Tom Of Finland

“Elokuva rohkeudesta, rakkaudesta ja vapaudesta”
(Una película sobre valor, amor y libertad)

En los últimos tiempos, se ha producido un cambio sutil en el cine, y la cartelera ha pasado a dar cuenta de una experiencia aún más traumática para el individuo con inquietudes artísticas.
La que enfrenta el sentido de su obra, lo que siente como destino manifiesto desde que despierta, con la música del azar vital, las demandas cotidianas del Otro, el sinsentido mismo de la existencia.
El término “homoerotismo”, hace referencia a la tendencia social caracterizada por la presencia de emociones eróticas o deseos sexuales que se centran en una persona del mismo sexo.
Este concepto, tiene una estrecha relación con el concepto homosexualidad, aunque puede diferir de éste, ya que homoerotismo hace referencia a una forma del deseo sexual que se enfoca hacia personas del mismo sexo, mientras que el concepto homosexualidad, hace referencia a una identidad sexual u orientación sexual, cuya naturaleza implica la atracción sexual por personas del mismo sexo, asimilándose como una identidad del homoerotismo.
El homoerotismo, se considera sobre todo una expresión artística de las artes visuales, la literatura y las artes escénicas, caracterizado por la representación del deseo emocional de naturaleza homosexual, frecuentemente evocando escenas sensuales o eróticas, que involucran técnicas como el desnudo, la representación gráfica de la relación sexual, y la explotación del sexo.
Por ejemplo, la brasa de un cigarrillo colocada a la altura de una entrepierna, era un signo de invitación inequívoco en la oscuridad de los parques públicos del Helsinki de la posguerra, un espacio público reciclado como zona de “cruising” en un contexto donde el deseo homosexual masculino, se veía obligado a desarrollar sus propios códigos en clandestinidad, bajo la perpetua amenaza de la represión policial.
Como si el deseo fuera algo parecido a los planos secretos que debía transportar un espía en zona hostil.
Asomarse a la obra Tom Of Finland, exige una perspectiva abierta, libre de prejuicios, para que el artista se devele ante nuestros ojos con toda su maestría.
Sus figuras podrán erotizar a más de uno, lo que no es ningún demérito, claro está, pero su valor no radica en el morbo, sino en una estética construida desde la esencialidad.
Quien piensa que Tom Of Finland sólo está dedicado al mundo gay, están equivocados, ya que el dibujante finlandés creó piezas únicas, llenas de detalles que también, los heterosexuales atentos, pueden disfrutar.
Y es quizás, uno de los artistas más importantes del siglo XX, no solo por la trascendencia de su obra, sino por haber creado un imaginario homoerótico, que ha sido fuente inagotable de inspiración para muchos, y cuyo legado perdurará a través de los siglos, las culturas y las barreras sexuales.
Su autor es Touko Valio Laaksonen, y es quizás el artista gráfico que ha tenido, y tiene, más influencia en la comunidad, y la cultura gay de la segunda mitad del siglo XX.
Su obra, Tom Of Finland, fue considerada como pornográfica durante muchos años; y es el seudónimo del internacionalmente conocido artista finés.
Su infancia, transcurrió entre decenas de jóvenes y vigorosos granjeros finlandeses, e inmigrantes rusos, atraídos por las prometedoras condiciones de un país recién independizado, y lleno de grandes extensiones de terreno virgen para trabajar.
Fue en estos primeros mancebos, en quienes el pequeño Touko, descubrió la enorme fascinación, que por el resto de su vida, habría de ejercer en él, la soberbia anatomía masculina.
A los 5 años, Touko ya tocaba el piano como un profesional, y se sentía poderosamente atraído por la música, y la literatura clásicas; su verdadera pasión, sin embargo, habrían de ser las tiras cómicas, que desde tierna edad dibujaba.
El instinto lo guió a su futuro tema de inspiración:
Cuando contaba con menos de 10 años, conoció y se hizo amigo de un atractivo y musculoso vecino, mucho mayor que él, llamado Urho, que significa héroe en finlandés.
Touko, pasaba tardes enteras, observando a Urho trabajar en las labores de una granja vecina, y contemplando y memorizando, cada dilatado músculo de su viril anatomía, en un infantil y silencioso frenesí.
Pasados unos años, a los 19, se traslada desde Kaarina, su ciudad natal, a Helsinki para asistir a la escuela de arte.
Fue allí, donde comenzó a realizar sus primeros dibujos homoeróticos inspirados en los varoniles trabajadores finlandeses, que desde niño le atraían.
Con el ingreso de Finlandia, en La Guerra de Invierno contra La URSS, y el advenimiento de La Segunda Guerra Mundial, Touko fue llamado a las filas en el ejército, lo que le permitirá tener un contacto directo con el rudo mundo militar.
Después de la guerra, trabaja en la industria publicitaria, y realiza por su cuenta sus dibujos, retomó sus estudios de arte y, adicionalmente, se dedicó a dar clases de piano en el famoso instituto Sibelius de Helsinki.
La paz puso fin, también, a sus sórdidos episodios de sexo uniformado; sin embargo, la huella de las noches de lujuria militar habían dejado una marca indeleble en Touko, llevaba ese mundo dentro de sí, y cada vez que podía, se desahogaba en solitarias orgías con el lápiz y el papel; así se dedicó a plasmar sus fantasías, en extraordinarias, pero clandestinas obras artísticas.
