Les Misérables

“There was a time when men were kind
When their voices were soft
And their words inviting
There was a time when love was blind
And the world was a song
And the song was exciting
There was a time
Then it all went wrong”

La restauración monárquica francesa entre 1815 y 1848, con las revoluciones de 1830 y 1848 que contagiaron a toda Europa creó un ambiente inestable en Francia.
Sobre todo con el Segundo Imperio de Louis-Napoleón III, sobrino del anterior Bonaparte, con quien se acentuó el proceso de industrialización y colonización; y el establecimiento de la Tercera República en las últimas décadas del siglo.
Ese era el clima en la 2ª mitad del siglo XIX, la sociedad no cambia sustancialmente.
Sin embargo, se aprecia una nueva actitud en los autores literarios, que afrontan la realidad, en lugar de huir de ella.
La realidad es retratada tal como aparece, y a través de la novela, se intenta criticar la sociedad desde dentro.
Este paso del romanticismo al realismo, también se refleja en la literatura de la sociedad burguesa.
No es de olvidar, que en la base del Romanticismo, se protestaba contra el mundo burgués.
En el realismo, se mantienen y desarrollan ciertos aspectos del Romanticismo, como el interés por la naturaleza, y el interés por lo regional y lo local, lo costumbrista.
Sin embargo, se eliminan y depuran a su vez, otros elementos.
Se le pone freno a la imaginación, y todo lo fantástico se rechaza.
Los personajes ya no son tan apasionados, y se abandona la evocación a un tiempo pasado, legendario.
Esta época posterior al Romanticismo, se caracterizó por profundas transformaciones sociales:
Éxodo Rural a las ciudades, gran crecimiento demográfico, una burguesía cada vez más conservadora.
Es la época de la Revolución Industrial en Inglaterra, y algo después, en otros países europeos, una época en la que se da un progreso técnico, con nuevos inventos, y un desarrollo de la industria y el comercio, nunca visto hasta ese momento.
“Now Prisoner 24601, your time is up and your parole's begun.
You know what that means?”
“Les Misérables” es una novela del político, poeta, y escritor francés, Victor Hugo, publicada en 1862, considerada como una de las obras más conocidas del siglo XIX.
La novela, de estilo romántico, plantea a través de su argumento, un razonamiento sobre el bien y el mal, sobre la ley, la política, la ética, la justicia, y la religión.
El autor confesó, que se había inspirado en Eugène-François Vidocq (1775 – 1857), quien cuando tenía 14 años, robó algo de dinero de la panadería de sus padres, y huyó de la ciudad.
Vidocq planeaba navegar hacia América, pero perdió todo el dinero, y tuvo que unirse al Regimiento de Bourbon al año siguiente; y después, se convirtió en un criminal francés, que se redimió, y acabó inaugurando la “Sûreté Nationale”, hoy “Police Nationale”, convirtiéndose así, en uno de los primeros investigadores privados.
A Vidocq, se le atribuyen multitud de avances en el campo de la investigación criminal, introduciendo los estudios de balística, el registro, y creación de expedientes con las pesquisas de los casos, o la propia criminología.
Vidocq fue el primero en utilizar moldes, para recoger huellas de la escena del crimen.
Sus técnicas antropométricas, tendrían gran repercusión.
Así fue como Vidocq, le sirvió a Victor Hugo, para crear a uno de los 2 protagonistas de su novela “Les Misérables”; y también, la historia de su país le había inspirado para situar el contexto histórico:
Por ello, los personajes viven “La Insurrección de Junio de 1832” en París, a veces llamada, “Rebelión de Junio”, la cual fue una insurrección antimonárquica en París, Francia, donde los republicanos se levantaron contra el régimen, desde el día 5 de junio hasta el 6 de junio de 1832.
La rebelión se originó en un intento de los republicanos para revertir la Monarquía de Julio, poco después de la muerte del presidente del consejo orleanista, Casimir Pierre Périer, el 16 de mayo de 1832.
La rebelión fue el último brote de violencia vinculada con La Revolución de 1830; y los posteriores cambios políticos.
En “Les Misérables” Victor Hugo menciona la batalla de Waterloo, la cual se desarrolló del 15 y 18 de junio de 1815, nos habla de la pobreza extrema que les tocó vivir a todos los que estaban en sus alrededores, y que el hecho de trabajar juntos, unió pensamientos, y permitió que afloraran nuevas y mejores ideas.
En “Les Misérables” encontramos los acontecimientos de su época, como La Revolución Francesa de 1789, El Imperio Napoleónico, La Restauración con Louis XVIII, “Le Désiré” y Charles X “Le Bien-Aimé”, así como La Revolución de Julio, que transfirió el poder a Louis-Philippe d'Orléans, “Le Gros”
En “Les Misérables” encontramos una sociedad conservadora, muy arraigada a sus culturas, y que no quiere admitir ningún cambio a su forma de vida, clasista y muy machista.
Los hombres son rudos y machistas, y las mujeres delicadas, esforzadas, y seguían órdenes de los hombres.
Esto originó pobreza a gran parte de la población, económicamente, descontento con la burguesía, políticamente.
Por lo que se puede observar, la parte realmente importante de la obra, es la gente, el pueblo, que tienen sus bajos momentos, pero también, sus momentos de gloria.
En “Les Misérables” de Victor Hugo, la muerte del general Jean Maximilien Lamarque, es vista como el catalizador de un levantamiento inevitable.
De hecho, su muerte fue utilizada como una excusa, para los disturbios que tuvieron lugar días previos a la rebelión.
Había importantes problemas económicos en esa época, especialmente graves en el período de 1827 a 1832.
Los años estuvieron marcados por las malas cosechas, escasez de alimentos, y los aumentos en el costo de vida, creando descontento entre las clases.
Además, en la primavera de 1832, Francia fue devastada por un brote a escala europea de cólera, que terminó con un saldo de 18.402 muertos en París.
Los barrios pobres fueron particularmente afectados por la enfermedad, y se despertó la sospecha de que los pozos del gobierno habían sido envenenados.
La monarquía de Louis Philippe I, Rey de los Franceses y Copríncipe de Andorra, que se había convertido en el gobierno de la clase media, fue atacada a la vez, por los 2 lados opuestos, republicanos y legitimistas.
