John Carter


“When I saw you, I believed it was a sign... that something new can come into this world”

En los últimos 100 años han cambiado muchas cosas, pero “John Carter” de Edgar Rice Burroughs, ha resistido el paso del tiempo, y curiosamente, no bajo el nombre de John Carter, sino bajo otras historias que cuentan sus aventuras.
“John Carter” abrió el camino, para que millones de personas, pudieran disfrutar de películas y series de televisión como:
“Star Wars”, “Star Trek”, “Dune”, “Flash Gordon”, “Avatar”, entre muchos otros, de reciente éxito de taquilla en Hollywood.
Edgar Rice Burroughs, nacido en Chicago el 01 de septiembre de 1875, fue un escritor de género fantástico, célebre por sus series de historias de “Barsoom” ambientadas en Marte, de “Pellucidar” que tienen lugar en el centro de La Tierra y, en especial, por la creación del mundialmente famoso personaje de “Tarzan”
Hijo de una familia acomodada, Burroughs se educó en escuelas privadas de Chicago.
Tras múltiples traslados con su familia, fue enviado al colegio Harvard de Chicago, donde recibió una formación clásica, que inspiraría su fecunda imaginación.
Apasionado de lo militar, los ranchos, y la vida activa, Burroughs llegó a formar parte del Séptimo de Caballería de los Estados Unidos, si bien, tuvo que retirarse de ésta, prematuramente debido a un problema de corazón.
Mientras trabajaba en uno de sus muchos empleos fracasados, Burroughs se dedicó a leer algunas revistas de ficción, y decidió que él podía escribir relatos mucho mejores, que los que aparecían en aquellas publicaciones.
En 1911, apareció su primera obra “A Princess Of Mars” en una revista de aventuras, y tuvo tanto éxito, que decidió dedicarse a escribir.
En 1912, publicó el primer cuento de “Tarzan” y en 1914, la novela “Tarzan Of The Apes”, que le dio fama internacional, y fue traducida a múltiples idiomas, llevada reiteradamente a la pantalla, y reproducida en tiras cómicas.
Con el mismo protagonista, produjo otras 23 novelas.
La causa del espectacular triunfo del personaje, habría que buscarla además del entretenimiento que ofrece este tipo de aventuras, en el cambio de valores y de mentalidad, ocurrido en Estados Unidos, después de La Gran Depresión de 1929, por la necesidad de encontrar nuevos héroes populares, que hicieran recuperar la confianza perdida.
Burroughs escribió, además, relatos acerca de la vida en otros planetas.
La obra de Edgar Rice es bastante larga, por lo que se considera uno de los autores estadounidenses, más prolíficos del siglo XX.
Su obra comprende numerosos volúmenes, dedicados a la ciencia ficción, novelas acerca del viejo oeste, y relatos históricos.
“La Serie Marciana” es la 2ª serie más extensa, y famosa de Edgar Rice Burroughs, después de “Tarzan”
En ella, se narran las aventuras de John Carter, y otros varios guerreros y princesas en Barsoom, el Marte ficticio de Burroughs, que fue recreado con fauna y flora marciana; ciudades y formas sociales propias.
“John Carter” y Barsoom aparecieron inicialmente en “A Princess Of Mars”, la 1ª novela de “La Serie Marciana”, entre julio y septiembre de 1911, que se publicó por capítulos en la revista “All Story Weekly” con el título “Under The Moon Of Mars” en julio de 1912, y como libro en 1917, 10 secuelas le seguirían en los siguientes 3 años, con un reparto más grande de personajes y más detalles.
“La Serie Marciana” comprende:
“A Princess Of Mars” (1917), “The Gods Of Mars” (1918), “The Warlord Of Mars” (1919), “Thuvia, Maid Of Mars” (1920), “The Chessmen Of Mars” (1922), “The Master Mind Of Mars” (1928), “A Fighting Man Of Mars” (1931), “Swords Of Mars” (1936), “Synthetic Men Of Mars” (1940), “Llana Of Gathol” (1948) y “John Carter Of Mars” (1964)
Burroughs retrata al personaje John Carter, como un ser inmortal.
En efecto, no recuerda haber sido nunca niño.
Las generaciones de su familia, se refieren a él, como el tío Jack, pero los ve crecer y morir, manteniéndose siempre, en una edad próxima a los 30 años.
