The Good Dinosaur
“You have to get through your fear to see the beauty on the other side”
“El viaje del héroe”, es la historia más antigua del mundo.
Su estructura básica, está entretejida de mitos, cuentos de hadas y leyendas, que nos relatan, cómo una persona se pone en marcha, para dar cumplimiento a la gran tarea.
Es la misma historia detrás de todas las historias conocidas, que se ha venido contando hasta el día de hoy, en diferentes idiomas y culturas.
No ha sido creada ni inventada por nadie, sino que es un mensaje de sabiduría, que procede directamente del alma.
Podríamos decir, que hemos traído este conocimiento con nosotros.
Es una historia ejemplar, una parábola del camino, que los seres humanos recorremos a lo largo de nuestra vida; y básicamente a raíz de una pérdida o una misión, el héroe debe llevar a cabo una tarea:
Se pone en marcha y, a lo largo del camino, se encuentra con adversarios y con ayudantes o aliados.
Logra hacerse con la fórmula mágica, y hace frente a su oponente, venciéndolo, aunque es frecuentemente marcado en ese proceso.
Una vez que consigue lo que busca, deshaciéndose de sus perseguidores o adversarios, toma el camino de regreso a casa; y como premio hay un final feliz, que lo cambia todo.
Las grandes tradiciones, las antiguas literaturas, las mitologías, y las religiones, han tratado el tema del viaje.
El viaje ha forjado héroes desde tiempos inmemoriales.
Estos viajes, han sido considerados como “viajes iniciáticos”, es decir que acarrean una transformación y un aprendizaje para quien los realiza.
La persona es iniciada en el uso de potenciales interiores que no sabía que tenía; y en consecuencia estudia, investiga, busca, vive intensamente lo nuevo y profundo.
Los héroes, son siempre viajeros, es decir, inquietos.
El viajar es una imagen de aspiración, del anhelo nunca saciado, que en parte alguna encuentra su objeto.
Señala luego, que ese objeto es el hallazgo de lo perdido; pero el verdadero viaje no es nunca una huida, ni un sometimiento, más bien es evolución.
¿Qué pasaría si los dinosaurios no hubieran desaparecido… y hubieran terminado conviviendo en La Tierra con nosotros los humanos?
“Little arms big attitude”
The Good Dinosaur es una película de animación del año 2015, dirigida por Peter Sohn.
Protagonizada por Frances McDormand, Raymond Ochoa, Jeffrey Wright, Steve Zahn, AJ Buckley, Anna Paquin, Sam Elliott, Marcus Scribner, Jack Bright, entre otros.
El guión es de Meg LeFauve, sobre una historia de Peter Sohn, Erik Benson, Meg LeFauve, Kelsey Mann, y Bob Peterson; creada por la productora Pixar Animation Studios, y distribuida por Walt Disney Pictures; siendo el 16° largometraje de Pixar; la 2ª de Pixar del año, tras “Inside Out”; y la 2ª que tampoco es una secuela.
The Good Dinosaur combina drama, western, acción, comedia, y aventura; pero sobre todo muestra el camino de la niñez a la adultez.
Sobre su inspiración, el director Bob Peterson dijo, que provenía de su infancia, cuando sus padres lo llevaron a La Feria Mundial de New York de 1964, en donde se asombró por un dinosaurio animatrónico creado por Walt Disney.
Y nos lleva a un universo en el que un asteroide nunca se estrelló contra La Tierra, y los dinosaurios nunca se extinguieron.
Sin embargo, Bob Peterson, fue despedido en verano de 2013, meses antes de que la película sufriera notables cambios de argumento, título, y estilo visual; y en su fecha de estreno, pues se retrasó más de un año.
Antes de decidirse por un reemplazo para Peterson, The Good Dinosaur estaba siendo supervisada por John Lasseter, Lee Unkrich, Mark Andrews, y el codirector Peter Sohn, siendo este último, el que se perfilaría como director.
“Se trata de un chico intentando encontrar al hombre en él”, contó Sohn, sobre su primer largometraje para Pixar, al que describió como “una aventura fascinante”, y “una historia emotiva sobre el autoconocimiento”
¿Qué hubiera pasado, si el asteroide que cambió para siempre la vida en La Tierra, hubiera esquivado el planeta, y los dinosaurios no se hubieran extinguido nunca?
Un viaje al mundo de los dinosaurios, donde un apatosaurus llamado Arlo (Raymond Ochoa), se hace amigo de un humano, al que llama “Spot” (Jack Bright)
Pero algo marca para siempre la vida de Arlo, que no sabe cómo ganarse ese lugar que le corresponde entre sus hermanos, mucho más fuertes y capaces que él.
El destino le tiene preparado otros planes, cuando un desafortunado accidente lo aleja del hogar, y se pierde en la inmensidad de un mundo bastante violento.
Mientras viaja por un paisaje desolado y misterioso, Arlo aprende a enfrentarse a sus temores, y descubre de lo que es capaz.
El mensaje de The Good Dinosaur es directo y literal, superar los miedos, para descubrir que eres más de lo que piensas, y así podrás dejar tu huella en el mundo; así como la importancia de ser fiel a sí mismo y a la familia.
“If you ain't scared, you ain't alive”
Cabe destacar, que la producción de The Good Dinosaur, ha sido bastante problemática.
