That Awkward Moment
“When you realize getting some means wanting more”
Los “mandatos” sociales cambiaron, al igual que los ideales sostenidos.
Y debido a esto, se converge en nuevas patologías psicológicas, y desplazamientos de las llamadas “crisis vitales", que se producen por el abandono de una etapa, y el ingreso en otra.
La llamada “Crisis del Cuarto de Vida”, es un término aplicado al período de la vida que sigue después de la adolescencia, usualmente entre los 20 y los 30 años de edad; unos lo consideran “el fin de la adolescencia eterna” y “la primera gran crisis de vida” que ahora llega a los 30 años
Son dilemas generacionales, que según los expertos, ocurren por la presión social que atraviesa a esta generación para conseguir todo ya:
El éxito laboral, una casa, armar familia...
Tienen 30 años, nacieron con la democracia, y salieron a las universidades o al mundo del trabajo en pleno colapso del 2000.
Son menos utópicos que sus padres, pero más emocionales en sus decisiones.
Sin embargo, para los especialistas, viven en una época caracterizada por la urgencia.
Por eso, la pregunta que los atraviesa, y en ciertos casos los martiriza, es:
“¿Hacia dónde voy?”
Saber el rumbo, esa es la cuestión.
Tras la educación universitaria, el ser humano entra al “mundo real” después de ingresar en la vida adulta y sus responsabilidades, algunos individuos se encuentran en un punto, donde sus profesiones parecen no avanzar.
Estos sentimientos e inseguridades, no son extraños a estas ni otras edades de la vida adulta.
En el contexto de “La Crisis del Cuarto de Vida”, sin embargo, ocurren justo después de que una persona, usualmente con, lo que trae una gran inseguridad.
Esto puede darse luego del primer trabajo serio, o justo al graduarse de la universidad.
Sin importar lo anterior, el mundo real es más duro, competitivo, y menos compasivo de lo que uno se puede haber imaginado.
Y para empeorar las cosas, los títulos universitarios y de otros tipos, en los que se invirtió tanto tiempo y dinero, sirven de poco para enfrentar estas situaciones.
Al ir cediendo los subes-y-bajas emocionales de la adolescencia, y universidad, muchos de los que atraviesan esta crisis, experimentan un cierto grado de apatía hacia la vida.
Mientras que las interacciones emocionales pueden haber sido intensas en la secundaria y universidad, donde más o menos todos tienen la misma edad, y las hormonas están muy activas, dichas interacciones se tornan más sutiles y privadas en la vida adulta.
Nadie, especialmente hombres veinteañeros, quiere admitir sentirse como un perdedor, en cualquier etapa de la vida actual.
Esta frustración secreta, intensifica el problema.
En todo caso, está etapa es oportuna para crecer en muchos aspectos, para poder enfrentarse a fantasmas que estaban allí, esperando a que actuemos, pero principalmente para construirnos nuevamente.
Y lo positivo de todo esto, es que al lograr pasar este momento, nuestra vida puede cobrar sentido.
Ya lo decía Jacques Lacan:
“El sujeto puede vivir en la peor de las miserias, pero no puede vivir una vida sin sentido”
“I don't know what we should do man”
That Awkward Moment es una comedia, escrita y dirigida por Tom Gormican, en el año 2014.
Protagonizada por Zac Efron, Miles Teller, Michael B. Jordan, Imogen Poots, Addison Timlin, Jessica Lucas, Alysia Reiner, Lola Glaudini, Emily Meade, Josh Pais, Mackenzie Davis, entre otros.
El guión fue destacado, como “uno de los guiones de comedia más importantes de Hollywood Black List”, la famosa lista de los mejores guiones de La ONU-producido.
Comercializada como “Are We Officially Dating?” en Australia y Nueva Zelanda, That Awkward Moment representa el debut del director, que contó con un presupuesto de $8 millones, alcanzando un record de taquilla de por recaudación de $24,069.000.
That Awkward Moment es una película, otra que trata de las relaciones entre amigos, que se debaten entre crecer o no, y se hacen promesas incumplibles.
Es la historia de 3 neoyorquinos que reevalúan la filosofía de la “amistad antes que nada”, cuando a los 3 se les aparece “la chica ideal”
Ellos son:
Jason (Zac Efron), Daniel (Miles Teller), y Mikey (Michael B. Jordan)
Amigos que desde que se conocen, siempre han estado muy unidos.
Pero ahora, los 3 deben volver a reunirse, para hacer “terapia colectiva”
Y es que sus respectivas “relaciones de pareja”, están pasando por momentos verdaderamente complicados.
Mientras Jason y Daniel viven de relaciones esporádicas con chicas con las que no quieren comprometerse, Mickey, ya casado, tiene problemas con Vera (Jessica Lucas) su mujer.
Como una manera de afirmar su amistad, los 3 deciden hacer una promesa, en donde ninguno de los 3 dejará la soltería, y mucho menos enamorarse.