Antes de las muertes de Lamarque y Casimir Périer, ambas partes organizaron insurrecciones, con el propósito de derrocar al gobierno.
Los partidarios de los legitimistas, hicieron un intento de raptar a la familia real en París, en febrero de 1832, en lo que se conoce como la conspiración de “La rue des Prouvaires”
Además, el autor analiza los estereotipos de aquel momento, y muestra su oposición a la pena de muerte.
En su núcleo, al fin, la novela “Les Misérables” sirve como una defensa de los oprimidos, sea cual sea el lugar, o situación socio-histórica que vivan.
“My name is Jean Valjean!”
La novela “Les Misérables” está dividida en 5 volúmenes:
Volumen I: Fantine.
En este volumen se entrelazan los destinos de Fantine y Jean Valjean.
El libro se abre con el retrato largo y detallado del obispo Myriel, el obispo de Digne, donde vive modestamente con su hermana Baptistine, y una criada, la señora Magloire.
El religioso vive de sólo lo que es necesario, y distribuye el resto de sus ahorros para los pobres, siempre muestra un gran amor, deja la puerta abierta, y confraterniza con aquellos a quienes la sociedad rechaza.
Su destino se cruza con el personaje central de la obra:
Jean Valjean.
Así, la acción comienza en 1815, con la llegada de Jean Valjean, el personaje principal de la obra, después de una sentencia de 19 años de prisión.
Este volumen, es una oportunidad para presentar a los personajes que siguen a Jean Valjean, desde el principio hasta el final de sus aventuras.
Volumen II: Cosette.
Aquí toma parte “La Batalla de Waterloo”, Valjean ha decidido fingir su muerte y poder escapar.
Saca toda su fortuna de un banco, y la esconde en un bosque cercano a Montfermeil, después, va a la posada de los Thérnardier en busca de Cosette.
Volumen III: Marius.
Por otro lado, Gavroche es un muchacho digno de ejemplo, ya que, aunque ha pasado por situaciones de hambre y pobreza, es gentil, generoso, y con ideas revolucionarias.
También es un hijo abandonado de los malvados Thénardier, los posaderos.
Guillenormand es un señor de 90 años, cuya hija se casó con un coronel que es dado por muerto en “La Batalla de Waterloo” y que ha dejado a su mujer y a su Marius, un joven con una visión totalmente diferente a la de su abuelo, que quiere pertenecer a grupos revolucionarios.
Todo cambia, cuando se entera que su padre no está muerto, sino que está viviendo en Normandía, que prefirió renunciar a verlo, para que éste no perdiera una herencia.
Cuando se puede reencontrar con su padre, es demasiado tarde:
Está muriendo, solo le pide que se mantenga fuerte en sus convicciones, y que no renuncie a lo que él quiere.
Volumen IV: El idilio de la calle Plumet, y la epopeya de la calle Saint-Denis.
Jean Valjean se marcha del convento, para no privar a Cosette de las libertades del mundo exterior, y alquilan una pequeña casa.
Un día, Marius ve a Cosette, y se enamora perdidamente de ella.
Volumen V: Jean Valjean.
El pueblo se levanta contra el general Jean Maximilien Lamarque, y todos luchan por la revolución.
Valjean rescata a Marius de unas graves heridas, y lo lleva a casa de su abuelo.
Valjean le perdona la vida a Javert su perseguidor.
Por otro lado, Marius no quiere que Jean Valjean siga visitando a Cosette, pues éste ya le había dicho que no era su verdadero padre, y deciden que las visitas serán cada vez más esporádicas, con tal de que, con el tiempo, deje de verla.
La historia acaba un día, en el que Cosette y Marius visitan a Valjean, y lo encuentran en su lecho de muerte.
Éste los abraza, considerándolos sus hijos, y muere abrazado a ellos, feliz.
La obra “Les Misérables” muestra un excelente estudio de la sociedad en esa época; así como de las pasiones, caracteres, y actos, que en la misma tienen lugar.
Además, se nos muestra la pobreza en el siglo XIX, y el valor del perdón, conjuntamente con que el rectificarse trae un bienestar, y una paz al alma.
“But remember this, my brother.
See in this some higher plan.
You must use this precious silver to become an honest man.
By the witness of the martyrs, by the passion and the blood, God has brought you out of darkness.
I have bought your soul for God”
Dentro del mundo del cine, hay géneros que no están hechos para todo el mundo.
Así, hay personas a las que les encanta la ciencia-ficción, y la fantasía, mientras que otras, no quieren saber nada de naves espaciales, o de criaturas voladoras.
Unos se lo pasan en grande, con una película de terror, mientras que otros prefieren olvidarse de sus problemas cotidianos, con una comedia que les permita reírse durante un buen rato.
Digo esto porque “Les Misérables” es una obra pura y dura, y si es musical, apenas hay diálogos, de ahí que recomiendo que se alejen de “Les Misérables” el musical, todos aquellos que sientan una especial aversión, por cualquier cinta en la que sus personajes expresan sus sentimientos a través de distintas canciones.
La historia de Victor Hugo ha sido llevada al cine varias veces, por primera vez en 1907 con una versión muda; y en otras versiones, no musicales como:
Raymond Bernard, en 1934, dirigió en Francia, una versión de la obra.
En 1935, Richard Boleslawski, para la 20th Century Fox, y con guión de W.P. Lipscomb hizo su versión.
En 1952, Lewis Milestone, dirige para Hollywood, una versión de la novela.
En 1958, Jean-Paul Le Chanois, dirige una nueva versión francesa de la obra.
En 1998, se estrenó una adaptación dirigida por Bille August.
En 1995, Claude Lelouch, dirigió una versión que establece un paralelismo entre la novela, y la época de la ocupación nazi en Francia…
“To love another person is to see the face of God”
“Les Misérables” ha sido una obra adaptada en multitud de ocasiones.
La obra musical “Con Afectos de Júbilo y Gozo”, del compositor español Manuel de Falla, fue publicada durante su etapa parisina, y está inspirada en “Los Miserables” de Victor Hugo.
Destaca además, el musical oficial de esta novela.
La música de “Les Misérables” fue compuesta por Claude-Michel Schönberg, y la letra fue escrita por Alain Boublil y Jean-Marc Natel, con un libreto en la versión inglesa, escrito por Herbert Kretzmer.
El musical se inauguró en el Barbican Centre de Londres, Inglaterra, el 8 de octubre de 1985.
