Rush

“There's no need to drive fast.
We're not in a hurry, we're not being paid.
There is no reward for the risk”

Cicerón contaba, allá por el año 100 a.C. aproximadamente, que la esencia de la amistad radica en la bondad y benevolencia de los hombres.
Un hombre “bueno” será necesariamente amigo de otro hombre “bueno”, y si no es así, probablemente eso no llegue nunca a funcionar como una “amistad verdadera”
La Fórmula 1, a menudo abreviada como F1, y también denominada “La Categoría Reina del Automovilismo” o “La Máxima Categoría del Automovilismo”, es la competición de automovilismo internacional más popular, y prestigiosa.
A cada carrera, se le denomina “Gran Premio” y el torneo que las agrupa, se denomina “Campeonato Mundial de Fórmula 1”
La entidad que la dirige, es La Federación Internacional del Automóvil (FIA)
Los automóviles utilizados, son monoplazas, con la última tecnología disponible, siempre limitadas por un reglamento técnico; algunas de estas mejoras que fueron desarrolladas en La Fórmula 1, terminaron siendo utilizadas en automóviles comerciales, como el freno de disco.
La mayoría de los circuitos de carreras, donde se celebran los Grandes Premios, son autódromos, aunque también se utilizan circuitos callejeros, y anteriormente se utilizaron circuitos ruteros.
El inicio de La Fórmula 1 moderna, se remonta al año 1950, en el que ya participaron escuderías legendarias como:
Ferrari, Alfa Romeo, y Maserati.
Algunas escuderías, han sido apartadas por otras nuevas, que han conseguido grandes éxitos, como:
McLaren, Williams, Lotus, y Renault, que se han alzado varias veces, con El Campeonato Mundial de Constructores.
Por su parte, El Campeonato Mundial de Pilotos, es otorgado por La Federación Internacional de Automovilismo al Piloto de Fórmula 1, más exitoso de la temporada, determinado por el sistema de puntuación en relación con los resultados de los Grandes Premios.
El primer Campeonato Mundial de Pilotos, fue otorgado en la temporada 1950, a Giuseppe Farina.
El primer piloto en ganar más de un campeonato, fue Alberto Ascari, en 1952 y 1953.
La FIA, declara oficialmente al campeón, al final de la temporada, pero se dice que un piloto “aseguró” el campeonato, cuando ningún otro tiene posibilidad de acumular más puntos que él, incluso, si puntuara el máximo en todas las carreras restantes de la temporada.
El piloto que ha “asegurado” el campeonato con mayor anticipación, ha sido Michael Schumacher, en la temporada 2002, cuando aún restaban 6 carreras por disputar.
32 pilotos distintos, han ganado el campeonato, con Michael Schumacher ostentando las plusmarcas de 7 títulos en total, y 5 títulos consecutivos, en las temporadas entre 2000, a la de 2004.
Una temporada singular, fue la de 1976 de Fórmula 1, en la que el británico James Hunt obtuvo el título.
James Simon Wallis Hunt, fue piloto de carreras, y comentarista de automovilismo en televisión.
Disputó La Fórmula 1 durante 7 temporadas, donde resultó campeón del mundo en 1976, 4° en 1975, y 5° en 1977, además de obtener 10 victorias, 33 podios, y 14 “pole positions”
Hunt empezó corriendo con la categoría “Mini” con su propio automóvil, subiendo luego a La Fórmula Ford, y La Fórmula 3.
Hunt, era notorio por su comportamiento desvergonzado, desenfadado, juguetón, y un verdadero semental con las mujeres.
Fue uno de los últimos “muchachos malos” entre los corredores de Fórmula 1; muy distinto de los muy formales corredores de estos últimos tiempos.
Hay quienes dicen, que el estilo más reciente de Eddie Irvine, hacia finales de los 90, es reminiscente de Hunt.
Hunt, pronto fue reconocido, como un corredor rápido y espectacular, pero propenso a aparatosos accidentes.
Debutó en 1973, con el equipo de Lord Alexander Hesketh, Hesketh Racing, a los mandos de un March 73.
