Kill Your Darlings
“Some things, once you've loved them, become yours forever.
And if you try to let them go...
They only circle back and return to you.
They become part of who you are... or they destroy you”
A principios de los años 40, en el entorno represivo que se vivía en La Segunda Guerra Mundial, las nuevas generaciones, intentan entrar en grandes universidades de renombre.
Sin llamar mucho la atención, y siguiendo las estrictas normas de conducta que les han sido impuestas, luchan por ser los mejores de su clase, y pertenecer a los clubs más selectos, ya que todo está institucionalizado, y si no eres parte de la solución, entonces eres parte del problema.
Sin embargo, un grupo de jóvenes, mira con indiferencia los cuadros que cuelgan de las paredes del campus, en los que aparecen los sonrientes rostros de los héroes universitarios, el orgullo de la nación, mientras prometen que nunca pertenecerán a uno de esos organismos capitalistas.
Jóvenes que ya son miembros de su propio club, donde la entrada es mucho más restringida que la de cualquier otro, un círculo de erudición admirable, y dispuesto a cambiar el mundo o, al menos, la concepción que se tiene de él, un círculo que abre paso a la llamada “Beat Generation”
Algunos de sus ideales, eran el rechazo de las reglas establecidas, la innovación en el lenguaje, el uso de drogas como método de exploración mental, y la bohemia como forma de vida.
Lucien Carr, un líder nato, fue el encargado de reunir a las mentes liberales más brillantes, para escribir la idea que corría, sin forma, por su imaginación.
Allen Ginsberg, Jack Kerouac, y William Burroughs, llevaron su inconformismo al papel, en forma de poemas y manifiestos que instaban a un levantamiento contra la opresión; por ello usaron la inhibición sexual, el alcohol y, sobre todo, las drogas como herramienta para la exploración de aquellas partes del cerebro a las que, por lo general, tenemos el acceso restringido, y dieron como resultado, algunas de las obras de la literatura más grandes de la contracultura de EEUU.
En especial, Irwin Allen Ginsberg, fue un poeta, y una de las figuras más destacadas de la “Generación Beat” en la década de 1950; se opuso enérgicamente al militarismo, al materialismo económico y la represión sexual; pero es conocido principalmente, por su poema épico “Howl” o “Aullido” (1956), en el que denunció lo que consideraba “fuerzas destructivas del capitalismo y de la conformidad de los Estados Unidos”
Nacido en el seno de una familia judía, de ascendencia rusa, en New Jersey; desde pequeño, Allen manifestó una sensibilidad poco habitual, y un gran interés por la poesía y la literatura en general.
Estudió en la Universidad de Columbia, New York; tan solo un curso antes de ser expulsado.
Fue en dicho curso, donde conoció a Jack Kerouac y William Burroughs, con quienes conformaría el trío básico de la futura “Generación Beat”
El grupo inicial, era liderado por Lucien Carr, quien ejercía su influjo natural, aunque desprovisto de talento artístico.
Esta “prehistoria” del grupo fundacional, terminó cuando Carr cometió un asesinato...
Carr, apuñaló a David Kammerer hasta matarlo en un altercado en 1944, y se declaró culpable, argumentando que fue en defensa propia, explicando cómo se deshizo del cuerpo en el río Hudson.
Carr, había conocido a Kammerer en Saint Louis, y declaró en La Corte, que Kammerer lo había acosado en una obsesión homosexual.
Carr fue sentenciado a 20 años en prisión por homicidio, pero sólo hizo 2 años en la Correccional Elmira, en New York.
Por su parte, Jack Kerouac fue arrestado por ser considerado cómplice, y se fijó una fianza por $2.500.
Kerouac, convenció a Edie Parker, de ayudarle a salir bajo fianza, prometiendo casarse con ella…
Edie lo hizo, y se casaron; pero el matrimonio fue anulado un año después.
Este crimen, y sus secuelas familiares, trastocaron para siempre las vidas de todos los implicados:
Carr fue a un reformatorio, y se desvinculó así, progresivamente de su relación con sus compañeros de juventud, pero su ausencia, permitió una fructífera introspección en sus talentosos colegas, y al mismo tiempo, hizo posible la llegada de Neal Cassady, elemento catalizador de esta nueva mirada del hombre, la cultura, y el paisaje que fue la “Beat Generation”
Ginsberg, de la misma edad que Cassady, fue el primero en comprender, que esta nueva visión, pasaba necesariamente por abandonar los convencionalismos académicos de la vida universitaria, y en consecuencia, el primero en “lanzarse a la carretera”
Esa generación, no atrajo la atención de la juventud, por mostrar a escritores con trabajos formales y una vida estable.
