Final Destination

“Death is not the end”

La precognición, también conocida como “premonición”, es la supuesta capacidad de conocer hechos con anterioridad a su acontecimiento, e independencia de su situación especial, que no pueden ser deducidos, a partir de información adquirida en el presente, mediante los sentidos.
Algunos de los que apoyan la existencia de la precognición, mantienen que la mayoría de las veces, la precognición que experimenta el individuo, no obedece a su voluntad, y ocurre de una forma inesperada y espontánea.
No obstante, algunos psicólogos creen, que la precognición se trata sólo de una idea, que se manifiesta en el sueño, que el organismo “adivina” que ocurrirá.
Generalmente se puede deber, a que se sueña con el comportamiento de los seres humanos, que aparecen en la precognición, porque ya se conoce, y origina un déjà vu por sueño.
Cabe señalar que la existencia de este fenómeno, es rechazada ampliamente por la comunidad científica.
Lo cierto es que, no cualquiera puede experimentar una premonición.
Los que poseen un nivel mental o espiritual elevado, o diferente, parecerían estar mejor dotados para experimentar estos sorprendentes “avisos” sobre el devenir de nuestro futuro, especialmente, si éstos vienen en forma de sueños.
Así pues, tras la oleada de “slashers” propiciados por el éxito cinematográfico de “Scream” en 1996, Hollywood se puso manos a la obra, para fabricar nuevas ideas, y ofrecer al público joven, propuestas diferentes, que pudieran cuadrar con los gustos y necesidades de la época.
¿Estamos predestinados?
¿Ya está escrito, el día y la hora de nuestra muerte?
¿Podemos conocer el día de nuestra muerte?
Y si es así:
¿Podemos engañar a la muerte?
“In death there are no accidents, no coincidences, no mishaps, and no escapes”
Final Destination es una película de terror, del año 2000, dirigida por James Wong.
Protagonizada por Devon Sawa, Ali Larter, Kerr Smith, Seann William Scott, Kristen Cloke, Daniel Roebuck, Roger Guenveur Smith, Chad Donella, Amanda Detmer, Tony Todd, entre otros.
El guión es de Jeffrey Reddick, James Wong, y Glen Morgan.
Wong escribió muchos capítulos de “The X-Files” y el argumento de Final Destination, está basado en un capítulo de esta serie, escrito por Jeffrey Reddick, para la 5ª temporada de 1998, pero que finalmente, no fue contemplado para la serie, siendo reescrito como guión fílmico, para la productora New Line Cinema; sobre un grupo de estudiantes, que consiguen engañar a la muerte en un accidente aéreo, saliendo ilesos.
Sin embargo, después de haberse salvado, se dan cuenta de que la muerte, volverá por ellos; así como también, el guión está basado libremente, en el accidente del vuelo 800 de TWA.
Final Destination, es la primera parte de la saga, las cuales ya van por 5 películas, donde las 2 últimas, fueron lanzadas al cine, en formato 3D.
También, se han escrito una serie de libros, relacionados con la saga.
Final Destination, tiene lugar, en el distrito neoyorquino de Long Island; y se muestran lugares como Jones Beach, y el Aeropuerto Internacional, John F. Kennedy.
¿Es posible engañar a la muerte con un movimiento inteligente?
Solo hay que descubrir la forma de hacerlo.
Con esto, Wong reclama sin distracción, toda la atención del público, al que mantiene despierto, también con una potente sucesión de sustos.
Todo este asunto de las premoniciones, me parece extremadamente interesante, y Final Destination lo explora de manera, por demás entretenida, y emocionante.
La trama sigue a Alex Browning (Devon Sawa) que va junto con su clase de francés, a París.
Mientras todos abordan el avión, Alex retira su pasaporte, y se da cuenta que la fecha de su viaje, es la misma fecha y hora de su cumpleaños.
Un tanto sorprendido, Alex aborda el avión, pero algo anda mal:
El avión está a punto de despegar, y 2 de sus compañeras, le piden cambiar de asiento, para poder sentarse juntas, así que él acepta, y se sienta en otro lugar, con su amigo, Tod Waggner (Chad E. Donella)
Cuando el avión despega, sufre turbulencias, y Alex se asusta, aferrándose a su asiento, pero todo vuelve a la normalidad, y todos permanecen en calma... o eso creía, ya que segundos después, el avión se precipita, y la turbulencia aumenta, causando el pánico.
