Captain Blood

“And speaking of words, I'd like to say a few about the injustice of keeping an innocent man locked up for three months in such filth and heat and ill-feeding... that my chief regret is I didn't try to pull down the filthy fellow that sits on the throne!”

Aunque la piratería ha existido desde que el hombre navega, fue el historiador romano Polibio, quien fijó el término “Pirata” por vez primera, en el año 140 a.C., no obstante, deberemos esperar al año 100 d.C. cuando el historiador griego Plutarco, dio la primera definición conocida de “Piratas”:
“Aquellos que atacan no solamente barcos, sino también ciudades costeras”
Actualmente, se conserva una tableta de barro, del Antiguo Egipto en tiempos del faraón Akhenaton del año 1350 a.C., narrando acciones de piratería contra los comerciantes en el norte de África.
En otras ocasiones, eran algunos mercaderes griegos quienes se dedicaban al pirateo como actividades complementarias.
En épocas, el Imperio Romano toleró la piratería, mientras no perjudicara sus intereses.
Pero al convertirse en una plaga insoportable, confiaron a Pompeyo la destrucción de los delincuentes, cosa que consiguió en pocos meses, acrecentando su prestigio de gran militar.
El mismo Caesar fue prisionero de piratas en su juventud; y les convenció que aumentaran el precio del rescate, pues consideraba que él valía más, y prometió ahorcarles.
Lo cual cumplió.
En la Edad Media, los piratas más temidos fueron los vikingos, entre el 800, y el 1100.
En China creció la piratería a finales del siglo XIII y principios del XIV; aparecen en la costa los berberiscos, desde Egipto hasta el Atlántico, en estados islámicos independientes bajo la influencia del Imperio Otomano.
La Edad de Oro de la piratería, la más atractiva para adaptaciones literarias y cinematográficas, se da en épocas posteriores al descubrimiento de América, especialmente entre los siglos XVII y XVIII, en la amplia zona del Caribe.
Es ahora cuando los diversos tipos de piratas consiguen su mayor expresión: los corsarios o, sencillamente, aparecen como bucaneros, o filibusteros.
Las actividades de los corsarios y piratas se confunden, solo que el corsario actuaba apoyado por un gobierno.
Los Bucaneros, en principio, eran colonos establecidos en la parte occidental de la isla de La Española, a partir de 1605.
La mayoría eran franceses, pero también había holandeses, ingleses, y españoles.
El estado español les hostigó a partir de 1620, y les expulsó, trasladándose a la isla de la Tortuga, o a Port Royal.
Se dedicaban a la caza, tras la carne de toro, o vaca, que asaban en el “bucan”, palabra india que significa “lugar para ahumar” mientras los palos empleados para tal fin, recibían el nombre de “barbacoa”; para vender posteriormente parte de esta carne.
Pero el gobierno español, continuó persiguiendo estas actividades que consideraba contrabando, logrando de nuevo la expulsión de los bucaneros, lo cual les obligó a dedicarse a la piratería.
Al llegar el Romanticismo, la figura del pirata varía de registro:
El aspecto espantoso, la brutalidad de sus actos, el analfabetismo en estado puro, deviene en ocasiones un “gentleman”, un caballero de carácter noble, valiente, de modales refinados, lanzado a la piratería, a causa de las circunstancias de la vida y de la injusticia entre los hombres y sus leyes.
Veremos en ocasiones, la lucha entre el pirata-bueno y el pirata-malo, el primero será propenso a enamorar a las damas, y finalmente se reintegrará a la sociedad.
El cine de aventuras, por su parte, tiene muchas divisiones genéricas, y dentro de él, tiene su importancia el “swashbucker” o sea “el cine de capa y espada” con diferentes ramificaciones:
Mosqueteros, soldados, piratas…
Entre los años 1933 y 1934, la industria cinematográfica estadounidense, pudo recuperarse de la caída que tuvo a inicios de la década.
En ese tiempo, los presupuestos eran limitados, pero al final del decenio, aparecieron nuevamente las producciones a gran escala, de dramas ambientados en épocas históricas, denominados “costume dramas”
Especialmente relevantes, fueron las películas llamadas “swashbuckling films”, término extraído del siglo XVI, donde los protagonistas eran los clásicos aventureros y espadachines.
Tales producciones, tuvieron un repunte gracias a la influencia de Errol Flynn; Los Estudios Warner Bros., de hecho, habían considerado cualquier “costume drama” como un “suicidio” de taquilla en años anteriores; pero se vieron motivados por el éxito de “Mutiny On The Bounty” esa misma temporada.
“It's entirely innocent, I am!”