Ginsberg, Kerouac y Burroughs, vivieron en constante movimiento, muchas veces sin las comodidades básicas a las que estamos acostumbrados; pero fueron esos golpes recibidos, los que moldearon sus obras, los que les dieron ese aire de “disconformismo” que identificó a las generaciones futuras.
“First thought, best thought”
Kill Your Darlings es un drama del año 2013, dirigido por John Krokidas.
Protagonizado por Daniel Radcliffe, Dane DeHaan, Michael C. Hall, Ben Foster, David Cross, Jennifer Jason Leigh, Elizabeth Olsen, John Cullum, Kyra Sedgwick, Jack Huston, David Rasche, entre otros.
El guión es de John Krokidas y Austin Bunn, aunque en su mayoría, está basado en los hechos verídicos que rodearon a éstos peculiares personajes; quienes crearon “La Generación Beat”, aunque no se cita abiertamente, cuando fue su real comienzo.
Estamos en New York, en años 40.
Allen Ginsberg (Daniel Radcliffe), acaba de ingresar en la universidad de Columbia; allí conocerá a Lucien Carr (Dane DeHaan), quien lo adentrará en el submundo de la poesía y la literatura revolucionaria, formando conjunto con Jack Kerouac (Jack Huston) y William Burroughs (Ben Foster) entre otros.
Estos jóvenes escritores, futuras promesas de la literatura contemporánea, cansados de la manera ortodoxa de la enseñanza en dicha universidad, deciden cual genios, saltarse clases, declarar un manifiesto donde critican el sistema, y empezar a escribir “The New Wave Of Literature”
Allí es cuando las drogas, el jazz, y las orientaciones sexuales, marcan el curso de los acontecimientos; pero su pasión por cambiar las normas y los sentimientos internos, cobrará tanta fuerza, que llegarán a estar involucrados en una trama de asesinato.
En Kill Your Darlings, resaltan los deseos de la juventud, la competencia entre colegas, el estilo de vida bohemio, el abuso de sustancias, el amor y pasión entre hombres del mismo sexo, la posesión, la obsesión, todos ingredientes de un cóctel mortal, que cambiará la vida de sus personajes para siempre, y de la literatura universal también.
“Be careful, you are not in Wonderland.
I've heard the strange madness long growing in your soul, in your isolation but you fortunate in your ignorance.
You who have suffered find where love hides, give, share, lose, lest we die unbloomed”
El primer largometraje de John Krokidas, es atrevido, pero algo encerrado en lo que parece un torbellino de celos, obsesión, y asesinato, que afectó a Allen Ginsberg, William S. Burroughs, y Jack Kerouac, en los primeros días de su revolución literaria.
Sin embargo, Kill Your Darlings no se centra en ese movimiento, sino en Allen Ginsberg, y su íntima relación con Lucien Carr, una relación que causaría estragos en su final, aunque ni siquiera tampoco sabemos de ella aquí, de no ser por el texto final en los créditos.
Aunque Krokidas hace bastante referencia al descontrol que producen los celos, hace también alusión a la poesía, y a lo sublime que pueden ser las palabras grandilocuentes; y trata 2 temas, imprescindibles:
La identidad individual de una persona, y la identidad colectiva de un grupo; y su lucha por las reglas que creen injustas, haciendo nacer de todo esto, una era llamada “La Nueva Visión”
La trama se va complicando, el grupo de chicos se ve envuelto en un asesinato… por lo que el drama y el suspense, se acentúan en la 2ª mitad del metraje.
El desenlace, las obras, los futuros movimientos que surgieron a partir de esta revolución, son de sobra conocidos, sin embargo, el inicio, los adolescentes que había detrás de esos futuros genios, es lo que le ha interesado al joven director John Krokidas, para llevar a cabo este proyecto, en el que, con la ayuda de la directora de fotografía, Reed Morano, consigue plasmar perfectamente, la brillantez de aquellas mentes adelantadas a su tiempo.
Intelectuales, que no sólo se enfrentaron a la ineptitud del sistema contra el que luchaban, sino también a su propio autocontrol, dando como resultado, un tremendo caos mental, que se reflejó en lo desquiciado de su comportamiento, y originó algunos de los casos más escabrosos y sonados de la historia de la literatura de EEUU.
