Only God Forgives

“Remember, girls, no matter what happens... keep your eyes closed.
And you men... take a good look”

El buen viajero, no se mide por la cantidad de quilómetros que ha recorrido, tampoco por las toneladas de suvenires que lleva en la mochila; mucho menos por los centenares de Gigas de fotos almacenados en sus tarjetas.
El buen viajero, si acaso, puede detectarse mirando cuántas lenguas habla de forma fluida, cuántas personas ha conocido en el país/región que ha visitado, cuántas situaciones peliagudas ha salvado en territorio ajeno... todo esto para intentar poner número, hoy en día de esto trata casi todo, a algo que es intangible.
Lo que realmente determina la diferencia entre “'caer en”' ó “'evitar”' el turismo, es la capacidad de adaptación al nuevo medio.
Llegar, observar, y entender las normas que lo rigen, para actuar en consecuencia, sin olvidar de dónde se viene.
Suena complicado, y realmente lo es.
Y es que desde tiempos mitológicos, la venganza siempre ha sido una de esas historias tan atractivas y mórbidas para el ser humano.
Conocer el final de un grupo de seres que hicieron daño a otras personas, siempre provoca atracción, ya que por naturaleza, somos seres curiosos.
Otros dirían que es la violencia, lo cual es aceptable, pero la violencia es simplemente, el acompañamiento perfecto de lo cual, lo vengativo se enorgullece.
“It's a little more complicated than that, mother”
Only God Forgives es una película de suspense, escrito y dirigido por Nicolas Winding Refn, en el año 2013.
Protagonizada por Ryan Gosling, Kristin Scott Thomas, Vithaya Pansringarm, Rhatha Phongam, Gordon Brown, Tom Burke, Sahajak Boonthanakit, Pitchawat Petchayahon, Charlie Ruedpokanon, Kovit Wattanakul, Wannisa Peungpa, Byron Gibson, entre otros.
Only God Forgives está dedicada al artista chileno de origen judío-ucraniano, nacionalizado francés, Alejandro Jodorowsky Prullansky, de quien Winding Refn ha declarado, que no sólo es admirador, sino también, discípulo espiritual.
Refn ha declarado que “desde el principio, tuvo la idea de producir un thriller a la manera de un western, en El Lejano Este, con un moderno héroe cowboy”
Originalmente, planeó dirigir Only God Forgives después de “Valhalla Rising” (2009), pero aceptó la petición del actor Ryan Gosling para dirigir “Drive” (2011) en primer lugar.
Gosling, ha descrito el guion de Only God Forgives, como “la cosa más extraña que nunca he leído, y solo se vuelve aún más extraña”
Al igual que “Drive” (2011), Only God Forgives supuso un rodaje cronológicamente extenso, y las escenas solían ser editadas en el mismo día que se rodaban.
Refn creó una conexión entre “Drive” (2011) y Only God Forgives, alegando que esta última, “es en cierta manera, una continuación de ese lenguaje.
Está basada en emociones reales, pero ambientada en una realidad exagerada.
Es un cuento de hadas”
En un principio, el personaje principal fue concebido como inglés, pero finalmente se decidió que Julian fuese de EEUU.
Only God Forgives fue seleccionada para competir por La Palme d’Or en El Festival Internacional de Cine de Cannes.
Parte del material fotográfico de una de las escenas, fue proyectada en este mismo festival, en 2012.
Refn relata, con un notable minimalismo escenográfico, contrapuesto a un cuidadísimo esfuerzo compositivo visual, la historia de 2 hermanos narcotraficantes, que regentean un local de “muay thai” el “kick boxing tailandés”, y la peculiar relación que ambos mantienen con su controladora madre.
Only God Forgives fue filmada enteramente en Bangkok, Tailandia; por lo que la convierte en un suculento plato hipnótico, sobre la dignidad y la redención, la expiación de las culpas, e incluso, una lucha exhaustiva por el honor.
Refn nos transporta a una historia oscura, lúgubre, siniestra, que habita entre las sombras de lo prohibido, y postula un llamado de atención a los tiempos recurrentes, donde a modo de equilibrio, aparecen justicieros con la misión de resarcir lo que el mismo hombre ha creado.
Los personajes, son seres sin escrúpulos, pecaminosos, carente de cualquier valor, mas muy arraigados a lo que la familia se refiere.
El director, crea de una trama simple, un mundo caótico, en su fotografía, en sus planos, a veces difícil de seguir, pero siempre con la virtud de dejar al espectador con la boca abierta con su belleza a la hora de ser dirigida.
Nicolas Winding Refn consigue crear una atmosfera especial, y nos adentra a un submundo erótico, violento, y estéticamente mágico; haciendo parecer que, en ocasiones, todo sea un bonito sueño.
Only God Forgives es la historia de una venganza, terrible y despiadada, una especie de “western oriental”, donde todo es excesivo, la violencia, la inmoralidad, la estética hortera, la ausencia de dialogo, el lirismo, las filigranas estéticas, la cámara lenta, o los gestos forzados.
De cara al mismo, que ha resultado ser Only God Forgives, el danés ha optado por exacerbarlo todo, a todos los niveles:
La turbia frialdad y parquedad de palabras de los personajes, el minimalismo, como los giros de guión que se ven aún más reducidos, los estallidos de violencia son más puntuales pero más crueles, la sublimación del vacío, la lentitud del ritmo, la importancia y la viveza del color.
Para no ser acusado de repetirse, la ambientación se traslada a Tailandia, lo que permite a Refn, acariciar toda una nueva paleta de referentes.
