Before I Go To Sleep

“Who Do You Trust?”

Decía el jurista, político, filósofo, escritor y orador romano, Marco Tulio Cicerón:
“Recuerdo lo que no quisiera, y no puedo olvidar lo que quisiera”
Todos tenemos algunos inconvenientes en recordar cosas, pero no siempre a tal punto en que olvidamos toda nuestra vida, o los eventos ocurridos en los últimos años.
Sin embargo, desde “el punto de vista de Hollywood”, este es un tema más que interesante, y la amnesia se explora en muchísimas películas, por diversos motivos, de casi cualquier género cinematográfico, sobre todo y muy naturalmente, el suspense.
El tema de la amnesia, ha sido tratado en el cine desde diversos puntos de vista.
La pérdida de memoria a causa de enfermedades o por accidentes de diverso tipo, resulta llamativa para el espectador.
Mitos, estereotipos y prejuicios, rodean a la psicopatología en el cine en general, y a la amnesia en particular.
Las amnesias cronológicamente se clasifican en retrógradas y anterógradas:
La retrógrada es un tipo de amnesia caracterizada por la incapacidad de recordar los eventos ocurridos, antes de la lesión cerebral o deterioro cerebral que causó la amnesia.
Esta es una amnesia del tipo declarativa, específicamente memoria episódica, ya que no se pueden recuperar recuerdos de eventos o hechos de la vida propia.
Se ha logrado recuperar la memoria satisfactoriamente, recordando lugares y personas, o siguiendo una rutina que antes se llevaba.
La anterógrada, es un tipo de amnesia, o pérdida de memoria, donde los nuevos acontecimientos no se guardan en la memoria a largo plazo, es decir, la persona afectada, no es capaz de recordar algo si deja de prestarle atención unos segundos, pero no necesariamente la memoria a corto plazo.
Así las cosas, cabe preguntarse:
¿Cómo imaginas tu vida, si todos los días que te levantaras, no recordaras nada de los últimos momentos, y cada día te tienen que decir, quiénes son tus familiares y lo que te rodea?
“When you wake up in the morning, Pooh, what's the first thing you say to yourself?”
Before I Go To Sleep es una película de suspense, del año 2014, escrita y dirigida por Rowan Joffé.
Protagonizada por Nicole Kidman, Mark Strong, Colin Firth, Anne-Marie Duff, Dean-Charles Chapman, Jing Lusi, Adam Levy, Llewella Gideon, Charlie Gardner, Rosie MacPherson, entre otros.
Y es una adaptación de la primera novela de Steve “S.J.” Watson:
“Before I Go To Sleep”, un “thriller” y exitoso “best seller” del año 2011, que fue vendido en más de 42 países distintos, el cual se caracteriza por su fácil lectura y, a su vez, un enrevesado argumento.
Una novela que el autor escribió a ratos, mientras trabajaba como audiólogo en el servicio nacional de salud británico.
Fue el cineasta Ridley Scott, el que compró los derechos del libro, y contrató a Rowan Joffé, hijo del cineasta Roland Joffé, como guionista y director de la película.
Joffé, claramente se toma algunas licencias para realizar la adaptación respecto al libro, las que responden directamente a la utilización de un lenguaje cinematográfico, capaz de contar de mejor manera la historia.
El rodaje tuvo lugar en Londres y en Twickenham Studios.
La acción sigue a Christine Lucas (Nicole Kidman), una escritora de 47 años que, por causa de un accidente sufrido a los 25, es incapaz de recordar el pasado, y de retener los recuerdos después de ese accidente.
Cada día, al despertarse, ella cree que está soltera, y que aún tiene que tomar grandes decisiones, pero como todos los días, descubre que vive con su marido, Ben Lucas/Mike (Colin Firth), y que las grandes decisiones de su vida ya están tomadas.
Ben y El Dr. Nasch (Mark Strong), son aparentemente, los únicos en conocer su problema, y los principales “aliados” de Christine para sobrellevar su situación, la que comienza a dar un vuelco a medida que la verdad va saliendo a la luz.
¿Qué fue lo que realmente le ocurrió?
¿Quién está tratando de ayudarla o de perjudicarla; y por qué?
“Who are you?”
Before I Go To Sleep es un “thriller” psicológico que combina el suspenso y el drama.
Todo lo que nos presenta, lo vamos descubriendo junto a la protagonista, ya que observamos desde su perspectiva, casi todos los hechos.
Es una película donde vemos la enfermedad que tiene Christine, y es la amnesia, una tan profunda, que cada día se levanta con una memoria borrada, que cree que tiene 20 años, y que los últimos años no los recuerda.
Ahí está su marido, que es el que cada día la pone al corriente de todo, un marido que ni ella se acuerda de él... y mediante una retrospectiva en forma de racconto, nos traslada 2 semanas atrás, cuando la protagonista comenzaba a recolectar las piezas con ayuda de su doctor.