Cuando esperaban que eso pudiera ser lo peor, ocurre una explosión, en una de las turbinas del avión, provocando un incendio catastrófico, pues las paredes empiezan a colapsar, y se abre un gran agujero, expulsando a varios pasajeros por los aires.
Esto llega a su fin, ocurriendo más explosiones, mientras el avión se incendia irremediablemente, y explotando por completo, matando a todos.
Sin embargo, Alex despierta, justo en ese momento, y se da cuenta que todo lo anterior, fue una visión, una premonición, y se está cumpliendo, ya que aparecen sus compañeras, y le piden cambiar de asiento.
Alarmado, se descontrola, y comienza a gritar a todos, que el avión va a estallar, que ocurrirá una catástrofe, por lo que es expulsado del avión por las azafatas, junto con algunos de sus compañeros, y su profesora, Valerie Lewton (Kristen Cloke)
De nuevo en el aeropuerto, todos le piden una explicación a Alex, de lo que le ha sucedido, y él les confiesa lo que vio, mientras Billy Hitchcock (Seann William Scott) mira por el ventanal del aeropuerto, como el avión despega, y se marcha a París.
Esto causa la ira de Carter Horton (Kerr Smith) ocasionando una pelea con Alex, así que los policías llegan a detener la situación, pero justo en ese momento, el avión explota, y el ventanal se rompe por el impacto, dejándolos a todos sorprendidos, incrédulos, ya que la premonición que tuvo Alex, se había hecho realidad.
Poco después de lo ocurrido, y tras haber sido interrogado por el FBI, Alex comienza a notar una serie de “pistas”, que le advierten que los que sobrevivieron al accidente, morirán, y en el orden en que hubieran muerto en la premonición.
Nadie puede escapar de su destino.
Esa es la única regla; pero Alex se da cuenta de esto, e intenta volver a engañarla.
Recolecta algunas pistas, y siempre se adelanta un paso a la muerte.
Pero nadie escapa de ella...
James Wong, se aventuró al ofrecernos una película, que se desmarcaba de la moda del momento.
Había actores jóvenes, en los papeles protagonistas, e iban cayendo como moscas, pero la novedad era, la ausencia total del asesino enmascarado de turno, que les fuera liquidando, a golpe de cuchillo.
Final Destination, surgía como una bocanada de aire fresco, que adoptaba el clásico argumento del cine “slasher” pero ofrecía una vuelta de tuerca, hasta entonces nunca vista en las películas de terror adolescente:
La Parca, la misma muerte en sí, era quien jugaba con el destino de los protagonistas, y se “divertía” provocando fatales accidentes, que acababan con sus vidas.
Nada de tipos con máscaras, y cuchillo de carnicero…
Tan sólo, una presencia casi invisible, una sombra fugaz, o una corriente de aire, nos avisaban que la muerte andaba cerca, dispuesta a hacerles una jugarreta a los personajes.
Y es que en el cine de entonces, cada asesino tenía su punto débil.
La muerte no tiene ningún punto débil, mata, y es imposible vencerla, solo ser astuto y predecirla, lo cual potencia muchísimo la intriga y el suspense en Final Destination, con un montón de muertes, tan inesperadas como efectistas, con la violencia justa, que no poca, y algo de sangre, para impresionar como es debido.
Una vez que las muertes comienzan a producirse, todo se centra en intentar adivinar, de qué forma morirá el próximo personaje.
Y aunque en este punto, hay bastante de la rutina habitual del género, algunos segmentos, están realmente logrados, al punto de bordear lo antológico, toda la secuencia de hechos que llevan a la muerte de la maestra del protagonista, por ejemplo, por lo que el nivel se mantiene bastante en alto, hasta su conclusión.
“Because of you, I'm still alive”
Hay películas de terror, que logran que empieces a darle vueltas a la cabeza, para intentar solucionar el problema que te se plantea.
En este caso:
¿Cómo burlar a la muerte?
¿Cómo escapar a su plan?
Final Destination plantea el dilema de la muerte, y busca hacernos conscientes de algo que nos amenaza diariamente, sobre todo, por un accidente casual, pues podemos ser víctimas de ellos, en el momento que menos lo esperemos, y lo logra efectivamente, pues crea y mantiene una tensión, incluso, al salir de la ficción, la extraña sensación de que un accidente absurdo, puede acabar con nuestra vida, en cualquier momento, se mantiene.