Lo que busca aquí el danés, es desparramar su impronta estética, en una atmósfera exótica, nueva para él, y supuestamente también para nosotros.
Y digo “supuestamente” porque hemos visto mucho cine; tanto que los rincones más podridos de Asia, nos resultan incluso, familiares.
La acción transcurre así, en el corazón de esta urbe de apariencia moderna, y tradiciones ancestrales, donde el día parece noche, y la noche, día.
Julian (Ryan Gosling) dirige un club de Thai-boxing, como tapadera de una organización ilegal de drogas.
A pesar de ser respetado en el submundo criminal, muy en el fondo, se siente solo.
Cuando el hermano de Julian, Billy (Tom Burke) aparece muerto en Bangkok tras matar a una prostituta, la policía recurre al agente retirado, Chang (Vithaya Pansringarm), conocido como “The Angel Of Vengeance”
La madre de Julian, Crystal (Kristin Scott Thomas), cabecilla de una poderosa organización criminal, le ordena a Julian que dé caza al asesino de su hermano.
Y Julian termina por retarse contra “The Angel Of Vengeance” en un combate de boxeo.
Julian espera derrotarlo al fin, y hallar así la paz espiritual, pero Chang triunfa.
Mientras Crystal, furiosa, planea una venganza que supondrá un sangriento viaje a través de la traición y la venganza, hacia una confrontación final, y la posibilidad de redención.
Si el guión se basa en pocos diálogos, Only God Forgives debe sostenerse en sus actores, y bien que lo consigue.
Ryan Gosling hace un papel increíble, por medio de miradas y gestos, consigue hacernos entender las motivaciones de un personaje, tan complicado como es Julian, con solo 22 líneas de dialogo.
Una malvada Kristin Scott Thomas, la cual clava su papel, y capta la esencia del personaje para volverse ella misma, no actúa, se vuelve el personaje, ENORME.
Vithaya Pansringarm es “Dios” en Only God Forgives, y consigue captar esa esencia, es más, el propio Refn le dirigía diciéndole al oído, que era Dios mismo, ENORME.
Otra interpretación, es que el personaje de Scott Thomas, es “el diablo”
Unos verdaderos actores todos, que han demostrado poderse lucir en una película tan complicada para ellos.
Sin duda, Refn se lo juega todo, con Only God Forgives, dando algo totalmente diferente.
El público se queja de ese esquema de clichés en las películas actuales; y Refn coge ese esquema y lo destruye.
Es algo totalmente original, y funciona en su especial narrativa.
Si Only God Forgives falla para usted en el apartado de no llegarte esas sensaciones, o no captar esos elementos que te explican el mensaje.
Hay 2 razones:
La narrativa no funciona, o el espectador sencillamente, no lo capta.
En otras palabras, la obra puede analizarse desde 2 planos, uno subordinado al otro:
El primero, es el plano formal.
El segundo, un plano hipotético y especulativo.
A partir del primero, puede decirse que Only God Forgives es una historia oscura, siniestra, sobre el efecto dominó que describe de forma precisa la violencia.
El esquema es el del ajedrez humano:
Las piezas van devorándose/exterminándose entre ellas, hasta que finalmente, queden los sobrevivientes.
Es, en cierto modo, el mismo esquema que estructura su anterior producción, “Drive” (2011), con 2 bandos que se destruyen mutuamente.
Se trata de una narración lineal, que comienza enfocándose en la primera pieza que cae, la prostituta, como el motor que pone en marcha la irremediable ola de violencia; y sigue progresivamente hasta llegar a la última.
En ese sentido, se trata de un drama de suspenso clásico, con un gran trabajo en la construcción de los ambientes, y una sobresaliente labor de iluminación, con grandes momentos, algunos bastante sangrientos, aunque es muchísimo más lo que se omite, que lo que acaba mostrándose.
Con esa lógica, Only God Forgives es una obra apta para cualquiera:
Breve, concisa, intensa, bien hecha, muy bien actuada, y entretenida.
Ahora bien, está el segundo plano, el de las profundidades:
Se trata de una dimensión inferior, atenta a las particularidades, a los pequeños gestos, a las mínimas rupturas del orden de lo normal, a la mitología que, nuevamente gira alrededor de los personajes principales.
Se trata de una dimensión, que no es necesaria para una comprensión global de Only God Forgives, es completamente inteligible, después de todo, pero sí, para quien esté dispuesto a intentar dar respuestas, a los pequeños misterios que se cuelan en esa narración lineal, a la que se ha hecho referencia anteriormente.
En esta segunda dimensión, nos encontramos con una estructura laberíntica:
Pasillos fundidos en el espesor de la oscuridad, pequeñas luces enrojecidas que guían a personajes que ya están perdidos, porque todo ya está dicho.
La sentencia ha sido dictada desde el momento de la primera muerte, que no aparece en la obra, pero que se menciona, y persigue como una enfermedad a todos los hombres y mujeres que conforman el entorno del primer hombre que ha manchado sus manos de sangre.
“This isn't about your dead daughter.
It's about your three living daughters.
This is to make sure you never forget them”
Desde un punto de vista técnico, Only God Forgives es impecable.
Cada fotograma de este ejercicio de estilo audiovisual, es un lienzo intenso, colorido, y hermosísimo, una demostración de la capacidad del danés, para narrar en imágenes, con una calma, una consciencia, y una delicadeza intachables.