Así transcurrieron los próximos años, de día hacia trabajos “freelance” de publicidad y arte como avisos, diseño de modas, decoración de interiores, y en las noches, tocaba el piano en fiestas y cafés, convirtiéndose en un popular miembro del circulo bohemio del Helsinki de la post guerra.
Touko, no frecuentaba la escena gay, por considerarla sumamente afeminada y melindrosa.
Prefería reunirse con grupos heterogéneos, y definitivamente más masculinos.
Con la misma facilidad, con que se movía en estos ambientes mundanos y bohemios, buceaba entre lo más subterráneo de la ciudad, los circuitos más oscuros, y los lugares habituales de “cruising” se convirtieron en una obsesión para Touko.
Fue allí donde conoció a Veli, el hombre con quien habría de compartir los próximos 28 años de su vida.
A la par que transcurrían los primeros años de la década del 50, la obra homoerótica de Touko, seguía creciendo y permaneciendo en el anonimato, sólo unos cuantos de sus amigos más íntimos, habían accedido al reino de, lo que él mismo llamaba, “mis sucios dibujos”
Fue uno de sus amigos, a finales de 1956, quien lo animó a enviar algunos de sus trabajos a una clandestina revista gay en EEUU.
En 1957, envió algunos de sus dibujos a la revista “Physique Pictorial” bajo el seudónimo de “Tom Of Finland” para evitar problemas de discriminación en su país de origen.
El nombre “Tom” lo escogió por la semejanza con su nombre propio “Touko”
El trabajo de Tom Of Finland llamó la atención de la comunidad gay, y antes de 1973, ya tenía álbumes de tiras cómicas eróticas, que publicaban su obra.
Homosexualidad y afeminamiento, con él dejaron de ser términos equivalentes gracias a unas ilustraciones que diluyeron la frontera entre pornografía y arte.
El arte del finlandés Touko Laaksonen, alias Tom Of Finland, proporcionó a la comunidad homosexual un imaginario que parecía una puerta abierta a un mundo ideal, donde la sexualidad se vivía como incesante juego sin culpas, un espacio de edénica carnalidad en el que toda instancia represiva había sido radicalmente abolida.
Los hombres de Tom Of Finland, sancionados como “carne pornográfica” por casi toda mirada situada fuera del código, marcaron un punto de ruptura en el seno de una cultura homosexual que pudo contemplar, cómo el talento de un único artista rompía con el tópico que asociaba la atracción de un hombre por otro con el afeminamiento.
Sus personajes eran rabiosamente masculinos, obscenamente saludables, y se entregaban a rituales de dominación y sumisión con la luminosa pureza de una pandilla de niños que saben que, en el fondo, todo es un juego, y no hay nada sórdido mientras exista consenso y celebración igualitaria del placer.
Los dibujos de Tom Of Finland, pueden resultar demasiado explícitos, o quizás de mal gusto.
Son estereotipos masculinos en unos momentos de sexo que representa más fantasías que posibles realidades:
Policías con hombres detenidos teniendo sexo en los calabozos, motoristas, marineros… pero para aquellos que viven con miedo y frustrados por una sexualidad no aceptada socialmente, sus dibujos resultaban además de sexualmente estimulantes, catárticos, porque veían que había alguien que no los veía como un enfermo o degenerado, sino como alguien hermoso.
Quizás este sea el mayor valor que pueda tener su obra a día de hoy.
En 1991, Filmitakomo y Yleisradio, produjeron una película documental, “Daddy y La Academia del Músculo: La Vida y El Arte de Tom Of Finland” dirigido por Ilppo Pohjola.
A finales de los años 80, Laaksonen era bien conocido en el mundo gay, pero sus “músculos neumáticamente musculosos”, meticulosamente interpretados de “monstruosidad de la masculinidad”, recibieron atención general cuando la película, que incluye cientos de imágenes de su trabajo junto con entrevistas, fue estrenada en Finlandia, ganando un premio en 1992, siendo proyectada en los festivales de todo el mundo.
Mientras se elogia la calidad de la obra de arte, un crítico señaló que la película elogiaba a Laaksonen como “un icono de orgullo gay”, mientras se ignoraba el “parecido de su trabajo con la pornografía S&M, y el arte fascista”, que vinculó a las primeras experiencias sexuales de Laaksonen, con soldados alemanes durante La Segunda Guerra Mundial.
El cineasta Wes Hurley, atribuye a Tom Of Finland una influencia en su trabajo, incluyendo su corto “Peter and The Wolf”, y su comedia de culto musical, “Waxie Moon en Fallen Jewel”
A finales de 2011, Dome Karukoski se propuso contribuir a que su biografía fuese descubierta por mucha más gente, que quizás admira lo que supuso su trabajo, pero desconoce qué impacto tuvieron sus propias vivencias en lo que dibujaba.
Para 2013, Karukoski empezó la realización de “Tom Of Finland”
“Jos minulla ei ole erektiota, kun teen piirustuksen, tiedän, ettei se ole hyvä”
(Si no tengo una erección cuando estoy haciendo un dibujo, sé que no es bueno)
Tom Of Finland es un drama finés, del año 2017, dirigido por Dome Karukoski.
Protagonizado por Pekka Strang, Lauri Tilkanen, Seumas F. Sargent, Jessica Grabowsky, Taisto Oksanen, Jakob Oftebro, Niklas Hogner, Christian Sandström, Martin Bahne, Werner Daehn, Þorsteinn Bachmann, Jimmy Shaw, Kari Hietalahti, Jan Lindwall, Emanuel Claesson, entre otros.
