The Road to El Dorado

“They came for the gold... they stayed for the adventure”

“El Dorado” era un lugar mítico en América...
Se suponía que tenía grandes reservas de oro, y los conquistadores españoles lo buscaron con gran empeño, atraídos por la idea de un lugar con calles pavimentadas de oro, en donde el preciado metal era algo tan común, que se despreciaba.
Muchos de ellos murieron en el intento por descubrir la ciudad, ya que las largas expediciones, transcurrían por la selva, y a la dureza del terreno, había que unir la falta de provisiones.
El mito empezó en el año 1530, en Los Andes de lo que hoy es Colombia, donde el conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada, encontró por primera vez a Los Muiscas, una nación en lo que actualmente se conoce como El Altiplano Cundiboyacense.
La historia de los rituales Muiscas, fue llevada a Toloponte, por los hombres de Sebastián de Belalcázar Pachupin; mezclada con otros rumores, y se formó allí La Leyenda de El dorado, El Hombre Dorado, El Indio Dorado, El Rey Dorado...
Imaginado como un lugar, “El Dorado” llegó a ser un reino, un imperio, la ciudad de este rey legendario.
En busca de este reino legendario, Francisco de Orellana y Gonzalo Pizarro, partieron de Quito, en 1541 hacia El Amazonas, en una de las más fatídicas y famosas expediciones para encontrar “El Dorado”
Hay otra leyenda acerca de “El Dorado”, que cuenta que en las épocas de Tahuantinsuyo, cuando los incas se enteraron que Atahualpa había muerto, decidieron esconder todo el oro de la ciudad…
La leyenda no dice exactamente, dónde se escondió el oro, pero muchas personas piensan, que el oro se escondió en el fondo del lago Titicaca, del cual nunca se podrá sacar...
“Look!
El Dorado!
The city of gold!
This could be our destiny!
Our fate!”
The Road to El Dorado es una película animada del año 2000, dirigida por Eric Bergeron y Don Paul.
Protagonizada por Kevin Kline, Kenneth Branagh, Armand Assante, Jim Cummings, Edward James Olmos, Tobin Bell, Rosie Perez, Elton John, entre otros.
El guión es de Ted Elliott y Terry Rossio, y está lleno de aventura, acción, romance, y amistad
Esta historia comienza con una leyenda, en que 2 dioses construyeron El Paraíso, y ahí surge la ciudad de “El Dorado”, que duro 1000 años hasta hoy.
Luego estamos en la España de 1519; año en que Hernán Cortés (Jim Cummings) iba a desembarcar a conquistar “El Nuevo Mundo”, El Continente Americano.
Tulio (Kevin Kline) y Miguel (Kenneth Branagh), son 2 estafadores españoles, que ganaban partidas de apostar dinero con unos dados arreglados, y siempre ganaban con un 7; en una de esas estafas, ganan el mapa que los dirige a la legendaria ciudad de “El Dorado”
Aunque los 2 estafadores corrieron hacia el mismísimo barco de Hernán Cortes, al ser enviados al calabozo, Tulio tuvo un plan para salir, el cual consistía en tomar provisiones, y remar de vuelta a España, pero cuando salieron, el caballo Altivo (Frank Welker) salto del barco por una manzana que cayó al mar…
Aunque no llegaron a España, Miguel descubrió que llegaron a la ubicación exacta de la legendaria ciudad.
La búsqueda de una ciudad que esconde un incalculable tesoro, es el motivo superficial e interesado que moviliza a estos 2 jóvenes, pero poco a poco deberán ir sorteando obstáculos para sobrevivir al odio más vil, y demostrar que su amistad puede subsistir, a pesar de las tentaciones tan fuertes, como el poder y la opulencia.
“The horse is a surprise...”
The Road to El Dorado, es la típica “película Disney” de los 90s, pero no es Disney…
Es una conseguida animación de DreamWorks, con un colorido mejorado, y una pareja protagonista con bastante química, que hace que se siga con más interés de lo normal, pese a que la trama de aventuras sobre la que gira todo, no es nada del otro mundo, ni lo pretende.
Es cine familiar que cumple el propósito de divertir a todos.
Los protagonistas, son 2 simpáticos bribones, Tulio y Miguel; quienes tras apropiarse de un mapa, encuentran la ruta hacia “El Dorado”, cuyo diseño mezcla a las civilizaciones Maya y Azteca.
Tulio, es un joven español, de cabellera oscura, con un gran carisma para hacer apuestas, y tratar de ganar el mayor oro posible, es por ello que es codicioso, le gusta razonar las cosas, antes de hacerlas, por eso siempre anda planeando todo.
