A Nightmare On Elm Street

“Sleep Kills”

Hasta cerca del siglo XVIII, las pesadillas eran a menudo, consideradas obras de monstruos, los cuales se creía, que se sentaban sobre el pecho de los durmientes, oprimiéndolo con su peso, lo que originó el nombre de “pesadilla” nombre derivado de “peso”
Varias formas de magia y posesión espiritual, también se consideraban causas.
En la Europa del siglo XIX, y hasta bien entrado el siglo XX, se creía que las pesadillas eran causadas por problemas digestivos.
Actualmente, se sabe que las pesadillas son provocadas por causas fisiológicas, tales como fiebre elevada, o por causas psicológicas, tales como un trauma psíquico inusual, o estrés en la vida del durmiente.
Los movimientos corporales ocasionales en las pesadillas, pueden servir para despertar al durmiente, ayudando a evitar la sensación de miedo, que es uno de los componentes de las pesadillas.
Generalmente, cuando el individuo despierta, tras haber tenido una pesadilla, no vuelve a experimentarla al dormirse nuevamente.
Perdonen si sueno retro, pero el cine de terror de los 80, fue lo mejor que le ha pasado al cine.
En este contexto, algunos nombres me vienen a la mente, y son hoy en día directores de culto:
John Carpenter, Tobe Hooper y Wes Craven.
Todos ellos, tienen varias películas que son el deleite de más de un fanático del género, y han sido inspiración de la gran mayoría de los directores de hoy en día.
Dentro del subgénero “slasher”, creo yo que todos admiramos, a estos grandes villanos que hemos tenido el placer de ver en la pantalla grande:
Leatherface, Jason, Mike Myers, y claro, el más groso de todos:
Freddy Krueger.
Frederick Charles Krueger, es el personaje principal de la saga de películas de terror “A Nightmare On Elm Street”, creado por Wes Craven, y ha sido interpretado por Robert Englund en todas las películas hasta el 2003, así como en una serie de televisión; y por Jackie Earle Haley, en la película de 2010.
El personaje ocupa el puesto #40, en la lista “AFI's 100 Years... 100 Heroes and Villains”, una lista de los 50 héroes y bandidos, más grandes de las películas, elegidos por The American Film Institute, en junio del 2003.
A Nightmare On Elm Street cuenta con 6 secuelas, 1 revisitación del personaje, 1 documental, y un remake; así como videojuegos, y una serie de TV con su personaje.
La saga dio a conocer algunos actores, hoy estrellas del cine, como:
Johnny Depp, Laurence Fishburne, Patricia Arquette, y porque no, al mismo Robert Englund.
Sin embargo, otros no tuvieron la misma suerte:
Heather Langenkamp, John Saxon, Tuesday knight, Lisa Wilcox, Miko Hughes; y sus carreras tomaron rumbos diferentes, algunos inclusive, alejándose de la actuación; o han participado en numerosos films y series de TV, pero ninguno de relevante éxito.
Según Wes Craven, el personaje Freddy Krueger, estuvo inspirado en 3 artículos que leyó en el periódico Los Angeles Times.
En dichos artículos, se narraban cómo unas personas que vivían en el sudeste de Asia, murieron mientras tenían unas pesadillas.
Una de las víctimas, era el hijo de un ingeniero, que se rehusaba a dormir debido a las pesadillas que tenía.
Su familia estaba preocupada, ya que había estado varios días sin dormir, hasta que una noche, se quedó dormido, y lo acostaron en su habitación.
Sin embargo, en medio de la noche, lo oyeron gritar, y al entrar en su habitación, lo encontraron muerto.
Según Craven:
“Se realizó una autopsia, y descubrieron que no sufrió un ataque al corazón; había muerto, simplemente por razones inexplicables.
Encontraron en su armario, una máquina para hacer café, llena de café caliente que había utilizado para mantenerse despierto, y encontraron además, todas las pastillas para dormir, que pensaron se había tomado; él las había escupido, y las escondió.
Me pareció una historia tan increíblemente dramática, que estuve intrigado por ella durante un año, por lo menos, hasta que finalmente decidí escribir algo sobre este tipo de situación”
Las autoridades médicas, llamaron al fenómeno como “El Síndrome de La Muerte Asiática”
Ésta afectación, sólo la padecieron hombres, de edades comprendidas entre los 19 y los 57 años, y se cree, que terminó siendo un síndrome de muerte súbita inexplicable.
