The Ninth Gate

“Why the devil?”

El Demonio, Satanás, Belcebú, El Ángel Caído, Lucifer, La Bestia, Mefistófeles, o el diablo enamorado…
Tantos apelativos existen, como agua que ha pasado debajo del puente de los tiempos.
“El Delomelanicon” es un libro apócrifo cuyo autor, igualmente apócrifo, del que se dice que, es nada menos que, El Príncipe de Las Tinieblas.
El Diablo, según el cristianismo, es un ser sobrenatural maligno, adversario de Dios, y tentador de los hombres; en El Nuevo Testamento, se identifica a este ser, con El Satán hebreo del Libro de Job (1:6-8), con El Diablo del Evangelio de Mateo (4:8-10), con La Serpiente Original de Génesis (3:1-5) y con El Gran Dragón del Apocalipsis (12:9), todos como un solo personaje.
Algunas corrientes de brujería moderna, consideran que la figura del Diablo, se ha tomado de la figura del Dios pagano de los brujos, asimilada a Satán, en los primeros siglos del cristianismo.
Pero son rigurosos al establecer, que no existe ninguna relación fuera de la etimológica entre su Diablo, también llamado Divell, y el Diablo cristiano.
Gerald B. Gardner, el fundador de la Wicca, hace mención de este “Divell” convertido en Diablo en su libro “Witchcraft Today” (1951), como una forma mitológica del antiguo dios europeo de la naturaleza.
Por su parte, el origen del nombre del demonio, es bastante más antiguo:
Los hebreos denominaban a los espíritus malignos, o poderes negativos, con el nombre de “Satán”, vocablo derivado del verbo “oponer”
El término “Satán” aparece por primera vez en El Antiguo Testamento, donde originalmente significaba “adversario” u “oponente”
Aproximadamente, hacia el 400 a.C., bajo la influencia dualista del Imperio Persa, dicho término pasó a identificarse, más estrechamente, con el concepto del mal y El Demonio.
Finalmente, con la llegada de los griegos, el término “Satán” se tradujo de “Los Setenta”, así se conocía a Las Sagradas Escrituras, como “diábolos”, de donde proceden el “diabolus” latino, el “diablo” hispano y el “devil” inglés.
Por otra parte, Lucifer, del latín “lux” o “luz” y “fero” de “llevar” que en conjunto sería llamado como “portador de luz” es, en la mitología romana, el equivalente griego de “Fósforo” o “Eósforo”, o sea “El Portador de La Aurora” que proviene de la antigua dama oscura “Luciferina”
Este concepto se mantuvo en la antigua astrología romana, en la noción de la “stella matutina” o “lucero del alba” contrapuesto a la “stella vespertina” o el “véspere”, “lucero de la tarde” o “véspero”, nombres éstos, que remitían al planeta Venus, que según la época del año, se puede ver cerca del horizonte, antes del amanecer, o después del atardecer.
En la tradición cristiana, Lucifer representa al Ángel Caído, ejemplo de belleza y sabiduría, a quien la soberbia condujo a los infiernos, transformándose en Satanás.
“To travel in silence / by a long and circuitous route, / To brave the arrows of misfortune / and fear neither noose nor fire, / To play the greatest of all games / and win, foregoing no expense / is to mock the vicissitudes of Fate / and gain at last the key / that will unlock the Ninth Gate”
Así las cosas, el título del libro, “Delomelanicon”, significa:
“Sobre La Convocatoria de La Oscuridad”
Y proviene de las raíces griegas “Delos” o “convocar”; “Melas” que significa “negro”, “oscuro” e “Ikos”, una partícula sin significado, que sirve para formar los adjetivos.
La leyenda de “El Delomelanicon” asegura que Lucifer, luego de su derrota contra las huestes angélicas, y su posterior expulsión de los círculos celestes, cayó en algún paraje remoto de La Tierra, donde aguardó la llegada de su primer creyente.
La leyenda bíblica, ubica la batalla entre Lucifer y sus aliados, contra Dios y su ejército de ángeles, en algún momento previo a la creación del mundo.
Analistas audaces, afirman que esto es una contradicción flagrante, ya que para ser exiliado, y caer en La Tierra, es necesario que La Tierra exista, de modo que su caída, debió tener lugar en algún instante posterior a la creación del universo, presumiblemente, mientras el Señor dormía la siesta, en aquel primer domingo sabático.
Otros, menos impresionables por las contradicciones bíblicas, señalan que La Caída es, en realidad simbólica; y que el descenso de Lucifer al mundo, es una metáfora para su pérdida de la dignidad angélica, y el paso repentino al mundo material.
