Last Days on Earth

“We face a number of threats to our survival, from nuclear war, catastrophic global warming, genetically engineered viruses, and the number is likely to increase in the future, with the development of new technologies, and new ways things can go wrong”

El Fin de La Civilización o El Fin del Mundo, son frases usadas en referencia a los panoramas de la extinción humana, y a los peligros relacionados que ocurrirían en una escala global, y se refieren a la hipotética situación en la que un evento podría causar la destrucción de la civilización humana, y si alguien se salva, con suerte no morirá, pero tendrá que vivir años en soledad y de gran desesperación...
La predicción de los acontecimientos futuros, o los estudios de futuro, son una herramienta para paliar o evitar los posibles peligros a los que nos pudiéramos enfrentar; porque existen varios riesgos que comprometen a la humanidad y la civilización, pero no todos los riesgos son iguales.
Los riesgos se pueden categorizar generalmente en 6 tipos basados en el alcance del riesgo personal, regional, global; y la intensidad del riesgo soportable o terminal.
Un riesgo catastrófico global, es entonces un hipotético evento futuro que tiene el potencial de dañar el bienestar humano a escala global; y algunos acontecimientos podrían paralizar o destruir la civilización moderna; pero cualquier evento que podría causar la extinción humana o restringir de forma permanente y drástica el potencial de la humanidad, se conoce como un riesgo existencial.
Existen muchos escenarios en los que se ha sugerido lo que podría suceder en el futuro; algunos seguramente sucederán, y casi ciertamente terminarán con la humanidad, pero estos tendrán lugar en un plazo muy largo; mientras otros tienen probabilidad de suceder en un plazo más corto; no obstante, no es seguro que destruirán por completo a la civilización; y otros siguen siendo extremadamente inverosímiles, y pueden incluso ser imposibles.
Los posibles riesgos catastróficos mundiales, incluyen riesgos antropogénicos, como los riesgos tecnológicos y de gobernabilidad; y riesgos naturales o externos.
Ejemplos de riesgos tecnológicos, son la inteligencia artificial hostil, los riesgos biotecnológicos o las armas de la nanotecnología.
La insuficiencia de la gobernanza mundial, por su parte crea riesgos en el ámbito social y político, que pueden conducir a una guerra global con o sin un holocausto nuclear; el bioterrorismo, utilizando organismos genéticamente modificados; el ciberterrorismo, destruyendo infraestructuras críticas como la red eléctrica o la falta de gestión de una pandemia natural; así como los problemas y riesgos en el dominio de la gobernabilidad del sistema terrestre, con los riesgos derivados del calentamiento global, la degradación ambiental, incluida la extinción de especies o el hambre, como resultado de la distribución de recursos no equitativa; la superpoblación humana, las cosechas y la agricultura no sostenible, etc.
Ejemplos de riesgos no-antropogénicos, son un evento de impacto de asteroides, una erupción supervolcánica, una explosión letal de rayos gamma, una tormenta geomagnética que destruye todo el equipo electrónico, el cambio natural a largo plazo, o la vida extraterrestre que afectarían la vida en La Tierra.
“There is a possibility that the human race could go extinct, but it is not inevitable.
This is not a prophesy of doom, but a wake-up call”
Last Days on Earth es un documental del año 2006, dirigido por Rudy Bednar y George Paul.
Protagonizado por Elizabeth Vargas, Michio Kaku, Neil deGrasse Tyson, Stephen Hawking, Kevin Warwick, Kennette Benedict, Steven M. Block, Robert R. Butterworth, Clark Chapman, Joseph Cirincione, Bethany Cobb, Charles David Dailyn, Hugo De Garis, Laurie Garrett, Al Gore, John Grattan, James Hansen, Susan Joy Hassol, Rita Haxton, entre otros.
El guión es de George Kachadorian; y está narrado por la periodista Elizabeth Vargas; trabajando con un equipo de animadores, se conceptualizó este especial televisivo del programa 20/20 de 2 horas, para la cadena ABC News, siendo la primera producción de ABC News, en HDTV; y se ha transmitido también por The History Channel; donde se basa en entrevistas con científicos y políticos de primer nivel, como Stephen Hawking y Al Gore, visualizando y animando sus teorías de, cómo el mundo puede terminar.
El programa muestra las 7 formas más probables en que podría terminar la vida humana, con aportaciones de varios científicos:
Michio Kaku, Neil deGrasse Tyson, Stephen Hawking y Kevin Warwick.
Y comienza con “el menos probable”, la muerte de las estrellas, incluido el riesgo de ráfagas de rayos gamma, y agujeros negros.
Luego las máquinas inteligentes y la amenaza de nuestra propia tecnología que se vuelve contra nosotros; la inevitabilidad de una erupción de un supervolcán, específicamente hablando del parque de Yellowstone; la plausibilidad de un asteroide; una guerra nuclear; una pandemia de plagas, y termina con nuestro principal peligro, un proceso que ya está teniendo lugar:
El Cambio Climático.
El documental es mucho más revelador y esclarecedor sobre lo que podría suceder en cada escenario; y aunque puede comenzar como “escandaloso”, poco a poco la tensión comienza a construirse, y se muestra tan crudo como real, que termina siendo desalentador.
El hecho de que podemos evitar el número uno en esa lista, y no estamos haciendo nada al respecto, es suficiente para asustarse.
“The generation now alive, the generation that you see, looking around you, for the first time in history, is the generation that controls the destiny of the planet itself”
¿Acaso somos lo suficientemente inteligentes como para controlar nuestro destino, y evitar los cataclismos que pueden acabar con la vida tal como la conocemos?
Durante miles de años, diferentes religiones han advertido a La Tierra sobre el llamado “Armagedón y los últimos días”
Ahora estamos viviendo en una época en la que los científicos están agregando sus voces y su evidencia en apoyo de las posibilidades del Fin del Mundo; y Last Days on Earth, es un programa que podría cambiar la forma en que veremos el mundo y nosotros mismos.
Los científicos más destacados del mundo, incluyendo Stephen Hawking, considerado el físico teórico más importante, describen 7 escenarios fascinantes, que detallan las amenazas más mortíferas para la humanidad.
Algunos pueden destruir el planeta, otros tienen la capacidad de extinguirnos, y todos tienen el poder de destruir la civilización.
¿Qué tan probable es que ocurran, qué sucedería exactamente si lo hicieran, y podríamos sobrevivir?
Last Days on Earth va más allá de la ciencia ficción, a la ciencia misma que nos da posibles explicaciones y respuestas; todo ello usando efectos visuales de última generación, nos llevará a un viaje que es a la vez impresionante y aterrador, desde los confines del universo, hasta el mundo interior del ADN.
Así, Elizabeth Vargas explora esos 7 escenarios de cataclismos que podrían destruir la civilización en La Tierra, evalúa la probabilidad de que cualquiera de ellos pueda ocurrir, y explora las formas en que los humanos podrían detenerlos.
Estos están organizados de los menos probables, a lo más probable:
El número 7 de la lista, en realidad son 2 visiones alternativas de lo que podría pasarle a una estrella, y cómo podría destruir la vida en La Tierra.