Casi un 100% de los 1.200 trabajadores de Pixar, unas 55 personas, más o menos; fue despedido en 2013, a consecuencia de los retrasos experimentados en la producción del largometraje, originalmente previsto para 30 de mayo de 2014.
Un representante de la compañía, confirmó “una pequeña reducción de la plantilla”, fruto de una “reorganización de las prioridades en la producción, y en los apoyos” del mencionado film, cuyo aplazamiento costó el trabajo a su director original, Bob Peterson.
El proyecto quedó en manos del máximo responsable de Disney Animation Studios, John Lasseter, los directores Lee Unkrich, y Mark Andrews, quienes finalmente escogieron al codirector original del film, Peter Sohn; algo que ha levantado ampollas en Internet, cuyos usuarios prevén una nueva crisis interna y creativa, en la mayor factoría animada de los últimos años.
Según las palabras de Lasseter, a quien ya muchos ven como una versión dictatorial de Walt Disney, este aseguró que “algunos directores están tan centrados en una de sus locas ideas, que es necesario contratar a otro para finalizar un proyecto”
De esta manera Bob Peterson, quedaba fuera de la silla del director.
Por otro lado, muchos aseguran que esta fiebre por las secuelas, son señales de agotamiento en la compañía, que brilla por su falta de originalidad, y meras intenciones publicitarias, a la hora de vender muñecos, explotando una fuente que dio numerosos beneficios con el estreno de las películas originales.
“Bob fue el de la idea, de que se tratara de un chico y su perro, pero que el chico sea un dinosaurio, y el perro un humano.
Después, la historia se complicó, no sabían cómo terminarla, y me pidieron que me hiciera cargo.
Muchas de estas películas de Pixar, pasan por momentos difíciles, y eso es parte del proceso.
Cuando me hice cargo, decidí volver a la idea original de Bob, del chico y el perro”, contó Sohn.
En la primera parte, The Good Dinosaur muestra una familia de apatosaurus, que mantienen una vida de granja, donde cada miembro debe cumplir con su rol para mantener el sistema de sustento.
Arlo, un joven e inseguro dinosaurio, compara su desempeño con sus 2 hermanos:
Buck (Marcus Scribner) y Libby (Maleah Nipay-Padilla), en las tareas individuales, y se embarca involuntariamente en una aventura de superación.
Arlo es un muchacho débil, y no muy dado para las tareas que le son asignadas, pero más allá de sus notables faltas de aptitudes físicas, sus falencias residen principalmente en su cobardía al enfrentar todo lo que no le es conocido.
Henry (Jeffrey Wright), su padre, sería fundamental en intentar cambiar la mentalidad de su hijo, y es por ello que lo invita a enfrentar sus miedos, explorando aquellas cosas desconocidas junto a él, para demostrarle que el mundo es un lugar inmenso, y lleno de elementos tan escalofriantes, como maravillosos.
Con el correr del metraje, Arlo deberá descubrir por sí solo, que hay más en él de lo que cree.
Arlo emprende un viaje de autodescubrimiento, obligado por las circunstancias, junto a una criatura fascinante que decide llamar “Spot”, que se comporta como un animal, mientras que Arlo es el humanizado.
Durante la travesía de regresar a su hogar, supera sus mayores temores por los distintos obstáculos que se le presentan, y acompañado por la fiel criatura, enfrentan una serie de problemas de la naturaleza salvaje, donde tiene que sobrevivir el más fuerte, aprendiendo a combinar sus fortalezas para lograrlo.
La historia, es la clásica aventura de un personaje que tiene que superar sus limitaciones, para lograr una meta con la ayuda de un compañero, osado y valiente.
O sea, la historia de un niño y su mascota, pero en este caso, el niño es un dinosaurio, y la mascota, es un niño que se comporta como animal.
La meta es volver a casa, y el “camino amarillo”, es un río dibujado con un lujo de detalle exquisito.
Todo ello, bajo el marco de regresar con la familia, y al mismo tiempo, hacer un amigo entrañable con quien sortear obstáculos, y descubrir el bien y el mal en un mundo hermoso pero intimidante.
Spot y Arlo, lucharán contra serpientes y pterodáctilos, recorren valles y montañas, hacen amigos, descubren sus fortalezas, y superan sus debilidades, pero sobre todo, consolidan su amistad, mientras se complementan el uno al otro.
Que Spot, el niño humano, que se une a Arlo durante su viaje, no pueda hablar, también sirve para potenciar el carácter visual de la historia, ya que se acentúan las expresiones faciales de los personajes, y sus gestos.
La particularidad es que, en este caso, son los dinosaurios quienes tienen un mayor intelecto, y demuestran una evolución cultural superior a la de los humanos.
“El gran tema de Arlo, es el miedo.
No sé si se debe a que me crie siendo parte de una minoría, pero siempre estuvo este miedo que me hacía retraerme”, contó Sohn, que explicó que, sin embargo, formar parte de procesos creativos, lo obligó a exponerse.
“Creo que para The Good Dinosaur, me inspiré en todo el miedo que tuve de niño, incluso los miedos que tengo ahora como padre.
No puedes matar el miedo, pero puedes tratar de superarlo”, acotó.