El guión es de Aleksi Bardy.
Tom Of Finland será el representante de Finlandia para los premios Oscar en la categoría de mejor película extranjera; como la historia artística del famoso dibujante Touko Laaksonen, y cómo llegó a ser la figura pionera y creador del ícono clásico de la cultura gay.
Tom Of Finland, seudónimo de Touko Laaksonen, fue un dibujante finlandés que revolucionó la cultura homoerótica, en el que ser homosexual estaba penado con cárcel en el país nórdico, pues durante la década de los 70, Finlandia no sólo se construía gélida por su meteorología, sino por su férreo régimen.
Pero este contexto no frenó el impulso creativo de Touko, quien realizaba a escondidas viñetas de un fuerte contenido sexual.
Sus dibujos suponían una espasmódica ruptura con lo establecido, mostrando bellos y musculosos hombres, ataviados en cuero, con relucientes órganos sexuales y sonrisas juguetonas.
Hay que tener mucho coraje para desarrollar un proyecto así.
O mucho amor reprimido…
La película, no es un biografía, sino que explora los momentos del artista en su etapa adulta, como soldado de guerra, veterano, homosexual perseguido, y posterior fama y realización; pasando por momentos irónicos, dramáticos y trágicos, todo el bagaje que hace al ícono cultural que aún hoy se mantiene.
El director, Dome Karukoski, es admirador de Tom Of Finland desde que recuerda:
“Yo, como tantos, descubrí lo mucho que me gustaban los penes viendo sus ilustraciones”, afirma entre risas.
Las ilustraciones, representan mandíbulas fuertes y cuero negro.
Son ilustraciones de hombres homosexuales musculosos, muy masculinos y desinhibidos.
Estas magistrales ilustraciones, consideradas arte ilegal en su tiempo, transmiten y manifiestan las ganas de vivir, y el orgullo de poder ser uno mismo.
Pero la intención del director, nunca fue hacer una película enfocada exclusivamente al nicho LGTB:
“Si está conectando con públicos muy distintos, es porque lo que cuento es una historia de alcance universal, sobre la libertad de elección de cada persona”
Para ello, eligió distintos momentos de la vida de Tom Of Finland, determinantes en su manera de ser, y también en su obra.
“Porque yo, como tantos, conocía bien su arte, pero me parece importante contextualizarlo.
Tuvo una vida muy rica, en absoluto aburrida; y al conocer todas sus experiencias es más fácil entender su arte.
Me parece muy interesante que, cuando su obra se empezó a popularizar, él decía que en absoluto era un activista, y que sus ilustraciones tampoco tenían un trasfondo político.
Es cierto que lo que celebraba era la sexualidad y la belleza del hombre, a través de sus fetiches, y después también a través de los encargos que recibía.
Pero al final de sus días, llegó a reconocer que sí había algo de activismo político en muchos de sus trabajos, aunque lo que le interesaba principalmente fuese desarrollar un universo utópico”, dijo el director.
Helsinki-filmi produjo y obtuvo derechos exclusivos de la película, cuyo estreno en Finlandia tuvo lugar en febrero de 2017, coincidiendo con el aniversario de los 100 años de la independencia del país; y pusieron la vida extraordinaria de este hombre, y esta película, allá arriba con personajes ilustres como el mismo Sibelius en el repertorio cultural centenario del país.
La película se rodó en Gotemburgo, en Suecia, así como en otros países con EEUU; y sigue los pasos de Touko Valio Laaksonen (Pekka Strang), figura pionera de la cultura gay, que sufrió la opresión y homofobia durante su juventud.
Cuando él volvió como héroe de La Segunda Guerra Mundial, tras la denominada Guerra de Invierno contra La URSS, su vida en Finlandia en tiempos de paz, no fue como esperaba:
Perseguido por su homosexualidad, se encontró sumergido en relaciones secretas, y presionado para casarse con una mujer.
Pero encontró una válvula de escape a través de su arte, especialmente por sus dibujos homoeróticos, con un estilo marcado por musculados cuerpos masculinos vestidos de cuero.
Fue hasta que apareció Veli “Nipa” Mäkinen (Lauri Tilkanen), su gran amor y compañero de vida, que anima a Touko a mostrar a la gente su trabajo.
Sus dibujos, lo acaban llevando a Los Ángeles, EEUU, pasando primero por Berlín.
Su fama llegó a ser importante en Estados Unidos, bajo su nombre artístico, “Tom Of Finland” que acabó convirtiéndose en el emblema de una generación de hombres, y avivó las llamas de una revolución gay.
Este es un relato sobre el poder curativo del arte, que mezcla eficazmente la historia personal de Touko Laaksonen, con la historia del movimiento LGBT en Finlandia y Estados Unidos; y pasa de los encuentros clandestinos en una Finlandia represiva y fría; a la soleada y liberal Los Ángeles, donde llega la obra de Touko.
Tom Of Finland, también es la historia de un artista reacio, hasta tal punto que él es el primero en sorprenderse por la reacción de los demás ante sus dibujos; y es el primero en asombrarse al ver, que su búsqueda personal de libertad, resulta tan entrañable para los demás, y no solo para unas pocas personas, sino miles.
Su nombre, relegado inicialmente a la cultura marginal, alcanza la fama internacional, cuando una editorial estadounidense cambia su nombre artístico a “Tom Of Finland”, que tiene más gancho.
