Samson And Delilah


“The oldest trick in the world.
Silk trap, baited with a woman”

El Libro de Los Jueces es un libro bíblico del Antiguo Testamento, y del Tanaj, o Micra (מקרא) que significa “Lectura” o “lo que es leído”, perteneciente al grupo de Los Libros Históricos, el cual es un conjunto de los 24 libros de la Biblia hebrea, y constituye, junto a otros libros, el llamado por los cristianos “Antiguo Testamento”
El acrónimo “Tanaj” hace referencia a las 3 letras iniciales hebreas, de cada una de las 3 partes que lo componen, a saber:
La Torá (תּוֹרָה) “Instrucción”; Los Nevi'im (נְבִיאִים) o “Profetas”; y Los Ketuvim (כְּתוּבִים) o “Escritos”
En la Biblia se encuentra ubicado entre el Libro de Josué y el de Rut.
El autor es desconocido; pero la tradición atribuye el libro a Samuel; en el, se presentan a Los Jueces o Libertadores que salvaron al pueblo de la esclavización, que después de liberarlos, los gobernaron.
En tiempos de Los Jueces, Israel está completamente desorganizada, sus instituciones están aún sin definir, y numerosas potencias la amenazan.
Entonces, infundiendo un sobrenatural valor en ciertos hombres y mujeres carismáticos, les permite utilizar su fuerza para arreglar las cosas.
Como esta intervención está librada solamente al arbitrio de La Divinidad, Los Jueces aparecen y desaparecen, a intervalos irregulares de la historia hebrea.
Ningún juez llegó a ser jefe supremo, porque su función no es lograr la unidad, sino solventar un problema puntual:
La unificación definitiva habrá de esperar a Los Reyes.
El contexto histórico en el que se desarrolla este libro, abarca el tiempo desde la muerte de Josué hasta la monarquía, durante el cual, el pueblo de Israel vive en Canaán.
Los Jueces que gobernaron Israel son:
Otoniel: (Jue 3:7-11); Aod: (Jue 3:15); Samgar: (Jue 3:31); Débora (y Barac): (Jue 4-5); Gedeón: (Jue 6-8); Abimelec: (Jue 9:1); Tola: (Jue 10:1); Jair: (Jue 10:3); Jefté: (Jue 10:6-12:7); Ibzán: (Jue 12:8); Elón: (Jue 12:11); Abdón: (Jue 12:13); Samson: (Jue 13-16); Sacerdote Elí: (1Sam 4:18); y Samuel: (1Sam 7:15)
Estos apéndices pretenden demostrar la desorganización en que vivían los israelitas, cuando carecían de rey.
Todo el libro intenta ser una demostración teológica, de que la infidelidad a Dios ha sido la causa de todos los males de Israel.
Pero Él es misericordioso, y compensa con la llegada de Los Jueces, la impiedad del pueblo.
Cuando el hebreo peca y por tanto cae esclavo, Dios le envía un libertador.
Pero tiempo después, ese hebreo caía nuevamente en las malas acciones, con lo que se repetía el ciclo, y se hacía necesario otro caudillo libertador.
Yahvé no reniega del Pacto con su pueblo, ni le vuelve la espalda jamás.
Dios es fiel.
Sin embargo, permite que las situaciones conflictivas se susciten, porque el pueblo ha de probar su fidelidad.
Este rasgo emparenta a Jueces con el libro del profeta Oseas.
Samson del Hebreo: שִׁמְשׁוֹן, Shimshon, Tiberiano Šimšôn; que significa “del Sol” quizá proclamando que era radiante y poderoso, o “el que sirve a Elohim”; o Shama'un en árabe, en la tradición hebrea, es uno de los últimos jueces de los antiguos Hijos de Israel, mencionados en el Tanaj.
Es descrito en el Libro de Los Jueces, entre los capítulos 13 y 16.
Samson se caracteriza por una figura hercúlea, usando una extraordinaria fuerza para combatir contra sus enemigos, y llevar a cabo actos heroicos inalcanzables para la gente común:
Luchar contra un león, sin más armas que sus propias manos, acabar con todo un ejército con sólo una mandíbula de burro, o derribar un edificio.
Él representa la lucha de su pueblo contra los Filisteos.