Pixar sugiere una fórmula que no falla, la tradicional historia de Disney, con la infaltable lección que debe contener una película infantil, sobre cómo superar tus miedos, y desarrollar la confianza en ti mismo, además de la fidelidad y compañerismo ante cualquier circunstancia, con personajes que desarrollan suficiente grado de empatía, para hacerte llorar al mejor estilo de ellos.
Pero esta vez, la clave de la historia es la construcción de la naturaleza visualmente perfecta, de hecho, en algunos momentos pueden robar protagonismo, los detalles impecables de la animación del río, o el realismo de las nubes.
Visualmente, The Good Dinosaur muestra un contraste considerable entre los paisajes realistas, y personajes mucho más caricaturescos.
Para Peter Sohn:
“Cuando creamos The Good Dinosaur, siempre hablamos de no mostrar la típica película de un dinosaurio que trata de enseñarnos algo.
Quizás podíamos crear un antagonista, y la naturaleza se convirtió en eso.
Al principio, trabajamos con paisajes más estilizados, pero nunca aparentaron amenazadores, no parecía que los personajes pudieran ser afectados por ellos.
El contraste era, hacer de Arlo un niño, y dar un vuelco a la historia:
El perro amigo es el niño, el niño es el perro.
Si los personajes fueran realistas, no se sentirían extraños en ese mundo inhóspito.
Con suerte, el público verá que con Arlo creciendo como personaje, encaja mejor en el ambiente”
Y como acostumbra esta casa productora, realizan una completa investigación y experimentación.
El director, Peter Sohn, junto a su equipo creativo, viajaron al noreste de Estados Unidos, para no dejar escapar ningún detalle de la realidad, y poder representarla gráficamente.
Viendo The Good Dinosaur, la comparación con “Finding Nemo (2003)”, también de Pixar, es inevitable.
En ambas obras, los personajes realizan un viaje, a través de un ambiente natural vasto, lleno de posibilidades, y en su camino se encuentran con una gran variedad de personajes llamativos.
Es tanto así, que la aparición de un trío de tiranosaurios en The Good Dinosaur, creó una imagen demasiado similar a la de los tres tiburones que vemos en la aventura submarina.
Este tipo de semejanzas, pueden restarle fuerza a una obra artística, ya que la transforman en algo derivativo, que ya se ha visto antes, y en un estudio como Pixar, donde la creatividad es uno de sus pilares fundamentales, es un aspecto que se nota aún más.
Además, se arriesgan a tocar un tema delicado para el público infantil, como es la muerte del padre de Arlo.
Disney se atreve nuevamente, a presentar el tema de la pérdida de un ser querido, imposible olvidar la muerte de Mufasa en “The Lion King” (1994), y de cómo funciona orgánicamente el mundo salvaje.
Pero para eso, hay mejores películas de la misma Disney, que tocan el tema de una mejor manera, véase “Bambi” (1942)
Un detalle que debería ser reflexionado y que puedo llamar “controversial”, es escena en la que el dinosaurio y el niño comienzan a tener alucinaciones…
¿Estamos viendo a Arlo y Spot, drogados, y tras de eso, nos reímos?
Y los villanos nominales de baja calidad, personajes estándar, sin motivaciones, y verdaderamente aburridos.
Si The Good Dinosaur hubiese apostado por mantener una estructura de “road movie”, en la que la relación de Arlo y Spot se desarrollara entre ellos, y los distintos parajes, así como la enseñanza del dinosaurio a hacer de Spot, un buen animal, hubiese sido mucho mejor lograda, y hasta aleccionadora, pero parece que Pixar/Disney no le interesa dar clase ni de historia ni de moralina en cuanto al trato animal.
El toque emocional, lo encarna el pequeño Spot, un muchacho feral, que sería el motor del viaje de Arlo, tanto provocándolo, como forjando uno de los “bromances” más entrañables de los últimos años.
Las escenas más hermosas, son aquellas en que ambos forjan su amistad, en las que predomina la comunicación no verbal, pero donde la sintonía entre ambos es perfecta; y los creadores no huyeron de momentos poéticos, llenos de emoción, como cuando padre e hijo dinosaurio juegan con luciérnagas, o la secuencia de Arlo explicándole a Spot, la situación de su familia, en un diálogo bastante conmovedor, donde metafóricamente representa la unión del círculo familiar, tratándose de comunicar en un lenguaje de señas.
No obstante, tienen muchas imágenes para que los pequeños se asusten y tengan miedo, véase cuando los pterodáctilos se quieren comer a Spot…
El mensaje sobre la muerte y sufrimiento, no se espera de una película para niños...
¿Por qué hay que hacer llorar a los niños en las películas?
“Hay algunas lecciones de vida que uno tiene que pasar para madurar.
En mi vida, me afectó mucho perder a gente querida, y es muy difícil entender cómo seguir adelante”, ahondó el director.
Pero son es suficiente… empezando con la premisa que The Good Dinosaur no es para niños; pues condena la rebeldía, y la individualidad de Arlo; es como es, diferente, y aun así, no es aceptado, y tiene que encajar de alguna manera en las normas sociales…
¡Qué mierda!
Tanto así que insulta a los personajes, con estereotipos de anormalidad/discapacidad, véase al mismo Arlo, o a los personajes que habitan con el triceratop, y nos fuerza a entrar en lo políticamente correcto, para bien de una sociedad que no se lo merece.