Es el 2° de mayor duración en el mundo musical, después de “The Fantasticks”, es el 2° más antiguo espectáculo del West End, después de “The Mousetrap”, y el 3° de más larga duración en la historia del espectáculo de Broadway.
Actualmente, “Les Misérables” es el musical de más larga duración en el West End, seguido de “The Phantom Of The Opera”
En enero de 2010, “Les Misérables” representó su 10,000 actuación en el Queen's Theatre de West End de Londres.
El 3 de octubre de 2010, celebró su XXV aniversario con 3 producciones, ejecutándose en la misma ciudad:
El espectáculo original en el Queen's Theatre en el West End de Londres, la producción del 25° aniversario de gira en el hogar original del espectáculo, el Barbican Centre, y el concierto del 25° aniversario, en el The O2 Arena de Londres.
“Les Misérables” es parte de la gran influencia europea en los musicales de Broadway de los '80, junto con “Cats”, “The Phantom Of The Opera”, “Miss Saigon” y “Evita”
Su partitura, fue ganadora del Tony, el premio teatral/musical más prestigioso, la cual incluye canciones como:
“I Dreamed A Dream”, “Do You Hear The People Sing?”, “One Day More”, “Empty Chairs At Empty Tables”, “On My Own”, “Castle On A Cloud”, “A Little Fall Of Rain”, “ABC Café/Red & Black” y “Master Of The House”
Las canciones recurrentes en la historia, le dan una profundidad interesante, ya que diferentes personajes cantan diferentes canciones, con la misma música en el transcurso del show.
Para poner un ejemplo de la grandeza de este musical, la música de la canción de la muerte de Fantine, “I Dreamed A Dream” anticipa la del soliloquio (discurso) más famoso de Éponine, “On My Own”
Fantine imagina que ve a su hija jugando, mientras Éponine se imagina sintiendo los brazos de Marius alrededor suyo.
La melodía de “I Dreamed A Dream” también es oída por Éponine, Cosette, Marius, Enjolras, y el coro en la canción “One Day More”
Otro ejemplo es “What Have I Done”, la canción en la que Valjean se decide a comenzar una nueva vida, y la del suicidio de Javert, tienen exactamente la misma música, con ligeras variaciones en el ritmo para ajustarse a la letra.
Las 2 vienen luego de un extraordinario acto de piedad, el perdón del Obispo a Valjean, y el hecho de que Valjean libere a Javert, y las 2 muestran reacciones diametralmente opuestas, ante la misericordia:
Valjean es inspirado a comenzar una nueva vida, mientras que Javert destruye su vida suicidándose.
Grabada en 1988, y lanzada en 1990, la grabación sinfónica completa “Les Misérables” es la única grabación en inglés de la obra completa.
El plan original de Cameron Mackintosh, era utilizar el elenco australiano, pero finalmente, se creó un elenco internacional, con artistas de las grandes interpretaciones de la obra, alrededor del mundo.
El elenco grabó en 3 países diferentes.
El álbum “Les Misérables”, producido por David Caddick, ganó el Grammy al mejor álbum del elenco de un musical, en 1991.
El 8 de octubre de 1995, el show celebró su 10° aniversario, con un concierto en el Royal Albert Hall, en Londres.
Este concierto está casi completo:
Sólo faltan algunas escenas como la muerte de Gavroche, y la confrontación entre Marius y Thénardier en la fiesta de casamiento.
El elenco fue conocido como “Les Misérables Dream Cast”, con los mejores intérpretes del musical, de todo el mundo.
El final del concierto, consistió en una interpretación de “Do You Hear The People Sing”, cantada por 17 Jean Valjean a la vez, cada uno de una producción diferente, y en su propio idioma, seguida de una poderosa versión coral de “One Day More”
El emblema musical de “Les Misérables”, la imagen de la niña abandonada, Cosette, barriendo para los Thénardier, por lo general se muestra recortada en un retrato del rostro y hombros, con la bandera de Francia superpuesta.
La imagen se basa en la ilustración de Émile Bayard, que apareció en la edición original de la novela, en 1862.
Los personajes principales de “Les Miserables” se dividen en 2 generaciones:
La primera, está compuesta por Jean Valjean, Javert, Fantine, y los Thénardiers, cuyas edades varían durante el show, debido al lapso de 10 años, en el que transcurre el mismo.
Aunque Cosette y Éponine son parte de la segunda generación, también se las muestra en la primera como niñas.
La segunda generación de personajes principales, está formada por:
Marius, Cosette, Éponine, Enjolras, y Gavroche.
Excepto Gavroche, que es un niño, estos personajes son jóvenes durante toda la obra.
Cada uno de estos personajes, también se encuentra dentro de una clase social definida:
Marius, Enjolras, y el resto de los estudiantes, excepto Feuilly, pertenecen a la clase alta; mientras que Éponine, los Thénardiers, Fantine, Gavroche, y Javert, pertenecen a la clase baja.
Valjean y Cosette comienzan siendo de clase baja, y luego ascienden a la clase alta.
“El ser humano, sometido a la necesidad extrema, es conducido hasta el límite de sus recursos, y al infortunio para todos los que transitan por este camino.
Trabajo y salario, comida y cobijo, coraje y voluntad, para ellos, todo está perdido.
La luz del día se funde con la sombra, y la oscuridad entra en sus corazones; y en medio de esta oscuridad, el hombre se aprovecha de la debilidad de las mujeres y los niños, y los fuerza a la ignominia.
Luego de esto cabe todo el horror.
La desesperación encerrada entre unas endebles paredes, da cabida al vicio y al crimen...
Parecen totalmente depravados, corruptos, viles, y odiosos; pero es muy raro, que aquellos que hayan llegado tan bajo, no hayan sido degradados en el proceso, además, llega un punto, en que los desafortunados, y los infames son agrupados, fusionados en un único mundo fatídico.
Ellos son “Los Miserables”, los parias, los desamparados”
Victor Hugo.
“Look down, look down, don't look them in the eye”
Les Misérables es una película musical, dirigida por Tom Hooper, en el año 2012.
