Heaven Can Wait
“I'm not supposed to be here”
En algún momento de la vida, quizás te hayas hecho una de las preguntas más misteriosas e intrigantes:
¿Qué nos ocurre al morir?
¿Qué ocurre en el instante en que cerramos los ojos, hacia dónde va el alma, y qué es en realidad, la reencarnación?
La reencarnación, es la creencia consistente en que la esencia individual de las personas, ya sea mente, alma, conciencia o energía, adopta un cuerpo material, no solo una vez, sino varias, según vaya muriendo.
Esta creencia, aglutina de manera popular diversos términos:
Metempsicosis, que viene del término griego “meta”, después o sucesivo, y “psyche” o espíritu o alma.
Transmigración que es migrar a través; reencarnación o volver a encarnar; y renacimiento o volver a nacer; entre otros conceptos.
Todos estos términos, aluden a la existencia de un alma o espíritu que viaja, o aparece por distintos cuerpos, generalmente a fin de aprender en diversas vidas, las lecciones que proporciona la existencia terrena, hasta alcanzar una forma de liberación, o de unión con un estado de conciencia más alto.
Entendiendo por “Cine Espiritual”, son aquellas películas que tratan algún aspecto del mundo espiritual, o algún tema metafísico, como la vida después de la muerte, la reencarnación, los ángeles, y su relación con los seres humanos, el sentido de la vida desde el punto de vista espiritual, etc.
Estas pueden ser:
Del Mundo Espiritual, cuyas películas exploran alguna idea sobre la vida después de la muerte.
Espiritualidad Humana, sobre el sentido y el propósito de la vida, sin ser necesariamente religiosas.
Ciencia Ficción o “Sci-Fi”, en las que solamente, las que tengan un contenido espiritual significativo.
Y de Fenómenos Psíquicos o Paranormales, solamente aquellas que no sean explícitamente de horror.
“The likelihood of one individual being right increases in direct proportion to the intensity with which others are trying to prove him wrong”
Heaven Can Wait es una comedia de fantasía, del año 1978, dirigida por Warren Beatty y Buck Henry.
Protagonizada por Warren Beatty, Julie Christie, Jack Warden, Dyan Cannon, Charles Grodin, James Mason, Buck Henry, Vincent Gardenia, entre otros.
El guión es de Elaine May, Warren Beatty y Robert Towne, de la obra original homónima de Harry Segall, que tuvo una producción cinematográfica llamada “Here Comes Mr. Jordan” (1941); y una tercera adaptación cinematográfica de la obra de teatro, se llevó a cabo en 2001, titulada “Down to Earth”
Como dato, hay un filme con título idéntico, “Heaven Can Wait” (1943), dirigida por Ernst Lubitsch, protagonizada por Gene Tierney, Don Ameche y Charles Coburn, pero su guión, escrito por Samson Raphael, está basada en la obra “Birthday” de Leslie Bush-Fekete.
Heaven Can Wait obtuvo un Premio Oscar a La Mejor Dirección Artística; y 8 nominaciones:
Mejor película, director, guión adaptado, actor (Warren Beatty), actores de reparto (Jack Warden y Dyan Cannon), cinematografía y banda sonora; siendo posteriormente considerada por los críticos, como de las mejores comedias románticas jamás filmadas.
La acción sigue a Joe Pendleton/Leo Farnsworth/Tom Jarrett (Warren Beatty), un famoso “quaterback” de Los Angeles Rams, que prepara su partido del Superbowl.
Durante su entrenamiento, cuando viajaba por carretera con su bicicleta, entra en un túnel, y sufre un accidente con un camión.
Un ángel (Buck Henry) le sustrae el alma, antes de certificar la muerte de Pendleton.
Cuando el error se descubre por Mr. Jordan (James Mason), deciden mandarlo otra vez a La Tierra, pero su cuerpo ya ha sido incinerado.
El problema es que solamente puede hacerlo en el cuerpo de otro hombre, uno que acaba de fallecer, sin que nadie haya podido apreciarlo; por lo que su espíritu debe ocupar el de un millonario que ha sido asesinado:
Leo Farnsworth.
Se trata de un empresario, que se ha enriquecido con negocios que ha gestionado sin importarle las consecuencias morales de sus actos.