Su carácter y cortesía, ejemplifican los ideales de su Virginia natal.
Capitán durante la Guerra Civil Estadounidense, John Carter se hace rico al encontrar una mina de oro, en Arizona al acabar la guerra.
Un día, se esconde de los indios Apaches en una cueva, y cae en una muerte aparente, pero es transportado misteriosamente, en proyección astral a Marte, donde se reencarna en una forma idéntica a sí mismo.
En Marte, que los nativos marcianos llaman “Barsoom”, encuentra varias razas humanoides, y formidables criaturas alienígenas, que recuerdan a animales míticos de La Tierra.
Descubre también, su vocación como guerrero-salvador-pacificador del planeta, cuyas razas se enfrentan entre sí, en guerras interminables.
John Carter logra ganar el corazón de la Princesa Dejah Thoris de Helium, y sacrifica su vida para salvar Barsoom tras 10 años de aventuras.
Al despertar, se encuentra otra vez en La Tierra, en su cuerpo original.
Al cabo de otros 10 años muere, pero de nuevo, se trata de una muerte aparente, y es transportado a Barsoom por 2ª vez, en donde alcanza el honor de Señor de la Guerra.
Luego, vuelve a La Tierra varias veces, a contarle sus aventuras a su sobrino, quien aparentemente es el mismo autor, revelándole que ha conseguido dominar el proceso del viaje astral, entre los 2 mundos, mientras su cuerpo reposa en una tumba especial, que sólo puede abrirse desde dentro.
El personaje es de tipo heroico, con las cualidades que se atribuyen al mito del héroe.
Al igual que los caballeros andantes medievales, John Carter se distingue por su valentía, sentido del honor, defensa del débil, carácter noble, aspiraciones aristocráticas, generosidad, amor a la batalla, exaltación de la amistad, e idealización del amor.
En la lucha, aunque en Marte conocen las armas de fuego, rara vez se utilizan, prefiriéndose el empleo de los puños, o las armas blancas, más propias de caballeros.
Esta característica se da también, en el otro personaje de Burroughs, “Tarzan”
Por otra parte, John Carter comparte caracteres con los dioses y semidioses de la antigüedad clásica, como la inmortalidad, la fuerza, y la agilidad extraordinarias, la resistencia a la fatiga, la pronta recuperación de las heridas, etc.
En lo posible, se trata de racionalizar estas cualidades, atribuyéndolas en parte, a la gravedad marciana, o al poder curativo de sus hierbas medicinales.
En el aspecto amoroso, es destacable la dedicación exclusiva y caballeresca, a su dama Dejah Thoris, descartando cualquier mención explícitamente sexual, o relación con otras mujeres, por muy atractivas y tentadoras que puedan resultar.
Aunque John Carter es el protagonista habitual de la serie, en algunos de los títulos, lo son sus hijos Carthoris y Tara, e incluso su nieta Llana.
“A Princess Of Mars” es uno de los pocos trabajos, para los cuales Burroughs, en su inexperiencia como escritor, cedió todos los derechos de serialización; motivo por el cual, esta obra se encuentra bajo dominio público.
Ambientada en un Marte moribundo, inspirado en las ideas popularizadas por el astrónomo Percival Lowell, a inicios del siglo XX, esta novela fue fuente de inspiración de muchos escritores de ciencia ficción; entre los que se incluyen: Robert Silverberg, William Gibson, Bruce Sterling, Arthur C. Clarke, Orson Scott Card, Frank Herbert, Philip K. Dick, Stanislaw Lem, Robert A. Heinlein, James Graham Ballard, Constance Elaine Trimmer Willis, Kurt Vonnegut, Isaac Asimov, Roger Zelazny, John Norman y Ray Bradbury; y despejó el camino hacia la exploración espacial, y la búsqueda de vida extraterrestre.
También, es necesario advertir, que hablamos de un libro de 1911, y que si no tenemos en cuenta esto, puede que a veces nos choque encontrarnos con situaciones, y actitudes machistas, e incluso racistas, que en su día eran normales.
Es algo que nos encontraremos no solo en la obra de Burroughs, sino también en la de otros autores como H.G. Wells, por nombrar otro clásico de la ciencia ficción, y que suele pasar, cuando nos acercamos a autores y obras de una época distinta a la nuestra, en la que el concepto de lo “correcto” es bien distinto al actual.