Muestra una gran amistad por su amigo Miguel, y juntos hacen “dramas”, de que se pelean para salir zafados de las estafas que hacen.
Miguel; es un joven español de cabellera rubia, cuenta con un enorme espíritu aventurero, le gusta viajar, y conocer lugares, y siempre trata de ayudar a los demás:
Toca la guitarra, y muestra una inseparable amistad y lealtad a su compadre Tulio.
Otro de los personajes, ya en “El Dorado”, es el simpático cacique gordinflón, Tannabok (Edward James Olmos); el codicioso sacerdote Tzekel-Kan (Armand Assante); y la atractiva nativa Chel (Rosie Perez); que harán que nuestros bien recibidos “compadres”, duden en seguir sus planes originales:
¡Enriquecerse!
Por su parte, Tzekel-Kan, es el antagonista, el sacerdote de “El Dorado”
Es codicioso, trata de ganarse la admiración de “los supuestos dioses”, haciendo sacrificios humanos; sin embargo, Tulio y Miguel lo rechazan; y Tzekel-Kan descubre la farsa, por lo que hace un revuelo en la ciudad para purificarla, y trata de revelarles la identidad de los falsos dioses.
Al final, es derrotado por los amigos, y después encuentra a Cortés, creyéndole “el verdadero Dios” pero éste lo aprisiona por mentiroso, y por no llevarlo a donde se situaba “El Dorado”
Tannabok, es considerado “El Jefe” de “El Dorado”, al igual que Tzekel-Kan, trata de ganarse la admiración de “los supuestos dioses” con ofrendas de oro y comida, es amable con las personas del pueblo, y por ello, lo admiran.
Y Chel, es una atractiva nativa, originaria de “El Dorado”, se le considera traidora por su pueblo, por tratar de huir con una pieza valiosa de uno de los templos.
Ella ayuda en la farsa que planean Miguel y Tulio, con el propósito de que le toque una parte del tesoro.
Chel es ambiciosa, mentirosa, y un tanto pícara, con algo de “femme fatale”, pero con Tulio tiene una relación amorosa.
Finalmente, en la aventura surgen peligros, como los conquistadores y la magia negra de Tzekel-Kan; que pondrán a prueba lo que ahora sienten hacia este hospitalario pueblo precolombino.
Qué preferirán nuestros jóvenes héroes:
¿La fama y la fortuna; o el amor y la amistad?
El mensaje de amistad y la búsqueda de la aventura, son clarísimos; por lo que The Road to El Dorado funciona, básicamente, porque parte de la premisa de la aventura, con unas escenas de acción bien coreografiadas, y que ofrecen algo nuevo.
Sobre la marcha, hay unos diálogos bien construidos, con gran cantidad de escenas cómicas, pero también se preocupa de dibujar la psicología y motivaciones de los personajes, lo suficiente para que resulten creíbles, “dentro de lo increíble”, y sobre todo humanos y cercanos, porque es tal la química que existe entre Tulio y Miguel, que casi parecen actores de carne y hueso.
Por si fuera poco, The Road to El Dorado, también se preocupa de reflexionar sobre lo humano y lo divino, sobre la religión, el poder, el amor, la vida, y la muerte.
Grandes temas con un tono ligero, para ser apta para menores, pero con la profundidad y sencillez necesaria, para resultar mínimamente interesantes, y lograr un equilibrio.
Pero se le ha criticado, que The Road to El Dorado no puede ser calificado como “para toda la familia”:
Evidentemente, hay escenas como el desnudo casual de nuestros 2 héroes, o el evidente “sex-appeal” de Chel; sobre todo por una velada escena sexual “comprometedora” de Chel con Tulio.
Por otra parte, uno de los aspectos que ha de respetar cualquier película con cierto contenido histórico, es el de la verosimilitud.
Si esto se incumple, la imperfección es un hecho.
¡Y The Road to El Dorado es inverosímil!
Mezcla elementos de las culturas Azteca, Maya, e Inca, e incluso representa a Hernán Cortés, conquistador de México…
Descontextualiza completamente el origen de “La Leyenda de El Dorado”, la cual tiene sus orígenes en la actual Colombia; e incurre en graves errores históricos.
Aunque aparece Hernán Cortés, quienes realmente buscaron “El Dorado” fueron Francisco de Orellana, y Gonzalo Pizarro.
The Road to El Dorado se sitúa en 1519, pero en realidad, el mito empieza en el año 1530.