Las premoniciones, señales del destino, son otro elemento de la saga, manifestándose de diferentes formas, como alguna tonada en la radio que de forma macabra, vaticina cómo será el accidente, o palabras que casualmente deletrean “m-u-e-r-t-e”, también en imágenes, miradas al azar, pero por lo general, estas señales son interpretadas muy tarde.
También, el designio mismo de un plan de La Parca, que es finalmente, el asesino en serie de la saga, manifestada como un ser consciente, que ya tiene un plan determinado, frustrado por las visiones de un personaje, que nunca buscó tenerlas, y que debe enfrentar un ser invisible, que sólo se percibe como un aire frío, que anticipa el destino de su próxima víctima, en una sucesión de accidentes, que terminan en la aparatosa muerte del desafortunado, y del siguiente de la lista.
Aunque son solamente conjeturas mías, parece que la misma muerte, cómplice de una macabra broma cósmica, muestra a uno de los desdichados, como morirán, para que este saque a sus amigos del fatal accidente, dándole a La Parca, un pretexto para salir de la monotonía de sus designios establecidos, e ir en caza de los sobrevivientes.
La moraleja es:
Imposible engañar a la muerte.
Final Destination fue el debut del guionista Wong; con un excelente comienzo y una imaginativa, en una muy bien narrada producción.
“Creo que la idea del destino, ha existido siempre”, declara James Wong.
“¿Estamos destinados a conocer a la persona con la que nos casaremos?
¿Cómo moriremos?
Son preguntas que todo el mundo se ha hecho, en algún momento de su vida” dijo.
El productor Craig Perry, cree que lo que atrae a los espectadores, es la curiosidad humana, acerca de la vida y la muerte:
“Creo que todas las películas de la serie “Final Destination” conectan con el miedo que todos tenemos a la muerte.
Y nos hacemos preguntas como:
¿Qué pasa si muero hoy?
¿Cómo va a suceder?
¿Lo puedo impedir?
¿Y si he hecho algo que facilite mi muerte?
Los espectadores van al cine, para observar el funcionamiento de la vida y la muerte, y después, se enfrentan al reto de dejar en el cine, temas tan fundamentales”, prosigue Perry.
Como dato, Final Destination, tiene personajes que llevan los nombres de famosas figuras del cine terror, entre ellos:
Browning, Horton, Lewton, Weine, Schreck, Hitchcock, y Chaney.
Si bien la trama de Final Destination es simple, aunque tampoco es un defecto, ya que la historia es un pretexto para que los guionistas se “diviertan” imaginando muertes absurdas, y graciosas, sí, dije graciosas, pues quien piense que ver morir a alguien, es entretenimiento mientras se comen palomitas de maíz, es signo de que algo anda mal en nuestro cerebro... sin embargo, de no ser así, no habría 5 Final Destination, lo que me da la idea de que hay mucha gente “rara” disfrutando este tipo de películas, como en las sagas “Saw” y “Hostal”
Como curiosidad, se dice que Alex saca a “sus amigos” del avión, pero Clear Rivers, por ejemplo; al oficial le dice que “no es amiga de los otros, que nadie la obligó a bajar del avión”; además, le dice a Alex, que “en 4 años de instituto, ni siquiera se habían hablado”; o Billy, que según parece, a pesar de ser el bufón del grupo, “no tiene amigos entre los sobrevivientes”, Carter lo odiaba, y supongo que por eso, no le hubiera gustado que Terry, su novia, sea su amiga...
Dudo bastante, que la maestra sea amiga de Alex,  y como conclusión, creo que el único amigo verdadero de Alex, es Tod, los demás, fueron miedosos oportunistas…
Además cabe preguntarse:
¿Por qué la muerte se toma su tiempo, para empezar sus rondas de matanza?
¿Por qué tiene que ser tan brutal?
Todo el tiempo, estás esperando a que suceda algo durante el metraje, consiguen mantenerte en vilo y nervioso, lo que es de agradecer, y hay que aplaudir, lo bien manejado que está el suspense, para la época.
Además, continuando la moda del terror en los 90, aquí hay sustos y sobresaltos varios, la mayoría de ellos, propiciados por el puto abuso de los golpes de efecto sonoro, en subidas de volumen...
No hay duda que Final Destination tiene un inicio maravilloso, desde el primer momento, se palpa el suspense, la sensación de peligro, y hay una creciente tensión que nos prepara para lo que vamos a ver.
Y es durante esos primeros minutos, cuando conocemos a los protagonistas:
¿Qué profesora de un instituto, insulta a un hombre, en una excursión?