Atención Padres, están haciendo MUY MAL su trabajo.
¿Cómo es posible que Henry obligue a Arlo a un viaje tan peligroso, que al final, el mismo Henry encontrará la muerte?
Hay demasiado machismo en The Good Dinosaur, y eso se nota en la escena cuando dejan las marcas, y cuando someten a Libby a las tareas del hogar.
Por otra parte, el dibujo es ilógico, demasiado bobalicón para el paisaje demasiado real.
En definitiva, el cine de Pixar/Disney, dejó de ser informativo y educativo, para convertirse en soso entretenimiento, muy probablemente se han quedado sin ideas; mostrando la misma historia de siempre, sólo que con algunos cambios que no llegan a salvar un desarrollo que, por desgracia, para muchos ya no compramos; con la excusa de “ser para niños”, aprovechan para montar cualquier historia sin contenido ni valor, pasándose por las patas a la misma ciencia, cuya única función es distraer un rato.
Sólo existe Disney, el “merchandising”, el adoctrinamiento metido con calzador de todo tipo de valores sensibleros y familiares de modelo único y perfecto…
¿Alguien dijo American Way Of Life?
Y así un largo etcétera... que básicamente sirve para vender juguetes y entradas para sus parques temáticos, con los que facturan lo que nadie sabe.
Siguiendo con la temática usual de Pixar:
¿Alguien ha encontrado a la omnipresente furgoneta del Pizza Planet?
Por último, destaca la banda sonora de los hermanos Jeff y Mychael Danna, resultando muy variada y adecuada a cada momento.
Las composiciones musicales, están a la misma altura, destacando su aire místico cuando aparecen algunos humanos en la lejanía, y los auténticos toques de western, en las secuencias que Arlo y Spot comparten con los T-Rex, estas secuencias son todo un homenaje a ese género tan estadounidense.
“The storm provides!”
Los dinosaurios vuelven a estar de moda, y no hablamos precisamente de los documentales.
El estreno mundial de “Jurassic World”, 20 años después de la famosa película con la que Steven Spielberg puso en nuestras vidas al velociraptor y compañía, está batiendo récords en taquilla, y poniendo una vez más a estos gigantes de la naturaleza, en la cresta de la ola.
Aunque los dinosaurios en el cine, no son algo que inventara “El Rey Midas de Hollywood” precisamente desde entonces, hemos ido aprendiendo muchas cosas sobre estos bichos que siguen presentes hoy día, y que sin embargo, poco tienen que ver con la realidad.
Empezando porque los dinosaurios existieron, y se extinguieron muchísimo tiempo antes del surgimiento de la especie humana.
Por ese motivo, su estudio no corresponde a la historia, que estudia las sociedades humanas; sino a la ciencia de la paleontología.
Los dinosaurios, abandonaron La Tierra hace 65 millones de años, después de una estancia de 150 millones; y la humanidad propiamente dicha, no tiene ni siquiera un millón.
Esto nos sirve, no sólo para hacernos una idea de lo insignificantes que somos en la historia de nuestro planeta, sino que la coexistencia de ambas especies, está separada además, por millones y millones de años.
Por detalle, es que el tyrannosaurus y el apatosaurus, no vivieron juntos…
Y es que el cine no ha creado la sensación, de que estos 2 célebres dinosaurios, compartieron tiempo y espacio, pero en realidad, nunca convivieron:
El apatosaurus vivió en la parte occidental de lo que hoy es América del Norte, hace 150 millones de años; 80 millones antes de que el tyrannosaurus llegara.
Otro detalle es que los dinosaurios no se extinguieron, sino que evolucionaron; por ejemplo, varias especies sobrevivieron a esa “Gran Extinción”, y dejaron una descendencia prolífica y generosa.
Algunos animales actuales, como el colibrí, o incluso el gorrión, son considerados dinosaurios.
El famoso archaeopteryx, es el antepasado de todos ellos.
Pero por otro lado, es poco probable que el meteorito por sí mismo, fuese el único causante de la extinción.
Hay pruebas también, de diversos cambios en La Tierra previos a su llegada, frío, y erupciones volcánicas, por ejemplo, que hacen suponer, que probablemente el meteorito llegó en un cúmulo de mala suerte para asestar “el golpe de gracia”
Si los dinosaurios no se hubieran extinto, eso no significa que estarían conviviendo con búfalos y humanos, porque la historia evolutiva del planeta, hubiera sido muy diferente, y no habría nichos libres para ser ocupado por los mamíferos, y propiciar la aparición de las especies “post extinción”; como por ejemplo, no deberían haber pájaros… como lo presenta The Good Dinosaur al mero principio… y probablemente los dinosaurios de gran tamaño hubiesen muerto igual.
Toda especie tiene su final, y a pesar de que, según postulan las últimas teorías, las distintas especies de dinosaurios, ya estaban viviendo bastante mal, debido a la falta de alimento, a los cambios climáticos, y al estrés ecológico, el impacto del meteorito, fue lo que finalmente termino con ellos, y las que sobrevivieron, poco más debieron de durar.
Así que, “por a o por b”, los mamíferos hubiesen seguido su camino evolutivo hasta hoy en día, tal cual los conocemos.