Así, Kill Your Darlings, es un excelente retrato, lleno de diálogos inteligentes, y una maravillosa descripción de personajes, que cuenta los primeros pasos de la llamada “Beat Generation”, cuando todos eran jóvenes estudiantes universitarios.
Como tal, la película es emotiva, entretenida, y muy atractiva desde el punto de vista narrativo, y presenta un acertadísimo retrato, nada parcial de las personalidades de los autores, y la amistad tan peculiar que los unía, salpicada por la sangre de un crimen que los marcaría a todos.
No es perfecta, desde luego, porque se pierde mucho en su primer tercio en escenas innecesarias, y una colección de anécdotas, pero se le perdona, porque el resto es excelente, muy comprometido, y sobre todo, valiente y nada obvio.
Kill Your Darlings, sigue a Allen Ginsberg, un joven judío, que acaba de ingresar a la universidad de Columbia.
Hijo de un poeta, Ginsberg quiere seguir los pasos de su padre como escritor, pero carece de la confianza para dar sus primeros pasos.
Además, ve con desconfianza, las normas de métrica y rima que le enseñan en la universidad, las que parecen ser, más limitaciones que herramientas para la creación.
Su actitud crítica, atrae la atención de Lucien Carr, un joven adinerado, que apenas va a clases, pero que tiene planeado cambiar el mundo del arte, si encuentra a unos aliados adecuados para la tarea.
Ginsberg, es rápidamente seducido por la actitud de Carr, pero descubrirá que no es el único…
El joven que acaba de conocer, tiene una tormentosa y complicada relación con un hombre llamado David Kammerer (Michael C. Hall), un intelectual que despierta la admiración de quienes lo rodean.
El grupo de amigos, es completado por William Burroughs, un extraño joven que gusta de experimentar con las más variadas drogas; y Jack Kerouac, un antiguo atleta, que abandonó la universidad, para convertirse en marino mercante.
El grupo de jóvenes, adopta el nombre de “La Nueva Visión”, y buscará sacudir la literatura mundial, con una nueva forma de expresión que escapa de los textos clásicos.
Como la música jazz que disfrutan escuchando, los jóvenes apuntan a la experimentación, al momento de escribir, sin dejar que las reglas del lenguaje se transformen en barreras para su creatividad.
Ginsberg y compañía, quieren ser espontáneos, libres; escribir como hablan.
Así lo señalan ellos mismos:
“El primer pensamiento, es el mejor pensamiento”
Sus ideales son ambiciosos, y las consecuencias de sus actos, son muchas veces peligrosas, pero esta adrenalina les sirve como combustible para seguir escribiendo.
Así, como son poco convencionales al momento de escribir, también lo son en cuanto a la sexualidad…
La relación entre Ginsberg y Carr, no es solo amistad, hay también deseo.
El primero, se embriaga con la personalidad de este joven que acaba de conocer, pero su actitud autodestructiva, los terminará separando.
Para rizar el rizo, y que el espectador actual encuentre un punto “combativo” de referencia, de moda, se sobredimensiona todo lo relacionado con la homosexualidad; y se hace creando un curioso paralelismo entre el miedo académico por las posibles represalias a mostrar un arte revolucionario, y el temor al qué dirán, y qué me harán si salgo del armario...
En Kill Your Darlings, se resuelve con la idea de que, si la poesía es una fuerza “interior” imparable e incontrolable, los instintos sexuales son más de lo mismo.
Simple, trillado, pero efectivo.
Todo el mundo es capaz de comprenderlo, al “tratar temas complejos de una manera sencilla”
La homosexualidad del personaje principal, da pie a que el director, use a Daniel Radcliffe como reclamo sexual en una escena un poco subida de tono, la cual sobra totalmente, pues no tiene absolutamente nada que ver con la historia principal.
Los momentos que realmente merecen la pena, son aquellos en los que entran juntos en acción, para cambiar las normas.
Y es que La Generación Beat, luchó por hablar abiertamente de temas que estaban vetados, como las drogas y el sexo, de ahí que se compare al protagonista en ocasiones con Walt Whitman, un mítico escritor, controvertido por su obra “Hojas de Hierba”
El momento en el que los protagonistas se unen para cambiar “los libros de lujo” como “La Biblia de Gutenberg” o la primera edición de Hamlet; por libros “prohibidos” o de contenido “obsceno”, es una buena muestra del principio de ésa revolución, llamada según ellos como “La Nueva Visión”
En Kill Your Darlings, hay algunos conceptos interesantes:
Para que esa revolución abriese los ojos, necesitaban nuevas almas que se decidieran a estar tras la trinchera, que sufrieran, viajaran... solo así podrían escribir con criterio, no sentados en una mesa a la espera de nuevas ideas.
