Bølgen

“Det har vært 58 år siden Tafjorden ulykken...”
(Han pasado 58 años desde la tragedia en Tafjorden...)

El Reino de Noruega tiene numerosos fiordos, valles de origen glaciar que son un icono del país; impresionantes formaciones naturales esculpidas durante cientos de miles de años por los glaciares, y que ofrecen al visitante, un espectacular paisaje lleno de montañas, lagos, ríos, arboledas y cascadas que crean uno de los paisajes más sobrecogedores del mundo.
Son especialmente conocidos, los fiordos de:
Flåm, Ålesund, Stavanger, Hellesylt, Geiranger, Vik, Trondheim, Romsdal y Oslo.
Se pueden explorar los fiordos noruegos, a bordo de alguno de los cruceros que transportan cada año a miles de pasajeros de todo el mundo, que llegan hasta allí, para admirar la belleza de estos monumentos naturales.
Pero no todo es oropel, Noruega ha sufrido a lo largo de su historia, numerosos y graves desastres naturales, en particular, corrimientos de tierras e inundaciones, han ocasionado los siniestros más relevantes.
Y es que los desastres naturales, han sido siempre parte de la historia noruega.
En los lechos de los fiordos del centro occidental de Noruega, se encuentran inmensos depósitos, prueba de enormes deslizamientos de tierra y caída de rocas hace miles de años, que deben haber provocado una destrucción gigantesca.
Los eventos de 1905 en Loen, y 1936 en Loen; fueron grandes derrumbes de roca que cayeron directamente en lagos y fiordos, provocando enormes y destructivas olas gigantes, los llamados tsunamis.
Un total de 175 personas perdieron la vida, cuando los tsunamis provocados por las caídas de rocas, tocaron tierra.
Pueblos enteros quedaron abandonados.
En especial el fiordo de Tafjorden, es un fiordo interior de Noruega, localizado en el fiordo de Norddals/Stor, en la costa occidental de la península escandinava; y es también el nombre de la pequeña localidad en la cabecera del fiordo que le da nombre, que en 2012 contaba con 103 residentes.
En 1934, ocurrió uno de los mayores desastres que se recuerdan en Noruega, concretamente en esa comunidad, después de que en el estrecho fiordo, se derrumbó una montaña, lo que ocasionó una ola gigantesca de más de 40 metros que arrasó con todo a su paso, dando lugar a 47 muertes; siendo todavía, a día de hoy, y está considerado, uno de los mayores desastres naturales de la historia del país.
El evento comenzó a las 3am, por lo que los habitantes solo podían escuchar el rugir de las aguas, el golpe de las piedras, y las casas caer, siendo arrastradas por la furia del tsunami.
La luz del día fue la que reveló la real magnitud de la tragedia ante los ojos impávidos de los sobrevivientes.
Sin embargo, hoy no poca gente cree que solo es cuestión de tiempo para que un fenómeno similar se repita.
Desde entonces, en todo el país se crearon estructuras y mecanismos para prevenir y para avisar a los ciudadanos, cuando se crea que puede volver a pasar, un suceso que se repetirá, y cuando se repita, el derrumbe de la montaña puede ocasionar una ola de más de 80 metros, que supondrá no solo la destrucción de todo lo que la rodea, sino numerosas muertes más que la primera vez.
“Det var bare et spørsmål om tid”
(Era sólo cuestión de tiempo)
Bølgen es un drama noruego, del año 2015, dirigido por Roar Uthaug.
Protagonizado por Kristoffer Joner, Ane Dahl Torp, Jonas Hoff Oftebro, Eili Harboe, Herman Bernhoft, Edith Haagenrud-Sande, Fridtjov Såheim, Arthur Berning, Laila Goody, Eili Harboe, Lado Hadzic, Mette Agnete Horn, Silje Breivik, Tyra Holmen, Tom Larsen, entre otros.
El guión es de John Kåre Raake y Harald Rosenløw-Eeg.
Noruega, es un área propensa desprendimiento de rocas, y Bølgen o “La Ola”, se basa en el hecho real que sucedió en el pueblo de Tafjorden, el 7 de abril de 1934, cuando un desprendimiento causó un tsunami que destruyó la ciudad, y acabó con la vida de 47 personas.
Antes de eso, en 1905, un incidente similar provocó un tsunami, matando a 60 personas; y 31 años más tarde, en otro suceso, 74 perdieron la vida.
Por su parte, los geólogos están convencidos de que un evento similar podría volver a ocurrir.
Aunque el director noruego, Roar Uthaug considera que ya era hora de que Noruega produjese una película de desastres “real”, también ha tenido muy en cuenta sus predicciones:
“Eso implica, tratar el tema con más respeto que si hubiese sido pura ficción.