Fue un equipo desenfadado y divertido, el mono de Hunt de ese año, llevaba un parche en el que se podía leer:
“Sexo, El Desayuno de Los Campeones”
Logrando algunos impresionantes resultados, especialmente el 2º lugar en El Gran Premio de los EEUU, su primer victoria fue en el circuito de Zandvoort, durante El Gran Premio de Los Países Bajos de 1975.
A pesar de ese resultado, la falta de financiación de su equipo, obligó a su dueño a retirarlo para el campeonato siguiente.
Cuando Emerson Fittipaldi abandonó el equipo McLaren, este equipo rápidamente contrató a Hunt.
1976, fue el mejor año de Hunt, al ganar éste, 6 grandes premios.
Fue un campeonato turbulento:
Primero, fue descalificado, por conducir un auto 18 milímetros más ancho de lo debido; y luego declarado ganador del Gran Premio de España.
Una 7ª victoria, fue anulada debido a una penalización por un accidente, en el que Hunt se vio involucrado en la primera curva.
En El Gran Premio de Italia, debido a dudas sobre la legalidad del combustible usado por Hunt, fue obligado a salir desde la última posición de la parrilla de salida.
Por su parte, y a manera de “antagonista”, Andreas Nikolaus Lauda, mejor conocido como “Niki Lauda”, es un piloto austríaco de Fórmula 1; campeón del mundo en 1975, 1977, y 1984, subcampeón en 1976, y 4º en 1974 y 1978.
Su primera victoria, fue en El Gran Premio de España de 1974, y la última, en El Gran Premio de los Países Bajos, de 1985.
A lo largo de su carrera en la máxima categoría, pilotó para las escuderías March, BRM, Ferrari, Brabham, y McLaren, acumulando 25 victorias, y 54 podios.
Lauda se convirtió, contra la voluntad de su familia, en piloto de carreras en 1968, y comenzó a correr en La Fórmula 1, con el equipo March en 1971.
Tuvo al principio poco éxito, tanto en el equipo March como en el BRM, al que se incorporó en 1973, pero dio su gran salto deportivo, cuando su compañero de equipo en BRM, Clay Regazzoni, volvió al equipo Ferrari en la temporada 1974.
El legendario propietario del equipo, Enzo Ferrari, requirió la opinión de Regazzoni sobre el conductor austriaco, y al recibir buenas referencias, inmediatamente lo fichó.
Después de un apagado comienzo de la década de los 70, el equipo Ferrari resurgió, y el austriaco fue recompensado con el 2º puesto en su debut con el equipo, en El Gran Premio de Argentina.
Pronto, siguió su primera victoria en un gran premio, en la 4ª carrera que corrió con Ferrari, dando con ella, fin a un bienio sin victorias del equipo.
Lauda y Ferrari, se convirtieron en el piloto y la escudería, que marcaban el paso del mundial, consiguiendo 6 “pole positions” consecutivas.
Una mezcla de falta de fiabilidad e inexperiencia, no obstante, limitó sus resultados, a una sola victoria más, y un 4º puesto al final del mundial.
En 1976, Lauda ganó 4 de las primeras 6 carreras, obteniendo el 2º puesto en las otras 2.
Al final de la 9ª carrera, disputada en Brands Hatch, Lauda había obtenido 61 de los puntos del mundial, más del doble de los que llevaba su más inmediato perseguidor, Jody Scheckter.
El 2º campeonato del mundo consecutivo, parecía limitarse ya a una formalidad, hecho que no se producía desde las temporadas de 1959 y 1960, en que lo había logrado Jack Brabham.
Sin embargo, en la siguiente carrera, en Nürburgring, en 1976, Lauda sufrió graves heridas, que incluían terribles quemaduras, al incendiarse su coche, en El Gran Premio de Alemania.
3 pilotos se detuvieron para ayudarle:
Harald Ertl, Guy Edwards y Arturo Merzario, al que más tarde, Lauda le regaló un reloj de oro en agradecimiento.
Al borde de la muerte, un sacerdote le administró la extremaunción.
A pesar de ello, volvió a las pistas, tan sólo 6 semanas después.
El accidente casi mortal de Niki Lauda, permitió a James Hunt, acercarse a Lauda en la puntuación, llegando a la última carrera del campeonato, 3 puntos por detrás del austríaco.