Cualquiera sea el caso, la mayoría, salvo Milton, coinciden en que Lucifer se mantuvo inactivo, enviando a sus esbirros a tentar a la inocente Eva, y con poca o nula participación en los siglos siguientes.
En este estado latente, concibió la idea de “El Delomelanicon”
En realidad, “El Delomelanicon” es un reflejo de aquel primer libro escrito por Lucifer, perdido en las fauces del tiempo.
En resumen, se trata de un manuscrito que detalla el culto y los rituales que pretendía recibir El Príncipe de Las Tinieblas.
Para otros, “El Delomelanicon” es apenas un recetario de hechizos y pócimas, más afín al boticario indiscreto, que al estudioso del ocultismo.
Lo cierto es, que “El Delomelanicon”, al igual que “El Necronomicon”, han pasado por libros reales, concretos, cuando en realidad, son una ficción magnífica y necesaria, para dar un contexto razonable a otras lecturas menos inocentes.
Por último, “El Libro de Las Sombras” o “The Book Of Shadows” es un libro esotérico, perteneciente a la tradición Wicca.
Existen 2 clases de “Libros de Las Sombras”:
El primero, y más arraigado en la cultura wicca, es una especie de libelo, o manuscrito, que el iniciado en la religión wicca, deberá llenar con sus propias experiencias, para luego, trasladarlo a sus discípulos, permitiendo así, una continuidad en los errores y aciertos de su práctica esotérica.
Por otro lado, “El Libro de Las Sombras” es un libro que contiene instrucciones, rituales, trabajos esotéricos, y todos los ingredientes de la religión Wicca; y fue recopilado por Gerald Gardner, entre 1940 y 1950.
Cada “Coven”, o “aquelarre”, es decir, grupos de practicantes de magia Wicca, tienen su propio “Libro de Las Sombras” copiado a mano, aunque también existen textos individuales con el mismo nombre, cuyo contenido es general:
Hierbas, hechizos, velas, fechas propicias, astrología, etc.
Si dejásemos de lado la cuestión esotérica, “El Libro de Las Sombras” es un ejercicio bibliográfico muy interesante, ya que todos los practicantes de un grupo, dejan sus notas y observaciones, para que otros puedan aprender de sus errores y aciertos.
En resumen, el libro es un legado, una herramienta para dejar constancia e información para las futuras generaciones de practicantes de la Wicca.
Existe, de hecho, un “Libro de Las Sombras” anterior a la tradición Wicca moderna, y que proviene del más antiguo pasado hindú de la magia práctica.
Este “Libro de Las Sombras”, cuyo nombre inspiró a Gerald Gardner para su recopilación wiccana, es un viejo manual esotérico, que instruye al iniciado en el manejo de las sombras, tanto para efectuar adivinaciones, como para moldearlas y crearlas a gusto.
Poco se sabe sobre este documento, cuyo contenido ciertamente, parece interesante.
Ya en nuestra época, “El Libro de Las Sombras” se ha multiplicado en casi todos los practicantes de la Wicca.
En tiempos pretéritos, cada comunidad Wicca tenía un libro, hoy, en cambio, casi todos los adeptos a la Wicca, tienen su propio “Libro de Las Sombras”, el cual funciona como una especie de bitácora esotérica, un diario donde se deja constancia, no sólo de ritos, rituales, y trabajos mágicos, sino de impresiones de orden emocional, psicológica, y personal.
Los intentos de la Wicca, por conservar su tradición, comienzan a flaquear en sus miembros más jóvenes.
Muchos utilizan formatos digitales para sus “Libros de Las Sombras”, ignorando el propósito original de tal bitácora.
Pensado en una Era Oscura, donde los libros mataban, y los hombres mataban por prohibirlos, “El Libro de Las Sombras” funcionó como un depositario de conocimiento, una reserva de sabiduría, de una fe íntima, privada, y generosa, donde los errores eran valorados, tanto como los aciertos, y las pequeñas mezquindades del saber, quedaban bellamente suprimidas.
“You know, 300 years ago, you'd have been burned at the stake for saying something like that”
The Ninth Gate es una película de suspense, del año 1999, dirigida por Roman Polański, y realizada en coproducción, por compañías de España, Francia, y Estados Unidos.
Protagonizada por Johnny Depp, Lena Olin, Frank Langella, Emmanuelle Seigner, James Russo, Barbara Jefford, José López Rodero, Jack Taylor, Willy Holt, Tony Amoni, Allen Garfield, entre otros.