Sin embargo, la película puede molestar a miembros de la comunidad LGBT, pues opta por una ruta relativamente segura, para trazar la ascensión de Laaksonen hasta la fama pornográfica, pero este hecho queda compensado por su accesibilidad para el gran público, y por el amor con que retrata la vida personal del artista, desde su relación con su hermana homófoba, Kaija (Jessica Grabowsky) hasta su gran amor con Veli, un bailarín con quien comparte algunos de los momentos más conmovedores que se verán este año en el cine.
Su obra, es mostrada de manera muy sutil, pues al ser muy gráfica, no se aprecia realmente los momentos inspirados, ni tampoco queda claro cómo se encendió la temática en su mente, su inspiración y referencias; pero muestra cómo las cosas han sido, y como perseguir pequeños sueños, hace grandes luchadores.
Al final, los espectadores están preparados para suscribir la frase de Laaksonen:
“Todos ansiamos amar”, sin importar el género o la orientación sexual.
“Annoit minulle elämän.
Te opetti minua rakastamaan.
En muuta mitään”
(Tú me diste la vida.
Me enseñaste el amor.
No cambiaría nada)
El director chipriota, afincado en Finlandia, Dome Karukoski, impresiona con su estilo de filmar esta producción basada en una historia de un artista pionero en el arte gay, y que fue fundador de una estética que hasta hoy sigue vigente, y es mundialmente conocida, aunque pocos reconocen su origen; y traza la trayectoria del artista con elegancia y respeto a la convención:
“Su discurso no es para iniciados, sino para todos, porque esta fue una vida heroica, ejemplar”
Sin alardes estructurales, pese a apostar de manera puntual por los saltos temporales y las fantasías del personaje; y con un cariz episódico achacable, quizás a la participación en el guión de hasta 7 escritores, Tom Of Finland cuenta los orígenes de las pulsiones homoeróticas y estilísticas del ilustrador, partícipe en su juventud del enfrentamiento durante La Segunda Guerra Mundial entre su país y La Unión Soviética; detalla su vida diaria posterior, en un ambiente represivo hasta lo irrespirable, en el que sobrelleva su condición sexual, y sus inclinaciones pictóricas en la clandestinidad; pasa a describir un aperturismo de costumbres en los años 60, que tiene su equivalente en el que Tom ha de aprender para vivir en libertad, y atribuirse sin complejos la autoría de su trabajo; y se aboca narrativamente a una etapa postrera, en la que se combinan la muerte de seres queridos, y la decadencia física, el reconocimiento pleno en Estados Unidos por su obra, y el azote del SIDA en la comunidad gay, que le impulsa a otorgar a su producción, un talante pedagógico responsable.
Sobre la producción dijo el director:
“Conocí su arte cuando era niño, pero pensaba que Laaksonen era estadounidense.
Lo parecía; y Finlandia no es uno de sus mayores mercados.
Supe que era finlandés cuando murió, en 1991.
Recibió honores en su país.
Todo aquello me sorprendió.
¿Cómo pudo suscitar toda esa atención?
Eso era lo que sabía, cuando el guionista y productor, Aleksi Bardy me vino con la sugerencia de hacer una película.
Tomé prestados 2 libros sobre él en una biblioteca pública.
Es gracioso preguntar por libros de Tom Of Finland, porque todavía hoy recibes esas miradas.
Nos llevó 4 años escribir el guión.
Había muchísimo material, y condensarlo en una historia épica de 2 horas fue difícil.
Ha sido el trabajo de guión más largo e intenso en que jamás me he embarcado.
Hicimos lo posible por lograr la verdad emocional del personaje, y presentar su crecimiento como artista famoso.
Todo el mundo tenía una opinión sobre, cómo tenía que parecer.
La parte más difícil, era no perder de vista la historia ni mi interpretación del personaje.
Empleamos material de la fundación Tom Of Finland de Estados Unidos, que él mismo creó en 1984 para coleccionar, preservar y exhibir arte homoerótico.
Tiene de todo:
Las historias más salvajes y locas de lo que realmente pasó, que la gente nunca creerá que son ciertas.
Durante los 20 o 23 años que trabajó en una agencia de publicidad en Helsinki, desató su pasión de noche, y se embarcó en la utopía y en la fantasía.
Cuando se mudó a Los Ángeles, pudo hacer de ello su rutina diaria.
Debió de ser toda una revolución cuando se dio cuenta de ello.
Lo que me ha sorprendido, es que muchísima gente no conocía su historia.
Cuando vi sus originales, me sorprendió el detallismo de sus trazos.
Es realmente increíble.
Podía dedicar un día a dibujar la cabeza de un hombre.
Creo que es hermoso, único, explosivo cuando lo miras de cerca.
Captó la belleza masculina de una manera asombrosa y muy influyente.
Tiene que ver con aceptar quién eres, y estar orgulloso de ti, con tus fantasías y deseos”
Y cuando se le pregunta sobre la importancia artística de Tom, el cineasta no duda al responder:
“Fue uno de los creadores más influyentes del mundo.
Cambió la forma en que una generación entera de hombres se miraban a sí mismos”
El director explica que su mirada sigue vigente en el mundo de hoy.
“Si ves a David Beckham posando en calzoncillos para un anuncio, y te fijas en las posturas, en las luces, en la composición de las escenas, descubres que hay mucho de Tom Of Finland ahí”
Uno de los grandes retos que afrontó Karukoski, a la hora de hacer la película, tiene que ver con la universalidad y trascendencia de Tom; tampoco fue fácil conseguir financiación, pues mucha gente estaba preocupada por el enfoque de la película:
“Cada persona tiene sus propias fronteras.