El nombre Samson, probablemente se deriva de la palabra hebrea “Shemesh” en sumerio Shamash, que significa “sol” y que aparece con frecuencia en los nombres propios de los pueblos semitas.
El nombre “danita” puede también referirse a la profecía bíblica del libro de Daniel, que los justos conquistarán los reinos de la tierra para siempre.
Así, 40 años llevaban los israelitas bajo el dominio de los filisteos cuando, un ángel de Yahvé Elohim se apareció a Manoa, de la tribu de Dan, de ahí “danita”, en la ciudad de Zora, y a su mujer, que era estéril.
El ángel les predijo, que su hijo liberaría a Israel de los filisteos.
Según él, la futura madre no debía tomar ni vino ni sidra, ni comer nada impuro.
De acuerdo al nazareato, consagración al Dios Yahweh, el hijo no debía cortarse el cabello.
Al nacer, el niño fue bautizado Samson “Hijo del Sol” y creció teniendo una profunda fe en Dios, y dando pruebas de que poseía una fuerza inigualable.
Cuando era ya un hombre, Samson se enamoró de la filistea Semadar que, aunque no era del agrado de sus padres, él estaba dispuesto a casarse con ella.
Es de notar, que su fuerza se debía al juramento nazareo (Jue 13:25; 15:18), el cual, Samson mismo había roto al despreciar la Ley divina que prohibía tomar como mujer a una extranjera (Deut 7:3,4); y Samson no ignoraba que esa mujer era indigna (Jue 16:8,12,14)
Los filisteos terminan capturándolo, le sacan los ojos, y lo llevan a Gaza donde prisionero, trabaja moliendo grano para sus enemigos.
No obstante, su pelo vuelve a crecer, de modo que va recuperando su hercúlea fuerza.
Un día, los jefes filisteos se reúnen en el templo para ofrecer un sacrificio a Dagon, por haber puesto en sus manos a su enemigo.
Hacen llamar a Samson para que los entretenga a ellos y a las 3 mil personas que allí había.
El israelita pide al joven que lo conducía, que lo deje entre las columnas sobre las que descansa el edificio, para poder descansar.
Y Samson invoca Yahweh:
“¡Yahweh, ¡Yahweh!, te lo suplico, acuérdate de mí.
Dame fuerzas sólo una vez más, y de un sólo golpe me vengaré de todos los filisteos”
Haciendo fuerza sobre las columnas, añadió:
“Muera yo con los filisteos”
El edificio se vino abajo, de tal forma que mató a más personas al morir, de las que había matado durante toda su vida.
Sus familiares recuperan su cuerpo, y lo entierran cerca de la tumba de su padre, Manoa.
Los filisteos, nos dice la Biblia, eran los villanos.
Samson fue, como David, un héroe de los israelitas, y Delilah una cortesana maligna.
Efectivamente, Samson es apreciado:
Mató a un león luchando cuerpo a cuerpo, eliminó a mil filisteos armado tan sólo de una quijada de burro, ató al rabo de 300 zorros, teas para incendiar las mieses de sus enemigos y, como si lo anterior fuese poca cosa, estuvo en la ciudad de Gaza, y la despojó de sus enormes puertas llevándoselas sobre la espalda.
Por su parte, Delilah, en hebreo דְּלִילָה, “la que debilitó”, “desarraigó” o “empobreció”, de la raíz dal, “débil” o “pobre” era la “mujer en el valle de Soreq” a la que amó Samson, y que fue su perdición en el bíblico Libro de Los Jueces en su capítulo 16.
Se cuenta que los filisteos, enemigos de Israel, se dirigieron a Delilah para descubrir el secreto de la fuerza de Samson.
Tres veces preguntó Delilah a Samson, el secreto de su fuerza, y 3 veces él le dio una respuesta falsa.
A la 4ª, le dio la auténtica razón, que no se cortaba el pelo en cumplimiento de un voto a Dios, y Delilah le traicionó con sus enemigos.
Algunos consideran, que una de las falsas respuestas dadas por Samson, “que su fuerza le abandonaría si su pelo no estaba entretejido en un tejido”, es una reminiscencia del arcano arte femenino del hilado, que también es inherente a los mitos de Penélope de “La Odisea”, de Circe en la mitología griega, y Aracne en la mitología grecorromana.
Delilah puede haber sido una “mujer-vid”, compárese con el mítico nombre griego Enone, 1ª esposa de Paris, personificando las tentaciones femeninas de la vida, que traicionarían su dedicación nazirea.