Según el relato de Wes Craven, sus propias experiencias adolescentes, propiciaron a conducir a la designación el nombre del personaje principal, “Freddy Krueger”
De joven, el director siempre fue objeto de burlas en su colegio, por un niño llamado Fred Krueger, de allí el apócope extendido del personaje.
Craven sostuvo en una entrevista, que el origen de Freddy Krueger, está también basado en algo que ocurrió cuando era un niño:
“Una noche, mientras estaba en su habitación, vio a través de la ventana, a un hombre ebrio que caminaba por la calle.
El hombre lo miró directamente a los ojos, y Craven se escondió.
Tras estar escondido en su cama, volvió a asomarse por la ventana, y descubrió que el hombre seguía en el mismo lugar.
Craven le contó a su hermano mayor, y cuando él bajó las escaleras para examinar, no había nadie en la calle”
Según el director:
“La idea de un adulto, que era aterrador y disfrutaba asustando a un niño, fue el origen de Freddy”
Inicialmente, Freddy Krueger estaba destinado a ser un personaje abusador de menores, pero Craven finalmente decidió caracterizarlo, como un asesino de niños, debido a que en la época de producción del filme, se suscitaron una serie de casos de abuso sexual ocurridos en California, muy publicitados a nivel masivo, que conmocionaron a la localidad, y que en cierta medida, podrían terminar polemizando sobre el propósito verdadero de la trama de A Nightmare On Elm Street.
En cuanto a la apariencia física del personaje, el sweater que Freddy Krueger utiliza en las películas, está basado en el personaje de la historieta “Plastic Man” de la editorial DC Comics.
La idea del guante del personaje, está basado en el temor inconsciente que tienen los humanos a los depredadores, y las cuchillas de Krueger, representan las garras, dientes, y cuernos de esos animales.
El color del suéter de Freddy, por su parte, surgió tras leer la revista Scientific American, en 1982, donde se señalaba, que los colores que más chocan a la retina humana, eran el verde y el rojo.
Y es que Freddy supera a todos estos villanos del cine, simplemente porque él tiene una gran ventaja:
Él opera en los sueños, entonces las reglas del juego no son las mismas.
Freddy tiene el control en todo momento, y como es consciente que tiene todas para ganar, él disfruta muchísimo lo que sería “la previa al asesinato”
Su origen se remonta, durante la navidad de inicios de la década del 40, donde una joven monja, llamada María Helena, conocida como Amanda Krueger antes de entrar a la orden, fue encerrada accidentalmente, en la división de criminales dementes del hospital psiquiátrico “Westin Hills”
Durante días, fue violada y torturada por los 100 pacientes allí confinados.
Días más tarde, fue encontrada apenas con vida, y embarazada.
Meses después, Frederick Charles Krueger nació, y fue dado en adopción.
Freddy fue puesto en adopción al Sr. Underwood, un alcohólico abusivo, quien lo maltrataba en sus primeros días.
Al paso del tiempo, Freddy comenzó a mostrar un comportamiento psicopático, matando animales pequeños.
A menudo, era ridiculizado por sus compañeros, quienes lo llamaban “Hijo de 100 Maníacos”
En la etapa final de su adolescencia, Freddy empezó a disfrutar de los golpes y dolores asociándolos con el placer.
También, aprendió “el secreto del dolor” desde su propia mutilación, hasta cuando mata a su padre adoptivo.
Una vez adulto, Freddy Krueger se casó con una mujer llamada Loretta, con quien tuvo una hija, Kathryn.
La familia Krueger vivió en la casa de la infancia de Fred, en Elm Street 1428.
Kathryn era aún una niña, cuando los niños del vecindario empezaron a desaparecer, y ser encontrados muertos.
Poco después, Loretta se dio cuenta, que en el sótano de la casa, Freddy tenía un cuarto secreto, donde guardaba diferentes herramientas de tortura, recortes de diarios, versiones de sus famosos guantes, entre otras cosas.
Aunque le promete que “no le dirá nada a nadie”, Loretta es asesinada por Freddy enfrente de su hija.
