Lawless

“It is not the violence that sets men apart, alright, it is the distance that he is prepared to go”

Si había una ley, La Ley Seca, instaurada en Estados Unidos en 1920, y derogada en 1933; era “la época de la prohibición”, por tanto, del contrabando de licor, de la guerra del whisky, de las destilerías clandestinas en las que se fabricada alcohol que quemaba el gaznate, y no colmaba precisamente el espíritu, ni acallaba la mala conciencia.
Era una época también de la depresión económica, del fanatismo religioso, de las ligas bíblicas contrarias al alcohol, del gansterismo rural, contrabando y alianzas entre delincuentes de poca monta.
El famoso gánster Al Capone señaló por aquel entonces, que “la prohibición no ha traído más que problemas”, y “soy como cualquier otro hombre.
Todo lo que hago es satisfacer una demanda”
A pesar de que su feudo era Chicago, vía Canadá, los hermanos Bondurant en Virginia, habrían estado totalmente de acuerdo.
Howard, Forrest y Jack Bondurant, eran descarados, y dirigían un floreciente negocio familiar de contrabando en El Condado de Franklin, Virginia, donde las colinas resplandecían con un fulgor anaranjado, procedente de los innumerables alambiques ilegales.
Los hermanos Bondurant, dominaron la producción clandestina de licor ilegal durante los años 20, aprovechando La Ley Seca.
Su fama de violentos y resistentes, hizo que se creara una leyenda a su alrededor, lo cual hacía temer a sus potenciales enemigos, incluso a los grupos del crimen organizado que se formaron esos años en grandes ciudades como Philadelphia, Chicago o New York; historias como la de que Forrest Bondurant le abrieron la cabeza, y anduvo kilómetros con dicha herida, es una de las muchas historias que aumentaron la fama de dicha familia.
Y es que el mundo de los Bondurant, próximo todavía al de los tiempos de La Conquista del Oeste, estaba próximo a transformarse o desaparecer.
La disputa es a muerte y la violencia, y claro, ésta se multiplica.
“When the law became corrupt, outlaws became heroes”
Lawless es una película de acción y drama, del año 2012, dirigido por John Hillcoat.
Protagonizada por Shia LaBeouf, Tom Hardy, Jason Clarke, Jessica Chastain, Guy Pearce, Mia Wasikowska, Gary Oldman, Noah Taylor, Dane DeHaan, Eric Mendenhall, Chris McGarry, entre otros.
El guión es de Nick Cave, basado en la novela “The Wettest County In The World” (2008) de Matt Bondurant, nieto de Jack Bondurant; sobre la vida de 3 hermanos con fama de inmortales, que produjeron y vendieron alcohol ilegal en El Condado de Franklin, Virginia , durante La Prohibición, entre 1920 y 1933.
Matt Bondurant afirma, que si bien su familia conocía del negocio de licor que manejaba su abuelo Jack Bondurant en los 30, no tenían conocimiento del gran tiroteo que se había suscitado en el puente de Maggodee, hasta que su padre descubrió unos artículos de periódico, donde explicaban el suceso.
En ese entonces, Jack aún vivía, y le mostró a su familia, la herida de bala que le había dejado gravada El Comisario Charlie Rakes.
Cuando se destapó la historia, Matt Bondurant decidió escribir el libro, con el que da un vistazo al pasado de su familia, en una historia cargada de aventura, violencia, licor, y romance.
El libro obtuvo críticas variadas, y se ganó a 2 de sus primeros, y más ardientes fanáticos, en los productores de Red Wagon, Douglas Wick y Lucy Fisher.
Dice Wick:
“El libro estaba repleto de momentos protagonizados por hombres duros pero dulces, comportamientos airados y violentos, entrelazados con tiernos momentos de deseo y anhelo; vívido dolor descarnado, mezclado con leyendas de indestructibilidad.
Era imposible leer el libro, sin imaginarse a unos actores representándolo”
El libro se gestó, cuando Matt Bondurant decidió escribir un relato de ficción, sobre las hazañas picarescas de su abuelo paterno, Jack, y sus tíos abuelos:
Forrest y Howard; pero a pesar de su novela está inspirada en hechos reales, no es del todo verídica.