Y como sucede en la mayoría de las ocasiones, al realizar semejante promesa, los 3 verán cambiada sus vidas por completo.
Para intentar sacar a su amigo del bache, Jason, Daniel, y otra amiga de ambos llamada Chelsea (Mackenzie Davis), lo llevan de fiesta...
Allí, Jason conoce a Ellie (Imogen Poots), con quién conecta profundamente.
Sin embargo, los protagonistas descubrirán, que mantener esta promesa no es tan fácil como parece, cuando conocen a “las chicas perfectas”, y deberán iniciar relaciones en secreto, para que no quede al descubierto, que han roto su compromiso.
El director, empieza y termina con Jason, sentado en una banca de Gramercy Park, en una noche fría, a modo de historia principal, sobre su vida amorosa circular y monótona.
That Awkward Moment es una historia que tiene que ver con decisiones irrelevantes, y la inquietud de encontrar el amor verdadero.
El “momento” al que se refiere el título, es el momento cuando una relación avanza al próximo nivel, a un nivel más serio, y es ese preciso momento, cuando Jason decide terminar la relación.
“Before anything went wrong”
Tom Gormican, juega con las reglas clásicas de la comedia de situación del Hollywood Dorado, y las actualiza con una nueva pelea de género:
La mujer ha conquistado el terreno profesional, pero el hombre todavía se amilana ante las tribulaciones del amor.
Claro, es el año 2014 y, un poco en automático, podría afirmarse que en estas comedias, hay mayor escatología y crudeza sexual que en otras décadas.
¿O no?
Aquí tenemos bastante, pero se queda en los diálogos:
Se habla y se describe un pene, pero no se ve el pene… todavía hace falta mucho que recorrer en este aspecto.
Se habla de sexo, pero prácticamente no hay desnudos...
Una película de los 80, sobre “solteros que dejan de serlo”, era mucho más salvaje; era una fiesta y se mostraba la fiesta.
That Awkward Moment es otra cosa:
Una comedia romántica, con protagonistas masculinos; con la figura del macho dominante socialmente menos aceptada, pero que ahora son los “hípsters”, los sensibles con gafas, los que están teniendo éxito.
Aunque Zac Efron considera que, en su caso, “él ha salido ganando con el cambio”
Y es que Zac Efron encarna al veinteañero del siglo XXI, que atemorizado por sentimientos que le hacen sufrir, y lo alejan del círculo de confort de sus colegas, se mete en líos, y vive “ese momento incómodo”, en una aventura interior amorosa, o romántica, en la que las nuevas tecnologías obstaculizan y revuelven estos tiempos para el amor.
El ídolo adolescente, que cantaba y bailaba como los ángeles, aunque ya va madurando como actor, y como persona, también se hace un poco de lío al hablar de amor, de ese “momento delicado” al que hace referencia el título.
Así pues, durante un buen rato entre New York, trabajos “cool”, ambientes “hípster”, sexo y chistes, el relato al menos es consciente, de que la velocidad es un valor a tener en cuenta, y los diálogos de seducción y de colisión, se arman con ese objetivo.
Vemos a los 3 amigos liderando la noche neoyorquina, que temen ese horrible momento de “¿entonces...?”, que deriva en profundizar en una relación que, hasta entonces, era pura diversión libre, sin ataduras ni consecuencias, sólo que la juerga es para los actores, quienes consumieron el posible humor que únicamente ellos eran capaces de percibir durante el rodaje, y se apropiaron, al tiempo, de toda posible alegría y júbilo, porque el espectador mira las tonterías, escucha las bobadas, y sigue las malogradas desventuras de poco tino, menos gracia, con espasmo de confirmar que, lo mil veces visto/hasta la saciedad expresado, puede seguir causando estragos en pantalla.
La Crisis de Los 30, la falta de sexo, los problemas económicos, y la pérdida de la pasión amorosa, saldrán a la luz.
A pesar de tener las cantidades necesarias de comedia y romance, en realidad es sólo una película de colegas; es como “Sex & The City”, pero para hombres jóvenes.
El argumento, como he dicho, es lo típico:
Solteros que salen a follar, pero acaban enamorados... pero, en lo que deben pensar los guionistas, es que no reutilicen tanto los mismos elementos:
Romances-folleteo, en las que está el típico musculoso y creído, que sale mal parado; el gracioso del grupo; y el tímido que no habla apenas con mujeres porque está comprometido, con momentos embarazosos, en los que se han envuelto a los personajes.
La química que se logra entre los 3 hombres protagonistas, más la grata la presencia de Imogen Poots como el interés romántico de Efron, es lo mejor de una película que logra algunos momentos simpáticos, pero que no se sostiene al resolver de manera básica, el supuesto conflicto que deben enfrentarse, y que de antemano, solo emana banalidad.