Freddy trabajó en la central eléctrica local, y en la caldera de la central, Freddy había capturado a más de 20 niños del vecindario, y los había asesinado. La policía no pudo resolver el caso, mientras los periódicos lo apodaron:
“El Acuchillador de Springwood”
En 1966, Freddy fue arrestado por los asesinatos de los niños perdidos.
Kathryn fue puesta en cuidado adoptivo, y luego fue adoptada.
Debido a que la orden de allanamiento no fue firmada correctamente, todas las evidencias se descartaron, siendo Freddy liberado en 1968.
Después del juicio de Freddy, Amanda Krueger, su madre, se ahorcó en la misma torre donde fue violada.
Esa misma noche, los padres del vecindario, decidieron tomar la justicia por sus propias manos; siguieron a Krueger hasta su cuarto de calderas, hicieron un camino de gasolina hasta la entrada, y lo quemaron vivo.
Se cuenta que mientras las llamas se apoderaban de la caldera, Freddy fue llamado por 3 demonios del sueño.
Estos demonios, vagaban por La Tierra buscando un alma cruel y sanguinaria, para convertir los sueños en realidad.
Freddy aceptó su oferta para ser “eterno”
Los restos de Freddy fueron llevados al cementerio de autos Penny Brothers, y encerrado en el maletero de un viejo Cadillac rojo.
Kathryn fue adoptada por la familia Burroughs, llevada fuera de Springwood, y sus registros se borraron.
Pero 13 años después, Krueger se convirtió en una leyenda urbana.
Los padres de Elm Street, recordaban en silencio los eventos de la década anterior, mientras sus hijos ya eran adolescentes.
A finales de 1981, los adolescentes de Springwood, específicamente, aquellos cuyos padres tomaron parte en el asesinato de Krueger, empezaron nuevamente a morir, pero esta vez, de una manera peculiar, mientras dormían.
A menudo, los padres ignoraban o rechazaban las historias de sus hijos, quienes decían haber visto a un hombre llamado Fred, que estaba atormentándolos en sus sueños.
Mientras la víctima dormía, Krueger podía invadir, y tomar el control de sus sueños, llevándolos hasta la muerte.
Cualquier daño que sea realizado en sus sueños, persistía en el mundo real, permitiéndole así, cometer múltiples asesinatos.
A menudo, Freddy jugaba con sus víctimas, cambiando de forma, y apareciendo de imprevisto, a menudo, en la misma fábrica donde fue quemado.
Sus poderes aumentaban, a medida que más personas creían en su existencia.
En la cima de sus poderes, podía causar grandes daños en el mundo real.
Al asesinar a sus víctimas, las almas de los adolescentes eran absorbidas en el cuerpo de Krueger, adquiriendo más poder.
Después de una década asesinando a los adolescentes de Springwood en sus sueños, la ciudad quedó desierta.
Los recuerdos que quedaban eran de los adultos, muchos de los cuales, habían enloquecido después de la muerte de sus hijos.
Cuando ya nadie queda para matar, Freddy busca fuera de Springwood, esperando continuar con sus asesinatos en otra ciudad.
Sin embargo, dado que Krueger no puede salir de los límites de Springwood, decide utilizar a su desconocida hija Kathryn.
Krueger usa lo que le queda de sus poderes sobrenaturales, para capturar a Kathryn, quien ahora es una adulta, de nombre Maggie Burroughs, y trabaja como consejera en problemas de adolescentes en otra ciudad.
Desde la muerte de su madre, Kathryn fue criada por padres adoptivos, que habían borrado todos los horribles recuerdos de su niñez.
Después de capturar a Maggie, Freddy intenta convencerla, para que lo ayude con sus planes.
Sin embargo, ella se rehúsa, y planea con su compañero Doc, un psiquiatra del sueño, la destrucción definitiva de Freddy.
Después de sacarlo de sus sueños hacia la realidad, Maggie tira una bomba al pecho de Krueger, matándolo, y liberando a los demonios del sueño, que le habían dado el poder.
Este personaje, apareció por primera vez, en la película A Nightmare On Elm Street (1984) de Wes Craven; donde Freddy surge en las pesadillas de los niños y adolescentes de Elm Street para asesinarlos, ya que los actos cometidos tienen repercusión en la vida real.
