Cellular

“When I didn't show up for work today someone called the police”

Cada tecnología es una extensión del cuerpo.
La comunicaciones un proceso vital para el desarrollo individual y de la sociedad.
Actualmente, se han multiplicado en gran número las posibilidades de comunicación a distancia, y uno de los medios más populares, y con más difusión en el mundo es el teléfono celular.
Es una realidad, que al tener tantas opciones de comunicación y entretenimiento en un solo instrumento, que además es portátil, hace que bajen los niveles de atención de las personas que lo usan, al punto de desconectarse del entorno al momento de disfrutar de él.
Una sensación común de los usuarios de la telefonía móvil, es que cuando olvidan el celular, o por cualquier otra circunstancia no lo llevan consigo, se sienten incomunicados, e inclusive “desnudos”, causando gran expectativa y ansiedad, por no saber quién los llama, o envía mensajes.
El celular comenzó como una telecomunicación móvil, que poco a poco, ha ido eliminando la comunicación interpersonal.
Pero aun más, es que ha degenerado el proceso comunicativo, esto es más visible en la comunicación a través de mensajería SMS, pues su contenido se ha vuelto escaso, nulo, irrelevante.
Hasta este momento, no se ve que los usuarios tengan conciencia sobre los cambios que está sufriendo el lenguaje.
Ha llegado a una simplificación que para algunos puede sonar absurda y peligrosa, pues en el caso del español, el lenguaje que es tan amplio, se ha reducido en el mejor de los casos, a unas cuantas palabras, y en el peor, a caracteres ordenados con un significado en específico.
No somos consientes de la grandeza de nuestro lenguaje, y la verdad, es que por las limitaciones tecnológicas, el SMS sólo admite 160 caracteres por mensaje, es cuando esta “economía lingüística” deja de sonar tan absurda.
En el caso concreto del teléfono, ésta sería la boca y la mano, comunicación oral y escrita, pues se puede estar tomando una clase, una junta de trabajo, manejando, y tener una conversación con una persona, que a su vez, puede estar enfrente de nosotros, o a miles de kilómetros.
Entonces si bien, puede afectar la comunicación interpersonal de manera presencial, también fortalecería los vínculos entre la gente, pues la función de SMS de los teléfonos celulares, permite una comunicación casi en tiempo real, entre dos personas.
“Now who's gonna give me that goddamn charger?”
Cellular es una película de acción de mucho suspense, dirigida por David Ellis.
Protagonizada por Kim Basinger, Chris Evans, Jason Statham, William H. Macy, Valerie Cruz, Matt McColm, Jessica Biel, Richard Burgi, Noah Emmerich, Eric Christian Olsen, Adam Taylor Gordon, Lin Shaye, Sherri Shepherd, Caroline Aaron y Rick Hoffman.
El guión es de Larry Cohen y Chris Morgan.
Si consideramos que se trata de un filme de bajo presupuesto, Cellular tiene el mérito de un resultado, que algunas superproducciones no alcanzan.
Es decir, entretenimiento y suspenso, que por momentos escapa a los convencionalismos y mecanismos hollywoodenses.
Aunque la premisa pueda parecer bastante simple, que lo es, el resultado del thriller resulta satisfactorio, en base principalmente a esa simplicidad, una ligera narrativa, muy dinámica, quizá con trazas un tanto amateur en el trato a la cámara, y una falta de seriedad y carencia de realismo, que convierte casi en comedia, a un thriller que parece acercarse de manera paródica, a la “movilitis” que parece dominar la sociedad consumista actual.
No es la primera vez, que el teléfono ocupa un papel protagónico, pero seguramente es uno de los primeros, donde un modelo de última generación, que no eran habituales, ni estaban al alcance de todos cuando se estrenó Cellular, tiene un protagonismo decisivo en la trama, ya que la vida de la apacible profesora de ciencias, Jessica Martin y de su familia secuestrada, dependerá de que la batería de un celular no se agote.
La trama, deja que desear en motivos y lógica, pero su pulso brioso no decae jamás, los personajes son esquemáticos, pero bien ubicados en la tirante situación de thriller, y las interpretaciones resultan correctas.
La dirección es ágil, bien planteada, y el montaje consigue que la tensión se mantenga de manera, más o menos notable, durante todo el metraje.
Aunque hay que reconocer, que la primera parte de Cellular es bastante más trepidante que la segunda.
En Cellular encontramos, además, una crítica a la sociedad en la era tecnológica, totalmente ocupada, y a la que poco le importa lo que le suceda a los demás, sin tiempo que perder.
Por supuesto, el móvil es el gran protagonista, ya que las conversaciones se suceden sin descanso, combinadas con escenas de acción, persecuciones en coche, y momentos de alta tensión.
Además, resulta interesante ver, como los móviles se convierten en este caso, en una herramienta de ayuda, y no en un instrumento de pesadilla para su poseedor, quizás influyese el hecho, de que parte de Cellular había sido costeado por Nokia.