El guión es de Enrique Urbizu, John Brownjohn y Roman Polański, basados en la novela “El Club Dumas” de Arturo Pérez-Reverte; también llamado “La Sombra de Richelieu”, es una novela de aventuras e intriga, escrita por el autor español en 1993; ambientada en la época en la cual fue escrito el libro.
La acción se desarrolla principalmente, en Madrid, París, Portugal, y Toledo.
En ella, se hace referencia a títulos de la obra de Dumas, como:
“Les Trois Mousquetaires”, “Le Comte de Monte-Cristo”, “La Reine Margot” o “Vingt Ans Après”
Otros libros mencionados son:
“Divina Commedia” y “Scaramouche”
No obstante, por sus características, es evidente que el autor se inspiró en un texto similar llamado “Al Azif” llamado en griego “Necronomicon”, o “Relativo a La Ley de Los Muertos” inventado a su vez por Howard Phillips Lovecraft, en 1922.
El libro, era una especie de guía al mundo de los muertos, compuesta por un poeta y demonólogo árabe yemení, llamado Abdul al-Hazred, hacia el 700 d.C.
Sin embargo, y pese a los insistentes rumores de su verdadera existencia, nadie ha accedido jamás, a un ejemplar completo de esa obra, y los expertos en la obra de Lovecraft, creen que éste, sencillamente, se la inventó.
A lo largo del libro, Lucas Corso tendrá que aclarar, qué relaciones existen entre “Les Trois Mousquetaires” y El Diablo, encontrándose con personajes literarios, como una seductora Milady, un peligroso Rochefort, y la extraña aparición de Irene Adler.
Por su parte, The Ninth Gate está basada en esta novela de Pérez-Reverte, aunque se centra en el tema del libro diabólico.
De inicio, a fines de los 90, el director Roman Polański, recibió un guión de Enrique Urbizu, el cual era una adaptación de la novela “El Club Dumas”, del escritor Arturo Pérez-Reverte.
Al director le gustó tanto el guión de Urbizu, que terminó leyendo la novela, la cual hasta ese momento desconocía por completo.
De inmediato, Polański se mostró bastante interesado en la historia, debido a que presentaba grandes dosis de suspenso, era entretenida, y contenía un puñado de personajes secundarios, bastante interesantes, lo que le otorgaba un potencial comercial innegable.
Sin embargo, la novela de Pérez-Reverte, también poseía una serie de subtramas que se entrelazaban en distintos puntos del relato, siendo la más importante de ellas, una que tiene relación con un manuscrito perdido de Alexandre Dumas, lo que obviamente dificultaba la adaptación del escrito.
Por este motivo, Polański junto a su colaborador habitual, el guionista John Brownjohn, decidieron simplificar el relato, y centrarse en la subtrama que tiene relación con los intentos del protagonista por autentificar una copia de un libro llamado “Las Nueve Puertas del Reino de Las Sombras”
Curiosamente, Polański declaró en su momento, que abordó la realización de The Ninth Gate, con una cierta cantidad de escepticismo, debido a que no cree en lo oculto.
Esto no deja de ser sorprendente, considerando que el director, ya había explorado el tema del satanismo en uno de sus trabajos más celebrados, la magnífica “Rosemary’s Baby” (1968)
La verdad es que, la única pretensión del cineasta, en esta ocasión, era divertirse rodando una película de misterio, en la cual, un libro adquiere un protagonismo inusitado.
Básicamente, el gran mérito de Polański en The Ninth Gate, consiste no solo en imprimirle a la historia, una sensación de amenaza constante, sino que además, el director logra atrapar la atención del espectador, mediante la inserción de mensajes ocultos, villanos impredecibles, aliados poco comunes, y elementos relacionados con el ocultismo, y el género fantástico.
A pesar, o tal vez por causa de su irregular carrera fílmica, Roman Polański es más conocido por los escándalos y tragedias, que parecen seguirlo, que por sus películas, pero no por eso se debe perder de vista que, con el guión correcto, es un formidable director, con un estilo consistente, que no siempre estará a tono con la moda, pero sí con los principios de narrativa que el buen cine debe tener.
Por su parte, Polański se aseguró también de recrear el ambiente arcaico y hermético de este mundo literario, al incluir libros verdaderos, algunos de ellos, reliquias históricas de precios increíbles, durante el rodaje de The Ninth Gate.
Un detalle a tener en cuenta, y admirar.
“There's nothing more reliable than a man whose loyalty can be bought for hard cash”
La historia cuenta el deseo de un coleccionista de libros, que es un demonólogo empedernido, de invocar al Diablo.