Protagonizada por Hugh Jackman, Russell Crowe, Anne Hathaway, Amanda Seyfried, Eddie Redmayne, Samantha Barks, Helena Bonham Carter, Sacha Baron Cohen, Aaron Tveit, Isabelle Allen, Daniel Huttlestone, Colm Wilkinson, Natalya Wallace, Michael Jibson, Bertie Carvel, Tim Downie, Marc Pickering, Patrick Godfrey, Killian Donnelly, Fra Fee, Gabriel Vick, George Blagden, Alistair Brammer, Charlotte Hope, entre otros.
Les Misérables obtuvo 8 nominaciones al premio Oscar:
Mejor película, actor (Jackman), actriz de reparto (Hathaway), canción original “Suddenly”, vestuario, maquillaje y peinado, edición de sonido, y diseño de producción.
Y ganó 3 Oscar: Mejor Actriz de Reparto Anne Hathaway, Mejor Maquillaje y Peinado, y Mejor Edición de Sonido.
El guión lo firma William Nicholson, basado en la adaptación del musical que lleva el mismo nombre, y en la novela de Victor Hugo, que le dio origen.
“Les Misérables” es un libro escrito, por uno de los más importantes autores de literatura más relevantes de toda la historia.
Un libro ambientado en una de las épocas más apasionantes en la historia moderna, y que ha sobrevivido al implacable paso del tiempo.
Un libro que dio lugar a un igualmente inmortal musical, que al igual que su predecesor, se ha especializado en mantenerse siempre joven.
Una historia emotiva, combinada con una poderosísima partitura, ha hecho de dicho espectáculo, un auténtico fenómeno de público, convertido en catarata emocional, que arrasa en cualquier escenario en el que pone los pies.
Una sociedad de lujo, entre literatura, teatro, música, y ahora, cine.
A todos nosotros, el cine nos brindó una oportunidad dorada de redención.
Ya que el cine aporta algo nuevo a este mítico musical, la ambientación, personajes, canciones, historia son espectaculares.
Eso sí, confieso que es larga, y hay que saber que se va a ver un musical imprescindible.
Era cuestión de tiempo que “Les Misérables” hicieran el salto a la gran pantalla por enésima vez, pero por primera vez, como “gran musical”
Entonces, ni los más vagos, tendrán excusa para no ruborizarse por el desconocimiento de la obra de Victor Hugo, o de Claude-Michel Schönberg, Alain Boublil & Jean-Marc Natel, siendo éstos 3 mucho más protagonistas.
Digo todo esto, porque si alguien quiere ir a ver Les Misérables, que lo haga sabiendo a qué atenerse:
Más del 90% del diálogo es cantado.
Más del 90% son canciones.
Dicho de otra manera, los actores apenas hablan, sin cantar.
Pero como dato, en Les Misérables, no hay grandes escenas de coreografías típicas de todo musical, pero es que en la obra tampoco las había, y se agradece.
Cabe señalar que en la adaptación de un libro al cine, siempre conlleva problemas con el resumen, y el equilibrio de la historia al trasladarla a la pantalla.
A ello, añadimos el adaptar un musical, con un número elevado de canciones, y una historia ya bien adaptada a la escena, pero con una duración bastante mayor a una película normal.
Problemas difíciles de salvar, y que no nos quede un producto que mate el espíritu de la obra original, pero tampoco sea infumable como película.
Tom Hooper opta por ser absolutamente fiel al musical y, además, consigue hilar la trama sin perder el ritmo, y éste, yendo en aumento sin decaer para nada la atención del espectador en lo que sucede.
Si te parece aburrida, o larga, es probable que no te interese el musical en sí, y por tanto, es una tontería que vayas a verla al cine…
Y es que, el material también es magnífico, y te lo pierdes si te gusta el cine.
Les Misérables es una historia repleta de acción, drama, denuncia social, romance... y personajes icónicos, con los que todos nos sentimos identificados.
Trata temas universales, desde el pasado arduo, el castigo injusto que impone la ley a Jean Valjean y su lucha, hasta el amor no correspondido de Éponine, pasando por el romance obstaculizado de Cosette y Marius, y así con todos los personajes.
La historia crece en personajes, así se nos muestra al abuelo de Marius, para decirnos que él es de familia acomodada, al igual que otros cambios en el guión, que hacen más comprensibles y lógicas algunas escenas, que en teatro se obviaban, y aquí ayudan a entender mejor a los personajes.
Respecto a la ambientación, Les Misérables es muy potente, muy expresiva, con mucha fuerza visual en todas, y cada una de las escenas, con un alto nivel de detalle.
Un aspecto que podría ser considerado negativo, aunque depende de cada cual, es el montaje casi teatral.
Es decir, más que una película, Les Misérables es una obra de teatro con grandes efectos especiales:
Las localizaciones parecen, supongo que conscientemente, puesto que es la adaptación de un musical, escenarios de una obra de teatro, muy cerrados en sí mismos y diferenciados: el dique seco, el palacio episcopal, el centro de la ciudad, el taller, el puerto, el convento… con algunas excepciones en exteriores muy reales, como los viajes por las montañas del inicio.
Sobre la puesta en escena de Les Misérables, me ha encantado el vestuario del español Paco Delgado, y los escenarios en que se desarrollan las diferentes tramas.
Se nota que han votado dinero por la ventana, para bien, y especialmente el tema del vestuario es espectacular.
Les Misérables tendrá como ejes centrales:
La revolución en las calles de París, una historia de amor entre Cosette y Marius, y sobre todo, ese tira y afloja entre Valjean y Javert, que juegan al ratón y al gato durante toda su vida.
Jean Valjean es un hombre torturado, que sufrirá por siempre si lo captura Javert, siempre con miedo, y siempre a punto para huir si ve peligro, para la estabilidad que ha construido junto a su reducida familia.
“Suddenly I see
Suddenly it starts
When two anxious hearts
Beat as one”
Les Misérables transcurre en Francia, en ambientes rurales y capitalinos.
Narra las vidas, y las relaciones de varios personajes, durante un periodo de 20 años, a principios del siglo XIX, en los cuales, transcurren Las Guerras Napoleónicas.
Principalmente, Les Misérables se centra en los esfuerzos del protagonista, el ex-presidiario Jean Valjean, por redimirse, pero también, analiza el impacto de las acciones de Valjean, a través de reflexiones sobre la sociedad.
La obra razona sobre la naturaleza del bien, el mal, y la ley, a través de una historia que abarca y expone la Historia de Francia, la arquitectura de París, la política, la ética, la justicia, la religión, la sociedad, sus clases, y la naturaleza del amor romántico y familiar.
