アキラ (AKIRA)

“今後は、直線ではありません
これは、多くの交差点が充填されています
私たちは自分のために選択することができ、将来があるに違いありません”
(El futuro no es una línea recta.
Está lleno de muchas encrucijadas.
Tiene que haber un futuro que podemos elegir por nosotros mismos)

大友 克洋 (Katsuhiro Ôtomo) es un dibujante de manga, director de anime, y guionista tanto de manga como anime; que como adolescente que creció en los turbulentos 60, veía por todos lados, las manifestaciones de tanto estudiantes como trabajadores contra el gobierno japonés.
Este periodo de cambio, propició el Japón que hoy en día conocemos:
Un Japón con un fuerte contraste con el Japón ocupado tras La Segunda Guerra Mundial.
Y Katsuhiro comenzaría su carrera como dibujante de manga, a comienzos de la década de los 70; donde las revueltas, manifestaciones, y en general, la situación caótica de esa época, le sirvieron como inspiración para su trabajo más conocido:
“アキラ (AKIRA)” (1982-1990)
A su vez, Ôtomo sentía predilección por muchas cintas clásicas de los 60 y 70, con un claro y marcado tono contracultural, como:
“Bonnie & Clyde” (1967), “Easy Rider” (1969) y “Five Easy Pieces” (1970), jóvenes rebeldes, problemáticos, y que no se preocupaban de la autoridad o de la presión puesta sobre ellos por la generación de sus padres.
Así, el manga アキラ (AKIRA), vio la luz finalmente en 1984, en Japón, siendo un rotundo éxito desde el principio; y concluyó en 12 tomos como obra completa, años después.
La historia inicia en 1988:
El mundo está al borde de la destrucción absoluta.
La tecnología avanzada, fue la causa de una terrible explosión, que desencadenó una Guerra Nuclear, y devastó las grandes ciudades del planeta.
Unos 30 años después, sobre las ruinas de Tokio, se alza la megalópolis de Neo-Tokio, una ciudad opresiva e inhumana, cargada de problemas como el desempleo, la violencia, la droga, y el terrorismo.
Las sectas religiosas y los grupos extremistas, aprovechándose de la insatisfacción de los ciudadanos, cultivan el mito de “Akira”, un niño cobaya, depositario de la “energía absoluta”, cuya resurrección significaría para Japón, “el amanecer de una nueva era”
En el marco de este mundo, nos encontramos con una serie de personajes bastante variopintos:
Una banda de motoristas, cuyo amigo y miembro de la banda, pronto se convertirá en el antagonista de la obra; los rebeldes que se enfrentan al ejército, para parar sus experimentos; una misteriosa líder espiritual; un militar que hará cualquier cosa para conseguir lo que busca; una serie de niños con poderes psíquicos bastante útiles; y por supuesto, la sombra siempre presente de “Akira”, al que no conoceremos hasta bien entrada la historia.
La trama se concentra en una época futura, donde las guerras han creado divisiones sociales, caos político, y la pérdida de fe en el sistema, por lo que una banda de motociclistas, decide vivir con sus propias reglas, sin importarles su educación, ni su porvenir.
Paralelo a esto, sectas religiosa y grupos extremistas, han propagado la idea de un redentor, un niño que aparecerá para salvar al mundo de la destrucción, un ser de nombre “Akira”
La historia se desarrolla en el año 2019, en Neo-Tokio, una ciudad reconstruida, tras sufrir los devastadores efectos de una presunta explosión nuclear, que desencadenó La Tercera Guerra Mundial.
El gobierno, ejerce un control represivo sobre la ciudad, y experimenta sobre unos niños con poderes psíquicos latentes, aplicándoles fármacos para potenciarlos, y  estos contribuyen con predicciones para mantener la paz.
En particular, Shōtarō Kaneda y Tetsuo Shima, son miembros de una pandilla de motociclistas llamada “The Capsules”, que tienen entre otras aficiones, participar en peleas callejeras contra otras bandas, enfrentándose continuamente contra otra pandilla llamada “The Clowns”, montados sobre potentes motos.
En una de estas peleas, Tetsuo sufre un accidente, causado por un extraño niño con aspecto de anciano.
