Willy Wonka & The Chocolate Factory

“It's everybody's non-pollutionary, anti-institutionary, pro-confectionery factory of fun!”

“Charlie and The Chocolate Factory” es un libro infantil, escrito en 1964, por el autor británico Roald Dahl.
El libro, es conocido por su lenguaje sencillo e informal, y por sus detalladas descripciones.
Algunos lo han descrito, como “un libro de ciencia ficción para niños”
Willy Wonka es el propietario de una fábrica de chocolate, y protagonista de 2 libros de Roald Dahl:
“Charlie and The Chocolate Factory” (1964) y “Charlie and The Great Glass Elevator” (1972)
Willy Wonka, es un oscuro personaje, al cual le deleitan tanto los dulces, que opta por abrir la mejor fábrica del mundo.
El personaje original de la novela, no tiene un pasado oficial, salvo el que el abuelo Joe explica a Charlie.
Willy Wonka, es el hijo de un dentista, el Dr. Wilburg Wonka.
La obsesión del Dr. Wonka con la higiene dental, le lleva a prohibir a su hijo, comer chocolate, o algún otro dulce.
De este modo, el pequeño Willy Wonka, padece una traumática infancia, durante la cual, es también forzado por su padre, a llevar un aparato en los dientes.
Finalmente, Willy logra probar chocolate, y comienza a pensar en cómo mejorarlo.
Cuando llega a edad adulta, Wonka abre una tienda de dulces, de la que el abuelo Joe era empleado.
Willy Wonka es un poco introvertido, suele distanciarse de la gente, y oculta su rostro tras unas enormes gafas.
Demostrado vendedor, alcanzó la fama mundial, al desarrollar productos imposibles:
Helados que no se derriten, caramelos que no pierden el sabor...
Sus dulces, se volvieron tan populares y demandados, que Wonka tuvo que abrir su propia fábrica, desde donde suministraba a todo el mundo.
El príncipe Pondicherry, le pidió que le construyera un palacio, enteramente de chocolate, a lo que Willy accedió, viajando y concediendo su deseo.
Todo fue construido de chocolate:
Los muebles, los adornos, incluso el agua que corría en las tuberías del palacio, eran de chocolate derretido.
Sin embargo, otros chocolateros llamados Slugworth y Fickelgruber, envidiosos del éxito de Willy Wonka, enviaron espías para robarle sus recetas secretas.
Debido a esto, Wonka estuvo al borde de la ruina, por lo que despidió a toda la plantilla, y cerró la fábrica para siempre.
Esto le ocasionó que desconfiara para siempre de los seres humanos, pues habían intentado quitarle lo que más adoraba.
Fue cuando Willy salió de viaje en busca de nuevos sabores, que terminó en Loompalandia.
Es un misterio la ubicación exacta, y se desconoce cómo llegó hasta esa tierra, pero ahí fue donde encontró a los Oompa Loompas, miembros de un tribu de Loompalandia, obsesionados con el cacao; y haciendo un trato con ellos, los llevó hasta su fábrica, donde se convirtieron en fieles trabajadores, con lo que consiguió poner la fábrica en marcha nuevamente, y con esto, seguir con su sueño.
Cuando Willy Wonka empieza a sentirse mayor, se da cuenta de que necesita un heredero, y organiza una lotería para encontrarlo.
Distribuye al azar, 5 billetes dorados entre sus barras de chocolate, prometiendo una visita guiada por la fábrica, y un suministro vitalicio de chocolate, para los 5 afortunados.
Esos 5 niños, encuentran los billetes, entre ellos Charlie Bucket, y obtienen la visita por la peculiar fábrica.
Pero Willy Wonka les puso “trampas” que debían superar, y así demostrar que serían dignos de ser herederos del Imperio Wonka.
En esta selección al “azar” que deja mucho que desear, pues si se pone atención, se nota que cada niño tiene algún atributo del mismo Wonka:
Mike Teevee es un genio, Veruca Salt consigue siempre lo que quiere, Violet Beauregarde es muy competitiva, Augustus Gloop tiene una obsesión por el chocolate; y Charlie Bucket es un niño ingenuo que todos llevamos dentro.
Introducido en las primeras páginas del libro como “un niño codicioso”, Augustus Gloop es la primera persona en encontrar un boleto de oro.