A partir de ahí, la trama se abre camino en un laberinto, donde nadie parece ser quien es, y las mentiras comienzan a ser la única manera de que Christine no descubra su pasado.
Iremos percibiendo a un personaje silencioso, enmascarado, autor de una invención monstruosa.
Esa violencia que mantiene Rowan Joffé durante todo el metraje hacia Christine, no sólo de su esposo, sino también del entorno que la rodea, es digna de resaltar.
Más allá de la atracción magnética por donde gravita toda nuestra atención del estrellato hollywoodense hacia el personaje de Nicole Kidman, se esconde otro protagonismo de piernas firmes sobre la tierra, con un objetivo serio, dada su situación de amante:
Ben crea las circunstancias beneficiándose del olvido; al contrario, ella anhela reconstruir su pasado, y darle un por qué a su vida, por tal motivo, llegará este olvido como un estorbo.
Con todo, el mayor obstáculo de Christine, lo encontrará en su propia casa, espacio manufacturado para la creación de un mundo particular y mágico, motivado por el deseo de los amantes…
Si bien Before I Go To Sleep es una película en la que ya sabes que tarde o temprano tiene que pasar algo, tenemos que descubrir la verdad, y después de varios intentos del director en creernos la verdad, no es hasta los minutos finales cuando lo descubrimos.
Aquí puede ser que alguien ya lo haya descubierto, pero la intriga te la mantiene hasta el final, hasta que sabemos la verdad.
Uno de los mayores aciertos, es la red de desconfianza que se teje entre los 3 personajes principales, a saber:
Christine, su marido, y el neuropsicólogo que la trata.
Resulta atrayente, dejarse atrapar y llevar por la historia, e ir descubriendo todo lo que pasó, al mismo tiempo que Christine lo hace en pantalla.
En ese sentido, Before I Go To Sleep, no propone nada más allá de este juego de intriga y desconfianza.
¿Disfrutable?
Sí, pero con sus limitaciones:
Lamentablemente, la resolución de la trama deja unos agujeros de lógica, y una cierta inclinación hacia lo inverosímil en las ataduras; sin embargo logra mantenerte expectante, que dicho sea de paso, tiene la duración justa y precisa, no hay escenas demasiado alargadas, y en todo momento, algo de relevancia para la trama, se revela.
Un dato a recalcar, es que en la novela, lo que usaba Christine para recordar era un diario, y no una cámara.
Evidentemente, la opción de la cámara era más cinematográfica, y el diario hubiese generado la necesidad de añadir una voz “en off” a cada rato, lo que sería demasiado pesado, lo que convierte a este cambio en todo un acierto.
Lamentablemente en el reparto, Nicole Kidman una vez más nos entrega una interpretación carente de pasión, y por momentos, exacerbadamente teatral.
Y se puede decir que repite el mismo personaje que ya le conocimos en cintas como “The Others” (2001) y “Birth” (2004), dejando claro que el miedo y la angustia no son sus mejores representaciones, a diferencia de trabajos inmensos, como lo realizado en dramas consumados como “The Hours” (2002) o “Dogville” (2003), por citar algunos.
Mark Strong, que resulta ser el mejor y único no perdido en la definición de su papel, es de peso, y siempre realiza un esmerado trabajo de percepción notable y calidad garantizada.
Y finalmente, respeto, admiración y devoción por un Colin Firth que se luce espléndidamente, con demostrada valía, en cada película y fotograma, sea el género que sea; y aquí como el villano más evidente.
No obstante, Before I Go To Sleep deja sin explicar ciertas cosas, o flanquea en algunas partes de su guión:
¿Las fotos que están en el baño, se supone que son del Ben original (Adam Levy), o del falso?
En el caso de ser de Ben, no tendría sentido que no se diese cuenta de que son distintos; y en el caso de ser el falso:
¿Cómo ha logrado todas esas fotos con Christine, si realmente no es el marido?
¿Photoshop?
Está el Ben falso, es decir, Mike, aliado con el doctor…
Si lo está:
¿Por qué?
Y la amiga, Claire (Anne-Marie Duff), que entra y sale, y no se le vuelve a ver…
¿Qué relación tiene con Mike?
No se sabe que pasó con ella al final…
Si bien, Ben y su hijo Adam (Dean-Charles Chapman), dejan a Christine en una residencia… en 4 años les da igual lo que le pase…
¿Ni una sola visita, ni saber sobre su paradero?
Digo esto, porque si hubiesen decidido ir a verla, lo que es lógico, se percatarían de que se la han llevado...
Me parece muy poco creíble que tenga una enfermedad tan grave, y simplemente hablando con Claire “la amiga”, se vaya recuperando un poco, y que viendo a su hijo, se consiga curar del todo…
No es creíble, que un tercero/Mike la pueda “secuestrar” tan fácilmente, y que un marido, supuestamente doliente, no se entere.
¿Cómo rayos logró saber el doctor el paradero de Christine?
¿Por qué ella no huye del lugar, y busca la policía?
