By The Sea

“If you really love someone, you want more for them than you want for yourself”

No todo en el matrimonio es de color rosa…
Tras el enamoramiento y la consiguiente boda, en la convivencia aparecen las dificultades:
Rutina, abandono, atracción por otras personas, fracasos profesionales…
El matrimonio es uno de esos temas esenciales de la sociedad, que ha venido experimentando cambios impresionantes desde comienzos del siglo XX.
Cambios asociados con la evolución del rol, no solamente de las mujeres, sino con el de los distintos géneros; con los cambios en las actitudes sociales; con el relajamiento y liberación de los patrones morales; con el mayor entendimiento de las relaciones de pareja, y de los asuntos educativos familiares y sociales; con la ampliación del concepto de familia sus distintas regulaciones y marcos culturales que van teniendo en cuenta estas nuevas visiones.
Con los fenómenos de la globalización y de las migraciones, etc.
El cine ha evolucionado de igual forma en todos estos años, y se refleja en la forma en que ha tratado el tema del matrimonio, generándose una rica interrelación entre la cultura, la sociedad, y el cine.
El audiovisual de Hollywood, el más masivo de todos, ha reflexionado largo y tendido sobre la destrucción de una pareja.
Desde films clásicos como “Cat on a Hot Tin Roof” (1958) a obras de la última década como “Gone Girl” (2014)
Y se llega a una situación de simbiosis entre las nuevas propuestas que apenas surgen, de forma creativa y sorpresiva para muchos; y las situaciones que ya se dan socialmente, a las cuales el cine responde de modo reactivo, describiendo y afirmando lo que ya es realidad extendida en muchas partes, y que con la misma ayuda del cine, se va convirtiendo en situación “normal”
Este es un asunto problemático, ya que el matrimonio es un objeto de crítica y de análisis, que se extiende a los artistas mismos, personajes populares, sujetos a escrutinio social, cuyas vidas, matrimonios y divorcios, se constituyen a su vez, en especies de películas que todo el mundo ve y examina.
Pero no ha cesado de evolucionar el tratamiento, y a medida que se liberaliza la actitud social, los realizadores de películas se han acoplado perfectamente, hasta llegar al momento actual, en el cual el cine es un hervidero de situaciones e historias familiares, matrimoniales y de relaciones de pareja, sin mayores límites ni convenciones, en un ambiente de total exploración y variabilidad.
En la actualidad, los nuevos “cuentos”, tratan asuntos bastante relacionados con la infidelidad, la intriga, los problemas psicológicos, los rompimientos, la decepción, el abandono, el cambio más bien superficial de parejas.
Y quizás, con mayor realismo y actualidad, se describen situaciones de parejas que se unen, una o más veces, luego de anteriores intentos y fracasos, trayendo al hogar los hijos, los recuerdos y los traumas del pasado, intentando, una y otra vez, la esquiva felicidad.
¿Qué pasa cuando una pareja ya no tiene nada qué decirse?
O más bien:
¿Qué pasa cuando una pareja ya no quiere decirse nada?
“Do you see that fisherman?
He goes out every day, comes back every night.
Hardly catches any fish”
By The Sea es un drama del año 2015, escrito y dirigido por Angelina Jolie.
Protagonizado por Brad Pitt, Angelina Jolie, Mélanie Laurent, Niels Arestrup, Richard Bohringer, Melvil Poupaud, entre otros.
Angelina Jolie, quien ahora se denomina a sí misma, Angelina Jolie Pitt, escribió este guión hace varios años, el cual se centra en una pareja y sus cuestiones, al tomar unas vacaciones en un último intento por salvar su matrimonio.
Y se inspira en el cine y el teatro europeo de los años 60 y 70, tanto por el estilo, como por el tratamiento de temas que giran en torno a la experiencia humana para explorar el dolor y el amor:
“Escribí el guión antes de empezar a dirigir, y nunca pensé en que Brad y yo íbamos a interpretarlo.
Al escribir, no eres consciente de lo que haces; sientes que algo te molesta o afecta cuando ya estás dentro de la historia.
No se me ocurrió pensar que seríamos los intérpretes, lo que me proporcionó mayor libertad escribiendo”, dijo Angelina Jolie.
