[•REC]

“Muy buenas noches, les habla Angela Vidal”

La segunda mitad de la década de los 90, trajo a una nueva generación de cineastas españoles, que parecían decididos a redefinir la cara del horror:
Alex de la Iglesia y Alejandro Amenábar, por ejemplo, hicieron brecha para nuevos filmes que tenían un estilo distintivo y una identidad muy española.
“Acompáñenos”
[•REC] es una película de terror española, dirigida en 2007, por Jaume Balagueró y Paco Plaza.
Protagonizada por Manuela Velasco, Ferrán Terraza, Jorge Serrano, Pablo Rosso, David Vert, Vicente Gil, Martha Carbonell, Carlos Vicente, María Teresa Ortega, Manuel Bronchud, Claudia Font, Carlos Lasarte, Javier Botet, entre otros.
El guión es de Jaume Balagueró, Paco Plaza y Luiso Berdejo; y está rodada como falso documental; a pesar de su escasa duración de 80 minutos, en donde, durante ese periodo de tiempo, el espectador es protagonista de un espectáculo plagado de sustos y tensión.
[•REC] es narrada por una periodista y un operador de cámara, que van a documentar, cómo es la vida nocturna de una estación de bomberos, con la esperanza de grabar alguna misión importante.
El cuartel recibe una llamada de emergencia de un edificio, que responden 2 bomberos, acompañados de los periodistas, acudiendo al lugar de la llamada, sin saber qué encontrarán.
[•REC] toma la posesión demoníaca como origen del mal, el elemento infantil como su principal portador, y el contagio exterminador, como amenaza al grupo.
[•REC] se rodó en Barcelona, España, en el edificio #34 de la Rambla de Cataluña; y ha sido realizada, bajo el más absoluto secretismo, utilizando para el rodaje, cámaras digitales de alta definición, y con móviles de última generación, para narrar la historia en tiempo real.
Así las cosas, la cámara se enciende en El Cuartel de Bomberos de La Generalitat de Cataluña, junto a Angela Vidal (Manuela Velasco) acompañada de Pablo, el camarógrafo (Pablo Rosso)
Esa noche, entrevista a los bomberos, y tiene la esperanza de poder asistir en directo, a un impactante incendio.
La noche transcurre tranquilamente; cuando de repente, reciben la llamada de una anciana, que se ha quedado encerrada en su casa; y los bomberos van por su rescate.
Los bomberos Manu (Ferrán Terraza) y Alex (David Vert), se unen a 2 policías (Vicente Gil) y Sergio (Jorge Serrano) llegan al edificio, observan en las afueras, a una patrulla de policía.
La mujer, llamada Conchita Izquierdo (Martha Carbonell), encerrada en su piso, lanza unos gritos desgarradores, que asustan a los ocupantes.
Suben al apartamento de la anciana, los bomberos derriban la puerta, y se encuentran con el pasillo cubierto de sangre, seguidos por Ángela, Pablo, y junto con las autoridades, encuentran a la anciana parada y desangrándose.
De pronto, la mujer se lanza sobre uno de los oficiales de la policía, y le muerde salvajemente, quedando herido.
Cuando desciende por las escaleras, para que asistan al oficial, los vecinos les informan, que el complejo ha sido puesto en cuarentena, y puesto en marcha al Plan NBQ por El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales, e Igualdad de España; sin que ellos puedan salir.
A la propuesta formal, se une a que [•REC] está ambientada en locaciones reales de Barcelona; los personajes no son arquetipos sin identidad, como ocurría en sus otros trabajos, sino que cobran una vida, y un relieve que remiten a las raíces costumbristas, y los hacen más próximos.
El cine de género de España, cobra vida gracias a su incardinación con lo autóctono español, en este caso:
Un inmueble cualquiera del Eixample barcelonés, y su peculiar vecindad:
La familia de chinos con su negocio de importación de ropa, la pareja de ancianos, la madre protectora de su hija, el soltero practicante, y el amanerado extranjero que vive con su madre…
Todos ellos son personajes reconocibles, espejo de la cotidianidad, que sirven para intensificar el vínculo emocional con el protagonista.
