Getting Go, The Go Doc Project
“I Want You”
En los años 60, el “twist” era imprescindible en las fiestas, o en los bares ubicados principalmente en la discoteca “The Peppermint Lounge” en New York; las cuales eran verdaderas pruebas de acrobacia, por bailarines que al estímulo de “go-go!” incitaban al baile.
Así nacen los “Go-Go Dancers”
Un “Go-Go Dancer” es un bailarín que actúa en discotecas, y en diferentes tipos de centros nocturnos; el término “go-go” adaptado al español como “gogó”, deriva de la frase en inglés, utilizada para referirse a una actitud energética y emocionante:
“Go!, Go!, Go!”
El término, también deriva de la expresión en francés “À gogo”, que podría traducirse como “en abundancia”
Así pues, el “Go-Go” es adoptado como número, en los espectáculos presentados en establecimientos como cabarets, y casas de “burlesque”
Durante La Guerra de Vietnam, se origina el “Table Dance”, para entretener a los soldados, pues las bailarinas se subían a las mesas.
Pronto, la moda se extendió, y abarcó los bares homosexuales de Estados Unidos.
El “Go-Go” se populariza, y se vuelve ampliamente reconocido, entre los años en los que se establecía como espectáculo de centros nocturnos, como el “Whisky a Go-Go” en West Hollywood, lugar donde unos años después, también se haría popular el “Cage Dancing” que es un “Go-Go En Jaulas”
El “Cage Dancing”, también conocido como el “Baile de La Jaula” es ampliamente identificado con bailarines dentro de jaulas.
Actualmente, muchos de los clubs gay alrededor del mundo, tienen un elenco masculino de “Go-Go”
El “Go-Go” en centros gay, se origina en la década de los 60's, pero toma gran popularidad, hasta la década de los 70's, perdurando hasta la actualidad.
Los “Go-Go Dancers” parecen tener un “status especial” y en general, el cine los ha tratado bien.
No suelen alquilar sus cuerpos, corrijamos por favor, que en la prostitución, se vende el cuerpo, y si lo hacen, la mitología los lleva a grandes cifras.
Suelen ser “heterosexuales”, los más cotizados, y pueden tomar un amante.
Es muy difícil ver a un “Go-Go” paseándose por un bar, y a la caza... pues el negocio es bailar.
“The Horses Are Stuck”
Getting Go, The Go Doc Project es un pseudo-documental dramático, escrito y dirigido en 2013, por Cory Krueckeberg.
Protagonizado por Tanner Cohen, Matthew Camp, Ramón Olmos Torres, Judy McLane, Tedd Merrit, entre otros.
Getting Go, The Go Doc Project también se conoce como “My Private Go-Go”
Éste, parece ser el título más acertado para esta obra, porque plantea 2 situaciones potencialmente interesantes:
¿Qué pasa, cuando un documentalista se convierte en su propio tema?
¿Qué sucede cuando tu más recóndita fantasía, se hace realidad?
Getting Go, The Go Doc Project sigue a Doc (Tanner Cohen), recién egresado de la universidad, que se enamora de un bailarín “Go-Go”, al que llama simplemente Go (Mathew Camp), en la escena nocturna de New York.
Doc es un obseso por internet, el sexo en línea y su blog, pero sobre todo, está enfermamente obsesionado por un modelo, al que llama Go.
La idea de tiene Doc, es un plan para conocer a Go, fingiendo que quiere que él sea la estrella protagonista de un documental.
Después de luchar por convencerlo, Go accede a ser parte de la película, y hace que el falso documental de Doc, se convierta en una realidad.
Doc sigue a Go, cámara en mano, por toda la ciudad de New York, hasta el interior de su apartamento.
Con el tiempo, la temperatura entre ellos asciende, y el amor de verano, les hace una visita a los chicos.
Esta relación fílmica, de los 2 amigos, los llevará a iniciar un romance, cuyo final es muy difícil de descifrar.
¿Estarán listos para afrontar una posible relación, o incluso, terminar la película, de forma positiva?
Con una cámara, y el proyecto de filmar la vida de Go en la nocturna gran ciudad, Doc se lanza a un proyecto, y a una relación, que en realidad era lo buscado; se profundiza inmediatamente, se concreta demasiado rápido, y pierde el brillo brumoso de la fantasía, convirtiéndose en un verdadero apego romántico para los 2.