La saga de John Carter es puro entretenimiento sin más ambiciones, y con esa idea hay que acercarse a ella.
Son el equivalente escrito a los antiguos seriales radiofónicos, o televisivos del tipo de “Flash Gordon”, “El Zorro” o “The Lone Ranger”
Más que una construcción precipitada u olvido, creo que para Burroughs, lo realmente importante, es la acción y la aventura en entornos alienígenas exóticos, y también, una pequeña dosis de erotismo, todo sea dicho de paso.
Pasa muy por encima de las explicaciones científicas, porque para él, no aportan nada esencial a la historia, son solo un escenario, un “atrezzo”, parte del decorado.
En cuanto a la vida privada del escritor, diremos que se divorció en 1934 de su esposa, con quien tuvo varios hijos, para casarse al año siguiente, siendo la elegida Florence Dearholt, pero este 2º y último matrimonio, se disolvió en 1942.
Como curiosidad, una de sus hijas, contrajo matrimonio con el primer Tarzan cinematográfico, tiempos heroicos del cine mudo, mientras que su hijo John Coleman, fue uno de los ilustradores de sus novelas.
Edgar Rice Burroughs, fallece en su finca “Tarzana”, situada en el Valle de San Fernando, de un ataque al corazón, en 1950 a los 74 años de edad, después de haber escrito cerca de 70 novelas.
Como anécdota curiosa, cito que sus novelas de aventuras, ejercieron una gran influencia en Ernest Hemingway, e inclusive, el mismísimo Carl Sagan admite, haber sido un fiel lector de esa clase de literatura tan poco “científica”, a juzgar por los medios más esotéricos que otra cosa, que emplea John Carter para trasladarse a Marte.
En el cine, Robert Emerson “Bob” Clampett, animador, productor, director de cine, y titiritero estadounidense, conocido por su trabajo en la serie animada “Looney Tunes” de Warner Bros., quería producir una película animada de John Carter en la década de 1930, y habló con Burroughs sobre ello.
Si lo hubiera conseguido, habría sido el primer largometraje completo de Disney.
Desde entonces, hubo numerosos intentos de hacer una película sobre la serie.
De hecho, en los últimos 20 años, se contabilizan nada menos que 4.
El 27 de noviembre de 2009, la distribuidora The Asylum, distribuyo directamente para vídeo, la primera versión fílmica de “A Princess Of Mars”
Esta cinta escrita y dirigida por Mark Atkins, fue protagonizada por Antonio Sabato, Jr. en el papel de John Carter, y Traci Lords como Dejah Thoris.
Leer las aventuras de los personajes de Burroughs, ya sea John Carter, Tarzan o cualquier otro, es como ver a Burt Lancaster en “The Crimson Pirate” (1952), a Indiana Jones, o al Capitán Jack Sparrow.
La ambientación, o el momento histórico, están al servicio de la acción, la aventura, la emoción y, sobre todo, de los protagonistas, que siempre saldrán victoriosos y conquistarán a la chica.
Burroughs daba a sus lectores, justo lo que querían.
Si fueran obras actuales, las tacharíamos de comerciales.
La diferencia está, en que mientras los productos comerciales actuales, se limitan a repetir, una y otra vez fórmulas que saben que funcionan, Burroughs no tenía nada que imitar, era el pionero, el encargado de marcar el camino que luego otros seguirían, y ahí reside su genialidad, pese a los muchos defectos que encontremos en sus libros, y sus limitaciones como escritor.
Creo que Burroughs se adelantó muchísimo a su tiempo... sus historias están muy relacionadas con lo que vivimos y hacemos en el siglo XXI, y el cine le debe lo que es hoy conocido como Ciencia Ficción.
“You are on Barsoom, John Carter”
John Carter está dirigida por Andrew Stanton, y es un film de ciencia ficción del año 2012.
Protagonizada por Taylor Kitsch, Lynn Collins, Willem Dafoe, Bryan Cranston, Mark Strong, Thomas Haden Church, Samantha Morton, Ciarán Hinds, Dominic West, Polly Walker, James Purefoy, Jonathan Hyde, Daryl Sabara, entre otros.
El guión es de Stanton, Mark Andrews y Michael Chabon basados en “A Princess Of Mars”, la 1ª novela de Edgar Rice Burroughs, que sigue siendo uno de los héroes de ficción más populares de todos los tiempos.