En 1815, este presidiario, Jean Valjean (Hugh Jackman), es puesto en libertad condicional, por el guardia de la prisión Javert (Russell Crowe), tras cumplir una condena de 19 años.
Tras el rechazo de mucha gente por su pasado de convicto, el obispo de Digne (Colm Wilkinson) le ofrece comida y refugio, pero más tarde, Valjean le traiciona, robándole varios objetos de plata del obispo durante la noche.
Tras ser apresado por las autoridades, el Obispo le encubre mintiendo, y diciendo que él mismo le regaló la plata, asegurándose así, la liberación de Valjean.
Avergonzado por la generosidad del obispo, Valjean rompe su libertad condicional, y se compromete a iniciar una vida honesta, bajo una nueva identidad.
Por otra parte, Javert jura buscar al preso fugado de la justicia y castigarlo.
Ocho años después, Valjean se ha convertido en propietario de una fábrica, y es alcalde de Montreuil-sur-Mer.
Fantine (Anne Hathaway), una de sus trabajadoras, devela que envía gran parte de su salario a su hija ilegítima, Cosette (Isabelle Allen/Amanda Seyfried), que vive con los Thénardier (Sacha Baron Cohen y Helena Bonham Carter) y su hija Éponine (Samantha Barks)
Tras su confesión, el capataz (Michael Jibson) le despide de la fábrica, y le deja sin trabajo, ni hogar.
Sin ninguna otra opción, Fantine se ve abocada a la prostitución.
Durante una discusión con un cliente abusivo, Javert, ahora un inspector de policía, detiene a Fantine, pero Valjean intercede, y la lleva a un hospital.
Jean Valjean, ante la inminente muerte de Fantine, le promete hacerse cargo de su hija, y la adopta tras pagar una generosa cantidad a los chantajistas Thénardier.
Para ello, debe huir de nuevo de Javert.
Pasan los años, y la vida vuelve a juntar a Cosette y Éponine, a través de un tercero, Marius Pontmercy (Eddie Redmayne), por el que ambas tienen un interés amoroso mutuo.
Los 3, con Jean Valjean, se ven involucrados en las revueltas callejeras, que resultan en derrota, y se llega al desenlace de la historia, en la que no todos sobreviven, ni son felices.
Les Misérables es totalmente increíble, prácticamente desde el principio ya tenía un nudo en la garganta.
Les Misérables es una película con mucho, mucho argumento, pasa una cosa, y mientras analizas lo que ha pasado, ya está pasando otra cosa, pasan muchas cosas, y eso me gusta.
He de añadir, que me parece un auténtico abanico de sentimientos, y de emociones constantes, durante todo el progreso de la misma.
Emociona, cautiva, es soberbia; y musical, y visualmente, Les Misérables es perfecta.
El largometraje abarca distintas historias, como cité, en las que se reflejan temáticas tan universales como:
La redención, el amor, el odio, la venganza, la pobreza, o la rebeldía.
Todas ellas, se articulan alrededor de la interminable búsqueda de Jean Valjean, por parte del inspector Javert.
Por supuesto, no todos estos relatos, poseen la misma intensidad, motivo por el cual, el espectador se decanta claramente por algunos de ellos.
No obstante, semejante circunstancia no provoca que Les Misérables se haga pesada de ver, insisto, siempre y cuando uno no aborrezca los musicales.
Cierto que hay pasajes más intrascendentes que otros, como la mayoría de los relacionados con el matrimonio formado por los Thénardier, pero incluso éstos sirven como contrapunto cómico, dentro de un relato en el que el drama está muy presente.
La historia no solo se centra en la “nueva vida” de Jean, sino que muestra con toda realidad, y crudeza, la gran miseria de aquellos tiempos, en los que mucha gente quedaba atrapada, y subyugada, ante una monarquía que favorecía a unos pocos, y condenaba a la pobreza extrema a la gran mayoría, y sobre la que unos pocos trataron de alzarse, intentando recordar que lo que se conoce como “vida plena” no debería de ser posesión de unos pocos, sino de todo ser humano honrado.
Amén de dejar claro, que la opresión acaba por perjudicar absolutamente a todos.
“On my own
Pretending he's beside me
All alone
I walk with him till morning
Without him
I feel his arms around me
And when I lose my way I close my eyes
And he has found me”
Ya desde el inicio, con el arranque tan espectacular de los presos tirando del barco para meterlo en el astillero, tras ver a Valjean levantando el mástil roto, con la bandera arrastrada por el suelo, me dije:
“Esto promete”
Les Misérables es colosal, y pone de manifiesto, que la música sumada al cine, elevan este arte a un estado superior.
Les Misérables es una obra maestra, una recuperación grandiosa de valores casi olvidados en la actualidad.
Además, el trato de la historia, las cuidadas escenas, y las grandiosas canciones de este aclamado musical, han sido tratados de forma exquisita, y el resultado no podría ser mejor.
Conceptos tan necesarios en nuestros días como:
Libertad, justicia, lucha contra las desigualdades, eliminación de la pobreza, creencia en Dios, y en la nación, etc. son valores muy destacados.
Y para los amantes de la lengua inglesa, Les Misérables es un lujo poético.
Un gran musical, con una gran profundidad espiritual.
Si a esto, le sumas un reparto de actores de bandera, que lo bordan junto con diferentes historias de amor, que se manifiestan de manera y forma diferente, y le añades un vestuario, y una ambientación fuera de lo común, en mi opinión, obtenemos una de las mayores obras de arte que ambos géneros, cinematográfico y musical/teatral podrían dejar para los anales de la historia.
Y es que, en Les Misérables, no hay ni una mala actuación.
Me han sorprendido gratamente, los actores principales cantando, acostumbrados a verlos en otros registros:
Jean Valjean (Hugh Jackman) es el Prisionero 24601.
Liberado de la cárcel, después de cumplir 19 años de prisión, 5 por robar una hogaza de pan, y 14 por múltiples intentos de fuga.
Valjean resuelve quebrar su libertad condicional, y decide cambiar su vida, demostrando que los perdidos pueden volver a ser honrados.
Cambia su identidad, convirtiéndose en un rico alcalde de una pequeña ciudad.
Más tarde, adopta a Cosette, hija de Fantine.