En Only God Forgives, Refn le declara la guerra a la luz del sol, haciendo acrobacias magistrales para filmar casi toda el metraje en locaciones cerradas, con mínima iluminación, mientras cuenta una sencillísima historia, a través de viñetas a las que poco les importa mantener una coherencia estructural, pero que sin embargo son, en sí mismas, secuencias de enorme belleza, con el principal valor de atreverse a jugar en el borde de la línea entre lo poético y lo ridículo.
Por su parte, Larry Smith, encargado de la dirección de fotografía, hace un trabajo absolutamente brillante, construyendo una visión de Tailandia, directamente extraída de un potente fármaco psicotrópico.
Los colores de la iluminación, consiguen ayudarte, no solo a captar las sensaciones de Only God Forgives, si no a darle un valor estético, bastante bueno.
Cada una de las imágenes captadas, puede servir como ejemplo del apartado técnico tan soberbio.
Su puesta en escena, que mezcla lo más kitsch de la cultura tailandesa, con juegos de luces de neón y sombras; una propuesta visual colorista y lúgubre al mismo tiempo, que contrasta con la extrema violencia de Only God Forgives.
Además, hay que reconocer que Winding Refn, tiene clase a la hora de filmar violencia:
La secuencia de boxeo entre el personaje de Gosling y Vithaya Pansringarm, es épica, gracias a sus planos cenitales, y que apenas vemos “la mentira” y resulta estremecedoramente real.
Absolutamente acorde con su filmografía previa, Winding Refn propone una fábula desarrollada en los márgenes suburbiales de la sociedad, en una Bangkok no irreconocible, pero sí distinta, alejada de bullicios, y limpia, impoluta como seguramente nunca volvamos a verla.
Limpia por fuera, pero sucia por dentro.
Porque la tragedia, ultraviolenta, ultraedípica, ultramagnética, y de dimensiones casi cósmico-mitológicas, ahonda en capas de significación, más o menos perceptibles desde la superficie, para dejarse recorrer por un dolor inasumible, que atenaza a todos y cada uno de los participantes de esta salvajada épica, una apoteosis pausada, que cabalga entre la inocencia y la exaltación de la monstruosidad definitiva.
La trama, arranca propiamente, cuando Billy, cediendo voluntariamente al mandato de sus genes “diabólicos”, mata salvajemente a una prostituta, en una anodina habitación de hotel.
Allí acude la policía, y posteriormente uno de sus agentes, supuestamente retirados, el misterioso Chang, que propone al padre de la víctima, saciar su venganza, y moler a golpes, el cuerpo acorralado de Billy.
A partir de entonces, asistimos a una historia de venganzas sin freno, de ida y vuelta, encendida más si cabe, por la llegada de la dominadora madre de Julian y Billy, Crystal.
La interacción entre ella y Julian, nos aporta más datos acerca de sus respectivos personajes, definidos en gran parte, por su pasado fuera de Asia, pero como hemos dicho, nunca presenciamos tal cual, esos momentos anteriores.
Refn confía plenamente, en el poder y el significado de una historia, reducida a su esencia, donde cada plano sirve un propósito concreto, y donde se insertan contados detalles que nos sirvan para interpretar su contenido.
Uno de los más importantes, es el relativo a las manos de Julian, extremidades que pueden, tanto provocar el dolor, como el placer.
Enseguida adivinamos con todo, que esas manos han infringido ya demasiado dolor, como para poder dar placer, en concreto, a esa bella mujer, Mai, interpretada por Yaya-Ying/Rhatha Phongam, aunque también es posible, que ambas implicaciones se encuentren mezcladas.
Esto solo ocurre, sin embargo, cuando Julian pierde el control sobre sus impulsos, sobre esa separación autoimpuesta, entre la sangre y el sexo, separación que de hecho, para su hermano desde el principio, no existe.
Y todo ello lo deducimos de unos pocos planos, donde no hay “voz en off” sino silencio, incluso a veces, insonorizando los diálogos finales de un personaje, cuando el contexto y la imagen, ya dejan claro lo que se está diciendo; y donde no hay “flashbacks” sino “flashforwards”, o, alternativamente, turbadoras visiones oníricas, que en cualquier caso, también impulsan la historia hacia el futuro, y que adelantan acontecimientos venideros, dentro de esa intimidad reflexiva que caracteriza a Only God Forgives.
Por ello, no comparto la crítica sobre la superficialidad de su fondo psicológico, porque nos vuelva a hablar del Complejo de Edipo, y otros traumas conocidos, olvidando que lo hace con medios y elementos tan novedosos, como primitivos.
Tal contraposición, entre lo nuevo y lo viejo, puede aplicarse así, tanto al fondo como a la forma, de la cual, es parte integrante esa localización clave, que es Bangkok, pero que se define sobre todo, por la puesta en escena y la estética que adoptan Refn y su equipo.
Sin duda, la aparente falta de contenido del largometraje, y su violencia gratuita, e incluso, lo que muchos han apuntado, de que el personaje de Ryan Gosling tenga a lo sumo, 22 frases en toda la historia, parecen ser de los mayores escollos de la producción, que de momento no ha sabido contentar a la crítica, y cuyos puntos positivos, solo se basan en su puesta en escena.
Pues bien, tales acusaciones enseguida, parecen injustas, al comprobar que Only God Forgives reniega de habituales recursos como la “voz en off” o los “flashbacks” aun teniendo en cuenta su naturaleza profundamente introspectiva.
