The Insider

“Two men driven to tell the truth... whatever the cost”

La ética, como es sabido, es un tema que entra a discusión de manera intermitente dentro del ámbito de La Comunicación.
Los medios de información, suelen caer en errores que afectan la deontología del periodismo, con el único objetivo de defender los intereses económicos de las empresas que se encuentran tras el manejo de dichos medios.
Como producto, el cigarrillo es uno de los formatos más populares en el consumo de tabaco.
Las principales empresas que comercializan las grandes marcas de cigarrillos son, entre otras:
Altadis, British American Tobacco, American Tobacco Company, y Philip Morris, con los cigarrillos:
Fortuna, Delicados en México; y Marlboro respectivamente.
Otras marcas populares de cigarrillos son:
Camel, Winston, Belmont, Consul, o Lucky Strike.
La normativa del tabaco hasta ahora, sólo contempla los límites de nicotina, alquitrán y monóxido de carbono.
Sin embargo, según diversas investigaciones, se han descubierto alrededor de 4.000 sustancias químicas, de las cuales, alrededor de 70 de ellas, pueden ser cancerígenas para el hombre.
Algunas de las sustancias, componentes del tabaco son:
La Nicotina:
Se considera la sustancia química que provoca la adicción a los cigarrillos.
Algunas estadísticas reflejan, que la nicotina es tan adictiva como la cocaína.
El Arsénico:
Es un elemento químico extremadamente tóxico, normalmente es utilizado como compuesto del veneno para ratas.
El Alquitrán:
Es una de las causas del cáncer, ya que al inhalar el cigarrillo, este se deposita en los pulmones.
El Amoníaco:
Es un gas tóxico incoloro, con un olor muy característico, más comúnmente conocido como componente de los productos de limpieza.
El Butano:
Se utiliza, entre otras cosas, como combustible doméstico, para dar calor para cocinar, o para las estufas.
El Metano:
Es combustible para cohetes espaciales.
El Cadmio:
Está presente en baterías…
El Monóxido de Carbono, que también podemos encontrar en el humo de escape de los coches, es el más perjudicial para las mujeres embarazadas, ya que limita el oxígeno del cuerpo.
Así las cosas, el consumo habitual de cigarrillos, causan una fuerte dependencia a la nicotina, dependiendo de la frecuencia y cantidad que se realice, llegando a ser un vicio que produce mayor adicción que el opio, la cocaína, y otras drogas fuertes; y se ha demostrado su relación causal en de diversos tipos de cáncer, por lo que se considera un factor de riesgo cardiovascular, y causa de enfermedades respiratorias como La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)
Asimismo, afecta a los órganos reproductores, produciendo disfunción eréctil en fumadores activos y pasivos; y claro es, el consumo de cigarro, se considera causante de la mayor tasa de muertes evitables en el mundo.
Desde lo empresarial, Brown & Williamson (B&W) fue una empresa estadounidense de tabaco, filial de British American Tobacco, que produce varias marcas populares de cigarrillos; que se hizo impopular, como centro de investigaciones para aumentar la adicción química de los cigarrillos.
Su ex Vicepresidente de Investigación y Desarrollo, Jeffrey Wigand, fue el denunciante en una investigación realizada por La Cadena de Noticias CBS, dentro del programa de noticias “60 Minutes”
Wigand alegó, que B&W había introducido productos químicos como el amoníaco en los cigarrillos, para aumentar la nicotina, e incrementar la adicción.
Jeffrey Wigand, es un doctor en bioquímica, con una carrera profesional, que se centró en cuestiones de salud, y se convirtió en El Vicepresidente de Investigación y Desarrollo de Brown & Williamson en 1989.
Fue contratado para investigar un medio más seguro de proporcionar nicotina, y reducir el daño de otros compuestos del tabaco.
En ese momento, la adicción a la nicotina, y los riesgos para la salud de los cigarrillos, ya eran bien conocidos por la empresa y la industria, pero Wigand guardó un gran secreto…
Wigand desanimado, encontró que sus investigaciones y recomendaciones eran ignoradas y censuradas, lo que lo llevó a enfrentamientos con El Director General, Thomas Sandefur, que no quería una mención en público, acerca de la inseguridad para la salud de los cigarrillos, haciendo inútil el trabajo del Dr. Wigand, y llevándolo a ser “hipócrita”
Frustrado, Wigand dirigió su atención a la mejora de los aditivos del tabaco, algunos de los cuales, fueron diseñados para “reforzar el impacto”, el uso de productos químicos como el amoníaco, para mejorar la absorción de la nicotina en los pulmones, y afectar el cerebro y el sistema nervioso central, de una manera más rápida.