Así, Pendleton regresa de este modo a la vida, pero en el cuerpo de Leo, e intenta adaptarse a las nuevas circunstancias.
Utiliza su influencia económica para ocupar de nuevo su puesto de “quaterback” en los Rams, y se comporta de una forma más humana en los negocios, que su antecesor:
El hombre cuyo cuerpo utiliza Pendleton, sin que nadie pueda notar a simple vista el cambio entre almas, efectuado por El Cielo.
Así, Pendleton se deberá reencarnar en diferentes personas, hasta que encuentre su nuevo cuerpo físico, a la vista de ser asesinado por la esposa de Leo, Julia (Dyan Cannon) y su amante, Tony Abbott (Charles Grodin); o enamorarse de la activista ambiental, Betty Logan (Julie Christie)
Situaciones cómicas, serán expuestas para meditar lo que se hace y se puede hacer teniendo o no teniendo dinero, vocación, o simplemente suerte.
¿O será providencia?
“You locked me in a closet!”
Warren Beatty, el hermano menor de Shirley MacLaine, se puso tanto delante, como detrás de la cámara, en esta comedia sencillita, y de pocas pretensiones, basada en una versión antigua, a su vez obtenida de una obra teatral del dramaturgo y guionista Harry Segall; que en el año 1941, salió a como obra cinematográfica; y de ahí, hizo Warren esta historia, que resulta idéntica.
Se suponía, que el remake lo iba a protagonizar Muhammed Ali, pero como estaba más preocupado de lo suyo, que es boxear; los productores decidieron dejarlo de lado, y el propio Warren Beatty, terminó poniéndose en el protagónico, cambiando el tema del boxeo, por el fútbol americano; y esta versión queda muy bien conseguida, sin quitarle valor a la original, por supuesto; porque en aquella, el personaje fallecido por error, era un boxeador; y aquí cambia por un jugador de un deporte más acorde con el físico de Warren.
Gracias a que Beatty creyó en su modesto proyecto, se burló un poco de sí mismo, desembarcándose de su imagen de “sex symbol”; recordar que aquí era un cuarentón de muy buen ver, y encarnando a un campechano jugador de fútbol americano, que a causa de un error cometido por un ángel novato, anda buscando un nuevo cuerpo con el que poder jugar el Superbowl.
Mientras dura este tira y afloja con los burócratas del Cielo, conoce a una combativa maestra ecologista, Betty Logan, que cambiará sus esquemas.
Sin embargo, hay ciertos matices que son un poco desconcertantes, por ejemplo, el hecho de que el personaje tome otro cuerpo, pero que resulta que es el mismo de antes, o sea el propio Beatty.
Esto resulta confuso.
¿Pendleton y el millonario, presentan el mismo aspecto entonces?
Aquí hubiera sido genial, el uso del espejo o cómo lo miran los demás…
Este es el fallo que tiene Heaven Can Wait, aunque de todas formas es divertido verla, por las situaciones que presenta, por Warren Beatty, por su suave moralina-ética del deporte, y por su estilismo.
La reencarnación del espíritu, podría haber sido un espía, o un mercenario, para que fuera más entretenida, pero no, tenía que ser un millonario...
De hecho, sobre el tema de la reencarnación, no se habla de religión, ni hay investigación, ni de la experiencia misma, no hay tesis ni filosófica, ni existencia, solo comedia por el disparate, con sutiles reflexiones; y deja evidente que la esencia es tan dulce, como se podría esperar.
Que el aspecto exterior importa poco, si lo que enamora son otras cosas, como la mirada, y la forma de ser.
Del reparto, vemos a un número de ex jugadores de Los Angeles Rams, que tienen cameos, incluyendo:
Deacon Jones, Les Josephson, Jack Snow, Jim Boeke, y Charley Cowan.
Además de los ex jugadores de fútbol de los espolones mencionados anteriormente, algunos comentaristas deportivos conocidos, también aparecen, desempeñando papeles familiares.
Bryant Gumbel, se ve en el fondo de una escena en la televisión, en la entrega de una nota deportiva.
Curt Gowdy y Al DeRogatis, se pueden escuchar, haciendo comentarios en el Superbowl, jugada-por-jugada.