Su biblioteca, almacena una inmensidad de títulos referentes al ocultismo, sin embargo, uno en particular, llamado “La Novena Puerta” esconde lo más valioso para un satanista:
El método para hacerlo.
3 copias existen en el mundo de aquel libro:
Uno, en el poder del coleccionista Boris Balkan (Frank Langella) y 2 en Europa.
De estos 3, se sospecha que sólo uno es original.
Balkan necesita saber la naturaleza del suyo, para esto, contrata a un traficante de libros llamado Dean Corso (Johnny Depp) para que viaje Europa, e investigue.
Corso trabaja de forma confidencial, con sumo cuidado, dotado de una sólida cultura, nervios de acero, y pocos escrúpulos.
Su reputación le ha servido para recibir la llamada de Balkan, un apasionado de los textos demoníacos, que quiere encontrar los 2 últimos libros del legendario manual de invocación satánica “De Vmbrarvm Regni Novem Portis” o “Las Nueve Puertas del Reino de Las Sombras”
Ahí va Corso entonces, por encargo, a descifrar si el antiguo manuscrito, atribuible a Dumas, es realmente un original del francés.
Se trata de un capítulo de la saga de “D’Artagnan y Los Mosqueteros del Rey” titulado “Le Vin d’Anjou” o “El Vino de Anjou” aparentemente inédito.
De Nueva York a Toledo, y de París a Sintra, Corso se verá inmerso en un laberinto lleno de peligro, tentaciones, aterradoras sorpresas, violencia, y muertes inesperadas.
Por el camino, toma un 2º encargo:
Comparar el raro ejemplar llamado en latín, “De Vmbrarvm Regni Novem Portis”  con los otros 2 ejemplares conocidos, únicos sobrevivientes del fuego inquisidor, que quemara a Aristide Torchia, su autor e impresor, en 1667.
Se trata de una obra, que supuestamente Torchia imprimió en 1666, en Venecia, “con licencia y privilegio de los superiores”, adaptando texto y grabados originales, de un libro mítico llamado “Delomelanicon”, cuyo origen es endosable a Lucifer en persona.
Dicho acto de arrojo literario, llevó a Torchia a la muerte en la hoguera, pero el italiano se las ingenió, para que 3 ejemplares de “Las Nueve Puertas” se salvaran de las llamas.
Forrado en cuero rústico, y un pentagrama en la portada cómo única referencia, símbolo asociado con las artes negras, y la brujería satánica, “Las Nueve Puertas” es un libro de referencia para invocar al Maligno.
Escrito en latín codificado, conforma una barrera para el no erudito en estos temas, una forma de control de admisión para los seguidores, que realmente deseen convocar al Rey de Los Avernos.
Su atributo más interesante:
9 xilografías a página completa.
Estos grabados, representan la clave, apropiadamente descifrados, que abre “las puertas” para asegurarse la manifestación corpórea del susodicho.
De la misma manera que los personajes de The Ninth Gate, se dirigen inexorablemente hacía el camino del mal, de la misma manera que el capricho y la ambición, les hacen cometer injurias:
Dean Corso, nombrado Lucas en el libro, ha cumplido 45 años, tiene buenos reflejos y paciencia.
Es obstinado, tiene muy buena memoria, y es muy profesional en su trabajo.
Es delgado, cuenta con facciones afiladas y angulosas.
Usa lentes de montura de acero torcido, lleva siempre unos zapatos Oxford sin lustrar, y una bolsa de lona al hombro, donde lleva todo lo necesario para salir de viaje, en busca de alguna rara edición, si la ocasión lo requiere.
Y si puedo agregar, es un placer ver, que el protagonista no es policía, ni ex-policía, ni detective, y que no es viudo, o divorciado, o incomprendido por su pareja.
“The Girl” (Emmanuelle Seigner), Irene Adler en el libro, es una chica misteriosa, que Corso conoce en una reunión con Boris Balkan, quien más tarde se convierte en su compañera de viaje, y amante.
Es una joven de aproximadamente 19 años, muy guapa, y atractiva, de ojos verdes claros, pelo castaño y corto, sin aretes ni collares, ni ningún adorno para el cuerpo.
Pero sin dudarlo, los libros y las bibliotecas, son los verdaderos actores en The Ninth Gate, aunque haya que criticar que los que aparecen como bibliófilos, manipulan los libros de una forma que jamás haría un bibliófilo real...
“Even Hell has its heroes, señor”
Desde el inicio de The Ninth Gate, Polański se encarga de establecer la personalidad del protagonista; bajo su apariencia desgarbada:
Corso es un tipo sin escrúpulos, obstinado, culto, codicioso, y capaz de prácticamente cualquier cosa, por conseguir sus objetivos.
