si es que al final los publican, si es que al final no lo manipulan de nuevo.

“In 1975, Victor Marchetti, former executive assistant to the CIA's deputy director, stated that during high - level CIA meetings during Shaw's trial in 1969.
CIA director Richard Helms disclosed that Clay Shaw and David Ferrie had worked for the Agency, and asked his assistants to make sure Mr. Shaw received Agency help at his trial”

“In 1979, Richard Helms, director of covert operations in 1963, admitted under oath that Clay Shaw had Agency connections”

“It is now known that in 1963, U.S. military intelligence controlled more agents than the CIA and had almost as much money to spend.
It surfaced in the 1970's that the Army had long been conducting surveillance and keeping files on thousands of private citizens in the name of national security.
The prime targets were dissident - left - wingers of the kind Oswald appeared to be”

“Clay Shaw died in 1974 of supposed lung cancer.
No autopsy was allowed”

“William Sullivan, Assistant Director of the FBI, died in the early morning hours of November 9,177 when he was mistaken for a deer in an open field in New Hampshire.
Shortly before his death, Sullivan had a preliminary hearing with the House Select Commission of Assassinations (HSCA)”

“George de Mohrenschildt committed suicide just hours after HSCA investigator Gaeton Fonzi located him”

“In November, 1969 Jim Garrison was reelected to a third term as District Attorney of Orleans Parish.
In June of 1971, he was arrested by Federal Agents on charges of allowing payoffs on pinball gambling by organized crime.
In September of 1973, after defending himself in Federal Court, he was quickly found not guilty of charges that appear to have been framed against him.
Less than six weeks later, he was narrowly defeated for a fourth term as District Attorney”

“In 1978, Garrison was elected Judge of the Louisiana State Court of Appeal in New Orleans.
He was reelected in 1988.
To this date, he has brought the only public prosecution in the Kennedy killing”

“Elizabeth and Jim were divorced in 1978.
He now lives in the same house he lived in with Elizabeth.
She lives a block away.
Their five children are grown”

“Southeast Asia:
58,000 American lives, 2 million Asian lives, $220 billion spent, 10 million americans air lifted there by comercial aircraft, more than 5,000 helicopters lost, 6.5 million tons of bombs dropped”

“A Congressional Investigation from 1976 - 1979 found a "probable conspiracy" in the assassination of John F. Kennedy and recommended the Justice Department investigate further.
As of 1991, the Justice Department has done nothing.
The files of the House Select Committee on Assassinations are locked away until the year 2029”

“The camera moves onto the mottoes chiselled in the walls of the National Archives in Washington, D.C.”

“Study The Past”

“Past Is Prologue”

“Eternal Vigilance Is The Price Of Liberty”

“Dedicated To The Young, In Whose Spirit The Search For Truth Marches On”


“Let justice be done though the heavens fall”


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