Insomnia

“You and I share a dark secret.
We know how easy it is to kill someone.
That ultimate taboo.
It doesn't exist outside our own minds”

El 50% de los adultos, padece insomnio en algún momento de su vida, un trastorno que casi siempre, es un síntoma de otro problema y, por tanto, para tratarlo, es necesario actuar sobre la causa que lo origina.
El insomnio, se define como dificultad para iniciar, o mantener el sueño, y puede manifestarse como dificultad para conciliar el sueño, “insomnio inicial”, despertarse frecuentemente durante la noche, o despertarse muy temprano por la mañana, antes de lo planeado, “insomnio terminal”
Según la duración del problema, también puede dividirse en “insomnio agudo” si dura menos de 4 semanas, “subagudo” cuando tiene una duración de entre 4 semanas y 6 meses, o “crónico” si dura más de 6 meses.
La queja más frecuente, asociada al insomnio, es la somnolencia diurna, baja concentración, e incapacidad para sentirse activo durante el día.
Puede deberse a muchas causas, entre ellas, “insomnio primario”, estrés, trastornos psiquiátricos, como la ansiedad o la depresión, insomnio relacionado con alteraciones circadianas, y ciertos medicamentos.
En la actualidad, es frecuente la prescripción de fármacos para el tratamiento a corto plazo del insomnio, sin embargo, el tratamiento farmacológico, debe evitarse durante periodos de tiempo prolongados, y es conveniente en ciertos casos de insomnio crónico, el uso de otras técnicas, como la terapia conductual, cognitivo-conductual, o la psiconeuroterapia.
Es importante, el uso de medidas generales, o higiene del sueño, entre ellas, seguir un horario lo más regular posible.
Muchas personas, tienen problemas para conciliar el sueño por la noche, cuando el Sol está brillando en ciertos lugares del planeta, cercanos a los polos.
En general, visitantes y recién llegados, son los más afectados.
Esto también afecta a algunos nativos, pero por lo general, en menor grado.
“Can't sleep, Will?”
Insomnia es una película de suspenso, dirigida por Christopher Nolan, en el año 2002.
Protagonizada por Al Pacino, Robin Williams, Hilary Swank, Maura Tierney, Martin Donovan, Nicky Katt, Paul Dooley, Jonathan Jackson, entre otros.
El guión es de Hillary Seitz, y es un remake de “Insomnia” (1997) de Erik Skjoldbjaerg; y con la producción ejecutiva de George Clooney y Steven Soderbergh.
En Insomnia, Nolan aparece mucho más convencional en su proceder narrativo, siendo generalmente en la linealidad cronológica, cuando se demuestra, al margen de atractivas inquietudes de naturaleza experimental, la posesión de vigor como relator fílmico, y dominador del lenguaje cinematográfico, claro está; si el guión y su traslación a la pantalla, mantienen la intensidad y construcción requerida, pues la singularidad en el trato temporal, sin ser el caso de Nolan, muchas veces, puede hermosear la falta de consistencia narrativa, en pos de esa presunta originalidad.
Alejándose del trivial “whodunit”, como siempre hizo El Maestro Sir Alfred Hitchcock en toda su filmografía, la preocupación de Nolan, recae más en el retrato y confrontación psicológica de sus personajes, y en la utilización del lumínico escenario de Alaska, como sujeción y condicionante de un sombrío proceso mental, dominado por el sentimiento de culpa, la paranoia, la ambigüedad moral, y la redención, rebotes temáticos en una película, con lucimiento interpretativo de Al Pacino.
El título, “Insomnia” hace referencia entonces, al insomnio que padece el protagonista, debido tanto a las interminables horas de luz que hay en el pueblo, como a los fantasmas personales, que le impiden sentirse tranquilo.
Por tanto, Insomnia nos habla acera de la culpa, los supuestos cargos de conciencia, y lo que emana estas características.
Contrario a lo expuesto, Insomnia no fue rodada en el verdadero Nightmute, sino en Squamish, Columbia Británica.
Insomnia sigue a un prestigioso detective de Los Angeles, Will Dormer (Al Pacino) y a su compañero, Hap Eckhart (Martin Donovan), que llegan a una pequeña ciudad de Alaska, para investigar el brutal crimen de una adolescente.
Pero cuando están a punto de atrapar al asesino de la joven, el detective, por causa de la niebla, confunde a su compañero con el asesino, y dispara, matando a su compañero.