Este proceso, fue un intento deliberado de aumentar la adicción a los cigarrillos.
Los desacuerdos de Wigand con Sandefur, llegaron a un punto de ruptura, por un potenciador del sabor llamado “coumarin”, que se había demostrado ser un cancerígeno específico para el pulmón, que fue continuado en su uso por la empresa en las pipas de tabaco.
Wigand exigió su retiro, pero un buen sustituto, no podía ser desarrollado, y Sandefur no permitiría que las ventas se redujeran.
Este argumento, llevó a que Sandefur despidiera a Wigand en 1993, y lo obligó a firmar un amplio acuerdo de confidencialidad, que prohibía hablar de cualquier cosa relacionada con su trabajo, o la empresa.
La pena por violar la confidencialidad, es la pérdida de su indemnización por despido, demanda potencial, y la pérdida de cobertura médica.
En ese momento, su hija sufría de una enfermedad crónica, que requería de atención médica continua.
Poco después de este incidente, Los 7 Directivos de “Big Tobacco”, testimoniaron durante las audiencias del Congreso, que a su juicio, “la nicotina no era adictiva”
Jeffrey Wigand, por el compromiso de cumplir el acuerdo inicial, y la negativa a hablar con Lowell Bergman, productor de “60 Minutes”, fue acechado con su familia de manera anónima, fueron intimidados y amenazados de muerte, en caso de hablar.
Si bien nunca fue probado, se piensa que Brown & Williamson, estaba detrás de estos crímenes.
En lugar de silenciarlo, estas tácticas provocaron nuevas conversaciones de Wigand con Bergman, que finalmente se ganó su confianza, y en CBS le proporcionaron guardaespaldas armados y, después de consulta jurídica, Bergman le instó a declarar para El Estado de Mississippi, en una demanda contra “Big Tobacco”, interpuesta por El Fiscal General de Mississippi, Mike Moore, con una táctica destinada a anular su acuerdo de confidencialidad, antes de revelar la verdad en una entrevista con Mike Wallace de “60 Minutes”
Los intereses de los tabacaleros, estaban en obtener una respuesta del juez de Kentucky, para emitir una orden para que Wigand fuera detenido al regresar a su Estado de origen…
La esperanza de Bergman, se mantuvo en la promesa de contar su historia en “60 Minutes”, pero el poder de Brown & Williamson, era suficiente para obligar a la empresa CBS, en detener la difusión, con una amenaza de demanda judicial por interferencia, lo que estropea un inminente plan de fusión con Westinghouse.
En lugar de la entrevista inicial, se transmitió una versión editada, que no reveló los detalles cruciales…
Bergman, amargamente se opuso a la ruptura de su palabra con Wigand, que finalmente llevó a su renuncia de “60 Minutes”, después de 14 años de éxito.
La historia de “60 Minutes”, se emitió originalmente en noviembre de 1995, en una forma alterada, debido a las objeciones de la CBS entonces propietario, Laurence Tisch, que también controla la compañía tabacalera Lorillard.
La historia, más tarde se emitió en una forma completa, y sin censura, el 4 de febrero de 1996.
Por su parte, Brown & Williamson, sigue intentado demandar a Wigand por robo, fraude, e incumplimiento de contrato, después de la transmisión de la entrevista, y puso en marcha una campaña de desprestigio de 500 páginas en su contra.
Afortunadamente para Wigand, sus declaraciones en los estados de Mississippi y Kentucky se filtraron, y fueron publicados por Wall Street Journal, como parte de una investigación de refutación a los ataques.
CBS News, avergonzado, finalmente emitió la entrevista completa de Wigand en “60 Minutes”, dejando a gran parte de la nación en estado de shock; por lo que 40 Estados, en última instancia, presentaron una demanda médica contra la industria del tabaco, que dio lugar a una liquidación de $368.000 millones en daños y perjuicios, relacionados con la salud, por las empresas tabacaleras.
La controversia, planteó preguntas sobre las papeles legales en la toma de decisiones, y si los estándares periodísticos, en este caso, CBS, deben ser comprometidos a pesar de presiones y amenazas legales.
Sin embargo, la decisión envió ondas de choque a lo largo de la industria de televisión, la comunidad de periodismo, y al pueblo de los Estados Unidos.