Era una forma de romper los esquemas literarios, que con el tiempo, comenzó a ponerse en práctica hasta el día de hoy.
Sin embargo, en Kill Your Darlings, este fenómeno social comienza a desvanecerse, cuando todo se centra en los rencores, los corazones rotos, los sentimientos, y sus respectivos celos.
Finalmente llegamos a una historia homosexual, que cuenta con el hándicap de estar bien interpretada, aunque su resolución es algo fallida e incompleta.
Pero la obra no sería ni la mitad de efectiva que es, sin esos maravillosos actores que ha reunido Krokidas:
Desde un Michael C. Hall, que borda la dependencia emocional de su personaje; a un Ben Foster irreconocible; o un Jack Huston encantador; todos componen un grupo perfecto, para dar vida a tan ilustres personalidades y escritores.
Pero Dane DeHaan, es sin duda, la gran estrella de la función, con ese personaje bombón que tiene, y que él encarna a la perfección:
Seductor, irritante, y sinvergüenza a partes iguales; pero sería injusto olvidarse de Daniel Radcliffe.
El inglés, clava la personalidad apocada e ingenua del joven Allen Ginsberg, con una dedicación y una mirada entristecida, que en ningún momento hace pensar en cierto mago con gafas…
Todo un acierto cinematográfico, y un estupendo homenaje a una generación única, para lo bueno, y para lo malo.
Es cierto, que en ocasiones los personajes parecen intelectuales arrogantes que creen saber más que los demás, lo que dificulta que generen empatía, pero Kill Your Darlings nos demuestra, que La Generación Beat no nació solo por el entusiasmo e idealismo ciego de estos artistas, sino también por las tragedias que debieron sufrir; por lo que en Kill Your Darlings, no se alcanza a mostrar la notoriedad que alcanzó el movimiento, pero basta con enseñarnos las raíces que le dieron forma.
“Another lover hits the universe.
The circle is broken.
But with death comes rebirth.
And like all lovers and sad people, I am a poet”
La publicación en 1956, de “Howl”, le generó a Allen Ginsberg, un juicio por obscenidad, elevando paradójicamente su fama en el ámbito internacional; pues su libro constituye una crítica furiosa contra las falsas esperanzas, y rotas promesas de la historia de su país.
La publicación del poema de Ginsberg, fue el detonante que consolidó la poesía beat, y le dio forma concreta, basada en un ritmo muy acentuado, con influencias del jazz, que, en una asimilación ya total de las técnicas vanguardistas, y un retorno a cierta concepción romántica, refleja un universo personal, hecho de imágenes que muchas veces convierten el poema, en una especie de canto salmódico de gran fuerza expresiva.
Un verdadero alegato beat, “Howl” es un canto a la locura y a su lucidez, y una protesta contra la sociedad mecanizada y materialista.
Conocido por su prodigiosa energía, Allen trabajó incansablemente para promover no sólo su propio trabajo, sino también los escritos de sus compañeros de lucha:
Kerouac y Burroughs; y pasó largos períodos de tiempo en México, América del Sur, Europa, y la India.
Visitó todos los continentes, y cada estado en los Estados Unidos, y algunos de sus mejores trabajos, surgieron como resultado de estos “viajes de carretera”
De hecho, tuvo una participación activa en los grupos que se opusieron a La Guerra de Vietnam, se asoció al Movimiento por Los Derechos Civiles, y dio su apoyo a todas las organizaciones defensoras de la libertad de expresión.
Es reconocido además, como uno de los padres espirituales del “Flower Power” y del hippismo, movimientos sociales, que se extendieron por el mundo entero.
Las minorías étnicas, sexuales y religiosas, hallaron en Allen Ginsberg, una voz solidaria, dispuesta a hacer del compromiso, una razón de vida; aunque fue arrestado en varias ocasiones por encabezar marchas de protesta de toda índole.
Así pues, como portavoz de la “Beat Generation” de los años 50, cantor de la “America Underground”, y voz de vagabundos y marginados, sus poemas aparecen regularmente en muchas antologías, y algunas universidades, aún ofrecen cursos de La Generación Ginsberg -Beat.
Allen falleció a los 70 años, víctima de cáncer, en 1997.