Sin embargo, a medida que avanza su investigación, el protagonista comienza a involucrarse de manera más personal, con el misterio que esconde el siniestro libro que se le ha encargado autentificar, y custodiar.
De esta forma, el director exhibe una marcada preocupación, por establecer las distintas personalidades de cada uno de los personajes que interactúan con el protagonista, en determinados momentos del relato.
Boris Balkan por ejemplo, es descrito como un hombre obsesionado con la mitología concerniente al Diablo, cuyos recursos y conocimiento, lo convierten en un personaje en extremo peligroso.
Liana Telfer (Lena Olin) por su parte, se presenta como una mujer fría y manipuladora, cuyo interés en el libro, solo parece responder al deseo de continuar celebrando fiestas lascivas, en honor a Satán.
El único personaje envuelto en un halo de misterio, durante gran parte de The Ninth Gate, es la chica sin nombre, interpretada por Emmanuelle Seigner, cuya verdadera identidad, y motivaciones, son bastante debatibles, y quedan a libre interpretación del espectador.
La verdad es que, en lo que respecta a la identidad de la chica, durante el transcurso de los años, se han expuesto variadas teorías.
Probablemente, la más aceptada, sea aquella que señala que ella ha sido enviada por el mismísimo Diablo, quien por una razón que se desconoce por completo, ha decidido reclutar a Corso entre sus filas.
Es por este motivo, que la chica no solo protege al protagonista, de los distintos peligros que se van presentando durante su investigación, sino que además, se preocupa de señalarle el camino que lo llevará a cumplir su tan ansiado objetivo.
Sin embargo, existe otra teoría, que resulta igualmente interesante, la cual señala que la chica es un demonio, cuya misión es despertar a Lucifer de su largo letargo terrenal.
En otras palabras, Corso vendría a ser El Diablo, quien se ha quedado atrapado en La Tierra, luego de vivir tantos años entre los humanos, lo que lo ha llevado a olvidarse de su verdadera identidad.
El hecho de que The Ninth Gate presente un final abierto, dificulta aún más, que el espectador se decante por alguna teoría en específico.
Sin embargo, la luz enceguecedora con la que termina The Ninth Gate, bien podría interpretarse como la transformación de Corso en un ser espiritual, lo que refuerza la hipótesis de que él, es el verdadero Señor de Las Tinieblas.
Debo reconocer, que el suspenso en The Ninth Gate se sostuvo de principio a fin.
Puede que me haya topado con una de las piezas más intrigantes de Polański, siendo sin dudas, una película digna de ser vista, no sólo porque tiene una buena historia, y es entretenida, sino además, por la impecable actuación de Johnny Depp.
Lejos, lo más digno de elogiar del reparto.
Aquí nuevamente Polański recurre a Emmanuelle Seigner, su esposa, para interpretar a un misterioso personaje.
El papel que juega Seigner, es fundamental en lo que respecta a la faceta de suspenso.
Es ella quien, de una u otra forma, hace que uno termine sin uñas.
Cuando aparece, desaparece, y en definitiva, la intriga que produce su identidad, y la razón de su presencia son, sin lugar a dudas, lo que provoca esa extraña sensación de desconfianza.
Por otra parte, es notorio como Polański gradualmente le otorga al libro un puesto relevante dentro de la historia.
Y es que no solo la trama se mueve en torno al misterio que encierra “Las Nueve Puertas del Reino de Las Sombras”, sino que además, todas las acciones de los personajes, están directamente influenciadas por la existencia del escrito.
Al mismo tiempo, algunos de los grabados que contiene el libro, van adquiriendo vida a lo largo del metraje.
Por ejemplo, el asesinato del amigo y socio de Corso, se asemeja bastante a una de las ya mencionadas ilustraciones, mientras que la escena en la que el protagonista se salva de morir aplastado por un andamio en las calles de Toledo, tiene directa relación con la interpretación de otro de los simbólicos grabados…
“I have a great deal of Money”
¿Por qué 9 xilografías?
¿Qué misterio arcano encierran los grabados?
Aristide Torchia, el impresor quemado en la hoguera por satánico, fue inteligente en esconder las claves para convocar a Lucifer, dentro de los 9 grabados que componen “Las Nueve Puertas del Reino de Las Sombras”
El número 9, corresponde, según el siguiente cálculo, al número de La Bestia, es decir, el famoso 666, con el que suele asociarse al Demonio en persona.