A él se lo retrata como enormemente gordo y glotón también; y es el primer niño que se retira de la gira; ya que bebiendo de río de chocolate, a pesar de las exhortaciones de sus padres y Wonka, cae en el río, y es succionado por un tubo, a una habitación donde chocolate se fabrica, llamada “La Sala de Fudge”
En el libro, se le ve salir de la fábrica, cuando se le ha exprimido por el tubo, cubierto de chocolate.
Es la madre de Augustus quien le acompaña a la fábrica, y su padre es un carnicero; su madre se enorgullece de su alimentación glotón, y parece disfrutar de la atención de los medios de comunicación, cuando se centraron en su hijo.
Veruca, es la hija de Henry y Angina Salt.
Es bastante malcriada y caprichosa, vive con sus padres, en una lejana y gran ciudad.
Su padre, Mr. Salt, dueño de una fábrica de maní.
Cuando Veruca exigió que debía tener uno de los billetes dorados que le permitirían entrar a la Fábrica Wonka, el Mr. Salt compró cientos de miles de cajas de barras de chocolate Wonka, y las llevó a su fábrica, donde ordenó a las 100 mujeres que trabajaban para él, usualmente pelando y salando el maní, a que se pusieran a desenvolver las barras de chocolate, hasta que encontraran el tan anhelado Tiquete Dorado.
Tres días transcurrieron, sin que las trabajadoras encontraran el Tiquete, y durante los cuales, Veruca no hacía más que gritar, tirada en el suelo, pateando, y chillando.
En el 4° día de búsqueda, el ticket por fin fue encontrado; y Veruca fue anunciada en los periódicos como ganadora, el día antes del cumpleaños de Charlie.
Veruca, asistió el día de la cita a la Fábrica; durante el recorrido, demostró su carácter caprichoso, exigiéndole a su padre, que le comprara un Oompa Loompa, un barco rosado, un río de chocolate, refutando lo que decía Mr. Wonka, y finalmente, exigiéndole a su madre, que le consiguiera una ardilla entrenada, como las que había en “La Sala de Las Nueces”
Cuando Willy Wonka se negó a venderle una ardilla a su padre, Veruca se escabulló, y entró a la sala donde se encontraban las ardillas, tomando una en sus manos.
Las ardillas, reaccionaron muy mal, y la arrastraron por el suelo, sujetándole brazos y piernas.
Una de las ardillas, siguiendo el método que tenían para encontrar nueces malas, le dio golpes en la frente, luego de lo cual, la arrastraron al hueco, por el cual desechaban las nueces que no servían.
La razón de esto, según Mr. Wonka, es porque les debió sonar bastante hueca.
El hueco por el que fue lanzada Veruca, se dirigía al tubo principal de la basura, que tenía como destino final, el incinerador, pero no debían preocuparse, pues de pronto no lo encendieran ese día, fue el consuelo que les dio Wonka.
Veruca es retratada como una niña malcriada, que es muy inmadura, cuyos ricos padres la tratan como una princesa, y le dan todo lo que quiere, sin importar lo ridículo del precio, o lo extravagante que sea el objeto.
En el libro, se la describe como “la hija de padres ricos” y en su perfil se la describe como, la heredera de “La Fortuna en Nueces de los Salt”, lo que contribuye al hecho de que sea tan malcriada.
Su nacionalidad no es aclarada.
Antes del Tour a La Fábrica de Chocolates, los padres de Veruca, especialmente su padre, parece creer que es una jovencita dulce e inocente; sin embargo, luego de ser ensuciados y emboscados en la fábrica, sus opiniones van más acorde con la realidad, y empiezan a actuar con menos indulgencia, y de forma más estricta, habiendo aprendido su lección sobre malcriar a los niños.
Violet Beauregarde es la tercera de los 5 niños en encontrar uno de los exclusivos billetes de Oro Willy Wonka, y la 2ª en abandonar el grupo que recorre la fábrica.
Ella exhibe un espíritu más competitivo que el de los otros 4 ganadores de billetes de oro, su comportamiento es muy ambicioso, ampliado por su participación en deportes, y artes marciales.
Violet, es también una notoria, implacable, y competitiva masticadora de chicle, aunque modera temporalmente su hábito, con el fin de centrarse en barras Wonka, y buscar el billete.