La Westinghouse Electric Corporation,  bajo la dirección de Michael H. Jordan, compró CBS por $5.400 millones en 1995, y finalmente adoptó el nombre de la compañía que había comprada para convertirse en CBS Corporation.
En 2000, la CBS quedó bajo el control de Viacom, que coincidentalmente había comenzado como un “spin-off” de la CBS en 1971.
A finales de 2005, Viacom se dividió, restableciendo CBS Corporation con la cadena de televisión CBS en su centro.
CBS Corporation, es controlada por Sumner Redstone, a través de National Amusements, su empresa matriz.
Brown & Williamson, tenía su sede en Louisville, Kentucky, hasta el 30 de julio de 2004, cuando dentro de sus operaciones en los EEUU, se fusionó con RJ Reynolds, creando una nueva empresa matriz oficial:
“Reynolds American Inc.”
B&W, también participó en modificar genéticamente el tabaco, por ejemplo, con la impopular cepa Y1.
¿Cómo prohibir lo que les enriquece, aún a costa de la salud de las personas?
¿Cómo negarse a ese beneficio pecuniario?
Así nos amaestra, nos amamanta, “la loba capitalina”, y así nos mata dulcemente; pues el mayor enemigo del poder, es la verdad, pero siempre habrá alguno, a quien el universo asignará la misión de descubrirla.
“I told the truth”
The Insider es un drama dirigido por Michael Mann, en el año 1999.
Protagonizado por Al Pacino, Russell Crowe, Christopher Plummer, Diane Venora, Philip Baker Hall, Colm Feore, Bruce McGill, Lindsay Crouse, Debi Mazar, Gina Gershon, Stephen Tobolowsky, Michael Gambon, Rip Torn, Michael Moore, Néstor Serrano, Hallie Kate Eisenberg, Wanda De Jesus, Cliff Curtis, Michael Paul Chan, entre otros.
El guión es de Eric Roth y Michael Mann, basados en hechos reales, y en el artículo “The Man Who Knew Too Much” de la revista Vanity Fair, publicado por Marie Brenner, donde se revelaba la historia de un químico, que fue despedido de su empresa tabacalera, por denunciar en televisión, la existencia de sustancias que provocaban adicción; reportaje que además, acusaba a Mike Wallace de rendirse a las presiones corporativistas, y eliminar una historia sobre Jeffrey Wigand, un informante que quería denunciar la actividad de las tabacaleras.
Un caso real que Mann, al lado de Eric Roth, dramatiza convenientemente para el cine, permitiéndose ciertas licencias en pos de una obra absolutamente redonda.
El título literal, “The Insider”, quiere decir “Información Privilegiada”, y realmente se suele usar para aquellos que están en un alto cargo, y tienen esa información tan ansiada.
A esos se les suele llamar “The Insiders” o “Los Informantes”
The Insider obtuvo 7 nominaciones al Oscar:
Mejor película, director, actor (Russell Crowe), guión adaptado, montaje, fotografía, y sonido; no se llevó absolutamente ningún premio, injustamente.
El argumento, versa acerca del mercado del tabaco, que mueve sumas multimillonarias, y acerca de las polémicas estrategias y artimañas utilizadas por las empresas tabaqueras, a la hora de comercializar los cigarrillos.
Por ello, The Insider está basada en un caso real, en el que Brown & Williamson, una de las principales tabacaleras del mundo, fue condenada por la justicia estadounidense, por añadir sustancias adictivas al tabaco, que incrementaban el poder adictivo del mismo.
El centro del argumento, se refiere a la decisión de una compañía tabacalera, de añadir a los cigarrillos “cumarina”, una sustancia que incrementa la adicción del consumidor a los cigarrillos.
La “cumarina”, es moderadamente tóxica para el hígado y los riñones, con una dosis letal 50 (LD50) de 275 mg/kg.
La Occupational Safety and Health Administration, considera a la “cumarina” como un compuesto carcinogénico específico del pulmón.
El compuesto, fue prohibido en cigarrillos en 1997, y está listado en EEUU, por La FDA, entre las sustancias cuya adición directa para uso en alimentos con destino al consumo por humanos, está prohibida.
The Insider sigue a Jeffrey Wigand (Russell Crowe), un científico y directivo de la famosa tabacalera estadounidense, Brown & Williamson, cuando descubre el secreto que la industria del tabaco oculta celosamente:
Las sustancias que crean adicción en los fumadores.
Lowell Bergman (Al Pacino), un productor televisivo, arriesga su carrera, al invitar a su programa a Wigand, que ve cómo su vida se desmorona tras revelar la verdad a la opinión pública; pero nadie saldrá indemne de esta batalla contra las tabacaleras...