“Al ser una narración escueta y elegante, puede decirse que Angelina ha escrito una película muy europea.
Nuestro cometido, como actores, era hacerla lo más personal posible.
Reconozco que ha sido uno de los mayores retos de mi carrera.
Sin embargo, también es verdad que disfrutamos de una mayor libertad, experimentamos, jugamos.
Curiosamente, el entorno nos hacía sentir seguros, y nos dejamos llevar”, dijo su esposo y coprotagonista, Brad Pitt.
Y es que By The Sea marca una dirección como cineasta completamente distinta para la actriz; una donde muestra un lado más vulnerable y mucho más personal, algo que rara vez vemos de ella.
El rodaje y la producción, comenzó en el año 2014, en Malta; aunque está ambientada en Francia, a mediados de los años 70.
Vanessa (Angelina Jolie), es una ex-bailarina, y su marido Roland (Brad Pitt), es escritor.
Ambos recorren el país, mientras se distancian paulatinamente el uno del otro, hasta que llegan a un pueblecito junto al mar, y establecen relación con algunos de sus habitantes, entre ellos:
Una pareja de recién casados, una pareja joven formada por Lea (Mélanie Laurent) y François (Melvil Poupaud), quienes se presentan como su reflejo en el pasado; así como al resto de vecinos del pueblo:
Michael (Niels Arestrup) y Patrice (Richard Bohringer)
Las vueltas que da un matrimonio, desde la dicha de inicio, hasta ese devenir que dicta el destino, giro inesperado cuyo afronte marca quién se es ahora, y a dónde se irá en breve, ya que quiénes fueron es algo ya perdido y repudiado, es lo que toma la directora como desarrollo de su obra; idea que Jolie potencia con un agujero en la pared, que sirve para expiar a la pareja de recién casados, a modo de pantalla, para contemplar un pasado que se fue para ellos, pero a su vez, como una suerte de antídoto para su situación actual.
Para aquellos que busquen un regreso al condenado romanticismo de mediados de los años 60, By The Sea es el homenaje más sincero que cualquiera podría producir.
Una historia experimental, donde el ojo que mira, se vuelve íntimo espejo donde reflejarse.
Una historia que presenta un retrato sincero sobre el deterioro de las relaciones por la pérdida, la tenacidad del amor, y el camino hacia la recuperación y la aceptación.
“He never looks back.
It takes strength to do so.
Most people live in the past.
I do, for example”
Angelina Jolie Pitt, en su tercera película como directora, deja reposar su guión original, con una carencia reminiscente de las historias de Ernest Hemingway sobre amores extraviados, y la alienación de la carrera cinematográfica de Michelangelo Antonioni y a su fantástica Trilogía de La Incomunicación.
Pero By The Sea es en su propia y hermosa creación, completamente seria sobre como los problemas dividen, conquistan y posiblemente unen.
Todo comienza con la llegada de la pareja formada por Vanessa y Roland a una pequeña localidad costera francesa; y termina con su marcha.
En ambos momentos, suena Jane Birkin, en canción compuesta por Serge Gainsbourg; y por supuesto, durante todo el arranque, con el coche acercándose a su destino, no se puede evitar pensar en otras películas de parejas extranjeras del Hollywood clásico, paseando sus miserias matrimoniales por Europa.
Allí vemos a Vanessa y Roland que llevan 14 años casados.
Donde tendría que haber cariño, hay frialdad; y donde tendría que haber susurros, hay silencios.
Juntos se van a pasar el verano a la costa francesa; frente al mar del título:
Roland espera recuperar la creatividad que ha perdido para escribir su nuevo libro.
La página en blanco no es la única que le tormenta, puesto que con su mujer vive una situación tensa…
¿Qué es lo que ha pasado para llegar a vivir de esta manera?
No lo sabemos.
Todo esto se desarrolla en un drama romántico, construido como una historia de crimen y misterio:
Al inicio sabemos muy poco de ellos, sólo sabemos que son una pareja casada, y que algo no anda bien.
Empezamos a ver pistas que nos van revelando detalles íntimos de los protagonistas.