Dick Enberg, realiza una entrevista posterior al partido de Joe Pendleton/Tom Jarrett.
Por otro lado, Beatty presionó fuertemente a Cary Grant, para aceptar el papel de Mr. Jordan, yendo tan lejos, como para tener a la ex esposa de Grant, Dyan Cannon, que interpreta a Julia Farnsworth, le instaron a tomar el papel.
Aunque Grant fue tentado, en última instancia, decidió poner fin a su retiro del cine; y el papel recayó en James Mason.
Mientras Warren Beatty quedó en el protagónico, además de la producción, dirección, y guionización, se llegó a decir, que Heaven Can Wait era una obra de lucimiento casi ególatra del actor…
Al lado, tenemos a Dyan Cannon, como Julia Farnsworth, la esposa malvada, a quien se le dan bien esos papeles de farsa, y que en sus escasos minutos, consigue mover algo el cotarro; junto al guapísimo Charles Grodin, como el cínico y asesino Tony Abbott.
Y también está Jack Warden, como el antiguo amigo y entrenador Max Corkle, en un rol único, y entrañable.
Por último, Julie Christie trata de hacer lo que puede con el guión, y con un personaje imposible, y sale avante, hasta el punto que la única buena razón para ver Heaven Can Wait, es ella.
Warren Beatty no lo dijo tan directo, pero admitió esto mismo de manera más subliminal.
Como dato, Heaven Can Wait, reúne una vez más Beatty con Julie Christie, quien también actuó en conjunto en “McCabe & Mrs. Miller” (1971) y “Shampoo” (1975)
La bella actriz inglesa, y el devastadoramente sexy donjuán, vivieron un apasionado romance en los años 60 y 70.
Pero cuando el amor terminó, los examantes conservaron una linda amistad...
Hasta el día en que Christie pisó el set del filme Heaven Can Wait.
Y es que Warren Beatty, que de por sí tiene fama de lento e indeciso, en este caso, se paralizó de los nervios; y comenzó a hacer que lo actores repitieran sus escenas, una y otra vez... hasta sobrepasar los cientos de tomas.
“Warren, es la clase de director que filma una escena de 3 segundos, decenas de veces.
¡Christie llegó a odiarlo!”, confesó un amigo del actor.
A partir de ese momento, todas las escenas entre ella y Warren, tuvieron que filmarse con uno de los 2 actores de espaldas a la cámara, pues Christie se negaba a mirar a Warren a los ojos.
“Ella miraba sobre su hombro, pero no a su rostro”, dijo la fuente.
Quizás eso le puso “pimienta” a las escenas, pues Heaven Can Wait, es una de las películas más románticas de todos los tiempos.
Otro dato interesante, reside en el tipo de instrumento que se cambió, y que aparece en “Here Comes Mr. Jordan” (1941), donde Pendleton ensaya “The Last Rose of Summer” en un saxofón alto; mientras que en Heaven Can Wait se interpreta “Ciribiribin” en un saxo soprano.
La música durante la escena del entrenamiento, es “La Sonata Nº 12, Op. 1, en fa mayor, HWV 370 - Allegro 2 de Handel.
El tema principal de Heaven Can Wait, es la canción homónima, interpretada por Dave Grusin, que escribió la banda sonora, junto a La Orquesta Sinfónica de Londres.
Por su parte, Neil Diamond compuso una canción titulada “Heaven Can Wait”, específicamente para la película, que él pensaba que sería una buena canción de tema, y lo envió a Beatty, pero Beatty se negó a usarla.
“He's been drugged by those two downstairs.
This is a murder.
See how he's slowly sliding into the water?”
Creemos que el cielo será el término final de nuestro viaje, acabado el recorrido de esta vida.
El cielo que no será otra cosa que “el encuentro con Dios”
Pero para que pueda llegar ese encuentro, para disfrutar de ese cielo, es condición necesaria, pasar por la muerte.
¡Y eso es otro cantar!
Pocas personas he conocido que deseen morir cuanto antes, para encontrarse con Dios.
Algunos desean morir, por huir de una vida dura, difícil, inviable, acabar con una enfermedad terminal y olorosa.
Pero no hablo de esos casos, y esas motivaciones.