“I think we went far enough today.
Let's get you home”
“El viaje del héroe”, es la historia más antigua del mundo.
Su estructura básica, está entretejida de mitos, cuentos de hadas y leyendas, que nos relatan, cómo una persona se pone en marcha, para dar cumplimiento a la gran tarea.
Es la misma historia detrás de todas las historias conocidas, que se ha venido contando hasta el día de hoy, en diferentes idiomas y culturas.
No ha sido creada ni inventada por nadie, sino que es un mensaje de sabiduría, que procede directamente del alma.
Podríamos decir, que hemos traído este conocimiento con nosotros.
Es una historia ejemplar, una parábola del camino, que los seres humanos recorremos a lo largo de nuestra vida; y básicamente a raíz de una pérdida o una misión, el héroe debe llevar a cabo una tarea:
Se pone en marcha y, a lo largo del camino, se encuentra con adversarios y con ayudantes o aliados.
Logra hacerse con la fórmula mágica, y hace frente a su oponente, venciéndolo, aunque es frecuentemente marcado en ese proceso.
Una vez que consigue lo que busca, deshaciéndose de sus perseguidores o adversarios, toma el camino de regreso a casa; y como premio hay un final feliz, que lo cambia todo.
Las grandes tradiciones, las antiguas literaturas, las mitologías, y las religiones, han tratado el tema del viaje.
El viaje ha forjado héroes desde tiempos inmemoriales.
Estos viajes, han sido considerados como “viajes iniciáticos”, es decir que acarrean una transformación y un aprendizaje para quien los realiza.
La persona es iniciada en el uso de potenciales interiores que no sabía que tenía; y en consecuencia estudia, investiga, busca, vive intensamente lo nuevo y profundo.
Los héroes, son siempre viajeros, es decir, inquietos.
El viajar es una imagen de aspiración, del anhelo nunca saciado, que en parte alguna encuentra su objeto.
Señala luego, que ese objeto es el hallazgo de lo perdido; pero el verdadero viaje no es nunca una huida, ni un sometimiento, más bien es evolución.
¿Qué pasaría si los dinosaurios no hubieran desaparecido… y hubieran terminado conviviendo en La Tierra con nosotros los humanos?
“Little arms big attitude”
The Good Dinosaur es una película de animación del año 2015, dirigida por Peter Sohn.
Protagonizada por Frances McDormand, Raymond Ochoa, Jeffrey Wright, Steve Zahn, AJ Buckley, Anna Paquin, Sam Elliott, Marcus Scribner, Jack Bright, entre otros.
El guión es de Meg LeFauve, sobre una historia de Peter Sohn, Erik Benson, Meg LeFauve, Kelsey Mann, y Bob Peterson; creada por la productora Pixar Animation Studios, y distribuida por Walt Disney Pictures; siendo el 16° largometraje de Pixar; la 2ª de Pixar del año, tras “Inside Out”; y la 2ª que tampoco es una secuela.
The Good Dinosaur combina drama, western, acción, comedia, y aventura; pero sobre todo muestra el camino de la niñez a la adultez.
Sobre su inspiración, el director Bob Peterson dijo, que provenía de su infancia, cuando sus padres lo llevaron a La Feria Mundial de New York de 1964, en donde se asombró por un dinosaurio animatrónico creado por Walt Disney.
Y nos lleva a un universo en el que un asteroide nunca se estrelló contra La Tierra, y los dinosaurios nunca se extinguieron.
Sin embargo, Bob Peterson, fue despedido en verano de 2013, meses antes de que la película sufriera notables cambios de argumento, título, y estilo visual; y en su fecha de estreno, pues se retrasó más de un año.
Antes de decidirse por un reemplazo para Peterson, The Good Dinosaur estaba siendo supervisada por John Lasseter, Lee Unkrich, Mark Andrews, y el codirector Peter Sohn, siendo este último, el que se perfilaría como director.
“Se trata de un chico intentando encontrar al hombre en él”, contó Sohn, sobre su primer largometraje para Pixar, al que describió como “una aventura fascinante”, y “una historia emotiva sobre el autoconocimiento”
¿Qué hubiera pasado, si el asteroide que cambió para siempre la vida en La Tierra, hubiera esquivado el planeta, y los dinosaurios no se hubieran extinguido nunca?
Un viaje al mundo de los dinosaurios, donde un apatosaurus llamado Arlo (Raymond Ochoa), se hace amigo de un humano, al que llama “Spot” (Jack Bright)
Pero algo marca para siempre la vida de Arlo, que no sabe cómo ganarse ese lugar que le corresponde entre sus hermanos, mucho más fuertes y capaces que él.
El destino le tiene preparado otros planes, cuando un desafortunado accidente lo aleja del hogar, y se pierde en la inmensidad de un mundo bastante violento.
Mientras viaja por un paisaje desolado y misterioso, Arlo aprende a enfrentarse a sus temores, y descubre de lo que es capaz.
El mensaje de The Good Dinosaur es directo y literal, superar los miedos, para descubrir que eres más de lo que piensas, y así podrás dejar tu huella en el mundo; así como la importancia de ser fiel a sí mismo y a la familia.
“If you ain't scared, you ain't alive”
Cabe destacar, que la producción de The Good Dinosaur, ha sido bastante problemática.