En la misma línea, se encuentra el personaje protagonista:
Una joven y ambiciosa periodista, interpretada por Manuela Velasco, dispuesta a cualquier cosa por conseguir la noticia, y de la que vemos las mismas 2 caras que reproduce [•REC] en su conjunto:
De un lado, la recién licenciada ante una aburrida noche en compañía del cuerpo de bomberos; y del otro, la aterrada heroína, que hace todo lo posible por salvar su vida.
El final sin embargo, deja sin explicación algunas cosas, y deja al espectador, con ganas de saber que pasará.
“Pablo, ¡Grábalo todo por tu puta madre!”
[•REC] no parece estar montada, sino estar compuesta, únicamente por el material en bruto de una cámara que registra un hecho violento, “real” y visceral, en el que la protagonista termina siendo, no la guapa reportera de televisión, o el invisible cámara llamado Pablo, sino el público que recibe todos, y cada uno de los vapuleos.
No obstante, hay varios detalles, que acaban por ser definitorios en [•REC], y la hacen una película buena:
La actriz principal, una presentadora de un programa de televisión, así explica la cámara, es una presentadora en la vida real.
El camarógrafo detrás de la cámara, que son nuestros ojos y oídos en [•REC], puede ser escuchado en algunas escenas, e incluso, podemos ver su sombra, pero nunca conoceremos cómo es, lo que da un efecto de que el espectador filma.
La palabra “zombie” nunca es dicha en [•REC], ya que la anomalía es tratada como un virus.
Hay una escena, casi al principio, donde se cae un bombero de las escaleras, ningún actor sabía de eso, y por eso las reacciones son genuinas.
En [•REC], es la primera vez que veo niños zombies, donde el toque que les da, es estupendo, es terror puro.
La escena final, que es una genialidad, copiada hasta la saciedad, meten a los actores en un sitio en el que jamás estuvieron, y totalmente a oscuras con un personaje que jamás habían visto, así que las reacciones, y todo lo que pasa allí, es totalmente real y horripilante.
En la primera entrega de [•REC], recordemos que no podían dejar la máquina de hacer dinero, de manera innecesaria con 3 secuelas; se menciona que el virus lo contrajo un perro llamado “Max”, que es el perro de Jennifer (Claudia Silva), una niña de unos 7 años; y que entre sus síntomas estaban, la ira y alteraciones en la fuerza.
También se menciona, que el virus se transmite por fluidos corporales como la sangre, saliva, etcétera; y que el virus en los humanos, provoca alto deseo de comer e ira.
Sin embargo, al final de la primera entrega de [•REC], se descubre una especie de laboratorio clandestino, en donde se ven recortes de una niña poseída llamada Tristana Medeiros (Javier Botet) y grabaciones, que hacen sospechar que ello tiene que ver con el virus, pero no se da una explicación clara del asunto.
Así las cosas, [•REC] es básicamente, una película de zombies, narrada desde el punto de vista de una cámara de vídeo, que registra el brote de la epidemia, en un edificio barcelonés, sitiado por las fuerzas del orden, y en el que la mala suerte, ha querido que quedaran encerrados, los 2 responsables de un programa local de “tele-realidad”, junto con los bomberos, y unos cuantos vecinos.
Siendo muy crítico, viéndola a día de hoy, cuando “ha corrido mucha agua por el género”, creo que hacen falta más que 4 sustos para meter al espectador de lleno en [•REC]
Tampoco comparto lo de que [•REC] no recurre a hacer trampas, es decir:
¿Cómo es posible, que a un equipo entero de GEO, policías, y expertos, después de liar la que lían, se les ocurra dejar entrar a un sólo hombre desarmado, en un edificio, en el que se desconoce el número de infectados que lo ocupan?