Parece que algunos santos, sí que tenían ese deseo vehemente del encuentro con Dios, para lo cual deseaba morir…
Se dice, y así lo creemos, que gozar del cielo, será “gozar de la plena felicidad”
Pero es curioso, y altamente sorprendente, que casi nadie tiene prisa por alcanzar esa felicidad, aunque la vida que lleven, sea dura y fatigosa.
Pocos mueren, porque no mueren, aunque tan alta vida esperen.
No se dice con estas palabras, pero eso es lo que se quiere decir, que “el cielo puede esperar”
Me pregunto, dónde está la raíz de esa incoherencia.
Porque incoherencia es, desear ser feliz, y no desear serlo cuanto antes.
Es muy probable, que la raíz o razón fundamental de esta manera de pensar y sentir, esté en el miedo a lo desconocido, lo sabido sólo por referencias, aunque esa referencia venga de la misma religión que profesa.
Todo el tema, tiene relación con la fe, y la fe no es evidencia; es más bien oscuridad, lanzarse sin paracaídas; aceptar lo que Dios nos dice o promete.
Un Dios a quien no conocemos, no visualizamos, no comprendemos.
Todo eso supone un riesgo.
Se arriesga la seguridad fundada en nuestros argumentos humanos, se arriesga la confianza plena y absoluta, se arriesga el que “otro” disponga por nosotros, aunque no sin nosotros.
Por otra parte, esa falta de seguridad plena, le lleva a la persona a aferrarse a lo que tiene, a la pequeña felicidad intermitente, que es segura, porque la palpa y experimenta.
Aunque existe la promesa, y la tenemos, de una mayor felicidad, sin embargo, exige una fe grande que genere confianza sin límites.
Hablando claro, podríamos aplicar aquel refrán que dice:
“Más vale pájaro en mano, que ciento volando”
Somos tan increíblemente prácticos, pero al mismo tiempo, tan increíblemente dubitativos, que nos cuesta fiarnos ciegamente.
En realidad, lo que verdaderamente nos falta, es Amor y Fe.
“Haven't you learned the rules of probability and outcome?
Aren't you aware that every question of life and death remains a probability until the outcome?”
En algún momento de la vida, quizás te hayas hecho una de las preguntas más misteriosas e intrigantes:
¿Qué nos ocurre al morir?
¿Qué ocurre en el instante en que cerramos los ojos, hacia dónde va el alma, y qué es en realidad, la reencarnación?
La reencarnación, es la creencia consistente en que la esencia individual de las personas, ya sea mente, alma, conciencia o energía, adopta un cuerpo material, no solo una vez, sino varias, según vaya muriendo.
Esta creencia, aglutina de manera popular diversos términos:
Metempsicosis, que viene del término griego “meta”, después o sucesivo, y “psyche” o espíritu o alma.
Transmigración que es migrar a través; reencarnación o volver a encarnar; y renacimiento o volver a nacer; entre otros conceptos.
Todos estos términos, aluden a la existencia de un alma o espíritu que viaja, o aparece por distintos cuerpos, generalmente a fin de aprender en diversas vidas, las lecciones que proporciona la existencia terrena, hasta alcanzar una forma de liberación, o de unión con un estado de conciencia más alto.
Entendiendo por “Cine Espiritual”, son aquellas películas que tratan algún aspecto del mundo espiritual, o algún tema metafísico, como la vida después de la muerte, la reencarnación, los ángeles, y su relación con los seres humanos, el sentido de la vida desde el punto de vista espiritual, etc.
Estas pueden ser:
Del Mundo Espiritual, cuyas películas exploran alguna idea sobre la vida después de la muerte.
Espiritualidad Humana, sobre el sentido y el propósito de la vida, sin ser necesariamente religiosas.
Ciencia Ficción o “Sci-Fi”, en las que solamente, las que tengan un contenido espiritual significativo.
Y de Fenómenos Psíquicos o Paranormales, solamente aquellas que no sean explícitamente de horror.
“The likelihood of one individual being right increases in direct proportion to the intensity with which others are trying to prove him wrong”
Heaven Can Wait es una comedia de fantasía, del año 1978, dirigida por Warren Beatty y Buck Henry.