Final Destination, a diferencia de sus secuelas, no tiene muertes súper “gores”, espectaculares e imaginativas.
Ese tipo de accidentes, se hicieron más populares, a partir de “Final Destination 2” (2003), porque aquí son más básicas, y menos llamativas, pero no por ello, dejan de ser buenas, lo que aquí se muestra, es más historia, que matanzas “divertidas” porque posteriormente, los humanos mueren como cucarachas, literalmente, exagerado.
De hecho, su simpleza las hace más reales y aterradoras, porque piensas que realmente podría pasar, y eso es escalofriante.
También, se olvida del humor negro, que fue precedido en las secuelas, y se enfoca en generar un thriller sobrenatural.
Pero donde creo que sobresale más, es en establecer la conexión extraña, que tenemos los vivos con la muerte.
Nuestra percepción de ella, es algo “natural” pero también puede ser una fuerza siniestra y vengativa.
Tal vez, la ejecución de los eventos, no es tan impactante como se podría pensar, pero la idea de que nadie puede burlarse de la muerte, es totalmente aterradora.
Y esto de las premoniciones es algo muy habitual.
¿Apoco ustedes no han tenido una?
¿Qué me dicen de los infames déjà vu?
“Can you promise me that nobody else is going to die?”
El funcionamiento de las premoniciones, no se conoce con exactitud, es decir, el por qué algunas personas las poseen.
Una teoría es que, algunas personas, son más abiertas, o propensas a la sugestión psíquica.
A causa de la disminución de esta capacidad psíquica en las personas, una mayor parte de la población, se ha convertido en menos intuitiva.
Con el avance de la ciencia, las personas confían menos en sus sensaciones, lo que hace pensar en el objetivo real de la ciencia, eliminar la capacidad en las personas.
Como dato, el vuelo 800 de Trans World Airlines (TWA 800), un Boeing 747-131, explotó y se estrelló en El Océano Atlántico, cerca de East Moriches, en el estado de Nueva York, el 17 de julio de 1996, en torno a las 20:31 EDT, unos 12 minutos de después del despegue, causando la muerte a las 230 personas que se encontraban a bordo.
El vuelo TWA 800, era un vuelo internacional, programado de Nueva York a Roma, con escala en París.
Mientras los investigadores de La Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB), viajaban al escenario del accidente, a donde llegaron la mañana siguiente, inicialmente se especuló mucho, acerca de si la causa de la tragedia, podía ser un atentado terrorista.
En consecuencia, el FBI inició una investigación criminal paralela; y 16 meses después, el FBI anunció, que no se había encontrado ninguna prueba, de que se tratara de un acto criminal, y cerró la investigación en curso.
La investigación de la NTSB, que duraría 4 años, se dio por concluida, con la aprobación del Informe de Accidente Aéreo, el 23 de agosto de 2000, poniendo así, fin a la más exhaustiva, compleja, y costosa investigación, de una catástrofe aérea, en la historia de los Estados Unidos.
La conclusión del informe fue, que la causa más probable del accidente, fue una explosión de combustible inflamable, o vapores de aire, en un depósito de combustible, y, aunque no podía establecerse con absoluta certeza, la causa más probable de la explosión, fue un cortocircuito.
Como consecuencia de la investigación, se elaboraron nuevas normas para las aeronaves, con el fin de evitar las explosiones de depósitos de combustible.
Muchos testigos en las inmediaciones del accidente, afirmaron que vieron, u oyeron explosiones, acompañados de una bola, o bolas de fuego sobre el océano, y que pudieron observar restos, parte de ellos ardiendo, cayendo al agua.
Aunque algunas personas, pudieron alcanzar en barcos de la policía, militares, o civiles, el lugar del accidente, e iniciaron la búsqueda de supervivientes a los pocos minutos del impacto inicial en el agua, no se pudo encontrar a ninguno, lo que convirtió al vuelo 800 de TWA, en el 2° accidente, con mayor número de víctimas en los Estados Unidos, hasta entonces.
Existen muchas teorías alternativas, del vuelo 800 de TWA, la más recurrente, establece que la causa del accidente, fue un misil disparado por un terrorista, o por una nave de guerra de La Armada de Los Estados Unidos, y que todo el asunto, es objeto de encubrimiento por parte del gobierno.
Las 3 teorías:
Una bomba, un misil, o un accidente mecánico, permanecen vigentes.
¿Puedo este accidente, del 800 de TWA, una premonición de los atentados del 911?

“So who's next?”



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