A partir de ese accidente, Tetsuo no vuelve a ser el mismo…
El gobierno lo secuestra, y en un análisis descubren, que su potencial psíquico es uno de los más grandes que hayan detectado, comparable al de un sujeto extraordinario, reclutado tiempo atrás.
Empiezan a experimentar con él, y éste comienza a desarrollar poderes psíquicos rápidamente, los cuales exacerban sus miedos y frustraciones, transformando patológicamente su personalidad.
Por otro lado, se encuentran Kei y Ryūsaku, miembros de la resistencia, y dirigidos por su jefe, Nezu, que intentan averiguar, qué ocurre en las instalaciones del ejército, situadas en La Zona Cero, lugar donde explotó la bomba nuclear que destruyó la antigua ciudad.
En este lugar, es donde se encuentran Kiyoko (No. 25), Takashi (No. 26), y Masaru (No. 27), niños de extraña apariencia, y poseedores de estos poderes psíquicos, sin olvidar a “Akira”, que se descubre como el auténtico responsable de la explosión acontecida años atrás, al alcanzar el poder absoluto.
Producto de los experimentos del gobierno, Tetsuo empieza a sufrir alucinaciones, y desarrolla poderes paranormales, más allá de todo lo conocido.
Esto lo lleva a creerse un dios, y a enfrentarse al ejército mismo, buscando cualquier evidencia de la existencia de “Akira”, ya que se cree su sucesor, y superior a él.
Luego, la lucha por controlar el poder que tanto anheló se desata, y lo lleva por el camino de la autodestrucción.
Por otro lado, Kaneda, líder de su pandilla, se relaciona con Kei, de la cual termina enamorándose, y se enfrenta con Tetsuo, del cual había sido sobreprotector.
Éste último, desarrolla un sentimiento de inferioridad y odio hacia Kaneda, al que cuestiona como jefe, que se ve potenciado por sus nuevos poderes.
A todo esto, surgen sectas y grupos que adoran a “Akira”, y toman a Tetsuo como el nuevo salvador, que sacara a Neo-Tokio del caos y la opresión.
Lo fascinante de アキラ (AKIRA), es que tanto la animación como la historia, están adelantados a su tiempo:
Pensemos, en los 80’s, ya había ideas sobre El Apocalipsis Nuclear, y las diferentes formas como éste llegaría, pero no existía una trama que tuviera un guión tan completo.
No se trata de complejidades inentendibles, sino de palabras inteligentes, que conforman ideas reales, llenas de absolutos, y de temas sociales que se adecúan a cualquier época.
A su vez, resulta sorprendente darnos cuenta, qué poco hemos avanzado como sociedad, o bien, qué tan adelantadas fueron sus ideas, como para crear un futuro que nos está alcanzando.
Con todo, lo realmente histórico fue, que los tomos se convirtieron en pioneros, exportando esa parte de la cultura japonesa en occidente.
De hecho, Marvel Comics se hacía con los derechos para su publicación en Estados Unidos y Europa, y el resultado fue un impacto tremendo, una obra extensa que popularizaba la narrativa de un país, hasta ese momento fuera del circuito americano.
“より多くの電力の散財は、より多くのあなたが欲しい散財します
十分に持っていることはありません...
あなたはより高いレベルに到達する前にそれを取り除くために知っている必要があります”
(Cuanto más derrochas, más quieres derrochar.
Nunca tienes bastante...
Hay que saber librarse de eso antes de alcanzar un nivel superior)
アキラ (AKIRA) es una película animada japonesa, del año 1988, dirigida por Katsuhiro Ôtomo.
Protagonizada por Mitsuo Iwata, Nozomu Sasaki, Mami Koyama, Tarō Ishida, Mizuho Suzuki, Tetsusho Genda, Kazuhiro Kamifuji, Fukue Itō, Tatsuhiko Nakamura, Hiroshi Ōtake, entre otros.
El guión es de Katsuhiro Ôtomo e Izo Hashimoto, basados en la historieta homónima, escrita por Ôtomo, entre 1982 y 1990; enfocándose en la primera mitad de la historia; ya que la película fue estrenada, 5 años antes de la conclusión del manga.