El detective comete un error, que lo llevará al límite:
Ahora debe resolver el crimen, y su propio error, entre la falta de sueño, alucinaciones, y atormentado por un pasado, y una investigación, que cuestiona toda su actuación.
El asesino, Walter Finch (Robin Williams), es testigo de lo sucedido entre la niebla, y comienza a contactarlo en secreto, para hacerle ver que tienen mucho en común, y que no va a dejarse atrapar, sin dar batalla, y chantajea al detective Dormer, quien culpa falsamente al asesino de la joven.
Atormentado por la culpa que le provoca la muerte de su amigo, y por las constantes llamadas nocturnas que le hace el criminal, para no buscarlo, y que ninguno salga inculpado, el detective Dormer comienza a sufrir ataques de insomnio, que perjudican su desempeño en las pesquisas.
Las facilidades que a priori suponen los descuidos del torpe asesino pueblerino, dan un giro contra el detective que, por una desafortunada acción, le ponen contra la espada y la pared:
Debe poner en riesgo su carrera y credibilidad en sus anteriores casos, o ceder ante las presiones del asesino.
Es aquí donde descubrimos que, Walter Finch, es un digno Robin Williams, que caracteriza a ese torpe asesino, ahora capaz de mantener su frialdad ante tal situación, y jugar a ser uno de sus personajes de las novelas negras que escribe.
El final, es demasiado previsible, y las relaciones entre los personajes, son las mismas que hemos visto en decenas de cintas de similar tema.
Tal vez, es más claro decir que, algunas partes del guión son brillantes, tanto en su estilo como en su ejecución, pero la historia general que cuenta, no difiere mucho de la norma, lo que la afecta más que a otras cintas, por contrastar tan fuertemente, con los elementos innovadores que luce en un par de ocasiones.
“A good cop can't sleep because he's missing a piece of the puzzle.
And a bad cop can't sleep because his conscience won't let him”
Christopher Nolan afirmó en una entrevista, con motivo de Insomnia, que lo de verdad le atrajo fue, la posibilidad de subvertir, una de las que parecen ser las normas habituales del thriller convencional:
Situar a unos personajes moralmente cuestionables, y unas acciones terribles y oscuras, en el paisaje más iluminado posible.
Lo primero que salta a la vista, es que estamos ante una película convencional, en la que Christopher Nolan no puede usar ninguno de sus trucos en la estructura narrativa, ni tampoco hacer gran cosa, a la hora de jugar con la información que tiene el espectador, sobre lo que está sucediendo.
La acción avanza de forma lineal, y sólo algún pequeño “flashback” lo altera levemente.
Nolan sí que sabe ir dosificando la aparición del personaje de Robin Williams, pero tampoco es algo, particularmente excepcional.
Eso sí, Nolan tiene la oportunidad para ofrecer un retrato diferente, sobre la obsesión, ya que por lo general, es algo que utiliza como motivador de las acciones de sus protagonistas, pero aquí funciona a modo de sentimiento de culpa, sobre algo que ha hecho.
Un estupendo Al Pacino, en lo que es uno de sus últimos grandes trabajos en la gran pantalla, ofrece un matiz diferente al rol de policía, que ya había explorado con anterioridad en varias ocasiones, pero que aquí, ha de sobrellevar un insomnio agotador, que va mermando sus facultades, tanto mentales como físicas, al mismo tiempo que ha de luchar contra su conciencia.
Pacino está más reposado de lo habitual en él, y domina perfectamente el progresivo deterioro de Will Dormer.
También, es especialmente contenido, el trabajo de Robin Williams, en lo que fue uno de sus 3 trabajos consecutivos, de personaje perturbado, ofreciendo un acercamiento bien diferenciado, en cada uno de los casos.
Aquí, tarda mucho en aparecer en pantalla, prácticamente una hora, siendo entonces cuando Insomnia mejora de forma exponencial, ya que Pacino estaba algo sólo, a la hora de evitar que la película descarrilara.
Y Williams consigue crear a un monstruo, cuya inteligencia, sus “wild cards” y saber estar, se transmite perfectamente a un espectador, que lamenta que no hubiese aparecido antes en escena; y consigue reciclar sus gestos, para mostrarnos un Finch comido por su locura, de aspecto controlador, y frío por fuera, que debe contener las inseguridades, y su conflicto interior, para evitar pagar por su crimen.