Captain Blood es un film de aventuras dirigido por Michael Curtiz en 1935.
Protagonizada por Errol Flynn, Olivia de Havilland, Lionel Atwill, Basil Rathbone, Ross Alexander, Guy Kibbee, Henry Stephenson, Robert Barrat, Hobart Cavanaugh, entre otros.
Cuenta con un guión de Casey Robinson, basada en la novela homónima de Rafael Sabatini; un autor de libros de aventura, cuya producción literaria se desarrolló entre la última década del siglo XIX, y los primeros años del XX.
Por haber vivido con su abuelo en Inglaterra, y estudiado en Portugal y Suiza, Sabatini hablaba hasta 6 idiomas.
De ellos, decidió escribir en inglés, la lengua de su madre, porque entendía que “los mejores cuentos están escritos en inglés”
Sus obras más conocidas son:
“The Sea Hawk” (1915), “Scaramouche” (1921), “Captain Blood” (1922), “Bellarion The Fortunate” (1926) y “The Black Swan” (1932) entre otros.
Ya desde los orígenes del cine, sus relatos pasaron a ser fuente de inspiración para multitud de películas.
El escritor italiano se inspiró, para crear su personaje, el Capitán Blood, en un personaje real, el del pirata Henry Morgan, que llegó a convertirse en gobernador de la isla de Jamaica en recompensa por sus actos de piratería en el mar Caribe, contra la flota y las colonias españolas.
Por su parte, la música de Captain Blood corre a cargo de Erich Wolfgang Korngold.
El argumento de Captain Blood trata de la incursión del personaje principal en la piratería, después de su llegada a Jamaica como un cautivo de las autoridades británicas.
Captain Blood le dio un impulso a los denominados “costume dramas”, que habían decaído debido a la Gran Depresión en los Estados Unidos; y en general, recibió buenas críticas, lanzó al estrellato a la pareja protagonista, y alcanzó 5 nominaciones para los premios Óscar:
Mejor película, director, guión original, banda sonora y sonido.
Durante la época de verano de 1935, la mayor parte de la producción fue filmada en un set cinematográfico, pero también fueron usados exteriores como Palm Springs y Laguna Beach, donde fue realizado el duelo entre Flynn y Rathbone.
El presupuesto inicial fue de $750.000, posteriormente reducido a $700.000. Terminado el rodaje en octubre, que duró tres meses, el monto de la producción rondó el millón de dólares, unos 1,200.000 según estimaciones actuales.
Para el reclutamiento de los actores usados como extras, una fuente asegura que Curtiz entrevistó a cada uno de los 2,500 solicitantes.
El rodaje no fue precisamente un lecho de rosas.
Antón Grot convirtió los estudios en un escenario pirata.
Los efectos especiales, muy logrados para su época, corrieron de la mano de Fred Jackman.
Para rodar las batallas navales, se utilizaron maquetas de barcos mezcladas con escenas pertenecientes a otras películas como “The Sea Hawk” (1924) y “The Divine Lady” (1929) ambas de Frank Lloyd; esta era una práctica habitual que se utilizaba para abaratar costes.
En Captain Blood, Michael Curtiz maneja la cámara con delicadeza, con armonía, y sin brusquedades, buscando el ángulo perfecto, la toma correcta, y lo combina todo con unos juegos de luces y sombras tan interesantes como expresivos.
Curtiz demuestra un perfecto dominio del ritmo.
Se suceden las escenas de acción, las luchas a espada, los ataques marítimos, las juergas con ron y mujeres… y en todas ellas, Curtiz consigue dar un tono trepidante al momento.
Mención especial a la iluminación de Hal Mohr y Ernest Haller, capaz de crear unas sorprendentes sombras, a las que Curtiz concede parte del protagonismo en un buen número de secuencias nocturnas, y de interiores iluminados por velas.
Así, Captain Blood fue todo un éxito, y convirtió a Curtiz en el director “estelar” de Warner Bros, y a Flynn en su estrella principal.
Pero no fueron únicamente los protagonistas quienes ayudaron a la fama de Captain Blood, también influyó la participación de Erich Wolfgang Korngold, realizador de la música, la cual fue su primera partitura original para una cinta; y quien a la larga, se convertiría como uno de los mejores compositores de Hollywood.
De igual forma, contribuyó el diálogo literario elaborado por el guionista Casey Robinson.
Por tanto, Captain Blood se encuentra entre las mejores del género aventura de su tiempo, aunque a ratos, rebosa de mucha palabrería para un filme que necesita lo justo para expresar.