Su apariencia física es muy característica:
Un rostro desfigurado, un sombrero ajado, un jersey de rayas verdes y rojas, y un guante de cuchillas elaborado por él.
En las películas, el villano demuestra tener un grotesco sentido del humor.
Su aparición suele ir acompañada de un cántico que emiten unas niñas mientras saltan la cuerda.
Así las cosas, Freddy Krueger trajo a la pantalla grande, muchos de nuestros temores de infancia:
Miedo a la oscuridad, miedo a dormir, miedo a las pesadillas mismas.
Todo esto se unificó, y de allí partió Freddy Krueger, que acosa en los sueños, que puede lastimar en ellos, y ante esta situación, el espectador se siente impotente.
“Whatever you do, don't fall asleep... or you'll meet the terrifying Freddy”
A Nightmare On Elm Street es una película de terror estadounidense del año 1984, dirigida y escrita por Wes Craven.
Protagonizada por Heather Langenkamp, Robert Englund, Johnny Depp, John Saxon, Charles Fleischer, Nick Corri, Amanda Wyss, Ronee Blakley, entre otros.
Como curiosidad decir que, A Nightmare On Elm Street, representa el primer papel cinematográfico del entonces novel actor, Johnny Depp.
A Nightmare On Elm Street fue un éxito de crítica, revitalizando el género “slasher” muy desgastado en la época, y uno de los “sleeper hits” de 1984.
Recaudó casi $26 millones, con un coste de producción inferior a $2 millones, y salvó con ello a su productora, New Line Cinema, de la quiebra.
Y es que A Nightmare On Elm Street, estuvo a punto de no ser terminada, pues a mitad de rodaje, la New Line Cinema, perdió a su compañía de distribución.
Inmediatamente, eso suponía, no poder pagar el sueldo al reparto y al equipo técnico de 2 semanas enteras de filmación, hasta que encontraran a otra compañía distribuidora.
Al final, la propia New Line se encargó de ello, y durante este tiempo de incertidumbre, no perdieron ni un solo miembro del equipo.
Su enorme rentabilidad, se tradujo en una larga franquicia de secuelas, igualmente taquilleras, que encumbraron a Freddy Krueger, como un símbolo de la década.
Pero a diferencia de las subsecuentes entregas, que potenciaban el humor negro del personaje, en A Nightmare On Elm Street, Krueger sin perder la vena humorística, mantiene la seriedad de un asesino implacable y peligroso, que disfruta haciendo sufrir a sus víctimas.
Ello dotó A Nightmare On Elm Street, de una sensación de angustia notable.
La historia gira entorno de unos adolescentes perdidos en sus sueños, asaltados por una figura depredadora, que somatiza oníricamente, un mundo real de padres ausentes, madres fracturadas, y adultos incapaces, por cuyos pecados pagan ahora sus hijos.
Así, la adolescente Nancy Thompson (Heather Langenkamp) empieza a tener unas extrañas pesadillas, en las que un tipo con la cara quemada, jersey a rayas, y unas garras metálicas, la persigue para matarla.
Nancy no tarda en enterarse, de que sus amigos:
Tina Grey (Amanda Wyss) y Glen Lantz (Johnny Depp), también han tenido pesadillas similares, y al poco tiempo, Tina muere, prácticamente destripada, culpándose sin más, al novio de esta, Rod Lane (Jsu García aka Nick Corri)
Por lo que Nancy empieza a ingeniárselas, para enfrentarse a Freddy Krueger (Robert Englund), el ser de sus pesadillas, y destruirlo.
Acá se presenta el gran dilema:
¿Cómo matar a Freddy, cuando él aparece en los sueños?
Resulta que hicieron unos cuantos finales para A Nightmare On Elm Street:
En el cierre original, Nancy niega la existencia de Freddy Krueger; al dejar de creer en él; pues Freddy no tiene razón para existir.
Buen final, pero considerando que se venía la franquicia, no podía terminar “bien” y optan por el cierre que ya todos conocemos.