Martin Sundland, productor de la compañía, fue quien un día me habló de Åkerneset, una montaña al oeste de Noruega, compuesta en parte por una gran masa inestable, que tarde o temprano se derrumbará, cayendo al fiordo de Geiranger, y provocando un maremoto.
Esta amenaza existe, igual que en esta región, bien conocida por los turistas, existe realmente un centro de vigilancia y alerta.
A Martin se le ocurrió en seguida, hacer una película sobre este peligro potencial”, dijo el director.
¿Bølgen es una advertencia, o una llamada al pánico?
Lo que sí se sabe, es que Bølgen es la primera película de desastres de Noruega, y de los países escandinavos; y ha sido la 3ª película noruega con mejor estreno de la historia, y la más vista en 2015.
Es la gran sensación del año en Noruega; tanto el público como la crítica, se han rendido ante una de las nuevas muestras del ascenso del cine noruego.
Una propuesta de alto presupuesto, 50 millones de coronas, que supone un nuevo guiño al cine comercial por parte de la industria nórdica; algo que le ha valido ser elegida como representante del país en los Premios Oscar, en la categoría de Mejor Película de Habla No Inglesa; que sin embargo, no llegó a la nominación.
Rodada en Noruega y Rumanía; pero ubicada en la montaña Åkerneset, en el fiordo noruego de Geiranger, la historia se desarrolla en un mismo día, en el que un violento tsunami de más de 80 metros, apastará todo a su paso.
Kristian (Kristoffer Joner) es un geólogo que ha dedicado su vida a los estudios de las posibles avalanchas que podrían causar mega tsunamis en el fiordo de Geiranger, de una altura tan enorme, que arrasaría con todo el pueblo en segundos.
Obviamente, Kristian comienza a detectar señales de un posible desastre, pero terminan ignorándolo para no alarmar a la población, y bueno, todos sabemos que debieron haberlo escuchado…
¿Podrán escapar a tiempo de las frías garras de la naturaleza?
Entre las posibles víctimas, Kristian que se ve atrapado en medio de este desastre natural, y que iniciará una carrera contra el tiempo, para salvar su vida y la de los suyos:
Idun (Ane Dahl Torp) su esposa, su hijo Sondre (Jonas Hoff Oftebro), y su hija Julia (Edith Haagenrud-Sande)
En resumen, Bølgen es una cinta que merece la pena verse, ya que vemos gente normal, en un ambiente normal, viviendo una situación anormal.
Pero aparte de esto, se sustenta en catástrofes de esta índole en el país, lo que le da un plus de realidad; un interesante metraje sobre una de las amenazas que la naturaleza tiene patentes en el mundo:
Las montañas que convierten a los fiordos en lo que son, y sus derrumbes, que pueden formar gigantescas olas que engullen todo a su paso.
“Forlate alt og kjøre”
(¡Deja todo y corre!)
Bølgen, es una catástrofe de origen noruego, que nada tiene que envidiarle a producciones de Hollywood; y aunque no tiene ese tipo de presupuesto, se ve que su director se las ingenia para repartir bien el dinero en donde debe estar; tan solo $6 millones, demuestra que no hace falta un elevado presupuesto para realizar una buena película.
Perteneciente a la ola de películas de catástrofes, o también conocidas como “disaster films”, Bølgen está protagonizada por Kristoffer Joner, uno de los actores más reconocidos del cine noruego, y hombre ideal para ponerse a la cabeza del reparto.
La repetición de una tragedia ocurrida en el pasado, es la temática de Bølgen, y comienza muy bien, mostrando los documentos reales de aquella tragedia; además tiene todos los condimentos de un “thriller” catástrofe, con belleza, ritmo, intriga, tensión y efectos; y por donde la mires, tiene una belleza increíble; llena de fiordos con aguas hermosas y montañas llenas de vegetación, lugares donde felizmente viviría por toda la eternidad…
Los condimentos están todos presentes:
Un experto en sus últimos días de trabajo, en un pueblito hermoso, en medio de bellas montañas; una familia modelo, pero con algunos problemas maritales de por medio; colegas que no atienden a razón, cuando los signos de una catástrofe son más que inminentes; y por supuesto, el plato principal:
La catástrofe, esta vez en forma de una ola gigante que arrasa con todos y todo.
No hay nada novedoso en Bølgen, ni tampoco nada más cercano a la realidad que en algún momento pueda llegar a suceder.
Los efectos especiales no serán los mejores, pero son lo suficientemente buenos para que todo sea muy creíble, en realidad, todo lo que pasa, podría suceder en algún momento.