John Milton la presentó como descarriada y estúpida, pero amablemente tentadora, muy parecida a su versión de Eva, en su obra de 1671:
“Samson Agonista”
Sin duda alguna, Samson fue consagrado por Dios, para salvar al pueblo israelita de los filisteos.
El relato pretende alimentar la esperanza en el pueblo de Israel, de que Dios no los olvida, y advierte de las consecuencias de desobedecerle.
Samson sucumbió a Delilah, y ésa fue su perdición, pero Dios no abandona a sus elegidos, aunque hayan sido infieles.
Parte de sus hazañas, ha sido tema para pintores célebres:
Mantenga, Cranach, Rembrandt y Van Dyck, entre otros.
Y el músico francés, Camille Saint-Saëns, hizo una ópera con la tragedia del Hércules judío, entre 1868 y 1877.
Así, según el Libro de Los Jueces, Delilah fue la culpable de la destrucción de Samson; al saber que la fuente de su poderío físico era la cabellera, se la cortó mientras el personaje bíblico dormía la siesta.
Ya sin fuerza, fue cegado, destinado a las cadenas, y a trabajos miserables.
Por eso Delilah pasó, dicho sea en lenguaje borgeano, a la historia universal de la infamia, como una mala mujer de la calaña de Mesalina, Lucrecia Borgia, Salomé o la Mata-Hari.
Abominada por los siglos, podrá haber padres que le pongan a sus hijos el nombre de “Abel”, pero a nadie se le ocurriría bautizarlos con el de “Caín”
Y algo semejante ocurre con Delilah:
Pocas mujeres, salvo cortesanas y bailarinas de cabaret barato, se han llamado así luego de la atrocidad.
“He was not captured by force of arms, but by their softness”
Samson And Delilah es una película estadounidense realizada por Paramount Pictures, y una de las pocas películas que continuó perteneciendo al estudio después de 1950, siendo producida y dirigida por Cecil B. DeMille en 1949.
Protagonizada por Victor Mature, Hedy Lamarr, George Sanders, Angela Lansbury, Henry Wilcoxon, Olive Deering, Russ Tamblyn, Fay Holden, entre otros.
El guión lo firma Jesse L. Lasky Jr. y Fredric M. Frank; y es una adaptación, versión libre, del libro bíblico de Los Jueces, de sus capítulos 13 al 17; y basado en la novela homónima de 1926, de Vladimir Jabotinsky.
Samson And Delilah obtuvo 2 Oscars:
Mejor Dirección Artística y Mejor Vestuario Color para Edith Head.
Y estuvo nominado como:
Mejor cinematografía, efectos visuales y banda sonora para Victor Young.
Mucha gente ve en la leyenda de Samson y Delilah, una metáfora de la fuerza viril y la castración, que priva al hombre de toda su fuerza.
El gran Cecil B. DeMille, saca partido de esto.
Los estudios no querían producir Samson And Delilah, por considerar los relatos bíblicos “anti comerciales”, pero al ver las fotos de Victor Mature y Hedy Lamarr, actriz checa que en sus principios apareció desnuda en una película llamada “Ekstase” (1933), enseguida aceptaron.
El director transforma una temática compleja, de base resbaladiza, y de dificultad considerable, como es el relato bíblico que nos ocupa, la leyenda de Samson y Delilah, centrándose en las relaciones entre ambos, sin olvidar en ningún momento, el contexto que las condiciona, en un film denso y apasionante, de un turbador erotismo, e incansable complejidad en todos los niveles.
A pesar de que los pectorales de Victor Mature, son más grandes que los de la actriz principal, Hedy Lamarr, según una broma que Groucho Marx le jugó a Cecil B. DeMille, Samson And Delilah tiene grandes dosis de entretenimiento.
Depende del público, aceptar las manías de DeMille de reconstruir todo en estudio cerrado, los doblajes de Mature, que según se ha dicho, no se animaba a hacer ninguna escena riesgosa, en las luchas con leones, y los convencionalismos del cine norteamericano, en lo que se refiere a represión en los temas sexuales de la trama bajo el estricto y horripilante Código Hays.
Aun así, Samson And Delilah tuvo un gran éxito en la taquilla, la épica bíblica de DeMille es conocida por la hermosura de su actriz principal, y el espectacular templo de Dagon.