Ôtomo, experimentó grandes dificultades para completarlo, y declaró que la inspiración para su conclusión, surgió de una conversación que tuvo con Alejandro Jodorowsky, en 1990.
El manga de más de 2 mil páginas, escrito y dibujado por Ôtomo, entre los años 1982 y 1990, obtuvo un éxito significativo en Japón, y en el resto del mundo.
La ambientación y el diseño de los personajes, se mantuvieron fieles al manga, para la realización de la película, mas no fue así con el argumento, pues se acortó buena parte de la 2ª mitad de la historia.
Ôtomo comentaría tras acabar el film, que contaba con más de 2.000 páginas de cuadernos con ideas y diseños de los personajes para la película, aunque el guión final, rebajó el mismo a 700 páginas.
El presupuesto para realizarla fue tan elevado, casi $10 millones, que fue necesario juntar a varias compañías.
Esta sociedad de empresas, fue llamada como “Comité AKIRA”, y estuvo compuesta por las empresas de entretenimiento más importantes de Japón:
Kodansha Ltd.; Mainichi Broadcasting System, Inc.; Bandai Co., Ltd.; Hakuhodo Inc.; Toho Co., Ltd.; Laserdisc Corporation; Sumitomo Corporation; y Tokyo Movie Shinsha Co., Ltd.
Un detalle es que El Comité AKIRA, presentó el film al mismísimo Steven Spielberg, con el fin de que se hiciera con los derechos de distribución en Estados Unidos.
Cuenta la leyenda, que Spielberg la vio, y dijo que no, argumentando que アキラ (AKIRA) no funcionaría en su país.
Acto seguido, El Comité se la lleva a otro jefazo, George Lucas; y también la negó.
Finalmente, se hace con los derechos, Streamline Pictures; y el resto es historia.
Y es que en la década de los 80, veo lógico que no fuese posible entender bien la película, el ambiente que corría por aquellos años, hacían inviable el salto de esta magnífica obra, al panorama occidental, a pesar de contar con un motor gráfico en desuso.
Con todo en contra, アキラ (AKIRA) se convirtió en una película de culto, y es ampliamente considerada como un hito de la animación japonesa; tanto que marcó el inicio de la difusión del manga y el anime fuera de Japón, gracias al impacto que provocó en los espectadores de todo el mundo; siendo considerada por muchos, como “la mejor película de animación japonesa”, junto a las dirigidas por Hayao Miyazaki; al grado que Ôtomo era muy admirado por el dibujante de cómics francés, Jean Giraud, conocido como “Moebius”
Para el reestreno de アキラ (AKIRA), en el 2001, fue remasterizada con una nueva copia y banda sonora; cuyo costó fue más de $1 millón.
Visualmente precursora, アキラ (AKIRA) ha servido de inspiración para infinidad de trabajos posteriores, como la saga “Matrix”, cuyos creadores han confirmado la clara influencia del imaginario de Ôtomo.
Una obra casi tan gigante y difícil, como la propia historia para que viera la luz.
アキラ (AKIRA) es ciencia ficción, “ciberpunk”, anarquía, religión, “thriller”, drama, acción… y el conjunto es simplemente brillante.
La historia tiene lugar en una época futurista, donde la ciudad se encuentra arrasada por la corrupción política, y el desorden social; y no deja de estar influenciada por las implicaciones económicas, morales, y filosóficas; y que afloran de tanto en tanto, dando sentido a la obra.
アキラ (AKIRA) trata de la amistad-rivalidad, amor-odio, belleza-fealdad, y en definitiva, el existencialismo, aunque salpicado por una buena dosis de violencia y crudeza.
Es el año 2019; en Neo-Tokyo, una ciudad construida sobre las ruinas de la antigua capital japonesa, destruida tras La Tercera Guerra Mundial.
Japón es un país al borde del colapso, que sufre continuas crisis políticas...
En secreto, un equipo de científicos, ha reanudado por orden del ejército, un experimento para encontrar a individuos que puedan controlar el arma definitiva:
Una fuerza denominada “la energía absoluta”
Pero los habitantes de Neo-Tokyo, tienen otras cosas de las que preocuparse.