Al final, muere y el espíritu de Fantine le agradece por criar a su hija.
Hugh Jackman, que aunque ya sabíamos que era bueno cantando, bien lo demostró en la gala de los Oscar hace 3 años, impresiona, y se come la pantalla con su papel de Jean Valjean.
Impresionante, con momentos que llegan a erizar el vello, Jackman recrea a un personaje que según los “expertos” tiene una fuerza con la que no ha llegado asemejarse, a ningún otro papel suyo anterior.
El papel del protagonista, no es nada fácil, no sólo por su dramatismo, sino por los registro de voz que posee, pero Jackman demuestra de sobra, sus tablas teatrales y echa chorros de voz cuando son necesarios.
Su interpretación, con esa mirada que lo expresa todo, y que te llega al alma, es tan devastadora, como sobresaliente.
Hugh Jackman sólo por el Prólogo, “Look Down”, para mí, ya deberían darle un Oscar con los ojos cerrados.
Curioso es el hecho de que, según Valjean va envejeciendo, Jackman a su vez, hace su voz más ronca, más envejecida, dotando al personaje de más realismo.
Muy importante tomar en cuenta que Jean Valjean se siente querido cuando es perdonado.
El acto del fraile, de perdonar, es el que hace que Valjean intente construir de nuevo su vida.
Este acto de amor del obispo no acaba aquí:
No sólo “libera” a Jean Valjean, también lo hace con Cosette.
Ese amor que le transmitió el fraile, él lo vuelve a transmitir adoptando a Cosette, a la que ama como su propia hija.
Sabemos que Valjean es bueno en escenas, como la adopción de Cosette, o cuando le perdona la vida al mismo, que le ha hecho perder años de vida, y que no le ha dejado vivir en paz.
Y en esa escena final, entre Valjean y Javert, se ve la confrontación entre justicia ética y legal.
¿Y quién gana?
O mejor dicho:
¿Quién queda vivo?
El Inspector Javert (Russell Crowe) respeta la ley por encima de todo lo demás, y persigue incansablemente a Valjean, con la esperanza de llevar al convicto fugado ante la justicia.
Él está convencido, de que las personas no pueden cambiar para mejor; y cuando se da cuenta de ello, finalmente se suicida.
Russell Crowe, creo que es el más flojo de todos, y su voz se limita a entonar cuando puede.
Su actuación no está a la altura de un gran antagonista, ya que no cambia de mirada, ni le da ningún tipo de emoción a su importantísimo personaje, a veces, da la impresión de que no sabe muy bien, qué está haciendo por allí.
Siendo muy crítico, diría que a Russell Crowe, el director sabiamente, nos lo muestra casi siempre, desde abajo, para hacernos sentir pequeños con su figura muy arriba, mirando hacia nosotros amenazante, me hubiese gustado que hubiese tenido una voz más grave, para contrastar con la de Valjean, pero lo cierto es que, está a la altura, y la forma de interpretar el mítico “Stars”, para mi gusto, queda algo desaprovechada, aunque no sé si habrá sido elección suya, de dirección, o de sus habilidades vocales, pero para quien se enfrente al musical por primera vez, quedará impresionado.
El Obispo de Digne (Colm Wilkinson) es quien hospeda a Valjean, después de su liberación de la cárcel, y le “regala artículos de plata” y lo perdona.
Sus actos de bondad, inspiran a Valjean, mejorarse a sí mismo, y escapar de la etiqueta de “criminal”
Curiosamente, Colm Wilkinson, es el Jean Valjean por excelencia, del casting londinense del musical.
Fantine (Anne Hathaway) es una trabajadora que pierde su empleo, y se prostituye para pagar a los Thénardier, por el bienestar de su hija.
Mientras Fantine agoniza, le pide a Valjean que cuide de su pequeña hija Cosette.
Finalmente, aparece como un espíritu, y escolta a Valjean al paraíso.
Hathaway me hizo llorar en lo poco que sale, pues su escena frente a cámara, con lo difícil que es cantar y llorar a la misma vez, me sobrecogió hasta llegar a mis lágrimas, demostrándome, cómo se gana un Oscar en 4 minutos y medio.
Su lenguaje corporal, su voz, su forma de coger aire, y sacudir estrofas entre sollozos, es ya parte de la historia del cine musical.
Cualquier actuación palidece frente al desgarro de Hathaway aquí.
Cosette (Isabelle Allen/Amanda Seyfried) es la hija de Fantine.
Los Thénardiers la tratan muy mal, y gastan el dinero que Fantine les manda para el cuidado de su hija, en Éponine.
Ella sueña con un lugar lejos de la posada, donde la traten bien, y pueda jugar.
Cosette es un personaje muy estático, comparado con los otros, que atraviesan cambios dramáticos.
Valjean la adopta, luego de la muerte de su madre, y la cría para que tenga una vida confortable, pero Cosette se enamora perdidamente de Marius.
Madame Thénardier (Helena Bonham Carter) es la esposa de Monsieur Thénardier.
Trabajan juntos, tanto en la posada, como luego robando.
Éponine (Samantha Barks) es la hija mimada de los Thénardier.
Ella crece con Cosette, y es cruel con ella.
Posteriormente, harapienta y abandonada, ama secretamente a Marius; y muere al retornar a las barricadas con tal de verlo, y estar cerca de él.
La bellísima Samantha Barks es la única actriz novata de Les Misérables, puesto que proviene del mismo musical, donde interpretó al mismo personaje de Éponine.
Su “On My Own” es también una pequeña genialidad, una fabulosa escena e interpretación, muy prometedora Samantha Barks.
Monsieur Thénardier (Sacha Baron Cohen) es el inescrupuloso dueño de la posada, quien está a cargo de Cosette en su infancia.
Reaparece, cuando el show se traslada a París, como un ladrón que trata de robar a Valjean.
Gavroche (Daniel Huttlestone) es un niño que vive en las calles de París, y se une a la revolución, curiosamente, este es su primer papel en el cine, y en el musical.
Marius Pontmercy (Eddie Redmayne) es un estudiante revolucionario, es amigo de Éponine, pero se enamora de Cosette.
Es rescatado de las barricadas por Valjean, que en última instancia, da a Marius y Cosette su bendición, lo que les permite casarse.