De hecho, Wes Craven no quedó contento con ese desenlace, donde Krueger desaparece de manera provisoria, aparentemente derrotado, sugiriendo que todo lo que se vio fue un sueño de Nancy, para que los espectadores descubrieran, que lo que estuvieron viendo, había sido “un sueño dentro de otro sueño”
Craven nunca quiso que A Nightmare On Elm Street se convirtiera en una franquicia, como finalmente fue.
Por ésta razón, el realizador se apartó de la dirección de la secuela, estrenada en 1985.
El punto de partida en A Nightmare On Elm Street es insuperable:
La posibilidad de penetrar en los sueños de otras personas, ofrece todo tipo de variables, desde el erotismo al terror, o la fascinante idea de matar dentro del sueño.
“It's only a nightmare!”
Cabe decir, que la pesadilla es una parasomnia, relacionada con Los Movimientos Oculares Rápidos (MOR) o “Rapid Eye Movement” (REM), donde la persona que duerme, tiene un sueño caracterizado por el miedo y la ansiedad, que puede llegar a despertarle.
Las pesadillas llegan a ser consideradas, un trastorno del sueño, cuando por su frecuencia e intensidad, interfieren con la actividad cotidiana de la persona.
Las pesadillas tienen lugar, durante períodos de sueño con movimientos oculares rápidos.
Durante esta fase, el sujeto permanece inmóvil mientras duerme.
Son más frecuentes en la 2ª mitad de la noche; también, puede presentarse en la fase II del sueño.
En este caso es posible que se acompañen de movimientos mioclónicos.
No deben confundirse las pesadillas, con Los Terrores Nocturnos que aparecen en las fases III y IV del sueño.
Las pesadillas son más frecuentes, entre los 4 y 12 años, y suelen disminuir según avanza la edad.
En ocasiones, puede presentarse acompañadas de sensación de opresión en el pecho, y dificultad para respirar.
El cine, por naturaleza, tiene un extraordinario parentesco con el mundo de los sueños, y por tanto, el material que maneja la primera, y mejor de las películas que tienen a Freddy Krueger de brutal antagonista de adolescentes, resulta en principio, y solo en principio, como han demostrado casi todas las penosas secuelas, adecuado para confeccionar una inquietante ficción.
Wes Craven demostró algo de talento con A Nightmare On Elm Street, de la que es guionista y director, al lograr que el sueño, el cansancio, posean una indudable carga de peligro para sus protagonistas, que deben esforzarse en mantenerse despiertos, o vigilándose los unos a los otros.
Si bien hoy puede parecer algo trillado, hay que retraerse a 1984, y entender la fuerza que podía llegar a tener, una cinta donde un hombre asesinado por un grupo de padres, vuelve a vengarse de sus hijos, mediante sus sueños, lugar donde nadie lo puede contraatacar.
Como premisa es genial, siempre y cuando tengamos en cuenta, que se trata de una película de terror, y que dentro de ese contexto, vale todo.
Desde su estreno inicial, la crítica ha elogiado A Nightmare On Elm Street, en su habilidad por presentar la ruptura de “las fronteras entre lo que es imaginario, y lo que es real”, jugando así, con las percepciones de la audiencia.
Algunos historiadores de cine, interpretan éste tema principal, como un subtexto social, que hace referencia a “las luchas que los adolescentes tienen en la sociedad estadounidense”
“There was this guy who had knives for fingers”
Esta primera parte de la saga de Freddy, es la más seria, el puntapié inicial.
Freddy aun no era un “showman” como en las posteriores, y ese fue luego, el gran acierto de Craven.
El personaje “malo” había comprado al público, y Craven decidió otorgarle el mayor protagonismo, dotándolo de una personalidad abrumadora, casi de un cómico de “stand ups”
En esta primera parte, todo eso no está; Freddy es un asesino despiadado, malo, y sin otro objetivo, que matar a sus víctimas:
No tiene ganas de hacer reír a nadie.
Nancy Thompson, la hija de la familia que se muda a la vieja casa de Krueger, fue la primera en conocer el pasado de Krueger, la primera en derrotarlo, y la única superviviente de su grupo de amigos; que logra derrotar a Freddy, haciendo que desaparezca… por el momento.
Como dato, A Nightmare On Elm Street, ya mostraba a un joven y talentoso Johnny Depp, un desconocido al momento de ser elegido para actuar en su papel de Glen.
