We're No Angels

“Father, Father I've been shot”

¿Qué es el don de milagros?
Es una manifestación temporal del poder de Dios, a través del cual, un obstáculo es removido, o una oportunidad se da, de forma especial.
Para que sea milagro, este efecto tiene que venir de la intervención directa de Dios, en las realidades humanas.
El milagro es un medio de conversión para algunos, y aumento de fe para otros.
Un cambio completo de mente o de corazón de una persona, puede considerarse como un milagro; así como la conversión repentina de un enemigo de la Iglesia.
La Iglesia tiene mucha cautela, en decidir definitivamente, si ha ocurrido o no un milagro.
Si es tan difícil decir si ha ocurrido un milagro:
¿Qué valor tiene el conocimiento de este don?
Es importante saber y creer, que Dios interviene a través de milagros, porque así, si, Él inspira a una persona, o a un grupo, a pedir por un milagro, esta persona, o este grupo, podrán estar disponibles a cooperar con sus inspiraciones.
¿Qué propósito tienen los milagros?
Hay 3 propósitos:
1. Corregir una situación que no se puede corregir de forma natural;
2. Apoyar y aumentar la fe, de los que están envueltos;
3. Demonstrar la aprobación de Dios al ministerio de predicación.
“I can believe most anything, my problem is I just don't care”
We're No Angels es una película de comedia estadounidense, estrenada en 1989, y dirigida por Neil Jordan.
Protagonizada por Robert DeNiro, Sean Penn, Demi Moore, Hoyt Axton, John C. Reilly, Bruno Kirby, Ray McAnally, James Russo, Wallace Shawn, entre otros.
El guión es de David Mamet, y es un eficaz remake, de la menos lograda versión de 1955, “We're No Angels” de Michael Curtiz, que protagonizó Humphrey Bogart y Peter Ustinov.
Esta versión de 1989, de We're No Angels, es una comedia blanca, atropellada… de esas que ya casi no se ven; tanto así, que fue la última película de Jordan, en recibir una clasificación “PG-13” por la MPAA, hasta “Ondine” en 2009.
Por otra parte, y por alguna extraña razón, la configuración de la identidad equivocada, ha sido una fascinación desde hace mucho tiempo para Hollywood.
Basta con mirar filmes como
“Some Like It Hot” (1959), “Tootsie” (1982), “Nuns On The Run” (1990) o “Sister Act” (1992) para que todos podemos relacionarnos con muchas de las situaciones que los personajes atraviesan, y con las vergüenzas que sufren.
Pero sobre todos, nos gusta ver aliviar su camino, fuera de las zonas peligrosas.
Ambientada en 1930, Ned (Robert DeNiro) y Jim (Sean Penn) están pagando condena en la cárcel, por delitos que nunca se mencionan.
La pasan mal, ya que sus guardias, son bastante malos con ellos.
Pero un evento, va a cambiar sus vidas…
En una prisión norteamericana, cercana a la frontera con Canadá, un peligroso criminal, llamado Bobby (James Russo), está a punto de ser ejecutado.
Pero pocos minutos antes, logra liberarse, y escapa con 2 compañeros: Ned y Jim.
Rápidamente, se organiza su búsqueda, pero a 2 de los reos, Ned y Jim, les da tiempo suficiente, como para llegar a una pequeña ciudad fronteriza.
Ambos piensan, que lo mejor es pasar al otro lado, al Canadá, pero el asunto se complica, cuando son confundidos con una pareja de sacerdotes de Arizona, y recibidos con los brazos abiertos, por la comunidad religiosa del lugar.
Bajo la túnica, los ex convictos evitarán que los policías los descubran, pero tendrán que sacrificar algunos gustos, y formas de vida, al tener que adaptarse a la vida religiosa, y no caer en tentaciones.
Valiéndose de la institución eclesial católica, We're No Angels nos presenta una historia de fugitivos camuflados dentro de un convento de monjes católicos, con continuos sobresaltos humorísticos, de una genialidad y un sentido del humor desternillantes.
Por supuesto, toda la ambientación de los clérigos católicos, en el interior de su marco profesional y vivencial, está filmado con una perfección, y una exquisitez, que cualquiera que sea experto en el catolicismo, desde dentro del mismo, reconocerá que las situaciones, que tanto nos mueven a partirnos de risa, son ni más ni menos, que un muestrario de la realidad, con un magnífico toque de relevancia realizadora, direccional, y fotográfica.
Como dato interesante, desde el comienzo de We're No Angels, no presagia el desarrollo de la historia, pues We're No Angels no es una película de acción, es una película muy entretenida, llena de humor del mejor, con unas secuencias muy bien contadas, y con una música a tener muy en cuenta.
La actuación Robert DeNiro y Sean Penn son brillantes, frescas, y llena de matices.
En el reparto, verán caras conocidas, como:
James Russo como Bobby; y John C. Reilly como un pequeño monje; y por supuesto, a la protagonista femenina, llamada Molly, en una desaliñada Demi Moore.
Como dato que da pie a segundas lecturas, vemos al personaje de John C. Reilly, que interpreta al sacerdote necio, que se muestra demasiado obsesionado con Sean Penn, una sutil atracción probablemente afectiva, que se logra develar en el momento final, cuando Jim se decide a regresar al monasterio, hacia el final de We're No Angels.
Por otro lado, la verdad es que en este remake, dan más miedo los policías, que los presos.
Hasta el prófugo violento, interpretado por James Russo, parece un inocentón, comparado con El Alcaide Warden, que interpreta Ray McAnally.
Las escenas:
La cara de Sean Penn, cuando ve el libro en latín.
Robert DeNiro en el confesionario, y sus demás ataques de nervios.
Sean Penn y Robert DeNiro, intentando cantar con los demás monjes en latín.
Lo peor:
Que el debutante John C. Reilly se pase todo el metraje, como un perro faldero, detrás de los protagonistas.
Que al obispo no se le entienda el idioma que habla, y que haya errores tan gordos, como el que un condenado a la silla eléctrica, no sea registrado antes de su ejecución.
De haber sido así, Bobby no podría haber llevado una pistola, y la fuga no se hubiera producido.
Puede que We're No Angels no tuviese mucho éxito comercial, pero con el tiempo, se reconocerá su alta calidad, su escrupulosidad en el tratamiento del medio, el religioso católico, que aborda con una excelencia humorística digna de encomio.
Y es que en primer lugar, We're No Angels no es una comedia, al uso; y en segundo lugar, la historia es acerca de los milagros.
Tanto “los milagros minúsculos” que suceden todo el tiempo a las personas, así como “los milagros mayúsculos” que pueden cambiar nuestras vidas.
El escritor y director, se centran gran parte de la acción, en la forma en que se hacen los milagros, que se suceden unos a otros, sin algún tipo de intervención divina, como ejemplo de esto, prestar mucha atención, a la elaboración del nombre en la lotería.

“Have you ever felt alone, with no one to rely on?
Danger on every hand, in a world fraught with danger, and when I looked into my pocket, what did I find?
What did I find?”



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