En efecto, la historia gira en torno a varias luchas internas:
Entre pasado y presente, entre lo humano y lo divino, entre el deseo y la violencia, que los personajes afrontan sin salirse nunca del marco espacio-temporal y sonoro, marcado por la ciudad de Bangkok, sin que sus recuerdos o pensamientos se expresen directamente, mediante aquellos recursos clarificadores pero poco sutiles.
Only God Forgives es una obra realmente compleja y sensorial, que es digna de admirar; y que no se debe amoldar al espectador, es el espectador, quien debe amoldarse a la obra.
Si el espectador no es capaz de enfrentarse a este nuevo tipo de narración, entonces se pierde una gran obra.
“You can't see what is good for you.
So it's better you don't see”
El mundo al que asistimos en Only God Forgives, probablemente pueda definirse, como uno de muertos vivientes, de seres a la deriva, que son acogidos en un limbo transitorio entre la vida y la muerte.
En tal espacio, existe un paréntesis, una parálisis, que Only God Forgives capta reduciendo, casi negando, el elemento definitorio por excelencia del cine:
El de imagen en movimiento.
El guión de Only God Forgives no creo que superase las 30 páginas, ya que Ryan Gosling se pasa la mayoría del tiempo, mudo.
Ello en un principio trastoca:
Gosling efectúa una exagerada labor de contención, midiendo cada uno de sus gestos y palabras, lo cual conlleva, que cuando adopta una expresión más visible, como esa repentina cara de susto en uno de sus sueños, la falta de precedentes, impide que compartamos su desasosiego.
Winding Refn utiliza, en el sentido más literal de la palabra, a Ryan Gosling, como el principal elemento fetiche de Only God Forgives, con la diferencia de que el enamoramiento de Refn por las facciones de Gosling, ahora se inscriben en una narrativa maravillosamente onírica, que se sucede dentro de una eterna neblina nocturna de luces de neón, cuya función es, aturdir al espectador, y trasladarlo a ese estado de desorientación, propio del sueño, o la pesadilla.
Gosling elabora un personaje lleno contrastes, en el que su mirada melancólica, choca con el miedo hacia una madre maltratadora psicológicamente, la rabia y la violencia innata, y el amor tóxico hacia una prostituta.
De hecho, el personaje de Julian, no es el que aparece más carente de emociones a flor de piel, sino que, tal honor, corresponde a Vithaya Pansringarm, en su retrato del semi-Dios, Chang, una estatua venerada por sus fieles, que únicamente cobra vida por obligación espiritual.
Pansringarm, le da una magnitud a su personaje tal que asusta.
Su cometido es perfecto, y sus canciones interpretadas en representación simbólica a lo que podrían ser los discursos, y “lavado de cerebro” a sus súbditos, son un claro ejemplo de que, el 85% de Only God Forgives, es una representación más, que una acción.
Chang, es el enemigo de turno, aunque en el ángulo más interesante que tiene Only God Forgives, bien podría ser considerado el héroe.
Un hombre tailandés, que camina todo el tiempo muy lentamente, con ese ritmo parsimonioso, duro, y autoconsciente de sus propios pasos, que tienen para caminar muchas personas cuando se prende una cámara, y que es un experto cantando karaoke, representa al “Dios” del título.
Y tiene el hábito de liquidar a sus enemigos, con una especie de filosa y enorme espada sin punta, que carga siempre en su espalda.
Lo ayuda, claro, a su parsimoniosa, aunque feroz forma de matar, que sus rivales no puedan nunca moverse.
Es un personaje enigmático; su función en la obra, es prácticamente imposible de definir.
Sí pueden tenerse en cuenta algunas cosas:
En primer lugar, que no hay verdaderos motivos para creer, que sus móviles tienen que ver con la venganza.
En segundo lugar, que sus apariciones nunca son solitarias, siempre está escoltado por alguien, y por lo general, por un policía que sí está vestido como tal.
En tercer lugar, su frialdad a la hora de llevar adelante los crímenes, su tranquilidad para deambular por escena, lo hace ver poco humano.
En cuarto lugar, que sea quien sea, o lo que sea, es muy respetado, recibe la atención de sus pares, y el cortés saludo de los boxeadores cuando ingresa al lugar donde entrenan.
En quinto lugar, que su manejo de las armas, no está determinado por el azar, sino por una causa puntual, las mutilaciones no son arbitrarias, cada extremidad u órgano, tiene una función específica, un uso, que ocasionalmente es perjudicial.
Entonces:
¿Quién es?
¿Un alter-ego de ese policía que siempre observa sus muertes, reproduciendo el tan conocido juego de “policía bueno/policía malo”?
¿La conciencia del perturbado personaje que interpreta Gosling?
¿Una representación diabólicamente humana, “es hora de conocer al diablo”, dice un personaje; de la ley, que actúa equilibrando la balanza entre el crimen y el castigo?
Dios predica cantando, los hombres nobles lo escuchan.
¿O son ángeles uniformados?
Kristin Scott Thomas, que interpreta a Crystal, la madre de Gosling, y verdadera “Lady Macbeth” detrás de estos hermanos, la que liderará la supuesta venganza de la que Julian no quiere hacerse del todo cargo, por su incapacidad de abordar el rol de vengador, es un elemento que Only God Forgives no explora lo suficientemente bien.
Scott Thomas, sobreactúa como nunca su papel, tornándolo algo ridículo, pero vivo, absurdo pero intenso, y gracias a ella, esta película de zombies, respira cada tanto, recibe una especie de shock eléctrico, que la despabila.