¿Qué pensaría, si recibiera en su móvil, la llamada de una mujer desconocida que le pide su ayuda desesperadamente, para poder salvar la vida?
Esa mujer es Jessica Martin (Kim Basinger) una profesora de ciencias, y madre de familia que tiene una vida de lo más apacible.
Hasta el día en que 5 desconocidos la secuestran en su propia casa, y la llevan a un lugar de lo más misterioso.
Ella no comprende el porqué del secuestro, y eso la aterroriza todavía más.
Su única oportunidad para pedir ayuda, la tendrá si consigue hacer funcionar un teléfono móvil roto, que hay en el lugar donde la tienen secuestrada.
A pesar de los nervios, consigue conectarlo, y marca un número a la desesperada, con la intención que el interlocutor del otro lado, pueda ayudarla, y así salvarla.
Ése es Ryan (Chris Evans), un joven de lo más despreocupado, que de repente se ha convertido en su última esperanza.
Ni tan siquiera la conoce, y lo único que sabe de ella, es lo que le cuenta con voz baja y temblorosa.
En un principio, Ryan cree que se trata de una broma, pero cuando oye lo que está sucediendo en realidad, se da cuenta de que todo lo que Jessica cuenta, es cierto.
Una de las primeras cosas que hace Ryan, es acudir a la policía, pero como no le hacen demasiado caso, y tiene miedo a que se corte la llamada, Ryan se lanza a la búsqueda de Jessica.
De esta manera, se adentrará en un mundo de engaños y asesinatos, donde lo único que le importa es salvar la vida de Jessica y su familia, aunque para ello, desconozca el precio que deberá pagar.
De entrada, se agradece que de violencia haya la justa y necesaria, no abusando de la agresividad, dándole un toque más sutil a Cellular.
En lo referente a las interpretaciones, me sorprende que con poco presupuesto se pueda reunir a esas estrellas, algunas en franco declive, y otras en ascenso aún.
Chris Evans como Ryan:
Para cumplir su misión de improvisado salvador, deberá apelar a un arma y robar un auto, transgrediendo temporariamente, el orden oficial.
Considero que “el chupete” realiza mejores interpretaciones en cintas serias, de acción o suspense, que en dramas románticos edulcorados, y en horripilantes comics.
William H. Macy como Bob Mooney:
Macy le da un toque distinguido desde cualquier perspectiva.
Tampoco, es frecuente encontrar a un policía tan desencantado de su oficio, como el estresado y simpático oficial Mooney, mucho más inteligente de lo que parece.
Kim Basinger como Jessica Martin:
Ella es una heroína que une belleza e inteligencia, dupla no frecuente en el género.
La protagonista nunca se entrega a la adversidad, aplicando más de una vez, sus conocimientos de electrónica, o de anatomía básica.
Jason Statham como Ethan Greer:
Jason en los papeles físicos se destaca, y no da lugar a crítica negativa alguna, aunque su personaje sea desarrollado con las mismas características de siempre: Fuerza bruta, peleas y armas.
Si partimos de la premisa que Cellular, es un comercial que nos demuestra todas las ventajas de poseer un teléfono móvil, y dejamos de lado, que el argumento es una fantochada simple, y sin ningún tipo de cualidad positiva; entonces a partir de allí, estamos es condiciones de comentar lo que Cellular es.
“He's the one on the cell phone, you idiot”
Cellular baja su nota, porque atenta contra la seguridad vial, así como por sus numerosos fallos.
Infracciones cometidas por el protagonista:
Hablar por el móvil al volante, mientras se despista además, mirando lo que pasas a su alrededor, no está concentrado.
Circular con exceso de velocidad, y en ocasiones, sin ponerse el cinturón de seguridad.
Cruzarse por medio de varios vehículos, sin señalizar, y con riesgos temerarios. 
Curiosamente, todos tienen problemas de comunicación y el simple celular no es la solución.
Los móviles pueden salvar vidas, y también quitarlas.
Todos llevamos a un héroe americano en nuestro interior, menos los abogados, según parece.
Personalmente, me quedo con 2 momentos que nada tienen que envidiar a otras películas:
Kim Basinger nos hace una demostración de lo que aprenden los alumnos de biología en los Estados Unidos, asesinos en serie entrenados para cortarte cualquier vena en milésimas de segundo.
Chris Evans “un chupete” totalmente desaliñado, con un teléfono móvil en una mano, un revólver en la otra, y gritando como un loco:
“Han secuestrado a Ricky Martin”
Tenía que decirlo…
En fin, Cellular es un poco absurda, pero llena de escenas surrealistas que provocan tensión en el espectador, y con un reparto que invita a decir:
¡¡Sálvese quien pueda!!
Es interesante notar que Cellular tiene varios errores relacionados con el celular Nokia 6600 que se usa.