La Muerte de una Estrella/Ráfaga de Rayos Gamma:
Las explosiones de rayos gamma, podrían jugar un papel clave, mucho más importante de lo sospechado hasta ahora, en el desarrollo de la vida, tanto en La Tierra como en otros planetas.
Observaciones del espacio profundo, sugieren que las explosiones de rayos gamma son acontecimientos poco comunes; y se cree que ocurren como máximo cada 10.000 años; y como mínimo, una vez cada millón de años en nuestra galaxia.
Los brotes de rayos gamma (BRG) son destellos de rayos gamma asociados con explosiones extremadamente energéticas en galaxias distantes; y son los eventos electromagnéticos más luminosos que ocurren en el universo.
Los brotes pueden durar desde unos nanosegundos hasta varias horas, pero por lo general, un brote típico, suele durar unos pocos segundos.
Las fuentes de los BRG, se encuentran a miles de millones de años luz de distancia de La Tierra, lo que implica que las explosiones sean extremadamente energéticas; y se ha comprobado que un brote típico, puede generar la misma energía que El Sol en un periodo de 10 mil millones de años; y extremadamente raras, algunas por galaxia, cada millón de años.
Todos los BRG observados, se han originado fuera de La Vía Láctea, aunque una clase de fenómenos relacionados, las llamaradas de rayos gamma suaves, se asocian con los magnetares dentro de La Vía Láctea.
Por lo que se ha establecido la hipótesis, de que un brote de rayos gamma en La Vía Láctea, pudo haber sido la causa de una extinción masiva en La Tierra.
Si un brote de rayos gamma en La Vía Láctea estuviera lo suficientemente cerca de La Tierra, y apuntando en su dirección, podría tener efectos significativos en la biosfera.
La absorción de la radiación en la atmósfera, causaría la fotólisis del nitrógeno, generando óxido de nitrógeno que actuaría como catalizador para destruir el ozono.
Según un estudio de 2004, los BRG a una distancia de aproximadamente un kiloparsec, podrían destruir hasta la mitad de la capa de ozono de La Tierra; la irradiación UVA directa de los brotes, se combinaría con la radiación UVA solar adicional que atravesaría la capa disminuida, lo que podría tener potencialmente un impacto significativo en la cadena alimentaria, y desatar una extinción en masa.
Esto destruye el escudo que nos protege de la radiación solar más potente, provocando la destrucción del ADN de las células de los seres vivos.
Esto significa, una extinción masiva en toda La Tierra.
A lo mejor, una especie que viva en el fondo marino, a mucha profundidad, podría sobrevivir, pero toda su cadena alimenticia quedaría destruida, así que terminarían desapareciendo igualmente.
La posibilidad de que un suceso cercano pudiera tener un gran impacto en La Tierra en algún momento de su vida geológica, puede ser aún significativa.
Los satélites que orbitan alrededor de La Tierra, detectan actualmente una media de un brote de rayos gamma al día.
Y es que hace 500 millones de años tuvo lugar uno de estos fenómenos que duró aproximadamente un mes, la explosión de una supernova dura de media unos 10 segundos, que causó que desapareciese entre el 95% del ozono de la atmósfera.
Fue el origen de la conocida como “extinción masiva del Ordovícico-Silúrico”
En esa época, todos los organismos de La Tierra vivían en el mar, y se calcula que más de 100 familias biológicas desaparecieron.
La Muerte de una Estrella/Agujero Negro:
Un agujero negro, es un lugar en el espacio en donde la gravedad atrae todo a su alrededor con tanta fuerza que ni siquiera la luz puede escapar.
La gravedad es tan poderosa, porque la materia ha sido exprimida en un espacio diminuto, que también explica que esto puede ocurrir cuando una estrella está agonizando en el cosmos; sin embargo, los agujeros negros pueden ser capaces de emitir radiación, lo cual fue conjeturado por Stephen Hawking en la década de 1970.
Como la luz no puede escapar, la gente no puede ver los agujeros negros, y es que estos son invisibles; sin embargo, los telescopios espaciales con herramientas especiales, pueden ayudar a encontrarlos.
Estas herramientas pueden notar, cómo las estrellas que están muy cerca los hoyos negros, actúan diferente que otras estrellas.
Porque los agujeros negros son famosos por su inconmensurable potencial.
Con su presencia aparente en el centro de cada galaxia, Vía Láctea inclusive, controlan la formación de estrellas, y pueden deformar todo lo que se les cruce por su camino.
Por ejemplo, la noción de tiempo-espacio; su capacidad letal, sin embargo, siempre se encuentra al resguardo de su lejanía.
Pese a la distancia que supone, un equipo de astrónomos descubrió un agujero especialmente inquietante.
Lo ubicaron a 8 mil millones de años luz de La Tierra, en una galaxia denominada 3C 186, y se trata de un agujero supermasivo, que se desplaza a través del espacio a 7,5 millones de kilómetros por hora.
Una increíble velocidad que le permitiría llegar en menos de 3 minutos de La Tierra a La Luna.
El agujero negro supermasivo, se dirige hacia La Vía Láctea, pero eso todavía no es la mayor preocupación de los científicos.
Saben que faltan miles de millones de años para que tenga posibilidad de arribar...
La cuestión que los desvela es, cómo se produce el fenómeno de desplazamiento, si se considera que el agujero negro en estudio, pesa mil millones de veces lo que El Sol.
Hoy día, los astrónomos están encontrando pruebas de la existencia de agujeros negros en distintos lugares del universo; y contra lo que se puede creer, los agujeros negros no van por el espacio devorando estrellas, lunas y planetas...
Por tanto, La Tierra no va a caer en un hoyo negro, porque no hay ninguno lo suficientemente cerca de nuestro Sistema Solar.
Incluso, si un agujero negro con la misma masa del Sol, tomara el lugar de nuestra estrella, La Tierra no sería arrastrada, señala La NASA.
El agujero negro, tendría la misma gravedad que el Sol y los planetas seguirían orbitando de forma normal.
Asimismo, La NASA remarca que El Sol nunca se convertirá en un agujero negro.
No es una estrella lo suficientemente grande para crear este poderoso objeto cósmico.
Máquinas Inteligentes:
El “singularitarianismo” es un movimiento que se define por la creencia de que una singularidad tecnológica, consistente en la creación de superinteligencia tecnológica, es probable que suceda en el futuro, a mediano plazo, y que debe ser adoptada una acción deliberada para garantizar que la singularidad beneficia a los seres humanos.
Varios ejemplos, se encuentran en el área de control de sistemas, planificación automática, la habilidad de responder a diagnósticos y a consultas de los consumidores, reconocimiento de escritura, reconocimiento del habla y reconocimiento de patrones.
Los sistemas de IA, actualmente son parte de la rutina en campos como:
Economía, medicina, ingeniería y la milicia, y se ha usado en gran variedad de aplicaciones de software, juegos de estrategia, como ajedrez de computador, y otros videojuegos; y muchas aplicaciones ya están en uso; varias compañías de tecnología, como Google, Apple, Amazon y Microsoft, cuentan con asistentes digitales, que prometen la capacidad de mantener conversaciones con los usuarios, responder preguntas, y realizar tareas.
Otros desarrollos apuestan por la creación de contenido, sea a través de la redacción de notas de prensa, o la edición de videos en base a lo que un usuario captura con su teléfono, como lo ofrece Google Photos actualmente.