Por otro lado, algo tan interesante en este tipo de películas, como es la psicología que tan bien refleja George A. Romero, sirviéndose de los conflictos humanos, se reduce aquí, a una escena de tensión, en el momento del aislamiento, y la ridícula secuencia de la disputa entre vecinos; todo muy en plan “amateur”
A estas características, se le suma una imaginería derivada del cine de terror japonés, principalmente fantasmal, y ecos zombies-canibalescos de Romero, y ya tenemos la base de una película chillona, que pretende transmitir una sensación permanente de miedo y angustia claustrofóbica.
Para que esta sensación de horror, que perturba un ámbito cotidiano y doméstico, como es un edificio de viviendas, provoque la suficiente empatía e interés en el devenir de la trama, tendrían los guionistas que definir mejor en los inicios a sus personajes, ya que la introducción es demasiado rápida con 4 apuntes profesionales sobre los bomberos, y un retrato de una reportera fastidiosa, y con semblante de poco profesional, histérica, que le gasta el nombre al tal Pablo, que va cargando con la cámara a lo largo de todo el metraje.
Después de tal breve introducción, con un estilo tipo reportero vespertino, tan “qué natural soy, cómo pruebo todo lo que enseño”, la pareja Jaume Balagueró y Paco Plaza, lo único que hacen es expandir el falso documental, convertido en documental de terror, con situaciones redundantes, hasta el límite en un barullo descontrolado de gritos, imágenes desenfocadas, y personajes caricaturescos; por ejemplo:
El catálogo de vecinos... vaya por Dios, y los profesionales... pues de credibilidad cero...
Tanto que:
¿Cómo es que pueden oír la grabación, si en la habitación no había luz?
Acaso ustedes se pondrían oír las grabaciones, y ver las fotos de periódicos, cuando hay como 30 bichos en la puerta esperando para que se los coman; o es que uno es muy “profesional” como para grabar algo en vez de salvar el pellejo...
Y es que dan a entender, que la niña fue una de las primeras infectadas, pero tomó horas transformarse… y sin embargo, al doctor le tomó como 4 minutos…
Quizás [•REC] pueda ser acusada, de ser pobre en desarrollo de personajes, pero es un caso ejemplar de un filme, basado enteramente en el estilo sobre la sustancia.
Pieza clave de esto, es sin duda el gran trabajo del cinefotógrafo Pablo Rosso, quien interpreta al camarógrafo, a la par de estar realmente grabando.
Es quizás este detalle, aparentemente insignificante, el que agrega esa verosimilitud que [•REC], tiene y que otros filmes similares carecen:
El cinefotógrafo no está fuera de la acción, sino que es participe, reaccionando y controlando la cámara, llevando a la audiencia, al oscuro departamento donde antiguos secretos son ocultos.
Tal vez, es por ello, aunque simple en términos de historia, [•REC] es un interesante ejercicio de estilo, un intento en traer el horror, a un punto de vista de primera persona, y un experimento en hacer del filme de horror, una experiencia.
Pero sinceramente, entonces:
¿Qué tiene [•REC]?
No tiene suspense, no tiene terror; más bien es un mareo constante de cámara, una cámara que por cierto tiene batería infinita, y que es anti golpes, a pesar de sufrir caídas fuertes.
Pero claro, de otra forma, no podría haber “metraje encontrado”
Otro dato a tener en cuenta, que habla muy bien de [•REC], es la para nada necesaria música de acompañamiento para crear tensión y ambiente, algo que hace aún más real la historia, resaltando el tono de “falso documental”, y ayudando a la creación de este tipo de terror del que antes mencionaba.
“Por lo visto existe la posibilidad de que haya una infección en el edificio”
[•REC], con algún otro golpe efectista en su parte final, de cierto susto que justifica su esencia de terror jaranero con poco que contar, y mucho que gritar, podría optar por incidir en una alegoría crítica sobre el asqueroso periodismo sensacionalista-basurero, que termina devorado por sus ambiciones, pero aunque [•REC] tiene chispazos de tal crítica, desdeña tal opción por la expansión reiterativa de una historia, que no va más allá de la superflua situación creada.

“Mientras Usted Duerme”



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