Las lluvias torrenciales, caídas durante la carrera, convencieron a Lauda de retirarse, aludiendo que las condiciones eran muy peligrosas para correr.
Hunt siguió en la pista, estando al frente durante casi la totalidad de la carrera, y pese a sufrir el pinchazo de una rueda, logró llegar 3º, y consiguió el campeonato de ese año, con la mínima ventaja de un punto.
En la temporada 1977, Hunt ganó 3 grandes premios; sin embargo, 1978 fue una temporada gris:
De las 16 carreras del campeonato, tan sólo terminó 6.
Durante la forzada ausencia de Lauda, el inglés James Hunt había jugado sus bazas, y la última carrera de la temporada, El Gran Premio de Japón, comenzó con una ligera ventaja de Lauda sobre Hunt de 3 puntos.
En una pista peligrosamente mojada, fue cuando Lauda se retiró, tras realizar 2 vueltas, asegurando que consideraba inseguro continuar en tales condiciones.
Hunt lideró la carrera durante la mayor parte del Gran Premio, hasta que un pinchazo le hizo perder posiciones.
Así, consiguió remontar, no obstante, hasta la 3ª posición, que le valió el título mundial por un solo punto.
La anteriormente buena relación de Lauda con el equipo Ferrari, se vio gravemente afectada tras ese abandono, y tuvo que soportar una difícil temporada 1977, a pesar de vencer cómodamente, el campeonato mundial, gracias a su regularidad.
En El Gran Premio de Canadá, Lauda informó al propietario de la escudería, Bernie Ecclestone, de su deseo de retirarse inmediatamente, pues no deseaba “seguir conduciendo en círculos”
Lauda, que había fundado una compañía de vuelos charter, volvió a Austria para dedicarse a ella, a tiempo completo.
Mientras que Hunt, se desempeñó como comentarista de las transmisiones de Fórmula 1 para la BBC, en Inglaterra, desde 1980 hasta 1993, al lado del relator, Murray Walker.
En 1995, Lauda fue asesor técnico de Ferrari.
A su llegada, le pidieron consejo para ganar nuevamente, después de muchos años de sequía, y la respuesta inmediata de Lauda fue:
“Contraten a Michael Schumacher”
Y Michael Schumacher vino, y se trajo al equipo de ingenieros de Benetton, encabezados por Ross Brawn.
El resultado fue, que arrasaron de 2000 a 2004.
James Hunt murió joven, a los 45 años, de un infarto de miocardio, en su casa en Wimbledon.
Aún cuando en sus últimos años bebía mucho menos, y practicaba deporte regularmente, el daño ya estaba hecho, y su cuerpo no pudo recuperarse de los excesos anteriores.
El grave accidente de Lauda, en El Gran Premio de Alemania, que le produjo graves quemaduras, le dejaron marcas de por vida.
Retirado de las carreras en 1978, puso su propia compañía aérea, “Lauda Air”
Las deudas, y una larga querella con la compañía Austrian Airlines, lo obligaron a volver en 1982.
Pero se retiró definitivamente de la competición, en 1985; y volvió a fundar una nueva compañía de aviación, “Niki”
Lauda, también es conocido por el apodo de “Rata” o “Súper Rata”, en virtud de la disposición de sus dientes frontales.
Se casó en 1975, con Marlene, de quien tiene 2 hijos:
Luca y Mathias, quien al igual que su padre, es piloto.
Lauda se divorció en 1996, tras 21 años de matrimonio.
Su tercer hijo, Christian, nació fuera de matrimonio.
Como consecuencia del accidente sufrido en 1976, Lauda sufrió graves quemaduras en la cabeza y el cuerpo, además de fracturas, e intoxicación por los vapores tóxicos que desprendía el combustible en llamas.
Se sometió a 4 operaciones para trasplante de piel, pero todas fracasaron, debido a que su sistema inmune los rechazaba.
Lauda, decidió no volver a operarse, y comenzó a llevar una gorra roja para cubrir sus cicatrices, que con los años, se volvió su marca distintiva.
En 1983, como tenía problemas de visión, el cirujano plástico Ivo Pintanguy, lo sometió a una operación de párpado en Río de Janeiro.