Protagonizada por Warren Beatty, Julie Christie, Jack Warden, Dyan Cannon, Charles Grodin, James Mason, Buck Henry, Vincent Gardenia, entre otros.
El guión es de Elaine May, Warren Beatty y Robert Towne, de la obra original homónima de Harry Segall, que tuvo una producción cinematográfica llamada “Here Comes Mr. Jordan” (1941); y una tercera adaptación cinematográfica de la obra de teatro, se llevó a cabo en 2001, titulada “Down to Earth”
Como dato, hay un filme con título idéntico, “Heaven Can Wait” (1943), dirigida por Ernst Lubitsch, protagonizada por Gene Tierney, Don Ameche y Charles Coburn, pero su guión, escrito por Samson Raphael, está basada en la obra “Birthday” de Leslie Bush-Fekete.
Heaven Can Wait obtuvo un Premio Oscar a La Mejor Dirección Artística; y 8 nominaciones:
Mejor película, director, guión adaptado, actor (Warren Beatty), actores de reparto (Jack Warden y Dyan Cannon), cinematografía y banda sonora; siendo posteriormente considerada por los críticos, como de las mejores comedias románticas jamás filmadas.
La acción sigue a Joe Pendleton/Leo Farnsworth/Tom Jarrett (Warren Beatty), un famoso “quaterback” de Los Angeles Rams, que prepara su partido del Superbowl.
Durante su entrenamiento, cuando viajaba por carretera con su bicicleta, entra en un túnel, y sufre un accidente con un camión.
Un ángel (Buck Henry) le sustrae el alma, antes de certificar la muerte de Pendleton.
Cuando el error se descubre por Mr. Jordan (James Mason), deciden mandarlo otra vez a La Tierra, pero su cuerpo ya ha sido incinerado.
El problema es que solamente puede hacerlo en el cuerpo de otro hombre, uno que acaba de fallecer, sin que nadie haya podido apreciarlo; por lo que su espíritu debe ocupar el de un millonario que ha sido asesinado:
Leo Farnsworth.
Se trata de un empresario, que se ha enriquecido con negocios que ha gestionado sin importarle las consecuencias morales de sus actos.
Así, Pendleton regresa de este modo a la vida, pero en el cuerpo de Leo, e intenta adaptarse a las nuevas circunstancias.
Utiliza su influencia económica para ocupar de nuevo su puesto de “quaterback” en los Rams, y se comporta de una forma más humana en los negocios, que su antecesor:
El hombre cuyo cuerpo utiliza Pendleton, sin que nadie pueda notar a simple vista el cambio entre almas, efectuado por El Cielo.
Así, Pendleton se deberá reencarnar en diferentes personas, hasta que encuentre su nuevo cuerpo físico, a la vista de ser asesinado por la esposa de Leo, Julia (Dyan Cannon) y su amante, Tony Abbott (Charles Grodin); o enamorarse de la activista ambiental, Betty Logan (Julie Christie)
Situaciones cómicas, serán expuestas para meditar lo que se hace y se puede hacer teniendo o no teniendo dinero, vocación, o simplemente suerte.
¿O será providencia?
“You locked me in a closet!”
Warren Beatty, el hermano menor de Shirley MacLaine, se puso tanto delante, como detrás de la cámara, en esta comedia sencillita, y de pocas pretensiones, basada en una versión antigua, a su vez obtenida de una obra teatral del dramaturgo y guionista Harry Segall; que en el año 1941, salió a como obra cinematográfica; y de ahí, hizo Warren esta historia, que resulta idéntica.
Se suponía, que el remake lo iba a protagonizar Muhammed Ali, pero como estaba más preocupado de lo suyo, que es boxear; los productores decidieron dejarlo de lado, y el propio Warren Beatty, terminó poniéndose en el protagónico, cambiando el tema del boxeo, por el fútbol americano; y esta versión queda muy bien conseguida, sin quitarle valor a la original, por supuesto; porque en aquella, el personaje fallecido por error, era un boxeador; y aquí cambia por un jugador de un deporte más acorde con el físico de Warren.
Gracias a que Beatty creyó en su modesto proyecto, se burló un poco de sí mismo, desembarcándose de su imagen de “sex symbol”; recordar que aquí era un cuarentón de muy buen ver, y encarnando a un campechano jugador de fútbol americano, que a causa de un error cometido por un ángel novato, anda buscando un nuevo cuerpo con el que poder jugar el Superbowl.
