Patriot Games

“Bloody proud of yourself, aren't you?”

Existen diversos grupos paramilitares, que utilizan, o han utilizado el nombre de “Ejército Republicano Irlandés” (IRA) del inglés “Irish Republican Army” y en irlandés “Óglaigh na hÉireann” o “Voluntarios Irlandeses”, los cuales abogan por un estado soberano e independiente del Reino Unido, conteniendo la isla entera de Irlanda, incluyendo Irlanda del Norte.
Todos ellos dicen ser herederos del IRA original o “IRA Antiguo”, es decir, “El Ejército de La República de Irlanda”, proclamada por el parlamento, o “Dáil Éireann” en 1919.
“You stuck your nose in where it didn't belong”
Patriot Games es una película de acción y suspense, dirigida en 1992, por Phillip Noyce.
Protagonizada por Harrison Ford, Anne Archer, Patrick Bergin, Sean Bean, Richard Harris, James Fox, Samuel L. Jackson, Thora Birch, Polly Walker, James Earl Jones, J.E. Freeman, Alex Norton, Hugh Fraser, David Threfall, Hugh Ross, Alun Armstrong, Berlinda Tolbert, Gerald Sim, entre otros.
El guión es de Donald E. Stewart, basado en la novela homónima de Tom Clancy.
“Patriot Games” es el 2º libro, tras “The Hunt For Red October” (1984), que tiene como protagonista, al analista de La CIA, Jack Ryan, siendo el personaje principal de la mayor parte de sus novelas.
Sin embargo, de acuerdo con la cronología interna de la serie, “Patriot Games” es la segunda historia, tras “Without Remorse” (1993)
El título “Patriot Games” proviene de una canción rebelde irlandesa, llamada como no podría ser de otra manera:
“The Patriot Game”
La obra es una cinta de acción, pero llevando al espectador a un entorno familiar, concretamente al de Jack Ryan (Harrison Ford), el cual, ya ex agente de La CIA, se encuentra en Londres junto a su esposa Caroline Catherine “Cathy” Ryan (Anne Archer), y su hija Sally (Thora Birch)
Todo transcurre sin problemas, hasta que Ryan es testigo presencial de un atentado, perpetrado por miembros del IRA, en contra de Lord William Holmes (James Fox) miembro de la familia real británica.
Por ello, Jack interviene frustrando el objetivo del atentado, y eliminando algunos de los terroristas.
Por su parte, Sean Miller (Sean Bean) es detenido, y condenado a prisión, sin embargo, es rescatado por una célula del IRA, y reintegrado a su unidad, comenzando su lucha para vengar la muerte de su hermano, en manos de Ryan, durante el atentado.
A partir de ese instante, Sean busca por todos los medios vengarse de Ryan:
Hostigando a su familia, y tratando de eliminarlo.
Pero Jack hará todo lo que se encuentre a su alcance, para proteger a su esposa e hija, y acabar con los terroristas.
Patriot Games nos ofrece ciertas dosis de intriga y terrorismo en su inicio, para pasar en su 2ª mitad, al frenetismo y la acción pura y dura, con el carismático Ford clamando venganza, y saliendo airoso de algunas situaciones de forma increíble.
Patriot Games puede presumir de la factura de un thriller de acción internacional, pero su alcance es más bien familiar; y renuncia a adentrarse en los entresijos de los 2 bandos enfrentados:
Por un lado, unos terroristas del IRA, que más bien actúan como unos asesinos psicóticos, sin ningún tipo de excusa patriótica.
Por el otro, la agencia de espionaje estadounidense, que aquí deja actuar a uno de sus agentes, como si de un vengador cualquiera se tratara.
Y el papel de Harrison Ford, se ve reducido a la de un “action hero” de estar por casa dispuesto a todo, para defender a la típica familia estadounidense.
Considero que el intento de Clancy y la maquinaria hollywoodense de hacer de Jack Ryan un “James Bond político” es fallida, porque el personaje navega entre esa intriga y la acción, donde no hay una línea del personaje descrita en el guión.
Resulta muy interesante, la forma en que Noyce y Donald McAlpine, encargado de la cinematografía, “colorean” Patriot Games, es muy sugerente.
En primera instancia, Ford, quien es el débil, se encuentra siempre en lugares cálidos, y sospechosamente muy iluminados; véase el exceso de luz en los cuarteles de La CIA; y Bean quien es la amenaza, siempre se halla en lugares oscuros y fríos.
Sin embargo, hacia mitad, los roles se intercambian:
Ford pasa a la posición de ataque, después del accidente en la carretera, inteligentemente, la fotografía se opone a lo mostrado anteriormente:
Los cuarteles de La CIA tienen menos luz que antes, y en la casa de Ford, Noyce jamás filma los muebles rojizos, sino que ahora opta por encuadres donde predomina la pared blanca.
Es justamente ahí, cuando Bean se traslada al desierto, que conveniente, y pasa a estar rodeado de colores cálidos y luminosos.
No obstante, habrá una 3ª instancia, donde todo se mezclará de forma muy deliberada, esto ocurre en ese final, en la casa de Ford.
Aquí, éste vuelve a ser el débil, y su casa nuevamente es cálida, incluso todos los hombres que vestían trajes negros, pasan a vestirse de marrón, pero inteligentemente, Noyce se aferra a la tormenta para oscurecer y enfriar la casa a su antojo, en donde cada relámpago enfría la pantalla.