Violet se describe en la novela, como alguien que tiene una “gran mata de pelo rizado”, y como alguien que habla “muy rápido y muy fuerte”
Como Augustus Gloop, y Veruca Salt, la nacionalidad no se aborda en el libro.
Sus padres, la acompañan a la fábrica, aunque su madre no aprueba la goma de mascar de Violet.
Durante su entrevista, ella habla de, cómo le gustaba meter goma de mascar en los botones del ascensor, para que la persona que pulsa el botón, se quede con la goma en su dedo; también cuenta, que masticó el mismo pedazo de goma de mascar, durante 3 meses, batiendo el récord en poder de su mejor amiga, Cornelia Prinzmetel.
Ella habla mucho más de esto, que de su boleto.
Por tanto, Willy Wonka inventa un chicle, que contiene una comida de 3 platos:
Sopa de tomate, roastbeef, y pastel de arándanos, pero le prohíbe a Violet masticarlo, ya que aún no está listo para el consumo humano.
Violet dice, que ella tiene el récord mundial en la goma de mascar, y coge el chicle de todas formas, haciendo caso omiso de las protestas de Wonka.
Sin embargo, la tarta de arándanos es defectuosa, lo que provoca que Violet se convierta en un gordo arándano azul.
Violeta era muy flaca, hasta que su abdomen, incluida la parte de atrás, comienza a inflarse, haciéndola llegar a un extremo, en que su ropa es demasiada pequeña para ella, haciendo que se le vea el ombligo.
A continuación, se expande como una pelota de 10 pies de altura, y de al menos 2000 libras de peso.
La madre, se queda con la boca abierta por la enorme panza de su hija.
Ella está inmóvil, debido al enorme grosor, y Wonka indica a los Oompa Loompas, que la lleven rodando a La Sala de Jugo, para extraerle el que tiene.
Mike Teevee es, como su apellido lo indica, un obsesionado a los dulces, que rara vez se distancia de su televisor.
Él es el 4º de los niños, en encontrar un Billete de Oro, y también es el cuarto en ser expulsado de la gira, dejando a Charlie Bucket, como último.
A diferencia de los otros, la novela no da ninguna explicación, de cómo Mike encontró a su Billete Dorado, porque sólo habla de su obsesión por la televisión en su entrevista con un diario, sobre todo, su preferencia por los programas violentos, y expresa su disgusto por la prensa, por interrumpir su visualización.
También se enoja mucho, cuando sus padres le impiden ver sus espectáculos.
Mike, de 9 años de edad, está particularmente obsesionado con las películas de gánsteres; lleva no menos de 18 pistolas de juguete de varios tamaños, colgando de cinturones alrededor de su cuerpo, y le gusta representar tiroteos al estilo mafioso, en los cuales, los personajes “se llenan de plomo”
Mike, está mucho más interesado en la televisión, que su Golden Ticket, y sólo desvía su atención de la televisión, el tiempo suficiente para escuchar lo que Slugworth está susurrando al oído.
Mike, durante la gira, es reducido cuando se desobedece a Wonka, a mantenerse alejados de la cámara de televisión de chocolate, la cual es un intento de distribuir muestras gratuitas de golosinas Wonka.
“Televisión Chocolate” tenía la intención, de enviar Wonka Bars a través de la televisión a todo el mundo.
Después de que la barra es tele transportada por la cámara, es reducida al tamaño normal, y luego se puede extraer de la televisión para el consumo.
La cámara de televisión, reduce a Mike, lamentablemente, el proceso es irreversible, al igual que la forma de Violet Beauregarde, la nueva forma de Mike es permanente.
Charlie Bucket, es el personaje principal de la historia, y tiene una fuerte moralidad en contraste con los otros 4 niños que visitaron la fábrica de chocolate de Willy Wonka.
En la novela, Charlie es especialmente tranquilo, por lo general sólo le habla a su abuelo Joe, a sus padres, o de Wonka, y está muy preocupado por los otros niños, tanto antes como después de que se eliminan por los Oompa-Loompas de la fábrica, aunque es alegre, siempre está de buen humor.
El autor, lo muestra con una gran fortaleza de carácter, cuando la familia empieza a morir de hambre, porque el Sr. Bucket pierde su empleo, y Charlie se niega a tomar las porciones de su familia.