El problema narrativo que genera el papel de Scott Thomas, es que gira el asunto de la revancha, a un “asunto edípico” sin resolver entre madre e hijo, con problemas familiares ad hoc, y que le dan a Only God Forgives, otro eje vagamente shakesperiano, que Refn no tiene mucha idea cómo trabajar.
Eso sí, genera la única escena divertida, entre madre, hijo, y una prostituta tailandesa, que se hace pasar por su novia; una verdadera gozada verla como una madre inquisitiva, franca, y sin miramientos con su hijo, y con todo lo que se ponga por delante.
La Thomas es despiadada, y con una sola mirada, podemos percibir el rechazo, desprecio, y hasta odio que siente hacia su hijo menor, por no ser capaz de cumplir con su cometido.
Es una auténtica diabla, a la que Thomas presta voz, rostro, y personalidad, levantando quién sabe, la mano en lo que a mejores actrices secundarias se refiere.
El contrapeso femenino de Crystal, es Mai (Yaya Ying/Rhatha Phongam), bella prostituta de melancólico pero valiente temperamento, que acompañará a Julian durante las humillaciones ejercidas por su madre.
Y las manos… las manos son recurrentes en Only God Forgives, aparecen ensangrentadas, cortadas, ofrecidas como sacrificio, en suma, representan el instrumento con el que el hombre obra el mal, y hay montones de planos donde son las protagonistas.
Además de con estos y otros personajes, esa labor de depuración de la dinámica visual de la historia, extendida a partir de su contenido, la encontramos en la planificación técnica, en base a lentos y medidos “travellings” o en base a planos centrados y fijos, así como en unos decorados tapizados y plásticos que se repiten y reflejan, sean pasillos, restaurantes o habitaciones de hotel, y que parecen absorber el aliento de los referentes que se mueven en ellos.
Pero es probablemente, la paleta sangrienta de la fotografía, la que culmina esa operación de succión y drenaje, que nos mantiene también a nosotros, consumidos e inmovilizados ante lo que contemplamos.
Si un caso, el final de Only God Forgives, es aun más representativo de lo que hablamos, por mostrarse en cierta medida, arrepentido, es un narcotraficante con un negocio de lucha como tapadera, por lo que es, y porque no se considera un asesino.
Sabiendo que no tiene nada que hacer contra Chang, elige la humillación final, y será aquí, donde los auténticos fans del director, encuentren la magia de Only God Forgives, unida a ese último canto del policía ante los suyos, como si nada hubiese pasado.
Lo Mejor:
Vithaya Pansringarm; y los diálogos y verdades del personaje de Kristin Scott Thomas.
Y la escena más impactante, por desagradable, de Only God Forgives, es cuando “The Angel Of Vengeance” pide a la mitad del público, que cierre los ojos.
Entonces, la cámara se centra en sus rostros, sacudidos solo por el sonido, permaneciendo quienes los tienen abiertos, fuera del campo.
El espectador es libre de elegir, si desea mirar o no.
Lo importante es que, sea por el sonido o la imagen, el espectador sea consciente de los efectos devastadores de esa violencia, una violencia que ha encerrado al protagonista en sí mismo, y que al mismo tiempo, le hará despertar y abandonar la trampa en que se encuentra su vida.
Lo malo es que la historia de Julian y su padre, pasa de puntillas, cuando incluso, hubiera requerido un buen y nutrido “flashback”
Concluyo mostrando mi profunda indignación, por el atrevimiento que se ha llegado a decir, que Only God Forgives tiene una conexión con “Drive” (2011), y que en cierta medida, es una continuación de su lenguaje; desde aquí digo aquello que dicen en mi pueblo “que eso se lo ate a un dedo”, y que a veces nos salen las cosas muy bien, y otras veces, simplemente no salen… pues desconozco cómo no ejecutan, nunca mejor dicho, a Tarantino, que después de “Pulp Fiction” (1994) y “Kill Bill Vol. 1 & 2” (2003 - 2004), nos cuenta exactamente, el mismo maldito argumento, y aún así, lo premian como “Guión Original”… WTF?
Las escenas en el karaoke, son un tanto extrañas, así como “The Angel Of Vengeance” se saque una espada de la espalda, cuando se ve que no lleva vaina, ni nada, ni por debajo de la ropa, etc.
“Time to face your demons”
Que la película se titule Only God Forgives, no es nada casual, siendo uno de sus grandes aciertos.
¿El perdón solamente es aplicable por Dios?
Y entonces, nosotros como seres mortales:
¿No estamos preparados, o capacitados para ejercerlo?
¿Nos quedamos impasibles?
¿Nos ponemos a la faena de ejecutar una venganza?
¿Existe el poder humano que pueda perdonar?
En la escena, donde Billy le dice a Gosling:
“Es hora de conocer al diablo”, a continuación busca por la ciudad, el violar a una chica de 14 años.
La frase de Billy, puede significar 2 cosas, bien sea sacar a su demonio interior que se encontraba reprimido, el cual busco una relación sexual con una niña; o la frase más literal, “el conocer al diablo”
Billy mata a una niña, y entra en escena el policía, Chang.
Con una iluminación azul complementando la sangre de la chica muerta y la sangre de Billy, eso dará pie para metáforas visuales, bastante interesantes.
Imponiendo de una forma básica los colores azul y rojo, podemos enfrentar el bien y el mal.
Billy ve a Chang, y su cara se torna en terror.
El policía trae al padre de la hija, la iluminación de este combina la luz roja y azul, tiene el personaje un debate moral.