En realidad, Depp fue visto por los responsables de la audición, cuando sólo fue a acompañar a su amigo, el también actor, Jackie Earle Haley, que curiosamente, terminó haciendo de Freddy Krueger, en el remake estrenado en 2010.
Un protagónico increíble con Heather Langenkamp, además del veterano John Saxon; y un Robert Englund, que lograba interpretar a un ser tremendamente sádico, y que inspiraba miedo en cada una de sus apariciones.
Freddy es una criatura viscosa, lúbrica, como se ve en la escena de la lengua en el teléfono, la mano en la entrepierna durante un baño, con todo lo freudiano que esto se quiera, como ritos de madurez, pérdida de la inocencia, etc.
Es probable, que sin Robert Englund, Freddy Krueger no hubiera sido lo que es.


No obstante, este primer film de la franquicia, tuvo serios problemas de financiación, que se solucionaron con creatividad:
El maquillador, no sabía cuál iba a ser el aspecto real del personaje, cuando comiendo una pizza pensó que así sería la cara de Freddy, como una pizza.
El maquillador dibujó una “cara” con la pizza, y se la llevó a su casa como “modelo de inspiración”
Un dato importante, es que en A Nightmare On Elm Street, nunca llaman Freddy de esa manera, como es conocido, sino que lo llaman solamente como “Fred”
La ambientación es fabulosa, la atmosfera de terror se respira en cada una de las secuencias:
Freddy persiguiendo a una de sus víctimas, con unos brazos extraordinariamente largos y deformes, o cercenándose jocosamente un dedo, del que fluye un líquido verdoso, que certifica que no es humano.
La representación física de su mundo de metal, oxido, y vapores; un coche descapotable, cuya capota al cerrarse sobre los integrantes del automóvil, revela su pertenencia, al mundo de Freddy, al mostrar las características rayas de su jersey pintadas sobre la superficie de la misma; etc.
Esas son algunas de las imágenes que revelan que, en Craven, hay alguien con algo de tacto para el terror fantástico.
Escenas destacables:
La muerte de Tina volando por los techos, la de la bañera, el “suicidio”' en la comisaria, la muerte de Glenn, épica; y el final.
Sin embargo, hay fallos:
En la escena en que Nancy acude a la cárcel, para intentar salvar la vida de su amigo, sospechaba que esa noche, Fred acudiría también a la cárcel; y le pide a su novio que no se duerma, y la despierte si Fred la ataca en sueños.
Pues nada más caer en sueño, y salir de su casa, ve también a su novio al fondo de la calle…
¿O la protagonista es un poco corta, o es que no se da cuenta, de que Glen también se acaba de dormir?
Curiosamente, la escena de la persecución de Nancy, fue dirigida por Sean S. Cunningham, el director de “Friday The 13th” (1980), que sin embargo, no aparece acreditado por su labor.
Cuesta sacar el fanatismo de lado, pero más allá de algún que otro error sin mayor importancia, creo que A Nightmare On Elm Street es por lejos, uno de los mejores comienzos de sagas emblemáticas del terror.
Su concepto, los FX, como Fred traspasando los barrotes de la cárcel; toda la creatividad que tiene puesta encima A Nightmare On Elm Street, el trabajo minucioso de los detalles, la música, la fotografía, la creación de ambientes…
Wes Craven supo llevar la propia irreverencia de las pesadillas y el terror que contienen, a la pantalla grande.
Curioso:
John F. Kennedy, fue asesinado mientras pasaba por La Calle Elm...
Viendo A Nightmare On Elm Street, descubro que Fred, además de dicha calle, comparte algunas de sus iniciales:
F.K. = Freddy Krueger.
A Nightmare On Elm Street es la única, de toda la saga, sin contar la 7ª, que no dan a conocer el nombre del pueblo, que es Springwood.
De hecho, muchos críticos y admiradores de la saga, se preguntaban porque se llamaba A Nightmare On Elm Street, si en ningún momento se menciono tal nombre de calle; y otra de las dudas era, saber cuál era la ciudad o pueblo en el que se desarrollaba la trama, puesto que tampoco se menciona la palabra Springwood, vaya descuido de guión por parte del maestro Wes Craven.