En 1997, se le diagnosticó una insuficiencia renal, y debió recibir un trasplante de riñón de su hermano Florian Lauda.
En 2005, debió someterse a una nueva operación para trasplantar el otro riñón; si bien en un comienzo, el donante iba a ser su hijo mayor, Lucas, un problema de incompatibilidad detectado a último momento, lo invalidaron como donante.
La entonces novia de Lauda, Birgitt, resultó ser compatible, y se ofreció a donar su riñón.
Lauda, se casó con Birgitt en 2005, y desde entonces, residen en Ibiza, España, junto a los mellizos Mia y Max, que nacieron en 2009, fruto del matrimonio.
Actualmente, Lauda comenta las carreras de Fórmula 1 para una cadena austríaco-alemana de televisión.
Como conductor, Lauda se ha caracterizado por una aproximación inteligente, que minimizaba los riesgos, y maximizaba los resultados, y se le considera, uno de los pilotos más concienzudos, capaz de pasarse largas horas refinando el comportamiento del coche.
“I accept that every time I get into my car, there's 20% chance I could die and I could live with it, but not one percent more!
And today with the rain, the risk is more”
Rush es una película de acción estadounidense, dirigida en el año 2013, por Ron Howard.
Protagonizada por Chris Hemsworth, Daniel Brühl, Alexandra Maria Lara, Olivia Wilde, Pierfrancesco Favino, Natalie Dormer, Christian McKay, Stephen Mangan, David Calder, Alistair Petrie, Julian Rhind-Tutt, Colin Stinton, Joséphine de La Baume, Jamie Sives, Jay Simpson, Lee Asquith-Coe, entre otros.
El guión es de Peter Morgan, basado en la temporada de Fórmula 1 de 1976, y el duelo entre los pilotos Niki Lauda y James Hunt.
Morgan, también explora las razones que llevan a hombres jóvenes, a jugarse la vida en el asfalto cada 2 semanas, hay que recordar que en los años 70, los accidentes mortales eran habituales en La Fórmula 1.
A más de la acción, Rush representa una profunda reflexión, sobre 2 maneras de enfrentarse a la vida.
Rush, hace énfasis en los contrastes entre ambos conductores, especialmente a raíz de los polos opuestos que representan sus vidas privadas, ya que uno, James Hunt, tenía un alto perfil público, mientras que Niki Lauda, era absolutamente reservado.
El peso y la levedad, mostrando en lenguaje sencillo, esta dualidad abordada por Milan Kundera en su “Insoportable Levedad del Ser” (1984)
El valor de apreciar, que solo los enemigos nos fuerzan a alcanzar los límites, y por ello, no lo son tanto, es otro mensaje subyacente que corona Rush.
Howard refleja de forma efectiva, el período setentero, y para bien, se centra más en un atmosférico estudio psicológico de sus caracteres, que en el mero lucimiento de las secuencias de acción, sin perder la intensidad de las mismas.
El rodaje, ha tenido lugar en el antiguo aeródromo de La Segunda Guerra Mundial de Blackbushe, en el Snetterton Motor Racing Circuit, y en Cadwell Park, circuitos de carreras de motor en Inglaterra, y en el Nürburgring en Alemania.
Rush es la historia de 2 caracteres opuestos, uno metódico hasta el mínimo detalle, responsable, y estudioso de su trabajo; y el otro, impulsivo e irresponsable; 2 formas encontradas de ver su trabajo y la vida, 2 personas con un don para la conducción que coincidieron en la misma época, y se colocaron el uno al otro, como enemigos y/o su Némesis.
Ambientada en los años 70, durante la glamurosa y espectacular “Edad de Oro de La Fórmula 1”, Rush retrata la poderosa historia real, de los 2 mayores rivales que el mundo ha conocido:
El apuesto playboy inglés, James Hunt (Chris Hemsworth), y su metódico y brillante oponente, Niki Lauda (Daniel Brühl)
Siguiendo sus vidas personales, dentro y fuera de la pista, los 2 pilotos se presionan a sí mismos, hasta llegar al límite de su resistencia física y psicológica, donde no existen atajos hacia la victoria, ni margen de error.