A diferencia de los otros 4 buscadores, no se dan detalles sobre entrevista de Charlie cuando encuentra el billete, salvo que es el caos, y cerca de la medianoche.
Cuando el señor Wonka conoce a Charlie, dijo leer todos los detalles de la entrevista de Charlie, en los periódicos de la mañana.
La familia de Charlie en esta particular, parecen ser ingleses, pero residen en los Estados Unidos, aunque la ubicación exacta, es ambigua.
Sr. Arthur Slugworth, es el antagonista del libro; y uno de los chocolateros rivales de Willy Wonka.
Slugworth, junto con otros rivales del Sr. Wonka: Fickelgruber y Prodnose, envió espías para robar las recetas secretas de Wonka.
Después de haber obtenido estos, que comenzó a hacer globos de caramelo que se funde al consumo, hasta tamaños increíbles, y luego los hace estallar antes de comerlas, fue una invención plagiada.
El trabajo de Slugworth, junto a los demás rivales, estuvo a punto de arruinar la fábrica de Wonka; y fue por ello que Wonka se vio obligado a cerrar su fábrica, y despedir a todos sus trabajadores.
Unos años más tarde, la fábrica de Wonka, comenzó a trabajar de nuevo, operado exclusivamente por Oompa-Loompas, y su obra continuó dominando la industria de dulces, con ningún rival capaz de plagiar su trabajo, porque el uso de los Oompa Loompas, como sus trabajadores, permite Wonka, operar su fábrica sin empleados regulares, y mantener fuera del alcance de los ciudadanos, por lo que no puede infiltrar espías.
A medida que cada Billete Dorado es encontrado, un hombre siniestro se aproxima al buscador, y le susurra algo al oído.
Después de que Charlie encuentra el último billete, el mismo hombre se acerca a Charlie también, y ofrece lo que es probablemente, el mismo discurso que ha dado a los otros niños, en donde él se presenta como Arthur Slugworth, Presidente de Slugworth Chocolate Incorporated, dando sobornos al niño, para obtener una parte de la recién inventada fórmula del “eterno chicle” y llevárselo a él para plagiar la fórmula.
Dos de los niños responden al soborno:
Veruca Salt, cruza los dedos detrás de su espalda, cuando Willy Wonka le pregunta a los niños, prometer mostrarle a nadie “el chicle eterno”
Y Mike Teevee, le pregunta a su madre, lo secretos que pueden vender a Slugworth, su madre le dice a su hijo:
Mantener sus ojos bien abiertos, y cerrar la boca.
El abuelo Joe, responde también al soborno; pero cuando Willy Wonka lo lleva a él y Charlie Bucket, al muestreo de “elevación de bebidas efervescentes” probablemente la última prueba Wonka; el abuelo Joe, planea dar la fórmula a Slugworth del chicle eterno como venganza.
Pero este es frustrado sin embargo, cuando Charlie no se atreve a traicionar a Wonka, y por tanto, devuelve “el chicle eterno”
Aunque en un principio parece que es Slugworth, el principal villano, Wonka finalmente revela, que el hombre no es Slugworth, sino un compañero de trabajo, llamado Sr. Wonka Wilkinson, y que su oferta era una prueba moral de carácter.
La novela no explica, cómo el falso Slugworth, fue capaz de acercarse a cada ganador, tan pronto después de que encontraran sus boletos.
Sin embargo, se sabe que Wonka si conocía el destino de alguna manera, para no perder de vista cada boleto, y luego le dijo a Wilkinson, quien tiene mayor probabilidad de ser encontrado.
Los Oompa Loompa, por su parte, son pigmeos de Loompalandia, donde habitaban hasta que Willy Wonka los encontró, y les propuso trabajar a cambio de nueces de cacao, que son su comida favorita, y solo se encontraban en Loompalandia una vez al año.
Por esta razón, comían siempre orugas.
Son increíblemente trabajadores, divertidos, y cantan para ayudar a la gente en sus problemas, pero sobre todo, practican la magia negra para Willy.
Todos tienen el mismo tipo de cara, y su voz es de tonalidad aguda o grave, pero utilizan distintos trajes de una sola pieza, acorde a sus funciones.
Su peinado es hacia atrás, terminado en punta.