Estados Unidos sufría aún los efectos de la Gran Depresión, y rodajes como Captain Blood le dieron a la audiencia, el alivio en medio de la dureza de ese tiempo:
El héroe es apuesto, la doncella es atractiva, la victoria del bien sobre el mal, y un final feliz
Y es que Captain Blood tiene todo lo que necesita el cine de aventuras clásico:
Acción, aventura, intriga y romance.
Aunque las generaciones más jóvenes puedan no conocer Captain Blood, a día de hoy, resulta inconcebible imaginar el cine de piratas, sin la influencia decisiva de Captain Blood.
Todo sucede una noche del año 1685, cuando el médico Peter Blood (Errol Flynn), atiende a un amigo que fue herido en medio de una rebelión contra James II de Inglaterra.
Los gendarmes reales entran en la habitación donde el lesionado se encuentra, e implican a Blood como cómplice, y es arrestado.
Inmediatamente, es llevado ante las autoridades judiciales y, junto a otros implicados, es condenado a muerte, pero tal pena es cambiada por el destierro a Port Royal, Jamaica, para que sean vendidos como esclavos a los ricos propietarios del lugar.
Una vez allí, y en medio de la venta, Blood se comporta de manera insolente, lo cual ofende al potentado Coronel Bishop (Lionel Atwill), pero impresiona a Arabella (Olivia de Havilland), su sobrina, quien al final adquiere a Blood.
Peter pasa penurias como sus otros compañeros, pero su situación es mitigada gracias a la intervención de Arabella.
Con todo, Blood organiza una fuga junto a otros esclavos y, la noche que se va a llevar a cabo, la localidad es atacada por piratas españoles, lo que es aprovechado por los prisioneros.
Al encarar a sus antiguos siervos, y ser desdeñado, el Coronel Bishop jura venganza.
Una vez libres, los prófugos deciden convertirse en piratas.
En un momento dado, Blood y sus compañeros, deciden ser parte del grupo del pirata francés Levasseur (Basil Rathbone) en la isla de la Tortuga.
Este forajido captura una nave inglesa, y toma como rehenes a 2 personas, entre quienes se halla Arabella Bishop.
La chica es adquirida por Blood, quien la quita de las manos del francés, dando como precio un puñado de perlas.
A pesar de esto, ella desprecia a Blood, quien al final decide retornar con Arabella a Port Royal.
Al arribar, un conflicto tiene lugar, y Blood se da cuenta que Inglaterra y Francia están en guerra.
También se entera, que James II ha sido depuesto.
Asimismo, es perdonado por sus acciones de parte del nuevo Rey, y es invitado a pelear con los suyos, contra los franceses.
Obtenida la victoria, Blood consigue ser gobernador de la isla, desplazando al mismo Coronel Bishop, quien en ese entonces, era la máxima autoridad.
Por último, logra el consentimiento de Arabella para que sea su esposa.
La historia de Captain Blood es sencilla, pero defiende el paradigma del héroe, un ser que se ve abocado a la rebeldía por las injusticias del sistema, pero que en ningún momento pierde su status de líder.
No debemos perder el punto de vista de que es cine “clásico”, con lo que encontramos protagonistas heroicos “sin mancha” y frases lapidarias dentro del guión, como cuando firma el contrato con Levasseur; pero si tenemos en cuenta eso, veremos que Captain Blood es un gran film de aventuras.
Podemos considerar Captain Blood, divido en bloques construidos sobre el movimiento causas-efectos, como parte de una sinfonía perfectamente imbricada,  y también se puede dividir teóricamente, en 2 grandes partes:
1) La presentación del Dr. Blood:
La detención, juicio, cambio de pena de muerte por trabajos forzados, llegada a Port Royal y venta como esclavo.
2) Cuando se hace médico personal del gobernador británico, quien sufre ataques de gota, los escarceos con Arabella, el ataque de un buque español que facilita su huida, él y sus compañeros se autoproclaman piratas hasta hacerse temibles y famosos, su asociación con el capitán pirata Levasseur, y el desafío entre ambos, proclamación de amor mutuo Blood-Arabella, la noticia de poder abandonar su vida de pirata, otra humillación al coronel Bishop ya que había llegado ya a gobernador.
Esta 1ª parte está filmada con una economía de medios admirable:
Un cartel que anuncia el año 1685, se habla de la tiranía de James II, el cartel anunciando a Peter Blood, médico; la conversación con su ama de llaves que sirve para informar su pasado de hombre de armas, y su actual posición de médico, solo le interesan los pacientes y casi es apolítico; el que será su timonel, Jeremy Pitt, cabalga en busca de sus servicios para un compañero herido, al ser un rebelde todos serán detenidos; toma de posición de Blood, su respuesta al juez, la contestación la hizo ya extensible al jefe de soldados que le detuvo, lo hará también al coronel Bishop y a Arabella.