Curiosamente, con el paso del tiempo, John Carter se ha convertido en un paradigma del héroe, en todos los ámbitos de la cultura popular, desde los libros, comics, la ilustración, la animación, la televisión y ahora el cine.
Está claro que este personaje, ha servido de inspiración a las mentes más creativas del siglo pasado.
Como dato, John Carter originalmente fue titulada “A Princess Of Mars”, pero fue rebautizada como “John Carter Of Mars” y en etapa de pre-producción finalmente se le llamo John Carter.
John Carter también, marca la 1ª vez, que Andrew Stanton trabaja en una película de acción en vivo, a raíz de su trabajo en las películas de animación de Pixar como “Finding Nemo” (2003) y “WALL•E” (2008)
Y es la 2ª vez, que Taylor Kitsch y Lynn Collins trabajan juntos, la primera fue en “X-Men Origins: Wolverine” (2009)
John Carter contó con uno de los mayores presupuestos de la historia de Disney, $250 millones.
Sin embargo, el fracaso en la taquilla estadounidense, ha hecho que la productora anuncie que esta última producción cinematográfica, tendrá unas pérdidas estructurales de unos 200 millones, convirtiéndola en uno de los peores fracasos comerciales en la historia del cine; y por tanto, canceló toda eventual secuela.
Lamentablemente, John Carter no pudo hacerse, hasta ahora, por lo que muchos otros productores de cine, bebieron de Burroughs y sacaron sus filmes, haciendo ver a John Carter, un film lleno de clichés pero no es su culpa.
Muchos han intentado crear los paisajes realistas, y las sofisticadas criaturas que Carter encuentra en sus aventuras.
Stanton cree, que era el momento perfecto para hacer John Carter, porque él, a diferencia de otros en el pasado, tenía a su disposición, la técnica de las imágenes generadas por ordenador.
Pero lo cierto es, que su experiencia en Pixar, y su increíble atención a los detalles, también han contado a la hora de hacer esta versión única.
Una película integrada dentro del grupo de cintas que vislumbran el 3D, como único subterfugio a su viabilidad, supone una apuesta tan digerible como manida, tan cuidada en las formas, como descuidada en su guión.
Una película que, si me permiten conjeturar, parece manufacturada con la mínima expresión de la convicción y pasión necesarias para la labor.
John Carter inicia con el mismísimo Edgar Rice Burroughs (Daryl Sabara) quien resulta ser, el único heredero de su difunto tío, John Carter (Taylor Kitsch)
A través de su diario, conocerá su historia.
Ambientada en el devastado planeta Marte, John Carter narra la historia de un veterano de guerra, ex militar capitán, quien inexplicablemente, es transportado hasta Marte donde, pese a su reticencia, se verá inmerso en un conflicto de proporciones épicas, con los habitantes del planeta, entre los que se encuentran Tars Tarkas (Willem Dafoe), y la cautivante Princesa Dejah Thoris (Lynn Collins)
En un mundo al borde del colapso, Carter redescubrirá su humanidad, al advertir que la supervivencia de Barsoom y su gente, está en sus manos.
John Carter es algo más de 2 horas de esparcimiento, orientadas prioritariamente, a la cosecha de lucrativos dígitos en taquilla, y condenadas al otrora temido descrédito del olvido, por culpa de su tardía puesta cinematográfica y su propagación argumental en otras películas.
En este caso, con un compendio de fórmulas, no ya experimentadas sino exprimidas, por múltiples obras precedentes; por lo que su historia, sus personajes, sus diatribas existenciales, y cruciales en su devenir, o su escenografía, nos rememoran experiencias cinematográficas ya vividas…
Por simple asociación intuitiva:
¿Parte John Carter con posibilidades de causar, de alguna manera, un revuelo parecido al despertado por la saga galáctica de Lucas, o la Pocahontas azul de Cameron, 2 nombres mencionados en la introducción no por casualidad?
Por poder podría:
¿Por qué no?
Comparten un modelo de producción similar, un espíritu aventurero afín, una apuesta de lo visual sobre lo argumental, y el ser un vistazo superficial a una serie de mundos con un sinfín de posibilidades.
¿Acaso era fácil antes de sus respectivos estrenos, vaticinar 2 éxitos tan rotundos, como los arriba mencionados... especialmente, si como películas las hay, que son abiertamente mejores?