Mientras dura este tira y afloja con los burócratas del Cielo, conoce a una combativa maestra ecologista, Betty Logan, que cambiará sus esquemas.
Sin embargo, hay ciertos matices que son un poco desconcertantes, por ejemplo, el hecho de que el personaje tome otro cuerpo, pero que resulta que es el mismo de antes, o sea el propio Beatty.
Esto resulta confuso.
¿Pendleton y el millonario, presentan el mismo aspecto entonces?
Aquí hubiera sido genial, el uso del espejo o cómo lo miran los demás…
Este es el fallo que tiene Heaven Can Wait, aunque de todas formas es divertido verla, por las situaciones que presenta, por Warren Beatty, por su suave moralina-ética del deporte, y por su estilismo.
La reencarnación del espíritu, podría haber sido un espía, o un mercenario, para que fuera más entretenida, pero no, tenía que ser un millonario...
De hecho, sobre el tema de la reencarnación, no se habla de religión, ni hay investigación, ni de la experiencia misma, no hay tesis ni filosófica, ni existencia, solo comedia por el disparate, con sutiles reflexiones; y deja evidente que la esencia es tan dulce, como se podría esperar.
Que el aspecto exterior importa poco, si lo que enamora son otras cosas, como la mirada, y la forma de ser.
Del reparto, vemos a un número de ex jugadores de Los Angeles Rams, que tienen cameos, incluyendo:
Deacon Jones, Les Josephson, Jack Snow, Jim Boeke, y Charley Cowan.
Además de los ex jugadores de fútbol de los espolones mencionados anteriormente, algunos comentaristas deportivos conocidos, también aparecen, desempeñando papeles familiares.
Bryant Gumbel, se ve en el fondo de una escena en la televisión, en la entrega de una nota deportiva.
Curt Gowdy y Al DeRogatis, se pueden escuchar, haciendo comentarios en el Superbowl, jugada-por-jugada.
Dick Enberg, realiza una entrevista posterior al partido de Joe Pendleton/Tom Jarrett.
Por otro lado, Beatty presionó fuertemente a Cary Grant, para aceptar el papel de Mr. Jordan, yendo tan lejos, como para tener a la ex esposa de Grant, Dyan Cannon, que interpreta a Julia Farnsworth, le instaron a tomar el papel.
Aunque Grant fue tentado, en última instancia, decidió poner fin a su retiro del cine; y el papel recayó en James Mason.
Mientras Warren Beatty quedó en el protagónico, además de la producción, dirección, y guionización, se llegó a decir, que Heaven Can Wait era una obra de lucimiento casi ególatra del actor…
Al lado, tenemos a Dyan Cannon, como Julia Farnsworth, la esposa malvada, a quien se le dan bien esos papeles de farsa, y que en sus escasos minutos, consigue mover algo el cotarro; junto al guapísimo Charles Grodin, como el cínico y asesino Tony Abbott.
Y también está Jack Warden, como el antiguo amigo y entrenador Max Corkle, en un rol único, y entrañable.
Por último, Julie Christie trata de hacer lo que puede con el guión, y con un personaje imposible, y sale avante, hasta el punto que la única buena razón para ver Heaven Can Wait, es ella.
Warren Beatty no lo dijo tan directo, pero admitió esto mismo de manera más subliminal.
Como dato, Heaven Can Wait, reúne una vez más Beatty con Julie Christie, quien también actuó en conjunto en “McCabe & Mrs. Miller” (1971) y “Shampoo” (1975)
La bella actriz inglesa, y el devastadoramente sexy donjuán, vivieron un apasionado romance en los años 60 y 70.
Pero cuando el amor terminó, los examantes conservaron una linda amistad...
Hasta el día en que Christie pisó el set del filme Heaven Can Wait.
Y es que Warren Beatty, que de por sí tiene fama de lento e indeciso, en este caso, se paralizó de los nervios; y comenzó a hacer que lo actores repitieran sus escenas, una y otra vez... hasta sobrepasar los cientos de tomas.
“Warren, es la clase de director que filma una escena de 3 segundos, decenas de veces.