Pero también existen desarrollos más avanzados, que buscan reemplazar a los trabajadores humanos en tareas de producción.
Parte de los riesgos, es que la tecnología llega a un punto en que nuestra capacidad no nos permite saber qué es lo que pasa.
Porque hoy en día, todo el mundo usa inteligencia artificial, sino veamos los teléfonos celulares, pero el 65% de la gente que la usa, no es consciente de lo que hace…
Las máquinas podrían comenzar una guerra, publicando noticias falsas, robando cuentas de correo electrónico, y enviando notas de prensa falsas, solo con manipular información… y algunas máquinas han adquirido diversas formas de semi-autonomía, incluyendo la posibilidad de encontrar fuentes de energía por su cuenta, y poder elegir de forma independiente, los objetivos a atacar con armas.
Advirtieron muchos investigadores, que algunos virus informáticos, pueden evadir la eliminación, y han logrado “la inteligencia de cucaracha”
Afirmaron que la autoconciencia, como se muestra en la ciencia ficción, es poco probable, pero que no había otros peligros y riesgos potenciales.
Algunos expertos y académicos, han cuestionado el uso de robots para el combate militar, sobre todo cuando estos robots se les dan un cierto grado de funciones autónomas.
Y en la ficción, numerosas son las películas en donde se hace mención a la inteligencia artificial, entre las más populares se encuentran:
“2001: A Space Odyssey” (1968), en donde HAL 9000, un computador inteligente comanda la nave espacial, “se amotina” y cobra venganza.
“The Terminator” (1984), en donde un robot inteligente venido desde el futuro, debe cumplir una misión: Matar a su creador.
Varios expertos en robótica, enviaron una carta dirigida a La ONU, en donde alertan sobre la amenaza de “robot asesinos”, y evitar la construcción de armamento con esta tecnología; porque ante esta situación, se retoma la interrogante sobre el rol de la inteligencia artificial en el mundo:
¿Un aporte o una amenaza?
A través de la misiva, en la que también firmaron personas como el cofundador de Apple, Steve Wozniak; Elon Musk, CEO de Space X y Tesla; Demis Hassabis, CEO de DeepMind, compañía dedicada a la inteligencia artificial; entre otros, destacan los riesgos que significa poner a software con la capacidad de “pensar” al mando de armas y estrategias bélicas.
“Las armas autónomas, han sido descritas como la tercera revolución bélica, después de la pólvora y las armas nucleares”, expone la carta, y profundiza en los peligros que significaría este desarrollo tecnológico.
Tal es el temor sobre estos sistemas, que incluso Hawking propuso que se creara “una especie de gobierno mundial” para evitar que la inteligencia artificial se salga de control.
DeepMind, la filial de Google, ha creado un “botón rojo” en sus sistemas, capaz de poner fin a los robots en caso de emergencia.
En 20 años, no es que no vaya a haber gente al volante, es que no habrá volante directamente; podrá existir alguien con un coche tradicional, pero será como usar hoy un caballo como método de transporte.
El Supervolcán:
Se llama “supervolcán” a un tipo de volcán que posee una cámara magmática mil veces más grande que la de un volcán convencional, y por ende posee las mayores y más voluminosas erupciones de La Tierra.
La explosividad real de estas erupciones varía, si bien el volumen de magma erupcionado es suficiente en cada caso para alterar radicalmente el paisaje circundante, e incluso, para alterar el clima global durante años, con un efecto cataclísmico para la vida, llamado “invierno volcánico”, similar al que pudiera tener un invierno nuclear.
Pero un supervolcán, no se trata de un volcán grande, la principal diferencia entre estos, es que el supervolcán no se ve, se trata de una acumulación subterránea de magma, y solo ve en la superficie en forma de una gran depresión como una caldera.
Lo que ocurre es que, al no poder liberar presión por estar bajo tierra, el magma va acumulándose, “inflando” el terreno, aumentando la presión espectacularmente hasta que estalla.
Se sabe que en el supervolcán de Yellowstone, explosiones anteriores lanzaron rocas de tamaño considerable que podrían llegar desde América hasta Europa.
Así, el par¬que nacional más antiguo y famoso de Estados Unidos, se encuentra justo encima de uno de los mayores volcanes de La Tierra.
La Caldera de Yellowstone, en Wyoming, mide aproximadamente 55 por 72 km4, y se encuentra en la esquina noroeste de Wyoming, donde se sitúa la mayor parte del parque; y se formó durante la última de las 3 supererupciones que se produjeron a lo largo de los últimos 2,1 millones de años.
En cada ocasión, todo el planeta debió de sentir los efectos:
Los gases que llegaron a la estratosfera, debieron de mezclarse con vapor de agua, creando una fina neblina de aerosoles de sulfato que atenuó la luz solar, y sumiendo tal vez al mundo entero en varios años de in¬¬vierno volcánico.
Según creen algunos investigadores, El ADN de nuestra especie, conserva la huella de una de esas catástrofes acaecida hace alrededor de 74.000 años, cuando un su¬-pervolcán llamado Toba, entró en erupción en Indonesia.
El invierno volcánico resultante de la explosión, pudo haber determinado un período de enfriamiento planetario, que quizás redujo la población humana a unos pocos miles de individuos, lo que habría situado a nuestra especie al borde de la extinción.
El comportamiento de la caldera Yellowstone en la actualidad, es examinado continuamente por geólogos del US Geological Service, que “no ven evidencias de que otra erupción cataclísmica ocurra en Yellowstone en el futuro previsible.
Los intervalos de repetición de estos eventos, no son ni regulares ni predecibles”
Mediante el montaje conjunto de imágenes de otras erupciones con imágenes generadas por ordenador para describir los sucesos, el programa Last Days on Earth, muestra que una erupción tal, podría tener efectos devastadores en todo el mundo, cubriendo virtualmente los Estados Unidos con una capa de ceniza volcánica de, al menos un centímetro de espesor, causando destrucciones masivas en las proximidades, y la muerte de plantas y animales a lo largo de todo el continente.
No existe ningún registro en la historia de la humanidad que dé testimonio de que un supervolcán haya entrado en erupción, pero los geólogos han podido reconstruir lo que debe de ser una de esas explosiones:
La ceniza, roca y lava, dejarían sin luz al hemisferio norte durante días.
Moriría un 90% de la flora y fauna; también los humanos que vivan en un radio de 900 kilómetros; y 2/3 de Estados Unidos, se volverían inhabitables.
En el resto del hemisferio norte, habría un invierno nuclear con temperaturas cayendo 20 grados de media.
Parece que El Caribe, hemisferio norte, sería un lugar fresco.
Toda la agricultura, y gran parte de la ganadería, se echaría a perder.
La hambruna sería terrible; y las condiciones de inhabitabilidad llevarían a la mayoría de la población del hemisferio norte, a mudarse al sur.
El terreno y los recursos naturales, se volverían limitadísimos.
Las materias primas desde agricultura, metales hasta la energía, explotarían de precio, ya que se habría erradicado toda la oferta de media mitad del mundo, mientras que la demanda puede asumirse que seguiría constante.
Lo que sucedería en Yellowstone sería como abrir una botella de Coca-Cola después de agitarla.