Hermosos los cuerpos para las bellas escenas de sexo, que no son escamoteados, pero tampoco exagerados, ni explícitos, y se le agradece.
Pero, el conflicto no tarda en aparecer, y sorprende... algo.
Por su parte, Go es una persona polifacética:
Él hace su propia ropa, pinta, es artista del tatuaje, y gusta la obra de Andy Warhol, a la que Getting Go, The Go Doc Project hace un homenaje en varias secuencias.
Go, es también un defensor del “coming out” y la identidad homosexual orgullosa; para él, el sexo en sí, es un acto de rebeldía política, y una afirmación de la libertad.
Doc, por el contrario, sólo quiere acostarse con su obsesión, y dedicarse a lo que él ve como normalidad racional.
Es formal y tímido, ante las demás personas, pero se masturba descaradamente; y su tesis se centra en la idea de lograr la aceptación, a través de la asimilación.
Es una persona algo enferma, pues está siempre grabándose, en internet, y como no, masturbándose.
Krueckeberg, el director, es como Doc, toca ligeramente, de manera articulada en el arte y la política, pero no va más allá, no es una película de cuestionamientos.
Más bien, se trata, y lo logra en parte, de cómo el amor puede comenzar con una mirada, o una imagen, florecer en la intimidad, y convertirse, en un viaje a los lugares más inesperados dentro de uno mismo.
Los 2 actores son unos bombazos, en especial el stripper Go, aunque el otro tiene lo suyo.
En cuanto al final, me hubiera gustado otro desenlace, pero dentro de las expectativas que tenía, quede satisfecho, pues rompe con el “happy end” y sobre todo, con el paradigma de que “la gente bonita, es la que siempre gana”
Al respecto, no estoy muy seguro de que Doc acabe enamorado, pues cumple un deseo que no creía factible; al modo que quieres comerte una hamburguesa, la compras, y te sacias, algo muy gay aquí, con eso de la promiscuidad y el “one night stand” pero Go, desde el principio, le permite acercarse, conocerse, en cambio, sí que creo que Go se enamora; por ello, hay que reconocer que a Doc, le sale bien la jugada.
Creo que Getting Go, The Go Doc Project se resume en la escena de Doc y Go en la azotea, cuando se despide y le dice:
“De cerca, y después de varios días, me di cuenta que no eres tan perfecto… tienes espinillas, tienes pelos en los oídos, y un lunar en tu pectoral”
Decía todo esto, mientras lo revisa, a Go, como si fuera un objeto, y lo acusa que lo único que tiene por dentro es “un poco de narcisismo, con muchas necesidades insatisfechas”
Interesante este discurso, para quien ha estado durante todo el metraje como narciso, la fruta prohibida, ensalzada por el adulador, mirando su reflejo en la pantalla de su computadora, o la de su celular.
Por lo menos, le sirvió la experiencia al protagonista, para auto conocerse, pero de qué manera, haciendo sufrir a la otra persona.
Nada bien.
Aunque no pude evitar sentir que, durante los últimos minutos cierto tedio, sobre todo en irracional discurso en el campo.
Dejando la trama, Getting Go, The Go Doc Project, es el vehículo perfecto y exclusivo, el ventanal promocional del “Go-Go Dancer” Matthew Camp, un reconocidísimo personaje de la escena nocturna neoyorkina, que ahora se lanza como diseñador de modas, y de perfumes.
“I Don't Wanna Dance”
New York City, es por siempre, el lugar de entrenamiento para los chicos que no tienen miedo a la suerte o el destino.
Matthew Camp, alcanzó el grado de “famoso neoyorkino” muy pronto, después de golpear a “La Gran Manzana”, ganándose la etiqueta de modelo y “Go-Go Dancer”, así como artista del tatuaje.
Pero Camp, dejó el escenario del “Go-Go Bar” hace más de un año, para lanzar su propia fragancia de almizcle, llamada “8.5” promocionada en una botella de poppers.
“Me gusta el símbolo de poppers, que han tenido una larga asociación con el sexo.
El Popper es, en muchos aspectos, un afrodisíaco de hoy en día.
Me pareció una manera muy apropiada para embotellar esta fragancia única.
Tiene un olor adictivo, especialmente cuando se mezcla con las feromonas naturales de un individuo”, dijo el hoy modista.