Uno de ellos es 金田 正太郎/Shōtarō Kaneda (Mitsuo Iwata), un joven pandillero, líder de una banda de motoristas.
Durante una pelea, su mejor amigo, 島 鉄雄/Tetsuo Shima (Nozomu Sasaki), sufre un extraño accidente, y termina ingresado en unas instalaciones militares.
Allí, los científicos descubrirán, que es el poseedor de “la energía absoluta”
Pero Tetsuo, que no se resigna a convertirse en un conejillo de indias, muy pronto se convertirá en la amenaza más grande que el mundo ha conocido.
La trama se enfoca en esos 2 personajes:
El joven motociclista Tetsuo Shima, poseedor de grandes poderes psíquicos ocultos; un “esper” capaz de usar telepatía u otras habilidades paranormales.
Y Shōtarō Kaneda, el líder de la pandilla de motociclistas, a la que Tetsuo pertenece.
La soledad y la autodestrucción, son temas especialmente importantes en el pensamiento japonés, y アキラ (AKIRA) no es la excepción, siendo la primera obra que lo trata con tal maestría, con un nivel de animación hasta entonces, solamente visto en los grandes animadores de los años 1940 y 1950, de los Estados Unidos, aunque sin la misma profundidad dramática y técnica que definiría una extraordinaria época, para uno de los mercados más cerrados y nacionalistas del mundo, como lo es el japonés.
アキラ (AKIRA) expone, si el avance científico está justificado a toda costa, sea cual sea el precio.
Porque cambia el concepto del Dios hecho hombre, por el del hombre hecho Dios; y por ende, tan poderoso como un Dios, tan débil e inestable como un hombre.
No es casual, la demostración de que el poder más grande, lo posee el ser más bajo en la escala de la evolución, la ameba unicelular.
“あなたが壊れて政治家や資本家のすべての人形をしています”
(Todos ustedes son títeres de los políticos y capitalistas corruptos)
アキラ (AKIRA) es una violenta y oscura fantasía de ciencia ficción, en la que se dan cita gran parte de los temores y angustias de Ôtomo, y de muchos japoneses:
La guerra, los peligros de la tecnología, la pérdida de los valores tradicionales, y el no saber qué hacer con los jóvenes.
Y アキラ (AKIRA) termina por resultar, la cúspide de la cinematografía de ciencia ficción ciberpunk; cuya máxima reside en combinar la idea del cataclismo, con la inestabilidad emocional adolescente.
Sólo hay que imaginar a un adolescente con poderes telequinéticos, que crecen exponencialmente con sus emociones, y que encima, es el adolescente más resentido; e imaginar además, las escenas de devastación más espectaculares que pueda atisbar la imaginación, y se conseguirá tener una pequeña idea de lo que ofrece アキラ (AKIRA), de manera trepidante y adrenalínica; en una descomunal y épica narración de la rebelión de la juventud, de la represión que sufre por las autoridades, por el descontrol, y el caos que la juventud siente en un mundo descontrolado, y como el orden es rechazado por estos, al representar la represión.
De cómo el vandalismo, las drogas, el terrorismo, y el extremismo sectario religioso, son las salidas de ésta descontenta juventud inconformista y rebelde por naturaleza.
Y de cómo la juventud está desesperada por una deidad que los salve de éste apocalipsis.
Desde la producción, a menudo, muchas producciones de anime, reducen costos, utilizando técnicas de animación limitada, como animar los labios de los personajes, dejando sus caras estáticas.
アキラ (AKIRA) rompió con esta tendencia, mostrando escenas altamente detalladas, diálogos pre-grabados, donde los diálogos son grabados antes de que la producción comience, para que el movimiento de los labios de los personajes, coincidan con los estos; por lo que decidieron ir en contra de la norma, que consiste en dejar la cabeza quieta de los personajes al hablar, y mover la boca solamente, como un mecanismo de ahorro; siendo la primera vez en una producción de anime, con movimientos súper fluidos, gracias a sus 160,000 celuloides de animación; a diferencia de sus predecesoras, a imagen real.