El manejo de la tensión es muy interesante, más aun, sabiendo del lado de la platea lo que sucede, y lo que va a suceder, pues con el título y el poster promocional, no hay nada que esconder...
El terror está a la vuelta de la esquina, pero es imposible sacar los ojos de la pantalla, teniendo paisajes tan espectaculares como los presentes, y sabiendo que esa paz y armonía no van a durar mucho tiempo más.
El director, se toma su tiempo para posicionar todos los elementos en diferentes zonas, para maximizar las problemáticas a superar, y cuando ya la situación no se puede estirar más, libera la acción que promete el título.
Y esa promesa, se cumple con creces, en escenas que capturan la desesperación de salvarse a toda costa, a merced de una pared inmensa de agua que fagocita todo a su paso.
La ola es muy efectiva, con una calidad digital que deja boquiabierto por la majestuosidad del evento, y lo aterradoramente real que resulta.
Parte de que se sienta en carne viva, lo que sucede es que hubo un gran trabajo de parte de los guionistas, John Kåre Raake y Harald Rosenløw-Eeg, para que los personajes se vean y actúen como seres humanos, generando empatía con su angustiante situación.
Aunque los personajes son los mismos:
El “héroe” que solo él ve lo que está pasando; su familia con el adolescente conflictivo, la esposa valiente y decidida, e hija obediente…
Ah, y aquel encargado que no quiere alertar a la población, por no perjudicar al turismo…
También, deben existir los problemas conyugales entre los miembros de dicho matrimonio, sino no quedaría bien el asunto.
En síntesis, están todos, un paterfamilias en el rol de héroe improvisado, y una población poco preparada para un desastre anunciado; pero el hecho que sea una producción noruega, le da un aire distinto.
Lejos de acabar cuando la ola ha pasado, que dura lo justo, y muestra lo necesario sin necesidad de recrearse en el morbo, Bølgen se convierte en un “survival” donde el padre se empeña en reunir a su familia a cualquier precio; y por el camino, no le vemos hacer de héroe rescatando a media comunidad; simplemente vemos con impotencia, a través de sus ojos, las devastadoras consecuencias de lo que acaba de ocurrir.
Los actores, como la mayoría de las veces son desconocidos, pero actúan con naturalidad, algo que se agradece.
Ninguno ha estado en el ejército, o es un súper científico, sino personas normales con un ambiente familiar, y muy acogedor.
Quizás, el espectador europeo sienta cercanía por lo que se muestra aquí, ya que los escenarios son un laboratorio sismográfico normal, con gente normal, con la casa familiar, el ambiente cotidiano del pueblo, y el hotel…
Lo que no quiere decir, que no haya momentos de aventura, donde el protagonista busque a su familia durante el desastre, o algunos personajes tengan que elegir entre vivir ellos, o los otros.  
Cuenta el director:
“Aunque ya conocía a la mayor parte de los integrantes del equipo; Kristoffer Joner y Ane Dahl Torp, que son muy famosos en Noruega, han rodado juntos muchas veces, y forman una pareja creíble.
Por eso, me decanté por ellos muy rápidamente.
Ellos interpretan al geólogo Kristian y a su mujer Idun, atrapados en el epicentro de una verdadera carrera a contrarreloj.
En cambio, fueron necesarias muchas audiciones para encontrar a Julia y Sondre, los hijos de esta pareja.
No quería dar prioridad a lo espectacular en detrimento de lo humano.
Por ejemplo, los colegas de Kristian en el centro de vigilancia, personajes en apariencia secundarios, tienen para mí una importancia real:
Son personas normales y humildes que quería mostrar en toda su sencillez.
Quiero añadir, que la población local nos ha ayudado mucho en el rodaje:
Durante 3 tardes seguidas, 85 figurantes corrieron incansablemente por Ørneveien, una carretera que bordea el fiordo de Geiranger, antes de ascender hacia las cumbres.
El entusiasmo con el que participaron, me emocionó de verdad”
Como dato de producción, ninguno de los actores necesitó a dobles para rodar las escenas de acción, y eso ponía muy nervioso al director.
Y para una escena culminante, en el que Joner trata de rescatar a su familia de un hotel inundado, se entrenó con instructores de buceo libre, para ser capaz de aguantar la respiración bajo el agua durante 3 minutos.
Del reparto, Kristoffer Joner es un excelente protagonista, creíble en todo momento; al que lo sigue una convincente Ane Dahl Torp, como su esposa Idun, de mente fría y pensamiento rápido frente a la crisis; y su hijo adolescente Sondre, encarnado por Jonas Hoff Oftebro, el cual es el encargado de generar el comportamiento puberto en la audiencia.