Durante toda la historia, se hace foco en la cobertura y seguimiento de la noticia que realiza el prestigioso telenoticiero “60 Minutes”, el más importante de CBS.
La evolución de la trama, está signada por la indecisión de Wigand, que se balancea entre su buena conciencia, que lo impulsa a revelarlo todo; y su posición económica, y la integridad de su familia, amenazadas por la tabacalera B&W.
Finalmente, se decide a hacerlo, y ahí empiezan los problemas.
El rol del productor y periodista de CBS, es el que le fija su empresa:
Conseguir primicias exclusivas, cueste lo que cueste.
Eso hará, aunque sus problemas como los de Wigand se ahondan, cuando los directivos de CBS, temerosos de un supuesto pleito millonario de la tabacalera, vuelven sobre sus pasos.
La pelea entonces, girará en torno de, cómo y cuánto de lo que ya declaró Wigand ante las cámaras, será puesto al aire, en la televisión de CBS, por el programa “60 Minutes”
Y Bergman, que además de ser un tipo íntegro, que no ha olvidado sus ideales izquierdistas, tenderá a alinearse junto al informante, en esta fase de la confrontación.
En The Insider, se exploran diversos aspectos éticos, que enfrentan los medios de comunicación, en cuanto al tratamiento de las fuentes, el secreto profesional, el linchamiento mediático, la cláusula de conciencia, y la censura previa.
Vemos claramente, la influencia que tiene un corporativo, en este caso la cadena CBS, en la generación y difusión de una noticia; e indaga, tanto en el inmenso poder de las tabacaleras, como en el funcionamiento y las políticas de empresa de los medios televisivos; la confrontación entre la línea editorial de un medio, y sus propios intereses financieros.
Y nos habla de contratos confidenciales, empresas poderosas, capaces de mover los hilos en todas las ramas y campos como la televisión; y luego tenemos la trama sobre lo cuestionable o no, dentro de un programa, y lo rastrero que pueden llegar a ser, con tal de conseguir lo que quieren, o como en The Insider, omitir por sus propios intereses.
“You cut it! You cut the guts out of what I said!”
Acabando el siglo, nos llegó una de las mejores películas de la década de los 90; un “thriller” de despachos, historia de destrucción personal, sin violencia, de un “in crescendo” en suspense asombroso.
Tras “Heat” (1995), Michael Mann tardó 4 años, en volverse a poner tras la cámara, y lo hizo con otra película que proponía otro enorme duelo interpretativo:
Repetía Al Pacino de la anterior, esta vez, teniendo enfrente al menos conocido Russell Crowe, que realizó una actuación espectacular, perfectamente calculada, y para la que tuvo que cambiar mucho físicamente, en cuestiones de peso y musculatura; pues engordó más de 20Kg; cuyo peso era 110Kg durante las grabaciones.
Y es que en EEUU, gustan mucho este tipo de historias, de hombre solo contra el sistema, quizás por eso, Michael Mann dramatiza y exagera algunas situaciones, y realiza una dura crítica contra los medios de comunicación, las grandes corporaciones, y la sociedad en general; pero no resulta así para los académicos, pues muchos de ellos se ven representados.
La presente, nos ofrece de nuevo, una de esas historias de un hombre, normal y corriente, enfrentado a una poderosa empresa, que le hará la vida imposible si viola su contrato de confidencialidad, y que para su lucha, contará con el apoyo del productor de uno de los programas de televisión de mayor audiencia del país, en el que le invitará a relevar toda la verdad que descubrió cuando trabajaba para la tabacalera.
No es la historia del típico héroe que lucha contra las adversidades de una sociedad, y un sistema podrido; de hecho, el personaje central, no es ningún ejemplo a seguir:
Problemático con su carácter, y aficionado a la bebida, posee incluso un pasado feroz, en el que abandonó a su primera mujer cuando ésta cayó enferma…
Podría parecer The Insider, el estreno de Mann en el cine social, pero el director se cuida de ofrecer un mensaje poderoso, y al mismo tiempo, huir de los tópicos habituales del cine de denuncia; y lo consigue a través de una estética excesiva y saturada, de colores apagados.
Todo el montaje es excepcional, al igual que alabo sobre todo, la majestuosa fotografía de Dante Spinotti en formato 2.35:1, con un colorido, y unos encuadres magistrales, que le dan un toque de calidad, único.