En primer lugar, cuando el amigo de Bryan usa el celular al comienzo para filmar a la muchacha que está jugando, ese modelo de celular no filma más que 8 segundos, y no lo hace con tanta nitidez ni resolución.
Segundo, cuando recibe la llamada en su Nokia 6600 del policía corrupto, el tono que se oye es el Nokia tune “monofónico”; en cambio, este celular no trae incorporado este tono “monofónico” sino “polifónico”, o sea más moderno.
Y por último, lo mas chistoso, es que Bryan se equivoca al final de Cellular, cuando está en el muelle, en el sótano, y decide llamar al policía para hacer sonar el teléfono del corrupto, y sea más fácil para el otro policía saber dónde está, y le dispare.
El error es cuando el aprieta el botón “Send” para llamar, en vez de oprimir ese, oprime el que es para menú, y en la pantalla del celular no sale “llamando” sino aparece el menú del celular.
Bueno, los que conocen este celular, o tienen ese modelo, notaran los errores relacionados.
Pero si algo merece la pena ser destacado en Cellular, insisto, es esa construcción artesanal, creativa, y profesional del guión.
Ese exprimido al máximo de todas las situaciones, ese ir añadiendo dificultades a cada paso, dificultades que hacen sufrir a los personajes, y que al mismo tiempo, han de resultar creíbles en la historia y para el espectador.
Sobre todo, teniendo en cuenta lo resabido que están los espectadores hoy en día.
Y sobre todo teniendo en cuenta, lo muchísimo que se va liando la historia, que cuando se llega a la conclusión, el espectador agudo no puede dejar de preguntarse:
¿Cómo ha sido posible implicar a tantos personajes en el final, tan sólo a través del nexo de una mujer, hablando por teléfono con un móvil desconocido?
¿Cómo han sido capaces de colarnos tanta información, cuando parecía que sólo había tiros y persecuciones?
Tiros y persecuciones muy bien llevados, por otro lado.
Por otro lado, una cosa que si deja claro, es la dependencia del hombre actual al teléfono móvil, sobre todo esas situaciones que siempre nos llevan a decir:
“Y gracias al móvil...”
El problema de tener celular es que si entras a ese club, tienes que contestarlo hasta la muerte.
Si lo apagas, o decides no contestar estás en un lío.
Eres sospechoso.
En 5 minutos puedes tener 30 llamadas perdidas.
“Por qué lo apagaste”, te dicen, y el asunto puede terminar en llorada y divorcio.
“Te he llamado 3 veces”, te recrimina el jefe, y te la puede montar ese día.
No sé si recuerden, pero antes, cuando reinaba el teléfono fijo, el del cable que se enrosca, te llamaban a la casa, y después de 5 timbrazos la gente concluía:
“No hay nadie”
Cero lío, y llamaban después.
Sin embargo, los celulares más avanzados son los que han hecho que el mercado se amplíe, cuentan con tecnología para tomar fotos, videos, tonos con ritmos de canciones, juegos, y últimamente canciones en formato mp3.
Todo este tipo de mercancía intercambiable, ha tomado una posición importante en la vida actual, considerando que si no tienes los tonos más actuales, o el último modelo, no estás incorporado a la sociedad.
Es decir, los tonos, imágenes, canciones y el modelo, se ha fetichizado, y por eso cuentan con un valor que nosotros mismos les asignamos, diferente al comercial, para convertirse en parte fundamental de nuestra persona.
El avance que ha sufrido los celulares, es lo que precisamente le han dado tantas características, que se les valora como algo indispensable para la vida.
Cuentan con tantas funciones, que muchas personas no entienden la vida sin ellos, si quieres escuchar música, usas el celular; mandar un mail, ver un partido, escuchar una estación de radio…
Son tantas las funciones que han adquirido, que lo convirtieron no sólo en extensión de la boca, sino que absorbió a todas las demás funciones.
Y sin duda, el celular es un producto altamente rentable para muchas compañías, no figuran únicamente las de telecomunicaciones, sino en general, pues la venta de productos mediante la función SMS de los celulares continúa creciendo.
Por último, hay que reconocer que el teléfono celular se adaptó correctamente, al entorno del ser humano, y que hoy en día, no sabes si tienes un walkman con celular o viceversa.
Su capacidad de reinventarse en tan poco tiempo, lo ha llevado a ser una tecnología que hasta los niños, que solían pedir juguetes en navidad, pidan celulares y estar a la vanguardia.
Es por eso que, una gran cantidad de personas, independientemente de su nivel socio-económico, están dentro de la lista de usuarios de esta tecnología.
Pero todos ellos cuentan con la particularidad de ver, o estar presentes, dentro de un mundo occidental con valores generados dentro del capitalismo, y por eso se le da un valor especial a contar con un teléfono celular.

“Don't ever call me again”



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