Tienen un saludo característico, y de afirmación, que consiste en un movimiento rápido haciendo una “X” con los brazos; la mano derecha en el hombro izquierdo, y la mano izquierda en el hombro derecho.
Como el Sr. Wonka ya sospechaba desde un principio, todos los niños menos Charlie, resultan ser unos malcriados, y debido a su mal comportamiento, van perdiéndose a medida que la visita avanza.
Cuando ya sólo quedaba Charlie, le confiesa su verdadera intención, la de regalarle su fábrica por completo, puesto que prefiere dejarle el cargo a un niño, en vez de a un adulto que cuestione sus peculiares métodos.
Para ser el propietario de la Fábrica, Charlie deberá abandonar a toda su familia, e irse a vivir a la fábrica de Willy Wonka.
¿Pero acaso, la elección de Willy sería la correcta?
Desafortunadamente, sólo hay 2 libros de esta historia.
Muchos críticos de cine, especialmente del New York Times, opinan que esta subtrama de la infancia de Wonka, es demasiado freudiana, e innecesaria.
Cuando se publicó la novela, fue acusada de racista, por el trato esclavista que Dahl daba a los Oompa Loompas; en sucesivas ediciones, estos personajes pasaron de ser pigmeos africanos, a ser hippies enanos.
Respondiendo a las críticas, por parte de The National Association For The Advancement Of Colored People (NAACP), Eleanor Cameron y otros, sobre la descripción de los Oompa Loompas como pigmeos africanos, de piel oscura que trabajaban en la fábrica de Wonka por semillas de cacao, el libro fue cambiado, y republicado en 1973.
En la versión más nueva, los Oompa Loompas tienen cabello largo, de color castaño-rubio, y piel blanca-rosada.
Sus orígenes fueron cambiados de África, a la ficticia “Loompaland”
“It's everybody's non-pollutionary, anti-institutionary, pro-confectionery factory of fun!”
Willy Wonka & The Chocolate Factory es una película musical estadounidense, del año 1971, dirigida por Mel Stuart.
Protagonizada por Gene Wilder, Jack Albertson, Peter Ostrum, Roy Kinnear, Michael Bollner, Aubrey Woods, Paris Themmen, Julie Dawn Cole, Denise Nickerson, Günther Meisner, entre otros.
El guión es de Roald Dahl, basado en su libro: “Charlie & The Chocolate Factory” y estuvo nominada al Oscar como mejor canción original.
Un niño pobre, un boleto dorado, un dulcero surrealista, y una fábrica llena de sorpresas, son el argumento ideal para hacer Willy Wonka & The Chocolate Factory; filmada durante los años 70’s, por lo que la improvisación de los efectos especiales, es maravilloso, asimismo, incluye algunas entradas musicales, que hacen aun más divertida la trama.
Willy Wonka & The Chocolate Factory gira alrededor de Willy Wonka (Gene Wilder) el excéntrico dueño de una gran fábrica de caramelos.
Un día, decide ofrecer a 5 niños, una entrada dorada, que les permitirá recorrer la dulce fábrica.
Uno de los ganadores, es Charlie Bucket (Peter Ostrum), un niño pobre de buen corazón, que espera un futuro mejor para él, para su madre, y sus 4 abuelos.
Los otros ganadores, resultan ser 4 insoportables niños:
Mike Teevee (Paris Themmen), Veruca Salt (Julie Dawn Cole), Violet Beauregarde (Denise Nickerson) y Augustus Gloop (Michael Bollner)
La creatividad para idear historias y personajes de Roald Dahl, un estimable escritor de expresión irónica, cínica, con humor negro, tanto para niños como para adultos, ha servido de base para variadas películas cinematográficas, entre ellas, la subestimada adaptación de esta instrucción moral que es Willy Wonka & The Chocolate Factory, un musical lisérgico, denostado por muchos, que seguro que ni la han visto, especialmente por aquellos con prejuicios, que no soporten el careto de Gene Wilder, ni su histrionismo.
Pero bueno, el propio Dahl, que había escrito el primer guión, no quedó, exigente él, y un tanto enfadado, porque le retocasen su texto.
Los números musicales, quedan algo flojos, pero se rescata la canción de los Oompa Loompas, diciéndoles a los niños, que no vean mucho la TV, lean más libros, y no se atiborren de golosinas.