Como escribe en sus notas, el autor dice:
“Los fundamentos de esta historia, se han extraído de historias familiares diversas, y anécdotas, titulares de periódicos y artículos, y transcripciones judiciales...
Sin embargo, la información histórica, no nos ayuda a comprender del todo a los protagonistas de esta historia, no al menos en términos de su situación, o de sus pensamientos; todos los involucrados en ella, han fallecido, y existe poca documentación.
No hay cartas, y mi abuelo y sus hermanos no escribieron diarios.
Mi tarea al escribir este libro, fue rellenar los espacios en blanco en la documentación existente.
Hay historias familiares, sí... pero la mayoría de estos recuerdos son vagos, y muchas veces engañosos, entremezclados con varias décadas de rumores, chismes y mito...
Mi intención era alcanzar la verdad enterrada bajo unos hechos pobremente documentados y analizados”
Por su parte, el director John Hillcoat percibió que “The Wettest County In The World” (2008), ofrecía una oportunidad única, para abordar 2 de sus géneros favoritos de una manera valiente e innovadora.
“Me encantó el mundo de la novela.
Me encanta el western, pero yo en realidad quería hacer una película de gánsteres.
Para mí ha sido como una lucha todos estos años, porque existiendo tantas películas de mafiosos fantásticas, me sentía presionado para encontrar algo nuevo que decir.
Y esto era nuevo.
Era tanto una película del oeste, como una película de gánsteres; pero está ambientados en los años 30”
Por ello, Lawless posee tonalidades y códigos propios del western, algo también habitual en otras películas de Hillcoat, substituyendo caballos y colts, por automóviles y metralletas.
Como dato, el título original “Lawless”, no siempre se mantuvo así.
En efecto, durante los primeros estadios de su producción, la película fue titulada “The Wettest County In The a World”, según el título de la novela en la que se basa.
Luego ha sido renombrada en repetidas ocasiones, primero como “The Wettest County”, luego como “The Promised Land”... antes de tomar definitivamente el título de Lawless.
Por otra parte, una de las películas que está filmando Terrence Malick, se ha titulado provisionalmente también “Lawless”...
Sin embargo, dado que este último trabajo todavía no tiene de estreno, los responsables tienen tiempo todavía de cambiar el título, para crear menos confusión.
La acción toma una historia real, basada en la parte importante de la vida de los hermanos Bondurant:
Jack (Shia LaBeouf), Forrest (Tom Hardy), y Howard (Jason Clarke), durante La Época de La Prohibición en Estados Unidos; y fabricaban un licor conocido como “Moonshine”, con la ayuda de Cricket Pate (Dane DeHaan), el cual se vendía desenfrenadamente.
“Moonshine”, fue el nombre dado al whisky destilado ilegalmente; en realidad, el “Moonshine” o “Luz de Luna”, no es más que un tipo particular de Whiskey estadounidense; es un alcohol destilado a menudo de unos 95°
El término, fue creado por los “Moonrakers” o Contrabandistas de Los Apalaches, ya que ejercían sus actividades ilegales, en secreto, “a la luz de la luna”
Así, en los pueblos pequeños, la ley simplemente no llegaba…
Los Bondurant son la propia ley, y el monopolio lo tenían cubierto.
La propia policía del Condado los admite, sin embargo, llega un nuevo Oficial llamado Charlie Rakes (Guy Pierce), que trata de erradicar todo el filtrado ilegal, aunque para ello tenga que usar la violencia y la sangre; por lo que los Bondurant deben defender el patrimonio como pueden.
Toda la historia es un cementerio esperando a los nuevos inquilinos pues, la muerte ronda en el ambiente, y el espíritu de violencia, venganza, y la brutalidad de supervivencia, reina por todas partes.
Posturas, miradas que se confunden, que se funden con un escenario dispuesto al milímetro, desdibujándose ante nosotros para ser devueltas a nuestra retina varias horas después del visionado, comprendiendo a los personajes, permitiéndonos identificarnos con ellos, al pensar que hoy mismo vivimos en una sociedad tan corrupta como la mostrada, en la que es necesario intentar sobrevivir.
Y sólo los más seguros de sí mismos, por no decir los más locos, lo lograrán.