Para algunas personas, la película será provocadora, otras entenderán que las escenas eróticas forman parte de la historia, y otras incluso dirán que necesitaba más escenas explícitas...
Yo solo quería contar una historia que la gente disfrutase”, dijo el director.
Así que estamos en Finlandia, en unos años en los que la preferencia sexual aún contiene prejuicios, tabús, prohibiciones, censuras y autocensuras.
Por tanto, pues, estamos asistiendo a una historia que se inicia cuando Touko está intentando hacerse un lugar en el mundo de ilustradores y publicistas profesionales.
Tengamos en cuenta que la consagración de este artista, le vino a través de sus dibujos eróticos.
Así pues, vamos a presenciar la gran transformación operada cuando Touko se convierte en Tom Of Finland.
Es decir, vemos a Touko en su Finlandia natal, totalmente falto de reconocimiento, hasta transformarse en Tom Of Finland, finalmente tocado por el éxito y la aclamación del público.
Y relata la vida del artista finlandés, cuyos dibujos representan atractivos y musculados hombres en escenas homoeróticas, dibujados en tinta a blanco y negro.
A los 19 años se trasladó a Helsinki, donde estudió en la escuela de arte y empezó a dibujar sus primeros bocetos, inspirados en los masculinos trabajadores finlandeses que le atraían desde niño.
Después de La Segunda Guerra Mundial, trabajó en la industria publicitaria al mismo tiempo que seguía con sus dibujos.
Como Oficial que fue condecorado en La Segunda Guerra Mundial, regresó a Finlandia como un héroe; pero su vuelta no fue como él esperaba, ya que en Helsinki es perseguido por su homosexualidad.
Touko, que sufrió la homofobia, y fue presionado para casarse con una mujer, encontró su refugio en el arte, concretamente por sus dibujos homoeróticos con un estilo marcado por musculados cuerpos masculinos vestidos de cuero, que firmaba bajo el pseudónimo simplemente “Tom”
Bajo ese nombre, se hizo mundialmente famoso, cuando un editor le agregó “Of Finland”, convirtiéndose en el pilar de una generación de hombres, y de una revolución gay.
Este es un drama que puede dar a conocer al público, una figura desconocida pero importante, un artista que originó las figuras varoniles y no afeminadas de hombres en cuero, cuya obra diluyó la frontera entre pornografía y el arte.
Del apartado técnico, la película juega con la línea de tiempo narrativa, entre “flashbacks” y “flashforwards” pero no resiente la coherencia lógica de la historia.
Sin embargo, se hace aburrida la primera hora, tal vez le cuesta arrancar, o muy probablemente muestra la frialdad escandinava.
Encontré que le faltaba intensidad, teniendo en cuenta los avatares del protagonista, que son los que le llevan a convertirse en el ídolo que finalmente fue.
El sufrimiento, las contradicciones, las frustraciones, las relaciones con su mundo afectivo, y con su hermana en particular… todo descrito con mucho cariño, respeto y amor, aunque le falte ese punto de intensidad; hasta que todo fluye, aunque de manera algo exagerada, en la segunda parte, con la llegada a EEUU, y cómo su fama llegó como realización personal inesperada.
'Tom Of Finland, relata la vida de Laaksonen de manera cuidadosa, pero convencional, con un tono ligeramente aséptico que no encaja con los ensueños porno-fascistas del protagonista.
Al contrario del arte de Tom Of Finland, la película resulta completamente canónica, alejada de la provocación y la polémica, algo simbiótica con las ilustraciones del artista finés, no satisfará a aquellos seguidores de Tom Of Finland, que verán una película académica y políticamente correcta.
Mientras repasa la vida de Touko Laaksonen, cuyos dibujos de policías y marineros llenos de músculos y demás bultos contribuyeron a crear la iconografía homoerótica; Tom Of Finland retrata las luchas y la represión que las comunidades gay afrontaron, y los avances que lograron en la segunda mitad del siglo XX.
Su gran baza, es el tono lúdico que adopta pese a que mucho de lo que nos cuenta es oscuro.
Asimismo, el recurso al simbolismo y la elipsis, a menudo eleva lo que en realidad es un relato proclive al arquetipo y la fórmula propios del cine biográfico, y cuya apuesta por la convencionalidad, y por cierta mojigatería, choca con la actitud radical que su protagonista siempre exhibió.
Habrá espectadores a los que quizás les sorprenda que el sexo explícito que reina en la obra de Tom Of Finland, no esté tan presente en esta película.
Su director explica el motivo por el que no quiso cargar las tintas en ese sentido:
“En todo momento me regí por las exigencias dramáticas de la historia que iba a contar.
Lo principal es que el público se emocione con lo que cuento.
En la primera parte, la película me pedía insinuar más que mostrar.
Y el sexo se vuelve más presente en toda la parte que se desarrolla en Estados Unidos; porque allí es donde Tom se encontró con ese paraíso soñado que tantas veces había dibujado ya.
Al llegar allí, vio materializada toda esa felicidad sin culpa, y todo ese disfrute por el que abogó siempre, y así lo cuento”, dijo.
De igual manera que Dome Karukoski habla de cómo Tom Of Finland rechazó durante mucho tiempo que se le considerara un activista gay, él afirma que no era su principal motivación, crear una obra activista con esta película:
“Mi principal misión es entretener”, afirma.