Banalidad que rebasa todo momento la pantalla, en cuanto a unos chicos con apenas problemas de mantener la promesa cumplida ante los ojos del resto de los amigos, exitosos en sus trabajos, y con un estilo de vida “cool”, incluyendo los diálogos, todo esto se antepone ante el espectador, por encima de cualquier otra situación, por lo que escasean los momentos en que se podría generar algo de tensión, incluso en la resolución del filme.
No obstante, That Awkward Moment es todo un vehículo descarado, para que Zac Efron se luzca, y sus fans se enamoren de ese “chico malo pero sensible y creativo, que en el fondo solo huye del compromiso para tapar sus inseguridades”
Efron como “Peter Pan”, se niega a crecer por miedo al compromiso, quien se libró de la estela de la saga “High School Musical”, pero se está quedando atrapado en comedias banales de romance superfluo, que no van a sitio alguno, a modo de cómoda casilla de la que parece no poder escapar, aunque tiene su coste, pues hay que trabajar duro en el gimnasio para después lucir musculado cuerpo a la mínima que se pueda, ya que dado el obsoleto argumento de pocas ideas, pasos necios, y el pobre guión que le acompaña, de sentencias gramaticales baratas, simples y banales, de constante obsesión homosexual con la palabra pene, realizadas al son de las nefastas expectativas que se tenían en mente, se puede sentenciar, que estamos ante un estéril estereotipo, vacío y cansino que da vueltas sobre la noria de su propio ombligo, al ser incapaz de ir más allá.
Y en su papel del soltero empedernido Jason, no termina siendo esa “alma torturada” que desea encontrar el amor verdadero, sino que al final, no es más que el patán que termina con la chica buena y bonita.
El personaje de Jordan, no se desarrolló, y es una lástima, pues su trasfondo es el más interesante, al ser el único comprometido serio del grupo.
Y Teller, es el que hace que la película sea divertida, especialmente en sus escenas con Davis.
Por lo que las otras historias, enfocadas a los otros 2 amigos, se sienten un poco más como relleno, pero es sin duda, la subtrama del personaje de Michael B. Jordan, es la que resulta quizás, un poco más atractiva, ya que termina teniendo un final un poco inesperado; como el único personaje que tiene una semblanza de dimensión.
Pero el peor desperdicio, es el talento del elenco femenino:
Imogen Poots y Mackenzie Davis.
Ambas, son actrices con gran habilidad histriónica, pero aquí aparecen como marionetas, cuyo único objetivo es empujar la historia de los personajes masculinos.
Así, ellas no demuestran ni independencia narrativa, ni un punto de vista personal; todo circula alrededor de ellos.
Una de ellas, Imogen Poots, interpretando a Ellie, el interés amoroso de Jason, ilumina la pantalla, y me hubiera gustado más saber de ella, pero no logra tener una química lo suficientemente convincente, para que nos preocupe si terminará o no a lado de Jason.
Y es que al final del día, ésta es una película romántica, que no tiene nada que ofrecer al sexo femenino, más que el cuerpo del Divino Efron; que gracias a una que otra escena que lo envuelve, o mejor dicho, lo descubre, That Awkward Moment cuenta con una calificación “R” de “Restringido para menores de 17 años”, por lo que ya intuíamos que el sexo iba a ser un elemento central en su trama.
De ahí que el joven actor, aparezca desnudo, o con un juguete sexual en sus pantalones...
Y quedan escenas cómicas buenas, o agradables, como la dupla Davis/Teller, que afilan la dicción, y sueltan frases con gracia; obviamente para intentar agradar al sector masculino, con algunos chistes picantes y guarros; pero en general, nada del otro mundo.
Cada “gag” o frase ocurrente, ha sido incluida allí, con la esperanza de hacernos creer, que eso era sólo el envoltorio; por lo que también es de reclamo que Gormican abuse, como tantos otros, de los personajes con tazas “cool” de café agarradas de manera “cool” en lugares “cool” de New York…
El cine y su magia para dotar al café, como objeto de deseo supremo, y pone algunas buenas frases sobre la ciudad.
Sin embargo, los 90 minutos no se hacen del todo pesados, y el tono agradable puede llegar a “tocar” a algún espectador, sobre todo a los veinteañeros.
“And he would give anything to back to that moment…”
Junto con el orgullo viril, el despiste generacional, y las nuevas tecnologías, la exigencia de una sociedad cada vez más rápida y centrada en lo profesional, especialmente en el New York en el que se ambienta That Awkward Moment, es el 4º elemento que hace que la vida diaria, deje poco espacio para detenerse a mirar, y cuidar al amor.
Y es que ahora, todo tiene una dinámica distinta:
Twitter, Facebook, Instagram... todas las redes sociales, hacen que puedas ver toda la vida de un interés romántico, antes de conocerlo.
Pero el compromiso no debería ser motivo para justificar una amistad eventual, por lo que hay que estar ahí, para primero ser amigos.
¿No?
“Being there for someone when they need you, that's all relationships are”
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