La fotografía es maravillosa.
La puesta en escena estupenda y, las escenas finales son sencillamente espectaculares.
DeMille consigue imprimir un aura de misticismo embriagador, como sólo lo consiguen los mejores sueños.
Poética y metafórica, mítica, llena de delirio emocional: Sublime.
Samson And Delilah está ambientada en el antiguo Israel del año 1000 a.C.
Samson (Victor Mature) es un israelita revolucionario, que quiere casarse con Semadar (Angela Lansbury) en contra de los deseos de su familia, ya que ella pertenece a una familia noble filistea.
Pero, en realidad es Delilah (Hedy Lamarr), hermana pequeña de Semadar, la que está enamorada de Samson.
A pesar de la rivalidad entre sus pueblos, y la oposición familiar, se celebra el matrimonio, pero en plena boda, se desencadena un baño de sangre, y Semadar muere.
Delilah promete vengar su muerte.
Samson, evitando a Delilah, forma una guerrilla y con su fuerza, lucha contra la armada.
Pero Delilah, ahora jefa de Saran de Gaza, cree que puede descubrir el punto débil de Samson, que le haga perder su increíble fuerza.
El final es estremecedor para las buenas conciencias:
Samson, ciego y con sus fuerzas recuperadas por el crecimiento del pelo, derribaba las columnas principales del templo, liquidando a cientos de filisteos antes de que aparecieran las palabras salvadoras:
“The End”
Naturalmente, Delilah moría sepultada bajo las piedras.
Samson And Delilah es un buen espectáculo bíblico, del pionero del cine Cecil B. DeMille, un maestro en la narrativa cinematográfica, que con el paso del tiempo se ha terminado convirtiendo en una irresistible pieza “camp” con sus amaneradas interpretaciones, y un lujoso envoltorio que recubre esta épica multicolorista, llena de paroxismo en sus emociones sexuales y sentimentales, las cuales viajan desde la traición a la venganza, pasando por el sacrificio, el poder de seducción, o la lealtad a un pueblo y a los ideales.
“What is sweeter than honey?”
Curiosamente, en el Antiguo Testamento, Jueces, capítulos 13 al 17, el personaje de Samson merece muy poca simpatía.
Samson y Delilah es pues, una historia de amor y de muerte, de un amor contracorriente, y además refleja un mundo, el de los israelitas, excesivamente encerrado en sí mismo, soportando todas las humillaciones de sus enemigos, esperando que un mesías baje del cielo para liberarles.
En cierta forma, son una metáfora de esos ciudadanos contemporáneos, que padecen toda clase de injusticias, esperando que los políticos les resuelvan sus problemas sin hacer nada para presionarles, ni para poner las cosas en su sitio.
Los colores de Samson And Delilah son chillones, algo que choca con la imagen del cine actual.
El vestuario confeccionado por el monstruo del diseño, Edith Head, de los filisteos sobretodo, es además exagerado.
De hecho, ese cine rodado íntegramente en estudio, soporta mal el color, por lo que años después, se fue imponiendo el rodaje en exteriores, que presenta una imagen mucho más realista y creíble.
Samson And Delilah gana muchísimo, cuando trasciende la parte mítica que hay en el texto bíblico, y expone con una lúcida mezcla de racionalidad y espiritualidad, el cuento de la fuerza en el pelo, al tiempo que nos muestra a Samson, como un hombre más cuerdo, reflexivo, y con mejores motivaciones para cada uno de sus actos.
Los diálogos agregados por los guionistas, son de gran belleza y vitalidad, con significativos efugios filosóficos, y fuertemente emotivos en la relación que se da entre Samson y Delilah.
A destacar, la interpretación de Hedy Lamarr, está sencillamente deslumbrante.
Es ella la verdadera protagonista de Samson And Delilah, puesto que, sobre su personaje se sostiene el dramático desarrollo de todo el metraje.
La sensualidad irradiada por la presencia de Lamarr, y la corpulenta presencia de Mature lideran el aspecto interpretativo de Samson And Delilah, cuyo basamento “kitsch” sublima la valía de algunas escenas, que por su énfasis, han quedado un tanto desfasadas con el paso de los años, naturalmente.
Por otra parte, Victor Mature cumple con creces, aunque quizá esté un poco más limitado por la benevolencia de su personaje.