El escenario acá, es la costa de Malta, un hotel donde el escritor y su mujer ex-bailarina llegan para disfrutar de la tranquilidad, y ayudar al primero en la escritura de su próxima novela.
Detrás de la hermosa fachada de la pareja, se esconde un pasado que tarda su debido tiempo en salir a flote, pero eventualmente llega a la superficie.
Y es que el famoso escritor empieza a tomar desde las 10:00 am, y tiene una tendencia a ser violento; mientras que “Nessa” que era bailarina, nunca se quita ni el maquillaje para dormir, y ahora no tolera que su esposo la toque.
Por tanto, él hace buenas migas con el agradable cantinero, un sobresaliente Niels Arestrup, que lo mantiene entretenido y con alcohol listo todos los días.
Ella se la pasa leyendo y tomando pastillas en la habitación del hotel, viendo cómo un pescador realiza su rutinario, ida y vuelta hacia el mar.
Es todo muy repetitivo, hasta que el arribo de una joven pareja de recién casados, agita la poca calma que los protagonistas tienen.
Apasionados y sin tapujos, Léa y François son todo lo que Roland y Vanessa han perdido con el tiempo, pero a su vez, la diferencia hará que sus actividades extracurriculares acerquen a la pareja en crisis, mediante un conector bastante particular…
Cuando se acaba la pasión, siempre nos quedará el porno, y hoy en día, con Internet y apps, más aún…
Mientras observan a sus vecinos hacer el amor a través de un hoyo en la pares, escritor y ex bailarina se emborrachan.
Y cuanto más ven y más beben, menos recuerdan sus miserias, su propia nadería existencial, y muy curiosamente llegan a acercarse más de lo esperado como pareja.
A parte de los 4, vemos a un anciano que acaba de enviudar, y es dueño del bar de la playa.
A diferencia del personaje de Brad Pitt, Michel sabe lo que significa amar:
“Si realmente amas a alguien…
Quieres más para ellos de lo que quieres para ti”, dice en algún momento, como voz de la experiencia de vida conyugal ya desaparecida por viudez.
La escena que mejor representa lo que sería el triángulo del amor, es en la que Angelina mira a través de la pared a los jóvenes tumbados en la cama, y acto seguido, Roland se encuentra en un banco con una pareja de ancianos hablando de cómo se conocieron…
Por ello, Jolie habla de cómo se enfrentan al dolor cada pareja.
Desde la que aún no ha tenido la oportunidad de experimentarlo, pasando por la que no puede soportar dicha aflicción, hasta el que ha conseguido superarlo.
Así, poco a poco vamos descubriendo lo que pasó con la pareja principal, cuándo pasó, y quién fue el culpable que los ha llevado a tener esa dinámica de pareja tan tóxica, hasta llegar al desenlace donde todo es revelado.
Sin embargo, todo este suspenso, aunque bien manejado durante la trama, desemboca en una revelación final que no está a la altura de la expectativa, y resulta algo decepcionante.
A primera vista, By The Sea es un melodrama matrimonial de la alta sociedad, uno de esos “él dice, ella dice y llanto con distintos encuentros tras las cortinas de diseño, ganas de indagar y lágrimas millonarias”
Aún más interesante, sirve para conocer, o al menos es una demostración hilarante y entretenida sobre la popularidad, y además transmite la visión personal de una de las mujeres más observadas del mundo.
Al fin y al cabo, la pareja de la vida real son las 2 estrellas más grandes del mundo, los Elizabeth Taylor y Richard Burton de nuestra Era, “el rey y la reina de Hollywood”, que en la ficción:
Ella se ahoga en pastillas, mientras él se sumerge en alcohol, donde el tiempo transcurre en letanía, y su cargante monotonía a ninguna parte, se ve interrumpida por una extrapolada observación de un experimentado pasado, ya ido, y un martirizador presente que se sufre con decoro y esperanza de mejoría, gracias a una vecina pareja que muestra lo tenido, lo perdido, lo sentido, lo abandonado, lo ilusionado, o lo desahuciado.
Dicen que el francés, es el idioma universal del amor...
