Shattered

“A love he can't forget.
A murder he can't remember”

La amnesia es un recurso que el cine ha utilizado hasta la saciedad por razones obvias; y es que no hay nada tan sencillo para confundir al espectador, que hacer que el protagonista de la historia contada, sea el primero en ignorar quién es, de dónde viene, o adónde se dirige.
Así, el suspense queda asegurado, si se nos incapacita para juzgar las acciones de un personaje que es el primero en desconocer sus motivaciones últimas; y por otra parte, cada nueva pieza del rompecabezas, asegura una nueva dosis de interés para quienes seguimos la trama, los cuales inevitablemente aspiraremos a obtener más y más indicios y porciones de información que acaben por desvelarnos el misterio.
Como resultado, tenemos un suspense o “thriller” psicológico, que generalmente tiene como tema central, un enfrentamiento o juego entre los personajes, más mental o psicológico, que físico, en el que la inteligencia o los aspectos intelectuales y/o mentales, tienen una gran importancia.
“You've never had an affair, Mr. Merrick?”
Shattered es una película de suspense, del año 1991, escrita y dirigida por Wolfgang Petersen.
Protagonizada por Tom Berenger, Greta Scacchi, Bob Hoskins, Joanne Whalley-Kilmer, Corbin Bernsen, Scott Getlin, Theodore Bikel, entre otros.
El guión está inspirado en la novela “The Plastic Nightmare” (1969) de Richard Neely, un “thriller” de misterio e intriga, con dosis de cine negro, inspirándose en este género que triunfó en los 40 y 50 en Hollywood; y aborda temas como:
El amor verdadero, la infidelidad, la traición, la amistad, y la paranoia.
Como dato, el término “shattered” puede tener varios significados como:
“Destrozado” o también “roto”
Tras sufrir un grave accidente de tráfico, Dan Merrick (Tom Berenger) padece amnesia, y no es capaz de recordar nada de su pasado.
Ni siquiera se acuerda de su esposa, Judith (Greta Scacchi), que se esfuerza por ayudarlo a superar la situación.
Sin embargo, Dan se muestra tan suspicaz, que llega a sospechar que todos los que lo rodean, están implicados en una oscura trama.
Por esta razón, decide contratar a Gus Klein (Bob Hoskins), un investigador privado para que le ayude a desentrañar el enigma.
Las piezas se van encontrando a medida que avanza el metraje, y todas encajan en un desenlace sorprendente, donde todo cobra sentido de una forma especial.
Shattered engancha por las dosis de misterio que van goteando por el relato, que hace que sospechemos que nada es lo que parece, y que hay alguien que está jugando con el protagonista.
El director, por su parte, hace que nos situemos en el punto de vista del protagonista:
Solo sabemos lo mismo que él sabe, con lo que vamos desentrañando el puzle con él, a través de giros sorpresa, más o menos bien construidos, en un collage de personajes en el que todos son sospechosos por diferentes motivos:
Su esposa, que parece tenía un amante; el amante por motivos obvios; el socio de su empresa, para poseer todo el negocio; o la esposa de su socio, que se sugiere tuvo algo con Dan…
Con todo ello, se desarrolla una trama se suspense amena, con el previsible elemento de que cuando parece todo resuelto, queda un último tirabuzón que busca descolocarnos, y a fe que lo consigue.
Toda la trama se surte del manido pero sugestivo recurso de la amnesia, que tanto juego ha dado en el cine, y mediante este artificio, arrancamos sin saber nada de los hechos desencadenantes, con lo cual despierta en el espectador por saber más.
“Dan Merrick it's Dan Merrick”
Wolfgang Petersen, intenta homenajear el cine negro clásico de los años 40 y 50, firmando un buen film de intriga, con agudos giros en la trama, y que mantiene el suspense hasta llegar a un sorprendente desenlace, sin duda lo mejor de la producción; y por supuesto, no le faltan un par de tórridas secuencias que tan populares se hicieron en los “thrillers” de esa década.
Jugando a Hitchcock, y oliendo mucho a “Vertigo” (1958), con el mismo escenario de San Francisco, y apareciendo El Parque de Las Secoyas, este director alemán nos entrega un “thriller” con carga sexual, a tan solo 1 año antes del estreno de “Basic Instinct” (1992), que logra desarrollar con inteligencia, una trama de engaños y confusiones.
Un magnético y absorbente relato, en el que un hombre con amnesia, decide contratar a un investigador privado que aclare las cuestiones que rodean su vida cotidiana, y la noche del accidente de coche que le dejó en esa situación.
Así, la trama juega con varias hipótesis que te hacen dudar de todo el reparto; una obra con mucha confabulación, donde hay un pasado distorsionado y solapado, donde se respira mucha desconfianza, ya que se desconocen las intenciones de cada uno de los personajes.
Todo arranca una noche de Año Nuevo, con un coche conduciendo a gran velocidad por una carrera costera cercana a San Francisco.