No se da explicación alguna, de porqué los nativos hablan el mismo idioma que los conquistadores, desde el primer momento en que se encuentran…
Imagino que ese detalle es obligatorio para evitar el subtitulaje en los niños, pero vamos, The Road to El Dorado pretende ser “histórica”
Y es que el cine se ha hecho también para ilustrar, no se le puede permitir a la industria que la produce, mostrar al mundo datos falsos, que podría tratarse pues, de lo poco o nada que se interesan por las culturas de las que se inspiran.
Por lo que deberían investigar más, para ponerse a crear; y en The Road to El Dorado, ni si quiera tuvieron la decencia de documentarse bien por la cultura, y pasarse la historia por el arco del triunfo, habla muy mal de ellos, de querer llevar a cabo un proyecto “con esfuerzo”
The Road to El Dorado es una película para niños, lo sé, sin embargo, los creadores deberían tener presente, respetar esos datos culturales e históricos, para conocimiento de los más pequeños de manera instructiva y divertida.
Además, según se cuenta, el oro no tenía valor para los indígenas, pero vemos que una mujer robando...
Ese detalle, deja muy mal paradas a las mujeres, como género, pues al ser Chel la única protagonista femenina, se la presenta muy mal.
Como dato, la personificación de Miguel es un misterio, aunque el rostro es como la de Dios, pero el color cambia; dicho de otro modo, es un Cristo, y varios pasajes lo confirman, sobretodo  en la interacción con otros personajes.
Si bien se eliminan las escenas de batallas y sangre, solo se avistan de lejos los evidentes estragos causados por Cortés y sus ejércitos; no se deja de denunciar el horror que fue realmente la conquista del Nuevo Mundo.
Pese a su actitud paternalista hacia los indios, Tulio y Miguel, son la imagen de cómo debió de haberse realizado el encuentro de 2 mundos.
Y por último, se rompe el esquema de que los héroes, aunque renuncien a un tesoro por salvar vidas, al final nunca pierdan el tesoro... si bien el caballo Altivo termina proporcionando un “premio de consolación”, aunque el mismo no lo quiera.
Ahora bien:
¿Condiciona todas estas circunstancias, la calidad de The Road to El Dorado?
Primeramente, se trata de una cinta de aventuras, dirigida por hasta 5 realizadores diferentes.
Si a veces ya es difícil decir, donde empieza y acaba la tarea de un director en una película de dibujos, con The Road to El Dorado, aún debe ser más difícil delimitar lo que hizo cada uno de ellos.
Sin duda, algún problema de producción debió haber, cuando Jeffrey Katzenberg ejerció de 5° director, y sin acreditar…
La cuestión es que, económica y prestigiosamente, The Road to El Dorado fue un fracaso, y de los grandes.
Dicen por ahí, que el presupuesto fue de $95 millones; y que solo recaudó $76 millones.
Pero no por haberse quedado corta en los números, deja de ser una entretenida película, repleta de punta a punta, de “gags” y chistes que son puro remate.
Hay mucho de ese hermoso tipo de humor que se hace solo con los gestos, y verla hoy en día, también implica un poco de nostalgia para con esos primeros pasos del “render”
Con las primeras pinceladas de la animación 3D, que allá por el nuevo milenio empezaba a terminar de desterrar al “dibujo animado”, The Road to El Dorado falla en varios aspectos, y que quizás no aporta nada nuevo al mundo de DreamWorks, que tan solo un año después se metería de lleno en el mundo del 3D, borrando los dibujos, y estrenando “Shrek” (2001)
Quizás, The Road to El Dorado fue un buen primer paso, ya que juega con varios planos en movimiento, y efectos que luego se vieron bien desarrollados por muchos, sin dejar de lado algunos pasajes que hacen acordar a “la fábrica del ratón”
Además de fondo, queda la sensación de que lo que seguramente hubiera sido más interesante:
La búsqueda del tesoro, y la ciudad perdida, a través de la selva, enfrentándose a innumerables peligros, y a los conquistadores españoles.
Todo ello ha sido resumido en una canción de 3 minutos, para dar paso a la trama de Miguel y Tulio como “dioses”, que resulta amable y encantadora, pero no da para más de 15 minutos; y se nota.
A The Road to El Dorado, le acaba pesando esa falta de indefinición, o error de foco, como se quiera ver.
Por otro lado, el villano tiene poca fuerza, y poco carisma; y Hernán Cortés, aparece muy poco…
Quizás, los mejores personajes más allá del trío principal, sean los animales que los acompañan:
El caballo Altivo y el armadillo, que tienen puntos buenos, pero tampoco tienen el encanto de tantos y tantos animales de la competencia:
Disney/Pixar.