También parece mentira, que ningún otro familiar o amigo le avisara o contactara con ella en todo ese tiempo, que tampoco sabemos cuánto fue…
Mike y Christine, van a un hotel al lado del aeropuerto a tener relaciones en secreto, es ahí donde Mike agrede a Christine, y le causa la amnesia.
Luego, a la mañana siguiente, encuentran a Christine tirada en medio de unos camiones, y no saben quién ha sido el agresor…
¿No hay registros en el hotel, o una cámara de vigilancia?
Se supone que los hechos ocurrieron en pleno siglo XXI.
Lo que me dije a lo largo del metraje fue, que si sabes que cuando te duermes no recuerdas nada, yo intentaría no dormir para saber más cosas, y enterarme de más, antes de que se me borre del todo la memoria otra vez…
¿Por qué la memoria se va por el sueño, y no estando despierta?
Me hubiera gustado que los hechos, los porqués, se hubieran revelado, pero todo queda en el aire.
“You have problems remembering things”
Lejos quedaron los “thrillers” psicológicos de los 90s, donde te contaban los porqués, en el que artesanos de primera fila como Wolfgang Petersen, Barbet Schroeder, Curtis Hanson, John Schlesinger o Kenneth Branagh, cumplían solventemente a la hora de ponernos los pelos de punta, con esos populares dramas de suspense que solían contar la historia de una familia normal, en cuyas vidas entra un extraño que les hace la vida imposible antes de acabar trágicamente muerto de grotesca manera.
El público de aquellos lejanos 90s, aplaudían los giros de guión, más o menos inverosímiles, y los efectistas sustos protagonizados por cotizados actores de la época.
Y lo hacía porque aquellas películas funcionaban como un reloj, pues demostraban conocer al dedillo las enseñanzas del “Maestro del Suspense”:
Sir Alfred Hitchcock.
En el fondo, el cine no es muy fiel a la realidad, y aunque nos pueda servir para conocer un poco sobre el trastorno de la amnesia, los neurólogos explican que las personas pueden no ser ni siquiera conscientes de lo que les sucede, porque no pueden generar nuevos aprendizajes o recuerdos.
El error en el cine, suele darse al plantear en sus personajes amnesias orgánicas, es decir, causadas por problemas físicos, pero dotarlos de síntomas que sólo son propios de las amnesias disociativas o psicológicas.
Las amnesias orgánicas, casi nunca conllevan una pérdida de la identidad, así que los pacientes siguen sabiendo cómo se llaman, quiénes son, y dónde viven.
En la amnesia disociativa, esto puede ocurrir en raras ocasiones…
También, es un error mostrar una amnesia orgánica, sin presentar un síntoma común a todas ellas:
La amnesia anterógrada; la cual consiste en la incapacidad para aprender y fijar cosas nuevas, para retener recuerdos que se acaban de producir, que se están produciendo en ese momento, como lo que le ocurre a Dory, en “Finding Nemo” (2003); o a Guy Pearce en “Memento” (2000)
Lo que muestra siempre el cine, es la memoria retrógrada, la que se refiere a hechos del pasado, que también se produce en los casos de golpes y lesiones físicas del cerebro, por tanto, en este aspecto reflejan bien el trastorno, pero olvidan que necesariamente debería ir asociada a la amnesia anterógrada.
En casos de amnesias retrógradas, ya sean orgánicas o disociativas, la memoria semántica, y la de procedimientos no se pierden.
Se olvidan recuerdos autobiográficos, pero nunca las habilidades que sabemos desempeñar mecánicamente.
Así que un paciente con amnesia, siempre sabrá hablar…
Las aptitudes y los conocimientos se almacenan de forma diferente que los recuerdos, por eso no se pierden.
Esto queda muy bien ejemplificado en “Long Kiss Goodnight” (1996), pues el momento en que la protagonista, Geena Davis, sospecha que es otra persona, es cuando descubre que puede manejar el cuchillo con una maestría, que sorprende a propios y extraños…
En la amnesia orgánica retrógrada, como hemos señalado, se olvidan recuerdos autobiográficos, que pueden remontarse pocos o muchos años, pero es muy raro que se pierdan todos los recuerdos biográficos, incluidos los de la niñez.
Se suele olvidar hasta un momento X, por ejemplo, hasta los 20 años…
La cantidad de recuerdos olvidados, dependerá de la gravedad del traumatismo, pero repetimos, nunca llegará a ser tan grave, como para olvidar quiénes somos, a pesar de lo que muestran muchos films.
En la disociativa, sí que podrían llegar a perderse todos los recuerdos, y con ellos, la identidad.
Tras un traumatismo, se puede producir una amnesia postraumática, que llega a curarse al cabo de un tiempo, o un síndrome amnésico, que es crónico.
En este último caso, la amnesia anterógrada, es el síntoma principal.
Pero ya sabes, lo que importa en el cine o en la literatura es la verosimilitud, no la verdad.

“I'm scared”



Comentarios

Entradas populares