Sin embargo, en las escenas íntimas con Lamarr, en las que es presa de la pasión que siente por ella, está sencillamente arrebatador.
Al final, Samson And Delilah es un drama refulgente y eterno, y es una clara demostración de que, el amor resentido es capaz de las peores venganzas, mientras que el amor con-sentido, da lugar a los mayores esfuerzos y sacrificios.
“Your arms were quicksand.
Your kiss was death.
The name Delilah will be an everlasting curse on the lips of men”
Las implicaciones obvias de esta historia no necesitan mucha elaboración:
Samson se equivoca:
Primero eligiendo una esposa inadecuada; segundo, agravando la enemistad entre israelitas y filisteos; tercero, por su pasión con Delilah, otra amante poco recomendable, y cuarto., por revelarle su secreto.
Paga por sus errores y, finalmente, se redime por medio de la destrucción de sus enemigos.
Pero es necesario observar más detenidamente, tanto los detalles de la historia como el carácter de Samson, si hemos de comprender las intuiciones que ofrece sobre la naturaleza de la pasión.
Desde el comienzo, Samson es un hombre airado.
El Espíritu del Señor que lo mueve a excesos, es un espíritu ambiguo, porque lo hace violento y obstinado en la persecución de sus propios deseos.
Al igual que muchos héroes griegos, Samson está aquejado de arrogancia.
En otras palabras, no comprende lo que es refrenarse y, por lo tanto, no busca contener lo que le impulsa desde dentro.
Cuando desea algo, tiene que conseguirlo, y esto incluye la elección de una esposa entre sus enemigos.
El amor no juega un papel importante aquí.
Lo que percibimos, es una pasión alimentada por el atractivo físico que Samson, impulsado por sus necesidades instintivas, tiene que satisfacer.
Cuando se cansa de su esposa, la deja a un lado.
Cuando el padre de esta, como es de comprender, no le permite verla después, causa grandes destrozos a los cereales de los filisteos; y comienza la tragedia.
En resumen, Samson no es una persona confiable.
Es violento, arrogante y sin sentimientos; y es el arquitecto de su propia tragedia.
Para Samson, la tentación debe tener éxito, en vista de que no tiene capacidad para la reflexión.
No sospecha de la insistencia de Delilah, porque le impulsan sus emociones e instintos.
Al final, lo revela todo, y por eso pierde la fuerza.
El cabello, sea corto, largo, oscuro o claro, aparece en el simbolismo de muchos mitos universales.
Incluso históricamente, su importancia simbólica queda clara:
Los reyes merovingios de Francia, por ejemplo, no se cortaban el cabello, porque creían que era una señal de su realeza otorgada, por Dios.
Freud asociaba el cabello y los sueños, con la potencia sexual y con la fuerza.
Cortarse el cabello en sueños, puede ser una imagen de impotencia.
Pero, a pesar de Freud, debemos recordar que el cabello que producía la fuerza de Samson, crecía en su cabeza, y esta es el asiento de la mente.
El cabello puede estar vinculado a nuestros pensamientos.
Se trata de un símbolo del poder individual de reflexión, que conforma y orienta nuestra voluntad y nuestra visión del mundo.
La fortaleza, en otras palabras, reside en nuestra capacidad de pensar, de percibir el mundo, y de procesarlo por medio de nuestra conciencia.
Solo de este modo, podemos contener los impulsos destructivos, y evitar sumergirnos en la emoción ciega.
Al dejarse impulsar por la pasión física, Samson se desprende de su conciencia independiente.
Pierde simbólicamente su cabello, mucho antes de que se lo corten físicamente, porque ignora el poder de reflexión, limitándose a alimentar sus pasiones.
Su error reside, no en sentirse atraído por las mujeres, ni siquiera en ir por esta atracción hacia lugares impropios.
Reside en el modo en que abandona libremente, toda su capacidad de reflexión.
Como resultado, Samson es apresado y cegado.
La ceguera en el mito, está a menudo vinculada con la visión interior, y con la comprensión que resulta de retirar los ojos del mundo exterior.
Tiresias, el adivino ciego del mito griego, a quien encontramos en el mito de Narciso, es un ejemplo de la sabiduría que se deriva de volver nuestra mirada hacia lo interno.
La auto-ceguera de Edipo es también una imagen de autodescubrimiento.