El auto, en una curva se despeña por un tajo, y milagrosamente su pareja ocupante sobrevive.
Judith sufre menores daños, pero su acompañante, y esposo, Dan Merrick, no.
Su rostro ha quedado desfigurado, y tras de eso padece amnesia.
Le reconstruyen la cara, y tras un largo periodo de rehabilitación, sale del hospital.
Y es que Dan es un acaudalado arquitecto con una gran mansión, y es socio de Jeb Scott (Corbin Bernsen), cuya esposa, Jenny (Joanne Whalley-Kilmer) tiene animadversión por Judith.
Dan, intenta recuperar su vida, intentando componer el rompecabezas del suceso, con la ayuda de sus conocidos, y con “flashes” del pasado que tiene.
Todo parece ir de maravilla, volviendo a enamorarse de su mujer.
Por casualidad, descubre pistas de un secreto que él mismo ocultó:
Un rollo de fotografías, y descubre que tuvo relación con un singular detective que ejerce en una tienda de mascotas:
Gus Klein (Bob Hoskins)
Entonces, aparece el nombre de Jack Stanton (Scott Getlin), con el que parece ser que Judith tenía un amorío, y se ha dado por desaparecido.
Así, Dan se ve involucrado en una truculenta trama, donde no se fía de nadie, y todos son sospechosos de conspirar contra él.
Shattered destaca, y salvo algunos detalles muy finos de su trabajado argumento, estaríamos en presencia de una obra maestra de la intriga y el suspenso.
Es un filme muy interesante, pues dosifica muy bien el misterio, y obliga al espectador a ir armando el rompecabezas planteado desde el entramado narrativo.
Desde lo conceptual, estamos en presencia de una cinta que ahonda en forma crítica sobre los dobleces humanos, acerca de la infidelidad matrimonial, y las oscuras intencionalidades disfrazadas con mentiras y falsedades.
Y en base a ello, se va entretejiendo un sólido e inteligente relato repleto de enigmas, donde nada parecer ser lo que en realidad es, por lo que se traza una peligrosa búsqueda de la verdad, en una atmósfera inquieta y perturbada, que magnetiza desde sus variantes, y nos depara una sorpresa final mayúscula.
Es sin dudas, una cinta que impacta en su desenlace, con un giro de 180º, y deja una buena impresión desde la concepción de un argumento con muchos méritos y elucubrada preparación; ya que tiene todos los ingredientes para funcionar bien:
Una premisa interesante, con un desarrollo magnético; un argumento sólido, que el director sabe manejar con soltura, haciendo que encajen todas las piezas del puzle paulatinamente; manejando muy bien el suspense, y consigue que no pierdas detalle de todo lo que acontece, pese a que incluye el típico par de escenas eróticas bastante innecesarias para animar el cotarro por si acaso…
La dirección de Petersen, logra “falsear” los momentos claves, y hace recordar a los trucos de cámara que Hitchcock utilizaba para engañar al espectador, y el final consigue sorprender, aunque se le nota que es un tanto forzado; pero lo salva su logradísima ambientación.
Durante la investigación e indagaciones realizadas por los protagonistas, van ofreciendo luz al espectador para que vaya ubicando las piezas en su mente, y llegue a encontrar respuestas a ciertas cuestiones:
Una vez que te das cuenta del plan, cuando saca al muerto de los residuos químicos, en este caso formón, conservante de gran potencia, piensas el plan tan rebuscado que ingenió Judith en un momento.
Que todo fue improvisado, no lo tenía pensado; ella quería huir a México, pero el accidente la hizo cambiar de planes...
Al quedarle la cara completamente destrozada, ella hizo que suplantaran la cara de su marido muerto, en el rostro de su amante…
Por tanto, no llamó a ningún conocido para que no pudiera delatarla en el hospital...
Al ser su amante arquitecto también, no daría la nota en el trabajo; y no le importó para nada los conflictos de él, ya que no pensaba decírselo nunca.
Todo fue fruto de la improvisación de Judith, y sobre todo del caprichoso azar que jugó a su favor:
Tienen el accidente, ella sale ilesa, él que era el amante, y la quería dejar; sufre de amnesia/azar, y tiene desfigurado el rostro/azar, casualidad que los “geniales” cirujanos le montan el rostro idéntico de Dan/azar, pues además tienen la misma contextura/azar, por lo que Judith piensa que nunca recuperará la memoria/azar…
Son demasiadas piezas cogidas con pinzas, que no se sostienen con la simple recomposición de la cara, y además, que piense que ningún conocido se dará cuenta…
Sin embargo, Shattered es un muy buen “thriller” psicológico para la época, con unos personajes bastante trabajados, en el caso de Greta Scacchi, que desempeña un papel bastante enigmático, y un aire de “mujer con problemas” que se nota desde el principio del metraje.
Por otra parte, todo este despliegue de erotismo, muy suave, todo hay que decirlo, está al servicio de un papel, el de la esposa de Merrick, que desborda sensualidad y misterio a partes iguales; porque Judith, como “femme fatale” es una mujer en apariencia dulce y leal, resulta tan enigmática para su amnésico marido, como para el espectador, que no sabe demasiado bien a qué carta quedarse con ella.