Si cometes uno, mueres.
“Mantén cerca a tus amigos, pero aún más cerca a tus enemigos”
Ese vendría a ser, la principal lección moral de Rush; porque tus enemigos, al menos en un mundo como el del deporte, te obligan a ser mejor sí quieres ser el mejor... o al menos, cobrar lo que cobra el mejor para vivir como los mejores.
Lo que define principalmente a Rush, es la emoción, la emoción de un tercio final, durante el que vibramos como si fuera una carrera de verdad, decidida en el último suspiro.
No se trata, necesariamente, de que Rush sea una gran carrera, sino de que Rush trasmite la sensación de sentir una gran carrera, de la emoción, el sudor, y las lágrimas, del vivo y en directo.
“You don't need a face to drive, you just need a right foot”
Aun con todo ello, los 70 nunca lucieron de forma tan sexy, y las celebraciones tras la competición, nunca resultaron tan estimulantes, Rush es el pique, tanto la especulación en su alma, como su espíritu sobre las ruedas, los diseños automovilísticos han sido calcados prácticamente, a la perfección, y la veracidad es palpable en cada fotograma, incluso, cuando enfoca un minuto en falso, a la par que capta también, la motivación de estos locos incomprendidos tras el volante, como nunca antes vista, en uno de los pulsos más recordados, y es que las ganas de triunfar salen tan caras como provechosas, en la historia de La Fórmula 1:
El chulo de Hunt, y el jodido Lauda.
Rush, es un experimento muy notable, de representar la historia de estos 2 hombres que adoraban la victoria, pero con una pasión diferente, aunque igual de ferviente.
El libertinaje y albedrío del inglés James Hunt, ante la calma y la preparación del austríaco Niki Lauda.
Una rivalidad histórica, aunque francamente, las haya habido en la historia de este deporte, que merezcan más una película que Rush, que hacían que ambas personalidades fuesen 2 titanes, de fuego inglés y de frío austríaco, que elevasen su lucha, más allá de la pista.
Lo primero que quiero dejar claro, es que Rush no es una gran producción de Hollywood.
Con un presupuesto de $38 millones, el director Ron Howard se ha aliado con compañías europeas y estadounidenses, para sacar adelante el proyecto.
Por ello, Rush presenta como gran virtud, la buena combinación existente entre las escenas relacionadas con la vida personal y la profesional de los protagonistas.
La agilidad de la narración, resulta incuestionable, de ahí que el entretenimiento esté asegurado.
Su montaje, es algo endiablado, y en él reside el porcentaje mayor de su aprobado, me pregunto seriamente, si Howard se habrá dejado algún condenado plano sin cubrir, ya que las carreras son pura adrenalina, y un ejemplo de auténtico temple al mando de las cámaras, dentro y fuera del casco, un lujo digno de apreciarse.
Lo que sí está bien reflejado, es el modo de proceder de los 2 pilotos, completamente diferentes:
James Hunt, desenfadado y vividor.
Niki Lauda, serio y trabajador.
A esto contribuyen las magníficas interpretaciones de Chris Hemsworth y Daniel Brühl, destacando de manera especial, el segundo, pero ambos se convierten en lo mejor de Rush.
El papel de James Hunt, lo hace un Chris Hemsworth, y encaja como anillo al dedo.
No es solo la apariencia física del actor con Hunt, sino que las similitudes entre la vida real de su personaje, y el momento de la carrera cinematográfica de Hemsworth, parecen estar a la par.
Es por ello, que el actor interpreta con soltura, decisión, y carácter, un papel de playboy, mujeriego, competidor, orgulloso, y prepotente piloto de Fórmula 1, al que consigue darle el carisma que merece.
Es por ello que, en ocasiones, podríamos pensar, que el actor está, casi haciendo de sí mismo, y pese a que pueda dar esa impresión, también hallamos un personaje lleno de matices, que engancha, e interesa.
Ahora bien, Daniel Brühl, merece ser nombrado, como se hace cuando un piloto gana el Mundial de F1.
El actor, vuelve a demostrar su dominio de los idiomas, y aunque parezca una minucia, tan solo oírle hablar con el acento austríaco de Lauda, ojo que el actor es alemán, y ambos acentos difieren mucho, se nota lo mucho que ha trabajado su personaje.