No sabemos si será por su acento, por el carácter de sus habitantes, o por la belleza de su paisaje, pero lo que es cierto, es que Angelina Jolie ha decidido que sus 2 protagonistas, Brad Pitt y ella, hablen en la lengua de Molière.
Y no resulta cuanto menos anecdótico, que haya utilizado dicha lengua con el fin de plasmar los problemas sentimentales.
Es decir, todo lo contrario a lo que representa.
Quizás haya sido por el carácter rebelde de Jolie, y las ganas de tocar las narices a los franceses, o simplemente porque quiere alejarse de las producciones hollywoodenses que se han hecho sobre estos temas; porque de destrucciones de pareja, La Meca del Cine sabe bastante.
Jolie y Pitt, son ambos sin ninguna duda, muy buenos actores, y en los extraños momentos de vulnerabilidad de By The Sea, sus peleas y sus reconciliaciones, contienen una raíz de devastación emocional de la verdad que habla sobre el talento de la pareja, y su enlace en la vida real.
Pero esos momentos, son sofocados con secuencias terriblemente aburridas, donde todos posan artísticamente, como si fuera una foto en “slow motion” de un comercial de fragancias, y tras de eso, hablan muy poco...
¿Acaso eso no es actuar?
Como dato, Angelina Jolie indicó que By The Sea “no es autobiográfica.
Brad y yo tenemos nuestros problemas, pero si los personajes fueran remotamente cercanos a nuestros problemas, no la podría haber hecho”, manifestó la directora; y añadió que la producción ha hecho que su relación con Brad Pitt sea mucho más fuerte, a pesar de lo “loco” de la historia:
“Como artistas queríamos algo que nos sacara de nuestras zonas de confort, solo ser actores en bruto.
No es la idea más segura, pero la vida es corta”, acotó.
Pero By The Sea si es personal, porque fue inspirada por el dolor que le causó la muerte de la madre de Angelina en el 2007.
Curiosamente, este drama íntimo, representa la 2ª vez que Pitt y Jolie comparten pantalla como coprotagonistas; pues la 1ª vez fue en “Mr. & Mrs. Smith” (2005), una comedia de acción, que significó el comienzo de la relación sentimental que aún los une.
Tal como en “Mr. & Mrs. Smith” (2005), ambas estrellas interpretan a una pareja casada que enfrenta serios desafíos en su relación; sólo que esta vez, los actores se apoyaron totalmente en la fuerza de su relación real, consolidada, para hacerlo.
Y desde lo técnico, By The Sea es una pequeña obra de arte:
Tiene la cualidad de envolverte en una atmósfera que crea cuidadosamente hasta el último detalle los años 70, la tranquila costa francesa, en tomas bañadas de sol, y la música perfecta que acompaña todas estas emociones.
Un trabajo que ha sido muy cuidado, tanto a nivel fotográfico por Christian Berger, fiel colaborador de Michael Haneke, con unos paisajes preciosos, y que son para enmarcar, como a nivel de banda sonora y de vestuario.
Como dato también decir que la pareja protagonista,  se asemeja mucho a la que conformaban Marcello Mastroianni y Jeanne Moreau en “La Nuit” (1961), de Michelangelo Antonioni donde exploraba el desinterés, el cansancio, y la utopía del amor perfecto.
La incapacidad de comunicación que terminaba surgiendo entre las 2 personas, y que provocaba distanciamiento.
En “La Nuit” (1961), el director italiano no echaba mano de las palabras para contar este desengaño; le bastaba con el juego de miradas, las metáforas y las sugerencias que te dejaba en cada plano.
Y Jolie, precisamente en todos esos pequeños detalles, es en los que se ha fijado para armar su obra; porque todo lo que vamos conociendo, lo hacemos gracias a esos regalos que nos da.
Con un plano corto de las gafas de Vanessa colocadas hacia abajo en una mesa, nos insinúa el desinterés de ella por todo; con la sonrisa de una niña pequeña, la tristeza que le invade; con un plano-contraplano de varias mujeres tomando el sol mientras hacen topless, a la vez que Vanessa está también tumbada en una hamaca, pero vestida hasta el cuello, el poco amor propio que se tiene; hasta en una mirada felina cuando se desata por el deseo...