Para dar ejemplo, nada mejor que adaptar al cine, un cuento infantil, que trata sobre una fábrica donde se puede tomar chocolate hasta reventar.
“A little nonsense now and then is relished by the wisest men”
La gran mayoría de Willy Wonka & The Chocolate Factory, se desarrolla al interior de la fábrica de chocolates, y evidencia el gran trabajo creativo, y el toque de magia que hay dentro de ese lugar.
Wonka es un genio, y su única motivación es esa, la de hacer chocolates para los niños.
Les enseña todo lo que hay en la fábrica:
Ríos y cascadas de chocolate, flores comestibles, ositos de goma gigantes, y hasta sus inventos secretos.
Por desgracia, Slugworth (Günther Meisner), su archienemigo, que trató de robar sus recetas secretas por años, habla con cada uno de los niños, y les pide que roben el último invento del chocolatero: “El everlasting gobstopper” un dulce que nunca jamás perderá su sabor.
Los niños son puestos a prueba, y teniendo en cuenta sus odiosas personalidades, no hay que confiarse. En una película, regularmente suelen haber 2 protagonistas, a veces más; pero en Willy Wonka & The Chocolate Factory, el único protagonista es Gene Wilder, quien encarna al particular chocolatero.
El papel de Willy Wonka, es maravilloso de principio a fin, además de tener muchísimos detalles.
Muchas de las líneas claves de Wonka en Willy Wonka & The Chocolate Factory, son extractos de diferentes obras literarias de William Shakespeare, Arthur O’Shaughnessy, o John Keats.
Por ejemplo:
Antes de abrir la puerta que revelará el interior de la fábrica, Wonka dice:
“Is it my soul that calls me by my name?” parafraseando la línea de “Romeo y Julieta”:
“It is my soul that calls upon my name” - Acto 2; escena 2.
Gene Wilder, encarna espléndidamente el personaje que le fue otorgado, y es quien se roba la atención durante los 95 minutos que dura Willy Wonka & The Chocolate Factory.
La poca importancia que le da a los caprichos de los niños y sus padres, el disfrute de su fábrica, y cada producto que crea, la genuina sensibilidad propia de un niño pequeño, lo hacen un personaje memorable.
La función de los Oompa Loompas en Willy Wonka & The Chocolate Factory, es la de darle una lección al televidente, ya que, al ser una película familiar, tiene un visible interés por dejar alguna especie de moraleja.
Es por eso, que cada uno de los niños que consiguió un tiquete dorado, tiene un defecto enorme, que termina por privarlo del premio mayor.
Uno es glotón, otra es berrinchuda, el tercero no deja nunca de ver televisión, y la última tiene muchos malos hábitos reunidos.
Para cada uno de ellos, los hombrecillos naranja, tienen una canción que empieza con:
“Oompa Loompa Dumpa di du
I have another puzzle for you
Oompa Loopma Dumpa di di
If you are wise you’ll listen to me”
Lo que más me causó gracia, fueron todas las noticias y situaciones exageradas, con respecto al concurso.
Me encanta la parte que una mujer está desesperada, porque secuestraron a su marido, y llaman a la casa y contesta el inspector de policía que está junto a ella, y le dice:
“Sólo quieren la caja de chocolate”
Y la mujer se queda dura, y el policía insiste:
“La caja de chocolate o la vida de su marido”
Y la mujer responde:
“Lo estoy pensando”
“Well, they can't be real people”
Inicialmente Willy Wonka & The Chocolate Factory tuvo un discreto paso por las taquillas, y una más que fría recepción crítica.
No era una cinta sencilla de vender:
Demasiado rara para el público infantil, y demasiado infantil, en apariencia, para un público adulto, que se preparaba ya, para una década cinematográficamente convulsa.
Y sin embargo, hoy en día, Willy Wonka & The Chocolate Factory está considerada un clásico indiscutible, hasta el punto de que en 1995, Entertainment Weekly la nombró “la película #1 para ver con niños en un día de lluvia” eso sí es hilar fino, a la hora de hacer listas.