Y es que アキラ (AKIRA) contó con un presupuesto, que le permitió mostrar una versión futurista de la ciudad de Tokio a todo esplendor:
Neo-Tokio, representada con profundo detalle, se invirtió cerca de $7 millones, sólo en los decorados; que supuso un salto cualitativo en la animación japonesa, al dotarse de un gran presupuesto gracias al Comité AKIRA.
No sólo eso, en un “tour de forcé”, アキラ (AKIRA) termina con nada menos que 160.000 dibujos, para una producción que contaría con 2.212 planos, y una paleta de 327 colores.
Es tal la inmensidad, que アキラ (AKIRA) jugaba en otra liga, si lo comparábamos con cualquier otra de la época.
El mismo Ôtomo, en su intento por trasladar su imaginario al cine, presiona y consigue que su equipo de artistas, desarrollen nada menos que 50 tonalidades nuevas en busca del color perfecto.
Así, la calidad es alta como su nivel de violencia, y la trama termina atrapándote.
El tono es serio, aunque no faltan las dosis de humor, así como una que otra escena para mayores, en algunos momentos un tanto duro y crudo de ver.
Pero la gloria se la llevan las escenas de persecuciones.
Nada que envidiarle al cine de acción contemporáneo.
El resultado, observable desde los primeros planos, アキラ (AKIRA) es un producto que no guardaba relación alguna con lo que habíamos visto hasta entonces en el cine de animación, ya fuera el japonés, o el que nos llegaba desde la todopoderosa Disney, utilizando Ôtomo, todos los medios puestos a su alcance, para que las 2 horas de metraje, fueran un constante festín en el que la capacidad innovadora de los implicados en el proyecto, que sólo estaba limitada por las técnicas de la época y por su imaginación, consiguiendo アキラ (AKIRA), seguir funcionando en lo que a narrativa visual se refiere, de forma tan precisa hoy, a como lo hizo hace 5 lustros.
Sobre los personajes:
Shōtarō Kaneda es el protagonista principal de la antología; el despreocupado líder de una banda 暴走族/Bōsōzoku, nombre que hace alusión a la cultura de motociclistas con motos conceptuales.
Él y Tetsuo, han sido amigos desde la niñez.
Kaneda es temerario, y se burla de Tetsuo, a pesar de que siente que es como su hermano menor.
Desde el rescate de Kei, Kaneda llega a ser implicado en su grupo, el de Kei, anti-gobierno, con la esperanza de localizar a Tetsuo.
Tetsuo Shima, es el mejor amigo de Kaneda desde niños, y el 2º sujeto del tema de la historia; y es mostrado como “la oveja negra” de la cuadrilla, de la cual, él y Kaneda son parte, pero sufre mucho por una profunda raíz de complejo de inferioridad.
Admira a su amigo, pero a la vez, lo envidia.
Después, los poderes de Tetsuo despiertan, y rápidamente pasa a ser el némesis de Kaneda:
Desea su motocicleta, un símbolo de gran estatus y poder; y desea probar su poder, para ya no necesitar protección de nadie.
Tetsuo parece ser un personaje complicado, antagonista víctima de un gobierno tirano.
El que no encuentre una función en “el nuevo orden”, está obligado a perecer.
Tal vez, ese es el apocalipsis, no tener utilidad en la nueva sociedad.
Y Tetsuo, en su búsqueda de “AKIRA”, es advertido de que sus poderes son demasiado grandes para ser liberados, pero lo encuentra necesario para poder salvar la humanidad.
En アキラ (AKIRA) esto no está muy implicado, es una lectura, se puede hacer como muchas conjeturas.
Tetsuo se comporta como un villano clásico, que actúa vengativo y resentido.
Sin embargo, al final, se puede escuchar la voz del personaje, diciendo su nombre, y creando una gran explosión similar al “Big Bang”, que bien podría ser un fallo en las instalaciones de La Organización Europea para La Investigación Nuclear (CERN)
Tal vez, Tetsuo se levante como “el nuevo liberador”, el Jesús del nuevo mundo.
ケイ/Kei (Mami Koyama) es activista del ejército revolucionario, estima mucho a Ryūsaku; y lo conoce en la estación de policía.