“I saw the best minds of my generation destroyed by madness”
And if you try to let them go...
They only circle back and return to you.
They become part of who you are... or they destroy you”
A principios de los años 40, en el entorno represivo que se vivía en La Segunda Guerra Mundial, las nuevas generaciones, intentan entrar en grandes universidades de renombre.
Sin llamar mucho la atención, y siguiendo las estrictas normas de conducta que les han sido impuestas, luchan por ser los mejores de su clase, y pertenecer a los clubs más selectos, ya que todo está institucionalizado, y si no eres parte de la solución, entonces eres parte del problema.
Sin embargo, un grupo de jóvenes, mira con indiferencia los cuadros que cuelgan de las paredes del campus, en los que aparecen los sonrientes rostros de los héroes universitarios, el orgullo de la nación, mientras prometen que nunca pertenecerán a uno de esos organismos capitalistas.
Jóvenes que ya son miembros de su propio club, donde la entrada es mucho más restringida que la de cualquier otro, un círculo de erudición admirable, y dispuesto a cambiar el mundo o, al menos, la concepción que se tiene de él, un círculo que abre paso a la llamada “Beat Generation”
Algunos de sus ideales, eran el rechazo de las reglas establecidas, la innovación en el lenguaje, el uso de drogas como método de exploración mental, y la bohemia como forma de vida.
Lucien Carr, un líder nato, fue el encargado de reunir a las mentes liberales más brillantes, para escribir la idea que corría, sin forma, por su imaginación.
Allen Ginsberg, Jack Kerouac, y William Burroughs, llevaron su inconformismo al papel, en forma de poemas y manifiestos que instaban a un levantamiento contra la opresión; por ello usaron la inhibición sexual, el alcohol y, sobre todo, las drogas como herramienta para la exploración de aquellas partes del cerebro a las que, por lo general, tenemos el acceso restringido, y dieron como resultado, algunas de las obras de la literatura más grandes de la contracultura de EEUU.
En especial, Irwin Allen Ginsberg, fue un poeta, y una de las figuras más destacadas de la “Generación Beat” en la década de 1950; se opuso enérgicamente al militarismo, al materialismo económico y la represión sexual; pero es conocido principalmente, por su poema épico “Howl” o “Aullido” (1956), en el que denunció lo que consideraba “fuerzas destructivas del capitalismo y de la conformidad de los Estados Unidos”
Nacido en el seno de una familia judía, de ascendencia rusa, en New Jersey; desde pequeño, Allen manifestó una sensibilidad poco habitual, y un gran interés por la poesía y la literatura en general.
Estudió en la Universidad de Columbia, New York; tan solo un curso antes de ser expulsado.
Fue en dicho curso, donde conoció a Jack Kerouac y William Burroughs, con quienes conformaría el trío básico de la futura “Generación Beat”
El grupo inicial, era liderado por Lucien Carr, quien ejercía su influjo natural, aunque desprovisto de talento artístico.
Esta “prehistoria” del grupo fundacional, terminó cuando Carr cometió un asesinato...
Carr, apuñaló a David Kammerer hasta matarlo en un altercado en 1944, y se declaró culpable, argumentando que fue en defensa propia, explicando cómo se deshizo del cuerpo en el río Hudson.
Carr, había conocido a Kammerer en Saint Louis, y declaró en La Corte, que Kammerer lo había acosado en una obsesión homosexual.
Carr fue sentenciado a 20 años en prisión por homicidio, pero sólo hizo 2 años en la Correccional Elmira, en New York.
Por su parte, Jack Kerouac fue arrestado por ser considerado cómplice, y se fijó una fianza por $2.500.
Kerouac, convenció a Edie Parker, de ayudarle a salir bajo fianza, prometiendo casarse con ella…
Edie lo hizo, y se casaron; pero el matrimonio fue anulado un año después.
Este crimen, y sus secuelas familiares, trastocaron para siempre las vidas de todos los implicados:
Carr fue a un reformatorio, y se desvinculó así, progresivamente de su relación con sus compañeros de juventud, pero su ausencia, permitió una fructífera introspección en sus talentosos colegas, y al mismo tiempo, hizo posible la llegada de Neal Cassady, elemento catalizador de esta nueva mirada del hombre, la cultura, y el paisaje que fue la “Beat Generation”
Ginsberg, de la misma edad que Cassady, fue el primero en comprender, que esta nueva visión, pasaba necesariamente por abandonar los convencionalismos académicos de la vida universitaria, y en consecuencia, el primero en “lanzarse a la carretera”
Esa generación, no atrajo la atención de la juventud, por mostrar a escritores con trabajos formales y una vida estable.