Harrison Ford esta excepcional en Patriot Games, junto a un elenco de buenos actores, como lo son:
Sean Bean, y los siempre reconocibles, James Earl Jones y Samuel L. Jackson.
Pero, si bien Patriot Games se centra en la vida de Ryan, que no es otra que la de un analista de La CIA, que investigara todo lo referente al terrorista que juro vengarse, e intentar darle caza de la forma que sea precisa para proteger a su familia, pero nunca desde el lado de la acción, y ese será el eje, en el que nos moveremos los espectadores.
Jack Ryan no es hombre de acción, y en Patriot Games, se aprecia de buena manera, en situaciones en la que un verdadero agente de acción de La CIA solventaría sin pestañear.
Me pregunto qué era Patriot Games para Clancy, antes de ser, presuntamente, cortada convenientemente para su versión “Hollywood”, a la cual, el autor le disgustó:
Se sabe que las historias de Clancy, ya son la versión Hollywood de la literatura y la historia, por lo que no es necesario esperar que estas sean rigurosas y reflexivas.
Sin embargo, me pregunto qué hay detrás del título, “Patriot Games”, siendo que su protagonista y su antagonista, son de todo menos patriotas:
La historia la anima el enfrentamiento entre 2 tipos enconados por motivos personales, que no responden a los de ningún colectivo.
Inicialmente, me encontraba intrigado por lo que me parecía un material dramático interesante:
Una muerte al comienzo, abre una espita de odio, que anuncia catástrofes venideras; pero nunca llega a ser un motivo de reflexión, sobre la utilización de la fuerza, sino un inane pretexto para encuadrar un tira y afloja, que acaba siendo vergonzoso.
Tanto Sean Bean, como Harrison Ford, tienen en Patriot Games un comportamiento escasamente ético... pero lo grave es, que nunca se percatan de ello.
Nadie se para a pensar, en si es ético o no, que Ford lleve a cabo su venganza, y la forma en que lo hace.
Y a esas alturas, Sean Bean, que al principio parecía tener un papel de mayor voltaje dramático, encara su cliché de irlandés vindicativo, con la misma unidimensionalidad con la que la Noyce lo despacha todo.
De hecho, a un miembro del IRA real, no hubiera parado el automóvil en una persecución importante, porque una niña se le para enfrente con un cartel de “STOP”, un IRA que ha matado hombres, mujeres y niños, la hubiera atropellado, ya era sabido que Sean es un asesino despiadado, y eso resta mucho la credibilidad de su personaje.
Patriot Games no es cine de Disney…
Por otra parte, la muerte inicial del hermano, es uno de los cambios que Clancy no acepto, al parecer.
Además, intuyo por qué se produjo este cambio:
Hacer a la película, un material más interesante desde el punto de vista del drama, aunque inutiliza cualquier comentario político sobre el IRA, cosa que una película con Harrison Ford, sabemos que jamás abordará.
Tampoco, puede esperarse algo así, de una película/novela, que mezcla problemas inexistentes en la historia, entre EEUU e Irlanda, y menos de la forma más arbitraria.
Es más, la secuencia del reconocimiento retroactivo de la mujer terrorista, es uno de los giros más absurdos, e implausibles, que he visto recientemente en pantalla.
No es creíble, que los terroristas del IRA, dispongan de armas tan sofisticadas para cometer los atentados, y sobre todo, no creo que se muevan con tanta facilidad por Estados Unidos, y lleven a cabo sus atentados, sin ninguna preparación.
Parecen tener más presupuesto que cualquier ejército entero:
Con gafas de visión nocturna, lanchas rápidas de diseño, campamentos en el desierto, espías en las altas esferas…
¿Cómo, si no, iban a saber los horarios de los satélites?
Pero, claro, si lo que los estadounidenses productores querían, era espectacularidad en la parte final, tenían que permitirse esas licencias...
Las escenas trepidantes de Patriot Games, poseen la impronta de su sello personal:
La persecución por la autopista, la redada en el desierto vista desde el satélite, las tensas discusiones entre Ford, y alguno de sus superiores... y así un largo etcétera, que conforma la mayor parte del metraje.
La música de Patriot Games, corre a cargo de James Horner, y sus piezas auto plagiadas, esta vez de “Aliens” (1986) en su mayor parte.
“The day that I sell out my countrymen, will be the day that I put a bullet through my own head”
Patriot Games en inicio, prometía ser una película de terrorismo del IRA, pero al final, se queda en una de intriga a “Made In Hollywood”
Y es que es poco creíble que La CIA, por mucho que estimara a su ex agente, le permita el reingreso para que pueda defenderse contra la venganza del IRA.
No es creíble, la reprogramación de satélites para vigilar los entrenamientos en Libia, gafas de visión nocturna, lanchas de diseño, contra espías en las oficinas de La CIA...
El director y Clancy, es muy superficial, presentando el terrorismo del IRA.
Se pone más atención en las persecuciones y ataque a la vivienda de Ryan, que otros efectos del terrorismo.

“Tell me one thing in life that is absolutely for certain”



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