Luego se reencuentra con él, cuando huía de la policía, y Kaneda le ayuda.
Tras ser capturados ambos, hace que confíe más en Kaneda.
Kiyoko, puede hacer que Kei entre en trance, y así permite el escape de los 2.
Luego, dominada por Kiyoko, lucha con Tetsuo, cuando deseaba despertar a “Akira” y es rescatada por Kei.
El Coronel Shikishima (Tarō Ishida), es El Jefe del “Proyecto AKIRA”, aunque a diferencia del Doctor Ōnishi (Mizuho Suzuki), él lo ve desde el punto de vista militar.
Debido a la crisis generada por el 2º escape de Tetsuo, toma el control de Neo-Tokyo.
Se encuentra con Tetsuo en El Estadio Olímpico, y cuando “Akira” despierta, es teletrasportado fuera del rango de la explosión.
En el manga, se encuentra frecuentemente con Kaneda, y logra que Tetsuo se quede momentáneamente en el hospital.
Los Números del “Proyecto AKIRA”, es un proyecto secreto del gobierno japonés, para lograr utilizar el poder mental de los seres humanos.
Principalmente, son 3 niños que son sujetos de prueba para el proyecto secreto, también conocida como “Nanbāzu” o “Los Números”
Tienen cuerpos de niños, pero en su orden cronológico, son de los finales de los 40.
Sus cuerpos y rostros están arrugados por la edad, pero no han crecido físicamente, ya sea por sus poderes, la batería de pruebas y cirugías realizadas en ellos, los medicamentos utilizados para mantener esos poderes bajo control, o una combinación de los 3.
Se trata de antiguos conocidos de “Akira”, que han sobrevivido a la destrucción de Tokio.
Los Números son:
マサル/Masaru (Kazuhiro Kamifuji), designado con el #27, está físicamente confinado, ya sea a una silla de ruedas o una silla flotante especial.
Él tiene el poder de usar telequinesis, y es considerado el líder de los 3.
キヨコ/Kiyoko (Fukue Itō), designado con el #25, se encuentra tan débil físicamente, que está confinada a una cama.
Ella tiene la habilidad de usar la teletransportación, y la precognición, además de tener un don oracular, y por ello, El Coronel confía en ella.
En el anime, se muestra que es una buena amiga del Coronel.
Ella también se destaca por ser una figura maternal, y líder de la hora de la toma de decisiones.
タカシ/Takashi (Tatsuhiko Nakamura), designado con el #26, este niño es rescatado por un miembro del ejército revolucionario, y al huir, el militar es asesinado por la policía.
En su huida, se encuentra con Tetsuo, hecho que será de gran importancia para la historia.
Al final, es él quien decide que puede rescatar a Kaneda de la explosión creada por “Akira”
Tiene el poder de usar telequinesis.
Pero Takashi es asesinado accidentalmente por Nezu (Hiroshi Ōtake), pero es revivido junto con el resto de los niños del Proyecto, cerca del final del manga.
Y Akira, era un niño que desarrolló habilidades psíquicas, cuando servía de examen para el gobierno ESP, en los años 80.
Perdió el control de su poder, y aniquiló Tokio en 1988.
Después de aquel acontecimiento, fue confinado y sujeto a pruebas de la ciencia moderna, que probó la incapacidad de demostrar el misterio.
Su cuerpo, fue colocado por separado, dentro de un compartimiento criogénico, por debajo del Estadio Olímpico de Neo-Tokyo, para ser confiado al estudio de las generaciones futuras.
Tras la batalla final, la calma, vemos haces de luz que se proyectan ante nuestros ojos, un punto blanco que se expande, y una voz de dice:
“Yo soy… Tetsuo”
En japonés, las palabras “akari” e “hikari” significan “luz” o en el segundo caso, “brillo”, y de aquí el nombre “アキラ (AKIRA)”
アキラ (AKIRA) como Dios, y Tetsuo como Mesías… es la lectura recurrente.