Una estética algo tenebrosa; donde se desarrolla ese duelo personal entre el arrepentido directivo de una tabacalera, y un periodista ávido de informaciones, capaz de todo por conseguir una exclusiva.
Mann otorga a este enfrentamiento, una aura épica, algo más propio de otras épocas del cine de Hollywood; y convierte a Pacino y a Crowe, en 2 antihéroes rocosos, perfectamente esculpidos, y que se quedan en la memoria del espectador.
Una película que pese a su envoltorio totalmente contemporáneo, tiene las hechuras de una tragedia griega.
Brown & Williamson, es una de las mayores e importantes empresas de la industria tabacalera.
Acaban de despedir a uno de sus altos directivos y científico, Jeffrey Wigand.
Tiene un contrato de confidencialidad, que no debe incumplir, si no quiere perder la seguridad médica, y varios años de sueldo.
Sin embargo, un día aparece Lowell Bergman, ante éste hombre, para preguntarle ciertos datos para un reportaje que está realizando en el programa que ejerce como productor, “60 Minutes”
A raíz de esto, la empresa presiona a Wigand de diversas formas, creando así un trauma psicológico en su propia familia, y llegando a quitarle todo lo que más quiere.
Es ahí cuando se ve ante el dilema de contar todo lo que sabe, y arriesgarse incluso a la cárcel, con tal de informar a la gente del contenido del tabaco, y de su manipulación con respecto a la adicción.
El problema mayor reside, cuando una vez grabada la entrevista, la propia tabacalera con su poder, amenaza con obtener todos los derechos de CBS.
Mann, se centra sobre todo en la relación entre los 2 personajes centrales:
Un hombre que debe ponerse a trabajar como profesor, un trabajo muy por debajo de sus posibilidades, pero que le acerca a la humildad más llana; y un productor televisivo, que ve cómo su palabra, que es ley allá a donde va, se rompe por intereses económicos.
Son 2 historia en una, la de Wigand, que se queda literalmente solo ante el peligro, ante la vida, impagable secuencia en el hotel, en la que todo alrededor de Crowe se distorsiona, para dar paso a una visión de sus 2 hijas, despidiéndose…
El personaje perdiendo lo más importante que ha creado.
La subtrama evidente, es la que rodea al personaje de Pacino, que hastiado por los cometidos, finalmente son acusados de injerencia tortífera, por parte de Brown & Williamson, a CBS.
Así pues, se ponía de manifiesto el gran poder que recorría una mentira.
Es decir, la gran empresa tabacalera, el enemigo, había jurado que la nicotina no producía adicción, y aun sabiendo todo el mundo lo contrario, ellos son constantes en sus maneras, y capaces de todo, con tal de no ver vulnerada su “credibilidad”
De ahí que los altos directivos de CBS se asusten en gran manera, y acaten lo dicho por el gigante tabacalero.
Tras estos sucesos, Lowell opta por abandonar, porque como dice él:
“¿De qué le sirve todo, si no es capaz de proteger a una fuente?”
Finalmente, tras el desenlace, obtenemos una visión muy amplia sobre lo que Bergman acaba pensando del periodismo actual.
Y es que hoy, todo se basa en arrastrar y adornar con mentiras, no importando como acaban las personas que hay tras una historia, con tal de dar una noticia para que la gente se “entretenga” en sus casas.
Es por eso que Bergman decide dejarlo, asqueado de ese mundo rastrero, le comunica a Wallace su decisión, y es ahí, justo tras un caso resuelto por El FBI, y al cual se habían adelantado gracias a los contactos de Bergman, que deja su carrera con un éxito final.
Una batalla ganada, dentro de una guerra imposible de ganar, y que condena a sus 2 protagonistas al olvido entre otras cosas.
El profesor, seguirá impartiendo clases dentro de su aburrida existencia, solo; y el productor, dejará el trabajo, porque la palabra que da a sus fuentes, es lo más importante que existe en el mismo.
Son 2 palabras, verdades cuestionadas por un mundo cruel, imparable y mentiroso, retratado por un Mann fiero y decidido, seguro de sí mismo.
Seguidamente, observamos un plano a cámara lenta de Bergman, saliendo del edificio, ajustándose la chaqueta, y sonando de fondo el “Perfecto Mix” del tema “Safe From Harm” de Massive Attack…
Impresionante.
Comienzan los créditos, y antes nos sale un resumen sobre lo que fue finalmente de Wigand y Bergman; y ante todo, se nos anuncia que a pesar de su base real, hay parte de ficción para hacer más dramática la situación.