Chang le pregunta, “cómo pudo permitir que le ocurriese esto a su propia hija”, y le da la oportunidad de hacer algo, hacer justicia.
Él mata a Billy, mientras a Chang le ofrecen té, y se demuestra que es venerado por la gente.
El padre, está ahora cubierto de sangre, el mal está con él.
Chang lo atrapa con sus compañeros policías.
Él lo juzga, le dictamina “que la culpa de lo ocurrido a su hija, es suya.
El permitió que se prostituyese”
El padre se defiende, hablando de que solo tuvo 4 hijas, y ningún varón.
Chang sentencia:
“Esto no es por tu hija muerta, se trata de tus 3 otras hijas que viven”
Saca una espada de su espalda, y le corta un brazo al padre, para que no se olvide de lo ocurrido.
El pecado fue de él, que no supo perdonar, “Solo Dios Perdona”
Mientras tanto, vemos el primer plano detalle a las manos de Ryan Gosling, uno de muchos, y al final de Only God Forgives, entenderemos el peso de esos planos.
Después, Ryan pone una pose de luchador, esta escena tiene varios sentidos:
De primeras, podemos ver el reflejo de un gran guerrero en esa estatua.
No solamente refleja la aspiración de Gosling por ser un luchador, si no la búsqueda del ser un ser superior.
El personaje de Chang, es respetado por todos, incluso en escenas siendo respetado por luchadores de boxeo tailandés.
Las habilidades en la lucha de Chang, podrían ser explicadas, por el hecho de ser un ex luchador, y fuese este tan bueno, que consiguió el respeto de todos, y una estatua por sus meritos.
Chang es un ser superior, que representa a una especie de Dios, pero teniendo en cuenta la estética oriental de Only God Forgives, podemos suponer, que es más bien la representación del Karma, la justicia.
Posteriormente, hay una habitación con iluminación roja.
Gosling atado a una silla, y una prostituta llamada Mai, masturbándose delante de él.
Recordemos la iluminación roja como el mal, en este caso, tenemos la representación del interior de Gosling, él no puede mantener una relación sexual con Mai normal.
Podemos entender después, que su madre, tiene la culpa.
Algo obvio, como que Ryan y Billy, comparten madre, podría entender la relación que tienen ellos con las mujeres.
Billy cansado de reprimirse, violo a una niña de forma violenta.
Mientras Ryan se reprime, entendemos que los impulsos sexuales agresivos que siente Billy, también los siente Gosling, y por ello se ata, para no hacer daño a Mai cuando ella se masturba, y él entra en un sueño metafórico.
En el sueño, él se levanta de la silla, y camina por un pasillo con iluminación, de nuevo, roja.
El final del pasillo, resulta ser una puerta hacia la oscuridad.
Ryan mete un brazo en la oscuridad, y de allí sale Chang con su espada, le corta el brazo de una manera explícita.
De esta forma, es explicado que no puede huir del mal, sin pagar un precio.
Las manos se empiezan a ver, como una representación de la carga pasada.
Ryan cometió un acto en su pasado, con sus propias manos, que le acompañaría de por vida.
Mai termina, y entra un compañero de Gosling, y este le dice que su hermano ha muerto.
Él no siente pena por lo ocurrido a su hermano y entra la primera escena de Chang en el karaoke.
El karaoke en occidente, no deja de ser más que un pasatiempo.
Sin embargo, para la cultura oriental, centrándonos en este caso en Tailandia, es algo más cercano al culto.
Durante Only God Forgives, habrá alguna que otra escena de Chang cantando en un karaoke, será algo recurrente después de cada acto de justicia por parte de él.
Chang, siempre cantara una balada romántica, explicando en este caso, las ideas del padre en torno a su situación.
Siempre tendrá esa iluminación tan interesante, él está inundado por luces azules, “el bien” mientras en el techo se encuentran lámparas rojas, iluminando las caras de los compañeros policías de Chang, creando un color morado en ellos.
Todos se encuentran absortos ante su canto, como si estuvieran escuchando un discurso de un profeta.
Mientras la presentación de la madre de Billy y Gosling, es sin duda reveladora.
Viendo su comportamiento tan despectivo, podemos entender un comportamiento ciertamente maléfico.
Mientras tanto, Gosling y unos compañeros más, van tras el hombre que mato a su hermano.
Este explica que fue lo que ocurrió, y Ryan lo comprende.
La cara de asimilación de Gosling es fascinante, la actuación demuestra que el personaje entiende la importancia del acto.
Su obsesión por las manos, que es igual a la culpa, se une con la historia del padre.
Se comprende que, si él quiere liberarse del peso, la única forma es, cortándose las manos.
A la vez, breves escenas de Chang, estando con su familia, se demuestra como un hombre bueno, trata bien a su mujer y a su hija.
Y Ryan Gosling vuelve a tener un sueño metafórico:
Comienza con él en un baño azul, mientras se lava las manos, pero el agua es “negra” y se mancha las manos.
El baño azul representando la inocencia en la que él vive, pero dentro de él, siente su culpa por su acto.
Se lava las manos, pero no se limpian por la forma en la que vive, el agua sucia representa su manera sucia de vivir, gracias al dinero de la mafia y la droga.
Su deseo de perdonarse es imposible, cuando él es demasiado cobarde para enfrentarse a la extirpación de la culpa.
Y en esa huida a su destino, se vuelve a la realidad, y se encuentra con su madre en una habitación roja.
La conversación entre ellos demuestra, el claro Síndrome de Edipo, y la presentación de un hijo atado al cordón umbilical de su madre.