Ello se ve en pantalla, y Brühl consigue una de las interpretaciones más creíbles de su carrera, con momentos de una gran profundidad dramática, una simple escena de cómo intenta ponerse el casco de competición, hace que uno se estremezca; hacen de su papel en Rush, sea el más reseñable de entre sus compañeros.
En definitiva, ver al actor en acción, y todos los matices de su personaje, desde movimientos a presencia, manera de hablar y carisma, hacen que pueda hacer sombra a la figura imponente de Hemsworth, con un personaje que es su completa antítesis; demostrando un control único de los silencios y las miradas.
No era nada fácil, pero consigue dotar de una enorme humanidad, a un tipo difícil.
Si bien, ambos actores consiguen bordar la recreación de lo que fue aquella encarnizada rivalidad, Daniel Brühl, gracias su exquisita interpretación, y al magnífico trabajo de maquillaje, construye un personaje que enamorará al espectador, y del que el propio Niki Lauda, debería estar orgulloso.
Las carreras se muestran con montajes que mezclan lo clásico con lo moderno, siendo muy efectivas, en especial cuando observamos determinados accidentes.
A pesar de que buena parte del público, sabe cómo va a terminar el relato, Howard consigue imprimirle al mismo, una necesaria tensión, y logra que ello no afecte a su desarrollo.
La parte del accidente de Lauda, y su posterior hospitalización, es realmente agobiante, y casi asfixiante, y resulta muy creíble, por lo cercana de la cámara a todo el proceso, desde las llamas, a la aspiración de los pulmones.
A pesar de sus virtudes, y ser un espectáculo digno de apreciable balance, Rush también tiene sus defectos:
Los personajes femeninos no tienen peso, y las actitudes y sus consecuencias, resultan previsibles.
El primer y único error, ha sido quizás, mostrar a James Hunt como un vividor, antes que como un piloto.
El problema es que ello, también provoca que el guion de Peter Morgan, pase por encima determinados detalles de la historia real, de cualquier forma, seguro que semejante circunstancia inducirá a muchos espectadores, a querer profundizar sobre el tema, con la ayuda de libros, videos, o documentales.
Rush es una oda a la rivalidad con respeto.
El hecho de que los actores brillen, añade la guinda a un conjunto épico, heroico, reflexivo, y muy, muy entretenido.
Rush cuida todos sus detalles, desde el montaje variado de los grandes premios, hasta la fotografía un tanto retro, y esa maravillosa banda sonora que ha creado Hans Zimmer, y que se queda contigo, hasta bien terminada la obra.
“Everyone's driven by something”
En la senda de la rivalidad masculina, es donde se averigua la razón por la cual, nuestro sexo inclina la balanza en favor de las mujeres, lo es, porque la mayoría conducen a la nada, incluso, cuando gana uno el duelo propuesto, el ego no entiende de compensaciones... claro está que, si tu nombre goza de cierta importancia dentro de la escala social general, sea en el ámbito que sea, bien puedes ganarte un puesto en ese eterno podio que es el recuerdo, y descontar lo perdido en la hazaña, por todo aquello que se te atribuirá una vez que te retires del terreno.
Por supuesto, aquí vale todo, artimañas, peleas, declaraciones, derroches... actuaciones llamativas, algunos agarran el cenit de estas cláusulas, forzando la maquinaria, y otros han nacido con el ansia en la sangre, y no se detendrán ante nada, para destrozar los sueños húmedos del contrario, en la cruzada por el éxito, la contienda está de más, a su vez que, en la contienda por la vida, el freno aprieta siempre en el momento adecuado, de forma justa o no, eso ya corre a cuenta, tanto del figurado como de la figura.
Rush es la muestra perfecta, para todo aquel que no entiende la necesidad de ese enemigo que te mantiene vivo.
Es la definición de alter-ego.
Es la agresividad de Hunt, contra el temple de Lauda, con un telón muy al fondo de respeto y admiración.
Lo temeroso contra lo racional, lo suicida contra lo conservador.
Campeón vs Campeón.

“The risk of death turns people on”



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