Desafortunadamente, “8.5” no es un guiño a su dotación, a lo él se refirió diciendo:
“8.5 no se está refiriendo a mis genitales, soy felizmente 7.5”
Camp se centran en el diseño de moda, a lo que suele decir:
“Los diseños son míos.
Miro mis piezas de cuero, de uno en uno, como un tipo obras de arte que hago para una persona.
Mi cliente típico, es un coleccionista, y el tipo de persona que lleva una chaqueta de cuero todo el tiempo; que es parte de su estilo de vida.
Colaboramos juntos, y el producto final es totalmente único”
Sobre su inspiración:
“Me di cuenta de los gays solían ser proscritos.
Eran forasteros, y obligados a crear su propia identidad y comunidad, que incluía fenómenos culturales.
Una gran cantidad de la cultura gay, está cada vez más homogeneizada, y es cada vez más aceptable, lo cual no es una buena, o una mala cosa.
Yo no creo en las ideas de “bueno” o “malo”
Veo ambos lados.
Estamos perdiendo esa cosa, “fuera de la ley”, pero hace que sea más fácil para la gente a salir del clóset, y tal vez también, hace ganar la igualdad, es más fácil.
Supongo que estoy tratando de decir:
¡A la mierda!
Sólo sé tú mismo.
¿A quién le importa si eres gay o heterosexual?
Usted no necesita la aprobación de otra persona para hacer lo que quiera.
Haz lo que te haga feliz, y saludable.
Se trata de una auto-mejora”, dijo Camp.
“La mayoría de mis próximos proyectos, se encuentran todavía en secreto, pero se puede esperar algunos videos muy estimulantes, y nuevos productos a futuro”, concluyó.
El mundo del placer pago de hombres, para hombres, es más complicado de lo que habitualmente se cree.
Existen divisiones por grupos, o por el tipo de actividad que se desarrolla; grandes amores, pero también desencuentros, celos terribles, y máxima indiferencia, y un sustrato de maltrato que tiene, aparentemente que ver con cuestiones económicas.
Es difícil encontrar una película que dé cuenta de lo que pasa, aunque hay varias, pero incompletas.
“Hard Times”
En los años 60, el “twist” era imprescindible en las fiestas, o en los bares ubicados principalmente en la discoteca “The Peppermint Lounge” en New York; las cuales eran verdaderas pruebas de acrobacia, por bailarines que al estímulo de “go-go!” incitaban al baile.
Así nacen los “Go-Go Dancers”
Un “Go-Go Dancer” es un bailarín que actúa en discotecas, y en diferentes tipos de centros nocturnos; el término “go-go” adaptado al español como “gogó”, deriva de la frase en inglés, utilizada para referirse a una actitud energética y emocionante:
“Go!, Go!, Go!”
El término, también deriva de la expresión en francés “À gogo”, que podría traducirse como “en abundancia”
Así pues, el “Go-Go” es adoptado como número, en los espectáculos presentados en establecimientos como cabarets, y casas de “burlesque”
Durante La Guerra de Vietnam, se origina el “Table Dance”, para entretener a los soldados, pues las bailarinas se subían a las mesas.
Pronto, la moda se extendió, y abarcó los bares homosexuales de Estados Unidos.
El “Go-Go” se populariza, y se vuelve ampliamente reconocido, entre los años en los que se establecía como espectáculo de centros nocturnos, como el “Whisky a Go-Go” en West Hollywood, lugar donde unos años después, también se haría popular el “Cage Dancing” que es un “Go-Go En Jaulas”
El “Cage Dancing”, también conocido como el “Baile de La Jaula” es ampliamente identificado con bailarines dentro de jaulas.
Actualmente, muchos de los clubs gay alrededor del mundo, tienen un elenco masculino de “Go-Go”
El “Go-Go” en centros gay, se origina en la década de los 60's, pero toma gran popularidad, hasta la década de los 70's, perdurando hasta la actualidad.
Los “Go-Go Dancers” parecen tener un “status especial” y en general, el cine los ha tratado bien.
No suelen alquilar sus cuerpos, corrijamos por favor, que en la prostitución, se vende el cuerpo, y si lo hacen, la mitología los lleva a grandes cifras.
Suelen ser “heterosexuales”, los más cotizados, y pueden tomar un amante.