La numerología clásica nos muestra lo siguiente:
666
6+6+6=18
18
1+8=9
9
Descubrimos entonces, que para los satánicos discípulos del Maligno, siempre según la novela de Pérez-Reverte, el 9 es un número clave y sagrado.
No está claro, el verdadero origen del triple 6 como símbolo distintivo de Satán y sus acólitos.
Muchos lo atribuyen a La Biblia, dentro del Libro de Las Revelaciones.
En un pasaje del Apocalipsis según San Juan, encontramos el siguiente texto:
“Capítulo 13, Versículo 18:
¡Vean quién es sabio!
El que sea inteligente, que interprete la cifra de La Bestia.
Es la cifra de un ser humano, y su cifra es 666”
Más allá de sus costados míticos, el arte de la numerología, distingue al número 9, como el dígito que representa la espiritualidad, y los logros mentales, lo cual no dista de los objetivos que Lucifer dice tener para sus ávidos seguidores.
O eso, al menos, es lo que ofrece la publicidad.
En The Ninth Gate, el libro “De Vmbrarvm Regni Novem Portis”, alrededor del cual gira toda la trama, fue escrito e impreso por Aristide Torchia, en Venecia en el año 1666, y contiene 9 xilografías básicas, y una en la portada del libro, y que viene a ser algo así como una portada de identificación, ya que en la portada externa de cuero, no hay título alguno que identifique la obra, y 9 grabados más, los cuales están numerados del 1 al 9, con textos codificados en latín al pie de página.
De cada uno de los grabados numerados, hay 2 versiones ligeramente diferentes del mismo dibujo, una firmada por el propio Aristide Torchia (AT) y otra firmada por Lucifer (LCF)
Hay que aclarar, que los grabados que aparecen en la novela “El Club Dumas” no son exactamente idénticos a los que se aprecian en The Ninth Gate, éstos últimos están más estilizados.
A continuación, se expone una breve descripción, de cada una de las xilografías que se pueden ver a lo largo que transcurre The Ninth Gate:
Grabado I:
Se trata de un caballero vestido de armadura, y montado a caballo, que se dirige hacia un castillo amurallado con varias torres.
El caballero, con un gesto de la mano, nos invita a hacer silencio.
Al pie de la página se reproduce el siguiente texto en código:
“NEM. PERV.T QVI N.N LEG. CERT.RIT.”
En la novela, cuya decodificación en latín sería:
NEMO PERVENIT QVI NON LEGITIME CERTAVERIT, que significa:
“Nadie que no haya combatido según las reglas lo consigue”; por el contrario, en The Ninth Gate aparece el siguiente texto en código:
“"SI.VM E.T A.V.VM” que decodificado al latín sería:
“SILENTIVM EST AVREUM”, o “El silencio es oro”
Hay 2 versiones de éste mismo primer grabado, uno firmado por AT (Aristide Torchia) y otro firmado por LCF (Lucifer).
En el grabado de AT: El caballero va hacia un castillo con 4 torres.
En el grabado de LCF: El caballero va hacia un castillo con 3 torres.
Grabado II:
Se nos presenta la imagen de un ermitaño con barba, que porta un par de llaves en una de sus manos, disponiéndose a utilizarlas en una puerta de madera con aldaba, que se encuentra cerrada; un perro negro lo acompaña, históricamente se asocia al Diablo con los perros negros, y a sus pies, arde una lámpara.
Por detrás, y sobre la cabeza del ermitaño, flota en el aire, la imagen del número 9 en hebreo.
Al pie del grabado, se reproduce el siguiente texto en código:
“CLAVS. PAT.T.”, cuya decodificación en latín sería:
“CLAVSAE PATENT”, que significa “Abren lo cerrado”
Éste grabado, se relaciona con la carta 9 del Tarot:
El ermitaño.
En el grabado de AT: El ermitaño sostiene las 2 llaves en su mano derecha.
En el grabado de LCF: El ermitaño sostiene las 2 llaves en su mano izquierda.
Grabado III:
Tenemos a un caminante errabundo, que se dirige por una senda hacia un puente abovedado sobre un caudaloso río.
La entrada al puente, está bloqueada por una puerta de madera, que se encuentra cerrada.
En el cielo, por sobre las nubes, un ángel tensa su arco con una flecha certera, apuntando hacia la orilla más cercana.
Al pie del grabado se reproduce el siguiente texto en código:
“VERB. D.SVM C.S.T ARCAN.”, cuya decodificación sería:
“VERBVM DIMISSVM CVSTODIAT ARCANVM”, que significa:
“La palabra perdida guarda el secreto”
Éste grabado, se relaciona con la carta 20 del Tarot:
El juicio.