Eddie Redmayne luce como un correctísimo Marius, que se crece a lo largo de Les Misérables, hasta su gran momento, la canción “Empty Chairs At Empty Tables”
Él es la gran sorpresa, que canta muy bien su papel, y está a la altura tanto en los momentos duros de la rebelión del “ABC Cafe / Red & Black”, como en los tiernos con Cosette “In My Life / A Heart Full Of Love”, o en el emotivo tema “Empty Chairs at Empty Tables”, aunque su voz en algunos agudos me moleste un poco.
Pero repito, impecable, actoral, y vocalmente.
Los Amigos del ABC Cafe - Red & Black: son estudiantes revolucionarios que lideran una revolución, y mueren en el proceso, los Amigos del ABC, se convierten en mártires por los derechos de los ciudadanos.
Aaron Tveit luce también correcto, como el revolucionario Enjolras, su duelo vocal con Eddie, en “Red & Black” es notable.
En cuanto al dúo cómico del matrimonio Thénardier, que aquí interpretan Sacha Baron Cohen y Helena Bonham Carter, bastante descafeinados con respecto a los del teatro, que son repugnantes físicamente, y mucho más hilarantes, aquí quedan a pesar de todo, como más limpios y elegantes, y la explosión de carcajadas que provocan no pasan de sugerir alguna sonrisa, también debo reconocer, que puede haber sido cosa de dirección, para no liberar demasiado la tensión con las risas, cosa que en el teatro, es muy de agradecer.
“Master of the house, quick to catch yer eye
Never wants a passerby to pass him by
Servant to the poor, butler to the great
Comforter, philosopher, and lifelong mate!”
La dirección de actores es magnífica, las actuaciones apabullantes, los números musicales cojonudos, la puesta en escena abrumadora, el montaje muy inteligente, y la elección del tipo de filmación muy bien pensada.
¿Por qué?
Porque ha sabido darle un giro de tuerca a un musical, que han visto casi 60 millones de personas.
Un musical en plano fijo, no hubiese aportado nada a la historia.
Sería trasladar a la gran pantalla, un musical.
Hopper, inteligentemente apuesta por, tomando como base unos medios espectaculares, que también hay que saber usarlos, ojo, centrar la historia en los personajes.
Darles un protagonismo absoluto, hasta llegar al escorzo en el dramatismo.
Con ello, consigue interpretaciones absolutamente sobrecogedoras.
Hasta el punto de helar con la tensión dramática a la que llega.
¿Efectista?
Quizás, pero es lo que la historia exige.
Un dramatismo decimonónico, salvando así, el espíritu de la historia, pero con un enfoque distinto.
Las escenas de acción de masas, bien en las barricadas, o en momentos como el excelente de la “The Confrontation” entre Valjean y Javert, están muy bien resueltas, a pesar de que con esta forma de filmar, en primer plano casi toda Les Misérables, se ha conseguido que un musical, que se preveía como algo espectacular, resulte íntimo, y el detalle de rodar así, nos permite llegar a detalles que el teatro nunca nos permitiría.
El teatro tiene la magia, y la fuerza del directo, así como el ingenio e imaginación para hacernos ver cosas.
El cine tiene la posibilidad de enseñarnos grandes escenas de masas, y un primer plano, de la pupila de uno de los actores.
Conmueve el valor de la amistad, del amor en el sentido más amplio de la palabra, y el desamor más desgarrador.
Conmueve lo que dicen, y como lo dicen.
Conmueve ver personajes desarmados por la bondad, jóvenes ilusionados luchando por algo común, y que se muestran infranqueables ante todo, y todos, al grito de “Red... Black”
Un grito que emociona, y se te mete hasta las entrañas.
Escenas inolvidables teñidas de color rojo, que se funden con tu corazón, dejándote una sensación de eternidad.
Desde el comienzo de Les Misérables, en la que Jean Valjean consigue enganchar al espectador, las escenas más duras como el momento de la prostitución de Fantine, o la muerte del pequeño héroe, son aliviadas con acierto, con las cómicas actuaciones de Helena Bonham Carter y Sacha Baron Cohen, que representan a los pícaros mesoneros, que se ocupan de mal cuidar a la niña Cosette, hija de la malograda Fantine, que muere a causa de la sífilis, que contrae al prostituirse, para poder enviarle algo de dinero a su hija que está enferma.
Los jóvenes del pueblo, luchando unidos hasta el último aliento por intentar ser libres, frente a la cobardía de los mayores, que simplemente se encierran en las casas, por miedo a la represión, pone los pelos de punta.
Lo más emotivo de Les Misérables, es la interpretación del Cielo, al que va el protagonista Jean Valjean, en el que todos los héroes caídos cantan en libertad la canción del Pueblo “Do You Hear The People Sing?” y al que acude de la mano de Fantine, inmensamente agradecida por haber cumplido su promesa, de cuidar a su hija.
Y es que el mejor momento de Les Misérables hay muchos, como cuando se produce la revolución burguesa, y se levantan en armas, y el final en las barricadas, con esa canción que te entran ganas de saltar a la pantalla, y gritar junto a ellos:
“LIBERTAD!”
Que una película pueda hacerte sentir una tristeza tan profunda, y sin embargo acabar haciéndote llorar de felicidad, y de esperanza, es más de lo que yo me atrevo a pedirle al cine.
“Red - the blood of angry men!
Black - the dark of ages past!
Red - a world about to dawn!
Black - the night that ends at last!”
El único defecto que le veo a Les Misérables, y que le perdono sin duda, es que los saltos en el tiempo, dentro de la historia, ocurren muy deprisa, y casi cuesta percibirlos, supongo que al trasladar el musical al cine, tiene estas cosas, de igual forma algunos defectos en el barrido al cambiar las escenas.
En el caso del guión, en lo que se refiere a la novela, han acortado y simplificado bastante la historia de amor, entre Cosette y Marius, aunque hay lo esencial.
En la película, la muerte de Javert se ve muy falsa, y creo que hubiera caído mejor usando efectos especiales y no un muñeco...
En el planteamiento de números musicales, Hooper acierta en focalizar la cámara delante de los rostros de los personajes, un recurso también muy propio de los estudios del rostro de autores franceses como Jean-Luc Godard, y realzar la caligrafía de sus emociones a través de la fisonomía.