Es muy difícil ver a un “Go-Go” paseándose por un bar, y a la caza... pues el negocio es bailar.
“The Horses Are Stuck”
Getting Go, The Go Doc Project es un pseudo-documental dramático, escrito y dirigido en 2013, por Cory Krueckeberg.
Protagonizado por Tanner Cohen, Matthew Camp, Ramón Olmos Torres, Judy McLane, Tedd Merrit, entre otros.
Getting Go, The Go Doc Project también se conoce como “My Private Go-Go”
Éste, parece ser el título más acertado para esta obra, porque plantea 2 situaciones potencialmente interesantes:
¿Qué pasa, cuando un documentalista se convierte en su propio tema?
¿Qué sucede cuando tu más recóndita fantasía, se hace realidad?
Getting Go, The Go Doc Project sigue a Doc (Tanner Cohen), recién egresado de la universidad, que se enamora de un bailarín “Go-Go”, al que llama simplemente Go (Mathew Camp), en la escena nocturna de New York.
Doc es un obseso por internet, el sexo en línea y su blog, pero sobre todo, está enfermamente obsesionado por un modelo, al que llama Go.
La idea de tiene Doc, es un plan para conocer a Go, fingiendo que quiere que él sea la estrella protagonista de un documental.
Después de luchar por convencerlo, Go accede a ser parte de la película, y hace que el falso documental de Doc, se convierta en una realidad.
Doc sigue a Go, cámara en mano, por toda la ciudad de New York, hasta el interior de su apartamento.
Con el tiempo, la temperatura entre ellos asciende, y el amor de verano, les hace una visita a los chicos.
Esta relación fílmica, de los 2 amigos, los llevará a iniciar un romance, cuyo final es muy difícil de descifrar.
¿Estarán listos para afrontar una posible relación, o incluso, terminar la película, de forma positiva?
Con una cámara, y el proyecto de filmar la vida de Go en la nocturna gran ciudad, Doc se lanza a un proyecto, y a una relación, que en realidad era lo buscado; se profundiza inmediatamente, se concreta demasiado rápido, y pierde el brillo brumoso de la fantasía, convirtiéndose en un verdadero apego romántico para los 2.
Hermosos los cuerpos para las bellas escenas de sexo, que no son escamoteados, pero tampoco exagerados, ni explícitos, y se le agradece.
Pero, el conflicto no tarda en aparecer, y sorprende... algo.
Por su parte, Go es una persona polifacética:
Él hace su propia ropa, pinta, es artista del tatuaje, y gusta la obra de Andy Warhol, a la que Getting Go, The Go Doc Project hace un homenaje en varias secuencias.
Go, es también un defensor del “coming out” y la identidad homosexual orgullosa; para él, el sexo en sí, es un acto de rebeldía política, y una afirmación de la libertad.
Doc, por el contrario, sólo quiere acostarse con su obsesión, y dedicarse a lo que él ve como normalidad racional.
Es formal y tímido, ante las demás personas, pero se masturba descaradamente; y su tesis se centra en la idea de lograr la aceptación, a través de la asimilación.
Es una persona algo enferma, pues está siempre grabándose, en internet, y como no, masturbándose.
Krueckeberg, el director, es como Doc, toca ligeramente, de manera articulada en el arte y la política, pero no va más allá, no es una película de cuestionamientos.
Más bien, se trata, y lo logra en parte, de cómo el amor puede comenzar con una mirada, o una imagen, florecer en la intimidad, y convertirse, en un viaje a los lugares más inesperados dentro de uno mismo.
Los 2 actores son unos bombazos, en especial el stripper Go, aunque el otro tiene lo suyo.
En cuanto al final, me hubiera gustado otro desenlace, pero dentro de las expectativas que tenía, quede satisfecho, pues rompe con el “happy end” y sobre todo, con el paradigma de que “la gente bonita, es la que siempre gana”
Al respecto, no estoy muy seguro de que Doc acabe enamorado, pues cumple un deseo que no creía factible; al modo que quieres comerte una hamburguesa, la compras, y te sacias, algo muy gay aquí, con eso de la promiscuidad y el “one night stand” pero Go, desde el principio, le permite acercarse, conocerse, en cambio, sí que creo que Go se enamora; por ello, hay que reconocer que a Doc, le sale bien la jugada.