Aunque pueda sonarnos raro, Willy Wonka & The Chocolate Factory fue financiada por una compañía de cereales, Quaker Oats, con la intención de lanzar, en combinación con Willy Wonka & The Chocolate Factory, una chocolatina “Willy Wonka”
Aunque hoy en día estamos acostumbrados a sufrir un bombardeo de productos relacionados con las películas de éxito, en aquella época, no era tan normal hacerlo así a lo grande.
En esto, Stuart se adelantaba a su tiempo, y de hecho, confesó en alguna ocasión, que el marketing en aquella época, se hacía con desgana.
Esta financiación, proporcionó al director, toda la libertad del mundo para hacer, realmente, lo que le diese la gana.
Pero llegaron los problemas.
Diversos contratiempos, provocaron que la chocolatina deseada, no estuviese preparada para el estreno, así que Quaker Oats, tuvo que recurrir a la Paramount para distribuir Willy Wonka & The Chocolate Factory, que resultó, como ya dije, un fracaso en taquilla.
A los pocos años, el productor, David Wolper, recuperó los derechos en su totalidad, por la cantidad de $500.000.
A nadie parecía interesarle demasiado, tener los derechos; y entonces, Willy Wonka & The Chocolate Factory, comenzó a reponerse en televisión, una y otra vez, calando lentamente en el sentir popular.
Esto provocó, a su vez, que cuando estuvo disponible en VHS, se vendiese mucho más.
Y después del VHS, vino el DVD, y así sucesivamente, hasta convertirse en el perfecto ejemplo de película, que no rompe las taquillas, ni mucho menos, pero que va ganando dinero poco a poco, lentamente, hasta encontrar su público, y terminar por convertirse, en un clásico del cine, y en una película muy rentable.
Curiosamente, así como “The Wizard Of Oz” (1939), que tiene el mito del Munchkin que se ahorca dentro de los bosques; Willy Wonka & The Chocolate Factory tiene una escena, en el túnel del terror, que fue eliminada, la cual, reproducida a la inversa, se oyen invocaciones en Rumano Antiguo…
Logra asustar, y es fácil de encontrar en la web.
La escena del viaje en bote, debió ser cortada, por ser considerada demasiado fuerte, debido a las imágenes que se iban proyectándose, como una decapitación de una gallina, y una persona con una especie de gusano o serpiente, moviéndose por su cara, además de la música, y el poema recitado por Wonka, lo que hacía una escena tan surrealista y lisérgica, que no creyeron conveniente para una película pensada para niños.
Willy Wonka & The Chocolate Factory, también era una comedia musical, mas al estilo de los musicales de los 60 y 70, y nada influenciada por el estilo de videoclip de la versión moderna.
Otro dato a tener en cuenta, son los decorados, hechos a mano, y unos exteriores menos imaginativos, sin la capacidad de computación actual, los ordenadores no hacían este trabajo.
Como dato, la cantante Madonna, durante su gira mundial “Sticky and Sweet”, empieza el espectáculo con la canción “Candy Shop”, emulando al personaje de Willy Wonka; de hecho, el show comienza y termina, simulando ser una fábrica de dulces.
“It's Scrumdiddlyumptious!”
S dice que “la fórmula de la felicidad es un caramelo”
O sea, que la alegría no es más que un producto comprable.
También, eso nos dicen los fatalmente hermosos anuncios de Coca-Cola desde hace años.
La gente, siempre ha entendido Willy Wonka & The Chocolate Factory, como una didáctica lección para niños:
Un pasaje de color e imaginación, que sirve como crítica a la codicia, los malos hábitos, y mala educación en general.
Por otra parte, Willy Wonka & The Chocolate Factory es un arma de doble filo, que encierra una verdad, más incómoda e insidiosa.
¿Por qué, si no, se sienten después, y durante su visionado, una imperante necesidad en el estómago, y el paladar, que claman un chute de azúcar?
¡Cuántos niños imagino llorando a sus madres, para que les comprasen caramelos, justo después de salir del cine!
Y la industria, frotándose las manos.
Presten atención, al universo idiotizado en el que vive Charlie...
No hay ni un sólo hombre, mujer o niño, que no busque desesperadamente uno de los billetes dichosos, controlados, y manipulados como simios.
Una perspectiva en verdad muy interesante, que martillea con saña el engañoso “cuento de hadas”
Ya se sabe, que hay que llegar al corazón, para poder llegar al bolsillo.

“Oompa loompa doompadee doo”



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