La segunda parte es más épica y novelesca, con planos en situaciones contrapuestas, y con una dosis de humor muy acertado, un esclavo es marcado con el hierro al rojo por haberse rebelado, a continuación vemos al gobernador quejándose de ser el hombre que más sufre a causa de su gota, la conversación de Blood con los 2 médicos ineptos y ridículos, los cuales son definidos por el gobernador como “torturadores”, a quienes irónicamente, les convence que le financien una embarcación para poder escapar, y así les dejará otra vez libre su ejercicio laboral, etc.
Captain Blood es piratería en estado puro, con un Errol Flynn arrebatador; todas las mujeres querrían ser rescatadas por él.
Como principal protagonista, se contrató a Errol Flynn, un actor australiano, quien de buenas a primeras, se encontró protagonizando una producción de Hollywood, sin tener demasiada experiencia en el medio.
Flynn era un hombre de mundo, cuyo carácter no estaba muy alejado de los personajes arrogantes, bravucones, y seductores que interpretó en el cine, sin embargo, los primeros días de rodaje estaba tan nervioso, que esas escenas tuvieron que repetirse más adelante, cuando ya había ganado algo de confianza delante de la cámara.
En el plató, los continuos enfrentamientos entre Curtiz y Flynn, amenizaban el trabajo.
El calor era asfixiante, y el novato Errol de 25 años, entre los nervios y la falta de experiencia, arruinaba muchas tomas, y Curtiz hecho una furia, le gritaba y acosaba.
Mientras tanto, Olivia con sus 19 añitos, se refugiaba horrorizada en su camerino para no oír los gritos.
Claro que Flynn no se amilanaba ante la ira de Curtiz, y se atrevía a llegar borracho al rodaje.
Para el papel femenino, el presidente del estudio, Jack Warner, escogió a la desconocida Olivia De Havilland.
La actriz, que ese año debutó en Hollywood con otros 3 títulos, aportó a Arabella belleza, honestidad, e inocencia, 3 características que compartirían la mayor parte de sus personajes posteriores.
Captain Blood fue la primera de 8 películas que protagonizaría Olivia de Havilland junto a Errol Flynn; y este último en 11 films con Curtiz.
Por causa de Captain Blood, la imagen de personaje heroico, permanecería con Flynn por el resto de su vida, criterio reforzado por el propio Rafael Sabatini, quien adujo que era “el modelo ideal del Captain Blood”
Pero es evidente, que el título que nos ocupa es, por entero, propiedad de un Errol Flynn, que se come con su juventud y arrojo aventurero la cámara, pese a detectarse algunos elementos de sobreactuación propios de la transición muda al sonoro, que resultan justificados.
El papel del villano, recayó en Basil Rathbone, un actor que durante su etapa de cine mudo, se fue especializando en papeles de villano, suponiendo su interpretación del pérfido Levasseur en Captain Blood, su confirmación en este tipo de roles.
Su experiencia en el teatro, y su habilidad con la espada serían de gran utilidad en sus enfrentamientos con el héroe.
Los compañeros de fatigas del héroe, forman un grupo compacto y entrañable, que se gana inmediatamente el afecto del espectador.
Por el contrario, los marinos y soldados españoles, son presentados como una banda de borrachos perdedores, descoordinados, ineptos, y sin recursos… y es que la historia la cuentan los vencedores.
Las actuaciones están correctas, Flynn me ha parecido un gran actor, aprovechó sus cualidades con la cámara, y supo sacarle partido.
Es increíble, que en todas las escenas, hiciera lo que hiciera... siempre tuviese una risa en la boca.
En cuanto a los combates con espada, se notan mucho los errores, nunca se ve una espada clavándose o cortando.
Y los esclavos, en cuanto al maquillaje, dejan mucho que desear, porque siempre estaban iguales, daba igual que no se lavaran, o que llevaran semanas sin afeitarse.
Sin más ánimo que citarlo como anécdota, deseo apostillar la presencia de varios errores históricos en Captain Blood.
Hubiera bastado con que se documentaran someramente, respecto al momento histórico, para darse cuenta de que en 1685, el monarca español era Carlos II y no Felipe IV, y que la bandera que ondea en el mástil de la nave española, no debía ser oro y gualda, sino La Cruz de Borgoña, roja sobre fondo blanco.