Algunas teorías dicen, que los “flashes” al final, acompañados de la voz de Tetsuo, nos revelan que el adolescente se manifiesta como una fuente de “luz”, lo que significa que se ha convertido en un 2º receptáculo del “poder absoluto”, un nuevo “Akira” transportado a un plano desconocido por Masaru, Takashi, y Kiyoko.
En アキラ (AKIRA), la próxima generación, son estos seres con cuerpo de niños, pero piel de anciano, y con poderes psíquicos, capaces de liberar a la sociedad.
En las que “Akira” es en realidad, “el liberador”, con sus poderes más evolucionados, pero pasó por tantos experimentos, que solo quedaron partes de su cuerpo, mezclados con máquinas para poder seguir existiendo.
El balance de estos 2 mundos, el humano y el tecnológico, da como resultado, la creación de los seres superiores, capaces de encontrar la liberación con la unión de su conciencia y la del universo, y la manipulación de las redes tecnológicas.
Dentro del habitual y recurrente discurso antibelicista de Ôtomo, sorprende bastante, encontrar el personaje del Coronel bigotudo que, tras protagonizar un Golpe de Estado, contra el corrupto gobierno, no es que salga moralmente muy mal parado.
Tampoco deja de tener su punto de ironía, el hecho de que el mensaje tecnófobo, encuentre tan buen acomodo en una animación, que de manera tan profusa, exprime las posibilidades de “la era de la informática”
Por encontrarle algo negativo, a diferencia de lo que hace con el comic, アキラ (AKIRA) no profundiza demasiado en la relación entre Tetsuo y Kaneda; pero muy posiblemente se deba a lo extenso de la historia.
La banda sonora, corre a cargo del científico y músico, Shoji Yamashiro pseudónimo de Tsutomu Ōhashi, y grabada por Geinō Yamashirogumi.
“私は...哲夫”
(Yo soy… Tetsuo)
El “ciberpunk” es un subgénero de la ciencia ficción, que se caracteriza por su representación del futuro, y el choque de la alta tecnología, y las bajas situaciones de vida.
Tal vez es hora de que afrontemos la idea de que ese futuro ya está aquí, hace rato.
Los paisajes artificiales, no son los que vemos generados en una computadora...
Basta con salir por la metrópolis, para darse cuenta que las luces y los grandes anuncios, son los paisajes artificiales más genuinos y realistas.
En particular, lo primero que pensamos del país asiático, Japón, es su alto avance tecnológico, que está en el nivel más alto mundialmente.
A su sociedad, esa vida consumista y electrónica, les debe afectar llegado un punto:
“Japón es uno de los 10 países con tasa de suicidio más alta”
Uno ve las calles, y están inundadas de luces que te venden productos, el ruido de los autos, lucha con el ruido de las máquinas, para ver quién es el más fuerte.
Uno debe conformarse con su vida monótona, perdiendo cada vez más, su función de ser humano, hasta convertirse en un autómata.
Y no es sorpresa eso de que más del 20% de su sociedad, se quite la vida.
Hay algo muy real sobre アキラ (AKIRA), algo que asusta…
Es posible, que la tecnología se nos vaya de las manos, y dejemos de tener una función sobre La Tierra.
El control de masas, a través de individuos con poderes telepáticos, no es un futuro desconcertante, pues se puede potenciar, y en アキラ (AKIRA), un pobre chico marginado en su banda, resulta ser una máquina con sus poderes sensoriales, ya que se equipara al mismísimo destructor, encerrado pisos bajo tierra, y refrigerado con nitrógeno líquido; a modo de una resurrección católica del Mesías.
Así, アキラ (AKIRA) trata del poder de los gobiernos que ejercen en suposición con individuos que les indican que pensar, a quien admirar, a quien votar, etc.
Esto es lo mismo que sucede en la realidad de otra formas distintas, pero con el mismo final, gente con mucho poder, que no se sabe ni lo que tienen entre manos a base del pueblo, y controlando a las masas, de otro modo, pero con resultados iguales.
Tal vez “Terminator” (1984) tenía razón después de todo, y el reloj ya comenzó su cuenta regresiva, solo es de esperar...

“我々はあまりにもする日が来るだろう
その日は到着していません”
(Llegará en día en el que nosotros también seremos.
Ese día no ha llegado)



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