Ginsberg, Kerouac y Burroughs, vivieron en constante movimiento, muchas veces sin las comodidades básicas a las que estamos acostumbrados; pero fueron esos golpes recibidos, los que moldearon sus obras, los que les dieron ese aire de “disconformismo” que identificó a las generaciones futuras.
“First thought, best thought”
Kill Your Darlings es un drama del año 2013, dirigido por John Krokidas.
Protagonizado por Daniel Radcliffe, Dane DeHaan, Michael C. Hall, Ben Foster, David Cross, Jennifer Jason Leigh, Elizabeth Olsen, John Cullum, Kyra Sedgwick, Jack Huston, David Rasche, entre otros.
El guión es de John Krokidas y Austin Bunn, aunque en su mayoría, está basado en los hechos verídicos que rodearon a éstos peculiares personajes; quienes crearon “La Generación Beat”, aunque no se cita abiertamente, cuando fue su real comienzo.
Estamos en New York, en años 40.
Allen Ginsberg (Daniel Radcliffe), acaba de ingresar en la universidad de Columbia; allí conocerá a Lucien Carr (Dane DeHaan), quien lo adentrará en el submundo de la poesía y la literatura revolucionaria, formando conjunto con Jack Kerouac (Jack Huston) y William Burroughs (Ben Foster) entre otros.
Estos jóvenes escritores, futuras promesas de la literatura contemporánea, cansados de la manera ortodoxa de la enseñanza en dicha universidad, deciden cual genios, saltarse clases, declarar un manifiesto donde critican el sistema, y empezar a escribir “The New Wave Of Literature”
Allí es cuando las drogas, el jazz, y las orientaciones sexuales, marcan el curso de los acontecimientos; pero su pasión por cambiar las normas y los sentimientos internos, cobrará tanta fuerza, que llegarán a estar involucrados en una trama de asesinato.
En Kill Your Darlings, resaltan los deseos de la juventud, la competencia entre colegas, el estilo de vida bohemio, el abuso de sustancias, el amor y pasión entre hombres del mismo sexo, la posesión, la obsesión, todos ingredientes de un cóctel mortal, que cambiará la vida de sus personajes para siempre, y de la literatura universal también.
“Be careful, you are not in Wonderland.
I've heard the strange madness long growing in your soul, in your isolation but you fortunate in your ignorance.
You who have suffered find where love hides, give, share, lose, lest we die unbloomed”
El primer largometraje de John Krokidas, es atrevido, pero algo encerrado en lo que parece un torbellino de celos, obsesión, y asesinato, que afectó a Allen Ginsberg, William S. Burroughs, y Jack Kerouac, en los primeros días de su revolución literaria.
Sin embargo, Kill Your Darlings no se centra en ese movimiento, sino en Allen Ginsberg, y su íntima relación con Lucien Carr, una relación que causaría estragos en su final, aunque ni siquiera tampoco sabemos de ella aquí, de no ser por el texto final en los créditos.
Aunque Krokidas hace bastante referencia al descontrol que producen los celos, hace también alusión a la poesía, y a lo sublime que pueden ser las palabras grandilocuentes; y trata 2 temas, imprescindibles:
La identidad individual de una persona, y la identidad colectiva de un grupo; y su lucha por las reglas que creen injustas, haciendo nacer de todo esto, una era llamada “La Nueva Visión”
La trama se va complicando, el grupo de chicos se ve envuelto en un asesinato… por lo que el drama y el suspense, se acentúan en la 2ª mitad del metraje.
El desenlace, las obras, los futuros movimientos que surgieron a partir de esta revolución, son de sobra conocidos, sin embargo, el inicio, los adolescentes que había detrás de esos futuros genios, es lo que le ha interesado al joven director John Krokidas, para llevar a cabo este proyecto, en el que, con la ayuda de la directora de fotografía, Reed Morano, consigue plasmar perfectamente, la brillantez de aquellas mentes adelantadas a su tiempo.
Intelectuales, que no sólo se enfrentaron a la ineptitud del sistema contra el que luchaban, sino también a su propio autocontrol, dando como resultado, un tremendo caos mental, que se reflejó en lo desquiciado de su comportamiento, y originó algunos de los casos más escabrosos y sonados de la historia de la literatura de EEUU.