Pero no obvia que el trasfondo de una película así, no deja de ser en cierto modo un acto de activismo:
“Es imposible obviar este trasfondo político que, como artista, me gusta que esté ahí.
Como fan que soy de la obra de Tom Of Finland, obviamente me gustaría que esta película se viera también como una defensa de los derechos LGTB”
Porque en 2017, tiene claro que hay que seguir luchando por ellos, desde cualquier campo y perspectiva:
“Basta con ver lo que está pasando en Chechenia, para entender lo necesario que es hacer películas como esta”
A Tom, se le echó en cara en los años 80, aviso a navegantes empeñados hoy por hoy en censurar con histeria la expresión artística en nombre de postulados aparentemente buenistas, que la lascivia producida por sus dibujos, había incidido en la expansión del SIDA; lo que le indujo, como ya hemos señalado, a enmendar de forma circunstancial el sentido de sus dibujos.
Lo cierto es que la obsesión del dibujante por los uniformes, los cuerpos hipermusculados, y los penes enormes y agraciados, representa, no solo un ejemplo excepcional de materialización de una cosmogonía mental, sino una apropiación subversiva de ciertas constantes nacionales:
El recio leñador y otros trabajadores rurales como arquetipo de masculinidad finesa, y de unos símbolos determinados de poder y castigo.
Frente a las desbordantes estampas de Tom, el espectador experimenta una alarmante, enriquecedora disolución de los roles que una programación sistémica ha depositado sobre él, así como una insurrección de las sensaciones ligadas a ellos.
Lo interesante de Tom Of Finland, es el carácter político en sí mismo de su enajenada libertad de expresión, más comprometida que el usufructo ideológico de tal libertad que pudiese pastorearse en unas u otras direcciones.
Por lo que la película se divide entre el pulso contra la invisibilidad en un Helsinki iluminado con perpetuos tonos de La Guerra Fría, y la exaltación dionisíaca bajo el sol californiano a los sones de la música disco.
Todo en la vida del autor finlandés, es extraño, desde su paso como oficial por la casi desconocida Guerra de Invierno entre La URSS y Finlandia, así como el anónimo éxito como dibujante de relatos homoeróticos entre “viriles muchachos” obtenido en EEUU con su aka “Tom Of Finland”, parecían fruto de una rocambolesca carambola que el destino tenía guardado para Touko.
La película de Dome Karukoski, tiene bastante de los aciertos que suelen acompañar al denominado cine nórdico o escandinavo:
Personajes graves sin artificios ni adornos, el manejo diestro de la luz, tanto en esa Helsinki invernal y sombría de la guerra, como en la veraniega y luminosa recreación doméstica de su casa familiar en alguna parte de Finlandia.
Un guión que sin llegar a ser redondo, es lo suficiente ágil para poder seguir sin desfallecimiento, las casi 2 horas de metraje.
Tom Of Finland, es un derivado de todo ello, y quizás por eso sea injusto pedirle más de lo que ha aspirado a ser, una ficción biempensante idónea para su distribución sin problemas, más aún, con un plus de dignidad, en cualquier rincón del mundo.
Del reparto, todos dan la talla, en especial el protagonista, Pekka Strang, que parece que se tragó a su personaje en una clara visión de Laaksonen.
Strang se hace más que creíble en la piel de ese personaje socialmente prudente, incomprendido por su entorno más cercano, romántico, incluso platónico, y refugiado en su mundo creativo.
Mientras Lauri Tilkanen y Jessica Grabowsky, son 2 personajes románticamente trágicos, que cumplen bien con sus papeles de apoyo, cada uno a su manera, de hecho, la hermana es importante, porque es la visión de Touko si él no hubiera sido persistente, audaz, tenaz y atrevido.
La hermana, por sus discursos auto-infravalorativos, bien merecen una película centrada en ella; y es una lástima que no se hable de la otra hermana, Hely Laaksonen.
Vale la pena rescatar algunas escenas que propician, no la sonrisa, sino el pensar, la gran revolución pendiente.
Aquella en que los hermanos Laaksonen se retratan el uno a la otra en su hogar, y evidencian a través del reto, cómo se ven a sí mismos, cómo perciben al otro, y en qué términos entiende cada cual su relación fraternal.
La sesión fotográfica de Touko a 2 trabajadores de la agencia en que trabaja, chico y chica, que servirá de base a las ilustraciones de un catálogo de mobiliario, juega con la codificación heterosexual dominante en lo representativo.
Y la que plasma la primera visita del dibujante a California, que le permite descubrir con asombro, que sus extravagantes ensoñaciones se han abierto paso en lo real.
La escena de las cortinas, en particular, es una bonita escena de compromiso y amor para toda la vida, un matrimonio curiosamente simbolizado.
La película atesora no pocos méritos:
No cae en la tentación de un empalagoso ejercicio hagiográfico, al contrario, muestra a sus personajes sin ropajes, en carne y hueso, con sus virtudes y defectos, a seres humanos, en fin, que aman, sufren, se angustian y se defienden como pueden ante el viacrucis que supone su persecución.
Y sobre todo, es una película sumamente didáctica e ilustrativa.
Contiene valores fundamentales que conviene recordar, lecciones de historia que no debemos olvidar, y una profunda carga de inteligente humanismo, de ilustrada sabiduría, que ahonda con determinación en la piel del espectador, para intentar despertarlo de su prolongada y nada tranquilizadora hibernación.