Un personaje desequilibrado, que a ratos nos parece inocente, a ratos culpable, a veces calculador, y a veces dominado por la improvisación.
Llena de matices, la interpretación de Williams, funciona.
Y como no, la luz, y más específicamente, el fenómeno conocido como “el sol de medianoche”, que juega un papel muy importante en Insomnia.
Nolan quiso trasmitir, la sensación de una luz omnipresente, que se cuela por cualquier rendija, y que es un recuerdo constante del peligro, la culpabilidad, y la amenaza de ser descubierto.
Por ello, Port Alberni, en Vancouver Island, fue elegido para hacer las veces del pueblo ficticio de Unkumuit, lugar de residencia del novelista Walter Finch.
Es aquí donde rodaron una de las secuencias más dramáticas de Insomnia, en la que Will Dormer persigue a Finch, encima de una masa de troncos flotantes, que se mueven rápidamente, cerca de una fábrica de pulpa y papel.
El diseñador, Nathan Crawley, recuerda como un verdadero desafío, el diseño para esta escena:
“Encontramos a un contratista local, que nos fabricó una barrera flotante, y con mucha ayuda de la gente de la fábrica de pulpa, construimos unos muelles.
Tuvimos que usar miles de troncos, para conseguir la imagen que buscábamos”
Con respecto a esta misma escena, Robin Williams dice que “perseguir a un tipo sobre un montón de troncos flotantes, no es exactamente, una actividad cotidiana”
Fue una secuencia peligrosa, incluso para los especialistas.
El convoy de troncos, que parecía interminable, se movía tan rápido, que les habría aplastado, si hubiesen caído al agua, que además, estaba helada.
Y bajo el agua, estaba completamente oscuro, porque los troncos, apenas dejaban pasar la luz.
Especialmente, son 2 los momentos más personales y plenos de la cámara:
El primero, cuando los detectives persiguen al sospechoso, que se esconde entre la niebla, elemento que Nolan integra y utiliza magistralmente, permitiéndole resolver el momento más decisivo, para que la trama dé el giro en el que se basa todo el cuerpo de Insomnia.
El segundo, en las escenas en que el director se atreve a retratar la angustia que la falta de sueño crea en Dormer, y se sale de la narración lineal, para centrar su atención en el oscuro interior de uno de sus personajes.
Entonces reconocemos al Nolan que se recrea en la psicología del personaje, y se lo pasa bien, profundizando en lo que a él más le gusta.
Como dato curioso, debido al traslado a Alaska, el actor Al Pacino de verdad tuvo complicaciones a la hora de conciliar el sueño, según entrevista editada en el DVD, paso los primeros 2 días sin dormir, a lo que Al Pacino le dijo a Nolan:
“Esto de verdad, me está matando Chris”, al final pudieron solucionar el problema, poniendo a Pacino, en la habitación más oscura del Hotel, y dándole un té de hierbas, especial de la zona.
Sin embargo, creo que podría haberse explotado más la parte del insomnio, es algo que hubiera dado mucho más juego, sobre todo, si hubiera alucinaciones que jugaran con la realidad…
Y me queda la duda:
¿Por qué no decir la verdad, desde el principio?
Probablemente, de haber sido así, no hubiera Insomnia.
“You forgot the wild card, Will”
Insomnia es un fascinante estudio sobre la psique humana, y cómo ésta lidia con la culpabilidad, el deber, la moralidad, y el agotamiento más extremo, y la perturbación de la realidad, que produce el sueño.
En su momento, alguna lumbrera culpó a Insomnia de ursulina, por su profunda carga moral.
Sin embargo, dicen los expertos, que es la falta de referentes éticos, y este nihilismo que gastamos los occidentales, lo que hace que cada vez seamos más infelices.
Insomnia, con tener revestimiento de gran thriller, oscila sin embargo, durante todo su metraje, sobre la gran incógnita, de qué es lo moral, y qué no lo es.
Si aceptar la responsabilidad individual de actuar, siempre según la propia conciencia, o respetar escrupulosamente las normas que los hombres se dan como comunidad, con la generalidad que eso implica.
El personaje de Pacino, optará finalmente por esta segunda posibilidad, no sin dejar al espectador, con una terrible sensación de que se ha equivocado.

“There are two kinds of people in Alaska:
Those who were born here and those who come here to escape something.
I wasn't born here”



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