En la prisión, Samson aprende a mirar hacia dentro; ¿Y qué encuentra?
El pelo le vuelve a crecer.
Obtiene cierta capacidad para el pensamiento y la reflexión.
Reza a los dioses que había olvidado, y le vuelve la fuerza.
Podemos suponer que, a nivel psicológico, este hombre poderoso, acostumbrado a reclamar brutalmente lo que desea, se ve forzado, por las limitaciones de la vida y por su propio fracaso, a reconocer quién y qué es él en realidad, y a acordarse de cuál es el ideal al que sirve.
¿Qué nos puede enseñar esto, sobre la pasión en la vida humana cotidiana?
Necesitamos equilibrar el poder ciego de la pasión con la visión interna, con la reflexión, y con la recuperación de cuantos ideales nos impulsan en la vida.
A través de los errores, enredos, y daños que causamos y recibimos como consecuencia de la persecución irreflexiva de nuestras pasiones, somos humillados y forzados a volvernos hacia dentro.
De este modo, podemos volver a obtener nuestra fuerza, y recobrar la individualidad.
La muerte de Samson puede tomarse también simbólicamente, ya que junto con ese reconocimiento humilde, también nos sometemos a una cierta clase de muerte.
Tenemos que desprendernos de la arrogancia y de la obstinación, y reconocer los límites de la vida.
La historia de Samson revela los efectos transformadores de la pasión, que nos pueden conducir al sufrimiento, pero también a la autorrevelación, y a una nueva comprensión de nosotros mismos y de la vida.
“You came to this house as wedding guests.
Fire and death are your gifts to my bride.
For all that I do against you now, I shall be blameless.
I'll give you back fire for fire, and death for death!”
Partamos por la parte más intelectual:
¿Samson And Delilah funciona como aproximación al texto bíblico original?
A eso debemos responder que en general, el relato bíblico está adaptado con bastante fidelidad, si bien algunos matices, por aquí y por allá, tienden a darle un cierto lavado de cara al héroe.
Debemos recordar que en 1949, el mundo estaba hipersensible a los sufrimientos de los judíos, y bastante receptivo al ideal sionista, y esto imponía un tratamiento bastante más respetuoso para con Samson, que el utilizado por el propio texto bíblico de base.
Y es que, si leen la historia bíblica original, resulta que Samson es bueno, para los israelitas es un héroe porque “es uno de los nuestros”, pero leyendo la historia desapasionadamente, resulta que se mete a héroe no por nobles ideales, sino por el más californiano de los instintos.
Lo que en La Biblia es un jactancioso y engreído, en Samson And Delilah pasa a ser transformado, por algunas manipulaciones, aquí y allá, fundamentalmente darle más carne, y no sólo por las curvas voraces de Hedy Lamarr, al personaje de Delilah.
También, dotan a Samson de una religiosidad cristianizante, que los hebreos de su tiempo apenas tenían, la primitiva religión hebrea consideraba a Yahvé como un dios más entre muchos, si bien era “el más poderoso”, el que “ha hecho un pacto con nosotros”, miren ustedes qué elegidos, etcétera, pero podemos saltar eso como una concesión al “bienpensantismo” actual.
La figura de Samson, ha jugado un gran papel en la construcción de la memoria colectiva del sionismo.
Vladimir Jabotinsky, fundador del sionismo revisionista, describe, en su novela, a este personaje como un israelita atraído por la cultura filistea que le rodea.
Como dato, Noam Chomsky, ha dicho que Israel sufre un “Complejo de Samson”, que podría llevarlo a su propia destrucción, así como a la de los enemigos árabes.
Por la vía de la guerra, el destino de Israel será el de Samson, y a este destino parecen entregarse, también ciegos como Samson, los actuales dirigentes del pueblo hebreo.
Samson era un hombre extraordinariamente fuerte, pero su fuerza no era suya, se la otorgaba Yahvé, mientras conservase sus cabellos largos como señal de que era “nazareo de Dios”
Tampoco hoy la fuerza militar y política de Israel es suya, sino que se la prestan los EEUU, y las potencias llamadas occidentales, sus aliados, mientras el Estado de Israel se consagre a sus intereses.
Los largos cabellos de Israel, son hoy esos intereses.
El “Complejo de Samson”, reforzado por la doctrina de “todo el mundo está en contra nuestra”, no puede ser ignorado a la ligera.