Es un hecho que con By The Sea, la directora, guionista y actriz, ha querido experimentar su total libertad como creadora, cosa que hay que aplaudir en estos tiempos que corren de crisis creativa, y lo ha hecho con una película muy digna, aunque la crítica diga lo contrario.
Por último, la banda sonora corre a cargo de Gabriel Yared, el cual incluye canciones de Serge Gainsbourg, Jacques Dutronc, Jane Birkin, y Chantal Goya, entre otros.
“You resist happiness”
¿Dónde está la frontera entre la verdad y la mentira en el mundo de la pareja?
¿Dónde acaba la ficción y empieza la realidad?
¿Qué hay detrás de la máscara tras la que nos escondemos?
¿Qué pactos llegamos a hacer para poder sobrevivir?
Tras las discusiones de pareja:
¿Hay amor, odio, u odio disfrazado de amor?
¿Qué hacer cuando ya solo vemos los hilos de la persona a la que en su día idealizamos?
¿Cortarlos, pretender no verlos?
¿Qué hacer cuando destruimos lo que más amamos; y por qué lo destruimos?
¿Cuándo empieza el maltrato, empieza al dejar de admirar a la persona que amamos, al no aceptarla tal y como es en realidad; al querer cambiarla, al dejar de respetarla, al proyectar en ella nuestras propias frustraciones, o empieza incluso mucho antes, en nuestra propia concepción posesiva del amor?
¿Qué se esconde detrás de la violencia, qué tras el maltrato psicológico?
¿La vida en pareja, es realmente el anhelo de vivir un proyecto común, o no es más que una huida de nuestra soledad?
Tras el visionado, no puedo dejar pasar que By The Sea, es parte del legado cinematográfico de “Who's Afraid Of Virginia Woolf?” (1966) de Mike Nichols, protagonizada por Richard Burton, Elizabeth Taylor, George Segal, y Sandy Dennis.
En un gran duelo interpretativo de un matrimonio, pero acá todo el desarrollo se da desde el silencio… desde la emoción no reflejada, nunca expresada, y jamás dicha.
La familiaridad, nos hace suponer que es un matrimonio de muchos años, de aquéllos donde es imposible esconderse, y donde cada uno sabe cuál es la estrategia.
Este matrimonio, hecho pedazos de la puerta hacia adentro, es mostrado para hablarnos de la decadencia hecha costumbre.
La sensación de estar rotos, los une cada vez más con el que alguna vez los rompió.
Porque la mayor delicia del matrimonio, no está en el sexo, el amor o la complicidad, sino en la capacidad de regocijarse en el dolor del cónyuge.
Desde la empatía común.
El encuentro de estos 2 matrimonios, Burton/Taylor y Pitt/Jolie, hace un espejo perfecto.
Burton/Taylor y Pitt/Jolie ven en los más jóvenes, George/Sandy y Melvil/Mélanie, un recuerdo de ellos mismos cuando anhelaban una extravagante felicidad.
Mientras los jóvenes ven a estos decadentes, como su destino irremediable al mantener en sus cabezas, pobres ilusiones en torno al amor; donde la pareja adulta se aferra a las ruinas de un deseo que enfrentarse a su propio vacío.
Realmente tanto Nichols como Jolie, nos dejan un final abierto, donde uno debe creer si ellos podrán mejorar su situación, o volverán al bucle de “'juego-diversión”
En el mundo de la pareja que se nos presenta, no existe la frontera entre la ficción y la realidad, entre la imaginación y la vida real, entre la verdad y la mentira, como tampoco existe esa línea que separa el amor del odio, la libertad de la posesión.
Sin duda, al llegar a casa, el espectador piensa en su inmensa suerte por no tener una relación como la revisionada y vista, pero en el fondo de sí mismo, se aterra pensando que en algún momento, se ha sentido identificado de una u otra manera con alguno o algunos de los comportamientos que ha visto en escena, y se ha sentido identificado, porque sabe perfectamente que también le pueden pasar a él, y a ese aparentemente feliz mundo burbuja en el que se halla inmerso…

“Now my outsides match my insides”



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