Por último, la banda sonora es buena en acompañar una historia algo clásica, sin muchos giros que puede llegar a ser convencional a la manera documental, pero es un buen filme, uno que honra a uno de los más grandes artistas del siglo XX.
“Niinä päivinä homo mies sai tuntea vain häpeän tunteistaan ja seksuaalisuudestaan.
Halusin piirustukseni vastustaa sitä osoittaakseni, että homojen miehet olivat onnellisia ja myönteisiä siitä, kuka he olivat.
Oi, en istu alas ajatella tätä kaikkea huolellisesti.
Mutta tiesin, aivan alusta lähtien, että miehet olisivat ylpeitä ja onnellisia miehiä!”
(En aquellos días, un hombre gay estaba hecho para sentir nada más que vergüenza acerca de sus sentimientos y su sexualidad.
Quería que mis dibujos contrarrestaran eso, para mostrar a los hombres gay pueden ser felices y positivos, acerca de quiénes son.
Oh, no me senté a pensar todo esto cuidadosamente.
Pero yo sabía, desde el principio, que mis hombres iban a ser hombres orgullosos y felices!)
En ocasiones cometemos el grave error de pensar que los avances de la civilización occidental son irreversibles, que las libertades y derechos en cualquiera de sus complejas facetas de los que hoy disfrutamos, y tantos sacrificios costaron a aquellos que nos precedieron, son definitivos.
E imaginamos, o más bien soñamos, que ésta difundida falacia, tiene carácter vitalicio, sin ninguna posibilidad de desaparecer.
Finlandia, es hoy unos de los países más admirados en el mundo por sus extraordinarias prestaciones sociales, nivel de vida, sistema educativo, libertad de expresión, y el respeto absoluto hacia cualquier tendencia sexual.
Sin embargo, no siempre fue así.
A mediados del siglo pasado, después de La Segunda Guerra Mundial, Finlandia era un país retrógrado, homofóbico, donde los homosexuales eran encarnizadamente perseguidos, estrechamente vigilados, encarcelados, incluso asesinados y, en ocasiones, recluidos en sanatorios de rehabilitación como consecuencia de lo que se consideraba una enfermedad, cuando no una inmoral y vergonzosa aberración.
En cambio, en EEUU, en ese mismo tiempo, los gays gozaban de absoluta libertad, y se expresaban con total normalidad, hasta que apareció El SIDA.
Y ello bastó para que las fuerzas más oscuras y conservadoras de La Unión, salieran de sus cavernas y desataran su furia incontenible contra ellos.
Los acosaron y demonizaron hasta límites que tan solo unos meses antes, eran inimaginables.
Y es así como la veleta de la ignominia cambia de dirección según sopla el viento.
Con la llegada de Tom de Finland, creó un estilo, una estética que se fue reproduciendo hasta abarcar casi todo el mundo, y que fue base de inspiración de mucho del “pulp” ficción yanqui, de Lina Wermuller en “Portero de Noche”; y llegó hasta el mundialmente conocido Freddy Mercury.
Tom ganó pronto una gran popularidad con sus trabajos, que se centraron en “los iconos eróticos” preferidos de la comunidad gay como:
Leñadores, marineros, motoristas, policías, soldados, vaqueros y los hombres vestidos de cuero o “leather” en inglés.
Sus dibujos son, en su mayoría, trabajos a tinta en blanco y negro, donde se representan a hermosos y musculados varones, en escenas homoeróticas.
Sus personajes, frecuentemente, van ataviados con vaqueros, ropas de cuero o distintas clases de uniformes, con un aspecto y estilo fácilmente identificables.
Su serie cómica más famosa es “Kake” que incluye estos tipos en abundancia.
La controversia ante sus temáticas, y el reconocimiento artístico, acompañaron a Tom Of Finland tanto durante su vida, como después de su muerte.
Los dibujos, que generaron las más enconadas críticas, fueron aquellos de escenas eróticas de varones vestidos con uniformes nazis.
Ante dicha situación, el artista omitió estos dibujos de su antología general, con el fin de distanciarse de cualquier tipo de asociación ideológica, de corte político y fascista.
De la misma manera, Tom se cuidó de ser asociado con racistas, y por lo mismo, dedicó gran parte de su obra a la figura masculina del hombre negro, aunque también, algunos le acusaron de representar el estereotipo del negro hipersexual.
Pero lo cierto es, que sus personajes blancos, estaban representados con aspecto similar, y en las mismas actitudes, y además plasmó varias escenas de sexo interétnico, que eran delicadas en la época.
Desde el punto meramente artístico, los críticos tienen puntos de vista encontrados respecto a la obra de Laaksonen.
Su técnica de dibujo detallada, ha hecho que le describan como un maestro con el lápiz.
Mientras que, en contraste, el crítico del periódico holandés, Het Parooll, describe su trabajo falto de expresividad.
Hay una considerable discusión sobre si su representación de “súper hombres”, hombres con enormes órganos sexuales, y grandes músculos, es superficial y morbosa, o bien tiene una complejidad más profunda, y subvierte los estereotipos en su obra.
Por ejemplo, algunos críticos han apuntado muestras de ternura, entre los por otro lado tradicionales personajes duros y masculinos, o sonrisas juguetonas en las escenas sado-masoquistas.
Hay que tener en cuenta, que la propuesta homoerótica del artista finlandés, se encuadra en una época específica, a medio camino del reconocimiento de los derechos de los gays, estando las comunidades marginadas en las sociedades europeas.