En definitiva, The Road to El Dorado es ágil, a ratos divertida y espectacular, y ante todo, entretenida, pero uno no acaba de salir satisfecho tras el visionado.
Es, lo mismo de siempre, pero con otros escenarios.
¿Por qué será que nunca la pasan por Cable/Televisión?
Por último, Hans Zimmer y John Powell, componen la partitura; y el cantante Elton John, además de interpretar algunas de las canciones, también pone la voz al narrador de la historia.
“My regret, besides dying is... our greatest adventure is over before it began, and no one will even remember us”
Más allá del atropello histórico y algunos puntos censurables, son variadas las enseñanzas reflejadas en valores, que nos puede dejar The Road to El Dorado, como son:
La amistad:
Una de las más grandes satisfacciones que tiene el ser humano, es la seguridad de contar con grandes amigos.
Con el paso del tiempo, la amistad se fortalece sin darnos cuenta, la convivencia ha traído aficiones, gustos e intereses en común, compartiendo preocupaciones, alegrías, triunfos, y la seguridad de contar con un apoyo incondicional.
La lealtad:
No hay riqueza más valiosa, que un buen amigo seguro.
Ser leal, supone ser persona de palabra, que responda con fidelidad a los compromisos que la amistad lleva consigo; los amigos nobles, no critican, ni murmuran, ni traicionan una confidencia personal, y siempre se encuentra veracidad en sus palabras.
Son verdaderos amigos, quienes defienden los intereses y el buen nombre de sus amigos.
Ser leal, también es hablar claro y ser franco; la lealtad también se demuestra al corregir a un amigo que se equivoca.
La verdad:
Si el concepto que tenemos de las cosas en la mente es adecuado, refleja una comprobación real, entonces atendemos a la verdad.
Es una importante congruencia entre nosotros y el mundo que nos rodea, tanto objetos, como personas y acciones.
Atender a la verdad, requiere un espíritu crítico, que se aleja de las apariencias y simulaciones para llegar a la esencia de algo.
La libertad:
Cuando tenemos varias opciones, y de entre todas escogemos una, varias o ninguna, hacemos uso de la libertad.
Las personas, existimos y somos alguien, sólo en la medida en que nos realizamos cada día con nuestros pensamientos y deseos, en las decisiones que tomamos, en las acciones que emprendemos.
La libertad es la responsabilidad máxima de nuestras elecciones, porque cuando elegimos algo que nos afecta de manera individual, también elegimos, cómo será el mundo, y la forma que tendrá.
La confianza:
Es la fe que tenemos en las personas, la creencia de que podemos fiarnos de ellas en su dedicación hacia nosotros.
Podemos requerirlas en un problema grave o una trivialidad, lo fundamental es la certeza de que no nos fallarán cuando se requiere su aliento.
En realidad, la confianza es un pacto, un convenio acordado sin palabras o promesas, sólo con acciones vividas, cuando convivimos con las personas.
La perseverancia:
Es un valor que depende por entero de nuestra voluntad.
Nadie puede lograr nada, si no se hace a la idea de que las cosas cuestan tiempo, dedicación, y esmero.
Perseverar, es someterse a las pruebas necesarias, y no rendirse cuando todavía podemos continuar.
La constancia y firmeza al emprender los propósitos, nos acerca constantemente a una vida llena de experiencias, donde las sensaciones interiores, manifiestan un deseo de hacer bien las cosas para satisfacer, corregir o ampliar nuestras necesidades.
La solidaridad:
Es un vínculo que enlaza a las personas, y representa todo lo que son y pueden lograr juntas.
Mediante la convivencia y las relaciones cotidianas, compartimos intereses, sentimientos, propósitos, nos comprendemos en una forma amplia.
Necesitamos encontrar la voluntad de comprender a otras personas, y distinguir cuando requieren apoyo y dedicación de nuestra parte, o bien, cuando lo que necesitan es alejarse un poco del mundo, para reflexionar consigo mismos.
Así como en The Road to El Dorado, la famosa y legendaria ciudad, es también una metáfora sobre los límites de las pasiones, un reflejo del espíritu de cada uno, un catalizador de lo mejor y lo peor que hay en los seres humanos, pero sobre todo, terminará siendo una prueba de supervivencia, y de amistad, porque no es oro todo lo que reluce.

“Somewhere out of the blue in a crowded street or a deserted square, I'll turn and I'll see you as if we always knew that someday we could start again someday soon”



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