Cuando la cámara magmática se queda vacía, la superficie se derrumba.
Toda la región abombada, se hunde; y lo que queda después, es una caldera gigante.
Un Asteroide:
Estadísticamente, un asteroide como el que exterminó a los dinosaurios, cae en promedio cada 65 millones de años… y este plazo ya está cerca de cumplirse.
La aceptación generalizada que explica el evento de la extinción masiva del Cretácico-Terciario, como el resultado de un impacto acontecido con un asteroide o cometa, ha despertado el temor a la posibilidad futura de que La Tierra sea impactada por asteroides que crucen su órbita.
El 22 de marzo de 1989, el asteroide Asclepio, asteroide Apolo con un diámetro aproximado de 300 metros, se acercó a 0,7 millones de kilómetros de La Tierra, en comparación, La Luna se encuentra a 0,38 millones de kilómetros; atravesando la posición exacta que La Tierra tenía 6 horas antes.
Si el asteroide la hubiese impactado, habría provocado la mayor explosión registrada en la historia humana.
La amenaza de un impacto con La Tierra de un asteroide, fue enfatizada por la colisión del cometa Shoemaker-Levy 9, con el planeta Júpiter, acaecida el 16 de julio de 1994.
Al menos unos 800 asteroides en la actualidad, son los que representan un peligro para la civilización, si en verdad alguno llegara a chocar contra nuestro planeta, ya que afectaría de manera global al mismo.
Sin embargo, los cálculos de las trayectorias y de cada aproximación a La Tierra, tienen grandes incertidumbres, debido a que los elementos orbitales, como semiejes, mayor y menor; distancia mínima al Sol, excentricidad, entre otros; no se conocen con total precisión, de manera que cualquier predicción está sujeta a un margen de error considerable; por lo que se considera que estos objetos entrañan riesgo cierto de colisionar con La Tierra, causando daños que pueden oscilar entre pequeñas destrucciones locales, a grandes extinciones.
La caída de asteroides de roca o hierro mayores de 50 m de diámetro sucede con un intervalo medio de 100 años, lo que puede producir catástrofes locales y maremotos; pues cada varios cientos de miles de años, asteroides de más de un kilómetro causan catástrofes globales.
En este último caso, los restos del impacto se esparcen por la atmósfera terrestre de tal modo que la vida vegetal sufre lluvia ácida, interrupción parcial de la luz solar, y grandes incendios causados por los fragmentos de alta temperatura que caen al suelo tras la colisión, creando un “invierno nuclear”
Estos impactos han ocurrido muchas veces en el pasado, y seguirán ocurriendo en el futuro.
A algunos de ellos, se les atribuye la causa de grandes extinciones, como la extinción K-T, que mató a los dinosaurios; o la gigante del Pérmico, que mató a más del 90% de las especies y seres vivos.
Si se detectara un asteroide de alta peligrosidad con algunos años de antelación, existe tecnología disponible para alejarlo de La Tierra; pero el factor esencial es el tiempo:
Cuanto antes se detecte, más posibilidades existen de organizar un esfuerzo internacional que permita lanzar naves espaciales al objeto; y existe la posibilidad de que un asteroide o cometa se aproximara en una órbita singular desde detrás del Sol y, por tanto, no pudiera ser detectado hasta unos meses antes del impacto.
Por su parte, La Fuerza Aérea de los Estados Unidos, elaboró hace años un documento denominado “Planetary Defense 2025” que contemplaba estas y otras opciones, pero no ha conducido a la toma de medidas activas al respecto.
Algunos pensarán en películas como “Armageddon” (1998), que proponía medidas de destrucción del asteroide, pero no, las que se proponen no son medidas destructivas, solamente se pide cambiar la órbita del asteroide; por tanto, descubrir estos objetos y estudiarlos para determinar su tamaño, composición, estructura y trayectoria, es una actividad prudente.
De ahí la importancia de los grandes proyectos que coordinen observaciones sistemáticas del cielo, y el mantenimiento de bases de datos actualizadas.
Por otra parte, poco después del descubrimiento del asteroide Apofis, diversos sistemas de cálculo de trayectorias de todo el mundo, calcularon la próxima fecha de máxima aproximación, coincidiendo todos ellos, en el 13 de abril de 2029.
En ese día, Apofis brillará como una estrella de magnitud 3,3, visible a simple vista.
Esta aproximación, será visible desde Europa, África, y el oeste de Asia.
La Fundación B612, efectuó estimaciones de la ruta que seguiría Apofis, si el impacto de 2036 fuese a ocurrir, como parte de una iniciativa que está realizando para desarrollar una estrategia viable para desviar el asteroide con suficiente anticipación.
El resultado es un corredor angosto de unos pocos kilómetros de ancho, denominado “la trayectoria de riesgo”, la cual se ubica en la parte sur de Rusia, cruzaría El Pacífico, pasando a cientos de kilómetros de las costas de California y México, y luego proseguiría a Costa Rica, continuando por El Mar Caribe, hasta cruzar por las regiones septentrionales de Colombia y Venezuela, finalizando su recorrido en El Atlántico, poco antes de llegar a África.
Sería un desastre total… sobre todo para mi país.
La Guerra Nuclear
Este es un tipo de guerra que se llevaría a cabo mediante el empleo de armas nucleares, una clase de arma de destrucción masiva; y puede tratarse de una guerra nuclear limitada, o una guerra nuclear total.
Se ha postulado que, en una guerra nuclear total, la radiación y el cambio climático que ésta produciría, dejarían la atmósfera de La Tierra muy afectada, y posiblemente la especie humana y el resto de seres vivos del mundo, sufrirían los efectos de un invierno nuclear.
Los supervivientes, deberían realizar la reconstrucción de las infraestructuras del planeta en unas condiciones muy difíciles.
La flora y la fauna, sería afectada por múltiples mutaciones.
Hasta el momento, el único ataque con armas nucleares de la historia, ha sido unilateral, y se ha efectuado en el bombardeo estratégico de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki por parte de los Estados Unidos, que condujeron a finalizar La Segunda Guerra Mundial.
Estas 2 bombas, causaron en torno a 200 mil muertes, y un número aún mayor de heridos y afectados, la mayoría civiles.
A pesar de ello, el escaso número y reducida potencia de estas armas primitivas, no permiten colegir los resultados de una guerra nuclear a gran escala con armamento contemporáneo.
Algunos autores apuntan, que una guerra nuclear a gran escala, equivaldría a un evento ligado a la extinción.
Sin llegar a este extremo, existen pocas dudas sobre su capacidad para aniquilar pueblos, naciones y modelos de civilización enteros, con cientos e incluso miles de millones de bajas; pero debido a su enorme poder devastador, las armas nucleares han sido frecuentemente objeto de numerosos tratados y negociaciones internacionales, y están sujetas a regímenes de vigilancia, protección e inspección especiales.
De los países, Rusia, estado sucesor de La Unión Soviética, y los Estados Unidos, siguen siendo, con diferencia, las principales superpotencias nucleares.
Emblemáticamente, Rusia cuenta con la principal fuerza nuclear del mundo cuantitativa, y cualitativamente, Las Fuerzas de Cohetes Estratégicos; mientras Estados Unidos se ha caracterizado por disponer de potentes medios económicos para refinar la suya.