La expresión facial, constituye un fundamental nexo emocional, entre el personaje y el espectador, que el director sabe aprovechar para conseguir la identificación del público con los personajes, y establecer complicidad u odio.
Pero, si algo se ha de reprochar a Hooper, es que se echa en falta, un uso más exhaustivo del plano general, tan esencial en toda obra coreográfica.
No obstante, la mayor aportación de Hooper al género, es que hizo que los actores cantaran sus canciones en directo, de modo que los temas no se interpretan como arias teatrales dispuestos a lucirse, sino que lo hacen de manera realista, cantando entre lágrimas y sollozos, con la voz rota de dolor.
Todos los actores llevaban micrófonos disimulados, de forma que mientras actuaban, escuchaban la melodía de un pianista que les acompañaba en el estudio, pero ellos eran los que cantaban e interpretaban en directo, permitiéndose las pausas que necesitasen, o les sugiriese el momento.
La voz del actor era registrada, y posteriormente en el estudio de grabación, se incorporó a la voz del intérprete la música arreglada, e interpretada por una orquesta de 70 músicos, algo que nunca se había hecho hasta ahora en cine, lo cual, ha permitido unas interpretaciones desgarradoras en momentos.
Hasta ahora, lo habitual en un musical para el cine, era que los actores grabasen en un estudio con la orquesta y, al cabo del tiempo, con la banda sonora ya grabada, fuesen a rodar al plató, y sonase la música con su voz de fondo, mientras ellos hacían simplemente, una especie de “playback”
Y eso consigue Hooper, un realismo insólito en un musical.
Si a esto le unimos que las canciones de Schönberg, Boublil y Natel, son de las más hermosas que se han compuesto nunca, el resultado es perfecto.
Incluso la nueva canción, “Suddenly” muy del estilo Disney, compuesta especialmente para la película, es muy acertada en el conjunto, y no se la nota metida a la fuerza.
El nuevo tema “Suddenly” que se le da a Valjean, tiene una melodía fácil y retentiva, que suena en algún momento instrumental en Les Misérables, que a buen seguro, no ha tenido más función que la de poder optar al Oscar, a la mejor canción original escrita para el cine, porque todo el resto de la partitura, fue escrita para el teatro, hará como 30 años, cuando se estrenó en París.
Les Misérables es prácticamente una ópera, puesto que no tendrá más de 20 frases no cantadas.
Recomiendo a todos los que puedan, que la vean en versión original subtitulada, porque en medio de una canción, donde todos cantan en inglés, escuchar un:
“Muchas gracias” o “Señor Alcalde”, me parece que rompe con la escena, y es como un martillazo a tu cerebro, que se pregunta:
“¿Cómo?”
“¿Qué ha dicho?”
La banda sonora de Les Misérables ES la película.
Las canciones cuentan la historia, hacen actuar a los personajes, y desarrollan toda la trama y los sentimientos.
Se puede escuchar a parte, pero con las imágenes, es cuando cobran sentido las canciones, pues los actores y actrices las cantan en directo durante el rodaje de la escena, no en posproducción, poniendo toda su interpretación, al servicio de la canción.
Todas y cada una de ellas son geniales.
Y me quedo con 3 por su fuerza escénica y dramática:
“Look Down”, “I Dreamed A Dream” y “Empty Chairs At Empty Tables”
TODO el musical es fantástico.
“There is a castle on a cloud,
I like to go there in my sleep,
Aren't any floors for me to sweep,
Not in my castle on a cloud”
Les Misérables es una de las denuncias sociales, más maravillosamente escritas de la historia, comparable a las obras de Charles Dickens, en el mundo anglosajón.
Les Misérables es la historia de todas esas personas, que siempre sufren las consecuencias de una sociedad despiadada, de quienes se aprovechan de ellas, de quienes hacen frente a enormes dificultades, a veces insuperables, para proteger a sus seres queridos, de quienes luchan por un mundo más justo, o simplemente por sobrevivir...
Publicada originalmente en forma de folletín, la manera más efectiva de transmitir mensajes políticos en el siglo XIX, “Les Misérables” fue para la Francia de los años 1860 – 1890, una crítica social agudísima y demoledora.
Es escalofriante pararse a reflexionar acerca de, hasta qué punto, esa misma crítica es aplicable a nuestra sociedad actual, en un momento en que miles de personas se están quedando sin medios de vida, vivienda, cobertura médica...
En fin, me pasé toda la película pegado al asiento, con una cara, como si estuviese descubriendo un mundo completamente nuevo.
Eso es lo que más me impresionó de Les Misérables, que aunque pensaba que ya lo había visto todo, quedé muy sorprendido.
Les Misérables es una película bella en su conjunto, y en cada una de sus escenas, en los momentos alegres, y sobre todo, en los momentos más oscuros, una obra de arte, al fin y al cabo, que te abstrae, y no te deja escapar.
“Les Misérables” es una obra cumbre de la literatura romántica.
Uno de los musicales más valorados y exitosos.
Como todos sabíamos, el reto que se había propuesto Tom Hooper era de locos.
Contentar a todos con una obra así, era algo casi imposible, tanto que el miedo estaba, en que dicha empresa, podría ser demasiado grande para cualquiera.
Pues bien, estoy muy satisfecho por decir, que Hooper, aprueba con matrícula de honor.
Y no solo el director, todos los que han llevado a cabo esta enorme, y memorable película.
Para empezar, los actores.
Es lo primero que hay que alabar de esta producción.
Gracias al modo tan apropiado, a mi parecer, de proceder al utilizar, de forma muy destacada el primer plano, el director logra una cercanía extraordinaria con cada uno de los personajes, unos papeles complejos que debían desarrollarse de forma detallada.
Pues gracias a Hooper y a los actores, tenemos una colección de personajes inolvidables, que calan en el corazón, que logran transmitir cada pensamiento, y cada sentimiento en su evolución dentro de la trama a la perfección.
No hay tanta diferencia entre esa época y la actual, 300 años después los valores, los sueños de un mundo mejor, las clases sociales, la condición humana…
Lo miserables que somos…
Aquel que quiera cambiar el mundo, primero debe ser capaz, de cambiarse a sí mismo.

“Do you hear the people sing?
Singing a song of angry men?
It is the music of a people
Who will not be slaves again!
When the beating of your heart
Echoes the beating of the drums
There is a life about to start
When tomorrow comes!”



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