Definitivamente, Tom Of Finland trata de la perspectiva de una persona, que sin poder expresar libremente sus sentimientos, y a través del arte, sublima sus ensueños eróticos.
Aparte del significado erótico de su obra, los dibujos de Tom Of Finland son un cuidadoso estudio de la forma humana masculina:
Volumen y forma, tanto en los personajes, como en su entorno, que dan un toque de realismo con el manejo de diversos planos y puntos de fuga.
El manejo de sombras y líneas, que resaltan los elementos centrales del tema, hacen que las obras tengan un importante valor artístico.
Si no fuera por su carga erótica, habrían sido exhibidos en otros espacios, y vistos desde otra perspectiva más neutral.
Curiosamente, los hombres que dibuja Tom, no son la imagen del homosexual debilucho, afeminado o asustadizo que populo los cabarets o vaudevilles, todo lo contrario; sus imágenes son una construcción de poder homoerótico sólido, de goce y celebración, griegos en lo más profundo, que por supuesto, juega con el uniforme militar, el marinero, y deconstruye figuras machistas de poder, recargándolas de belleza y sensualidad salvaje, destruyendo mitos.
La combinación de la gorra, chaqueta de cuero y el bigote, se ha convertido en la cultura popular de occidente en un estereotipo del hombre gay, ejemplo de ello es el grupo norteamericano “The Village People”
La línea de Tom Of Finland, también es aprovechada en la industria de la moda, especialmente la perfumería, el arte del cabello y la ropa masculina, en camisetas y chaquetas de cuero.
Numerosas pasarelas, y casas de moda, han adoptado modelos a su estilo.
Al final de los 70s, la diseñadora de ropa, Vivienne Westwood, se apropió del arte de Laaksonen, para usarlo en sus camisetas que fueron rasgo distintivo de “SEX”, la famosa tienda de King's Road en Londres.
Estas camisetas, eran lucidas comúnmente por Sid Vicious del grupo Sex Pistols, convirtiéndose también su estética, en un icono de la historia del punk.
El Museo de Arte Moderno de New York, posee muchas obras de Laaksonen en su colección permanente.
En 1979, él mismo fundó con su socio, Durk Dehner, La Compañía Tom Of Finland, y 5 años más tarde, la Tom Of Finland Foundation.
Esta fundación sin ánimo de lucro, mantiene la memoria del artista, y administra un legado de miles de bocetos y dibujos, para dar a conocer la extensa obra y la vida de Tom a un público amplio.
La Fundación, también se enfoca en promover actitudes sanas y pro-sex, y educar al público sobre el mérito del arte erótico.
Dehner, ha asumido un papel de liderazgo en la fundación desde su creación, y también había notado que el trabajo de Laaksonen había sido mal utilizado por editores que reimprimieron su trabajo sin obtener permiso por escrito.
Por tanto, ofreció como muestra de su amistad, ayudar a Laaksonen en la promoción de su trabajo.
En 1978, Dehner consiguió una exposición del trabajo de Laaksonen en New York, donde él se encontró con los artistas, Robert Mapplethorpe y Andy Warhol.
Él, junto con los administradores y los voluntarios, mantiene el hogar del artesano que contiene La Fundación, y que fue una vez el hogar de Laaksonen durante su última década.
Muchas de las piezas originales de Laaksonen, están expuestas, mientras que miles de otras están archivadas.
Para proteger el espacio, Dehner presentó una solicitud a La Comisión de Patrimonio Cultural de Los Ángeles, pidiéndole que hiciera de la casa un monumento histórico, debido a su relación con Tom Of Finland, y el papel crítico que desempeñó en el movimiento de derechos LGBT.
La Comisión del Patrimonio Cultural, adoptó la estructura el 23 de noviembre de 2016.
Pero para 1981, Veli “Nipa” Mäkinen, su pareja de 28 años murió; mientras Laaksonen vivió 10 años más.
Nacido el 8 de mayo de 1920, Touko Laaksonen, Tom Of Finland, fallecía el 7 de noviembre de 1991, víctima de un enfisema pulmonar.
Aun hoy, debemos acercarnos a su obra, Tom Of Finland, con espíritu abierto, para observar la perfección de su forma de representar su arte homoerótico, desde la gran maestría de un dibujante, que fantaseaba, desde el interior de un armario finlandés.
Tom Of Finland, es la perfección del arte homoerótico, visto desde la utopía artística.
En una ocasión, le preguntaron si se avergonzaba de su trabajo, y estas fueron sus palabras:
“Todos los días trabajo muy duro, para asegurarme de que los hombres que dibujo practicando sexo, sean verdaderamente, el reflejo de personas que se sienten orgullosas y felices de lo que hacen”
El gran legado dejado por Tom Of Finland, ha servido para fundar los cimientos de la comunidad gay en todo el mundo.
Su estética, fácilmente reconocible, ha hecho que se convierta en el dibujante gay más importante de la historia.
Transformando lo extremadamente erótico, en arte.
A Touko o “Tom Of Finland”, le deben muchos iconos famosísimos que surgieron gracias a él:
Desde el estilo de Marlon Brando en la fabulosa película “The Wild One”, y a su vez, éste copiando a Marlon; pasando por James Dean hasta Elvis Presley.

“Touko Laaksonen muistomerkki vuonna 1991.
Tom Of Finland elää”
(Touko Laaksonen murió de enfisema en 1991.
Tom Of Finland vive)



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