“I'm a Bondurant.
We don't lay down for nobody”
Lawless es un durísimo drama con tintes de “noir”, y relato criminal clásico, entorno a unos tiempos en donde la vida valía menos que una botella de alcohol destilado artesanalmente; unos años en los que la vida humana no valía nada, y se mataba como si aquello fuera normal, al mismo tiempo que uno no lograba diferenciar entre los tipos que llevaban placa, y supuestamente defendían la ley; y los que contrabandistas, que al fin y al cabo, solo querían sobrevivir, o por lo menos malvivir en tiempos muy duros.
La acción acontece entonces, a principios de los años 30, y es caldo de cultivo ideal para la prosa de Nick Cave, siempre obsesionado en biblias y estrellas negras, en fanatismos salvajes, y redenciones oblicuas.
Cave firma el guión, aunque por primera vez parte de una historia ajena, la novela histórica escrita por Jack Bondurant en la que el autor narra las tribulaciones de su abuelo, y los 2 hermanos de este; el director prefiere ir soltando lastre poco a poco, a la vieja usanza.
Quizá es la mejor forma de abordar una historia ya contada…
Prefiere que nos introduzcamos en la película, a través de sus personajes, de una puesta en escena con una fotografía impecable, y encuadres estudiadísimos:
El Clan Bondurant, se establece en una zona de Virginia, y edifica su propio negocio de alcohol.
Lo que narra John Hillcoat, es el enfrentamiento del clan con otras bandas de gánsteres, o con el sicópata representante de la ley; con varias fugas como la relación de Forrest con Maggie Beauford (Jessica Chastain), una mujer que aparece como de la nada, como de entre los muertos, figura casi etérea en un universo primitivo; o la que mantienen Jack con Bertha Minnix (Mia Wasikowska), una joven integrante de una secta ultra-cristiana.
Pero Lawless, lamentablemente se enfoca en un solo hermano, el que desea salvar el negocio, y es Shia LaBeouf quien lo interpreta en un rol muy bueno, pero tenue en poder con respecto al de sus hermanos.
LaBeouf, es el narrador de la historia, y es el pequeño de los hermanos Bondurant.
Es el más débil, y trata de llamar la atención de sus hermanos para entrar de lleno dentro del negocio.
Un papel le va como anillo al dedo:
Orgulloso y engreído, harto de ser tratado como el hermano pequeño que es, demuestra, o así lo pretende, que es capaz de llevar su propio negocio sin contar con Forrest, que ante todo, lo que quiere es proteger al pequeño de la familia.
Él es el detonante de toda la trama, y hay que reconocer que está a la altura, dando la réplica a pesos pesados como Guy Pierce o Gary Oldman.
Es precisamente LaBeouf, quien parece que mejora su interpretación si la comparamos a trabajos anteriores, pero nos quitamos el engaño, cuando en mitad del metraje trata de tomar las riendas del negocio él solo, y vuelve a mostrarnos lo que es, un papanatas.
Tom Hardy es Forrest Bondurant, el líder del clan.
Podría haber dado más de sí, y aquí está muy comedido y tranquilo.
Se habría comido la película si hubiera tenido más peso, pero el guión es el guión…
Aunque es cuestionable su tragedia, de un hombre al que le cortan la yugular, y se tira bastante tiempo perdiendo sangre, y que tras recuperarse, le disparen 4 veces, y siga vivo...
Probablemente eso haya sido exagerado, al igual que el final del film…
Como dato, el personaje interpretado por Hardy, no debía estar tan macizo como finalmente aparece en la pantalla, pero el actor había tenido que muscularse para “The Dark Knight Rises” (2012)
Él quería perder peso, pero finalmente tuvo que componer su personaje de un modo diferente:
Misterioso y cordial; justo y visceral; frío e impulsivo; Hardy balancea su personaje, y le convierte en la representación perfecta de lo que es la película de Hillcoat, pudiendo definirle, y también como “contenido”; la astucia que alberga su interior, puede equipararse a su inocencia y violento carácter, y el actor decide mostrar a su personaje taciturno, pensativo, pero sobre todo, falsamente despistado y tímido.