Casi un 100% de los 1.200 trabajadores de Pixar, unas 55 personas, más o menos; fue despedido en 2013, a consecuencia de los retrasos experimentados en la producción del largometraje, originalmente previsto para 30 de mayo de 2014.
Un representante de la compañía, confirmó “una pequeña reducción de la plantilla”, fruto de una “reorganización de las prioridades en la producción, y en los apoyos” del mencionado film, cuyo aplazamiento costó el trabajo a su director original, Bob Peterson.
El proyecto quedó en manos del máximo responsable de Disney Animation Studios, John Lasseter, los directores Lee Unkrich, y Mark Andrews, quienes finalmente escogieron al codirector original del film, Peter Sohn; algo que ha levantado ampollas en Internet, cuyos usuarios prevén una nueva crisis interna y creativa, en la mayor factoría animada de los últimos años.
Según las palabras de Lasseter, a quien ya muchos ven como una versión dictatorial de Walt Disney, este aseguró que “algunos directores están tan centrados en una de sus locas ideas, que es necesario contratar a otro para finalizar un proyecto”
De esta manera Bob Peterson, quedaba fuera de la silla del director.
Por otro lado, muchos aseguran que esta fiebre por las secuelas, son señales de agotamiento en la compañía, que brilla por su falta de originalidad, y meras intenciones publicitarias, a la hora de vender muñecos, explotando una fuente que dio numerosos beneficios con el estreno de las películas originales.
“Bob fue el de la idea, de que se tratara de un chico y su perro, pero que el chico sea un dinosaurio, y el perro un humano.
Después, la historia se complicó, no sabían cómo terminarla, y me pidieron que me hiciera cargo.
Muchas de estas películas de Pixar, pasan por momentos difíciles, y eso es parte del proceso.
Cuando me hice cargo, decidí volver a la idea original de Bob, del chico y el perro”, contó Sohn.
En la primera parte, The Good Dinosaur muestra una familia de apatosaurus, que mantienen una vida de granja, donde cada miembro debe cumplir con su rol para mantener el sistema de sustento.
Arlo, un joven e inseguro dinosaurio, compara su desempeño con sus 2 hermanos:
Buck (Marcus Scribner) y Libby (Maleah Nipay-Padilla), en las tareas individuales, y se embarca involuntariamente en una aventura de superación.
Arlo es un muchacho débil, y no muy dado para las tareas que le son asignadas, pero más allá de sus notables faltas de aptitudes físicas, sus falencias residen principalmente en su cobardía al enfrentar todo lo que no le es conocido.
Henry (Jeffrey Wright), su padre, sería fundamental en intentar cambiar la mentalidad de su hijo, y es por ello que lo invita a enfrentar sus miedos, explorando aquellas cosas desconocidas junto a él, para demostrarle que el mundo es un lugar inmenso, y lleno de elementos tan escalofriantes, como maravillosos.
Con el correr del metraje, Arlo deberá descubrir por sí solo, que hay más en él de lo que cree.
Arlo emprende un viaje de autodescubrimiento, obligado por las circunstancias, junto a una criatura fascinante que decide llamar “Spot”, que se comporta como un animal, mientras que Arlo es el humanizado.
Durante la travesía de regresar a su hogar, supera sus mayores temores por los distintos obstáculos que se le presentan, y acompañado por la fiel criatura, enfrentan una serie de problemas de la naturaleza salvaje, donde tiene que sobrevivir el más fuerte, aprendiendo a combinar sus fortalezas para lograrlo.
La historia, es la clásica aventura de un personaje que tiene que superar sus limitaciones, para lograr una meta con la ayuda de un compañero, osado y valiente.
O sea, la historia de un niño y su mascota, pero en este caso, el niño es un dinosaurio, y la mascota, es un niño que se comporta como animal.
La meta es volver a casa, y el “camino amarillo”, es un río dibujado con un lujo de detalle exquisito.
Todo ello, bajo el marco de regresar con la familia, y al mismo tiempo, hacer un amigo entrañable con quien sortear obstáculos, y descubrir el bien y el mal en un mundo hermoso pero intimidante.
Spot y Arlo, lucharán contra serpientes y pterodáctilos, recorren valles y montañas, hacen amigos, descubren sus fortalezas, y superan sus debilidades, pero sobre todo, consolidan su amistad, mientras se complementan el uno al otro.
Que Spot, el niño humano, que se une a Arlo durante su viaje, no pueda hablar, también sirve para potenciar el carácter visual de la historia, ya que se acentúan las expresiones faciales de los personajes, y sus gestos.
La particularidad es que, en este caso, son los dinosaurios quienes tienen un mayor intelecto, y demuestran una evolución cultural superior a la de los humanos.
“El gran tema de Arlo, es el miedo.
No sé si se debe a que me crie siendo parte de una minoría, pero siempre estuvo este miedo que me hacía retraerme”, contó Sohn, que explicó que, sin embargo, formar parte de procesos creativos, lo obligó a exponerse.
“Creo que para The Good Dinosaur, me inspiré en todo el miedo que tuve de niño, incluso los miedos que tengo ahora como padre.
No puedes matar el miedo, pero puedes tratar de superarlo”, acotó.