Creo que Getting Go, The Go Doc Project se resume en la escena de Doc y Go en la azotea, cuando se despide y le dice:
“De cerca, y después de varios días, me di cuenta que no eres tan perfecto… tienes espinillas, tienes pelos en los oídos, y un lunar en tu pectoral”
Decía todo esto, mientras lo revisa, a Go, como si fuera un objeto, y lo acusa que lo único que tiene por dentro es “un poco de narcisismo, con muchas necesidades insatisfechas”
Interesante este discurso, para quien ha estado durante todo el metraje como narciso, la fruta prohibida, ensalzada por el adulador, mirando su reflejo en la pantalla de su computadora, o la de su celular.
Por lo menos, le sirvió la experiencia al protagonista, para auto conocerse, pero de qué manera, haciendo sufrir a la otra persona.
Nada bien.
Aunque no pude evitar sentir que, durante los últimos minutos cierto tedio, sobre todo en irracional discurso en el campo.
Dejando la trama, Getting Go, The Go Doc Project, es el vehículo perfecto y exclusivo, el ventanal promocional del “Go-Go Dancer” Matthew Camp, un reconocidísimo personaje de la escena nocturna neoyorkina, que ahora se lanza como diseñador de modas, y de perfumes.
“I Don't Wanna Dance”
New York City, es por siempre, el lugar de entrenamiento para los chicos que no tienen miedo a la suerte o el destino.
Matthew Camp, alcanzó el grado de “famoso neoyorkino” muy pronto, después de golpear a “La Gran Manzana”, ganándose la etiqueta de modelo y “Go-Go Dancer”, así como artista del tatuaje.
Pero Camp, dejó el escenario del “Go-Go Bar” hace más de un año, para lanzar su propia fragancia de almizcle, llamada “8.5” promocionada en una botella de poppers.
“Me gusta el símbolo de poppers, que han tenido una larga asociación con el sexo.
El Popper es, en muchos aspectos, un afrodisíaco de hoy en día.
Me pareció una manera muy apropiada para embotellar esta fragancia única.
Tiene un olor adictivo, especialmente cuando se mezcla con las feromonas naturales de un individuo”, dijo el hoy modista.
Desafortunadamente, “8.5” no es un guiño a su dotación, a lo él se refirió diciendo:
“8.5 no se está refiriendo a mis genitales, soy felizmente 7.5”
Camp se centran en el diseño de moda, a lo que suele decir:
“Los diseños son míos.
Miro mis piezas de cuero, de uno en uno, como un tipo obras de arte que hago para una persona.
Mi cliente típico, es un coleccionista, y el tipo de persona que lleva una chaqueta de cuero todo el tiempo; que es parte de su estilo de vida.
Colaboramos juntos, y el producto final es totalmente único”
Sobre su inspiración:
“Me di cuenta de los gays solían ser proscritos.
Eran forasteros, y obligados a crear su propia identidad y comunidad, que incluía fenómenos culturales.
Una gran cantidad de la cultura gay, está cada vez más homogeneizada, y es cada vez más aceptable, lo cual no es una buena, o una mala cosa.
Yo no creo en las ideas de “bueno” o “malo”
Veo ambos lados.
Estamos perdiendo esa cosa, “fuera de la ley”, pero hace que sea más fácil para la gente a salir del clóset, y tal vez también, hace ganar la igualdad, es más fácil.
Supongo que estoy tratando de decir:
¡A la mierda!
Sólo sé tú mismo.
¿A quién le importa si eres gay o heterosexual?
Usted no necesita la aprobación de otra persona para hacer lo que quiera.
Haz lo que te haga feliz, y saludable.
Se trata de una auto-mejora”, dijo Camp.
“La mayoría de mis próximos proyectos, se encuentran todavía en secreto, pero se puede esperar algunos videos muy estimulantes, y nuevos productos a futuro”, concluyó.
El mundo del placer pago de hombres, para hombres, es más complicado de lo que habitualmente se cree.
Existen divisiones por grupos, o por el tipo de actividad que se desarrolla; grandes amores, pero también desencuentros, celos terribles, y máxima indiferencia, y un sustrato de maltrato que tiene, aparentemente que ver con cuestiones económicas.
Es difícil encontrar una película que dé cuenta de lo que pasa, aunque hay varias, pero incompletas.
“Hard Times”
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