Pero en sí, la relación entre los 2 personajes es caótica.
Se puede ver una relación incestuosa entre los hermanos y la madre, eso podría hacernos comprender sus problemas con las mujeres.
El tratamiento de la madre, en torno a Ryan, es muy duro.
Lo culpa de no haber matado al asesino de su hermano, de que su hermano no habría hecho eso, le da igual si violo o no a una niña, como hermano, Gosling tendría que haberse vengado.
Poco a poco podemos comprender, la visión de que la madre es un demonio.
Aunque la idea de representar el propio demonio en persona me parece algo arriesgado en esto, la idea de un simple demonio me parece más acertada, teniendo en cuenta en la otra parte de la balanza, a la Justicia.
Ella toma partes en el asunto, y contrata a un asesino que mata al padre.
En otro momento, Ryan ve a Mai en el club bailando.
Él está sentado en una sala roja, mientras ella se encuentra en una sala azul con cortinas rojas.
En una escena imaginada, se sabe por el cambio de vestuario de los personajes, que él se adentra en la sala, traspasando las cortinas y tocando a Mai, ella tiene también un traje azul.
El bien y la salvación, se encuentran en ella.
De repente, un plano de su madre, como un pensamiento fugaz en la mente de Gosling, le impide llegar a la salvación ese demonio.
Escucha risas en la habitación, siente que van dirigidas a él, y por medio de otra imaginación suya, pega a uno de los hombres que reía.
Por un instante, se vuelve el luchador, el hombre que deseaba ser.
La policía le pregunta sobre la muerte del padre a Ryan, pero cuando llega Chang a escena, este determina que no es a quien buscamos.
Y Gosling persigue a Chang, pero este desaparece.
Un montaje, une a Chang entrenando con su espada, elemento de justicia, mientras Crystal, la madre de Ryan y Billy, planea su asesinato.
Esto ayuda a representar, la balanza entre el bien y el mal, que se presenta a lo largo de Only God Forgives.
Gosling habla con Mai, y la convence para que se haga pasar por su novia con su madre.
Es obvio la intención de él, demostrar a su madre que puede mantener una relación normal con otra mujer.
En la cena entre los 3, la mesa consigue formar a los personajes en un triangulo, amoroso en este caso.
Crystal es realmente agresiva con los 2, ya sea tirando por tierra a Ryan con las comparaciones con su hermano, el ejemplo más notable, es por el del tamaño de sus penes, o haciendo sentir incomoda a Mai.
Eso demuestra la relación entre madre e hijo incestuosa, los propios celos de ella ante tal acción de su hijo, demuestran algo más que una relación familiar.
Después de la cena, Mai le pregunta a Gosling, como puede permitir que ella le trate así, él se enfada con ella de una manera notable, ella se va, y Ryan queda arrepentido, su relación con su madre, le destroza su vida.
Posteriormente, Chang y sus policías, son atacados por los asesinos contratados por Crystal; pero Chang los mata a todos, menos a uno, lo que demuestra con ellos, su fuerza y su habilidad sobrehumana.
Cuando encuentra al último, vemos que tiene un hijo, él como padre, pide piedad para su hijo.
Durante momentos, la cara del hijo parece una broma del propio Refn, parece la cara del espectador medio, que espere otra cosa, y se encuentre con todo esto.
Chang no tiene piedad con él, mientras el hijo mira absorto.
A continuación, los policías van a un karaoke, donde están muchas chicas y el jefe de los asesinos.
El karaoke es la iglesia de él, que dominen un karaoke, puede ser tomado como un falso profeta, y el jefe es torturado con una escena sangrienta, hasta morir.
Y termina con Chang, en su karaoke.
En otra escena, se encuentra en el bar Gosling; y Chang parece dirigir la canción hacia él, Ryan se siente petrificado ante ello.
Gosling pregunta a Chang:
“¿Quieres pelea?”
Uno de los policías, impresionado, le pregunta, si sabe quién es.
Es interesante la forma en la que realiza la pregunta, puede basarse en la idea de sí sabe que es la representación del Karma, o de la manera más normal, un experto luchador en el boxeo Tailandés.
Ryan se quiere enfrentar a Dios/Karma, y recibe una grandísima paliza, en una pelea en la cual, no llega a dar ni un mísero golpe.
Crystal habla con Ryan después de ello.
“Cuando estuve embarazada de ti, fue algo extraño.
Eras diferente.
Querían que abortara, pero no lo hice”
Por medio de esta frase, consigue demostrar el “amor” que siente por Gosling, y realmente, es una jugada para convencerlo de matar a Chang, de protegerla.
Por último, le implora con una frase bastante interesante:
“Sé que después de tu padre, dije que no te lo volvería a pedir…”
¿Su padre?
Aquí entramos ante el giro de Only God Forgives, la explicación de por qué la conciencia de Ryan esta manchada, y la relación con su madre.
En la escena siguiente, un compañero y Ryan, entran en casa de Chang.
Las ordenes son de matar a todos, incluido la niña, y él no está conforme.
Mientras Chang habla con Crystal, él la está juzgando, mientras ella vende a su propio hijo por su salvación, y ella suelta la bomba:
Ryan mato con sus propias manos a su padre, Crystal se lo había pedido, para así poder mantener relaciones sexuales con los 2 hijos.
Explica la culpabilidad en sus manos, por la sangre de su padre, la pura teoría de Freud en una película, salvo que ella se quedo con Billy, su favorito, este remplazo el papel de padre, y no Gosling.