Como dato, cuando Nancy está durmiendo en casa de Tina, en la pared encima de la cama, donde aparece Freddy, pues hay colocada una máscara del hockey de “Jason Voorhees”
Dicha escena se hizo con “spandex”, el mismo material que se utilizó para la escena en donde Freddy salía de debajo de la cama.
La banda sonora es un clásico, Charles Bernstein fue el responsable, y recibió buena críticas respecto a su labor.
Bernstein se abstiene de las orquestas musicales tradicionales, y emplea sintetizadores y varios efectos sonoros, para transmitir al espectador, el horror de las pesadillas suburbanas, ideadas por Wes Craven.
“You want to know who Fred Krueger was?
He was a filthy child murder who killed at least twenty kids in the neighborhood.
Kids we all knew”
A Nightmare On Elm Street, ha dado lugar a varias interpretaciones acerca de su particular trama.
Una de ellas, es acerca de la pérdida de la inocencia:
Freddy Krueger ataca exclusivamente a adolescentes, y sus acciones han sido interpretadas, como un símbolo de sus experiencias, a menudo seguramente traumáticas, de su adolescencia.
Principalmente, lo original de la propuesta, reside en que las acciones de Freddy en su submundo de pesadilla, tienen su efecto en el mundo real, y además, como demuestran algunas de las brutales acciones del asesino, pueden llegar a ser vistas por personas ajenas a los acontecimientos, como por ejemplo:
La madre de Glen contemplando, como de la cama de su hijo, brota un surrealista chorro de sangre, que tiñe la habitación del muchacho.
Por otro lado, la joven protagonista, descubre que ese factor tiene su reverso, y proponiéndoselo, logra quitar el característico sombrero a Krueger, y llevárselo a la realidad, como constatación física, de que a través de ese cruce de caminos, entre sueño y realidad, puede ingeniárselas para intentar acabar con el engendro.
Coherentemente en relación a esta premisa, los personajes mueren en la cama donde descansan, pues, principalmente, es el espacio en el que los seres humanos se abandonan al sueño.
Mientras que el padre, el teniente Donald Thompson (John Saxon), es un perfecto representante del “superyó” ya que es policía, se ocupa de que los demás hagan lo que marca la ley.
La madre es una adicta al llamado instintivo que le impone un deseo de amplio espectro, pues es quizás, más alcohólica que promiscua, sin dejar de ser ultra protectora con respecto a su hija Nancy.
En realidad, A Nightmare On Elm Street tiene una brillante, perfecta, también resolución psicoanalítica, como si su autor, Wes Craven, fuera el experto, sin duda lo es, que viste a la obra, con un traje freudiano al modo de los 80.
A Nightmare On Elm Street, en su devenir fabulador, recoge fundamentalmente los terrores de Nancy, que se acoplan bien, a la estructura sexual de las recién llegadas a la adolescencia, al deseo, y su castigo, el castigo al deseo, a lo que se desea, y a lo que vagamente se desea; y su fijación al objeto fálico.
Por ejemplo:
El guante coronado de cuchillas de Freddy, surgiendo de entre las piernas de Nancy, desde el fondo de la bañera, radiografía lo que desea y teme Nancy, y el difuso pero cierto peligro que supone desear eso, pues la psique de Nancy contiene el “superyó paterno radical” y el “ello materno también radical”, como he apuntado antes.
Es un temor, el surgido en la bañera, que ya no existe al final de A Nightmare On Elm Street, cuando la efervescencia del terror a lo que desea, típico de la púber virginal, ha dado un paso adelante, consistente en extirpar de ella a la rival, la madre, para dirigir su atención edípica a un padre/ superyó, su verdadero padre, cuando ya ha vencido total y absolutamente a Freddy, que desaparece, se descompone, se esfuma, cuando Nancy le explica impasible:
“Eres solo una parte de mi sueño”
En los films de terror, los muertos reviven, por definición; pero semejante fantasía proviene, previamente deformada, de una estructura psicológica mucho más solvente:
Que la culpa por algo cometido, se libra de su guardián, la censura, para reaparecer, revivir, instalada a nivel de la conciencia, el retorno de lo reprimido.
Es decir, que la culpa asesina a su guardián, el censor que la mantenía inoperante, y desde ese momento, se ocupa de hostigar, disfrazado de subterfugio, los muertos reviven; la cordura de su amo.