Otros muchos países, han tratado de acceder a este “club nuclear” en el pasado, o se sospecha que lo han hecho, pero por distintos motivos no lo lograron, o desistieron; entre ellos cabe citar a:
Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Corea del Sur, Egipto, España, Irán, Irak, Libia, Polonia, Rumania, Sudáfrica, Suecia, Suiza, Taiwán y Yugoslavia.
Por el contrario, Bielorrusia, Kazajistán y Ucrania, heredaron un gran número de armas nucleares de La Unión Soviética, pero se las devolvieron o revendieron a Rusia, normalmente para su desmantelamiento.
Mientras muchos países europeos occidentales, así como Canadá, México y Japón, podrían disponer fácilmente de una fuerza nuclear respetable si se lo propusieran, pero no han manifestado su deseo y voluntad política de hacerlo.
Solo 3 países no firmantes del Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT) han realizado pruebas nucleares:
India, Pakistán, y Corea del Norte.
Siendo éste último, la amenaza más latente y reciente.
En el hipotético escenario de menor destrucción masiva, se podría tener una contaminación radiactiva, y consecuencias climáticas de efectos globales, pero no de aniquilación completa.
La ubicación geográfica y la cantidad y potencia del armamento nuclear usado, determinarán la intensidad y prolongación de los efectos globales de la guerra nuclear regional; por lo cual, cada posible escenario regional de conflicto, es mundialmente relevante.
Los efectos sinérgicos generalizados de un ataque nuclear combinado a gran escala, diseñado para causar el máximo daño posible, son más difíciles de determinar.
Para empezar, no es posible predecir la naturaleza exacta de semejante ataque con antelación; sin embargo, resulta posible definir algunas líneas generales:
Interrupción generalizada de los suministros de alimentos, agua potable, electricidad y comunicaciones.
Las grandes ciudades, aunque no hubieran sido atacadas, serían incapaces de sobrevivir sin estos alimentos; esto provocaría grandes colas de millones de refugiados sin destino particular alguno, normalmente enfermos y debilitados, por lo que cabe esperar una elevada mortalidad, violencia y lacras propias de la naturaleza humana.
Dislocación de los Estados, ejércitos y cuerpos de seguridad y sanitarios, como entidades organizadas.
Pillaje, saqueo, surgimiento de grupos criminales o mercenarios armados.
Interrupción generalizada y permanente de la actividad económica, particularmente la industrial, por destrucción de instalaciones o supresión del suministro eléctrico y de materias primas durante tiempo indeterminado.
Esto dificultaría y ralentizaría enormemente la atención a los afectados, y la recuperación de posguerra.
Probablemente, el dinero perdería su valor al desaparecer los mercados financieros que lo determinan.
Muchos hospitales, resultarían destruidos, mucho personal médico muerto, y los supervivientes no dispondrían de energía eléctrica ni suministros.
Esto incrementaría gravemente la mortalidad entre los heridos y afectados, con toda seguridad, y probablemente permitiría la rápida extensión de las epidemias.
Elevada contaminación radiactiva del aire, y las fuentes de agua potable y alimentos durante semanas, y más leve durante años e incluso siglos.
Esto podría agravarse, si se emplean armas específicamente diseñadas para destruir por irradiación los recursos agropecuarios, lo que produciría grandes hambrunas.
Desestructuración generalizada de la sociedad, y de los modelos de civilización y modos de vida; con posible desaparición de numerosas naciones.
Desaparición de la capa de ozono, por lo que la radiación ultravioleta del Sol, acabaría matando a los pocos seres vivos que sobrevivieran al oscurecimiento nuclear.
Si bien la vida en los océanos no se vería afectada por el oscurecimiento y el invierno nuclear, el aumento de la radiación ultravioleta, acabaría con el fitoplancton y con la cadena trófica en los mares, lo cual provocaría una mortandad generalizada en pocos meses.
Las drásticas diferencias de temperatura entre los continentes y los océanos, generarían un caos climático gigantesco, lo que dificultaría enormemente la vida en las zonas costeras marítimas.
Posibles efectos climáticos masivos, como el invierno nuclear.
El invierno nuclear consecuente, se asemejaría a una glaciación repentina de consecuencias catastróficas para los seres vivos.
La temperatura global bajaría de manera drástica en días, desde 10 °C en el caso más modesto, hasta -50 °C en el más severo de los casos.
La fotosíntesis no se produciría, y casi la totalidad de la vegetación moriría en pocos días, siguiéndole todos los animales herbívoros.
De esta forma, en unas semanas no habría más alimentos para la mayoría de los seres vivos.
Sería algo similar al proceso que extinguió a los dinosaurios...
No es exagerado afirmar, que una guerra nuclear a gran escala, provocaría cientos o miles de millones de víctimas, y la desaparición de las naciones y modelos de civilización que conocemos.
El término “megamuerte”, una unidad de medida equivalente a un millón de muertos, se acuñó para manejar estas cifras aniquiladoras.
Así, por ejemplo, mil megamuertes equivale a mil millones de víctimas; mil megamuertes es una estimación media-alta razonable del número de bajas en las primeras 24 horas de una guerra termonuclear total, con blancos demográficos que implicara a Estados Unidos, Rusia, Europa y China.
Pero una guerra nuclear de gran escala, no solo significaría el fin de la civilización, sino la aniquilación de la mayoría de la humanidad.
La mitad de la población mundial, moriría en pocos días tras la devastadora explosión.
Así, la aparente inevitabilidad de este conflicto, en caso de un enfrentamiento entre grandes potencias, ha conducido a muchas personas a considerar que Guerra Nuclear y Tercera Guerra Mundial, son sinónimos en la práctica.
Y la guerra nuclear ha inspirado también a numerosos autores y artistas como símbolo del mal, el abuso de la razón de estado, la violencia, la muerte, o la destrucción absolutos.
La amenaza de guerra nuclear, y la aparente inevitabilidad de la misma, imprimió también un pensamiento pesimista, apocalíptico, e incluso milenarista en ámbitos tanto religiosos como seculares, desde varias profecías de la llegada del fin del mundo, a un fatalismo presente en numerosas manifestaciones sociales y culturales del periodo.
Si bien, La Guerra fría del siglo XX ha concluido, la posibilidad de un enfrentamiento nuclear masivo, seguirá existiendo mientras exista el armamento nuclear para ello.
Plagas/Epidemias/Brotes/Pandemias
Epidemia es una descripción en la salud comunitaria, que ocurre cuando una enfermedad afecta a un número de individuos superior al esperado en una población, durante un tiempo determinado.
Para evitar el sensacionalismo que conlleva esta palabra, en ocasiones se utiliza el sinónimo de “brote epidémico” o “brote”
En caso de que la epidemia se extendiera por varias regiones geográficas extensas de varios continentes, o incluso de todo el mundo, se trataría de pandemia.
Para comenzar, una endemia es la presencia habitual de una enfermedad en una zona geográfica, con prevalencia positiva, o incidencia “estable” que puede convertirse en una epidemia si las condiciones ambientales lo permiten.
Posteriormente:
Puede que la epidemia se extienda, y se convierte en una pandemia, como el caso del VIH; o puede que la epidemia disminuya, la incidencia se convierte en muy baja, cero o negativa.