No es una mala mezcla para alguien que debe enfrentarse voluntariamente a la muerte día a día.
Así que, si en algo destaca la interpretación de Hardy, es en el cierre de todo diálogo, mirando rápidamente a otro lado, farfullando una frase de cierre sin mirar a su interlocutor; una actitud que desconcierta tanto como atrae.
Ambos actores que custodian a LaBeouf, son increíbles, Tom Hardy como el hermano más fuerte; y Jason Clarke como el más explosivo; y no entiendo cómo se les niega la capacidad de mostrarse más...
Jason Clarke, es Howard Bondurant, el hermano más activo y más nervioso de los 3, que es el más violento e imparable.
El personaje es el que menos aparece, con claro protagonismo en pantalla, pero sin embargo es el “pegamento” entre los otros 2 hermanos, el que se comunica más, el que hace que la relación entre Forrest y Jack no se eleve a la de padre-hijo.
El actor, con sus pocas intervenciones, representa muy bien la lealtad a la familia, y el sentimiento de culpa que le embarga, al no haber podido estar al lado de su hermano mayor cuando éste más le necesitaba.
Quizás, el guión que viene de una novela, tenía que ser así para poder seguir el patrón original.
Es solo un “quizás”, pero dañino al final.
Como dato, Clarke, que interpreta a uno de los 3 hermanos, sin embargo no aparece acreditado en ningún póster...
Jessica Chastain es Maggie Beauford, la guapísima mujer que se traslada de ciudad por trabajo.
Como siempre, da gusto verla, y en su primera aparición ya luce un traje que bien parece sacado de una revista de moda.
Acá sale desnuda, al menos de parte de arriba, y es de las primeras veces que la contemplamos como Dios la trajo al mundo.
Los cabos sueltos de Lawless, son efectivos en producir preguntas sobre:
¿Qué ocurrió con aquel personaje que tanto gustó, un Gary Oldman genial?
Oldman es Floyd Banner, un auténtico “hombre de negocios”, que es capaz de usar la metralleta si alguien no cumple con lo pactado.
Tiene 2 apariciones estelares, pero no hay mucho más que destacar...
Su papel daba para mucho más, y finalmente hace un par de cameos que resultan escasos; y el personaje de Oldman desaparece casi por completo, a lo que no entendemos el porqué de su presencia.
Hubiese dado para mucho, pero se ve que la historia de los Bondurant se centra sobre todo, en la relación de éstos por saltarse la ley, y seguir haciendo whisky…
Pero por otra parte, Oldman que tiene un personaje que aparece pocas veces, y no aporta nada a la historia, no es más que un simple ídolo para el protagonista, que como dato, tiene hasta un póster para él sólo, y lo colocan incluso por delante de la Chastain.
Conviene parase un momento, en la descripción del ¿agente de la ley?, contratado desde Chicago, para vigilar y eliminar la fabricación y tráfico de alcohol del pueblo, encarnado por un “serpentino” Guy Pearce.
Pearce es Charlie Rakes, el nuevo “hombre de la ley”, que va a causar mucho daño en El Condado.
Su “look” vampírico, parece sacado de una película de gánster, aunque ésta en cierto modo lo es también.
No tiene cejas, y luce un peinado relamido, de hombre que mira por el mismo, y que no quiere que nadie le toque; es el estirado hombre de ciudad, al que le da asco todo, y todos.
Sin escrúpulos, sin compasión, siempre con traje oscuro, su maquillaje se vuelve más tétrico a medida que avanza el metraje; y por supuesto que hace necesario le odiemos más; pero parece que Guy Pearce se divierte con un villano de dibujos animados, un histrión sobreactuado.
Mia Wasikowska es Bertha, la amada de Jack.
Un papel normal, que podría haber hecho cualquier otra, pero que completa un reparto aún más grande de gente conocida.
Al final de la historia, nos enteramos, ya los 3 hermanos felizmente casados y buenos burgueses, de que “el pobre inmortal” de Forrest, murió de pulmonía, al caerse en agua helada, intentado bailar mientras estaba hasta la mierda de su muy probable alcohol clandestino, “a la luz de la luna”...