Otra cosa es que lo vaya a conseguir, que sinceramente lo dudo, tanto por la audiencia como por el propio producto en sí, ambos corrompidos, de igual manera, que una cosa son las posibilidades con las que se parte de inicio, y otra muy distinta, el cómo llegan estas al final del recorrido... o como se nos venden, hoy por hoy, más relevante que incluso en ocasiones, la propia opinión que uno mismo pueda tener al respecto.
John Carter tiene unos efectos muy buenos, y acá es donde se gastaron todo el presupuesto:
Los diseños de los alienígenas, las naves, los lugares... todo está bellísimo.
Pero faltó lo más importante:
Una gran historia, que recordemos como original, la cual lo es... tal vez, mejor contada, y nos involucre en la aventura... con un buen remate, que golpee el alma y el corazón.
Pero qué difícil es, cuando se trata de traer lo original, cuando todo ya se ha visto.
Tal vez la diferencia recaería en la puesta en escena, los actores y la dirección, ya que la historia es la misma contada mil veces después.
Pero ojo:
¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?
En este particular caso, y sin que sirva de precedente, sí se intuye una más que nítida solución a la eterna diatriba.
Y es que los títulos citados con anterioridad, beben en su mayoría, y en lo fundamental, de la imaginación de Edgar Rice Burroughs, autor de la novela gráfica sustento de la criatura.
Lo meritorio, singular, y reseñable, es que Rice Burroughs comienza a perpetrar sus comics hace nada menos que 100 años.
Por tanto, no me queda otra que afirmar, que John Carter llega tarde.
Tarde, porque la historia hubiera merecido una película con anterioridad.
Y tarde, porque bastante de lo que John Carter contiene, como comentaba, ya se nos ha ofrecido fílmicamente.
Habría resultado raro:
James Cameron plagia a Burroughs, y quienes tienen que adaptar a Burroughs, tras haber adquirido legalmente los derechos de sus obras, acaban plagiando a Cameron…
De hecho, el director de “Avatar” (2009), ha reconocido que hay conexiones directas, entre su extraordinario espectáculo de ciencia ficción, y la vida y la época de John Carter.
Lo cual es una gran ironía, porque la historia “original”, la novela de Burroughs en la que está basada, es en la que se inspiran la mayoría de esas películas que hemos visto antes que esta, y que la hacen tan poco “original”
Se demoraron demasiado en llevarla a la pantalla, cierto, muchas otras se le adelantaron, usando ideas sacadas de John Carter, y cuando por fin lo hicieron, era todo un cliché…
Como dato, Ray Bradbury admiraba las románticas y atractivas historias de Burroughs, y fueron una fuente de inspiración para sus famosos relatos, “Las Crónicas Marcianas”, publicados en 1950, que utilizaban conceptos parecidos de un moribundo planeta Marte.
Robert A. Heinlein, también escribió ficción, inspirándose en la serie Barsoom de Burroughs.
Además, esta serie sirvió a muchos otros, para convertir Marte en un atractivo destino para la imaginación.
Pero además de ese primer intento de Clampett de hacer una película, los libros influenciaron obras tan famosas, como “Flash Gordon” de Buck Rogers, creada en los años 1930, y “Superman” en los 60.
Los libros de “John Carter” disfrutaron de otro periodo de popularidad en los años 70, ya que los veteranos de La Guerra de Vietnam, se identificaban con Carter, que en su tiempo en La Tierra, fue un veterano de La Guerra Civil norteamericana, y que también, lucha en la guerra cuando llega a Barsoom.
Durante este periodo, se creó la icónica trilogía de “Star Wars” a partir de 1977.
El mismo Lucas ha dicho, que le debe mucho a Burroughs, y en sus películas hay numerosos guiños a las novelas de Barsoom.
Entonces:
¿John Carter representa el final de la aventura?
En esta ocasión no se admiten más apuestas.
Después de influir tan profundamente en la cultura y la sociedad, es poco probable que asistamos al regreso de esta increíble historia.
La televisión, la literatura, el cine y el vídeo juegos, han cambiado para siempre, gracias al desconocido personaje de Edgar Rice Burroughs, quien en su tiempo, hablaba de la fuerza de la gravedad y su influencia en la fisiología humana; de la energía solar, de la replicación/clonación humana…
Francamente, un visionario.

“I'd like to pay my respects”



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