Aunque desde el principio se intuye, tras su leal abnegación, y su proverbial dulzura, una fuerza de voluntad considerable y un sólido carácter, las sospechas que se ciernen sobre el personaje, nos vuelven cautelosos a la hora de considerarlo en su conjunto, pues no sólo ignoramos sus propósitos, sino también los antecedentes de su accidente, es decir, las causas que lo propiciaron, y su posible participación en el mismo.
Tom Berenger, por su parte ofrece una buena interpretación, convincente como Dan Merrick, brillante arquitecto que ve desmoronar su vida tras un brutal accidente, del que se recupera físicamente, pero que le acarrea una terrible secuela:
La amnesia.
Tras una apariencia de integridad, que parecen apoyar tanto su evidente malestar ante los manejos políticos de su socio Jeb, quien utiliza el chantaje como forma habitual de negociación; como su negativa ante los devaneos de Jenny, su pasado arroja tantas dudas como el de su esposa, a tenor de lo que develan parcialmente sus amigos, por lo que resulta difícil prever, adónde le llevarán sus pesquisas...
Algo que redunda en interés de la trama, por supuesto.
Y su compañero de reparto, Bob Hoskins, logra aportar con su personaje, las dosis de humor necesarias para la sucesión de incógnitas, y misterios sin resolver.
Hoskins interpreta a un detective privado, que ha ido abandonando progresivamente su profesión, deprimido ante la miseria y la podredumbre que encuentra en la observación de sus congéneres.
Ello le lleva a refugiarse en los animales, en quienes confía bastante más que en los seres humanos, y por cuyo sustento se ve en la obligación de aceptar algún que otro trabajillo, a fin de “darles de comer”
Como él mismo afirma:
“Las horas extraordinarias, la mala comida y el ambiente”, han minado su salud, que incluso precisa del uso constante de un inhalador.
Sin embargo, si su inofensivo aspecto lleva a alguien, incluyendo a los demás protagonistas a menospreciarlo, quien lo haga, correrá un considerable peligro, pues Gus une a una estimable capacidad deductiva, una determinación que corre pareja con aquélla.
Aunque quede por saber, al servicio de quien estuvo…
La historia, en general, está a la altura del director y del género, interesante y atrayente desde un principio, con esa escena de presentación donde el coche cae por el precipicio, y dando así comienzo a los hechos posteriores.
No obstante, quedan dudas:
¿Cómo es posible que nadie, ni amigos, compañeros de trabajo, el camarero del hotel, etc.; se hayan dado cuenta de que Dan Merrick no es Dan Merrick, sino otra persona, Jack Stanton?
Por otra parte, no me puedo creer que en unos pocos días tras el accidente, mediante cirugías, se pudiera transformar la cara de Jack Stanton, en la del difunto Dan Merrick, y además, sin dejar una sola cicatriz, y sin que se entere el propio Jack Stanton…
Pero quedan grandes momentos, como el inicio, cuando el cuerpo de Dan va golpeándose dentro del coche entre los cristales; o de Merrick abriendo la trampilla del barco y descubriendo lo que sucedió realmente la noche del accidente…
La producción, fue lo suficientemente solvente, como para delegar la dirección de fotografía en un profesional de la talla de László Kovács, con tramos precisos en los que juega con la oscuridad y las sombras, para crear congoja; o la dirección musical en Alan Silvestri, y el buen uso de la banda sonora, en especial, la inolvidable “Nights In White Satin” de The Moody Blues.
“You're Insane!”
Los trastornos disociativos, se definen como todas aquellas condiciones patológicas que conllevan disrupciones o fallos en la memoria, conciencia, identidad y/o percepción.
El trastorno de despersonalización, supone la presencia de períodos persistentes de distanciamiento de uno mismo, o de sentirse como un observador ajeno, manteniéndose intacto el sentido de la realidad.
La amnesia disociativa, también conocida como “amnesia psicógena” o “amnesia funcional”, es una amnesia retrógrada, de tipo autobiográfica, relacionada con la experimentación de un fuerte trauma emocional.
La fuga disociativa, consiste en la realización de viajes inesperados lejos del hogar, durante los cuales, al paciente no le resulta posible recordar los sucesos de su vida pasada.
En ocasiones, puede conllevar el abandono de la identidad previa, y la asunción de una nueva identidad.
El trastorno de identidad disociativo, también conocido como trastorno de personalidad múltiple, es un trastorno donde se observa que el paciente alterna 2 o más personalidades distintas, existiendo una amnesia para una cantidad importante de información relativa a las otras identidades.
El trastorno disociativo no especificado, se utiliza para todas aquellas formas de disociación patológica, que no cumple los criterios diagnósticos de ninguno de los trastornos disociativos descritos anteriormente.

“You know what I like best about amnesia?”



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