Así, Kill Your Darlings, es un excelente retrato, lleno de diálogos inteligentes, y una maravillosa descripción de personajes, que cuenta los primeros pasos de la llamada “Beat Generation”, cuando todos eran jóvenes estudiantes universitarios.
Como tal, la película es emotiva, entretenida, y muy atractiva desde el punto de vista narrativo, y presenta un acertadísimo retrato, nada parcial de las personalidades de los autores, y la amistad tan peculiar que los unía, salpicada por la sangre de un crimen que los marcaría a todos.
No es perfecta, desde luego, porque se pierde mucho en su primer tercio en escenas innecesarias, y una colección de anécdotas, pero se le perdona, porque el resto es excelente, muy comprometido, y sobre todo, valiente y nada obvio.
Kill Your Darlings, sigue a Allen Ginsberg, un joven judío, que acaba de ingresar a la universidad de Columbia.
Hijo de un poeta, Ginsberg quiere seguir los pasos de su padre como escritor, pero carece de la confianza para dar sus primeros pasos.
Además, ve con desconfianza, las normas de métrica y rima que le enseñan en la universidad, las que parecen ser, más limitaciones que herramientas para la creación.
Su actitud crítica, atrae la atención de Lucien Carr, un joven adinerado, que apenas va a clases, pero que tiene planeado cambiar el mundo del arte, si encuentra a unos aliados adecuados para la tarea.
Ginsberg, es rápidamente seducido por la actitud de Carr, pero descubrirá que no es el único…
El joven que acaba de conocer, tiene una tormentosa y complicada relación con un hombre llamado David Kammerer (Michael C. Hall), un intelectual que despierta la admiración de quienes lo rodean.
El grupo de amigos, es completado por William Burroughs, un extraño joven que gusta de experimentar con las más variadas drogas; y Jack Kerouac, un antiguo atleta, que abandonó la universidad, para convertirse en marino mercante.
El grupo de jóvenes, adopta el nombre de “La Nueva Visión”, y buscará sacudir la literatura mundial, con una nueva forma de expresión que escapa de los textos clásicos.
Como la música jazz que disfrutan escuchando, los jóvenes apuntan a la experimentación, al momento de escribir, sin dejar que las reglas del lenguaje se transformen en barreras para su creatividad.
Ginsberg y compañía, quieren ser espontáneos, libres; escribir como hablan.
Así lo señalan ellos mismos:
“El primer pensamiento, es el mejor pensamiento”
Sus ideales son ambiciosos, y las consecuencias de sus actos, son muchas veces peligrosas, pero esta adrenalina les sirve como combustible para seguir escribiendo.
Así, como son poco convencionales al momento de escribir, también lo son en cuanto a la sexualidad…
La relación entre Ginsberg y Carr, no es solo amistad, hay también deseo.
El primero, se embriaga con la personalidad de este joven que acaba de conocer, pero su actitud autodestructiva, los terminará separando.
Para rizar el rizo, y que el espectador actual encuentre un punto “combativo” de referencia, de moda, se sobredimensiona todo lo relacionado con la homosexualidad; y se hace creando un curioso paralelismo entre el miedo académico por las posibles represalias a mostrar un arte revolucionario, y el temor al qué dirán, y qué me harán si salgo del armario...
En Kill Your Darlings, se resuelve con la idea de que, si la poesía es una fuerza “interior” imparable e incontrolable, los instintos sexuales son más de lo mismo.
Simple, trillado, pero efectivo.
Todo el mundo es capaz de comprenderlo, al “tratar temas complejos de una manera sencilla”
La homosexualidad del personaje principal, da pie a que el director, use a Daniel Radcliffe como reclamo sexual en una escena un poco subida de tono, la cual sobra totalmente, pues no tiene absolutamente nada que ver con la historia principal.
Los momentos que realmente merecen la pena, son aquellos en los que entran juntos en acción, para cambiar las normas.
Y es que La Generación Beat, luchó por hablar abiertamente de temas que estaban vetados, como las drogas y el sexo, de ahí que se compare al protagonista en ocasiones con Walt Whitman, un mítico escritor, controvertido por su obra “Hojas de Hierba”
El momento en el que los protagonistas se unen para cambiar “los libros de lujo” como “La Biblia de Gutenberg” o la primera edición de Hamlet; por libros “prohibidos” o de contenido “obsceno”, es una buena muestra del principio de ésa revolución, llamada según ellos como “La Nueva Visión”
En Kill Your Darlings, hay algunos conceptos interesantes:
Para que esa revolución abriese los ojos, necesitaban nuevas almas que se decidieran a estar tras la trinchera, que sufrieran, viajaran... solo así podrían escribir con criterio, no sentados en una mesa a la espera de nuevas ideas.