Si se mantiene localizada en el espacio, se convierte en una endemia limitada a ciertas regiones, caso actual de la poliomielitis; y también puede llegar a desaparecer al final.
Las epidemias frecuentemente, ocurren en ciclos u oleadas con una fase de auge rápido y una abrupta caída, un cierto período de actividad baja, y de nuevo, un auge y caída.
La gripe es un ejemplo perfecto de una epidemia cíclica, con un ciclo anual o estacional.
Peor las epidemias pueden desarrollarse en una o más olas, como fue el caso de la gripe española en 1918-1919.
Los modelos epidemiológicos han demostrado que bajo ciertas condiciones razonables, existen soluciones oscilantes, que explica que las epidemias ocurran en ciclos.
Por el ejemplo, el virus de la gripe común, presenta tasas de infección diferentes en invierno y en verano, esa variabilidad estacional de la tasa de infección, da lugar a un comportamiento cíclico, si la tasa de infección fuera constante los modelos más simples llevan a la conclusión de que el número de infectados sería una tasa constante.
La OMS, indica que para que pueda aparecer una pandemia, se necesita:
Que aparezca un virus nuevo, que no haya circulado previamente, y por tanto, no exista población inmune a él; que el virus sea capaz de producir casos graves de enfermedad; y que el virus tenga la capacidad de transmitirse de persona a persona, de forma eficaz.
Ha habido un número importante de pandemias en la historia humana, todas ellas generalmente zoonosis, que han llegado con la domesticación de animales, tales como la viruela, difteria, gripe y tuberculosis; y ha habido un número de epidemias particularmente importantes, que merecen una mención por encima de la mera destrucción de ciudades:
La Gripe Española (1918-1919), comenzó en marzo de 1918 en Fort Riley, Kansas, Estados Unidos; y fue una grave y mortífera cepa de gripe, que se expandió por el mundo, matando a 25 millones de personas en el curso de 6 meses; y algunos estiman el total de muertos en todo el mundo, en más del doble de ese número.
Unos 17 millones, se estima que murieron en India; 500.000 en los EEUU, y 200.000 en Inglaterra.
Se desvaneció en 18 meses, y la cepa concreta fue la H1N1.
Otra es el VIH, la enfermedad que consiste en la incapacidad del sistema inmunitario para hacer frente a las infecciones y otros procesos patológicos, es considerada pandemia, debido a su rápida propagación, y sus víctimas se estiman entre los 20 y 25 millones, sobre todo en África.
La gripe A (H1N1), también conocida como “Gripe Porcina” (2009-2010), es una enfermedad infecciosa causada por un virus perteneciente a la familia Orthomyxoviridae, que es endémica en poblaciones porcinas.
Estas cepas virales, conocidas como virus de la influenza porcina (SIV), han sido clasificadas en Influenzavirus C, o en alguno de los subtipos del género Influenzavirus A, siendo las cepas más conocidas:
H1N1, H3N2, H3N3.
El 11 de junio, La Organización Mundial de La Salud (OMS), la clasificó como de nivel de alerta 6; es decir, actualmente es una pandemia; cuya tasa de letalidad de la enfermedad que inicialmente fue alta, ha pasado a ser baja al iniciar los tratamientos antivirales a los que es sensible.
La Amenaza Biológica toma lugar en los procesos de origen orgánico, o provocados por vectores biológicos, que incluyen la exposición a microorganismos patógenos, toxinas o sustancias bioactivas, que pueden causar la muerte o lesiones; daños materiales, disfunciones sociales y económicas, o degradación ambiental.
Ejemplos de amenazas biológicas, están los brotes de enfermedades epidémicas, enfermedades contagiosas de origen animal o vegetal, plagas de insectos e infestaciones masivas.
El bioterrorismo, es el término utilizado para definir el empleo criminal de microorganismos patógenos, toxinas o sustancias dañinas contra la población, con el propósito de generar enfermedad, muerte, pánico y terror.
Este término, también es utilizado para denominar la introducción de material biológico con agentes fitopatógenos, enfermedades cuadragenarias, insumos químicos, o cualquier otro tipo de material en un país, con la intención de atentar contra la vida y la salud de las personas.
Y por último, El Cambio Climático/Calentamiento Global:
El Cambio Climático, es un cambio en la distribución estadística de los patrones meteorológicos durante un periodo prolongado de tiempo, décadas a millones de años; y puede referirse a un cambio en las condiciones promedio del tiempo, o en la variación temporal meteorológica de las condiciones promedio a largo plazo, por ejemplo, más o menos fenómenos meteorológicos extremos.
Está causado por factores como procesos bióticos, variaciones en la radiación solar recibida por La Tierra, tectónica de placas y erupciones volcánicas.
También, se han identificado ciertas actividades humanas como causa principal del cambio climático reciente, a menudo llamado “Calentamiento Global”
Pero Calentamiento Global y Cambio Climático, se refieren al aumento observado en más de un siglo de la temperatura del sistema climático de La Tierra y sus efectos.
Múltiples líneas de pruebas científicas, demuestran que el sistema climático se está calentando; por lo que los científicos trabajan activamente para entender el clima pasado y futuro, mediante observaciones y modelos teóricos; y se ha recopilado un registro climático, que se extiende profundamente en el pasado de La Tierra y continúa construyéndose, basado en la evidencia geológica a partir de perfiles térmicos de perforaciones, núcleos removidos de profundas acumulaciones de hielo, registro de la flora y fauna, procesos glaciares y peri glaciares, isótopos estables, y otros análisis de las capas de sedimento y registros de los niveles del mar del pasado.
El registro instrumental, provee de datos más recientes.
Los modelos de circulación general, sustentados por las ciencias físicas, se usan a menudo en los enfoques teóricos para corresponder a los datos del clima pasado, realizar proyecciones futuras, y asociar las causas y efectos del cambio climático.
La influencia humana sobre el clima, en muchos casos se considera forzamiento externo, ya que su influencia es más sistemática que caótica, pero también es cierto que el Homo sapiens pertenece a la propia biosfera terrestre, pudiéndose considerar también como forzamientos internos según el criterio que se use.
Las investigaciones hechas por algunos científicos, apuntan que la razón principal del aumento de temperatura en el planeta, es debido al proceso de industrialización iniciado hace siglo y medio y, en particular la combustión de cantidades cada vez mayores de petróleo, gasolina y carbón, la tala de árboles y algunos métodos de explotación agrícola.
Estas actividades, aumentan el volumen de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera, principalmente de dióxido de carbono, metano y óxido-nitroso.
Lo anterior, ha provocado que los rayos del Sol queden atrapados en la atmósfera del planeta, provocando así un aumento de temperatura.
En el cine, como medio de difusión científica, como son los documentales, destaca el oscarizado “An Inconvenient Truth” (2006) en que el político estadounidense, Al Gore, trata el tema del cambio climático, concretamente el calentamiento global, basado en una serie de conferencias que ha dado por todo el mundo; y “The 11th Hour” (2007) donde el oscarizado actor estadounidense, Leonardo DiCaprio, produce y narra el tema de la crisis ambiental actual, y de cómo establecer soluciones para salvar el planeta para las futuras generaciones.