¡Christie llegó a odiarlo!”, confesó un amigo del actor.
A partir de ese momento, todas las escenas entre ella y Warren, tuvieron que filmarse con uno de los 2 actores de espaldas a la cámara, pues Christie se negaba a mirar a Warren a los ojos.
“Ella miraba sobre su hombro, pero no a su rostro”, dijo la fuente.
Quizás eso le puso “pimienta” a las escenas, pues Heaven Can Wait, es una de las películas más románticas de todos los tiempos.
Otro dato interesante, reside en el tipo de instrumento que se cambió, y que aparece en “Here Comes Mr. Jordan” (1941), donde Pendleton ensaya “The Last Rose of Summer” en un saxofón alto; mientras que en Heaven Can Wait se interpreta “Ciribiribin” en un saxo soprano.
La música durante la escena del entrenamiento, es “La Sonata Nº 12, Op. 1, en fa mayor, HWV 370 - Allegro 2 de Handel.
El tema principal de Heaven Can Wait, es la canción homónima, interpretada por Dave Grusin, que escribió la banda sonora, junto a La Orquesta Sinfónica de Londres.
Por su parte, Neil Diamond compuso una canción titulada “Heaven Can Wait”, específicamente para la película, que él pensaba que sería una buena canción de tema, y lo envió a Beatty, pero Beatty se negó a usarla.
“He's been drugged by those two downstairs.
This is a murder.
See how he's slowly sliding into the water?”
Creemos que el cielo será el término final de nuestro viaje, acabado el recorrido de esta vida.
El cielo que no será otra cosa que “el encuentro con Dios”
Pero para que pueda llegar ese encuentro, para disfrutar de ese cielo, es condición necesaria, pasar por la muerte.
¡Y eso es otro cantar!
Pocas personas he conocido que deseen morir cuanto antes, para encontrarse con Dios.
Algunos desean morir, por huir de una vida dura, difícil, inviable, acabar con una enfermedad terminal y olorosa.
Pero no hablo de esos casos, y esas motivaciones.
Parece que algunos santos, sí que tenían ese deseo vehemente del encuentro con Dios, para lo cual deseaba morir…
Se dice, y así lo creemos, que gozar del cielo, será “gozar de la plena felicidad”
Pero es curioso, y altamente sorprendente, que casi nadie tiene prisa por alcanzar esa felicidad, aunque la vida que lleven, sea dura y fatigosa.
Pocos mueren, porque no mueren, aunque tan alta vida esperen.
No se dice con estas palabras, pero eso es lo que se quiere decir, que “el cielo puede esperar”
Me pregunto, dónde está la raíz de esa incoherencia.
Porque incoherencia es, desear ser feliz, y no desear serlo cuanto antes.
Es muy probable, que la raíz o razón fundamental de esta manera de pensar y sentir, esté en el miedo a lo desconocido, lo sabido sólo por referencias, aunque esa referencia venga de la misma religión que profesa.
Todo el tema, tiene relación con la fe, y la fe no es evidencia; es más bien oscuridad, lanzarse sin paracaídas; aceptar lo que Dios nos dice o promete.
Un Dios a quien no conocemos, no visualizamos, no comprendemos.
Todo eso supone un riesgo.
Se arriesga la seguridad fundada en nuestros argumentos humanos, se arriesga la confianza plena y absoluta, se arriesga el que “otro” disponga por nosotros, aunque no sin nosotros.
Por otra parte, esa falta de seguridad plena, le lleva a la persona a aferrarse a lo que tiene, a la pequeña felicidad intermitente, que es segura, porque la palpa y experimenta.
Aunque existe la promesa, y la tenemos, de una mayor felicidad, sin embargo, exige una fe grande que genere confianza sin límites.
Hablando claro, podríamos aplicar aquel refrán que dice:
“Más vale pájaro en mano, que ciento volando”
Somos tan increíblemente prácticos, pero al mismo tiempo, tan increíblemente dubitativos, que nos cuesta fiarnos ciegamente.
En realidad, lo que verdaderamente nos falta, es Amor y Fe.
“Haven't you learned the rules of probability and outcome?
Aren't you aware that every question of life and death remains a probability until the outcome?”
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