Evidentemente, esto ocurre en todas las películas “basadas en hechos reales”, sin embargo ninguna, salvo ésta, es capaz de exponer que efectivamente está “alterada” para hacerla más atractiva de forma cinéfila.
Se podría decir, que The Insider es un “thriller” de despachos.
La historia de una destrucción personal, sin utilizar la violencia; y la historia de una dura guerra legal, que se traslada del campo de batalla, a los despachos.
Nos cuenta la encrucijada moral que sufre un hombre y una empresa, que deben elegir entre su conciencia moral, o su bienestar; y se plasman 2 problemas centrales:
Por un lado, el dilema moral que sufren un hombre y una empresa.
Por otro lado, y quizá sea este el problema más importante que nos sugiere, se muestra la impunidad con la que actúan las compañías tabaqueras.
Estas compañías, han sido denunciadas en multitud de ocasiones, por lo dañino de su producto, pero siempre han salido victoriosas en los juzgados, y nunca han sido condenadas a pagar ni un solo céntimo.
Para ello, no dudan en realizar amenazas, o poner en entre dicho, la credibilidad de algunos individuos.
Cuentan en sus filas, con una larga lista de los mejores abogados, compran empresas, e incluso medios de comunicación, para manipular la opinión pública.
Así nos muestra la capacidad de ese poder que ejercen las compañías tabaqueras, que solventan con suficiencia, los problemas judiciales, y se ríen de la legalidad y de la democracia.
The Insider nos muestra las miserias de los seres humanos, el interés imperante detrás de los negocios, y diversos sentimientos humanos a la hora de luchar contra grandes corporaciones.
Del reparto, Al Pacino da vida a Lowell Bergman, un periodista, director del programa “60 Minutes” del canal CBS, que destapa todo el tema, gracias a un confidente y antiguo bioquímico de la tabacalera Brown & Williamson, Jeffrey Wigand, al que da vida Russell Crowe.
“60 Minutes”, a día de hoy, sigue existiendo en un formato que presenta 3 reportajes en cada edición, y es el mayor benefactor al producir la mayoría de ganancias para la cadena CBS.
Curiosamente, es tan afamado éste programa, que tiene ediciones en una gran cantidad de países.
Con respecto al papel de Pacino, su finalidad es la de como cualquier periodista, seguir la noticia más interesante e impactante de cara al público.
Sin embargo, a diferencia de la gran mayoría de periodistas, el trato que tenía con sus informantes o entrevistados, no era el de simples objetos con algo que contar, para él, cada fuente era de una importancia vital, y haría lo que fuese por protegerla.
Russel Crowe, es Jeffrey Wigand.
Su caracterización resulta impactante, por ofrecernos a un Crowe entrado en kilos y canoso, es muy fidedigna.
Russell Crowe, que convenientemente engordado y maquillado para parecer mayor, da todo un recital:
En su mirada, podemos apreciar la impotencia de aquel que, conociendo una terrible verdad, no sólo no puede hacer nada para combatirla, sino que puede perderlo absolutamente todo, y también vemos en un prodigio de contención, esa gran satisfacción, cuando la entrevista es emitida, una satisfacción que significa la prueba de haber hecho lo correcto, el verdadero sabor de boca, y verdadero triunfo de su batalla, y algo sobre lo que navega toda la película, con varios personajes dudando en tomar una dirección u otra.
No tenemos más que poner youtube, y ver algunas entrevistas realizadas por el Wigand original, contando todo lo sufrido por causa de Brown & Williamson.
Todo ese suceso, es sobre lo que trata The Insider.
Uno de los logros más grandes, es crear una tensión única alrededor del personaje de Wigand, atención a la secuencia nocturna en el campo de golf, continuamente en peligro, y sobre el que las amenazas de muerte van tomando forma poco a poco, en peligro latente a veces invisible.
También, el enfrentar 2 modos de vida totalmente diferentes:
El de Wigand y Bergman, que se hacen amigos en medio de la tormenta personal del primero.
Una amistad bien palpable en las reacciones de Bergman ante su jefe, y unidos por Mann en secuencias como la de la conversación telefónica, que lleva a Bergman a meterse en el mar, buscando cobertura.
Quizá una metáfora algo evidente que, para conseguir cosas, hay que mojarse de verdad.
Christopher Plummer, interpretó al periodista Mike Wallace, presentador del programa “60 Minutes” desde 1968.
Wallace, que falleció en Abril de 2012, fue desde el inicio de “60 Minutes” hasta 2006, el presentador del programa.