Por otra parte, la recreación de la zona siniestrada, o alguna escena adicional de plató, están muy bien conseguidas; en especial, lo que queda de Geiranger tras el desastre.
Pero una vez que pasa el gran evento catastrófico, las secuelas para estirar la acción hasta el final, se sienten a medio camino entre lo orgánico de la situación y el capricho de continuar un poco más.
Y no es la culpa del elenco, que resulta muy convincente en todo tipo de situación, sino la mano del guión, que los lleva a lugares aún más comunes del género.
Probablemente, lo único que genera dudas es el final:
Un desenlace que me pareció una oportunidad perdida para alejarse de los clichés, además que hay algunas escenas que me las tendrían que explicar para entenderlas.
¿Por qué es de noche, cuando ha pasado la ola?
¿No estaba “amaneciendo” en pleno verano, cuando no se pone el sol del todo?
Esa parte no la entiendo…
Tampoco que aguanten tanto bajo el agua…
El destino de los 2 turistas que se quedan para ayudar en el hotel, podían haberlo gestionado de otra manera, fue algo cruel; y qué decir de la esposa del vecino, pobre mujer…
Por otra parte, la mujer encargada de activar tocar la alarma… no hay razón para que se vea dubitativa.
Y el geólogo que estaba en la grieta cuando pasa todo, con la pierna destrozada...
¿Cómo puede volver a subir?
La llegada de la ola, sobre todo el momento en el que impacta en el hotel:
¿Cómo pueden correr las mujeres, y pasar tanto tiempo hasta que logran llegar al sótano?
Y para empeorarlo, el agua es solo una pequeña correntada.
Por último, me parece exagerado lo que se tarda en resucitar el padre...
En definitiva, evidentemente, los noruegos encontraron un tema en su propia geografía, y lo tomaron para hacer una película completamente hollywoodense, de principio a fin.
¿Lo lograron?
Si uno no espera nada nuevo, sí.
No es especialmente entretenida, pero tiene algo de suspenso.
Ni entusiasma, ni decepciona, pero si impresiona por el toque más humano y menos artificial.
La banda sonora tiene tanta fuerza como ese tsunami, y que te mete de lleno en la situación.
Como dato, cuenta el director:
“Durante el montaje, Magnus Beite y yo, grabamos una maqueta musical; luego, él compuso la música por ordenador, tras lo cual, se puso manos a la obra con la ayuda del ingeniero de sonido, Christian Shaanning; y por último, la banda sonora se grabó en un estudio con La Orquesta Sinfónica de Stavanger”
“Noe merkelig skjedde med grunnvann i dag”
(Hoy sucedió algo extraño con el agua subterránea)
Bølgen, plantea una idea de la que se viene hablando en Noruega desde hace tiempo.
Parece ser que en la actualidad, se encuentran registradas hasta 300 montañas, muchas de ellas situadas en fiordos noruegos, que debido al movimiento de placas, corren el riesgo de derrumbe por el propio deslizamiento de las rocas que las conforman.
Por lo que acá se establece la hipotética situación, aunque potencialmente real del derrumbe de la totalidad, o gran parte de la montaña Åkerneset en el fiordo, provocando una ola de 85 metros que arrasa la pequeña localidad de Geiranger, situada a la orilla del propio fiordo.
Las localizaciones que aparecen en Bølgen, son completamente reales, así como las mediciones diarias del desplazamiento de roca que esta, y otras montañas experimentan.
Por tanto, hay una auténtica preocupación por el asunto.
No obstante, El Sistema Noruego de Compensación de Riesgos Naturales, no solo contempla cubrir las pérdidas por catástrofes naturales, sino también realizar investigaciones y estudios para prevenir y reducir riesgos en el futuro, como por ejemplo El Cambio Climático.
El Sistema de Compensación, está bien consolidado; y en los últimos tiempos, experimenta un proceso de cambio para afrontar los retos de futuro, y al mismo tiempo, agilizar y hacer más efectivos los procedimientos administrativos.
Por otra parte, y según “El Índice de Adaptación Global de Notre Dame” (ND-GAIN), el país mejor preparado para resistir un desastre natural, es precisamente Noruega, con una puntuación de 82,7 sobre 100.
En palabras de los expertos, todo se debe a que la región cuenta con una gran estabilidad alimentaria, un buen sistema de salud, acceso al agua potable, y una excelente infraestructura energética.
Este territorio, va seguido de Nueva Zelanda, Suecia, y Finlandia.

“Det er en separasjon av sprekken på 15cm hvert år, har vi sett dette kan skje, men vi vet ikke når det vil være”
(Hay una separación de la grieta de 15cm cada año, esto que hemos visto puede producirse, pero no sabemos cuándo será)



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