La idea del Complejo de Castración sacada por Freud, determinaría que Ryan no puede mantener relaciones sexuales por la relaciones entre su hermano y su madre.
Chang escucha, como Crystal vende a su hijo, hasta que este la mata.
Pero Gosling mata a su compañero, cuando éste va a matar a la niña, luego coge una espada de Chang, arma de justicia, y se la lleva con él.
Ve el cuerpo de su madre, con la espada, atraviesa su útero, y con sus manos llenas de culpa, las mete dentro de la herida.
Puede verse como el traspaso de la culpa a su madre, el intento fallido de la vuelta al útero, o la desvinculación de Ryan a su madre ya muerta, quitando el cordón umbilical que los unía, y rompiendo así, todos los vínculos.
Un Gosling roto, se encuentra con Chang en el bar donde se encuentra Mai, a lo largo del metraje.
Aquí Gosling se ve decidido a enfrentarse a su destino.
Con un plano de sus manos con la sangre de su madre, y la metafórica de su padre, finalmente Chang, corta las manos de Ryan, librándole de toda culpa y… Perdonándolo.
Finalmente, Chang canta en el karaoke, mientras salen los créditos.
“Solo Dios Perdona” los pecados de Ryan.
Una escena adicional que no se grabo, fue Gosling sin brazos con Mai.
Este añadido muestra un final feliz para el protagonista, sin su pasado persiguiéndolo, y con lo único que le daba felicidad en su vida, abrazando el bien.
En otro apartado, Cliff Martinez, quien ya realizó el acertado score de “Drive” (2011)  realiza en menor escala, un trabajo repetitivo a base de fondos.
Un score corto, con menos de media hora de duración, y que incluye algunos temas cantados en thai, por el actor Vithaya Pansringarm, y que tan esenciales resultan en Only God Forgives.
“Time to meet the devil”
Only God Forgives exorciza al guión, y es poseído completamente por la imagen entre la pose, la vanidad, y el ego del cine contemporáneo.
Se trata de un juego artístico y conceptual, para regenerar la típica historia de venganza y lucha, como espejismo de una realidad sórdida y violenta, donde niñas pre-adolescentes son violadas, e incluso asesinadas, en un paraíso turístico internacional.
La violencia es gráfica y ultra-estilizada, en ese arrebato espiritual, en un mundo amoral, como columna vertebral de la justicia, donde el pasado y la búsqueda de la redención, se ofrece como moneda de cambio a un altísimo precio.
Only God Forgives parece focalizada, sobre la aceptación del precio del perdón, para poner fin a la espiral de crímenes y sinsentidos, como herencia de esa familia llamada “raza humana”; la violencia innata, y los instintos primitivos de venganza, únicamente pueden ser frenados por ese componente sobrenatural y espiritual, que el propio título se encarga de recordarnos:
Dios o un enviado divino, un Ángel Exterminador.
Es decir, una moraleja en la que no habita la moraleja:
El ser humano está condenado, a excederse de sus límites morales, y ahogarse eternamente, sobre su sed de venganza.
En el caso, todo se resume con el concepto “hype”
Las altas expectativas; la necesidad de seguir manteniéndose ahí arriba, sin defraudar a aquellos que te han encumbrado a las alturas; a los mismos que, en lo más hondo de su ser, están esperando, por simple morbo o directamente por cruel sadismo, a que te des el gran batacazo.
Si se analiza Only God Forgives en cuanto a viaje, es obvio que teniendo en cuenta el “de dónde venimos”, es fácil entender, por qué la experiencia se convirtió en uno de los grandes fiascos de ese año...
Aunque,  no está de más recordarlo, en Only God Forgives no importa de dónde se viene.
Only God Forgives, guste o no, es lo mismo.
Poesía del cuerpo humano, dedicada a la violencia; a lo animal.
Para ello, nada mejor que una venganza, la de un hombre que persigue a los asesinos de su hermano, en plan comic.
Los versos, son los nudillos en tensión de Ryan Gosling, las estrofas son sus puños, a punto de lanzar un ataque mortífero.
Las heridas sangrantes, los moratones, y los huesos quebrados, junto a las luces led, y de neón, ponen la rima.
No es que no haya contenido, o de un muy reconocible cine de Serie B, que ahora seguramente será reivindicado.
A la ecuación, añádanle una dedicatoria especial a Alejandro Jodorowsky...
Nada viene masticado; todo está por descubrir.
En el cine, pocas sensaciones son tan mágicas, y Refn, que sigue adaptándose a la perfección allá donde le lleva el viento, demuestra que no ha perdido su toque.
Es más, lo lleva un paso más allá, en lo que ya puede considerarse como, una de las más valientes y consistentes, por radical y por coherente con el discurso propio, reivindicaciones de la firma autoral.
Una delicia visual, que oculta un contundente puñetazo “noir” de proporciones casi shakesperianas, genial la relación edípica y castradora entre Gosling y una soberbia Kristin Scott Thomas como “mère fatale”
Lo mínimo que merecía la última y brillante travesía, protagonizada por el más furioso y clarividente de los viajeros, quien, 10 películas después, sigue teniendo en el perturbador e impactantemente puro poder de la imagen, su casi infalible brújula.

“Billy was my first son.
We had a very special relationship.
Julian was so jealous.
It was like he was cracked or something.
He had paranoid delusions about us.
And it pains me to say this to you, as it would pain any mother, but he killed his own father with his bare hands.
That's why he had to get out of America.
He's a very dangerous boy”



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