En la vida real, sufrió diversas difamaciones y amenazas por varios reportajes.
Respecto a The Insider, Wallace sufrió el señalamiento en la vida real, cuando decidieron publicar la entrevista de Wigand de forma “codificada”, y omitiendo lo importante.
Él era el presentador, y por tanto era para el público el “culpable” de ello.
Aunque Wallace dice en la vida real, que fue muy contundente para que la entrevista se publicara entera, en The Insider nos muestra un hombre que se queda conforme, con tal de salir en pantalla, hasta que se da cuenta de la manipulación de los directivos, al ver como cortaban parte de una entrevista suya.
Es muy fidedigno en ese aspecto... pero Wallace no estuvo de acuerdo con su representación en la pantalla, y sostiene que fue muy enérgico, para que la historia de Wigand se transmitiera completa.
La primera versión de esta historia, había aparecido en The New York Times, y fue difundida en diarios de Latinoamérica, por Mario Vargas Llosa.
Es realmente soberbio, ver a Michael Gambon, dar vida a una especie de villano imposible de detectar, rostro de la tabacalera que se ha rica matando a millones de personas, poco a poco, como el consumir de un cigarrillo, de la misma forma que se consumen los títulos de crédito iniciales.
Y agrego el dato, de que CBS, en Helen Wallace (Gina Gershon), como vocera de la empresa donde trabaja Mike y Lowell, es una mujer dura y directa, con lo que le conviene a su empresa.
Es de mente cuadrada; cuyos fines últimos, son idénticos a los de los fabricantes de cigarrillos, esto es, hacer dinero; y aparece durante largo rato, rodeada de un halo de santidad; como si las buenas intenciones de Lowell Bergman, se le hubieran contagiado.
Pero hay algo que desentona, o por lo menos raspa, y tiene que ver con la particular significación que asume todo lo relativo al hábito de fumar en los Estados Unidos.
Me refiero a que el tabaquismo allí, se asemeja cada vez más a un delito:
Fumar hoy, en EEUU, es algo así como ser negro en Mississippi durante las peores épocas del Ku Klux Klan.
En este sentido, la malignidad de Brown & Williamson, aparece recargada.
Se la presenta poco menos que como una representante de Satán…
Y no es que no lo fuera, aún lo es, pero no más ni menos que cualquier empresa de su porte.
El informante, se pone especialmente solemne, cada vez que se pronuncia la palabra nicotina... y lo único que no me termina de gustar, es la estafa sobre la cual se sustenta la obra:
El tabaco mata, en el plazo que sea.
Así que cuando alguien se fuma un cigarrillo, sabe las consecuencias que hay.
La empresa tabacalera en The Insider, añade una sustancia que aumenta tanto la adicción como el daño.
Es un caso con gran importancia, de acuerdo, pero que no me lo pongan como “el mayor de la historia de los EEUU”
Cuando el público que fuma de esa marca, reciba esta información, lo único que hará, es cambiarse a otra, el daño será menor, pero será daño, al fin y al cabo.
Tampoco me agrada el moralismo, para ser una película que aborde el tema del tabaco, no sale nadie fumado un cigarro en 2 horas y media, ni en un bar, ni en la calle, ni siquiera un figurante.
Eso de creerte éticamente hasta lo que vendes, se llama religión.
Más cinismo hubiera sido mejor; pues se dice que a nadie, absolutamente a nadie, se permitió fumar frente a la cámara de Michael Mann.
Finalmente, resaltamos la música.
La banda sonora de Lisa Gerrard y Pieter Bourke es simplemente maravillosa.
Junto a su composición, tenemos temas de Jan Garbarek, Gustavo Santaolalla, Massive Attack, y Graeme Revell.
El corte “Sacrifice” de Lisa Gerrard, que suena en el momento de la conversación que mantienen Bergman y Wigand, uno metido en la orilla del mar, y otro en el hotel, es de una belleza impresionante.
Lo tiene todo:
Soledad, nostalgia, y belleza.
“I fought for you and I still fight for you!”
¿Cómo puede influir un corporativo de medios en la generación y difusión de una noticia?
Pues de muchas maneras, una de las más importantes, es que la mayoría de la gente que escucha las noticias, las da como un hecho real, sin investigar si es verdad lo que dicen o no, y es algo que pasa en nuestro país, ya que todos los corporativos de medios, dan una noticia, y la mayoría de la gente la da como un hecho real, y muchas veces, estas noticias no son 100% verdaderas, sino que muchas veces ya traen muy manipulada la información, y a veces, dependiendo de los intereses de los corporativos de medios, es lo que publican, o lo que informan.