Pixar sugiere una fórmula que no falla, la tradicional historia de Disney, con la infaltable lección que debe contener una película infantil, sobre cómo superar tus miedos, y desarrollar la confianza en ti mismo, además de la fidelidad y compañerismo ante cualquier circunstancia, con personajes que desarrollan suficiente grado de empatía, para hacerte llorar al mejor estilo de ellos.
Pero esta vez, la clave de la historia es la construcción de la naturaleza visualmente perfecta, de hecho, en algunos momentos pueden robar protagonismo, los detalles impecables de la animación del río, o el realismo de las nubes.
Visualmente, The Good Dinosaur muestra un contraste considerable entre los paisajes realistas, y personajes mucho más caricaturescos.
Para Peter Sohn:
“Cuando creamos The Good Dinosaur, siempre hablamos de no mostrar la típica película de un dinosaurio que trata de enseñarnos algo.
Quizás podíamos crear un antagonista, y la naturaleza se convirtió en eso.
Al principio, trabajamos con paisajes más estilizados, pero nunca aparentaron amenazadores, no parecía que los personajes pudieran ser afectados por ellos.
El contraste era, hacer de Arlo un niño, y dar un vuelco a la historia:
El perro amigo es el niño, el niño es el perro.
Si los personajes fueran realistas, no se sentirían extraños en ese mundo inhóspito.
Con suerte, el público verá que con Arlo creciendo como personaje, encaja mejor en el ambiente”
Y como acostumbra esta casa productora, realizan una completa investigación y experimentación.
El director, Peter Sohn, junto a su equipo creativo, viajaron al noreste de Estados Unidos, para no dejar escapar ningún detalle de la realidad, y poder representarla gráficamente.
Viendo The Good Dinosaur, la comparación con “Finding Nemo (2003)”, también de Pixar, es inevitable.
En ambas obras, los personajes realizan un viaje, a través de un ambiente natural vasto, lleno de posibilidades, y en su camino se encuentran con una gran variedad de personajes llamativos.
Es tanto así, que la aparición de un trío de tiranosaurios en The Good Dinosaur, creó una imagen demasiado similar a la de los tres tiburones que vemos en la aventura submarina.
Este tipo de semejanzas, pueden restarle fuerza a una obra artística, ya que la transforman en algo derivativo, que ya se ha visto antes, y en un estudio como Pixar, donde la creatividad es uno de sus pilares fundamentales, es un aspecto que se nota aún más.
Además, se arriesgan a tocar un tema delicado para el público infantil, como es la muerte del padre de Arlo.
Disney se atreve nuevamente, a presentar el tema de la pérdida de un ser querido, imposible olvidar la muerte de Mufasa en “The Lion King” (1994), y de cómo funciona orgánicamente el mundo salvaje.
Pero para eso, hay mejores películas de la misma Disney, que tocan el tema de una mejor manera, véase “Bambi” (1942)
Un detalle que debería ser reflexionado y que puedo llamar “controversial”, es escena en la que el dinosaurio y el niño comienzan a tener alucinaciones…
¿Estamos viendo a Arlo y Spot, drogados, y tras de eso, nos reímos?
Y los villanos nominales de baja calidad, personajes estándar, sin motivaciones, y verdaderamente aburridos.
Si The Good Dinosaur hubiese apostado por mantener una estructura de “road movie”, en la que la relación de Arlo y Spot se desarrollara entre ellos, y los distintos parajes, así como la enseñanza del dinosaurio a hacer de Spot, un buen animal, hubiese sido mucho mejor lograda, y hasta aleccionadora, pero parece que Pixar/Disney no le interesa dar clase ni de historia ni de moralina en cuanto al trato animal.
El toque emocional, lo encarna el pequeño Spot, un muchacho feral, que sería el motor del viaje de Arlo, tanto provocándolo, como forjando uno de los “bromances” más entrañables de los últimos años.
Las escenas más hermosas, son aquellas en que ambos forjan su amistad, en las que predomina la comunicación no verbal, pero donde la sintonía entre ambos es perfecta; y los creadores no huyeron de momentos poéticos, llenos de emoción, como cuando padre e hijo dinosaurio juegan con luciérnagas, o la secuencia de Arlo explicándole a Spot, la situación de su familia, en un diálogo bastante conmovedor, donde metafóricamente representa la unión del círculo familiar, tratándose de comunicar en un lenguaje de señas.
No obstante, tienen muchas imágenes para que los pequeños se asusten y tengan miedo, véase cuando los pterodáctilos se quieren comer a Spot…
El mensaje sobre la muerte y sufrimiento, no se espera de una película para niños...
¿Por qué hay que hacer llorar a los niños en las películas?
“Hay algunas lecciones de vida que uno tiene que pasar para madurar.
En mi vida, me afectó mucho perder a gente querida, y es muy difícil entender cómo seguir adelante”, ahondó el director.
Pero son es suficiente… empezando con la premisa que The Good Dinosaur no es para niños; pues condena la rebeldía, y la individualidad de Arlo; es como es, diferente, y aun así, no es aceptado, y tiene que encajar de alguna manera en las normas sociales…
¡Qué mierda!
Tanto así que insulta a los personajes, con estereotipos de anormalidad/discapacidad, véase al mismo Arlo, o a los personajes que habitan con el triceratop, y nos fuerza a entrar en lo políticamente correcto, para bien de una sociedad que no se lo merece.