El muerto que revive es a menudo, la culpa que vuelve a la vida, al desembarazarse de su censor.
Lo que persigue a Nancy, son sus propios fantasmas procedentes de una lucha a muerte entre el “superyó paterno”, y el insaciable “ello materno”
La psique de Nancy es el teatro, y el campo de batalla de esas 2 fuerzas difíciles de conciliar.
Por eso, el hecho de que Freddy deje de ser soñado, significa que la introyección/proyección de la madre, pero también del padre, ha dejado de pulsar la ejecutoria psicológica de Nancy, que por cierto, podría ser tenida por una típica histérica freudiana, y que termina curada, cuando le dice a su fantasma rarofálico:
“Hasta aquí”
Los valores más perdurables de A Nightmare On Elm Street, tiene que ver con su elegante, sumisión a la lógica de los cuentos, narraciones llenas de reglas que en realidad nadie conoce, y por eso es tan fácil saltárselas, y quedar atrapado, y con la sutil, sorprendentemente sutil viniendo de un director como Craven, manera de explicar visualmente, la imposibilidad de adivinar:
Cuando se está fuera o dentro del sueño en el relato; y eso lo vemos al final:
Una tétrica cancioncilla infantil, es cantada por un trío de niñas que juegan a la cuerda, están vestidas claramente de otra época, y la imagen tiene ese desvaimiento, que en el cine indica sueños, o recuerdos.
Sin solución de continuidad, la cámara las recoge en una suave panorámica de izquierda a derecha, sin que advirtamos corte alguno, la luz se hace natural, los contornos adquieren definición, y el cuarteto de adolescentes protagonistas, con “look” actual, entra en cuadro mientras la cancioncilla va alejándose en la banda sonora sustituida por su cháchara inane.
De inmediato, el espectador comprende que está en la “realidad”, pero lo cierto es que, cinematográficamente, no ha habido ruptura:
Esos 2 espacios, el del sueño, desvaído; y el de lo real, naturalista, han compartido el mismo plano.
A partir de aquí, la ambigüedad es la dueña de la percepción.
Con análoga inteligencia, Craven cierra A Nightmare On Elm Street a modo circular, no confrontando la irrealidad, el sueño, con la realidad, sino haciéndolo una continuación de la otra.
Las niñas reaparecen, el efecto desvaído reaparece, pero esta vez, la transición si nos pone en guardia, aquello es demasiado real, es más real que lo real.
Cuando la capota del coche “fifties” de Johnny Depp se alce, y veamos los distintivos colores rojo y verde de Freddy, solo será la confirmación de lo ya sabido:
El sueño permanece.
¿O tal vez ha permanecido siempre?
¿Toda A Nightmare On Elm Street, era un sueño era de la madre, o de la hija?
Lástima que a la productora, no se le ocurra otra cosa, que meter un grosero susto final, feo remedo de “Carrie” (1976), que no viene más que a subrayar lo expuesto antes, lo del “ello materno” de manera mucho más eficiente.
Así las cosas, A Nightmare On Elm Street surgió en un momento, en el que el “Psycho Killer” agotaba sus escenarios habituales, y demandaba otros espacios, con el fin de repartir hachazos o cuchilladas, sin que pareciera que eran una copia de otros asesinos de otras cintas; pues bien, en 1984, A Nightmare On Elm Street, resuelve el problema.
Incapaz de soportarse a sí misma, la mala conciencia de EEUU se tapa la cara, asustada.
Quiere deshumanizarse por completo, entrando de lleno en el reino de la ironía posmoderna, y el humor adolescente.
Dos aspectos de un mismo paradigma:
El “Psycho Killer” se mitologiza, se transforma en símbolo y alegoría del mal metafísico, e incluso diabólico; de un nuevo mal, quizás, inhumano, mecanizado, imparable, automático…
Pero también, y por ello mismo, alejado de nosotros, cosificado por el cine, como el psicópata cosifica a su víctima, para hacer con ella lo que quiere, sin sentirse identificado con la misma.

“One, two, Freddy's coming for you.
Three, four, better lock your door.
Five, six, grab your crucifix.
Seven, eight, gonna stay up late.
Nine, ten, never sleep again”



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