Era una forma de romper los esquemas literarios, que con el tiempo, comenzó a ponerse en práctica hasta el día de hoy.
Sin embargo, en Kill Your Darlings, este fenómeno social comienza a desvanecerse, cuando todo se centra en los rencores, los corazones rotos, los sentimientos, y sus respectivos celos.
Finalmente llegamos a una historia homosexual, que cuenta con el hándicap de estar bien interpretada, aunque su resolución es algo fallida e incompleta.
Pero la obra no sería ni la mitad de efectiva que es, sin esos maravillosos actores que ha reunido Krokidas:
Desde un Michael C. Hall, que borda la dependencia emocional de su personaje; a un Ben Foster irreconocible; o un Jack Huston encantador; todos componen un grupo perfecto, para dar vida a tan ilustres personalidades y escritores.
Pero Dane DeHaan, es sin duda, la gran estrella de la función, con ese personaje bombón que tiene, y que él encarna a la perfección:
Seductor, irritante, y sinvergüenza a partes iguales; pero sería injusto olvidarse de Daniel Radcliffe.
El inglés, clava la personalidad apocada e ingenua del joven Allen Ginsberg, con una dedicación y una mirada entristecida, que en ningún momento hace pensar en cierto mago con gafas…
Todo un acierto cinematográfico, y un estupendo homenaje a una generación única, para lo bueno, y para lo malo.
Es cierto, que en ocasiones los personajes parecen intelectuales arrogantes que creen saber más que los demás, lo que dificulta que generen empatía, pero Kill Your Darlings nos demuestra, que La Generación Beat no nació solo por el entusiasmo e idealismo ciego de estos artistas, sino también por las tragedias que debieron sufrir; por lo que en Kill Your Darlings, no se alcanza a mostrar la notoriedad que alcanzó el movimiento, pero basta con enseñarnos las raíces que le dieron forma.
“Another lover hits the universe.
The circle is broken.
But with death comes rebirth.
And like all lovers and sad people, I am a poet”
La publicación en 1956, de “Howl”, le generó a Allen Ginsberg, un juicio por obscenidad, elevando paradójicamente su fama en el ámbito internacional; pues su libro constituye una crítica furiosa contra las falsas esperanzas, y rotas promesas de la historia de su país.
La publicación del poema de Ginsberg, fue el detonante que consolidó la poesía beat, y le dio forma concreta, basada en un ritmo muy acentuado, con influencias del jazz, que, en una asimilación ya total de las técnicas vanguardistas, y un retorno a cierta concepción romántica, refleja un universo personal, hecho de imágenes que muchas veces convierten el poema, en una especie de canto salmódico de gran fuerza expresiva.
Un verdadero alegato beat, “Howl” es un canto a la locura y a su lucidez, y una protesta contra la sociedad mecanizada y materialista.
Conocido por su prodigiosa energía, Allen trabajó incansablemente para promover no sólo su propio trabajo, sino también los escritos de sus compañeros de lucha:
Kerouac y Burroughs; y pasó largos períodos de tiempo en México, América del Sur, Europa, y la India.
Visitó todos los continentes, y cada estado en los Estados Unidos, y algunos de sus mejores trabajos, surgieron como resultado de estos “viajes de carretera”
De hecho, tuvo una participación activa en los grupos que se opusieron a La Guerra de Vietnam, se asoció al Movimiento por Los Derechos Civiles, y dio su apoyo a todas las organizaciones defensoras de la libertad de expresión.
Es reconocido además, como uno de los padres espirituales del “Flower Power” y del hippismo, movimientos sociales, que se extendieron por el mundo entero.
Las minorías étnicas, sexuales y religiosas, hallaron en Allen Ginsberg, una voz solidaria, dispuesta a hacer del compromiso, una razón de vida; aunque fue arrestado en varias ocasiones por encabezar marchas de protesta de toda índole.
Así pues, como portavoz de la “Beat Generation” de los años 50, cantor de la “America Underground”, y voz de vagabundos y marginados, sus poemas aparecen regularmente en muchas antologías, y algunas universidades, aún ofrecen cursos de La Generación Ginsberg -Beat.
Allen falleció a los 70 años, víctima de cáncer, en 1997.
“I saw the best minds of my generation destroyed by madness”
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