Atención Padres, están haciendo MUY MAL su trabajo.
¿Cómo es posible que Henry obligue a Arlo a un viaje tan peligroso, que al final, el mismo Henry encontrará la muerte?
Hay demasiado machismo en The Good Dinosaur, y eso se nota en la escena cuando dejan las marcas, y cuando someten a Libby a las tareas del hogar.
Por otra parte, el dibujo es ilógico, demasiado bobalicón para el paisaje demasiado real.
En definitiva, el cine de Pixar/Disney, dejó de ser informativo y educativo, para convertirse en soso entretenimiento, muy probablemente se han quedado sin ideas; mostrando la misma historia de siempre, sólo que con algunos cambios que no llegan a salvar un desarrollo que, por desgracia, para muchos ya no compramos; con la excusa de “ser para niños”, aprovechan para montar cualquier historia sin contenido ni valor, pasándose por las patas a la misma ciencia, cuya única función es distraer un rato.
Sólo existe Disney, el “merchandising”, el adoctrinamiento metido con calzador de todo tipo de valores sensibleros y familiares de modelo único y perfecto…
¿Alguien dijo American Way Of Life?
Y así un largo etcétera... que básicamente sirve para vender juguetes y entradas para sus parques temáticos, con los que facturan lo que nadie sabe.
Siguiendo con la temática usual de Pixar:
¿Alguien ha encontrado a la omnipresente furgoneta del Pizza Planet?
Por último, destaca la banda sonora de los hermanos Jeff y Mychael Danna, resultando muy variada y adecuada a cada momento.
Las composiciones musicales, están a la misma altura, destacando su aire místico cuando aparecen algunos humanos en la lejanía, y los auténticos toques de western, en las secuencias que Arlo y Spot comparten con los T-Rex, estas secuencias son todo un homenaje a ese género tan estadounidense.
“The storm provides!”
Los dinosaurios vuelven a estar de moda, y no hablamos precisamente de los documentales.
El estreno mundial de “Jurassic World”, 20 años después de la famosa película con la que Steven Spielberg puso en nuestras vidas al velociraptor y compañía, está batiendo récords en taquilla, y poniendo una vez más a estos gigantes de la naturaleza, en la cresta de la ola.
Aunque los dinosaurios en el cine, no son algo que inventara “El Rey Midas de Hollywood” precisamente desde entonces, hemos ido aprendiendo muchas cosas sobre estos bichos que siguen presentes hoy día, y que sin embargo, poco tienen que ver con la realidad.
Empezando porque los dinosaurios existieron, y se extinguieron muchísimo tiempo antes del surgimiento de la especie humana.
Por ese motivo, su estudio no corresponde a la historia, que estudia las sociedades humanas; sino a la ciencia de la paleontología.
Los dinosaurios, abandonaron La Tierra hace 65 millones de años, después de una estancia de 150 millones; y la humanidad propiamente dicha, no tiene ni siquiera un millón.
Esto nos sirve, no sólo para hacernos una idea de lo insignificantes que somos en la historia de nuestro planeta, sino que la coexistencia de ambas especies, está separada además, por millones y millones de años.
Por detalle, es que el tyrannosaurus y el apatosaurus, no vivieron juntos…
Y es que el cine no ha creado la sensación, de que estos 2 célebres dinosaurios, compartieron tiempo y espacio, pero en realidad, nunca convivieron:
El apatosaurus vivió en la parte occidental de lo que hoy es América del Norte, hace 150 millones de años; 80 millones antes de que el tyrannosaurus llegara.
Otro detalle es que los dinosaurios no se extinguieron, sino que evolucionaron; por ejemplo, varias especies sobrevivieron a esa “Gran Extinción”, y dejaron una descendencia prolífica y generosa.
Algunos animales actuales, como el colibrí, o incluso el gorrión, son considerados dinosaurios.
El famoso archaeopteryx, es el antepasado de todos ellos.
Pero por otro lado, es poco probable que el meteorito por sí mismo, fuese el único causante de la extinción.
Hay pruebas también, de diversos cambios en La Tierra previos a su llegada, frío, y erupciones volcánicas, por ejemplo, que hacen suponer, que probablemente el meteorito llegó en un cúmulo de mala suerte para asestar “el golpe de gracia”
Si los dinosaurios no se hubieran extinto, eso no significa que estarían conviviendo con búfalos y humanos, porque la historia evolutiva del planeta, hubiera sido muy diferente, y no habría nichos libres para ser ocupado por los mamíferos, y propiciar la aparición de las especies “post extinción”; como por ejemplo, no deberían haber pájaros… como lo presenta The Good Dinosaur al mero principio… y probablemente los dinosaurios de gran tamaño hubiesen muerto igual.
Toda especie tiene su final, y a pesar de que, según postulan las últimas teorías, las distintas especies de dinosaurios, ya estaban viviendo bastante mal, debido a la falta de alimento, a los cambios climáticos, y al estrés ecológico, el impacto del meteorito, fue lo que finalmente termino con ellos, y las que sobrevivieron, poco más debieron de durar.
Así que, “por a o por b”, los mamíferos hubiesen seguido su camino evolutivo hasta hoy en día, tal cual los conocemos.
“I think we went far enough today.
Let's get you home”
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