Por otro lado:
¿Podría compaginar un médico, su más que escrupuloso respeto por el juramento hipocrático, y una pasión casi enfermiza por ensartar a todo quisque con su espada?
A manera de curiosidad, en 1962 se filmó una coproducción italo-española, “Il Figlio del Capitano Blood” de Tulio Demicheli donde, como el título indica, se narraban las aventuras de Robert Blood, el hijo del famoso Peter Blood.
Curiosamente, dentro de cierta lógica, estaba interpretado por Sean Flynn, el hijo de Errol Flynn, pero lamentablemente, una tragedia se vendría sobre el vástago del actor, al darse como desaparecido en mientras cubría a modo de periodista “freelance”, La Guerra de Vietnam en 1970, a la edad de 28 años.
Como nota; en Captain Blood, las miradas, algo que tendrá su especial punto de inflexión en la relación entre los protagonistas principales, que pese a un aparente rechazo inicial, se establecerá entre Blood (Errol Flynn) y Arabella (Olivia de Havilland); será en la llegada del protagonista a la isla, en donde es vendido como esclavo, donde las miradas de Arabella, y el comportamiento desafiante del recién convertido esclavo, permitirá una pulsión sexual absoluta, y de dominio francamente poco habitual en el cine de aquellos años.
No olvidemos que hacía muy poco tiempo, que se había instaurado el horripilante Código Hays…
Evidentemente, uno de los elementos más logrados de Captain Blood es el aliento romántico, que paulatinamente se va asentando en la pareja protagonista.
El discurrir del metraje lo subraya de forma adecuada, insertando en sobreimpresión, el rostro triste de Arabella, mientras que Blood se encuentra en alta mar, los conflictos que se establecen cuando la muchacha se encuentra en el barco pirata, y la explosión final de sus sentimientos.
No importa, su figura, la nobleza de su personaje, que llega a adoptar una visión de la piratería pasablemente positiva, su carisma, y la destreza en el manejo de la espada, convirtieron al joven intérprete en una estrella legendaria, que se prolonga hasta nuestros días.
No es, pese a ello, el único motivo para que Captain Blood siga manteniendo su interés, pero sin duda, el que más ha perdurado de cara a la mitología cinematográfica.
Al margen de este componente, en cualquier antología del cine de aventuras marinas, deberá forzosamente, incluir este título de Curtiz, como uno de sus exponentes más valiosos.
Hay muchos elementos dignos de mención en Captain Blood, sin embargo, tras la importancia de su director y el reparto, es necesario resaltar la presentación del compositor Erich Wolfgang Korngold.
Desde muy pronta edad, este músico checo, fue considerado en su país natal, como una de las grandes promesas de la música, sin embargo, tras La Primera Guerra Mundial, emigró a Estados Unidos, donde se sintió tentado por la música para el cine.
Korngold fue uno de los responsables de establecer el estilo postromántico, como el patrón de la música para el cine, y Captain Blood supuso su debut en la industria.
La música de Captain Blood irradiaba fuerza, aventura, y tensión, además de subrayar de manera delicada, la relación entre Blood y Arabella.
Curiosamente, debido a las limitaciones de tiempo para componer la partitura, Korngold completó parte de las escenas de acción, con 2 composiciones de Franz Liszt, y por ello, prefirió ser acreditado como arreglista en lugar de compositor, pese a que el 90% de la música era suya.
En Captain Blood asistimos a otra fantástica, y estupenda películas de aventuras, siendo el primer gran papel protagonista de Errol Flynn, y la verdad es que no desaprovecho la oportunidad.
Dota a su personaje de un carisma arrollador, y de una presencia y elegancia abrumadora.
Errol Flynn se convirtió en el actor más importante de su época en este tipo de películas, pero por su mala cabeza y su personalidad, corrompido por los excesos con las drogas, el sexo, y el alcohol, se retiró prácticamente en la ruina, y acuciado por el fisco.
El director cinematográfico Irving Rapper, dijo de él:
“Tuvo el mundo entero en la palma de sus manos, y no supo aprovecharlo”
Según Marilyn Monroe, Flynn tocaba el piano con el pene en sus fiestas privadas...
Errol Flynn falleció de un infarto cardíaco prematuramente, el 14 de octubre de 1959, en Vancouver, Canadá, a los 50 años de edad.
Las declaraciones que hizo Olivia hace unos años, con respecto a los muchos comentarios que se han hecho sobre Errol:
“Errol se portó conmigo como un caballero, hubiera sido un Rhett Butler inolvidable.
Yo, como mujer, amiga y compañera suya, creo que me aproximo más a su verdad”

“For me this changes the shape of the world”



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