Poco después de la invasión de 1982 a Líbano, que dejó entre 15 mil y 20 mil muertos, en un esfuerzo para asegurar el control de los territorios ocupados por parte de Israel, Aryeh Eliav, uno de los más famosos pacifistas de Israel, escribió que la actitud de aquellos que “trajeron El Complejo de Samson aquí, según el cual, debemos matar y enterrar a todos los gentiles en torno nuestro, mientras morimos con ellos”, es un tipo de “locura” bastante extendido.
Y todavía lo es.
La extrema violencia de Israel, en la región y su negativa radical y fanática, a asumir salidas pacíficas y legítimas al conflicto, que propone reiteradamente la comunidad internacional, están rompiendo su consagración a los intereses de sus aliados, y puede estar cerca el día, en que la opinión pública internacional, decida cortar sus largos cabellos, desposeyéndola de su fuerza, y dejándola en manos de sus enemigos.
El peligro está entonces en que Israel, como Samson precisamente en Gaza, ciego de venganza, derrumbe sobre todo el pueblo, las columnas del templo, al grito de:
“¡Muera yo con los filisteos!”
Esta última masacre, es la que ha de evitar la comunidad internacional y la opinión pública mundial.
Creo que fue Noan Chomsky, lingüista, filósofo y activista estadounidense, quien primero dijo que Israel está sufriendo “El Complejo de Samson” y parece que las cosas van por ahí.
Recientemente, algunas unidades de combate israelíes han sido llamadas “Samson”, e incluso el programa nuclear de ese país, fue denominado “Opción de Samson”
“If you crush the life out of me I'd kiss you with my dying breath!”
Sin embargo, la verdad acaba por imponerse.
El neurólogo británico John Newson-Davis, en un congreso científico realizado en Brighton, en agosto de 1983, tuvo una asombrosa intervención:
“Delilah era inocente”
Samson perdió su fuerza, no a causa del corte de pelo que le propinó la cortesana, sino porque el héroe padecía una grave enfermedad:
Miastenia, que “puede convertir en piltrafa al hombre más fuerte, y se debe a un defecto del sistema inmunológico”
La revelación sorprendió a los colegas del científico inglés.
Pero recordaron que la Biblia es más un testimonio religioso, o literario si se prefiere, que un documento histórico, aunque los cristianos así lo crean.
De todas maneras, parece tarde para una rectificación.
El daño está hecho.
Al menos ahora sabemos, gracias al doctor Newson-Davis, que la Biblia miente; es una obra tendenciosa y maniquea.
Su defecto fundamental, es la ausencia de rigor científico en la reconstrucción de los datos históricos:
En sus páginas aparecen hechos inexplicables, para muchos, milagros, y como hemos visto, algunas calumnias que han acabado para siempre con la reputación de una persona.
Entonces, Delilah, la cortesana de Gaza, no fue utilizada por los filisteos para eliminar a Samson.
Todo lo que ella hizo, fue seguir su vulgar vocación de peluquero, oficio que por siglos estuvo reservado al sexo masculino, anticipándose en siglos a las luchas de liberación femenina.
Por su parte, Samson no es el maravilloso héroe que La Biblia relata.
Habría que poner en duda sus gestas.
A lo sumo, sus largos cabellos, como los de Absalón, que dicho sea de paso también le causaron la muerte, sólo prefiguraron movimientos de rebeldía juvenil, como el de los hippies, o acaso fue simplemente una regresión cavernícola…
A causa de todo ello, uno se pregunta alarmado:
¿En realidad los filisteos eran tan canallas, como para que nos legaran un adjetivo para calificar a las personas despreciables, y los israelitas el pueblo elegido de Dios?
Pero antes de responder a las interrogantes, bien podríamos reivindicar a Delilah, rendirle un modesto homenaje…
Para concluir, debo decir que Samson And Delilah aún conserva mucha de su fuerza dramática, y sigue siendo edificante y aleccionador en sus propósitos, de mostrar la vacuidad del poder, y el gran desatino que es, preferir el frío metal a la fuerza renovadora de un corazón apasionado.
Y por supuesto, queda bien claro, que el verdadero poder humano es el resultado de su unión con Dios, y de su fe indoblegable en objetivos que sirvan a la humanidad.

“The strength of a God”



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