En el grabado de AT: El ángel tiene una sola flecha, la que está en el arco.
En el grabado de LCF: El ángel tiene 2 flechas, una en el arco, y la otra en el carcaj.
Grabado IV:
Se nos presenta un personaje similar a un bufón, o juglar, que se encuentra frente a un laberinto amurallado.
A sus pies, cerca de él, un trío de dados, nos muestran respectivamente, cada uno los siguientes números:
1, 2 y 3.
La entrada al laberinto está cerrada por una puerta de madera.
Al pie de éste grabado, se reproduce el siguiente texto codificado:
“FOR. N.N OMN. A.QVE.”, cuya decodificación en latín sería:
“FORTVNA NON OMNIBVS AEQVE”, que quiere decir:
“La suerte no es igual para todos”
Éste grabado, se relaciona con la carta sin número del Tarot:
El loco.
En el grabado de AT: El arco de piedra abovedado, en la salida del laberinto, está tapiado.
En el grabado de LCF: La salida del laberinto, el arco de piedra, está abierto.
Grabado V:
Dentro de una habitación cerrada, vemos a un mercader que está contando muchas monedas guardadas dentro de un saco.
Detrás de él, un esqueleto vestido con túnica, La Muerte, observa con atención todos sus movimientos...
El esqueleto lleva en una mano, una horqueta de campesino, similar a un tridente, y en la otra mano, un reloj de arena.
Al pie de ésta lámina se reproduce el siguiente texto en código:
“FR.ST.A.”, cuya decodificación en latín sería:
“FRVSTRA”, que significa:
“En vano”
Éste grabado está relacionado con la carta sin nombre del Tarot:
La muerte.
En el grabado de AT: Las arenas que marcan el tiempo, están comenzando a caer, están en la parte superior del reloj.
En el grabado de LCF: Las arenas ya terminaron de caer.
Grabado VI:
Vemos que del muro de un castillo, y amarrado de una de las almenas, pende boca abajo, un condenado, el cual está colgado de uno de sus pies; sus manos están atadas a la espalda.
En la pared contigua, y por sobre una puerta de madera que está cerrada, se asoma un brazo a través de una ventana, sosteniendo una espada en llamas.
Al pie de éste grabado, vemos el siguiente texto en código:
“DIT.SCO M.R.”, cuya decodificación al latín sería:
“DISTESCO MORI”, que significa:
“Me enriquezco con la muerte”
Éste grabado, está relacionado con la carta 12 del Tarot:
El ahorcado.
En el grabado de AT: El hombre cuelga de la pierna derecha.
En el grabado de LCF: El hombre está colgado de la pierna izquierda.
Grabado VII:
En una habitación cerrada, vemos a un rey barbudo, jugando una partida de ajedrez con un campesino.
El tablero no presenta diferencias de color en sus casillas, es decir, es monocromo.
Al fondo de la habitación, a través de una ventana abierta, se observa La Luna Creciente, y bajo el dintel de la abertura, dentro del recinto, 2 perros: uno negro y otro blanco, que pelean encarnizadamente entre sí.
Al pie del grabado, se reproduce el siguiente texto en código:
“DIS.S P.TI.R M.”, que cuya decodificación en latín sería ésta:
“DISCIPVLVS POTIOR MAGISTRO”, que quiere decir:
“El discípulo supera al maestro”
Éste grabado, se relaciona con la carta 18 del Tarot:
La Luna.
En el grabado de AT: El tablero de ajedrez es todo negro.
En el grabado de LCF: El tablero es todo blanco.
Grabado VIII:
Observamos que en el exterior de una fortaleza, un caballero de armadura, eleva su espada por sobre la cabeza de un hombre, una doncella en el grabado de la novela, que de rodillas, aguarda entre rezos, el momento de su ejecución.
Al fondo del paisaje, se observa la clásica imagen de “La Rueda de La Fortuna” mostrando sus 3 estados de la suerte terrenal, que son:
Progreso, riqueza y ruina.
Al pie, se reproduce el siguiente texto codificado:
“VIC. I.T VIR.”, cuya decodificación en latín, sería algo así como:
“VICTA IACET VIRTVS”, es decir:
“La virtud yace vencida”
Éste grabado, se relaciona con la carta 10 del Tarot:
La Rueda de La Fortuna.
En el grabado de AT: El caballero con armadura, no tiene un halo, o aureola alrededor de su cabeza.
En el grabado de LCF: El caballero sí tiene el halo.
Grabado IX:
Vemos a una mujer desnuda, que sostiene con una de sus manos, un libro abierto.