La ética del periodista, es decir la verdad aunque lo pudieran correr de su trabajo, que fue finalmente lo que sucede, pero se dijo lo que estaba pasando con la empresa tabacalera, y los daños que producía a la salud.
Y la de la fuente, era tener dinero al costo que sea, no importa si hay que decir mentiras para obtener ese dinero.
Por tanto, la fuente debe ser confiable.
Algunos obstáculos para construir una noticia ética pueden ser:
1) Poner en peligro tu integridad física, y de tu familia.
2) Que se vayan a ver afectados terceros, dentro de la información proporcionada.
3) Que la información brindada, no sea verídica, o que las fuentes no sean confiables.
Por otra parte, en la actualidad, el hábito de fumar tabaco, se considera un uso legal de la droga nicotina con fines recreativos, o para relajarse.
Aproximadamente, el 80% de los fumadores, viven en países de ingresos bajos o medios.
También, se ha considerado una afición masculina a lo largo de la historia.
Existe evidencia científica, que confirma que los hombres con altos niveles de testosterona, son más propensos a fumar tabaco.
El consumo de tabaco, es una de las principales causas de muerte, enfermedad y empobrecimiento en el mundo, tanto por el consumo voluntario, o por respirar el humo ajeno.
¿Qué sucedió con los personajes de The Insider?
En lo personal, en su juventud, después de un corto tiempo como militar, incluyendo una corta asignación a Vietnam, Jeffrey Wigand obtuvo un Máster y un PhD en The State University of New York, en Buffalo.
Conoció a su primera esposa, Linda, en 1970, mientras atendía a clases de judo.
Al poco tiempo de su matrimonio, Linda desarrollo una esclerosis múltiple; y se divorciaron.
Antes de trabajar en Brown & Williamson, Wigand trabajó en varias compañías relacionadas con la salud, incluyendo Pfizer, y Johnson & Johnson.
Además fue contratado como Gerente General y Director de Marketing de Union Carbide en Japón, y como Vice Presidente Senior en Technicon Instruments.
Conoció a su 2ª esposa, Lucretia, en 1983 o a principios de 1984, cuando era Presidente Interino de una compañía de arranque en Stamford, CT.
Wigand, comenzó a trabajar para Brown & Williamson Tobacco Corporation, en enero de 1989, y el 24 de mayo de 1993, fue despedido; siendo conocido como un “whistleblower” o “soplón”, cuando en el programa de noticias “60 Minutes” de la cadena de televisión CBS, expuso las prácticas de su compañía, en la cual manipulaban intencionalmente los efectos de la nicotina en los cigarrillos.
Luego de este evento, rompió un acuerdo de confidencialidad con B&W, quienes sistemáticamente fueron destruyendo su vida personal.
Un año y medio después, Wigand comenzó a trabajar como profesor de química y japonés, en el instituto de secundaria duPont Manual Magnet de Louisville, en Kentucky, y fue nombrado Maestro del Año del Estado.
Alrededor de 1995 o 1996, Wigand y su segunda esposa, se divorciaron.
El Dr. Jeffrey Wigand, actualmente reside en Mt. Pleasant, Michigan, donde ocupa su tiempo y esfuerzo en dar charlas alrededor del mundo, como un testigo y consultor experto en varios temas relacionados con el tabaco, y en su organización sin fines de lucro, SMOKE-FREE KIDS, Inc., donde concentra sus esfuerzos en alejar a los jóvenes y niños del hábito de fumar.
Así las cosas:
Si usted posee información interna trascendental que, por su propio bien el pueblo entero debería saber, decidirse a violar cualquier acuerdo de confidencialidad, es una opción…
Y si quiere cumplir ese compromiso, queda en usted, cargar con una conciencia que lo carcomerá mientras viva, y lo hará sentirse cómplice, cada vez que sienta el daño social que se está causando, y que usted, con un acto de valentía, podría entrar a resolver.
Quizás, el poder de los enemigos del pueblo, le amargue temporalmente la vida, y hasta es posible que consigan eliminarlo, pero ya usted sabe que la muerte, sólo es lamentable cuando a uno le llega como un ser degradado e indeseable, pero cuando es el resultado del acto más digno que puede asumir el hombre, como es el compromiso con la verdad, la muerte dignifica, engrandece, y te hace inmortal.

“Fame has a fifteen minute half-life, infamy lasts a little longer”



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