Además del documental, hay películas de ciencia ficción que han marcado un impacto en la cultura popular sobre el cambio climático.
Tal es el caso de “The Day After Tomorrow” (2004) de Roland Emmerich, que ha recibido críticas de algunos autores como Myles Allen, por su falta de rigor científico; y otro documental más reciente, “Home” (2009) de Yann Arthus-Bertrand, que está enteramente compuesta por vistas aéreas de diversos lugares alrededor del mundo, junto a la voz de un narrador de distintas nacionalidades; donde muestra la diversidad de la vida en La Tierra, y cómo las actividades humanas se han convertido en una amenaza para el equilibrio ecológico del planeta.
El cambio climático futuro, y los impactos asociados serán distintos en una región a otra alrededor del globo.
Los efectos anticipados, incluyen un aumento en las temperaturas globales, una subida en el nivel del mar, un cambio en los patrones de las precipitaciones y una expansión de los desiertos subtropicales.
Se espera que el calentamiento sea mayor en la tierra que en los océanos, y el más acentuado ocurra en El Ártico, con el continuo retroceso de los glaciares, el permafrost, y la banquisa.
Otros efectos probables, incluyen fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes, tales como olas de calor, sequías, lluvias torrenciales y fuertes nevadas; acidificación del océano, y extinción de especies debido a regímenes de temperatura cambiantes.
Entre sus impactos humanos significativos, se incluye la amenaza a la seguridad alimentaria por la disminución del rendimiento de las cosechas, y la pérdida de hábitat por inundación.
Debido a que el sistema climático tiene una gran inercia, y los gases de efecto invernadero continuarán en la atmósfera por largo tiempo, muchos de estos efectos, persistirán no solo durante décadas o siglos, sino por decenas de miles de años.
Ante las consecuencias del calentamiento global y el cambio climático, las sociedades se están mostrando incapaces de entender lo que está ocurriendo, y se ven por tanto abocadas a sufrir catástrofes sociales que traerán una disminución de los recursos, un desplazamiento de poblaciones y mayor violencia.
La Guerra Climática es el conflicto bélico, cuyo origen puede atribuirse a fenómenos climáticos, al cambio climático, al calentamiento global, así como a los efectos de éstos que, al alterar de manera radical las condiciones de vida, disminuyendo el acceso a recursos básicos como agua y alimentos, desencadenan la violencia, provocan el desplazamiento de refugiados, y en numerosas ocasiones, genocidios, limpiezas étnicas, terrorismo, desplazamiento de fronteras y, en territorios de estatalidad frágil o fracasada, la instalación de una guerra permanente.
En definitiva, la guerra climática suele tener como consecuencia, una catástrofe social o colapso societal.
Ante una catástrofe social, los más afectados son los pobres, con escasos recursos, lo que incrementa la violencia potencial.
En definitiva, el programa Last Days on Earth, promete detallar varios desastres que pueden terminar nuestros días aquí en La Tierra.
Cada una de las catástrofes tiene expertos que detallan todo lo que necesitas saber sobre la amenaza, y todo lo que no puedes hacer al respecto.
Es lógico que las calamidades provocadas por el hombre sean las que deberían inculcar nuestros mayores temores, por supuesto; y en el momento en que la narradora llegó al #3, era obvio a dónde iba este programa:
¡Calentamiento Global!
De repente, nuestros expertos son la anfitriona, ella misma y Al Gore.
Un movimiento político, dirían unos… pero todo el mundo está de acuerdo en que está sucediendo, y la humanidad está causando este acto cobarde.
Sin duda, estoy de acuerdo, como la mayoría de la gente, que el clima de La Tierra está cambiando; sino veamos el entorno... y más recientemente, los 3 huracanes que azotaron El Caribe.
“Of all the generations of humans that have walked the surface of the Earth, for 100,000 years, going back when we first left Africa, the generation now alive is the most important”
Por primera vez en la memoria reciente, el universo está bajo escrutinio, y El Sistema solar que todos aprendimos en la escuela primaria, puede ser puesto al revés; poniendo en el banquillo de los acusados, al “homo sapiens”
Los astrónomos, ahora están reevaluando lo que hace a un planeta, un planeta, así que la curiosidad sobre nuestra existencia en este Sistema Solar, está alcanzando su punto máximo; pero:
¿Podría la raza humana extinguirse?
De acuerdo con Stephen Hawking, uno de los principales físicos teóricos del mundo, la posibilidad de nuestra extinción, debe ser un despertador para todos nosotros.
Hawking habló con ABC News, para el programa Last Days on Earth, y dar su perspectiva sobre la devastación que nuestra civilización podría enfrentar en el próximo siglo.
Aquí hay algunos extractos de la conversación de Hawking con Elizabeth Vargas:
Vargas: ¿Qué tan importante son los próximos 100 años para la supervivencia de la raza humana?
Hawking: Nos enfrentamos a una serie de amenazas a nuestra supervivencia, desde la guerra nuclear, el calentamiento global catastrófico, los virus genéticamente modificados, y el número es probable que aumente en el futuro, con el desarrollo de nuevas tecnologías y nuevas formas, las cosas pueden salir mal.
Aunque la probabilidad de un desastre para el planeta Tierra en un año dado puede ser bastante baja, se suma con el tiempo y se convierte en una certeza cercana en los próximos 1.000 o 10.000 años.
En ese momento, deberíamos habernos extendido al espacio, y a otras estrellas, por lo que un desastre en La Tierra, no significaría el fin de la raza humana.
Sin embargo, no vamos a establecer colonias autosostenibles en el espacio por lo menos durante los próximos 100 años, por lo que tenemos que tener mucho cuidado en este período.
Vargas: ¿Cuál crees que es la mayor amenaza para la humanidad?
Hawking: La guerra nuclear sigue siendo probablemente la mayor amenaza para la humanidad, en la actualidad.
Incluso después del fin de La Guerra Fría, todavía hay suficientes armas nucleares almacenadas para matarnos a todos nosotros varias veces, y las nuevas naciones nucleares aumentarán la inestabilidad.
Con el tiempo, la amenaza nuclear puede disminuir, pero se desarrollarán otras amenazas, por lo que debemos permanecer en guardia.
Vargas: ¿Crees que es posible que la raza humana se extinga en un futuro próximo?
Hawking: Existe la posibilidad de que la raza humana pueda extinguirse, pero no es inevitable.
Esto no es una profecía de condenación, sino una llamada de atención.
Vargas: Por el contrario, ¿crees en última instancia que la raza humana actuará a tiempo, y hará los cambios necesarios para sobrevivir?
Si es así, ¿cuáles son los cambios necesarios?
Hawking: La mayoría de las amenazas que enfrentamos provienen del progreso que hemos logrado en ciencia y tecnología.
No vamos a dejar de progresar, o invertirlo, por lo que tenemos que reconocer los peligros y controlarlos.
Soy optimista, y creo que sí.
Vargas: El universo es un lugar vasto y poderoso con fuerzas que sólo ahora estamos empezando a entender.
Algunos de ellos, como los agujeros negros y las ráfagas de rayos gamma, aunque extremadamente improbable, son capaces de destruir nuestro planeta.
¿Qué nos dice este tipo de fenómenos sobre el lugar de la humanidad en el universo?