Está sentada sobre un dragón de 7 cabezas, y por detrás de ella, se puede apreciar un castillo.
Al pie de éste grabado, se reproduce el siguiente texto en código:
“N.NC SC.O TEN.BR. LVX”, cuya decodificación en latín sería:
“NVNC SCIO TENEBRIS LVX”, lo que significa:
“Ahora sé que de las tinieblas viene la luz”
Éste grabado, está relacionado con la carta 11 del Tarot:
La fuerza.
En el grabado de AT: La mujer sentada sobre el dragón, tiene una Luna Creciente ocultando sus genitales.
Su mano derecha se apoya en el lomo del dragón, y el castillo al fondo, está en llamas.
En el grabado de LCF: La mujer tiene sus genitales al descubierto, no hay Luna.
Su mano derecha, señala con el dedo índice al castillo que está al fondo...
Y el castillo mismo, no está en llamas, sino que hay un resplandor en forma de estrella de 8 puntas, saliendo de él.
Como dato, sabían que el ángel con el arco del grabado 3, se parece mucho a los hermanos Pablo y Pedro Cenizo (José López Rodero)
El hombre de rodillas en el grabado 8, se parece a Corso, y el hombre que lo va a golpear, se parece a Balkan, tal y como sucedió en la trama.
En el grabado 6, un hombre cuelga de una pierna, similar a la muerte de Bernie (James Russo)
En el 9° grabado, se ve a una mujer sentada encima de una bestia, es claro que la mujer se parece a la chica que ayuda a Corso, donde también monta algo en las afueras del castillo…
Me llamó la atención las extrañas muertes, o suicidios rituales de cada personaje, en procura de un pacto con El Señor Oscuro.
Y todo, siguiendo las indicaciones de un grimorio, que al final, ninguno tenía la fórmula completa, sino que había que reunir los 3.
Ese grimorio, que ahí se mencionaba, “El Delomelanicon”, es una clara alusión al Necronomicon.
Pero el nombre tiene otro significado, y es este:
“Delos” o “invocar”, “mela” u “oscuro” y “nikon” o “victoria”, o sea, “Invocación A La Victoriosa Oscuridad”
Fíjate también, la rivalidad entre miembros de distintas logias, por hacerse de ese tratado, estando dispuestos a robar y matar para conseguirlo, al precio que sea necesario.
Y también, es de notar, la alusión a los ritos sexuales tántricos, siendo que en la cópula del protagonista con la dama Lucifer, es que logra arribar a la luz luciferina, tras las 9 puertas, habiendo fracasado los demás.
Esto me da la pauta, que mismo en las logias, solo unos pocos arriban a la verdad de lo que se maneja.
El hecho que Lucifer allí, sea mujer y no hombre, también remueve un poco el esquema tradicional.
La banda sonora de The Ninth Gate fue compuesta por Wojciech Kilar, quien es habitual en los filmes del director.
“It's an impressive collection.
You have some very rare editions here.
Are you sure you want to sell them all?”
The Ninth Gate es una nueva aproximación, hacia el lado demoniaco de la sociedad humana, y sus cultos y sociedades secretas.
Un libro – objeto, que parece inofensivo, ha sufrido de la prohibición y la censura, prácticamente desde su invención, que en distintas épocas fueron el mismísimo diablo, prohibidos por ser capaces de alterar el orden social, y perturbar a las buenas conciencias.
Afortunadamente, ninguna censura ha podido con ellos...
Algunos libros son prohibidos, más por su carácter innovador, que por su contenido ofensivo; pero la peor prohibición, es aquella que ejerce el propio libro.
Nos explicamos.
Hay manuscritos, cuyo contenido, cuestionable o no, parecen dirigirlos hacia adelante, ignorando alegremente a sus contemporáneos, y por tanto, velados para ellos.
La idea es escribir sobre estos libros malditos, algunos imaginarios, y otros no, simplemente, para ejercitar nuestra capacidad de gozar, o al menos la mía.
Se deja en claro, que el satanismo moderno tiene raíces antiguas, medievales mínimamente, al retrotraer el libro a Torchia, con que sale el tema ya conocido, que La Inquisición ocultó muchos de esos libros, probablemente, para tener en secreto, el monopolio de esos conocimientos ocultos.
El peligro de las obsesiones, en este caso los libros, y esa eterna inquietud del ser humano, por penetrar todo lo que esté más allá de su comprensión, y como una metáfora, esa ansia de poder del ser humano, que lo lleva a acabar con las vidas de los demás y la suya.

“My latest work:
“The Devil: History and Myth”, a kind of biography.
It will be published early next year”



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