En la forma, Lawless cuenta con un gran trabajo fotográfico de Benoit Delhomme, con el plano del anochecer iluminado por las destilerías ilegales, por ejemplo; contiene una violencia seca, directa y dolorosa.
Además, citar que por momentos, tanto en su puesta en escena como iluminación y montaje, parece que estemos ante un film de terror, más que una recreación histórica, como el ataque a Hardy; la violación de Chastain; y la posterior venganza de los Bondurant.
En definitiva, una historia de supervivientes, de tipos duros, que hacían lo que había que hacer, y que vivían ciertamente al límite.
La banda sonora, es un punto adicional que debemos resaltar de Lawless.
El “bluegrass” está presente en todas las escenas, como un gran factor que nos mete en esa época oscura y depresiva que fue La Prohibición.
Y no podría ser de otra manera, si Lawless fue escrita, curiosamente, por Nick Cave, un gran músico.
Y junto a su música, que en cierto modo es escasa, tenemos una mayoría de canciones interpretadas por voces del folk, donde Emmylou Harris se lleva la mayor parte; y destaco sobretodo “White Light/White Heat” de The Velvet Underground, pero cantado por el viejo músico de “bluegrass”, Ralph Stanley; y el tema final de Willie Nelson:
“Midnight Run”
“We're survivors.
We control the fear.
And without the fear, we are all as good as dead”
Durante la década de 1920, la opinión pública dio un giro, y la gente decidió que había sido peor el remedio que la enfermedad.
El consumo de alcohol, no sólo subsistió, sino que ahora continuaba de forma clandestina, y bajo el control de feroces mafias.
En vez de resolver problemas sociales, tales como la delincuencia, La Ley Seca había llevado al Crimen Organizado a sus niveles más elevados de actividad, como nunca antes se había percibido en los EEUU.
Antes de La Prohibición, había 4000 reclusos en todas las prisiones federales, pero en 1932, había 26,859 presidiarios, síntoma que la delincuencia común, había crecido gravemente, en vez de disminuir.
El gobierno federal, gastaba enormes cantidades de dinero, tratando de forzar la obediencia a La Ley Seca, pero la corrupción de las autoridades locales, y el rechazo de las masas a La Prohibición, demostrada por el hecho que el consumo no disminuía; hacían más impopular sostener La Ley Volstead.
El millonario, John D. Rockefeller, quien había apoyado la veda en 1919, comentó inclusive en 1932:
“En general, ha aumentado el consumo de alcohol, se han multiplicado los bares clandestinos, y ha aparecido un ejército de criminales”, declarando que su opinión había cambiado al respecto.
El grave aumento de la violencia delictiva en EEUU, impulsó que a partir de 1930, en la opinión pública se culpara a La Ley Seca, y no al consumo de alcohol, como causante del aumento de la criminalidad.
En 1932, El Partido Demócrata incluyó en su plataforma, la intención de derogar La Ley Seca, y Franklin Roosevelt dijo que, de ser elegido presidente, derogaría las leyes que la aplicaban.
Se estima que hacia 1932, ¾ de la población, favorecía el fin de la veda.
El Crac del 29, había estimulado a que el gobierno federal buscara nuevas fuentes de financiamiento de impuestos, mientras que otros consideraban a la industria del alcohol, como un posible factor dinamizador de la deprimida economía estadounidense, además de ser capaz de generar nuevos puestos de empleo…
El 21 de marzo de 1933, Roosevelt firmó El Acta Cullen-Harrison, que legalizaba la venta de cerveza que tuviera hasta 3,2 % de alcohol, y la venta de vino, siendo aplicable a partir del 7 de abril de ese mismo año, derogando La Ley Volstead.
Meses después, diversas convenciones estatales ratificaron La Enmienda XXI a La Constitución de Estados Unidos, que derogaba La Enmienda XVIII.
La nueva enmienda, fue ratificada el 5 de diciembre de 1933 por El Senado de EEUU; dando por concluida La Ley Seca.

“Nowadays we Bondurants abide by the law.
People ain't tryin' to cut our throats, stab us, or shoot us no more.
These days are long gone.
Sometimes when I'm out on the porch just sittin' around doin' nothin', hell, it sure does get real quite around here”



Comentarios

Entradas populares