Hawking: Eventos como un estallido de rayos cósmicos cercano, o una colisión con un agujero negro, serían devastadores para la vida en La Tierra, pero son extremadamente improbables.
No han ocurrido en la historia de La Tierra hasta hace 4 mil millones de años, por lo que la probabilidad de que se produzcan en un futuro próximo, es muy baja.
La Tierra está en mucho más peligro de la acción humana, que de los desastres naturales.
Vargas: Los asteroides proporcionan un paradójico ejemplo de nuestra relación con el universo.
Estos objetos cercanos a La Tierra, pueden haber despejado el camino para nuestra evolución, sin embargo, en última instancia, podría destruir nuestra propia forma de vida.
¿Qué nos dicen los asteroides sobre la aleatoriedad y la fragilidad de la existencia humana?
Hawking: Parece ser 70 millones de años desde la última extinción masiva de especies causada por colisión con un asteroide.
Esto es probablemente más largo que el período promedio entre las colisiones de asteroides mayores, y esto permitió que la raza humana se desarrollara.
Se podría considerar esto como pura suerte, pero hay otra manera de mirarla.
Debe haber muchos planetas similares a La Tierra en el universo, pero sólo aquellos con largos períodos entre colisiones de asteroides desarrollan la vida inteligente, lo que puede hacer la pregunta:
¿Por qué tuvimos tanta suerte?
La respuesta es que si no hubiéramos tenido la suerte de tener un largo período entre colisiones de asteroides, no estaríamos aquí para hacer la pregunta.
Vargas: Las amenazas separadas de la guerra nuclear y el bioterrorismo hacen un argumento efectivo de que nosotros, como seres humanos, tenemos tremenda dificultad para controlar lo que creamos.
¿Qué dice esto sobre la especie humana?
Hawking: Hasta ahora, la agresión ha sido un atributo con claras ventajas de supervivencia.
Así que ha sido cableado en nuestros genes por la evolución darwiniana.
Ahora, sin embargo, puede destruirnos a todos por la guerra nuclear o biológica, si no podemos controlar nuestro instinto por nuestra razón.
Pero nuestra agresión es responsable de sólo algunos de los peligros que enfrentamos.
Otros, como el cambio climático, surgen de las inestabilidades en la estructura cada vez más compleja de nuestro modo de vida.
Necesitamos ser más rápidos en identificar tales amenazas, y actuar antes de que salgan de control.
Vargas: Muchos científicos en el campo de la inteligencia artificial creen que es sólo una cuestión de tiempo antes de que las computadoras sean seres autónomos, pensantes que superen a los humanos.
¿Crees que esto es posible?
Hawking: Creo que no hay diferencia cualitativa entre el cerebro de una lombriz de tierra y una computadora.
También creo que la evolución implica que no puede haber diferencia cualitativa entre el cerebro de una lombriz de tierra, y el de un ser humano.
Por tanto, las computadoras pueden, en principio, emular la inteligencia humana, o incluso superarla.
Hasta ahora, las computadoras han obedecido La Ley de Moore, que dice que las computadoras duplican su velocidad y capacidad de memoria cada 2 años.
La inteligencia humana también puede aumentar debido a la ingeniería genética, pero no tan rápido.
El resultado es que es probable que las computadoras superen a los humanos en inteligencia, en algún momento en los próximos 100 años.
Cuando eso suceda, tendremos que asegurarnos de que los ordenadores nos sirvan, y no ellos mismos.
Vargas: La mayoría de los científicos ahora creen que la humanidad está cambiando el clima de La Tierra a un grado inconfundible y potencialmente catastrófico.
¿Crees que es posible que detengamos el calentamiento global?
Hawking: El peligro es que el calentamiento global pueda volverse autosostenible, si no lo ha hecho ya.
La fusión de los casquetes polares árticos y antárticos reduce la fracción de energía solar reflejada de nuevo en el espacio, y aumenta así la temperatura.
El cambio climático puede matar El Amazonas y otras selvas tropicales, y así eliminar de una vez, una de las principales formas en que el dióxido de carbono se elimina de la atmósfera.
El aumento de la temperatura del mar, puede desencadenar la liberación de grandes cantidades de dióxido de carbono, atrapadas como hidruros en el fondo del océano.
Ambos fenómenos, aumentarían el efecto invernadero y, por ende, el calentamiento global.
Tenemos que revertir el calentamiento global con urgencia, si todavía podemos.
Vargas: El fenómeno natural como los súpervolcanes, parece demostrar que el hombre está todavía a merced del mundo natural.
¿Seremos capaces de domar la naturaleza?
Hawking: La vida en La Tierra ha sobrevivido a los volcanes por 4.000 millones de años.
No son las fuerzas naturales las que son la gran amenaza, sino nosotros mismos.
En conclusión, cada generación se ha enfrentado a sus propios miedos a un futuro desconocido; los expedientes históricos sobre las predicciones del Fin de La Civilización en el pasado, son abundantes.
Algunos de éstos incluyen muchas historias ficticias, y no ficticias, a partir de la era de La Guerra Fría, que se basaron en la creencia de que una guerra nuclear era inevitable, y que esto daría lugar a la destrucción de toda la vida en el planeta Tierra; un evento ligado a la extinción, como un suceso puntual e inesperado, que provoca la desaparición de una o más especies, ya sea por su acción directa o por los efectos causados.
En ocasiones, se traduce incorrectamente por “evento a nivel de extinción”
Un evento ligado a la extinción, suele ligarse a extinciones masivas, debido a la influencia del cine o la literatura fantástica, pero no necesariamente acarrea consecuencias tan dramáticas para la vida.
Se han apuntado mucho eventos a lo largo de los años para explicar las extinciones de una o varias especies.
Entre los más aceptados se pueden enumerar las mutaciones, como el surgimiento de una nuevo patógeno por mutación puede provocar epidemias o pandemias, especialmente virulentas, hasta el punto de terminar con determinados endemismos; la llegada de nuevas especies, con cambios en el nivel del mar, debido al movimiento de las placas tectónicas; la explosión de supernovas, cambios climáticos como el calentamiento global, o una glaciación; caída de asteroides, meteoritos y cometas; hasta erupciones volcánicas, etc.
Pero la amenaza más grande para la humanidad, viene probablemente de la humanidad en sí misma.
Otra categoría de desastres, son las consecuencias no previstas de la tecnología.
Se ha sugerido que las computadoras que aprenden, toman acciones imprevistas o que los robots competirían contra la humanidad.
La biotecnología podría conducir a la creación de una epidemia, y la nanotecnología podría conducir al “goo gris”; en ambos casos, ya sea deliberadamente o por accidente.
También se ha sugerido que los científicos físicos pudieran crear accidentalmente un dispositivo que podría destruir La Tierra y al Sistema Solar...
Y se ha sugerido que el calentamiento global podría causar que el clima en La Tierra se hiciera como en Venus, lo que la haría inhabitable.
En predicciones menos extremas, esto podría causar el final de la civilización tal como la conocemos.
“Homo homini lupus”, es una frase que resume todo lo dicho.

“I think the greatest tragedy in the universe would be to realize that we have enough intellect and enough technology to save ourselves from a killer asteroid but not enough intellect to save us from ourselves”



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